Uchi no Musume no Tame naraba, Ore wa Moshikashitara Maou mo Taoseru kamo Shirenai

Volumen 7

Capítulo 1: Secuela, La Doncella de Cabello Platino y el Delicioso Desayuno

Parte 1

Después de varios sucesos (los historiadores posteriores suspirarían si escucharan los eventos resumidos de esa manera), Dale y Latina volvieron a sus vidas cotidianas en Kreuz.

El día de su regreso, la pareja cenó temprano antes de que el bar entrara en su período principal de ventas por la noche. Como Latina era la “camarera adorable” del Dancing Ocelot, y Dale a menudo no volvía hasta la noche debido a su trabajo, a menudo cenaban durante los períodos de descanso cuando había una pausa en la cantidad de negocios. Sin embargo, seguramente habría muchos clientes en el bar esa noche. Puede que ni siquiera haya un breve momento para tomar un descanso. Fue increíblemente fácil de imaginar.

Incluso si los propietarios dijeron “no vengas”, una declaración que nunca debería ser pronunciada por personas en el negocio de servicios, seguramente no tendría ningún efecto. De hecho, incluso ahora una parte de los clientes habituales se había atrincherado en parte de los asientos de los clientes y estaban esperando, a pesar de que no había nada en este momento.

Pensando en el fondo de su mente que la cantidad de preparativos que debían hacerse definitivamente aumentaría y planeando en consecuencia, el propietario Kenneth pensó que, aunque estaba mal que lo hiciera tan pronto después de su regreso, necesitaría tener a Latina dando su máximo para que lo ayude. Pero para hacerlo, primero tendría que proporcionarle combustible. Para ese “combustible”, Kenneth preparó la cena tan rápido como siempre, y luego la colocó sobre la mesa en la esquina de la cocina.

“¡Woooooow!” La voz que Latina soltó en ese momento fue más de pura alegría que de admiración. Después de revisar el contenido del plato, se acercó para tomar un poco de pan. Colocó un gran pan redondo sobre la tabla de cortar, y luego insertó su cuchillo en él con una expresión algo seria en su rostro.

Kenneth abasteció varias variedades de pan de una panadería con la que estaba familiarizado en la cocina, para combinar con diferentes platos. Al ver cuál sería la comida, Latina eligió un pan blanco para acompañarlo.

Latina colocó la canasta con un montón de pan sobre la mesa y se sentó, aparentemente incapaz de contener su emoción. Era probable que ella incluso rompiera su habitual tarareo ligeramente fuera de tono.

“No es nada tan especial…”, dijo Kenneth, un poco perplejo por la forma en que Latina estaba tan contenta cuando preparó el resto de la comida que había preparado. Latina miró a Kenneth con una mirada que decía que claramente no estaba exagerando en absoluto.

“¡Es la primera vez que pruebo tu cocina en mucho tiempo!”

“Bueno, supongo que es cierto, pero aun así…”

“¿Por qué no puedes entender lo increíble que es esto…?”, Preguntó Latina, con los ojos llorosos un poco.

Perplejo por la respuesta excesiva de Latina, Kenneth miró a Dale, que estaba sentado a su lado, pero no pareció encontrarlo extraño en absoluto, y solo dio una sonrisa forzada.
“Fue… un poco duro por allá…”

“Me siento mal por Chrysos, pero realmente no podría vivir en Vassilios…”

Latina generalmente tenía modales fantásticos, pero ahora inusualmente tomó una rebanada de pan y la mordió. Luego lo masticó a fondo, inundada de emoción.

“Dale, ¡es tan delicioso…!”

“Me alegra oírlo.”

Dale estaba volviendo a ser el mismo idiota cariñoso de siempre, acariciando la cabeza de esa chica, que se había recuperado un poco del horrible estado en que se encontraba en Vassilios, como lo haría con un niño pequeño. Aun así, el aire sobre Latina ahora era tal que cualquiera, no solo un idiota cariñoso como Dale, querría hacer lo mismo.

“… ¿Qué pasó?”

Kenneth estaba empezando a pensar que algo serio había sucedido sin que ellos lo supieran, solo para que Dale lo enfrentara con una sonrisa forzada.

“¿Cómo debería decirlo…? La comida en Vassilios era extraordinariamente mala”.

“… ¿eh?”

“Fue tan poco apetitoso que fue impactante”.

“…Ya veo.”

Definitivamente no era un asunto serio. Sin embargo, definitivamente ese no era el caso para aquellos que lo habían enfrentado.

“La comida… es buena… tan buena…”

Las lágrimas de alegría que derramó Latina cuando comenzó a comer claramente contaron parte de la historia.

Había completado con éxito su misión de extender la mermelada que Kenneth había preparado cuidadosamente sobre el pan, como si se esforzara por llevar el pan al límite de su tensión superficial. Luego, se lo metió en la boca y las lágrimas realmente comenzaron a fluir.

Cuando le dio un mordisco al pollo a la parrilla marinado con hierbas y especias, los jugos desbordantes llenaron su boca y tembló de emoción.

A Latina siempre le había gustado probar cosas nuevas, como reflexionar sobre cómo estaría alternando alimentos muy dulces y salados. También le gustaba dar a cada comida su propio tiempo, para probar el sabor a fondo. Era extremadamente raro verla meterse la comida en su boca sin detenerse como lo estaba haciendo actualmente.

“¿No estabas en el palacio de Vassilios?”

“Esta comida es tan deliciosa…”

“Supongo que era algo así como un castillo real, y no era como si nos trataran mal”.

El lugar donde se habían quedado era un templo de Banafsaj, pero al mismo tiempo también era el “palacio” del gobernante de la nación, el Primer Señor Demonio. Se diferenciaba mucho en estilo de los de Laband, pero no había problema en pensarlo como un “castillo”.

Y Dale había sentido que debido a que Chrysos adoraba a su hermana Latina, fueron tratados como si fueran nobles mientras estaban allí.

“Por eso ese sabor horrible fue tan sorprendente”.

“Si estás dispuesto a decir todo eso, entonces has despertado mi interés…”

Al ver a Kenneth pensando con una mirada seria en su rostro, Latina tragó el contenido de su boca y luego respondió rotundamente: “Comer comida de Vassilios te hace apreciar realmente la sensación de felicidad que te da comer una buena comida”.

“Eso seguro es una afirmación…”

“Chrysos está trabajando muy duro, así que creo que debería haber un intercambio cultural con Laband. Especialmente la cultura alimentaria… por favor… deja que la cultura alimentaria mejore… “

Latina apiló mermelada en el siguiente pedazo de pan, también.

“Esta comida… es tan deliciosa…”

“Sigues diciendo eso…”

“Cuando era pequeña, esa era la norma… Cuando llegué a Kreuz, comprendí que las circunstancias en las que vivía no eran del todo normales, y pensé que eso podría haber sido lo mismo para la comida”, dijo Latina con una mirada distante, con una especie de iluminación sobre ella.

“Ya veo…”

Latina no había cuestionado las circunstancias en las que nació y se crió cuando era joven. Había pasado todos los días viviendo una vida tranquila con sus amables padres y su hermana gemela, a la que asistían adultos un poco formales. Era joven y eso era lo único “normal” que había conocido, por lo que no lo había cuestionado.

Cuando llegó a Kreuz, donde cada día era tan animado y ocupado, también vio la vida de sus amigos y se dio cuenta de que las circunstancias en las que había nacido y crecido eran únicas. También era consciente de que esas circunstancias diferían de las de las princesas en los libros ilustrados, porque su madre era una sacerdotisa de alto rango y habían vivido en un templo de Banafsaj.

Como un hombre estricto pero justo, su difunto padre Smaragdi había enseñado firmemente a sus hijas jóvenes que la autoridad que su madre tenía como gran sacerdotisa no era suya, ya que eran personas separadas a pesar de ser familiares. Una de las cosas que Smaragdi odiaba especialmente eran las personas que ignoraban la autoridad de los demás y actuaban con arrogancia.

Cuando se determinó por profecía que una de sus hijas se convertiría en la gobernante de la nación, eso significaba al mismo tiempo que la otra niña no sería elegida. La forma en que sus padres habían criado estrictamente a sus hijas, para que pudieran recorrer sus propios caminos diferentes, era una expresión de su profundo amor.

Y dado que Latina había crecido para tener un pensamiento verdaderamente flexible, habiendo asimilado los diferentes valores de un país extranjero en el camino, pudo conjeturar sobre las circunstancias en las que había vivido cuando era joven. Por la amenaza del Segundo Señor Demonio mencionada por sus padres y el hecho de que el Primer Señor Demonio anterior había sido asesinado, ella pudo adivinar que habían sido criados en las profundidades del templo porque ni ella ni su hermana gemela Chrysos se habría convertido en el próximo Primer Señor Demonio.

La cultura alimentaria en Laband y su patria podría haber sido muy diferente, pero era posible que la comida que había experimentado mientras se criaba en secreto en las profundidades del templo hubiera sido única en sí misma. Tarde o temprano, eso era lo que Latina había llegado a pensar.

Pero en esta última estadía allí, Latina se dio cuenta de que ese no era el caso y que la calidad de la cultura alimentaria de su tierra natal era realmente decepcionante.

“Mi posición en Vassilios es complicada, así que tengo miedo de involucrarme en política… y tengo aún más miedo de que Chrysos se vea influenciada por mis palabras”.

Ese miedo fue una gran razón detrás de por qué Latina había insistido tanto en regresar a Kreuz. Chrysos lo negaría, y Latina no pensó tan seriamente en el asunto como lo había hecho antes, pero su pasado como “criminal” que había sido exiliado no podía ser revocado. Seguramente había mucha gente en esa nación que no vería ese hecho favorablemente.

Así como algunos humanos tenían una profunda aversión a otras razas, no fue fácil deshacerse del disgusto por aquellos cuyos cuernos, los símbolos venerados de la raza del diablo, habían sido heridos. En esa nación, el castigo fácilmente visible de quebrarse la bocina tenía una gran importancia.

Como alguien cuya existencia misma era un asunto tan delicado, era imposible negar que si ella se quedaba demasiado cerca del lado de Chrysos, el rey, entonces su hermana podría enfrentar más desconfianza de lo que normalmente lo haría. Como una chica inteligente y amable por naturaleza, ese hecho no era algo que Latina pudiera ignorar.

“No es que nunca podamos encontrarnos… y la situación seguramente cambiará una vez que la autoridad de Chrysos se estabilice, pero… por ahora, Kreuz sigue siendo el único lugar para que yo diga ‘Estoy en casa’ “.

Latina sonrió, luego se comió una cucharada de sopa llena de muchas verduras que era un alimento básico del Ocelot. Por supuesto, Kenneth no era su madre, pero para Latina, este sabor era algo así como “la cocina casera de mamá”.

“Y… fue realmente duro, ya que la comida en Vassilios era muy mala”.

“Entonces volviste”.

“Efectivamente, nunca podría decirle a Chrysos… que no podía quedarme en Vassilios porque la comida sabía muy mal…”

Latina había crecido en el Dancing Ocelot, que se enorgullecía de su cocina incluso entre los restaurantes de Kreuz, por lo que la calidad de las comidas era increíblemente importante para ella. Desde la sorpresa de ese primer bocado de la cocina de Kenneth, en lugar de disfrutar sin rumbo de la comida, ella había seguido esforzándose por aprender a cocinar por su cuenta, dedicándose diligentemente a la tarea.

Eso fue todo por el bien de la delicia.

“Hubiera sido preferible que me hubieran dejado manejar las cosas, pero esa no era una posibilidad…”

“Sí, no puedo imaginar que alguna vez te hubieran dejado”.

Todos los asociados con el Ocelot ya sabían que la hermana de Latina era el Rey de Oro, el gobernante de Vassilios. Trabajar en la cocina generalmente se consideraba un trabajo destinado a los subordinados. Kenneth se enorgullecía de su trabajo, pero su forma de pensar no coincidía con la del mundo en general.

“Aun así, Latina, fuiste a la cocina de vez en cuando, ¿verdad?”, Intervino Dale. Latina desvió su mirada, aparentemente sintiéndose incómoda.