Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 7

Capítulo 4: Disculpa

Parte 3

Después de eso, Rio y Liselotte fueron a su finca. Todavía era de mañana, así que decidieron trabajar en la redacción del contrato antes de la comida.

Rio fue llevado primero a una sala de espera, donde no esperó mucho antes de que lo llevaran a un salón que Liselotte usaba a diario. Allí, el duque Huguenot estaba esperando, abriendo la boca para disculparse con Rio antes que nada.

Liselotte debe haber pillado al duque Huguenot a toda velocidad mientras Rio estaba en la sala de espera, ya que inmediatamente comenzaron a redactar el contrato. Hubo un formulario estándar para los contratos de liquidación que utilizaron como base para discutir los detalles en consecuencia.

Normalmente, cuando se discuten las condiciones de un contrato de conciliación, el autor y la víctima negocian los hechos y las condiciones acordadas en el acuerdo. Si no se podía llegar a un acuerdo, era común que el conflicto surgiera una vez más, pero esta vez incluso Río se sorprendió de lo cooperativo que era el Duque Huguenot. Duque Huguenot estaba destinado a estar presente como representante de Stewart y Alphonse, pero aceptó todos los hechos y sugirió continuamente condiciones que eran favorables para Río.

Por ejemplo, presentó una suma de compensación mucho más allá de un caso típico como el de ellos, una orden que evita que Stewart y Alphonse dañen a Rio y a sus dos compañeras en el futuro, y la penalidad que pagaran si lo rompen…

Mientras tanto, todo lo que Río estaría cargado sería no poder no mencionar las acciones de Stewart y Alphonse a terceros, sin sanciones particulares si rompió esta condición. Rio no había tenido la intención de difundirlo de todos modos, por lo que no fue una carga muy engorrosa.

Y así, todos los compromisos se hicieron por parte del duque Huguenot. Como resultado, el borrador del contrato se completó en un tiempo mucho más corto de lo esperado. El duque Huguenot respiró hondo y se dirigió a Rio y Liselotte.

“Supongo que esto servirá por ahora. ¿Tienen ustedes dos otras preocupaciones?”

“No tengo ninguna objeción en particular en este momento, pero algo puede venir a mi mente más tarde. Me gustaría pensar en esto durante unos días antes de ejecutar oficialmente el contrato. ¿Le conviene, señor Haruto? ” Dijo Liselotte, mirando a Rio.

“Sí, siento que es un poco unilateral a mi favor, pero si no tienes problemas con eso…” Rio asintió con un poco de confusión.

“Por supuesto que sería, ya que ninguno de los culpables fue tuyo”, dijo el Duque Huguenot con una sonrisa sociable. Era difícil creer que fuera el mismo hombre que una vez hizo una falsa acusación en la cabeza de un inocente Río y convirtió a Latifa en una asesina.

“… Gracias por tu consideración”. A pesar de encontrar todo el asunto bastante extraño, Rio inclinó la cabeza respetuosamente.

“Entonces, para la redacción detallada y la creación del contrato original, ¿se lo puede dejar a usted como un tercero, Liselotte?”, Preguntó el Duque Huguenot.

“Sí, déjamelo a mí”. Liselotte asintió fácilmente.

El duque Huguenot inclinó la cabeza hacia Liselotte, luego se volvió para mirar a Río y se disculpó una vez más. “Lo siento por la molestia. Y Haruto, me disculpo nuevamente por todo. Las acciones de mi hijo tonto le han causado un gran dolor, y por eso me arrepiento sinceramente”.

“No, si el asunto se resuelve por completo, entonces no tengo más preocupaciones sobre este tema”. Rio negó con la cabeza.

“… Me duele admitirlo, pero no tuve mucho tiempo con mi hijo cuando era más joven, ocupado en mis deberes. Desafortunadamente, se convirtió en un hijo indulgente. Sin embargo, juro como su padre tenerlo para reparar sus pecados correctamente. Para hacerlo, tengo una petición que hacerte…” dijo el Duque Huguenot, observando la expresión de Rio.

“¿Qué es?” Rio inclinó la cabeza con cautela.

“Si lo permitieras, ¿podrías darles la oportunidad de disculparse en persona? Han reflexionado profundamente sobre sus acciones desde entonces. Puede ser por sus propios egos, pero desean disculparse con usted”, dijo el Duque Huguenot con una sonrisa forzada.

“… Claro, no me importa”. Rio asintió vacilante.

“Gracias. Entonces, Aria. ¿Podrías traerlos aquí? ” El Duque Huguenot llamó a Aria, que estaba esperando en la esquina de la habitación en silencio.

“Entendido”. Aria asintió, abrió la puerta y salió.

“De hecho, han estado listos en la habitación de al lado. No debería tomar mucho tiempo “, admitió el Duque Huguenot. Efectivamente, Aria regresó ni un minuto después, abriendo la puerta.

“Perdóneme. Adelante “. Después de abrir la puerta, Aria invitó a Stewart y Alphonse a entrar. Los dos emitían un aire extremadamente sombrío.

“… Disculpe”. Los dos entraron en la habitación, saludando con voces bastante desanimadas.

Seguro que hicieron un 180. Los ojos de Rio se abrieron ante el repentino cambio en Stewart y Alphonse. Era difícil pensar en ellas como las mismas personas que habían estado acosando a las chicas y jugando de muy buen humor la noche anterior.

“Vengan acá.”

“Sí, señor…” Según lo ordenado, se acercaron al duque Huguenot.

“Bien por ustedes, Haruto acordó darles la oportunidad de disculparse. Asegúrense de dar una disculpa adecuada y expresar su gratitud por su generosidad “, dijo el duque Huguenot a Stewart y Alphonse en voz baja y tranquila. Stewart tomó la delantera al arrodillarse en el suelo ante Río.

“…Por favor, acepte mis disculpas. Estoy profundamente arrepentido de anoche, donde me emborraché y dejé que las cosas se salieran de control.” Stewart dijo sus palabras de disculpa hacia Río.

“Por favor, acepta mis disculpas”, dijo Alphonse brevemente, arrodillándose en el suelo con la frente en el suelo. Su voz y su cuerpo temblaban. ¿Qué emoción lo atravesaba? Para Rio, que los conocía de sus días en la escuela, fue una escena absolutamente impactante para presenciar.

Dicho esto, no importa cuán duro hayan golpeado cabezas durante sus días de escuela, Rio no sintió satisfacción al verlos postrarse así. Más bien, eran personas que a Rio ya no le importaban. Ni siquiera era cuestión de perdonarlos o no.

“… Está bien, por favor levanten la cabeza”, dijo Rio con una voz bastante contundente, aceptando sus disculpas de inmediato. Liselotte observó la cara de Rio desde un lado mientras lo hacía.

Después de esa exhibición, Stewart y Alphonse salieron inmediatamente de la habitación. Los miembros restantes intercambiaron conversaciones agradables hasta que llegó Natalie y les informo que el almuerzo había sido preparado.

***

Dirigidos por Aria y Natalie, Rio y los demás entraron al comedor de la mansión. Dentro de la habitación había una mesa de comedor larga y rectangular donde Flora, Roanna y Sakata Hiroaki estaban sentados. Allí, Hiroaki estaba hablando charlando.

“Ah, Sir Haruto”. Cuando Flora los vio entrar a la habitación, llamó a Rio con una sonrisa amistosa.

“…¿Yo? “ Rio se sorprendió por el hecho de que su nombre era el llamado, en lugar de Liselotte o Duque Huguenot con él, pero no dejó que se mostrara en su rostro.

“Es un placer estar en su presencia una vez más, princesa Flora. Lady Roanna y Sir Hiroaki también.” Rio colocó su mano derecha sobre su pecho e inclinó la cabeza respetuosamente.

“Yo, escuché sobre el desastre con el que tenías que lidiar”, dijo Hiroaki a Rio.

“En absoluto, todo se resolvió sin ningún problema en particular”, respondió Rio con una sonrisa forzada.

“De verdad. Bueno, siéntate entonces,” Hiroaki invitó a Rio a sentarse como si fuera su propia casa.

“Sí, por favor toma asiento. Sir Haruto, Duque Huguenote” —le instó Liselotte.

“Entonces me entrometeré en tu mesa”. Duque Huguenot no mostró signos de vacilación mientras se sentaba tranquilamente.

“Por aquí, Sir Haruto”. Aria seleccionó un asiento para Río y lo sacó en silencio por invitación.

“… Entonces, discúlpame”. Rio se sentó nerviosamente; Flora estaba sentada justo a su lado.

“Umm, sé que ya estamos todos sentados, pero ¿está bien que nos unamos a ti también?”, Preguntó Flora, mirando la cara de Rio a su lado.

“Creo que, en todo caso, debería ser yo quien pregunte si puedo estar aquí con todos los demás”. Rio pensó que almorzaría solo con Liselotte y el duque Huguenot, por lo que se sorprendió. Por cierto, Liselotte no había conocido a Flora y los demás estaban dentro de la habitación hasta que ella entró, pero había arreglado que sus asistentes se prepararan de antemano de cualquier manera, por lo que no estaba particularmente sorprendida.

“Eh, estoy seguro de que está bien. Esta es una reunión de agradecimiento por ti, después de todo. Tener una comida con un héroe y una princesa es una experiencia rara. Siéntete privilegiado, ¿sí?” Hiroaki resopló con una mirada engreída.

A pesar de que Río era el foco principal de la reunión, Hiroaki estaba actuando como si fuera el dueño de la casa. Dicho esto, él era el héroe a la par con un sirviente de dios, por lo que fue entrañable de alguna manera.

“Sí, es un honor”, acordó Rio amigablemente.

“No está destinado a ser un evento formal, así que relájate y disfruta. Los alimentos de la más alta calidad se han preparado para hoy “, dijo Liselotte en tono de disculpa. A pesar de que ella había organizado el evento para mostrar su agradecimiento, Rio se estaba haciendo para acomodar a otros incluso ahora.

Rio puso una sonrisa sociable y le dio las gracias alegremente. “Gracias por su consideración.”