Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 7

Bonus 4: ¡Traté De Bailar!

En el pueblo donde viven los espíritus…

Justo antes de la cena, Latifa se había encerrado sola en su habitación, sentada en una silla. Su barbilla descansaba sobre su brazo izquierdo mientras sostenía un bolígrafo en su mano derecha, doblando y cortando en dirección a su escritorio.

¿Qué tipo de uniforme sería lindo, me pregunto?

Estaba reflexionando sobre el diseño de su propio uniforme. Había decidido hacer un uniforme después de ver los uniformes escolares japoneses de Miharu y Aki el día de hoy. Habiendo muerto como estudiante de primaria, Latifa, no, Suzune, admiraba los uniformes que llevaban los estudiantes de secundaria y preparatoria. Incapaz de reprimir su impaciencia, sacó sus herramientas de escritura en un intento de crear su propio diseño, pero…

¿Qué tipo de uniforme le gustaría a Onii-chan?

Estaba teniendo problemas para encontrar algo específico. Para empezar, diseñar no era una tarea fácil para un aficionado.

“Mmrgh…” Latifa gimió.

Si bien Miharu y Orphia serían las que harían el uniforme, no podría dejarles todo si quería sorprender a Rio. Al menos quería proponer sus propias ideas.

¿Qué diría Onii-chan si me viera en uniforme? ¿Me llamaría linda?

Latifa se rió con una sonrisa. “Linda”. Si pudiera escuchar esa palabra de Río, estaría extasiada. Simplemente imaginar que era suficiente para hacerla feliz.

Hmm, pero solo usar un uniforme parece un poco aburrido… ¿no? ¿Y si bailara o algo así? Latifa de repente pensó para sí misma, inclinando la cabeza.

“… ¿Me pregunto qué tipo de baile sería bueno?”

Se puso de pie y se imaginó a sí misma vistiendo un uniforme. Su habitación tenía mucho espacio vacío, por lo que se encontraba en medio de un área abierta.

“¿Así, tal vez?” Latifa tímidamente dio un paso. Eventualmente, se dio cuenta de que también necesitaba mover sus manos y agregó a la coreografía. Ella comenzó a divertirse cada vez más a medida que pasaba el tiempo.

“Uno dos. Uno, dos.” Latifa bailó de una manera bastante convincente, dando pasos ligeros y moviendo las extremidades rítmicamente.

“Hmm hm hmm…” Ella comenzó a tararear. Estaba entusiasmada con eso, por lo que las ideas de coreografía le llegaron una tras otra también.

¿Debería pensar en algunas letras también? Se preguntó Latifa, pero las letras no le llegaron tan fácilmente. Se tomó varios minutos para preguntarse qué sería bueno. Quizás sería mejor expresar sus sentimientos honestamente. Que significa –

“¿‘Te amo, Onii-chan’?”

Eso fue todo. Antes de darse cuenta, su boca se movía naturalmente. Luego, en el momento más culminante, se dio la vuelta e hizo su pose final. Como era un hombre zorro, enfatizó su lado del zorro con lúpulos rítmicos como zorros. La mirada de Latifa de repente se dirigió hacia la puerta. Ahora que lo pienso, ella lo había dejado completamente abierto. En la puerta se encontraba una Miharu congelada.

“¡Espera, ¿Miharu?!” El cuerpo de Latifa se estremeció.

“Ah, lo siento. Te escuché tararear y tu puerta estaba abierta, así que intenté llamarte varias veces, pero no hubo respuesta…” Miharu se disculpó con nerviosismo.

“¿E-Estabas mirando?” Preguntó Latifa con una cara roja brillante.

“U-Umm. Solo la parte final,” Miharu confirmó vacilante.

“¡Mwuuuh!”

Latifa escondió su rostro detrás de sus manos y se agachó en el acto. Estaba tan avergonzada que sentía que le ardía la cara.

“Lo-Lo siento”. Miharu corrió hacia Latifa en pánico y levantó su cuerpo.

“… No es tu culpa, Miharu. Yo fui quien dejó la puerta abierta. ¡Uugh, pero todavía estoy tan avergonzada!” Latifa gimió de agonía. Estaba tan absorta en sus pensamientos sobre Rio que no había notado nada a su alrededor. Tenía algunas reflexiones serias que hacer…

“F-Fue realmente lindo, sin embargo”, Miharu ofreció honestamente, tratando de animar a Latifa.

“… G-Gracias. Por cierto, ¿qué necesitabas, Miharu?” Las orejas de zorro de Latifa se crisparon mientras preguntaba con timidez.

“Oh. Vine a llamarte, ya que la comida estará lista pronto…”

“…Entendido. Este es un secreto entre nosotras dos, ¿está bien, Miharu?”

“Sí, lo sé”. Miharu asintió con una leve sonrisa tensa. Para empezar, ella no era una gran chismosa.

“… Si le dices a alguien, haré que bailes conmigo delante de Onii-chan. ¿Entendido?” Latifa puso mala cara en sus labios.

“¡¿E-Eeeh?! ¿Y-Yo también? ¡De ninguna manera!” Miharu sacudió su cabeza reflexivamente.

“Estarás bien si no dices nada”.

“Ya-ya veo. Correcto. Eso tiene sentido. Entendido. Sí, está bien.” Miharu asintió para convencerse.

“… Es una promesa, entonces. Vámonos.”

Latifa sonrió gentilmente y salió de la habitación. Miharu se rió antes de subir la cola.

– FIN DEL VOLUMEN 7 –