Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 6

Capítulo 8: Dilema

Parte 2

Aria corrió hacia la parte trasera del grupo para apoyar a Raymond en la limpieza de los monstruos allí. Con Aria avanzando por delante de los demás, la línea de defensa mejoró instantáneamente.

“Qué impresionante…” Raymond se sintió cautivado al ver a Aria balanceando su espada en la línea del frente.

Ella evadió ligeramente los ataques de los monstruos que venían hacia ella desde todas las direcciones y cortó meticulosamente sus cabezas. Sus movimientos eran como los de un elegante pétalo ondeando en el viento, pero la cantidad de monstruos disminuía a un ritmo temible.

“¿Es ese el poder de la espada encantada? No, ese es su propio poder…” Raymond se sintió en conflicto. La frágil mujer que era varios años más joven que él y que estaba destinado a escoltar a Liselotte era más fuerte que cualquier otra persona presente.

Ella no se parece en nada a la niña que solía conocer. Escuché que su arte de la espada tuvo excelentes resultados en la academia, pero… Ella es un genio real.

Nunca había imaginado que ella sería tan buena. En el tiempo que le tomó a Raymond eliminar a los orcos, Aria habría eliminado a casi diez duendes y orcos.

Incluso puede ser adecuada para ser la Espada del Rey. Raymond estaba seguro de ello.

Aria regresó para hablar con Raymond claramente. “Con este número de monstruos, yo también debería ser capaz de manejar este lado. ¿Podrías ir al frente y a los lados para ayudarlos?”

“¿Este lado también…? Pero, bueno… ya veo…” Raymond tragó saliva, pero pronto entendió las circunstancias: Aria probablemente también había eliminado a los monstruos del frente ella sola. Sin embargo, su orgullo como caballero se sintió avergonzado de depender de una mujer en esta situación, por lo que no sabía cómo responder.

“¿Pasa algo?”, Preguntó Aria, su tono no era diferente al de una conversación cotidiana.

“No… tienes razón. Déjame esto…” En conflicto, Raymond estaba a punto de asentir, cuando…

“¡GRAAAARGH!” Varios rugidos terribles resonaron sobre sus alrededores.

“¡¿Qué fue eso?! ¿Qué…?” Raymond miró hacia la dirección del rugido en pánico, luego se quedó sin palabras por la sorpresa. En la carretera, en la parte trasera de su grupo, que se elevaba detrás de los monstruos que se acercaban, había monstruos grotescos que tenían forma humanoide pero que claramente no eran humanos. Los monstruos de aspecto extraño se llamaban revenantes. Anteriormente, cuando Rio vivía en la casa de piedra en las afueras de Amande, estos monstruos no identificados habían sido atraídos por la esencia mágica de su barrera y atacados.

“¿S-Siempre estuvo ahí? ¡¿También es un monstruo?!” Gritó Raymond. Otros monstruos también estaban saliendo del bosque.

“No lo sé. Uno, dos, tres… una docena en total, ya veo.” Aria contó el número de reventados con calma. Tres eran negros y nueve eran grises.

Puede ser mejor asumir que la diferencia de colores significa algo. Mi Lady es… no, los otros asistentes pueden atenderla. Sería malo si dejara mi posición y les permitiera pasar aquí. No estoy seguro de qué tan fuertes son, pero debo terminarlos lo más rápido posible.

Aria dudó cuando pensó en Liselotte, pero pronto se resolvió a su papel asignado. “No hay diferencia en lo que debemos hacer. Asumo que los monstruos humanoides recién aparecidos son enemigos, así que me moveré para tratar con ellos. Si parece que puedo manejarlos solos, entonces todos pueden moverse para apoyar a los demás.” Con eso, ella se precipitó hacia la refriega una vez más.

“¡MROOOOH!” Esta vez, un rugido aún mayor vino del bosque, haciendo que Aria se congelara en sus pasos. Las ondas de sonido reverberaron en el aire, lo suficientemente fuerte como para sacudir los árboles.

“… ¿Y ahora qué?” Aria suspiró, irritada. El suelo retumbó de inmediato con un golpe, un golpe, un golpe.

“¡MROOOOH!” Detrás de los reventants en el camino y de los bosques a un lado, aparecieron tres minotauros gigantes con cabezas de toro negro azabache.

“Qué…” Sus grandes cuerpos empuñaban grandes espadas de piedra, dejando a todos sin palabras.

“… Nada acerca de nuestro enfoque cambia”. Aria corrió hacia sus nuevos enemigos antes que nadie.

***

Mientras tanto, Liselotte pudo escuchar los gritos de los revenantes desde el centro de la formación. Después de escuchar los rugidos de los minotauros, tembló al presenciar su feroz aparición desde el bosque.

Debes estar bromeando… Liselotte se congeló en medio de la curación de un caballero herido; su mirada estaba clavada en el minotauro que se alzaba sobre el frente de su formación de grupo. Su cuerpo tenía más de cuatro metros de altura, por lo que era fácil de ver incluso desde la posición de Liselotte en el centro de la formación. Para un monstruo salvaje de ese enorme tamaño estar al acecho tan cerca de Amande, junto con un enjambre de tantos monstruos, era una situación que nunca había imaginado.

“¡¿N-No es eso… lo mismo de entonces…?!”, Dijo Roanna al lado de Liselotte.

“Lady Roanna, ¿conoces a ese monstruo?”, Gritó Liselotte.

“¡E-Es un minotauro! ¡Un monstruo legendario que causó estragos durante la Guerra Divina!” Roanna gritó en respuesta, su voz llena de miedo. A su lado, Hiroaki estaba en silencio por la sorpresa, mientras que Flora temblaba fuertemente.

Sus reacciones no fueron sorprendentes; Flora y Roanna una vez habían sido atacadas y perseguidas por el mismo monstruo cuando estaban en la Academia, una experiencia que había sido traumática para sus seres más jóvenes. En ese momento, no tenían una oportunidad como estudiantes que iban contra el monstruo, pero tampoco podían ganar como adultos.

Para que la tranquila y compuesta Lady Roanna esté tan conmocionada… Debe ser malo. El corazón de Liselotte latía violentamente en su pecho como si alguien lo hubiera agarrado y apretado. Honestamente, ella quería huir lo más rápido que podía, pero no había a dónde correr.

“Oi oi, se acabó…” murmuró Hiroaki.

“¡¿Kyaaah?!” La tierra retumbó ferozmente desde muy cerca de Liselotte y los demás, soplando arena en el aire con la presión del viento. Flora no pudo contener su grito. Cuando abrió los ojos un poco, un nuevo minotauro se paró frente a ellos.

“Qué… ¿Dónde el…?”

Saltó del bosque al costado del camino y se elevó sobre las cabezas de los caballeros con sus escudos arriostrados, aterrizando al lado del carruaje que Liselotte y los demás habían estado, justo en el medio de la formación. Una gran espada de piedra estaba apretada en su mano.

“Ja… Jaja… Hay más allí”. Las rodillas de Hiroaki cedieron mientras señalaba el camino frente a su formación. Había dos minotauros con espadas similares; eso llevó el total a cuatro.

“Hrrgh”. El minotauro a su lado miró a Liselotte y a los demás y lanzó una repugnante burla.

Flora y Roanna dejaron escapar un asustado “Eek”, sus voces apenas audibles. Los caballeros del costado se volvieron para mirar hacia adentro desde la carretera, levantando sus escudos con miedo.

“…..” Liselotte se movió un poco, luego tragó saliva. Era encomiable que no gritara.

El minotauro ante ella levantó su espada de piedra con gran fuerza. “O-Oh no…” Cortó su gran espada una vez, diagonalmente de abajo a la derecha a la esquina superior izquierda, enviando el carruaje que el grupo de Liselotte había estado volando hacia el bosque, junto con el caballo.

Afortunadamente, el ataque falló dejando a Hiroaki y a los demás, ilesos. Parte del carruaje se astilló y voló hacia los caballeros protegidos, enviando cuerpos volando.

“Guh…” La línea de defensa que fue construida minuciosamente se desmoronó. En el bosque, los asistentes seguían luchando con los monstruos.

“Gufuhuh… ¡¿Fuh?!” El minotauro se rió de buena gana, esta vez balanceando su espada verticalmente hacia arriba. Pero entonces, como si temiera algo, se congeló en el acto. Después de un momento, lentamente sacó su mano opuesta, alcanzando a Liselotte.

“N-No…” Liselotte quería zambullirse a un lado de inmediato, pero sus piernas se habían rendido y su cuerpo quedó momentáneamente paralizado, incapaz de moverse.

“¡¿Lady Liselotte?!” Los asistentes preocupados por la seguridad de Liselotte la llamaron desde los bosques a un lado. Sin embargo, en algún momento, los revenantes se habían unido a los enjambres de monstruos en los bosques laterales, atacando a las chicas.

“¡Lady Liselotte!” Esta vez, sonó la voz de otra joven, era de Chloe. Gracias a su posición hacia el interior del camino, ella había escapado de ser atacada por los revenantes. Chloe saltó para atrapar el cuerpo de Liselotte y evitó que la mano del minotauro se acercara en el último minuto.

“¡Kyah! ¡¿Chloe?! ” Gritó Liselotte mientras golpeaban el suelo rodando.

“¡¿E-Estás bien, Lady Liselotte?!” Chloe la llamó.

“Sí, gracias… estoy bien, pero…” El peligro aún no se había resuelto. El minotauro retiró el brazo que se balanceó y falló, esta vez tratando de agarrar a Chloe y Liselotte. Su movimiento fue más rápido y áspero que antes, posiblemente por irritación al ser frustrado una vez.

” ! “ Chloe se aferró a Liselotte desesperadamente en un intento de proteger a su maestra. Sin embargo, la comprensión maligna del minotauro se acercaba cada segundo. Las expresiones de Liselotte y Chloe se congelaron.

Este fue el final. Todos estaban en agonía, hasta que… “…?!” Una ráfaga de viento azotó a Liselotte, casi como si hubiera pasado un destello negro azabache.

Inmediatamente después, ese destello negro se cargó directamente en el gigantesco cuerpo del minotauro con un tremendo ruido de impacto. Tan pronto como sucedió eso, se desprendió la espada de piedra del minotauro que empuñaba la mano derecha. Separado

El destello negro lo había cortado.

Sin fuerza restante en el agarre del minotauro, la espada de piedra fue enviada volando alto por el aire.

“¡¿MROOH…?!” El movimiento sorprendentemente rápido del flash negro se detuvo al patear el cuerpo del minotauro como un freno. Saltó al aire, girando su cuerpo para atrapar la gran espada del minotauro mientras se elevaba por el aire. El corazón de Liselotte, mientras tanto, estaba cautivado por la hermosa serie de movimientos.

Allí, en el aire, había un chico de cabello gris vestido con un abrigo negro. Parecía tener la edad de Liselotte.

“¿Grugh…?” El minotauro no pudo procesar lo que había sucedido, tropezó pesadamente hacia atrás, luego se desplomó sobre su espalda, mirando hacia arriba.

“¡Hah!” El chico de cabello gris con el abrigo negro azabache balanceó la espada de piedra que había agarrado hacia abajo, lanzándola hacia el minotauro a una velocidad increíble.

La gruesa espada de piedra atravesó fácilmente el cuerpo de su dueño original. “AARH, ¡¿GARRGH?!” El minotauro yacía atravesado en el suelo, rugiendo de agonía.

Un momento después, el niño aterrizó suavemente sobre el mango de la espada de piedra. En su mano derecha había una valiosa espada incrustada con hermosas piedras preciosas de jade.

Liselotte miró a ese chico aturdida.

“Permíteme ayudarte”, dijo el chico de cabello gris con una voz juvenil adecuada para su edad.