Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Volumen 10

Capítulo 4: La Llave Del Mundo

Parte 1

“Ya veo… Así que solías hablar más como una princesa, Yue.”

“¿¡Huh!?”

Una vez que todas las pruebas habían terminado, una escalera que conducía al subsuelo había aparecido desde dentro del árbol de hielo en el centro de la sala de pruebas. En el fondo había un largo pasillo por el que el grupo estaba bajando. Yue acababa de terminar de contarle a Hajime sobre su juicio y la subsiguiente pelea con Shea, y eso fue con lo que respondió. Sorprendida, Yue pensó, ¿¡Eso es lo que estás diciendo!?

“Además, tu nombre original era muy largo.”

“¿¡Huh!?”

¡Eso es lo que estás diciendo! Ella pensó de nuevo. Shea y los demás también miraron a Hajime con sorpresa. Pero Hajime ignoró sus desconcertantes expresiones.

“Hey, Yue. Vuelve a hablar como una princesa por un rato.”

“¿Por qué?”

“Sólo quiero oír cómo suenas cuando eres formal.”

Como siempre, Hajime no se anduvo con rodeos.

“Puedes hablar como una princesa o una reina o lo que sea, sólo quiero oírlo. Ya sé, ¿por qué no intentas decir: ‘Vivo para servir a la gente’, o ¿algo así?”

“Mmm… Es vergonzoso, así que no.”

Siguiendo su expresión, Yue no mentía.

“¿Qué hay de, Hajime-san, hiciste bien en despejar este juicio? Siempre he creído en ti. Como recompensa, te concederé cualquier cosa que desees,’ ¿entonces?”

“Eso es demasiado largo… No quiero.”

Yue se giró enfadada. Era un testimonio de lo avergonzada que estaba de que rechazase una petición de Hajime de todas las personas. Lo más probable es que lo encontrara tan mal como lo hubiera hecho Hajime si le hubiera pedido que empezara a hablar como solía hacerlo en sus días de solitario.

Supongo que cuando lo pienso de esa manera, es comprensible. Hajime peinó cariñosamente a Yue y se disculpó por burlarse de ella.

En ese momento, Kaori se acercó por detrás de Yue y dijo: “Vamos, Yue, ¿cuál es el
problema? ¿Por qué no hablas como una princesa por nosotros? Hey—”

“Muere, Kaori…”

“¡Bwah!”

Yue se dio la vuelta y golpeó a Kaori en la cara. Se tambaleó hacia atrás, pero recuperó el equilibrio más rápido de lo que nadie hubiera imaginado y gritó: “¿Y eso por qué fue?”

Yue la ignoró y se giró hacia Hajime.

“Yo también hablaba en serio… Estúpido Hajime.”

Yue estaba preocupada porque si ella era realmente más especial de lo que se había dado cuenta, quizás necesitaría ser encerrada de nuevo en el futuro. Por supuesto, gracias a su pelea con Shea, no dejaba que esa preocupación la afectara, pero seguía siendo un tema serio. Yue hizo un puchero y Hajime le sonrió irónicamente.

“Culpa mía. Pero ya sabes, ¿no crees que es un poco tarde para darse cuenta de esto? Si me preguntas, la forma en que actuabas cuando eras reina era mucho más interesante.”

Yue parpadeó sorprendida, sin fruncir el ceño.

“¿Ya te diste cuenta, Hajime?”

“Más o menos. Quiero decir, tienes el poder de regenerarte infinitamente. Estoy seguro de que tu tío tenía muchas maneras de sacarte maná, así que me pregunto por qué eligió encerrarte en vez de matarte.”

Si tan sólo fueras completamente inmortal, no tendría que preocuparme de que estuvieras en peligro… Hajime pensó con un suspiro. Se dio cuenta de que Yue estaba llorando y añadió: “Pero ya sabes, por lo que me dijiste en el abismo, era obvio que no te acordabas de todo. Parecía que el shock de haber sido traicionada era tan grande que te volviste loca y antes de que te dieras cuenta, estabas sellada.”

“Mmm…”

“Así que pensé que, en lugar de tratar de hacerte recordar todos esos momentos traumáticos, sería más fácil si me deshiciera de todo lo que intentara hacerte daño. No importa lo que realmente seas, yo te seguiré queriendo, Yue.”

Hajime no entregaría a Yue a nadie y mataría a cualquiera que intentara quitársela. Independientemente de si el mundo, o incluso los dioses, querían a Yue muerta, Hajime la apoyaría. Sin importar sus circunstancias, la condena de Hajime no cambiaría. Un mundo que hizo sufrir a Yue no merecía existir. Y cualquier cosa que la lastimara, lo destruiría con extremo prejuicio. Los ojos de Hajime brillaron con una ferocidad bestial mientras se decía a Yue. Incluso si eso significaba sacrificar al mundo entero, Hajime siempre escogía a Yue.

Ante tan abrumador amor, Yue se sonrojó y miró a Hajime con ojos anhelantes. Se inclinó hacia delante y mordió a Hajime en el cuello. Luego, después de chuparle la sangre, se acercó para besarle en los labios.

“Shizuku… ¿Qué crees que estás haciendo?”

Pero antes de que pudiera, una vaina negra bloqueó su camino. Yue se giró hacia la dueña de la vaina, Shizuku, con una mirada penetrante. Shizuku miró hacia otro lado nerviosa. Parecía que los había interrumpido inconscientemente y no intencionadamente.

“U-umm… Bueno, todavía estamos dentro de un laberinto y el juicio no ha terminado, así que, ¿sabes? ¿No deberías guardar ese tipo de cosas para cuando estemos en un lugar seguro?”

“¿En qué estás pensando realmente?”

“No, olvídalo. Yo sólo… No, eso tampoco. Las demostraciones públicas de afecto son malas. Sí, eso es todo.”

Considerando que Shizuku se negó a mirar a los ojos de Yue, era obvio que estaba mintiendo. A su lado, Kaori gritó alegremente: “No puedo creer que hayas logrado detener a Yue… ¡Eres realmente increíble, Shizuku-chan!”

“Lo dice la chica que me besó en público hace unos minutos.”

Hajime miró por encima del hombro a Shizuku, con una sonrisa burlona en su cara. Shizuku se sonrojó de un carmesí profundo.

“Err, eso fue, ya sabes, no quería ser la única… que no te había besado,” murmuró en voz baja.

Uniendose a la burla, Tio dijo: “Y sin embargo, te conformaste con un simple beso en la mejilla. Se supone que los espadachines son audaces y decididos. Deberías haber tomado los labios del Maestro por la fuerza si tenías que hacerlo.”

“Eso… eso habría estado mal. Necesitas el estado de ánimo adecuado y obtener el consentimiento del otro para cosas así. Además, preferiría que Nagumo-kun… fuera el que empezara.”

Shizuku miró tímidamente hacia abajo mientras decía la última parte. Llevó su katana negra, el regalo que había recibido de Hajime, hacia su pecho y la abrazó. Casi como si insinuase a Hajime que eso era lo que ella quería que le hiciera.

Por cierto, Shizuku había estado caminando tres pasos detrás de Hajime todo este tiempo, igualando perfectamente su ritmo. Su cola de caballo se movía de un lado a otro mientras caminaba, con la horquilla que Hajime le había hecho brillaba en su pelo.

“……”

Hajime miró a Shizuku como si fuese un animal raro. La mayoría de las chicas que se habían enamorado de Hajime eran extremadamente agresivas con su afecto. A las carnívoras que codiciosamente devorarían a Hajime por sí mismas se les dio la oportunidad. Por lo que estaba bastante sorprendido de que Shizuku estuviese dispuesta a ser la pasiva aquí. Le recordó lo agresiva que era Yue y las otras. Viendo la expresión de Hajime, Yue tembló.

“Qué increíble feminidad… Shizuku Yaegashi, realmente eres un monstruo.”

En lo que a Yue respecta, Shizuku era la más femenina de todas ellas. Kaori se giró hacia Yue y sonrió. Empujó a Shizuku hacia delante como para presumirla. Por el momento, Shizuku estaba muy impresionada por los comentarios de todos y estaba muy lejos de ser la habitual chica distante y retraida que parecía ser normalmente.

“Mrrr…” Yue gimió y empujó a Shea delante de ella. Confundida en cuanto a lo que estaba pasando, Shea se quedó de pie en blanco mientras Yue usaba magia del viento para hacer que sus suaves orejas se movieran de un lado a otro. Ella le sonrió a Kaori, confiada en que su protegida era tan encantadora como Shizuku.

Parecía que la relación entre Kaori y Yue había evolucionado hasta el punto de que estaban luchando en guerras de poder. Los dos continuaron haciendo varias cosas para intentar demostrar que su mejor amiga era la más linda.

Como siempre, Shea terminó siendo quien mediaba entre las dos. O mejor dicho, que intentaba mediar entre ellas. Las dos continuaron discutiendo como perros y gatos, ignorando los intentos de Shea de calmarlas. Al final, Shea se hartó tanto de ellas que sacó a Drucken y las amenazó con golpearlas. Cuando vieron su enfadada sonrisa, Yue y Kaori se quedaron inmóviles. Después de una breve pausa, ambas retrocedieron y mantuvieron la mirada fija en el pasillo de adelante. Todos los demás comenzaron a mirar a Shea con un nuevo respeto.

Incluso Hajime quedó impresionado. Pensó en la historia que Yue le contó antes y dijo: “Pero tengo que decir que me sorprende que pudieras pelear con Yue cuando ella estaba hablando en serio. Además, te mereces una recompensa por darle una buena regañina cuando la necesita. ¿Qué quieres, Shea?”

“¿Eh? No necesito nada.”

Shea era definitivamente la MVP de esta conquista laberíntica. Especialmente desde que ella fue la que le recordó a Yue su propia determinación. La propia Yue pareció no tener objeciones y miró a Shea.

“Mmm… Eres la primera persona que me abofetea, Shea. Ni siquiera mis padres me habían abofeteado antes. Nunca olvidaré lo mucho que dolió. Te mereces una recompensa por eso.”

“¿Soy yo Yue-san, o estás resentida por eso? De todos modos, no se me ocurre ninguna petición especial. Ya tengo todo lo que quiero. Supongo que un regalo hecho a mano estaría bien. Sólo le grité a Yue-san porque personalmente no soportaba lo deprimida que estaba.”

En el pasado, Shea habría rogado por una cita o que Hajime tomara su virginidad, pero ya no había necesidad de eso. Sonrió satisfecha, con un aspecto extrañamente digno. Esta vez era el turno de Kaori de estar impresionada con lo encantador que parecía Shea.

“Increíble… Shea ya se ha convertido en una rival tan formidable como Yue. De hecho, ahora es aún más formidable. ¿Cómo pude haber pasado esto por alto?”

“U-umm, ¿Kaori? No tienes que hacer que suene tan dramático.”

“Shizuku-chan. No podemos seguir siendo indefensas para siempre. Necesitamos ganar nuestro lugar al lado de Hajime-kun y alcanzar ese nivel de cumplimiento.”

“Err…”

Kaori parecía infeliz por el hecho de que Shizuku estaba satisfecha con solo poder confesarse con Hajime. Se cruzó de brazos y se puso una mano en la barbilla, intentando analizar las formas de ganarse el corazón de Hajime. Naturalmente, su comportamiento excéntrico dejó a Shizuku confundida.

Un segundo después, los ojos de Kaori se abrieron y ella declaró: “¡Lo sé! ¡Tenemos que dejar de considerarnos desafiantes y pasar a la ofensiva! De ahora en adelante, ¡somos atacantes!”

“Kaori… Sé que estás cansada después de tu juicio, pero necesitas calmarte.”

“Una vez conquistado este laberinto, necesitamos colarnos en la cama de Hajime-kun, Shizuku-chan.”

“¿Qué demonios estás diciendo?”

“No te preocupes. Esta prueba me ayudó a entender cómo utilizar todo el poder de este cuerpo. Debería ser capaz de hacer algo con Yue y Shea.”

“Tenemos que hacer algo con tu cerebro primero. Lanza la magia de la restauración sobre ti misma ahora mismo Kaori.”

“Sé que será la primera vez para las dos… ¡pero podemos hacerlo si estamos juntas!”

“Tal vez debería hacerte entrar en razón como Shea le hizo a Yue.”

Shizuku agitó la cabeza, enfadada, mientras veía a Kaori cerrar los puños y hablar. Pero imitar a Shea no sería fácil. Curar la tendencia de Kaori a atacar en línea recta sería un verdadero calvario.

“Dejen de actuar como un anime de comedia romántica y sigan caminando ustedes dos.”

“¿Cómo es que el encuentro hizo que todos se cansaran más en vez de aliviarse?”

Suzu y Ryutarou se quejaron de Kaori y de los demás, hartos de sus coqueteos. Castigado, el grupo continuó caminando por el pasillo. No había monstruos ni obstáculos que se interpusieran en su camino, y Hajime se estaba volviendo optimista de que podría llegar al final sin ninguna prueba adicional. Después de unos diez minutos, llegaron a un callejón sin salida.

La pared de hielo frente a ellos tenía una cresta en forma de hepágono tallada en su interior. Hasta ahora, Hajime había visto crestas similares grabadas en algún lugar cerca del final de cada laberinto. Eran el símbolo personal de cada Libertador. Al acercarse el grupo, el símbolo comenzó a brillar y la pared que lo rodeaba se cubrió por una película de luz.

Hajime tímidamente tocó la brillante pared, haciendo que se ondulase. Al parecer, este era el resplandor de un portal de teletransportación. Hajime se giró hacia sus camaradas y asintió. Yue y los demás asintieron, preparados. Hajime reunió su determinación y caminó hacia el velo de la luz.