Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Volumen 10

Bonus 6: El Cuarto Secreto de Vandre-san

“¡Nagumooooooooooo! ¿Puedes venir aquí un segundo?” La voz de Ryutarou resonó en el palacio de Vandre. Hajime, que había estado reclinado en la sala de estar, se dio la vuelta.

“¿Qué pasa?”

Ryutarou, que todavía tenía una cantidad ilimitada de energía, había estado explorando el palacio junto con Kouki y Suzu. Habían pasado diez minutos desde que se había ido, y a juzgar por su voz de pánico, parecía que se había metido en algún tipo de lío. Hajime miró a Yue y a los demás y todos le sonrieron con pesar.

“¡Nagumo-kuuuuuuuuuuuuun!”

Suzu también empezó a llamar a Hajime, pero su voz parecía más llena de curiosidad que de pánico.

“Por el amor de Dios. Ryutarou y Suzu tienen demasiada energía,” murmuró Shizuku.

Ves, por esto es por lo que todo el mundo te llama su mamá…

“¿Nagumo-kun?”

Shizuku sonrió sombríamente a Hajime. Era como si pudiera leer sus pensamientos.

“Parece que encontraron algo. Vamos a ver qué es.”

Parecía que Shizuku estaba a punto de despertar su propia posición, y eso era lo último con lo que Hajime quería tener que lidiar. Y así, rápidamente cambió de tema y se puso en pie. Encontraron a Ryutarou y a los demás parados en una pequeña habitación en una esquina del primer piso.

Cuando Ryutarou vio a Hajime, señaló con emoción un punto en la pared y dijo: “¡Mira! ¡Mira!”

Señalaba un pequeño pasillo que contenía una escalera que llevaba hacia abajo.

“¿Qué demonios es esto?”

“Estaba mirando a través de esta habitación, y cuando me agaché para examinar algo, accidentalmente me golpeé la cabeza contra esta parte de la pared.”

“Oh, ¿y luego se derrumbó para revelar esto?”

Ryutarou se rascó la cabeza torpemente y asintió. Aparentemente, se las arregló para golpear un interruptor oculto con la cabeza por accidente. Y ese cambio había revelado este pasaje subterráneo.

“Una habitación oculta dentro de una de las casas de los Liberadores… Eso parece muy interesante.”

“Lo sé, ¿verdad?”

Ryutarou parecía un cachorro emocionado. Suzu parecía igual de ansiosa por explorar las profundidades ocultas del palacio de Vandre. Kouki, por otro lado, parecía que estaba intentando contenerse, pero incluso él parecía curioso. Yue y los demás también estaban interesados en este pasaje oculto, por lo que parecía que había pocas razones para no explorar.

“Tal vez escondió algunos artefactos aquí como Oscar hizo con su tesoro escondido. Podríamos también robar lo que sea que… Quiero decir, hacer uso de lo que esté disponible.”

“Mmm…. No tiene sentido intentar sonar como si no estuviéramos robando, Hajime.”

Shea y los demás asintieron de acuerdo con la evaluación de Yue. Hajime las ignoró y entró en el pasillo. Después de bajar la escalera, encontraron algo en el rellano de abajo. Había una vitrina atascada dentro de la pared de hielo al final del pasillo, y apoyado dentro de esa vitrina estaba-

“¿Por qué gafas?”

Un par de gafas. Tenían el borde negro y se colocaban muy delicadamente en la vitrina, como si fueran muy importantes. Cuando Hajime se acercó, la parte inferior de la vitrina se iluminó, haciendo que las lentes brillaran con luz reflejante. Toda la escena estaba obviamente escrita, y a Hajime le molestaba un poco que Vandre tratara de hacer que pareciera que estas gafas habían estado esperando a un portador digno durante miles de años.

“¡Oh, Hajime-san! ¡Mira, hay una inscripción en el hielo!”

“¿Oh? Veamos qué dice… ‘Aquí duerme mi mejor amigo’.”

“¿Soy sólo yo, o hace que parezca que las gafas en sí son su amigo?” Dijo Shizuku mientras su expresión se endurecía, y todos los demás asintieron de acuerdo.

Sin embargo, Hajime murmuró: “No, no es eso. Estas… Estas gafas son de Oscar Orcus.”

“Hajime-kun, creo que aún estás exhausto por hacer la llave. Ven aquí, te lanzaré magia de restauración.”

Todos los que estaban preocupados por lo que había dicho, miraban a Hajime mientras le llovía una luz plateada.

“Esperen, muchachos. Me están malinterpretando. Oscar escribió sobre esto en su diario. Dijo que todos sus amigos pensaban que amaba tanto sus gafas que su alma residía secretamente dentro de ellas.”

“¿Oh? ¿Así que los Liberadores eran bromistas?”

La suposición de Suzu era correcta, aunque no tenía forma de saberlo. Aún así, se podía imaginar a Vandre diciendo algo así como: “Ya que en realidad eres tan sólo tus gafas, te dejaré aquí para que te muestres a las generaciones futuras.”

El grupo siguió adelante, siguiendo el pasaje mientras giraba. Una vez que doblaron la esquina, encontraron algo nuevo.

“¡Es genial!”, dijeron los tres al mismo tiempo. Era raro que estuvieran sincronizados de esa manera, pero tenía sentido, considerando lo que estaban mirando. Una espada azul, con adornos de rosas, hecha de hielo. La inscripción en el zócalo de la espada decía: “Hoja de Escarcha Azul Rosa”. Como su nombre indica, la espada estaba hecha completamente de hielo. Además, todo, desde la empuñadura hasta la hoja, tenía grabadas en ella tallas con motivos de rosas. Parecía una espada legendaria esperando ser desenvainada por algún héroe elegido. Cualquier hombre se hubiera emocionado de ver algo así.

“¡N-Nagumo! ¿¡Puedo intentar sacarla!?”

“Qué, pero… No, tú eres el que encontró este lugar, Sakagami… Bien, inténtalo tú primero.”

“Yo también quiero intentar sacarlo, Ryutarou…”

“¡Ya tienes una espada especial, Kouki! ¡No puedes hacer trampa!”

“¡No lo digas así! ¡Espera, espera, espera! ¡Mi Espada Sagrada parpadea!”

“¿Ves, Amanogawa? Te está diciendo que no hagas trampa.”

“¡Eres la última persona de la que quiero oír eso, Nagumo!”

Las chicas miraron a los chicos adular la espada con mirada exasperada. Por lo que podían ver, era sólo una espada hecha de hielo. Claro, era bonita, pero los misiles de Hajime eran mucho más poderosos que ella. Naturalmente, no entendían la emoción que sentían los niños al ver espadas de anime de aspecto atractivo.

“Date prisa y sácalo ya, Ryutarou,” le urgió Tío.

“De acuerdo, Tio-san.”

Ryutarou se sorprendió al escuchar a Tío tan exasperada. Normalmente era extremadamente complaciente. Rápidamente agarró la empuñadura, y Hajime y Kouki tragaron. Yue y los demás miraron con una sonrisa de perplejidad.

“¡Aquí voy!”

Los músculos de Ryutarou se abultaron, pero la legendaria espada de hielo ni siquiera se movió.

“¡Soy el siguiente!” Gritó Hajime.

“¡Espera, eres un artillero, Nagumo! Soy el espadachín, así que debería ser el siguiente.”

“¡Sí, pero ya tienes una espada legendaria! ¡No puedes hacer trampa!”

“¡Deja de llamarlo hacer trampa! De todas formas, no tienes derecho a hablar de hacer trampas.”

Los dos chicos se agarraron durante unos segundos, pero luego Suzu notó algo y se dirigió hacia el pedestal.

“Oh, hay más escrito por aquí. Veamos… ‘Sólo aquellos que desean eliminar los lentes de este mundo pueden desenvainar esta espada. Si se les considera dignos, es su deber sagrado el destruir todas las gafas’.”

¿Cuánto odiabas a Oscar, Vandre? Todos pensaban lo mismo.

“¿Pero no puso esas gafas en exhibición antes? Debe de habérselas dado Oscar-san, ¿verdad? Seguramente eran amigos, ¿verdad?” Preguntó Kaori, buscando desesperadamente una razón para creer que los Liberadores habían sido cercanos.

Viendo su angustia, Hajime murmuró: “Ahora que lo pienso, Oscar mencionó en su diario que Vandre era medio demonio, medio dragón.”

“¿Oho? ¿Es eso cierto? A juzgar por todo el hielo de por aquí, debe haber sido un dragón de hielo, ¿no?”

“Sí. Y había una espada similar a ésta en el taller de Oscar.”

“Espera un segundo, Nagumo-kun. Tengo un mal presentimiento de adónde quieres llegar con esto.”

“Lo adivinaste. La espada se llamaba Cazador de Dragones.”

Esos dos deben haber peleado como perros y gatos… Yue y los demás pensaron para sí mismos.

“Hmm, pero ya sabes, cuando todo está dicho y hecho, parece que se preocuparon mucho el uno por el otro. Quiero decir, se dejaron estos recuerdos el uno del otro, ¿no?”

Sonriendo irónicamente después de decir eso, Shea se giró hacia Kaori y Yue. Las miradas de todos los demás también se dirigieron hacia ellas y todos sonrieron hacia las dos niñas.

“¡No es la misma situación! ¡De verdad odio a Kaori!”

“¡No es la misma situación! ¡Realmente odio a Yue!”

Las dos contestaron en perfecta sincronía. Entonces, se miraron con ira, enojadas porque el otro les había robado su línea. En retrospectiva, era totalmente posible que Oscar y Vandre hubieran compartido una relación idéntica…

– FIN DEL VOLUMEN 10 –