Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 5

Capítulo 5: La Novia de Plata

Parte 2

El desfile de bodas comenzó al mediodía.

El escuadrón del desfile entró en la ciudad capital por la carretera principal hacia el sur, y se dirigió alegremente hacia el Gran Templo para la ceremonia. Celia y Charles viajaban en un extravagante carruaje tirado por caballos, rodeados por seis caballeros a caballo y encerrados en un limpio anillo exterior de soldados a pie y músicos.

Charles Arbor tenía la sonrisa de un líder mientras agitaba su mano hacia los civiles que estaban de pie junto a la carretera. Celia también sonreía a los ciudadanos con los que se encontraba, agitando su mano.

“¡Oh, ella me devolvió el saludo!”

“Es tan hermosa, es como si fuera plata brillante. ¡Ella es como una diosa!”

“Así que puedes tener chicas tan lindas como esposas cuando eres un gran señor, ¿eh?”

La mayor parte de la atención de la gente fue atraída hacia Celia; todos estaban cautivados por su belleza de fantasía.

“Es una novia de plata.”

“¡Una novia de plata!”

“¡Viva la novia de plata!”

“¡Te seguiré para siempre!”

Y así sucesivamente. El apodo de la novia de plata se difundió entre la gente. Charles debe haber oído los aplausos de los ciudadanos, mientras su boca se aflojaba en una sonrisa.

“¿Oh? Dicen una Novia de Plata. No es un mal apodo para una creación improvisada de las masas tontas. Bueno, eso demuestra lo bella y pecaminosa que eres. ¿Ves? Echa un vistazo. Todos me envidian por haberte robado el corazón. No hubiera sido así con ninguna otra mujer”, le dijo a Celia con una expresión llena de superioridad.

“No creo que eso sea cierto…” Celia respondió con ansiedad.

“No, eres realmente hermosa. Incluso ahora, mi corazón es robado por ti. Nunca me había sentido tan apasionado por una mujer soltera en mi vida. Siéntete orgullosa de ti misma, Celia”, dijo Charles, mirando todo su cuerpo con una mirada acalorada.

“…Muchas gracias.” El cuerpo de Celia se estremeció, pero no pudo moverse y permaneció allí de pie, sin poder hacer nada.

“Todas tus acciones estimulan fuertemente mis instintos masculinos. Es una gran diferencia con esas mujeres testarudas y calculadoras. Saber que eres casi mía hace que sea casi doloroso contenerme. Supongo que primero disfrutaré de nuestro beso de votos en el altar”, dijo Charles en un tono que no pudo contener su emoción, con una sonrisa engreída en su rostro.

“…Sí.” Celia asintió con la cabeza, con su corazón latiendo desagradablemente. Había una sensación de repulsión que se arremolinaba en su pecho, algo diferente a los nervios o la ansiedad. No podía imaginar besar al hombre que estaba a su lado y se convirtiera en una pareja casada… Simplemente no lo quería. Sin embargo, el momento de que eso ocurriera casi había llegado.

“Ahora, pues, ya es hora de que pongamos las cosas en marcha”, murmuró con satisfacción Charles mientras observaba a los emocionados civiles y enviaba una señal a los caballeros a caballo junto a su carruaje. Los caballeros que recibieron la señal desenvainaron sus espadas y las levantaron en alto.

“¡Viva la familia del Duque Arbor! Gloria a Sir Charles Arbor”, gritaron en voz alta.

“¡Viva la familia de Duque Arbor!”

“¡Gloria a Sir Charles Arbor!”

Las otras personas en el desfile empezaron a cantar también, junto con los ciudadanos de la población en general. Los gritos se extendieron por las masas a gran velocidad hasta que tanto los miembros del desfile como la población en general gritaban alabanzas extravagantes a Charles y a su casa. Charles se rió entre dientes.

“¿Estás sorprendida? El pueblo necesita un líder que puedan entender fácilmente. Eso es lo que les da felicidad. Como heredero de mi padre, eventualmente me convertiré en ese líder. Y tú serás mi esposa”, dijo sonriendo expectante a Celia.

“…..” Celia fue incapaz de encontrar palabras con las que responder. Lo único que podía hacer era mantener la sonrisa en su cara.

***

Mientras tanto, una gran multitud de asistentes se acercó al recinto del Gran Templo donde se iba a celebrar la ceremonia. Todos esperaban ansiosos la llegada de Celia y de los demás en el magnífico jardín exterior.

Un solo camino se extendía desde la entrada del templo, continuando hacia el altar exterior donde se harían los votos ceremoniales. El Gran Templo en sí mismo se alzaba sobre el altar a poca distancia, y se iba a celebrar una fiesta en el Gran Templo y en el jardín al aire libre después de que terminaran los votos ceremoniales.

Rio se mezcló con la multitud de asistentes, Aishia descansaba dentro de él en su forma espiritual. Sólo a los invitados formales se les permitió entrar al recinto del templo, pero con más de mil personas invitadas, no fue tan difícil para Rio deslizarse entre la multitud. Se quedó de pie esperando pacientemente la llegada de Celia.

Haruto, Celia se acerca. La voz de Aishia resonó en la parte posterior de la cabeza de Rio.

Eso parece. Puedo oír la conmoción, Rio respondió en voz baja. El ruido de la banda de música y los vítores de la multitud resonaron desde lejos, pero el corazón de Rio se llenó de silencio.

Haruto, estás muy tranquilo, dijo Aishia en tono plano.

Es porque fui capaz de entender la situación correctamente. Mi cabeza se ha enfriado en el tiempo que ha pasado, y sé lo que quiero hacer al respecto, también. Es todo gracias a ti, Aishia. Rio sonrió suavemente. “Gracias.”

Todo lo que hice fue investigar. No fue gran cosa.

Eso no es verdad. Si no estuvieras aquí, no habría podido informarme completamente sobre la secuencia de eventos que condujeron al matrimonio de la profesora Celia. Me habría perdido.

Incluso si estuvieras perdido, habrías seguido adelante de todos modos, dijo Aishia sin dudarlo en absoluto.

…Quién sabe. Soy un cobarde, después de todo. Puede que haya huido. Los ojos de Rio se abrieron de par en par, vacilando al sonreír.

Eso es parte de estar perdido. Aunque te pierdas, aunque te equivoques, tienes la fuerza para seguir adelante.

…Gracias. Ahora me siento un poco más seguro con respecto a lo que estoy a punto de hacer. Sigamos esperando… La profesora Celia llegará pronto.

Sí, esperemos. Aishia asintió. A partir de ahí, una pausa en la conversación cayó entre los dos mientras esperaban silenciosamente a que se acercara el desfile.

Algún tiempo después, el escuadrón del desfile finalmente entró en los terrenos del Gran Templo con bastante ajetreo y bullicio. Los visitantes que habían estado esperando en los terrenos del templo vitorearon con entusiasmo.

Los visitantes en los terrenos del templo gritaron al carruaje que llevaba a Charles y Celia.

“¡Gloria y honor al Reino Beltrum sostenido por la familia del Duque Arbor!”

“¡Viva la familia del Duque Arbor!”

“¡Gloria a Sir Charles Arbor!”

La mayoría de los asistentes eran nobles del reino, es decir, nobles de la facción del Duque Arbor, lo que explicaba por qué el ambiente era tan acogedor. Charles miró a los asistentes desde el carruaje y sonrió con satisfacción. Debían de ser todos rostros que reconoció, mientras agitaba su mano a cada uno de ellos.

Mientras tanto, de pie a su lado estaba Celia, que, a pesar de tener una sonrisa fugaz en su rostro, seguía actuando como la pura y elegante esposa que sonríe.

Profesora… Rio miraba a Celia con expresión de dolor en la cara. Sin embargo, se había mezclado completamente con la multitud, así que Celia no se fijó en él. Rio no estaba dispuesto a gritar “Profesora” en voz alta para llamar su atención, así que el carruaje en el que viajaba Celia continuó hasta la mitad del camino.

Haruto, ¿debería irme ahora? preguntó Aishia a través de su conexión telepática.

Rio respiró un poco y asintió. …Sí. Por favor, Aishia.

De acuerdo. Al responder, Aishia se deslizó fuera del cuerpo de Rio, aún en su forma espiritual.

Rio no podía verla, pero él ya sabía hacia dónde se dirigía, así que dirigió su mirada en esa dirección sin dudarlo. Se dirigía al carruaje, donde estaba Celia.

Celia estaba sonriendo, agitando la mano a los asistentes, cuando de repente, todo su cuerpo se estremeció. “¡¿?!”

Miró a su alrededor de una manera ligeramente sospechosa, antes de congelarse por completo en su sitio. Su expresión cambió con un grito ahogado, y agitó la cabeza con un movimiento nervioso. Luego, sus ojos se giraron hacia donde Rio se mezclaba con la multitud, como si supiera que él estaba allí desde el principio.

Su mirada deambulaba temblorosamente mientras registraba la zona, pero finalmente se fijó en la imagen de la figura de Rio entre la gente. Rio miró fijamente a Celia, y cuando sus ojos se encontraron, sonrió suavemente.

“¿Por… qué…?” La boca de Celia se movió minuciosamente. Entonces, su expresión se retorció de dolor cuando las lágrimas empezaron a salir de sus ojos.

Cuando Rio vio la cara de Celia llorando, se dio la vuelta y dejó la multitud.