Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 5

Capítulo 2: Nueva Vida en la Aldea

Parte 6

 

 

Mientras tanto, Latifa, Aki y Masato habían salido de la casa para reunirse con Vera y Arslan. Actualmente estaban sentados en un rincón de la plaza del pueblo haciendo un picnic mientras charlaban.

Ante ellos estaban las loncheras que Miharu y Orphia habían preparado, así como la comida que la madre de Vera había preparado.

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“Hey Masato, ¿Rio te enseñará esgrima hoy?” preguntó Arslan mientras se rellenaba las mejillas con sándwiches.

Masato asintió. “Sí. Dijo que me enseñaría aquí en la plaza por la tarde.”

“Hmm. Si terminan temprano, le pediré que entrene conmigo también”, dijo Arslan con una sonrisa.

“Ha pasado mucho tiempo desde que me enfrenté a Onii-chan en un encuentro. Creo que yo también se lo pediré”, dijo Latifa, riéndose felizmente.

“Hoy, le pediré a Sara que se enfrente a mí por primera vez en unos días.” Vera parecía tener la mente puesta en pelear con su hermana.

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Aki miró de cerca a Latifa y a Vera. A pesar de que las dos se parecen a chicas normales de mi edad, ya están tomando lecciones para convertirse en guerreras. ¿No tienen miedo? Se preguntaba para sí misma.

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“¿Hm? ¿Qué pasa, Aki?” Preguntó Vera, notando su expresión.

“Ah, umm… Estaba pensando en que todo el mundo está entrenando como guerreros, aunque tengas mi edad. Todos pasaron por la misma iniciación que Masato y aun así querían pelear, ¿verdad?” Aki expresó los pensamientos que habían estado flotando en su cabeza.

Latifa tarareó pensando antes de responder a la pregunta de Aki. “…Hmm. No creo que sea correcto decir que queríamos pelear. Y si me preguntaras si pelear es aterrador o no, diría que es aterrador pelear.”

“…Aunque da miedo, ¿peleas?” Preguntó Aki tímidamente.

“Sip. Porque es más aterrador no tener el poder de defenderse cuando lo necesitas. Masato también lo dijo, pero quiero poder para proteger a mis seres queridos. Duele quedarse mirando”, dijo Latifa con determinación, sonriendo al final de su explicación. Aki observó cuidadosamente la expresión de Latifa.

“Así es. Pienso de la misma manera que Latifa”, dijo Vera.

“Yo también. Bueno, hay guerreros en el pueblo obsesionados con las batallas. Como Uzuma, que disfruta luchando contra rivales fuertes”, dijo Arslan.

“El poder de proteger…” Murmuró Aki, mirando a Masato.

“¿Q-Qué?” Preguntó Masato con voz aguda.

“No, no es nada…” Aki agitó suavemente su cabeza.

“Fufu, así que Masato quiere proteger a Aki.” Vera adivinó las intenciones de Masato con una sonrisa.

“Qu… N… ¡T-Te equivocas!” Masato no estaba de acuerdo con una cara sonrojada.

“Dices eso, pero tu rubor es una prueba innegable.” Dijo con confianza Vera, a lo que Masato refutó desesperadamente.


“¡Te digo que te equivocas! ¡Estás totalmente equivocada!”

“Bueno, dejando de lado los sentimientos de Masato, hay momentos en los que no podrás seguir tu camino sin poder. Cuando se trata de eso, el único que puede protegerte eres tú”, dijo Arslan, poniendo fin a su conversación con una carcajada.

“Sólo estás contando lo que escuchaste de los guerreros, Arslan.” Vera miró a Arslan con desaprobación.

“Guh. No es gran cosa, ¿verdad? Tengo mis propias ideas sobre esas palabras”, dijo Arslan, dándose la vuelta avergonzado.

Vera ladeó la cabeza, aún no muy satisfecha. “Entiendo lo que dices, pero oírlo de un aficionado como tú sólo tiene la mitad de impacto.”

“Ahaha. Entonces, Aki, digamos que alguien valioso para ti trató de protegerte. ¿Cómo te sentirías si se pusieran en una posición peligrosa ante ti?” Preguntó Latifa con una leve sonrisa.

“Umm, no, no quiero eso.” Aki fue capaz de imaginárselo inmediatamente; lo primero que le vino a la mente fue ver a Miharu saltando entre ella y los misteriosos monstruos humanoides que intentaban atacarles en la región Strahl. Lo siguiente que le vino a la mente fueron sus hermanos, Takahisa y Masato.

“¿Verdad? Por eso queremos el poder para proteger a los demás. Como mínimo, no quiero ser un obstáculo para Onii-chan”, dijo Latifa, sonriendo un poco con tristeza.

“También quiero la fuerza para proteger y apoyar a mi hermana. Por eso lucho, aunque tenga miedo”, asintió Vera a continuación.

“…Siento que la niebla se ha despejado un poco… Ahora entiendo cómo se sienten todos. Si fuera por Miharu y mi hermano, yo también lucharía, aunque estuviera asustada”, dijo con una sonrisa suave. Ahora podía entender por qué Masato había querido aprender esgrima ayer; ella incluso sentía lo mismo.

“Oye, Aki. Mencionaste a Miharu y Takahisa, ¿pero? ¿qué hay de mí?” Preguntó Masato, señalándose a sí mismo de una manera llamativa.

“Vas a protegerme, ¿verdad?” Aki se rió felizmente.

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“Sí, sí. Bien, lo que sea”, respondió Masato apático, escondiendo su vergüenza.

“Oh, Masato se siente tímido”, comentó Arslan entretenido, con Vera participando.

“Aki también se está avergonzando de lo honestamente que Masato lo admitió.”

Los dos hermanos se sonrojaron y se callaron. Al ver el intercambio de hermanos, Latifa se rió, pero sintió un pequeño sentimiento de duda que se le enganchó en algo.

Aki debe haber querido hablar sobre la persona Takahisa de la que estaba separada cuando dijo “mi hermano.” Me pregunto… ¿Se ha olvidado de Onii-chan?

***

 

 

Miharu y compañía continuaron disfrutando de sus días de paz en el pueblo. Así de fácil, más de un mes y medio había pasado en un abrir y cerrar de ojos.

Un día, Rio decidió dirigirse a todos los que se habían reunido en la mesa para cenar.

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“Creo que ya es hora de que me dirija a la región Strahl. Parece que Miharu, Aki y Masato se han familiarizado bastante con la vida en esta aldea”, declaró.

“En ese caso, puede dejárnoslo a nosotras”, dijo Sara, con Orphia y Alma asintiendo hacia Rio.

“Sí. Es gracias a todos ustedes que puedo irme sin preocuparme.”

“Ehehe. No olvides que yo también estoy aquí, Onii-chan”, dijo Latifa, tirando de la manga de Rio desde donde ella se sentó a su derecha.

“Sí. Yo también cuento contigo, Latifa”, asintió Rio, ofreciéndole a Latifa una sonrisa amable.

Con una risa alegre, las orejas y la cola de Latifa se movieron de un lado a otro. “¡Sí, déjamelo a mí!”

“Y así, los dejaré a las tres al cuidado de este pueblo. Puede haber algunos acontecimientos con respecto a los héroes que fueron convocados, así que también investigaré esos hechos antes de regresar”, dijo Rio, mirando al grupo de Miharu.

“Sí, por favor. Pero… Por favor, asegúrate de no ponerte en peligro al hacerlo… ¿No te esfuerces demasiado?” Miharu inclinó su cabeza para disculparse antes de mirar con preocupación la expresión de Rio.

“Estará bien. Estaré con Haruto”, le dijo Aishia a Miharu, callada pero decidida.

“Ya veo. Si Ai-chan está con él, entonces me siento aliviada”, dijo Miharu con calma.

“Lo que significa que Rio y Lady Aishia estarán en un viaje solos, eh…” murmuró Alma. A su lado, la expresión de Sara cambió con un grito ahogado.

Orphia estaba observando sus reacciones con una sonrisa cuando de repente recordó algo. “Ahora que lo pienso, fuiste originalmente a la región Strahl porque tenía negocios allí, ¿verdad? ¿Tienes viejos conocidos allí?”, le preguntó a Rio.

“Sí. Hay una profesora con la que estoy en deuda. Quería ir y verla de nuevo”, respondió Rio, con una mirada lejana en sus ojos llena de gratos recuerdos.

“¿Era una maestra del reino que dio órdenes de arresto por tu falsa acusación…?” Aki lo adivinó, recordando la historia que Rio les había contado anteriormente.

“Sí. Es mi maestra de cuando vivía en ese reino.”

“…Dime, Haruto, ¿eres realmente un noble?” Preguntó Masato con indecisión.

“No, no lo soy… ¿Por qué lo preguntas?”

“Porque dijiste que fuiste arrastrado al lío de la realeza y la nobleza.”

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“Ah. Eso es porque ciertas circunstancias me llevaron a asistir a una academia para nobles.”

“¿Así que tu maestra era una noble? ¿Estará bien que la visites?” Preguntó Masato preocupado.

“Estará bien. Tengo mucha fe en ella.” Rio agitó la cabeza alegremente. Fue un gesto que mostró cuánta confianza tenía en esta persona, por lo que llamó la atención de Sara. “Umm, Rio… ¿Puedo preguntar qué clase de persona era tu profesora?” Los otros también prestaron atención a la conversación.

“A pesar de ser bastante joven, mi maestra era una excelente hechicera, profesora e investigadora. Pero debajo de todo eso había una personalidad cálida y amable, aunque a veces un poco torpe. Me destacaba en la academia por no tener un estatus noble, pero ella era la única que no me discriminaba.” Una suave sonrisa se mostró en la cara de Rio mientras pensaba en Celia y recordaba la personalidad de su antigua profesora.

“…Cuando dices bastante joven, ¿a cuántos años te refieres?”

“Si mal no recuerdo… Veintiún años este año.”

“Eso sí que es joven… No está muy lejos de mí en edad. Entonces, ¿eso significa que esta persona empezó a enseñar en su adolescencia?” Sara hizo una pregunta tras otra.

“Sí. Mi maestra se graduó en la misma academia, saltando grados y sacando las mejores notas de la historia. Comenzó a enseñar a la edad de Masato.”

“Eso es asombroso. Tu maestra debe tener mucho talento”, dijo Sara. La respuesta de Rio había hecho que todos en la mesa abrieran los ojos de par en par.

“Sí, debe ser una genio. Ni siquiera puedo imaginarte enseñando a alguien más.”


“¡Sólo eres un año mayor que yo, Aki!” Aki y Masato se pelearon mientras se miraban fijamente, mientras Sara hablaba con otra pregunta.

“Umm, ¿es tu antigua profesora por casualidad una mujer…?”, preguntó con temor.

“Sí, así es. Era la hija de un conde. No, puede que ya esté casada con otra familia…” La posibilidad de que Celia se casara de repente cruzó la mente de Rio, pero él decidió que las posibilidades eran bajas y sonrió irónicamente. A menudo se había quejado de que no quería pensar en nada más que en su investigación.

“¿Un conde? Si no recuerdo mal, se trata de una familia noble de alto rango en el sistema que los humanos de la región Strahl decidieron. Así que Rio conocía a alguien así…” dijo Sara, tarareando silenciosamente para sí misma en contemplación.

“Típico de Onii-chan. Parece que ha aparecido un obstáculo inesperado, ¿eh?” Latifa se giró para murmurar tranquilamente a Sara y Alma sentadas cerca, pero tenía una sonrisa un tanto encantada en su rostro. Sara y Alma aclararon sus gargantas rápidamente.

“…En cualquier caso, no hay necesidad de que te preocupes por nosotras, Rio. Por favor, diríjase hacia Strahl sin ninguna reserva. Rezo para que puedas encontrarte con tu maestra”, concluyó Sara, fingiendo serenidad.

***

 


 

Dos días después, en la madrugada, Rio y Aishia se encontraban en la plaza del pueblo, siendo despedidos por un grupo de sus amigos más cercanos. Una vez que todos los presentes se despidieron más o menos, Dryas se acercó.

“Aishia, asegúrate de apoyar a Rio adecuadamente”, dijo.

“Sí. Gracias, Dryas, por enseñarme tantas cosas durante nuestra estancia”, contestó Aishia.

Dryas se encogió un poco de hombros. “Simplemente te enseñé a usar tu poder y los fundamentos básicos de ser un espíritu humanoide. Tienes mucho talento, así que memorizaste las cosas rápidamente.”

“Permítame darle las gracias también, Gran Dryas”, dijo Rio.

Dryas agitó la cabeza de manera amistosa. “Está bien, está bien. Sin embargo, Aishia parece ser tan poderosa que le resulta difícil suprimir su aura cuando está en forma física. Sólo tenlo en cuenta. Su aura debería ser prácticamente indetectable cuando está en su forma espiritual o dentro de tu casa de piedra con la misma barrera que la aldea”, advirtió. Los espíritus podían detectar las presencias de los demás, y parecía que la de Aishia era particularmente fuerte.

“…Lo recordaré, gracias”, Rio asintió con una expresión solemne.

“Bueno, no tienes que estar muy nervioso al respecto. Apenas hay espíritus extraviados en la región Strahl, y tampoco hay muchos espíritus que se acerquen voluntariamente a un espíritu de rango superior. Deberías dejar que Aishia haga lo que quiera”, dijo Dryas, sonriendo suavemente.

“Bien”, dijo Rio asintiendo con la cabeza.

“Es todo lo que tengo que decirte. Ve y presta atención a esos niños ahora”, se rió Dryas, mirando hacia donde Miharu y Sara estaban con los demás que estaban esperando. Fue entonces cuando Latifa saltó del círculo de espera.

“¡Ten un buen viaje, Onii-chan!” exclamó ella, abrazándolo primero.

“Me voy a ir ahora. Todos, cuídense.” Rio le dio una palmadita en la cabeza a Latifa antes de dirigirse a los demás.

“Sí, ten cuidado. Oh, ¿y parece que Miharu tiene un regalo para ti?” Dijo alegremente Sara, mirando a Miharu.

“Ah, sí. Hice esta lonchera, así que… Umm, por favor, tómalo, si quieres.” Miharu se adelantó tímidamente y ofreció una lonchera envuelta a Rio.

“…Muchas gracias. Pero ¿cuándo tuviste tiempo para esto?” Los ojos de Rio se abrieron de par en par al aceptar el paquete.

“Miharu se despertó muy temprano para hacerlo”, dijo Orphia, sonriendo mientras miraba a Miharu. Alma también la miró con una mirada tranquila.

“Fue una buena muestra de tus habilidades como ama de casa, Miharu.”

“N-No, para nada. Pensé que un almuerzo sería útil en un viaje…” Miharu agitó la cabeza, avergonzada. Rio sonrió felizmente.

“…Aceptaré esto con gratitud, Miharu. Gracias.”

“N-No te preocupes. Espero que se adapte a tus gustos”, dijo Miharu, ruborizándose aún más.

“Hohoho. Estoy muy envidiosa, Señor Rio”, interrumpió Ursula con una risa sincera.

“Digo. Una mujer sensata con buenas habilidades culinarias es una gran trampa, Rio, mi chico.” Dominic también irrumpió en una carcajada mientras se unía a lo que Ursula tenía que decir.

Para ocultar su vergüenza, Rio no hizo caso de los comentarios de Ursula y Dominic. “Ahaha, gracias por venir a despedirme, también, ancianos. Me voy ahora.”

“De hecho, asegúrate de cuidarte. Que la bendición de los espíritus guíe tu camino, Señor Rio… Oh, y Lady Aishia también. Podrías decir que ya has sido extremadamente bendecido para empezar”, dijo Syldora, sonriendo con alegría.

“Correcto. [ Conservo ].” Con una risita, Rio guardó la lonchera en el almacén espacio-tiempo. Entonces miró a Aishia de pie a su lado. “¿Vamos, Aishia? Asegúrate de quedarte a mi lado”, dijo.

“Déjamelo a mí.” Dijo Aishia, en voz baja, pero con determinación.

“¡Está bien, nos vamos, entonces! Gracias por venir a despedirnos tan temprano en la mañana”, dijo Rio, luego se levantó del suelo y flotó lentamente hacia el cielo. Agitando la mano, miró a las personas que quedaban abajo. Aishia pronto ascendió a su lado.

Los dos continuaron elevando su altitud hasta que Rio se dio cuenta de repente de que Miharu miraba fijamente hacia arriba en su dirección.

…Miharu.

Él no sabía si ella aún podía verlos, pero sonrió suavemente hasta que ella se perdió de vista. Una vez que se elevaron lo suficiente, Rio giró hacia Aishia.


“Vamos, Aishia.”

“Sí.”

Después de que Aishia asintió en respuesta, los dos salieron inmediatamente. Aceleraron, dirigiéndose directamente en dirección de la región Strahl.

Abajo, en el suelo, Miharu vio como sus espaldas se volvían cada vez más pequeñas.

Por favor, deja que Haruto y Ai-chan regresen sanos y salvos. Siguió mirando al cielo, rezando por la seguridad de su viaje durante un rato después de que sus figuras se habían desvanecido.

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