Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 5

Capítulo 2: Nueva Vida en la Aldea

Parte 2

Poco tiempo después, Rio estaba en la plaza ante el ayuntamiento, preparado para entrenar con Masato. Había habido una gran multitud de observadores en el encuentro anterior, pero después del descanso, sólo quedaba el grupo de Rio.

Masato estaba equipado con todo el equipo de entrenamiento infantil de la aldea que le prestaron: una espada y un escudo de una sola mano, así como una armadura de cuero.

“Aunque no habría tiempo para hacerlo en un encuentro de verdad, asegurémonos de que calentamos bien.”

Obedeciendo las palabras de Rio, Masato se concentró en aflojar su cuerpo cuidadosamente. Al mismo tiempo, Rio estaba comprobando en silencio sus movimientos con una espada y un escudo de una sola mano, una combinación que rara vez usó, mientras practicaba en silencio sus posturas mientras ponía a prueba su agarre. Ahora que había aceptado enseñar a Masato, un aire tenso rodeaba a Rio; era como si le dijera a la gente que no se le acercara temerariamente con todo su cuerpo.

“Onii-chan…” Latifa miraba a Rio con preocupación. No, no fue sólo Latifa, tanto Miharu como Aki, así como Sara, Orphia y Alma estaban retrocediendo un poco al lado de Rio que normalmente no veían. Sin embargo, no pudieron hacer otra cosa que vigilar a Rio y Masato desde lejos.

“Umm, esto es como una prueba práctica para que Masato aprenda esgrima, ¿no? ¿Qué implica exactamente la enseñanza de la comprensión a través del combate real?” Aki preguntó a Sara y a los demás, aparentemente preocupada por el bienestar de su hermanastro.

“Es una recreación de una batalla por tu vida. Por supuesto, la brecha en la habilidad significa que no será un gran encuentro, pero el instructor actúa como si fuera un combate real, usando una intención de matar y una hostilidad real hacia su oponente. De esa manera, podemos determinar quién tiene el corazón para seguir luchando sin temer a la muerte”, explicó Sara.

“Pero no se lastimará, ¿verdad?”

“Probablemente lo hará. Pero Rio no lo lastimaría intencionalmente y tenemos artes espirituales para sanar, así que no hay necesidad de preocuparse por lesiones con efectos duraderos.”

Aunque no habría garantía de su estado mental, Sara se agregó a sí misma.

“Por eso todo parece tan tenso. Nunca había visto a Haruto así antes”, dijo Aki, con la mirada fija en Rio.

Sara y el resto del grupo asintieron con la cabeza, con sus expresiones rígidas. “…Eso va para nosotras, también.”

Luego, Rio terminó sus preparativos y se acercó a Miharu y a los demás. “Miharu, Aki… Sara y el resto de ustedes también. Puede que no sea muy agradable mirar, así que siéntase libre de ir a casa y descansar. No hay necesidad de forzarse a quedarte, ¿de acuerdo?” dijo Rio sombríamente.

“Ah, no… Umm, eso es…” ellas Intercambiaron miradas, murmurando torpemente en voz baja.

Mientras tanto, Miharu levantó lentamente su mano y expresó su deseo de observar. “Umm, por favor, permíteme verte.”

“Puede ser un poco extremo. ¿Vas a estar bien?” preguntó Rio mientras miraba la cara de Miharu.

“Estaré bien. Umm, ya que le confié esto a Masato, quería asumir mi parte de responsabilidad. Siento que también tengo el deber de ver las cosas… así que, por favor, permíteme observar.” Miharu habló en voz baja, mostrando su firme resolución mientras inclinaba la cabeza hacia Rio.

Los ojos de Rio se abrieron levemente mientras asintió, mostrando cierta sorpresa. “…Lo entiendo.”

“¡U-Umm! ¡Entonces, por favor, déjame mirar a mí también! ¡Porque Masato es mi hermano pequeño!” Preguntó Aki, siguiendo el ejemplo de Miharu.

“Ya veo… Muy bien.” Rio asintió con la cabeza.

“Naturalmente, yo también estaré observando, Onii-chan.” declaró Latifa con firmeza.

“Sí, lo sé”, reconoció Rio con una leve sonrisa. Sara, Orphia y Alma se miraron y
asintieron.

“Por favor, déjanos ver también”, solicitaron.

“Estoy mirando. Masato es mi amigo, después de todo.”

“¡Yo también!” Arslan y Vera intervinieron.

“Así que, al final, todos quieren mirar. Muy bien.” Rio se rindió con una sonrisa amarga y giró sobre su talón. Si iba a ser así, entonces ya no podía permitirse el lujo de dudar más; tenía que estar preparado para revelar su lado frío. Con eso, Rio respiró un poco y caminó hacia Masato.

“¿Comenzamos pronto, Masato?”

“¡S-Sí!” Masato asintió nervioso.

“Deberías relajar tus músculos. De lo contrario, tus movimientos serán demasiado rígidos.”

“¡D-De acuerdo! Lo tengo… ¡De acuerdo!” Masato asintió, respirando hondo. Preparó su espada y escudo de una sola mano tan bien como pudo; aún no le habían enseñado ninguna técnica, así que su forma era un poco torpe y deforme.

Rio también preparó su espada y su escudo. Su pie izquierdo estaba delante, mientras que su pie derecho estaba detrás; esto dejaba el escudo en su lado izquierdo inevitablemente en la parte delantera. Era la postura de combate estándar para una combinación de espada y escudo que se enseñaba en el Reino de Beltrum, algo que había aprendido durante sus días de escuela.

“La combinación de espada y escudo es el estilo de espada más común en la región Strahl. En términos de combate contra los humanos, tiene un excelente equilibrio entre ofensiva y defensa. Por eso estaba pensando en enseñarte este estilo de espada también, Masato… Pero hoy se puede considerar cualquier instrucción técnica como una ventaja”, explicó Rio, que se encontraba a unos diez metros del otro chico. “El resto… Te lo enseñaré mientras luchamos de verdad. El encuentro empieza ahora, siéntete libre de atacarme cuando quieras.”

Miró hacia el cielo. Con una pequeña inhalación de aliento, Rio ajustó silenciosamente su concentración.

“… ¿Eh? ¿Esa fue la señal para comenzar la pelea?” Masato se preguntó confundido. Sin embargo, aunque no lo supiera, la batalla ya había comenzado hacía mucho tiempo.

“¿Qué pasa? ¿No vas a venir a por mí?” preguntó Rio con voz fría y teñida de clara hostilidad e intención asesina.

“¡¿?!” Eso fue suficiente para que Masato sintiera una densa aura de muerte; un escalofrío recorría por su cuerpo. No era sólo Masato, los demás que estaban mirando desde el costado también temblaban involuntariamente.

‘¿Qué… fue eso de ahora?’ Miharu ni siquiera entendía porque estaba temblando, pero el aura era de un tipo que nunca había visto. Ella ni siquiera podía creer que estaba siendo liberada por la persona frente a ella… Tal vez por eso su corazón palpitante no se detuvo.

Sin embargo, la cantidad de incomodidad que sentía Miharu no era nada comparada con Masato, que era el que en realidad estaba recibiendo esa hostilidad y esa malicia. Su pecho le dolía como si su corazón estuviera apretado.

Ven a mi rápido, la mirada de Rio estuvo exigiendo todo el tiempo, pero los pies de Masato no se movieron.

“Esperaré otros treinta segundos. Si no puedes atacarme en ese tiempo, fracasas“, declaró claramente Rio.

“¡¿Eh?!” Masato se movió débilmente en un intento de mover su mano empuñando una espada. De alguna manera se las arregló para levantar los dos codos, asumiendo una postura de lucha llena de oportunidades para que Rio aterrizara un ataque. Pasaron varios segundos, cuando de repente, Masato atacó a Rio con un rugido.

“…Uuhh, ¡uwaaaaah!”

Pero la espada era pesada. El escudo era pesado. Su cuerpo era pesado. Masato no podía moverse como quería, y no sabía cómo moverse correctamente. Se detuvo justo ante Rio.

¿Era realmente una espada algo que podía ser lanzada contra una persona? Aunque era una espada de entrenamiento sin filo, blandirla con todas las fuerzas era suficiente para matar a golpes a alguien. Cuando se dio cuenta de que un arma tan peligrosa estaba en sus manos, Masato vaciló.

“Está todo bien. No importa cómo blandas esa espada, no me golpearás. No hay necesidad de contenerse. Vamos, pégame. O… ¿ya has tenido suficiente? Podemos dejarlo si quieres”, dijo Rio provocando a Masato.

“Uh… ¡R-Raargh!” Aún quedaba algo de espíritu de lucha en Masato, ya que consiguió sacudir su espada con impaciencia.

“¡¿Guh?!” Rio se dirigió intencionadamente hacia el ataque entrante y desvió la espada de Masato con su escudo. El impacto voló la espada de Masato.

“¡No te muevas!” Rio gritó.

Masato se quedó helado en el acto; tardíamente se dio cuenta de que había una punta de espada apuntando a su garganta y tragó saliva nerviosamente. Si hubieran estado usando espadas de verdad, la punta habría estado a pocos milímetros de perforar su piel.

“Tus golpes son inadecuados. Dejar ir tu espada está fuera de discusión. Recógela y ataca de nuevo. Una vez más, desde el principio”, dijo Rio, retirando su espada mientras se alejaba de Masato.

“¿Eh? Ah…” Masato se quedó aturdido.

“¿Qué pasa? Recógela ya. La batalla se reanuda ahora.”

“Uh…” Con el tono hostil de Rio, Masato levantó tímidamente la espada, pero el temor de que la punta de la espada apuntara a su garganta seguía existiendo, lo que le dificultaba moverse.

“…Masato. Si esto fuera una batalla real, me habría movido hace mucho tiempo.”

“C-Cierto…” Masato se agachó asintiendo con la cabeza, su habitual forma de hablar de buen humor no se veía por ningún lado. A pesar de eso, parecía que aún le quedaba algo de espíritu de lucha en él, mientras cogía la espada, temblando.

“Estás retrocediendo demasiado. Tu agarre también está fuera de control.” Rio se le acercó, y luego blandió su espada con dureza para hacer volar la espada de Masato. Giró a través del aire antes de clavarse en el suelo.

“Otra vez. Una vez más. Recógela”, ordenó Rio sin piedad.

“Ah… Uh…” Masato gimió con una voz que casi desapareció.

“Date prisa”, dijo Rio, haciendo que Masato se estremeciera sorprendido y levantara su espada. Con otro golpe descuidado, volvió a apartar la espada de Masato.

“Otra vez. Recógela”, ordenó Rio sin rodeos.

Cada vez que Masato levantaba su espada, Rio la hacía volar, a veces apuntando con la punta de su espada a su garganta. Continuamente atormentaba a Masato con su demanda de luchar una y otra vez.

Mientras los espectadores, Miharu y los demás miraban con expresiones de dolor. Especialmente Aki, cuyo cuerpo temblaba gradualmente con más fuerza mientras su expresión se retorcía con el deseo de hablar. Sin embargo, incluso cuando eso estaba sucediendo, un cambio estaba ocurriendo dentro de Masato. A pesar de haber sido derribado una y otra vez, el espíritu de lucha de Masato fue estimulado y poco a poco empezó a exaltarse.

“¡Uraaargh!” Poco a poco empezó a gritar mientras blandía su espada, pero, aun así, estaba asustado, o quizás frustrado, su cara se llenaba de mocos y lágrimas mientras atacaba a Rio. Sus movimientos parecían mejorar un poco al observar y copiar las acciones de Rio, por lo menos.

“Así es. Tu escudo también puede ser usado como un arma contundente, pero no lo balancees imprudentemente. Te crearás un punto ciego.” Rio clavó su espada en el punto ciego que Masato había creado al balancear salvajemente su escudo.

La punta de su espada apuntaba a la garganta de Masato. “Otra vez”, ordenó Rio en un tono corto, y volvió a su posición.

“Uugh”, gimió Masato frustrado.

“¡U-Umm, Haruto!” Aki gritó en voz alta.

“… ¿Qué?” Rio giró su mirada hacia Aki, con su tono carente de toda emoción.

Aki vaciló un momento, luego miró directamente a Rio y contestó. “Uh… Ah, no… ¿No es suficiente? Creo que Masato ha entendido lo suficiente sobre el estado de ánimo necesario para un combate real en este momento.” Ella mostraba lo mucho que apreciaba a Masato a pesar de todas sus habituales discusiones e insultos.

Rio agitó la cabeza bruscamente. “No, todavía no. Acabamos de terminar de calentar.”

Aki se negó a dar marcha atrás. “¡P-Pero Masato está en su límite! Lo estás intimidando así”, dijo ella, señalando a Masato. Su respiración era dura y su tez pálida, y ambas piernas temblaban con fiereza. Rio suspiró en voz baja.

“Masato, ¿quieres rendirte?”, preguntó. De repente, un silencio se apoderó de todos los presentes cuando su atención se concentró en Masato.

“Lo haré…” Masato murmuró, y luego levantó la voz. “¡Yo haré esto!”, gritó con intensidad, fijando su mirada en Rio.

“Masato, tú…” Una amarga expresión cruzó la cara de Aki. Quería decir más, pero la mirada de Masato la hizo cerrar la boca.

“Ya veo. Mientras Masato lo desee, no me calmaré.” Rio agitó lentamente su cabeza, con su expresión sin emociones.

“…Me disculpo por interrumpir. Por favor, cuida de Masato.” La cara de Aki era deplorable mientras inclinaba la cabeza hacia Rio y hablaba con voz temblorosa. Sus ojos estaban llenos de lágrimas de frustración.

“…Lo tengo. Volvamos a esto, Masato.” Rio asintió, volviendo inmediatamente a la batalla.

Diez minutos más tarde, Masato estaba tendido boca arriba en el suelo, mental y físicamente agotado. “Hah… Hah…” Intentó levantar su espada una vez más, pero su cuerpo se negó a moverse.

“…Es suficiente, Masato. Se acabó. Lo hiciste bien”, informó Rio a Masato con suavidad, dejando que la fuerza se le escurriera de su propio cuerpo.

Masato reunió la energía para hablar. “¿Eso hah… hah… ha terminado? Aún… Puedo… seguir adelante.”

“Está todo bien. Sé lo fuerte que es tu corazón ahora, así que a partir de mañana te enseñaré a usar la técnica de la espada”, declaró Rio.

“¿R-Realmente? Y-Yo lo hice.” Masato debió sentirse aliviado, ya que todo su cuerpo se relajó y se desplomó con todo su peso contra el suelo.

“…Lo siento. Puede que haya sido un poco duro”, dijo Rio con una mirada de disculpa.

“Jaja… Yo también lo creía. Pero fue por mi bien, ¿verdad? Gracias a eso, sé lo ingenuo que fui. Gracias, Haruto.”

“…Te convertirás en un buen espadachín, Masato.”

“Eso es porque serás mi maestro, Haruto”, Masato asintió, riéndose.

“Realmente, ahora…” Rio sonrió con una sonrisa.

“Parece que está arreglado, entonces. Estuviste maravilloso, Masato”, dijo Sara.

“Sip. Estuviste muy bien”, agregó Orphia.

“Esa no era una prueba que cualquiera pudiera pasar. Deberías sentirte orgulloso de ti mismo”, dijo Alma, añadiendo a los elogios.

“Masato, buen trabajo.”

“…Bien hecho, Masato.” Miharu y Aki también le llamaron.

“Lo lograste, Masato. El entrenamiento de Rio no fue un paseo por el parque, ¿eh?”

“¿Verdad? ¡Era mucho más duro que el instructor que yo tenía!”

“Te paraste frente a Onii-chan cara a cara. Creo que deberías estar orgulloso.”

Arslan, Vera y Latifa también le dieron a Masato palabras de aliento y alabanza.

“Jeje, todo el mundo… Gracias… Ow, eso duele, Aki.” Masato los miró y les dio las gracias; su rostro era tan brillante como el cielo claro y soleado. Pero cuando Aki le golpeó en la cabeza, hizo un gesto con los labios.

“Es tu culpa por preocuparme con tu imprudencia.”

“Heh, así que, ¿estabas preocupada por mí?”

“Callate.” Aki volvió a golpear a Masato en la cabeza.

Rio observó el intercambio de hermanos. “Hagamos la comida favorita de Masato esta noche, para celebrarlo”, sugirió.

“Ah, es una buena idea”, estuvo de acuerdo Orphia. “¡Hagamos una fiesta! Miharu, podemos cocinar juntas.”

“Claro, me encantaría.”

“¡Eeh, eso no es justo! Yo también quiero unirme. ¡Haznos hamburguesas de carne!”

“¡Yo también! ¡Quiero comer espaguetis!”

Arslan y Vera expresaron su deseo de participar.

“Oye, no son sus comidas favoritas las que cocinarán, ¿saben?” Sara declaró con un suspiro.

“Ehehe, entonces quiero ir a las aguas termales con todos después de la cena”, sugirió Latifa con una risa alegre.

“Eso suena bien. Los combates de entrenamiento de antes nos hicieron sudar un poco”, asintió Alma, interesada.

Haruto, has trabajado duro hoy. La voz de Aishia resonó en la parte posterior de la mente de Rio.

… ¿Aishia? Río miró a su alrededor sorprendido, pero no vio a Aishia en ninguna parte; pensó que era porque estaba en su forma espiritual, pero…

Dryas me enseñó a comunicarme con mi compañero de contrato a través de telepatía a larga distancia. Estoy a tu izquierda ahora mismo, pero puedo comunicarme en un radio de un kilómetro. Concéntrate en el vínculo que nos conecta y mira hacia mí.

Rio movió los ojos como se le ordenó, y luego vio a Aishia en la esquina de la plaza.

…Así que eso es lo que quieres decir. ¿Esto está bien? Rio respondió inmediatamente a Aishia por telepatía.

Es bueno.

¿Ya has terminado de hablar con Dryas?

Sip. Terminamos de hablar por hoy, así que vine a buscarte.

Ya veo. ¿Me dirás de qué hablaron más tarde?

Por supuesto. Hablaremos entonces.

Mientras la gente a su alrededor se regocijaba, la suave voz de Aishia resonaba en la parte posterior de la cabeza de Rio. Eso fue suficiente para llenar su pecho con un extraño calor, curándolo.