Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 5

Capítulo 1: Una Reunión de Casualidad y Bienvenida

Parte 2

Todo el grupo tomó el cielo y se dirigió hacia la gigantesca casa del árbol que se usaba como ayuntamiento del pueblo. Una vez que aterrizaron en la plaza justo antes del ayuntamiento, Miharu y Aki bajaron tímidamente al suelo, mientras que Masato saltó con entusiasmo.

“¡Eso fue asombroso! ¡Volar es tan divertido! Los edificios de la aldea también son increíbles”, gritó de buen humor.

Junto a él, Aki le miró con desagrado por su infantilidad, pero también disfrutó mucho del paisaje durante el vuelo, por lo que tampoco era de los que hablaban. Miharu se rió al ver a los dos.

Justo entonces, las partículas de luz se acumularon en la entrada del ayuntamiento, tomando la forma de una bella mujer. “Han llegado. He estado esperando.” La mujer que se había materializado era Dryas, el espíritu del árbol gigante.

“Gran Dryas, estás aquí.” Sara, Orphia y Alma se inclinaron respetuosamente ante Dryas.

Dryas se acercó a Aishia y le habló con una sonrisa radiante. “Sí, sentí que la presencia de un poderoso espíritu aparecer dentro de la barrera de la aldea. Volé inmediatamente, sabiendo que tenía que ser el espíritu contratado de Río. Tú debes ser la única. Soy Dryas.”

“Soy Aishia. Hola, Dryas”, respondió Aishia con voz monótona.

Dryas miró a la cara de Aishia con una mirada de contemplación. “Hmm, entonces, eres un espíritu que no conozco. Por no hablar de su… Bueno, está bien. Continuemos esta conversación adentro. Te encontraras con los ancianos, ¿no?”, preguntó ella, luego inmediatamente giró sobre su talón y miró hacia el ayuntamiento.

“Muy bien. Síganme, todos.” Liderada por Sara y las demás, el grupo se dirigió hacia el último piso del ayuntamiento.

***

Diez minutos más tarde, en el último piso del ayuntamiento, en la sala del consejo, el grupo de Aishia y Miharu recibió una cálida bienvenida de los ancianos de la aldea. Los tres ancianos principales comenzaron con simples introducciones.

“Es un placer tenerla en nuestro pueblo, Lady Aishia. En nombre de toda la aldea de la gente espíritu, les damos la bienvenida desde lo más profundo de nuestros corazones.” Uno de los ancianos principales, la elfa Syldora, se levantó de su silla y se dirigió a Aishia sentada en el asiento de invitados con reverencia. Los otros ancianos también se pararon y bajaron la cabeza hacia Aishia por respeto.

“Gracias”, dijo Aishia en breve.

Con una pequeña sonrisa, Syldora giró para saludar a Miharu, Aki, y Masato sentados junto a Aishia. “Niños de otro mundo, han hecho bien en venir hasta aquí. Les damos la bienvenida, también.”

“¡S-Sí! Umm, muchas gracias por aceptar cuidarnos. Estamos realmente muy agradecidos… No estoy segura de qué decir.” En contraste con la serena gratitud de Aishia, Miharu inclinó la cabeza nerviosamente.

“¡M-Muchas gracias!” Aki y Masato se inclinaron torpemente tras Miharu.

“Jajaja, no hay necesidad de ser tan formal. Esta reunión es simplemente para intercambiar saludos sencillos y para vernos en persona. Estoy segura de que ya han oído hablar de Lord Rio, pero si aceptan varias de nuestras condiciones, les garantizaremos una vida tranquila aquí en nuestro pueblo. Dejaremos los arreglos formales para otro día.” Syldora sonrió de buen humor mientras hablaba al grupo nervioso de humanos.

“Nos dijeron que serían gente de otro mundo, pero se parecen a los humanos.” El enano mayor, Dominic, miró a Miharu y a los demás con curiosidad.

“Oye, no los mires con tu fiero rostro. Estás asustando a los invitados”, regañó Ursula a Dominic en broma.

“¿Q-Qué?” Sorprendido, Dominic se quedó sin palabras. Los otros ancianos de la sala se rieron alegremente, y Miharu y los demás hicieron lo mismo. El aire de la habitación se hizo mucho más ligero. Sintiendo eso, Dominic emitió un suspiro dramático para mostrar que no estaba molesto.

“Ahora, no tiene sentido continuar esta charla con los aburridos ancianos. Sara, tú y las chicas pueden guiarlas hasta su alojamiento”, dijo Syldora, dirigiéndose al grupo.

“Entendido. Todos, síganme.” Sara asintió respetuosamente antes de dirigirse rápidamente a Miharu.

“¿Eh? ¿Eso es todo?” Preguntó sorprendida Miharu, esperando que la reunión durase un poco más que eso.

“Ciertamente. Esta noche ha sido una especie de saludo modesto. ¿Quizás podrías contarnos historias de tu otro mundo en otro momento? Pero primero, deberías descansar un poco.” Syldora asintió calurosamente.

Miharu inclinó profundamente su cabeza. “S-Sí. ¡Muchas gracias!”

“Hay algo que me gustaría preguntarle a Lord Rio y a Lady Aishia. ¿Podrían quedarse aquí un poco más?” preguntó Ursula.

Rio asintió inmediatamente, antes de mirar a Sara y a Latifa. “Por supuesto. Todas, dejo a Miharu y a los otros invitados en sus manos. Tú también, Latifa.”

“Claro. ¡Puedes dejármelo a mí, Onii-chan!” Latifa se hinchó el pecho con orgullo.

***

Después de que Sara y las chicas de la aldea sacaron a Miharu, Aki y Masato de la habitación, Ursula habló.

“Mis disculpas, Lord Rio. Lady Aishia. Hay algunos asuntos más complicados que nos gustaría discutir con ustedes, así que por favor hágannos compañía un poco más.”

“Por supuesto, no es nada por lo que disculparse. En todo caso, deberíamos agradecerle su consideración”, respondió Rio con una reverencia. Pensó que la razón por la que Sara y los otros fueron enviados para alejar al grupo de Miharu era porque el tema de la discusión que iba a venir era altamente confidencial.

Ahora mismo, los únicos que quedaban en la sala eran Rio, Aishia, el consejo de ancianos, y Dryas, el espíritu del árbol gigante. Todos estaban más que calificados para saber lo que se estaba discutiendo, y para guardarse la información para sí mismos.

“Entonces, ¿de qué querían hablar?”

“Hm. Aunque hay mucho que cubrir, empezaremos con Lady Aishia primero. Gran Dryas, ¿si haces los honores?” Syldora inmediatamente fue al grano, buscando más instrucciones de Dryas, que se sentaba junto a Aishia.

“Veamos. Primero, está claro que Aishia no es ningún espíritu que yo conozca. Por lo que he oído a través de los ancianos, Rio ha mencionado algunos puntos extraños aquí y allá también…. Aishia, ¿es verdad que no recuerdas qué clase de espíritu eres?”

Aishia asintió. “Sí.”

“Eso es lo que me pareció extraño. Normalmente, un espíritu retendría sus recuerdos de antes de que se clasificaran en un estado humanoide, pero ella no tiene ningún recuerdo, ni siquiera de su nombre. Parece que tiene la conciencia y el intelecto de un espíritu humanoide, pero su sentido de sí misma parece extrañamente débil… ¿Supongo que es por la amnesia?” Dryas contempló en voz alta.

“…Me gustaría preguntarte algo sobre eso. ¿Son todos los espíritus capaces de subir de rango hasta un estado humanoide, mientras guardan sus recuerdos de los rangos inferiores y medios?” preguntó Rio.

“Es una pregunta difícil. Sólo puedo decírtelo basándome en lo que yo mismo he visto, así que puede que esta no sea la respuesta correcta, pero no todos los espíritus pueden subir a un rango más alto del que ya tienen. Hay muchos componentes y condiciones requeridas”, respondió Dryas. “Tampoco estoy del todo segura con respecto a los recuerdos, pero sé que no puedo recordar nada de cuando yo mismo era un espíritu de bajo rango. Normalmente se dice que los espíritus son maná que tienen un claro sentido de sí mismos, pero los espíritus de bajo rango son básicamente el equivalente de un bebé humano en términos de conocimiento. Sólo tengo recuerdos de cuando me convertí en un espíritu de rango medio. Aunque no podía alejarme mucho del árbol en el que vivía en ese momento, así que básicamente pasaba todos los días tomando el sol”, agregó, con un aire de nostalgia mientras hablaba.

“Gracias por su respuesta. En otras palabras, Aishia debería haber tenido una etapa antes de convertirse en un espíritu humanoide, y debería tener recuerdos de ese período.”

“Así es. Debo añadir que una vez que un espíritu llega a los rangos medios-altos, se necesitan muchos años para fortalecer su sentido de sí mismo y ganar individualidad. Igual que yo”, dijo Dryas, sonriendo con orgullo.

“Ya veo…” Rio asintió con la cabeza, y luego miró a Aishia. Tenía una personalidad muy diferente a la de Dryas. A diferencia de Dryas, que expresaba libremente sus emociones, Aishia no mostraba muchas de sus emociones externamente.

“Por eso… ¿Cómo debería decirlo? Aishia… Casi parece un espíritu joven que acaba de pasar de ser un espíritu de bajo rango a uno de rango medio. Su rango como espíritu es alto, pero su sentido de sí misma parece débil e irregular. A menos que sea una chica realmente excéntrica debajo de ese exterior… pero no lo es, ¿verdad?” Dijo pensativa Dryas, mirando a Aishia con la cabeza inclinada.

“¿Lo soy?” Aishia también inclinó la cabeza, mirando a Rio.

“Quién sabe. Pero, creo que ya eres muy encantadora como eres.” Rio se rió entre risas.

“Gracias, Haruto.” Aishia sonrió débilmente; Dryas observó su intercambio.

“Fufu, parece que tu relación contractual va bien. Eso es algo bueno. No tengo a nadie que me haya contratado, así que me da un poco de envidia”, dijo amablemente.

“De hecho, parece que se ha abierto a Lord Rio en una buena cantidad”, estuvo de acuerdo Ursula. “Sin embargo… ¿Se refiere a Lord Rio cuando dice ‘Haruto’?”

“Sí. Debido a ciertas circunstancias, me he estado llamando Haruto mientras estaba en la región Strahl. Le informé a Sara y a los demás antes, pero es una buena oportunidad para informar a todos aquí también.” Rio dijo, y luego repitió todo lo que les había dicho a las chicas antes. Los ancianos lo escucharon en silencio, y sólo hablaron una vez que terminó su explicación.

“Ya veo. Así que Lord Rio tenía ese tipo de pasado…” Ursula murmuró con una expresión conflictiva. Los otros ancianos llevaban miradas similares en sus rostros.

“Lo siento. No era mi intención mantenerlo en secreto todo este tiempo, pero no creí que fuera una buena historia para difundir, así que me mantuve callado al respecto. Con las circunstancias como están ahora, se merecían una explicación… pero no es una historia muy positiva, lo admito. Por favor, no dejen que los afecte”, se disculpó Rio con una expresión de culpabilidad. “Hay una cosa más que tengo que explicarles a todos que puede que no sea muy agradable… Es la razón por la que pude comunicarme con Miharu. Me gustaría pedirle que mantengan lo que voy a decir lo más confidencial posible, ¿está bien?”

Los tres ancianos principales se miraron entre sí con los ojos muy abiertos. “… ¿Estás seguro? No hay necesidad de que te obligues a explicar nada.” preguntó Syldora, observando la expresión de Rio.

“No me estoy forzando a nada. Sin embargo, no es el tipo de explicación que espero que se tomen en serio, así que lo que estoy a punto de decir les parecerá bastante extraño. Si Miharu, Aki y Masato no hubieran aparecido, nunca se lo habría contado a nadie”, dijo Rio con una expresión de preocupación.

“¿Significa esto que también se lo has dicho a los del otro mundo?”

“Sí. La necesidad de una explicación era inevitable debido al curso de los acontecimientos. Por eso creo que sería justo que les diera a todos aquí la misma explicación, ya que a partir de ahora estarán bajo el cuidado de su pueblo. Omití mis razones en nuestras conversaciones del otro día, pero estoy dispuesto a explicarlo todo hoy, si todo el mundo lo desea.”

“Ya veo… Todos, es como acabas de escuchar. Si el Señor Rio discute esto con nosotros, estará estrictamente prohibido hablar de esto fuera de esta sala. Aquellos que no pueden prometer su silencio deben abandonar esta sala inmediatamente”, dijo Syldora. Una vez que confirmó que ni una sola persona se había levantado de su asiento, volvió a hablar, sonriendo a los ancianos. “Entonces se supone que todos los presentes han jurado cumplir estrictamente las condiciones antes mencionadas. Aquellos que rompen su palabra… Bueno, todos saben lo que pasa. Gran Dryas, ¿tú también estás bien con esto?”

“No me importa. No tengo ni el interés ni compañero de chisme para hacerlo”, dijo Dryas asintiendo con la cabeza.

“Parece que todos estamos de acuerdo, Lord Rio. Ahora, ¿podrías decirnos qué tienes que decir?” preguntó Syldora, mirando a Rio.

“Por supuesto. Estoy muy agradecido por su consideración.”

Rio se inclinó profundamente, y luego empezó a explicar la razón por la que podía comunicarse con Miharu en japonés, porque tenía recuerdos de su propia vida anterior, pero sólo en la medida de lo que ya le había dicho a Miharu y a los demás visitantes japoneses. Específicamente, les dijo a los ancianos que había despertado con recuerdos que no eran los suyos cuando era un niño pequeño, y que esos recuerdos estaban ambientados en un mundo que coincidía con el mundo en el que Miharu había estado viviendo. Ocultó el hecho de que tenía una conexión con Miharu en su vida anterior.

“Eso es todo”, dijo Rio, terminando su explicación. Los ancianos habían permanecido en silencio durante todo el tiempo que duró el discurso de Rio, pero en el momento en que terminó, todos inhalaron de una vez, como si sólo se acordaran de respirar.

Syldora fue el primero en abrir la boca. “Hmm. Es una historia inesperada para creer… pero es la verdad, ¿no?” Después de un momento de reflexión, aceptó las palabras de Rio como verdad.

“… ¿Me creen?” Rio se pregunta sorprendido, no habiendo esperado que nadie le creyera tan fácilmente.

“Es porque usted es el que dice esto, Lord Rio, eso es suficiente para que nosotros le creamos. Sin mencionar que parece ser cierto que usted fue capaz de comunicarse en su idioma. Aunque mintieras, no habría necesidad de inventar una historia tan absurda para encubrirla.” Syldora asintió con una irónica sonrisa.

“Sin embargo, no tiene sentido. Puedo entender por qué Lord Rio quiere que mantengamos esta verdad confidencial… Renacer con tus recuerdos es algo de lo que nunca había oído hablar en mis largos años de vida.” dijo Ursula, también con una sonrisa irónica.

“Cierto…” Rio reconoció lo imposible que sonaba.

Dominic puso una mano junto a su barbilla. “Hmm… Gran Dryas, ¿alguna vez has encontrado a alguien en una situación similar a esta antes?”, le preguntó, ya que ella era el ser vivo más antiguo de la aldea.

Dryas agitó bruscamente la cabeza. “No lo he hecho. Que yo sepa, nadie así ha aparecido antes en esta aldea.”

“Es eso así… Lo siento, Rio. Esperaba que hubiera un precedente que pudiera darte pistas, pero por desgracia.” Dominic se encogió de hombros ante la situación desesperada.

Rio agitó la cabeza con una sonrisa. “No, me sigue siendo de gran utilidad saber que nadie así ha aparecido abiertamente a lo largo de la larga historia del mundo. Me preguntaba si era posible que mis recuerdos de mi vida anterior tuvieran algo que ver con cómo de repente me encontré contractualmente ligado a Aishia sin darme cuenta, pero dejaré ese pensamiento a un lado por ahora.”

Ya conocía a alguien que tenía recuerdos de su vida anterior, y otro que sospechaba que era el caso, pero decidió no revelarlo ahora mismo.

“Hmm… Si al menos supiéramos qué clase de espíritu era Aishia… Todo lo que puedo decir con seguridad es que ella no es parte de la única red de espíritus de alto rango que conozco. Por cierto, ¿en qué tipo de elemento te especializas, Aishia?” Preguntó repentinamente Dryas.

“Todos ellos”, contestó Aishia con calma. En ese momento, todos los ancianos se agitaron ruidosamente. Incluso Dryas, la que hizo la pregunta, abrió los ojos con asombro. Rio era el único que estaba confundido, preguntándose por qué todos reaccionaban con tanta sorpresa.

Dryas repitió su pregunta nerviosamente. “…Umm, no estoy segura de haberte oído correctamente. ¿Acabas de decir que te especializas en todo tipo de artes espirituales?”