Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 4

Capítulo 8: Operando En Las Sombras

Parte 3

“¡Lo siento mucho!”

Una vez que Rio y Aishia entraron, Aki inclinó la cabeza, con su cara completamente pálida.

“Umm, ¿Por qué te disculpas?” preguntó Rio, sorprendido.

“Umm… Aunque dijiste que no saliera de la casa sin una buena razón, salí e hice que Miharu se pusiera en peligro…”

“No, no… Lo que acaba de pasar fue un acontecimiento bastante irregular. Pero, bueno… ¿Por qué saliste?” preguntó Rio con una mirada de preocupación.

Miharu defendió a Aki con prisa. “¡Fue culpa mía! Estaba siendo desconsiderada con los sentimientos de Aki y la hice enojar…”

“¡Eso no es verdad! Yo… yo… ¡Lo siento! Lo siento mucho, Miharu. Lo siento…” Lágrimas empezaron a correr por la cara de Aki mientras hablaba, aferrándose a Miharu, quien suavemente golpeó a Aki en la espalda con una expresión de angustia.

“Parece que no necesito decir nada más”, dijo Rio con una sonrisa.

“Mm… ¿Oh? Haruto ha vuelto. ¿Estás llorando, Aki?” Un Masato adormilado apareció en el salón con un gran bostezo.

“¡No lo estoy! ¡Tonto despreocupado!” Aki se separó de Miharu con nerviosismo, apartándose con enfado.

Masato ladeó la cabeza y miró a la cara de Aki. “¿Hmm?”

“…Aparte de eso, se ha decidido que nos estamos moviendo”, dijo Rio, cambiando el tema con bastante fuerza en consideración a Aki.

“¡¿Ooh, en serio?!” Preguntó Masato, su atención se desvió de Aki a Rio.

“Sí. Estoy seguro de que ha sido estresante para ti, no poder salir libremente… y debe haber sido aburrido, pero en cambio podrás vivir cómodamente en otro lugar.”

“Es cierto que todo el estudio ha dejado mi cuerpo rígido… Espera, ¿cuándo nos mudamos?”

“Estoy pensando en mañana, tal vez. Pero hay algunas reglas que deben ser aclaradas antes de que nos movamos. Repasemos los detalles mientras comemos algunos bocadillos, ¿de acuerdo?” Dijo Rio, y luego entró en la cocina.

***

A la mañana siguiente, los cinco se dirigieron a la aldea de la gente de espíritu.

“Nos mudaremos a nuestra nueva ubicación, ahora. El paisaje que tienen ante ustedes cambiará en un instante, como cuando llegaron a este mundo. Sin embargo, no es peligroso, así que relájense”, dijo Rio a un grupo bastante nervioso después de poner la casa de piedra en el almacén espacio-tiempo.

“No… En realidad, es más como si estuviéramos nerviosos preguntándonos cómo son las otras personas”, dijo Masato de una manera inusualmente nerviosa para él.

La otra parte con la que estaban a punto de encontrarse era otra cosa, después de todo. Ayer todo el mundo había recibido una explicación clara sobre la gente espíritu y su aldea; elfos, enanos y hombres bestia, todos ellos eran seres con los que Masato, amante de la fantasía, estaba muy familiarizado, y algo que él admiraba mucho. No había forma de que no estuviera nervioso.

“Son gente increíblemente buena, así que harás amigos en un santiamén. Ahora, vámonos. ¿Están todos listos?” Dijo Rio con una sonrisa, mirando a todos.

“Si, por favor”, contestó Miharu con voz algo rígida, seguida por Aki y Masato asintiendo en respuesta.

“Estoy lista en cualquier momento”, dijo Aishia con su habitual tono completamente relajado.

“Entonces, aquí vamos. ¡Transilio!“ Con una sonrisa, Rio activó el cristal de teletransportación en su mano.

El aire comenzó a retorcerse y a doblarse intensamente, envolviendo al grupo. En el momento siguiente, habían desaparecido de su ubicación original y se habían teletransportado a un lugar cerca de la aldea de la gente espíritu.

“O-Ooh… ¡Sí, esto era eso! Este fue el sentimiento que tuve cuando mi visión se torció repentinamente en ese entonces…” Dijo Masato, mirando a su alrededor. Los ojos de Miharu y Aki también estaban vagando por ahí.

“Hay muchas presencias extrañas… son similares a la mía”, Aishia inclinó la cabeza y murmuró.

“Probablemente son los espíritus de la aldea, parece que los espíritus pueden sentir la presencia de los demás. Los espíritus más tímidos son buenos para suprimir su aura, pero hay muchos espíritus en la aldea”, dijo Rio, adivinando el origen de lo que sentía Aishia.

“Hay un espíritu con un aura realmente grande.”

“Probablemente sea Dryas. Un espíritu humanoide como tú, Aishia.”

“Hay otro… no Dryas, pero otro espíritu bastante grande se acerca por aquí”, dijo Aishia, y luego miró al cielo. Al final de su línea de visión estaba el espíritu contratado de Orphia, Ariel, acercándose a una velocidad bastante rápida.

La mirada de Aki se fijó en el acercamiento de Ariel. “¿…Un pájaro?”

“¿No es bastante grande? Hay gente montando en él…” Dijo Masato con expresión aturdida. Mientras miraban fijamente, la figura de Ariel se hizo cada vez más grande, antes de llegar finalmente al aire por encima del grupo de Rio. Ariel voló en círculos en el aire mientras comenzaba a bajar su velocidad de vuelo.

“Hay… chicas montadas en él”, murmuró Miharu.

“Son todas mis mejores amigas, y…” Rio comenzó a explicarle a Miharu, cuando una chica saltó de Ariel primero.

Fue Latifa. Miró a las caras de los recién llegados, y su expresión vaciló por un momento. “… ¡Bienvenido de vuelta, Onii-chan!”

Rápidamente se tomó un respiro para prepararse y corrió hacia Rio, chocando contra él con un abrazo.

***

Una tarde, un poco antes de la puesta de sol, en algún lugar de Strahl…

Reiss estaba en las sombras del bosque que se extendía a través de las afueras occidentales de Amande. A su alrededor había varios monstruos y hombres en mal estado, que parecían ser aventureros, inconscientes.

“…Un escuadrón no regresó. No me digas que fueron derrotados… Derrotar a un equipo de Revenants, especialmente con un cuerpo mejorado en la mezcla, no es una hazaña simple”, murmuró Reiss dubitativamente.

Mis acciones fueron un poco llamativas esta vez… el escuadrón de investigación de la ciudad debería formarse pronto. Reiss colocó una mano contra su boca, pensativo, antes de soltar un suspiro de disgusto.

“Caray. Supongo que debería esconderme y vigilar las cosas por un tiempo… También he sido invitado a la ceremonia de boda de Charles Arbor dentro de dos meses. Su novia es Celia Claire, si no mal recuerdo… cómo un imbécil como ése se enganchó a semejante presa está más allá de mí”, escupió amargamente, antes de volver su mirada hacia los aventureros inconscientes.

“…Mientras que el plan tendrá que ser retrasado por un tiempo, los números han caído. Supongo que tendré que cambiar los materiales que tengo aquí y ahora… ¿Cuántos quedarán esta vez, me pregunto?” Reiss sonrió como un demonio mientras caminaba lentamente hacia los aventureros inconscientes.