Date A Live (NL)

Volumen 20

Capítulo 3: Guerra de los Espíritus

Parte 5

— ¡Deēaryāāah…!

―Respondiendo al desafío. ¡Teiyah…!

… Los dos huracanes arrasaron el parque.

Las hermanas Yamai Kaguya y Yuzuru. Las hermanas gemelas que juntas sostenían al Ángel del viento <Rhahael> cruzaron cuchillas repetidamente con todas sus fuerzas. Cada vez que chocaban, el viento gritaba, los cielos lloraban, los cielos se arrastraban.

Los dos eran como un desastre natural consciente. El par claramente se mantuvo como una razón por la cual los Espíritus ganaron ese apodo.

La feroz batalla continuaba. Los otros Espíritus probablemente ya estaban al tanto de esta batalla. Nadie ha intervenido hasta ahora, pero cuando terminara la pelea, había una posibilidad de que alguien viniera en busca del ganador agotado.

Sin embargo, tanto Kaguya como Yuzuru no reservaron ninguna energía para más tarde, optando por ignorar el futuro como una idea de último momento. En este momento ahora, elegir no ejercer la máxima cantidad de esfuerzo significaría ser golpeado por el reiryoku de su oponente.

Ciertamente, el derecho de confesarse a Shidou era una recompensa atractiva. Aunque Kaguya y Yuzuru no dudarían en confesarse a Shidou, ninguna de ellas tuvo la oportunidad de comunicar ese sentimiento específicamente.

Sin embargo, en este momento ambas estaban enfocados en un solo objetivo: estar completamente inmersos en la alegría de luchar contra su otra mitad.

… Aah. Al pensarlo, incluso al contar las feroces más de 100 batallas peleadas en el pasado, era la primera vez que se sentían así.

Las dos solían competir repetidamente entre sí para determinar a la verdadera Yamai.

Sin embargo, cada una quería que la otra sobreviviera en lugar de ser la que mataría.

Un enfrentamiento distorsionado donde el perdedor ganaría. Y cuando llegara la conclusión, era inevitable que una de ellas desapareciera. Esta triste batalla había sido repetida incontables veces por las hermanas Yamai.

Pero ahora…

— ¡Ooooooooh…!

―Torbellino. Ve.

Las dos podrían pelear con toda su fuerza sin esas preocupaciones.

Ambas estaban extremadamente emocionadas y agradecidas por este milagro.

— ¡Kaká! ¿Estás jadeando por aire ahora? Tus movimientos se han apagado.

―Señalando. Esa es mi línea aquí. El impulso de tu viento es más débil que antes.

―Disparates.

Kaguya respondió con una sonrisa mientras seguía sintiéndose profundamente conmovida.

―… Pensar que tal oportunidad se presentaría. ¿Todavía recuerdas lo que pasó en la isla de Arubi?

―Naturalmente. ¿Cómo podría olvidarlo?… Por supuesto, gracias a Shidou no fue necesario resolver el encuentro final.

―Un… Estoy agradecido a Shidou. Gracias a él, Yuzuru y yo pudimos vivir juntos sin desaparecer.

―Acuerdo. Es verdad. Estoy agradecido. Pero…

Como respondiendo a lo que Yuzuru había dicho, Kaguya asintió fuertemente.

―Sí. Una parte de mí todavía lamenta nunca haber llegado a una conclusión de esa batalla final… Pero ahora.

―Consentimiento. Finalmente podemos resolver el marcador.

Las dos sonrieron al mismo tiempo, el viento se dispersó de sus cuerpos mientras sostenían silenciosamente a sus Ángeles.

… No había necesidad de que comenzara una señal entre estas dos. Kaguya y Yuzuru se lanzaron contra el cielo exactamente al mismo tiempo, corriendo hacia la otra a una velocidad súper alta.

Sin embargo…, en ese mismo momento.

― ¡¿Qué…?!

―Sorpresa. Esto es…

Ambas parecían estupefactas mientras dejaban escapar una voz confusa.

Pero era natural que las dos reaccionaran de esta manera. En el momento en que estaban a punto de chocar, un “agujero” apareció de repente en el cielo y desde dentro de este agujero…

―… Batallón Maria. Ataque.

Cientos de María habían aparecido para atacar a esas dos.

— ¡¿Espera…?! ¡¿María?!

―Confuso. ¿Qué está pasando? ¿Qué significa esto?

Tanto Kaguya como Yuzuru se perdieron en la confusión al sentirse abrumadas por las olas de María.

***

— ¡O… oooooooh! ¡Increíble! ¡Es un éxito, María, Mukku-chin!

Mientras tocaba una página de <Rasiel>, Nia levantó la voz en tono emocionado.

Las hermanas Yamai fueron envueltas en una horda de María traída de <Rasiel>. Incluso contra las gemelas tiránicamente poderosas, era posible aprovechar una oportunidad y abrumarlas con números absolutos.

Sin embargo, tal resultado no era algo que Nia pudiera lograr sola. Alejándose de <Rasiel>, Nia se volvió hacia Mukuro para sostener sus manos con firmeza.

— ¡Como se esperaba! ¡Con <Rasiel> añadido con <Michael> ya no hay nada que temer! ¡La combinación entre Mukku-chin y yo es la mejor!

Nia estrechó vigorosamente la mano de Mukuro mientras decía eso.

Sí. Aunque Nia tuvo la desgracia de encontrarse con Mukuro antes, apeló con éxito la utilidad de su capacidad para formar una relación de cooperación temporal.

El efecto fue tal como se vio… Explorando el paradero y los movimientos del objetivo con <Rasiel> y luego abriendo un ‘agujero’ a través de <Michael> para transferir todos los Marias. Era una estrategia de combate simple pero efectiva.

Era simple, no, porque era simple, Nia no pudo evitar sonreír.

―No…… en serio, en serio. Realmente pensé que era un gran candidato para perder el primer encuentro. No esperaba que todavía tuviera la oportunidad de llegar a la cima. ¿Qué debo decirle al chico? Por favor, hazme sopa de miso todas las mañanas.

Nia soltó una carcajada en un susurro.

Sin embargo, la expresión de Nia volvió rápidamente a su estado original. Después de todo, el responsable de esta posición excepcional, Mukuro, tenía una mirada sombría que marcaba su rostro.

— ¿Hmm? ¿Sucede algo, Mukku-chin? ¿No es esta gran victoria todo gracias a Mukku-chin?

―Mun… eso puede ser así, pero esta sensación… no se siente como una victoria. ¿Es este método realmente correcto…?

Cuando Mukuro bajó la cabeza, Nia rápidamente se hizo cargo.

— ¡No, no, no, una victoria es una victoria! ¡Quienes estén preocupados por estos asuntos no sobrevivirán hasta el final! Mukku-chin, ¿no quieres ser la que se confiese al chico?

―… Uh… eso es cierto…

Mukuro dejó escapar un grito de angustia. Con el sudor goteando por su mejilla, Nia retrocedió un paso.

―… Hmm, Mukku-chin tiene más espíritu guerrero de lo que pensé… pero no puedo cambiar de rumbo ahora…

Nia murmuró en un volumen bajo para que Mukuro no pudiera escuchar. Además de ella, susurró María.

―Bueno, si cambias a la ruta de batalla directa, la necesidad de <Rasiel> es muy débil. En el momento en que esta alianza sea abolida, la primera en ser derrotada probablemente será Nia… Quiero decir, incluso si esta estrategia funciona, ¿cómo planeas derrotar a Mukuro al final?

―Uh…

Cuando María le recordó, Nia sintió que su habla se atascaba.

Eso era cierto. El éxito en la alianza se basó en ganar suficiente tiempo para ganar. Pero mientras solo pudiera haber un ganador, estaba destinada a pelear al final. Y si se trataba de una confrontación directa, Nia no tenía ninguna posibilidad de victoria. Nia hizo una mueca de mal humor mientras pensaba mucho en esto.

―… Después de que los números se hayan reducido un poco, encontraré otra razón para dejar que Mukku-chin luche contra otro enemigo fuerte. Cuando ambos estén agotados, atacaré por detrás…

―Ya veo, eso es inusualmente bien pensado para Nia. Pero después de que las cifras se hayan reducido hasta cierto punto, espero que Mukuro no diga: Ustedes ya no tienen ningún valor.

— ¡Nugu…! ¡Mukku-chin nunca dirá eso! ¡El vínculo de nuestra alianza no se romperá con algo tan pequeño como eso!

―Eso no es muy convincente si viene de alguien que ya está planeando una traición.

— ¿Qué susurros se acaban de decir ahora?

— ¡Ah!

De repente, escuchó una voz que venía de alguien además de María. Nia gritó como un cachorro que acaba de tener su cola pisada. A simple vista, era obvio que Mukuro los miraba con suspicacia.

— ¡No, no, no, n-nada! ¡Comparado con eso, debemos buscar el próximo objetivo! Muy bien, las otras chicas que están peleando ahora están… ha.

Nia rápidamente intentó cambiar el tema mientras tocaba de nuevo a <Rasiel> con su dedo. El siguiente paso era buscar Espíritus que ya estaban luchando. Comparado con un Espíritu que estaba solo, un Espíritu que se enfoca en su oponente sería más vulnerable.

―Hmm… Oririn e imoto-chan también como Yosshi y Mikki. Hmmm ¡Vamos a Yosshi y Mikki! ¡Maria, prepara a todos los miembros en standby! ¡Mukku-chin abre un “agujero” a mi señal!

Al escuchar las órdenes de Nia, María suspiró mientras asentía. Aunque Mukuro parecía disgustada, todavía preparaba a <Michael>. Ella todavía estaba dispuesta a cumplir con las instrucciones de Nia a pesar de parecer insatisfecha.

Nia se sintió tan tranquila mientras se concentraba, observando la batalla entre Yoshino y Miku y buscando oportunidades al azar.

Entonces… fue en ese momento.

― ¡¿… Mun…?!

― ¡¿Qué…?!

Tanto los ojos de Mukuro como los de María se mostraban asombrados.

— ¿Hey…? ¿Qué les pasó a las dos? ¿Qué está…?

Nia dejó de observar a través de <Rasiel>. Mirando el lugar donde las dos estaban mirando… ella también dio una mirada igualmente aturdida.

Pero eso era imposible después de todo. Por que allí estaba……

— ¡… Mukuro, Nia, Maria!

La llegada de Shidou, que debería haber estado en una cita con Tohka.