Date A Live (NL)

Volumen 19

Capítulo Final: Una Mano Estirada

El límite entre la vida y la muerte es terriblemente ambiguo. Depende del juicio de cada persona para determinar cuándo ha llegado la muerte.

Algunas personas consideran que la muerte es cuando cesan las funciones cardiopulmonares, mientras que otras dicen que es después de la desaparición de todas las funciones cerebrales. Algunas personas dicen que incluso si queda conciencia, no es necesario lo que el cuerpo crudo contiene mientras que el corazón de la persona permanezca… entonces queda alguna forma de existencia. Bueno, el último podría sentirse como sentimientos escapistas en lugar de una definición real.

En un campo de visión vacío, Isaac Westcott estaba pensando ociosamente acerca de tales asuntos…

Si es así, se preguntó: ¿todavía podría ser considerado como “vivo” ahora?

Como mínimo, las funciones cardiopulmonares se habían detenido. Era natural ya que la mayoría de su cuerpo había desaparecido. Aunque todavía quedaba algo de pensamiento consciente, era incierto si incluso su cerebro había conservado su forma. Simplemente estaba recostado en el suelo, mirando el cielo mientras esperaba que su conciencia se detuviera…

Y así, mientras estos pensamientos aún persistían, Westcott se burló de sí mismo.

Entre las personas que están vivas o muertas, se lo debe considerar muerto desde hace mucho tiempo.

Sí, como humano, Isaac Westcott ya estaba muerto. Lo que quedó aquí fue un destrozo de un espíritu patético que apenas retuvo su existencia a través de su reiryoku. Su conciencia persistente era una prueba de haberse convertido en tal forma.

Una fuerza de aniquilación entre un ángel y un rey demonio. Al estar involucrado en un rango tan cercano, este resultado fue natural. No había ninguna indicación de <Deus> restante. Parecía que ella había desaparecido un poco antes que Westcott.

El sentimiento de aversión de haber sido rechazado en un doble suicidio, con eso en mente, Westcott rió de nuevo. A pesar de no saberlo, sus rasgos faciales seguían distorsionados en forma de sonrisa.

Sin embargo, era solo cuestión de tiempo. Incluso como Espíritu, no duraría mucho más. En efecto, su conciencia comenzó a perderse a medida que el tirón de la mano del Shinigami se acercaba.

Sin embargo-

— ¡…Ike!

En ese momento, como para devolver la conciencia a Westcott, una voz resonó.

Por lo que se veía, Ellen se había apresurado con una expresión pálida y espantosa en su rostro. Parecía que ella estaba a salvo.

—Hola… Ellen.

—Ah, Ike— ¡Esas…! Tenemos que dirigirnos al Realizador médico de inmediato…

Ellen de repente dejó de hablar. Quizás, mientras cubría el territorio voluntario para transportar a Westcott, se había dado cuenta de que era demasiado tarde incluso con el dispositivo médico Realizer.

—A-ahh…

Ellen cayó al suelo sin poder hacer nada. Entonces, como para emparejar esa acción…

—… Ike.

Otra voz había venido llamando el nombre de Westcott.

Era una voz más profunda que Ellen. No obstante, Westcott pronto reconoció a la persona, ya que, además de Ellen, solo había otra persona que llamaba a Westcott por ese apodo.

—… Ah, Elliot.

Cuando Westcott respondió, al borde de su vista, un hombre que estaba en una silla de ruedas y una mujer parecida a Ellen habían aparecido.

Elliot Woodman y Karen Mathers. Los fundadores de <Ratatoskr> y antiguos compatriotas de Westcott.

— ¡…!

Ellen levantó la cara y miró furiosa a Woodman y Karen. No se pudo evitar.

El rencor de Ellen contra Woodman era diferente de cualquier otra persona. Era suficiente estar contento de hablar de querer matarlo. Sin embargo, Ellen no lanzó maldiciones ni saltó para atacarlo. Mientras apretaba con la parte posterior de sus dientes, ella comenzó a rogar.

—Por favor, Elliot… Ike…, ayuda a Ike. ¿No puedes hacer eso? Haré lo que sea, escucharé lo que digas, por favor.

—…

Al ver el rostro lloroso de Ellen, Woodman bajó los ojos en silencio. No fue ni un rechazo ni un acto de maldad. Simplemente, no había nadie en el mundo que pudiera evitar que Westcott muriera ahora.

—Ahh…

La voz de Ellen temblaba mientras derramaba lágrimas. Al ver así a su hermana, Karen dio una leve mirada desgarradora.

—Fu, fu… qué molestia. ¿Viniste a reírte de mí, Elliot?

—… Vine aquí para ver la muerte de mi amigo. ¿Es una historia tan graciosa, Ike?

Mientras Westcott preguntaba con voz ronca, Woodman respondió en voz baja.

—Oh, es cierto. Esa fue una pregunta tonta. Incluso si los métodos fueran diferentes, eres ciertamente, mi amigo, además… —Westcott torció sus labios para contar una broma—Somos compañeros, camaradas que fueron sacudidos por la misma mujer.

—…

Tras escuchar lo que Westcott había dicho, Woodman se le quedó mirando fijamente por un momento antes de soltar un suspiro brusco.

—Jaja… seguro.

—Fu─fu.

Westcott sonrió un poco cuando su visión del mundo comenzó a desdibujarse de nuevo. Ellen, Karen, Woodman.

Amigos jurados que habían quemado su ciudad natal y juraron vengarse juntos, los compañeros más antiguos de Westcott. Tales miradas uniformes dirigidas a Westcott, expresando intenciones de tristeza.

Ah…

Westcott recordó una extraña sensación.

Recuerdos de su infancia, de cuando su madre fue colocada y enterrada en un ataúd.

De la perspectiva de la madre, la sensación de la mirada de todos por el servicio funerario. Ellen estaba llorando, Karen estaba mirando hacia abajo, y Woodman estaba mirando tranquilamente.

Diferentes formas, pero había tristeza y luto llenos de desesperación.

Las miradas de sus amigos y el hecho de que él era el que moldeaba estas expresiones faciales, el hecho de estar en el centro de esta desesperación.

Para Westcott, era cómodo e irresistible.

…Qué… era tan simple… no es así…

El mago Isaac Westcott, con entusiasmo extático, cerró lentamente los ojos.

***

— ¡Shidou! ¿Estás bien, Shidou?

—Uh… ah…

Mientras su cuerpo estaba siendo sacudido violentamente, Shidou abrió gradualmente sus párpados.

Parecía haber perdido el conocimiento. A medida que su vaga conciencia despertaba, el paisaje circundante y sus circunstancias actuales comenzaron a formar una imagen real.

En primer lugar, Tohka había estado sacudiendo su cuerpo. Con una mirada preocupada, ella había estado pronunciando el nombre de Shidou varias veces.

No, ella no estaba sola. Varios Espíritus se habían reunido con Shidou en el centro.

Origami, Kotori, Yoshino, Kaguya, Yuzuru, Miku, Natsumi, Nia, Mukuro, y también Kurumi. Mirando hacia atrás, también reconoció que Mana y Maria también estaban presentes.

Shidou estaba acostado en una playa costera durante la noche. El cielo estaba lleno de estrellas parpadeantes cuando se escuchaban los débiles sonidos de las olas. Era un lugar muy romántico. ¿Por qué estaba en un lugar así?

—…

Cuando comenzó a reconocer lo que lo rodeaba, Shidou volvió a saltar como un juguete cargado con un resorte. Ignoró el dolor sordo que golpeaba su cuerpo mientras miraba alrededor para mirar las caras de todas.

— ¡…! ¡Shidou!

—Mun… finalmente te despertaste. Estaba preocupada.

—Alivio. Kaguya estaba ladrando y llorando en el pecho de Shidou con preocupación.

— ¿¡No he hecho tal cosa todavía!?

Mirando al recién despertado Shidou, todos los Espíritus soltaron un suspiro de alivio uniforme. Sin embargo, no hubo tiempo de devolver esa respuesta. En este momento, sólo había una cosa en la mente de Shidou. Puso su mano aferrada al hombro de Tohka para apoyarse.

—Tohka. Mio está…

—…

Al escuchar las palabras de Shidou, Tohka contuvo el aliento.

Más que palabras, fue un silencio elocuente. Solo eso fue suficiente para contarlo todo.

—Oh, ya veo.

Shidou bajó su mano sin poder hacer nada.

Una tremenda sensación de impotencia atormentaba todo su cuerpo.

Había intentado todas las ideas posibles. Todos habían prestado su fuerza y arriesgado sus vidas. Pero en el nuevo futuro se dio cuenta de que Mio se había ido.

Esa realidad pesaba en la mente de Shidou sin remordimientos.

Sin embargo, Shidou se resistió a contener las lágrimas antes de que pudieran derramarse mientras respiraba un poco.

—Ah… Estoy sacudido. Shin es mejor que yo.

Escuchando lo que Shidou había dicho, los Espíritus después de un shock momentáneo, dejaron escapar una sonrisa amarga.

—Oh… bueno, entonces no se puede evitar. Como un raro playboy, ¿cómo podrían estar tus dientes frente a una pareja de amor tan puro?

Kotori habló mientras se frotaba los hinchados ojos rojos. Shidou solo pudo encogerse de hombros en consecuencia.

Pero entonces, en ese momento.

En el cielo completamente oscuro, una pequeña luz parpadeante se balanceó lentamente y cayó.

— ¿Huh…?

Shidou levantó sus ojos, muy abiertos, enfocando a esa luz.

Entonces, como si la luz fuera llevada a Shidou, lentamente descendió frente a todos.

—Esto es…

Después de verlo, la expresión de Shidou fue teñida por un estado de shock.

No obstante, las respuestas de todos los Espíritus fueron todas iguales. Todos los que reconocen la fuente de esa luz estaban mirando asombrados.

Pero no había nada que se pudiera hacer. Después de todo, lo que flotaba allí era un objeto parecido a una gema que irradiaba varios colores: un Cristal Sephira.

… Por encima de todo, era un oso de peluche con muchos moretones.

En el momento en que Shidou lo reconoció, el oso de peluche se deslizó hacia abajo desde el Cristal Sephira. En ese momento, Shidou lo atrapó en sus manos.

Sin duda alguna, se trataba del juguete de peluche que Reine siempre llevaba consigo.

No, no solo eso. El actual Shidou también podría entender. El oso de peluche fue un regalo para Mio de Shinji hace más de treinta años.

Durante las últimas tres décadas, fue un objeto meritorio que apoyó el corazón de Mio detrás de escena. Seguramente, Mio no quería borrarse junto con un objeto tan preciado, por lo que debe haberlo dejado para Shidou.

El animal de peluche había visto la prueba del tiempo. Hubo rastros de reparaciones realizadas en todo el cuerpo, con parches de diferentes colores que marcaron las áreas dañadas.

Con el poder de Mio, hubiera sido más fácil reparar los daños. Pero parecía que se había molestado en hacer todas las reparaciones completamente a mano.

Probablemente, ella no podría soportar hacerlo. Si lo hubiera restaurado por completo, se habría sentido como un oso de peluche diferente al que recibió de Shinji…

—… Ah…

En el momento en que reconoció esto, las lágrimas comenzaron a desbordarse de los ojos de Shidou.

—Ah… ah…

A pesar de no querer dejar que todos se preocupen, las emociones que él mantuvo empujando hacia atrás hasta ahora llegaron a su límite y se desbordaron sin pausa.

Con una voz temblorosa, Shidou se rompió mientras sostenía el peluche.

— ¡…Mio…Miiiiio…!

Una niña gentil pero también triste.

Creada de una manera distorsionada, atrapada en un conflicto sin saber nada, habiendo cometido un delito que no pudo expiar.

Una vida de ninguna manera capaz de alcanzar la paz.

—Tú…, pudiste reunirte con Shin, ¿verdad?

Con una voz rota, Shidou levantó su rostro cubierto de lágrimas una vez más.

Entonces, como respondiendo a eso, el Cristal Sephira que brillaba como una luz de color arco iris se balanceó y se fundió y desapareció en el aire.

—Mio…

Pero en ese momento…

— ¿Eh?

Shidou dejó escapar en shock.

El Cristal Sephira de Mio había desaparecido.

De repente, alguien se acercó y lo agarró.

Ante la situación inesperada, Shidou estaba sin aliento, e inmediatamente miró al dueño de esa mano.

— ¿Qué…?

Y perdió sus palabras por un momento.

La identidad de la persona, que estaba tomando posesión del Cristal Sephira de Mio, estaba realmente más allá de la imaginación.

— ¿Toh…ka?

Es correcto.

En medio del asombro de todos, la única que extendió su mano fue… Tohka.

—… Es muy malo, pero tomaré esto.

Tras decir eso, Tohka acercó el cristal Sephira y lo presionó contra su pecho.

Inmediatamente, el Sephira de Mio se hundió en el pecho de Tohka, justo como cuando Kurumi recibió el Cristal Sephira de Nia.

—Tohka, ¿qué?

En el momento en que Shidou seguía hablando…

… El mundo fue cubierto por la luz.

– FIN DEL VOLUMEN 19 –