Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 2

Capítulo 2: La Chica Asesina

Parte 3

A la mañana siguiente, Rio salió de la posada antes de que saliera el sol.

“Muchas gracias por curar a ese patrón herido anoche. La situación fue contenida gracias a usted,” dijo Rebecca, inclinando profundamente su cabeza hacia Rio en la recepción.

“Por favor, no te preocupes. No es algo por lo que debería estar agradeciéndome, señora.” Rio agitó la cabeza con una sonrisa forzada.

“No, fue culpa mía… No intervine antes.”

“Los aventureros luchando en los bares es algo cotidiano. Tú no puedes permitirte el lujo de romper todos y cada uno de ellos. Los culpables aquí son las partes interesadas: yo y los otros dos hombres.” Rio defendió a Rebecca para que no se sintiera tan culpable.

Anoche, Rebecca había sido la que trajo agua y un balde a la habitación de Rio. Se había disculpado muchas veces en ese intervalo, lo que hizo que Rio se sintiera muy mal por ella.

“Así que, por favor, no dejes que te moleste. Debo irme ahora,” dijo Rio, tratando de salir lo antes posible.

“Umm, ¿te gustaría llevarte una lonchera en vez de un desayuno? Por favor, espere aquí un momento, voy a empacar ahora mismo. También te devolveré los gastos de la habitación.” Rebeca tomó un monedero del mostrador; probablemente lo había preparado de antemano. Rio agitó la cabeza con nerviosismo.

“No hay forma de que pueda aceptar un reembolso. He recibido más que suficiente servicio de esta posada.”

“Entonces déjame hacerte el almuerzo, al menos. Después de todo, el desayuno está incluido en la tarifa.”

Sin esperar la respuesta de Rio, Rebecca colocó el monedero sobre el mostrador e hizo una carrera hacia la cocina.

Ella es una persona honesta y buena, pero en lugar de emitir un aura sabia, parece ser del tipo que se deja engañar fácilmente… Rio notó su impresión de Rebecca. Miró hacia la cocina para ver a Chloe y a otra chica desconocida con un delantal que lo vigilaba. Se escondieron en el momento en que sus miradas se encontraron con las de Rio.

¿Chloe… y su hermanita? Ella es joven.

Mientras que Chloe tenía unos diez años, su hermana era claramente mucho más joven. Tener a alguien tan joven ayudando en la posada proporcionó más que suficiente evidencia de que Rebecca estaba luchando.

¿Este lugar está siendo dirigido por tres chicas? No veo ninguna señal de un marido. Rio no había visto a un propietario desde que entró en esta posada. Él había pensado que el hombre podría haber estado trabajando en la cocina, pero la cocina estaba siendo manejada por Rebecca.

… Bueno, lo que sea.

No tenía nada que ver con él, así que Rio decidió no meterse más en sus asuntos. Fue entonces cuando Rebecca regresó con una lonchera bien envuelta.

“Perdón por la espera. Lo llené de comida para el desayuno y pan. Chloe se levantó temprano para hornearlo, así que espero que lo disfrutes.”

“Gracias por tomarse la molestia. Por favor, hágaselo saber a Chloe también,”

“¡Hey! ¡He vuelto!”

Justo cuando Rio le daba las gracias con una sonrisa, un borracho entró en la posada. Vió a Rebecca y se tambaleó hacia ella.

“¡Cariño! ¡No me digas que volviste borracho otra vez!”

“¡Cállate! ¡Puedo beber cuando quiera!” Con un grito, el hombre de repente golpeó a Rebecca.

Rio se sorprendió, adivinando que era su marido. Y a juzgar por cómo volvía a casa borracho a primera hora de la mañana, probablemente no era uno de los buenos.

Un sentimiento insoportable se apoderó de Rio, pero no quiso actuar y complicar sus asuntos familiares más de lo que ya lo estaban.

“Ugh…”

Pero no pudo evitar sentirse impotente al ver a Rebecca tocar donde fue golpeada por el dolor. Rio suspiró y se acercó a ella. Fingió cantar un hechizo, y manipuló su esencia para curar su dolor.

“¿Eh? ¿Ya no duele? ¡Gracias!” Rebecca hizo una cara de sorpresa ante la desaparición del dolor, pero al instante entendió lo que Rio había hecho e inclinó la cabeza en gratitud.

“¿Qué? ¿Qué hizo?” Mientras tanto, su marido miraba a Rio con indignación. No entendía lo que Rio había hecho, y estaba de peor humor después de ver a Rebecca siendo defendida.

“¡Basta ya! ¡Es uno de nuestros clientes!” Rebecca trató de pararse frente a su esposo en pánico.

Sólo te golpearán de nuevo haciendo eso…

Rio estaba harto. Sabía que ella era una mujer con un alto sentido de la responsabilidad, pero esto no tuvo mucho tacto.

Ciertamente, el temperamento de su esposo se encendió y trató de golpearla una vez más. Con un suspiro, Rio cerró la brecha entre ellos, neutralizó los movimientos de su esposo y tocó suavemente la cabeza del hombre.

“[Purgo]”

La mano de Rio comenzó a brillar débilmente mientras cantaba un falso hechizo una vez más. Pasaron varios segundos hasta que el marido recuperó la cordura.

“Es una magia que desembriaga. ¿Te sientes renovado ahora?” preguntó Rio en tono frío.

“¿Eh…? S-sí. Lo siento,” dijo el esposo, perplejo por su repentinamente claro estado de ánimo.

“No te disculpes conmigo, discúlpate con Rebecca,” dijo Rio con voz cansada, mirando a la mujer. Su marido se volvió hacia la dueña con una mirada culpable en su cara.

“Lo siento.”

Aunque era un borracho furioso, no parecía ser irrazonablemente violento cuando estaba sobrio.

“¡Lamento mucho las molestias!” Rebecca inclinó su cabeza en Río en extrema gratitud.

“No, yo debería ser el que se disculpara. Gracias por el almuerzo. Adiós ahora.” Rio decidió despedirse antes de que las cosas se complicaran, y luego abandonó la posada.

Bueno, eso no solucionó nada…

Lo más probable es que la escena que había ocurrido en la posada en este momento se repita en el futuro. Sus acciones no tenían sentido… Una solución temporal en el mejor de los casos. El pensamiento hizo que su mañana fuera un poco más sombría.

Es hora de que nos movamos. Decidió dejar la ciudad y dejar atrás su mal humor lo antes posible.

Después de caminar un rato hacia el este por la carretera y adentrarse en el bosque, Rio comprobó si había alguien cerca, antes de desviarse deliberadamente de la carretera. Todavía era temprano en la mañana, así que la niebla del bosque hacía que todo fuera difícil de ver. Rio comenzó a correr tranquilamente.

Poco después de haber cambiado de ritmo, descubrió una figura tendida en el suelo a su paso. Se acercó a ella para ver que había una persona allí, tumbada boca abajo.

Incluso un solo paso fuera de las murallas de la ciudad te exponía al riesgo de ser atacado por monstruos y animales carnívoros; ese riesgo aumentaba exponencialmente una vez que entrabas en el bosque propiamente dicho. Esta persona podría haber sido el resultado potencial de ese peligro, pero era posible que se hubiera desplomado en medio de su viaje.

Con ese pensamiento en mente, Rio se acercó al cuerpo.

Llevaba una bata que cubría toda su figura. A juzgar por el tamaño, Rio pensó que era un niño.

¿Por qué un niño está tan lejos aquí…?

Fue un poco perturbador, pero el solo hecho de abandonarlo dejaba un mal sabor de boca en Rio, así que decidió de mala gana llamarlo.

“Oye, ¿está todo bien?” Preguntó mientras lo sacudía, pero no hubo reacción, aunque pudo sentir un poco de calor corporal a través de la bata.

Así que está todavía vivo. Rio se relajó un momento e intentó espiar su rostro a través de la abertura de su capa.

De repente, la persona, una niña, se dio cuenta, abrió los ojos; emitieron una débil y asesina intención. Rio dirigió su mirada a la mano de la niña, sólo para ver un cuchillo con una hoja larga en la mano.

La niña empujó el cuchillo hacia el cuerpo de Rio, pero él se retorció con un movimiento de retroceso, evitando el ataque. El cuchillo de la niña se había balanceado por el espacio vacío, y por poco le faltaba. Sin embargo, parecía como si hubiera leído su primera evasión mientras se movía sin problemas para usar un ataque de seguimiento.

Con un fuerte soplo de aliento, la chica sopló al cuello de Rio. En su boca había una pequeña flauta, una cerbatana.

Rio sintió un dolor en el cuello que le hizo fruncir el ceño. Pero sabía que tenía que crear distancia entre ellos, en primer lugar, y reflexivamente empujó a la niña, mientras daba un paso atrás.

La capucha de la niña se cayó hacia atrás, revelando una cara muy linda y un pelo naranja pálido que llegaba hasta los hombros. Parecía ser dos o tres años más joven que Rio, pero había una aterradora cantidad de intenciones asesinas a sangre fría acechando en sus ojos escarlatas. Dos esponjosas orejas de zorro salieron de su cabeza, exigiendo fuertemente atención a su presencia.

¿¡Una hombre bestia!? Los ojos de Rio se abrieron de par en par ante los rasgos de la niña. De repente, toda la fuerza de su cuerpo se agotó al caer de rodillas.

El dardo de su cerbatana había sido cubierto con un veneno de acción rápida, Rio determinado. Se sacó el dardo del cuello con una mano temblorosa. Entonces, antes de que el veneno pudiera viajar por todo su cuerpo, cubrió la herida con su mano y secretamente comenzó a neutralizar el veneno sin que la niña se diera cuenta.

La niña asumió que no tenía ninguna forma de antídoto y lo observó, esperando a que el veneno circulara a través de él.

Mientras tanto, mientras Rio administraba su capacidad de desintoxicación, observó cuidadosamente la cara de la niña. Había leído acerca de ellos en libros antes, pero esta era la primera vez que veía una hombre bestia de verdad.

Los hombres bestias y otros semi-humanos rara vez eran vistos si uno vivía una vida normal en la región de Strahl, por lo que la sorpresa de Rio estaba justificada.

Los dos se miraron el uno al otro mientras Rio continuaba removiendo el veneno de su cuerpo. Una vez que se sintió listo, y comprobó la fuerza de su agarre, le dio a la niña una pequeña sonrisa. La niña finalmente notó que el color estaba, por alguna razón, volviendo a la cara de Rio. La sorpresa apareció en su cara sin emoción.

Rio vigilaba a la niña por si se movía mientras se quitaba la mochila y la dejaba caer al suelo, lo que la hacía más ligera al instante. Ahora, estaba listo para una pelea.

En el momento siguiente, la niña irrumpió en una carrera hacia Rio con una velocidad tremenda. Probablemente había usado Augendae Corporis de antemano, pero, aunque lo hiciera.

¡Ella es muy rápida!

Rio se sorprendió de lo rápido que era su ráfaga de velocidad; de todas las personas que había conocido, hasta ahora, ella era definitivamente la más rápida. A pesar de su corta edad, sus habilidades naturales como hombre bestia probablemente habían despertado… Pero eso no significaba que Rio tuviera que quedarse atrás. Él podía manipular su esencia para permitir que su cuerpo superara sus límites físicos, y sacar a relucir sus habilidades también.

Rio dejó fluir su esencia fuera de su cuerpo, lo que instantáneamente lo fortaleció. Luego, a una velocidad igual a la de la chica, se lanzó a un lado. Los ojos de la niña se abrieron un poco a la velocidad de Rio, pero ella cambió su trayectoria para que coincidiera con la de él.

Así que es capaz de mantener el ritmo…

Rio siguió sus movimientos con calma mientras sacaba un cuchillo de su túnica. Se lo tiró a la pierna, pero la chica saltó para evadirlo. Agarró una rama de tamaño moderado y se levantó, saltando ligeramente de rama en rama para treparse a un árbol. Rio irrumpió en una carrera, más rápido que el viento, cargó directamente hacia la niña, haciéndola meter la mano en su bata con pánico. Sacó varios cuchillos y los arrojó a Rio.

Rio sacó su espada larga de su vaina en el aire; aunque no era nada llamativo, un herrero bastante famoso había forjado su afilada hoja. Como prueba de ello, la hoja de la espada brillaba con fuerza. Rio blandió su espada contra los cuchillos que se acercaban.

El estridente sonido de metal chocando con metal resonó por todo el bosque. Rio había previsto la trayectoria de los cuchillos de la niña y los había tirado al aire. Devolvió su espada a su vaina cuando la niña descendió rápidamente del árbol. Al mismo tiempo, Rio saltó al árbol donde la niña acababa de estar.

La fuerza de su salto rompió la rama que tenía debajo de él, haciendo que se moviera a otra rama cercana. Luego cayó al suelo una vez más… Pero la muchacha se acercó a él, ya que se había anticipado al momento de su aterrizaje. Empujó el cuchillo con la mano derecha hacia el torso de Rio, pero Rio movió tranquilamente su mano izquierda, deteniendo su ataque con el cuchillo. Luego también movió su mano derecha; usando la palma de su mano, contrarrestó el ataque de la niña con un golpe en la barbilla. Pero la chica movió la cabeza hacia un lado, evadiendo la palma de su mano. Ella giró el cuchillo en su mano, intentando golpear de nuevo el cuerpo de Rio.

Probablemente también había veneno en el cuchillo.

Rio utilizó sus impecables movimientos defensivos y su refinado juego de piernas para seguir esquivando los ataques, pero la niña se negó a rendirse. Perseverantemente trató de aterrizar una vez más su ataque.

Sus feroces ataques continuaron durante un tiempo, pero Rio observó meticulosamente sus movimientos, y evitó cada uno de sus ataques con simple precisión. Solo el lastimoso sonido de la espada cortando a través del espacio vacío resonó por el aire.

Eventualmente, la niña se dio cuenta de la diferencia en su capacidad. Su cara sin emoción comenzó a mostrar signos de impaciencia a medida que sus movimientos se volvían más bruscos. Rio había visto a través de los hábitos de la niña, y en ese momento, estaba creando deliberadamente oportunidades para que ella atacara. La chica cayó completamente en su trampa, moviendo el cuchillo horizontalmente hacia su cara.

Te estás concentrando demasiado en apuñalar.

Rio se lanzó hacia atrás para evitar la puñalada. Simultáneamente, cronometró una patada a los pies de la niña justo cuando ella sacudió su cuchillo, y la desequilibró. Luego agarró a la niña de los brazos y la desarmó del cuchillo, tirándolo con vigor. Él arrojó a la niña hacia atrás a un árbol, pero ella volteó en el aire para recuperar el equilibrio y aterrizó junto al árbol sobre ambos pies, negando su impulso. Pateó contra el tronco como un trampolín y se lanzó de nuevo al aire, sacando un cuchillo de repuesto de su bolsillo. Ella la empujó hacia adelante, apuntando al corazón de Rio.

Es como ver cómo se mueve un animal… Rio se encontró con el temor de los sentidos de combate de la niña, pero lo manejó con calma.

Agarrándola del brazo mientras ella saltaba hacia él, él la arrojó por encima del hombro y al suelo con fuerza.

“¡Guh….!” Esta vez fue ella la más afectada por el impacto en su espalda, lo que le hizo gemir de dolor. La fuerza de sus miembros se agotó, haciendo que soltara el cuchillo. Rio pateó el cuchillo y se puso a horcajadas sobre el cuerpo de la niña, sujetándola.

“Se acabó. Puedes entender mi discurso, ¿verdad?” dijo, presionando su peso sobre ella. No se perdió el breve parpadeo de miedo en los ojos de la chica sin emoción.

“¡Uuh… Uwah! ¡N-No! ¡No! ¡Nooo! Quiero… ¡Quiero morir…!” Ella luchó, moviendo la cabeza con un violento malestar.

“¡O-Oye, cálmate!” dijo Rio, tratando de calmar a la chica desesperada.

“¡E-Eek! ¡Sálvame! ¡Mamá! ¡Mamá…!”

Era difícil de creer que era la misma chica que había peleado tan tranquilamente antes. Ella no estaba en condiciones de mantener una conversación, una vez que él lo determinó, Rio puso su mano sobre la cabeza de la niña e imitó la magia de sueño para ponerla a dormir por la fuerza. El cuerpo de la chica se quedó completamente inerte.