Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 2

Capítulo 1: Viaje al País Vecino

Parte 2

Habían pasado tres días desde que Rio dejó la capital de Beltrant.

Él continuó su camino hacia el este, apuntando a las lejanas tierras de la región de Yagumo. Al hacer pleno uso de su esencia para mejorar sus habilidades físicas y corporales, casi había llegado al país vecino de Beltrum, el Reino de Galarc.

Aun así, su velocidad casi sobrenatural habría atraído una atención no deseada si hubiera usado los caminos, así que se movió a través de los bosques de la montaña. Debido a esa decisión, su ruta se hizo innecesariamente más dura: había una mayor posibilidad de encuentros con monstruos y otras bestias peligrosas, lo que provocaba que la fatiga se
acumulara en su cuerpo físico. Sin embargo, mientras que Beltrum era más ancho horizontalmente, Galarc era más ancho verticalmente, lo que significaba que Rio no tardaría tanto tiempo en cruzar el país horizontalmente.

Al este del Reino de Galarc estaba la tierra salvaje, una amplia área de tierra que existía fuera del control humano. No había carreteras ni mapas dibujados, y el terreno en sí era accidentado, por lo que Rio previó una caída en su velocidad de movimiento cuando llegó a ese punto. Y mientras que la región de Yagumo estaba justo más allá de la tierra salvaje, se decía que seguir los senderos sin huella a pie podía llevar años. Las bestias y los monstruos que se podían encontrar en la zona eran mucho más feroces que los que se encontraban en la región de Strahl, lo que hacía que el viaje en sí mismo pusiera en peligro la vida.

A pesar de esto, Rio eligió dirigirse a Yagumo de todos modos, quería ver la ciudad natal ancestral de la que hablaba su madre en su infancia, construir tumbas para sus padres y organizar los complicados sentimientos que guardaba en su corazón.

Dejando todo eso a un lado por ahora, sin embargo… Por el momento, el tiempo acababa de llegar a las horas de la tarde. Rio pronto cruzará la frontera con el Reino de Galarc.

Debería revisar los caminos sólo una vez. Puede haber una ciudad cerca, donde pueda hacer una parada un poco.

Una vez que Rio llegó a esa decisión, se acercó a un árbol alto cercano y escaló su alto tronco en un abrir y cerrar de ojos. Desde arriba, miró a su alrededor y calculó su posición usando el sol. Dirigió su mirada hacia la dirección hacia la que tenía que ir, y vió bocanadas de humo que se elevaban en la distancia. Probablemente fue producido por un asentamiento humano; la cantidad de humo sugería que era una ciudad.

Con su destino decidido, Rio bajó del árbol. Una vez que se puso en pie con seguridad, adivinó la ubicación de la carretera hacia la ciudad y corrió hacia ella. Mientras se encontraba con una serie de goblins y orcos en el camino, los dejó en el polvo de su abrumadora velocidad. Sería una pérdida de tiempo y energía detenerse y luchar contra todos y cada uno de ellos, como una especie de tonto justo, así que lo máximo que hizo fue interceptar a una manada de ágiles lobos que le rodeaban mientras pasaba, como una advertencia para ellos.

Rio evadió hábilmente el denso crecimiento excesivo mientras corría con pasos ligeros. Unos diez minutos después, vió un camino que atravesaba el bosque. Se ralentizó, pisando con firmeza el suelo para acabar con su ímpetu y saltó a la carretera. El camino tenía unos diez metros de ancho, lo que era suficiente para que un carruaje tirado por caballos pasara fácilmente. Una vez que confirmó que no había nadie más cerca, se puso en marcha a una velocidad que no causaría sospechas si se le veía.

Unos veinte o treinta minutos más tarde, llegó a su ciudad de destino.

La carretera de entrada a la ciudad estaba ocupada por carruajes de visita y viajeros a pie. Rio los siguió desde atrás a distancia. Las tierras cercanas a la ciudad estaban esparcidas con campos de trigo, granjas de hortalizas, viñedos, pastos y granjas de ganado; Rio podía ver a los agricultores trabajando aquí y allá. Entonces, después de seguir la carretera durante un tiempo, las murallas que rodeaban la ciudad salieron a la luz.

La ciudad todavía parecía estar en desarrollo, ya que parecía haber secciones de la muralla que todavía se estaban construyendo. Rio pudo ver varias figuras trabajando enérgicamente.  Espero que mi estado de buscado no haya llegado a Galarc todavía… Mientras miraba a la gente que vivía desde lejos, Rio consideró sus problemas actuales.

En la actualidad, Beltrum y Galarc son aliados. Si el Reino de Beltrum buscaba la acción de Galarc, entonces el cartel de Rio podría tener validez también en este país.

Y había algo más que tener en cuenta: en la región de Strahl, había artefactos antiguos conocidos como aeronaves encantadas. Podían volar por el aire a una velocidad media de algo menos de 50 nudos, por lo que era más que posible que la noticia de su situación ya hubiera llegado a Galarc.

Tendré que revisar el tablón de anuncios cerca de la puerta de la ciudad primero. Si todo parece estar bien, iré a buscar algo de comida. Entonces tengo que enviar una carta a la profesora Celia y decirle que estoy a salvo… Rio contaba sus tareas con sus dedos.

En realidad, en ese momento no tenía suficiente comida. El problema del cartel de búsqueda en la capital le hizo huir del país antes de tiempo, dando prioridad a su huida sobre la compra de más alimentos. Por eso tuvo que reabastecerse absolutamente de provisiones para su viaje aquí en el Reino de Galarc antes de aventurarse en la tierra salvaje.

Rio se preparó y se puso la capucha de la bata que había comprado en Beltrum.

Caminó hacia la puerta que servía de entrada a la ciudad. Al lado de la puerta había un tablón de anuncios con varios avisos oficiales. Entre ellos había carteles detallados de búsqueda y captura, y Rio echó su mirada sobre ellos uno por uno.

Mi nombre… no parece estar aquí.

Incapaz de encontrarse en el tablero, Rio dio un suspiro de alivio. Su expresión se relajó ahora que sabía que podría pasar por la puerta de entrada a la ciudad.

Y con eso, comprensiblemente, su hambre se multiplicó por diez. Aparte de pequeñas pausas de agua, no había consumido nada mientras corría.

Al lado de la puerta, justo al lado del tablón de anuncios, había filas de varios puestos callejeros apretados como un mercado. También había bares y posadas baratas. Debido a que las puertas estaban cerradas por la noche, se podían encontrar lugares como éste fuera de las murallas de cualquier gran ciudad.

Pero en este momento, Rio se sentía atraído por los puestos de comida más que por cualquier otra cosa. Probablemente había muchos restaurantes deliciosos dentro de las murallas de la ciudad, pero él no estaba interesado en salir de su camino para encontrarlos.

Puedo comprar algo en un puesto mientras reúno toda la información que puedo.

Atraído por los olores apetitosos, Rio dejó que sus pies lo llevaran adelante. Se detuvo frente a un puesto que vendía brochetas de carne a la parrilla. No había otros clientes en ese momento, así que se adelantó.

“¿Señor? Por favor, deme tres pinchos.”

“Suena bien. Serán seis monedas de cobre pequeñas.”

Rio puso en su orden con una sonrisa amistosa, a lo que el dueño respondió con una voz alegre.

“Aquí está un cobre grande.”

“De acuerdo. Aquí están sus cuatro cobres pequeños, dignos de cambio… y aquí están las cosas. Coma.”

Después de cambiar la moneda, Rio tomó la comida en sus manos. El pincho de carne de res estaba sazonado simplemente con sal, pero estaba recién asado, y desprendía un aroma que le daba hambre. Perfecto para llenar un estómago hambriento. La carne en sí no era de alta calidad, y era bastante difícil de masticar, pero Rio terminó los pinchos en un instante.

“Jeje. Sí que comes bien, muchacho,” dijo feliz el dueño mientras se frotaba la nariz.

“Eso es porque lo cocinó bien, señor. Por cierto, ¿podría contarme un poco sobre este país? De hecho, he venido aquí desde el campo de una nación mucho más pequeña,” preguntó Rio en un tono educado pero amistoso.

“Claro que sí. Debes ser un aventurero novato. ¿Tengo razón, muchacho? La mayoría de los aventureros novatos de tu edad se cansan desde el principio, pero por lo que puedo ver, no pareces muy arrogante, así que lo estás haciendo bien. Si quieres usar esta ciudad como tu base, te daré la bienvenida aquí.”

“Gracias.” Rio no era exactamente un aventurero, pero tampoco sentía la necesidad de corregir al hombre, así que dejó pasar el comentario.

“Claro, así que querías saber sobre este país. Bueno, está el Imperio Proxia al norte, con el que nos peleamos por medio de las naciones más pequeñas entre nosotros. Tenemos una alianza con Beltrum, situada al oeste. Luego está el Reino de Centostella al sur, con quien tampoco estamos en malas relaciones. Este es un lugar bastante cómodo para vivir, si me preguntas. Especialmente en esta ciudad.”

“Es una ciudad pequeña, pero parece animada y llena de gente.” Rio expresó el pensamiento que había tenido antes mientras observaba a los trabajadores.

“¡En eso tienes razón! Y todo es gracias a—“

” ¡La forma en que Lady Liselotte gobierna esta ciudad comercial, Amande! ¿Qué te parece, muchacho? ¿Quieres probar un poco de sopa de ‘pasta’? Es una especie de comida ‘men’ que inventó Lady Liselotte.”

El propietario del puesto de pinchos estaba aumentando la tensión en su discurso, cuando el propietario del puesto de al lado se metió de repente. Acababa de despedir a sus últimos clientes.

“Aww, hermano. Estaba a punto de decirlo yo mismo.” El dueño del puesto de pinchos se enfurruñó por el robo del foco de atención de él.

“Jeje. No digas eso, hermanito. Ibas a recomendar a ese chico, ¿no?”

Aparentemente, estos dos eran hermanos. El hermano mayor se disculpó, haciendo que el hermano pequeño se alegrara con una sonrisa.

Liselotte… Espera, ¿acaba de decir “pasta” y “men”?

Mientras los dos hermanos charlaban, los oídos de Rio se concentraron en el vocabulario que había aparecido en su conversación, porque “pasta” y “men” eran dos palabras con las que Rio, no, Amakawa Haruto, estaba bastante familiarizado. La ‘pasta’ era un tipo de cocina italiana, mientras que ‘men’ era la palabra japonesa para fideos, que derivaba de la palabra china ‘mein’. Tampoco lo eran los alimentos que Rio había experimentado comer en este mundo antes.

No había manera de que los habitantes de este mundo conocieran esas palabras.

“Sopa de pasta y… ¿men, dices?” preguntó Rio con indecisión.

“Sí. La pasta es un tipo de comida hecha de trigo procesado. Lady Liselotte dice que es un tipo de ‘men’. El único lugar que se puede comer fuera de las murallas de la ciudad es en el puesto de mi hermano,” explicó con orgullo el propietario del puesto de pinchos.

“Entonces… ¿puedo tomar una porción de esa sopa de pasta, por favor?” En este caso, ver era creer, así que Rio decidió seguir adelante y pedirlo.

“¡Ese es el espíritu! Normalmente, le cobraría ocho cobres pequeños… pero como acaba de llegar del campo, le haré un descuento. Son cuatro cobres pequeños, sólo para ti, muchacho.”

Con el descuento del dueño del puesto, Rio le entregó cuatro pequeñas monedas de cobre con agradecimiento.

“Un placer hacer negocios. Voy a cocinarlo ahora mismo, así que no te muevas. Mientras esperas, mi hermano te contará todo sobre la maravillosa Lady Liselotte.”

“Entonces, ¿si estás dispuesto a complacerme?” Con el interés despertado por la de esta chica Liselotte inventora de la pasta, Rio decidió seguir la sugerencia del hombre. Se giró para mirar al dueño del puesto de pinchos.

“Bien, déjamelo a mí. Lady Liselotte es la gobernante de la ciudad de Amande. Es hija del duque Cretia, y se graduó en la Academia Real de Galarc cuando tenía diez años. El duque Cretia la dejó a cargo de gobernar este pueblo poco después de su graduación,” explicó el dueño del puesto de pinchos de manera uniforme.

La ciudad comercial de Amande era una pequeña ciudad creada por la tala de árboles en el bosque. Se ubicaba en las zonas más occidentales del territorio del Duque Cretia, al oeste de Galarc. Hace sólo medio año que Liselotte asumió el cargo de gobernante de Amande; desde que llegó al poder, la ciudad que no había sido más que una parada para los viajeros había progresado rápidamente en su desarrollo. Ahora, Amande estaba en camino de convertirse en un sitio comercial vital que conectaba el lado oeste de Beltrum y el lado este de Galarc. La población era de unos 1.000 habitantes, pero el ajetreo de la ciudad superó con creces esa cifra.

La propia Liselotte tenía todavía once años de edad y, sin embargo, tenía en su haber una serie de logros diferentes. El dueño del puesto de pinchos habló de todos ellos con orgullo. Primero, había causado una revolución agrícola en las tierras de cultivo del territorio del Duke Cretia. Segundo, continuamente inventaba nuevos alimentos y recetas. En tercer lugar, también puso en consideración la capacidad de la gente de la ciudad para tener tiempo libre y de recreación. En cuarto lugar, también fue la líder de la mayor organización comercial de la ciudad, el Gremio Ricca. Y hubo más logros además de esos, todavía.

“Y por encima de todo,”

“… ¡Es absolutamente adorable!”

Justo cuando una expresión de encaprichamiento apareció en la cara del dueño del puesto de pinchos, el dueño del puesto de pastas interrumpió desde el lado suyo. Las palabras de los dos hermanos se superponían perfectamente.

“H-Huh…” Rio retrocedió un poco en su sincronización espeluznante, pero el dueño del puesto de pinchos no le prestó atención a la reacción de Rio mientras continuaba.

“Tampoco actúa arrogante cuando trata con plebeyos como nosotros. De vez en cuando vendrá a inspeccionar el mercado fuera de las murallas de la ciudad, y la última vez, incluso me sonrió,” dijo con una sonrisa, pero el dueño del puesto de pasta parecía exasperado por sus palabras.

“Sólo eras tú confundiendo su línea de visión. Definitivamente me sonreía en ese entonces.”

“¿¡Qué!? ¡Me temo que no puedo dejar pasar un comentario como ese tan fácilmente, hermano!”

Liselotte era básicamente la ídolo de esta ciudad. La verdad sea dicha, siendo la hija de la nobleza ya la puso fuera del alcance de los plebeyos. Tener una apariencia linda, y una personalidad amable además de eso, hizo que fuera fácil que ocurrieran malentendidos. Aun así, esta Liselotte tenía sólo once años, y los hermanos ante Rio tenían fácilmente treinta y tantos años. No pudo evitar sonreír amargamente a eso.

“Veo que ambos tienen mucho amor por Lady Liselotte,” dijo Rio en un intento de aplacarles.

“¡T-Tonto! ¡No somos lo suficientemente buenos para amarla!”

“¡A-Así es! Podemos estar felices de dar nuestras vidas por Lady Liselotte, pero eso no tiene nada que ver.” Su amor por Liselotte era tan profundo que la cara de Rio se crispó en su intento de seguir sonriendo.

“Yyy… ¡ya está hecho! Esta es la famosa sopa de pasta de mi puesto. Esta caliente… Tenga cuidado de no quemarse,” dijo el dueño del puesto de pasta, sosteniendo un tazón de madera, un tenedor y una cuchara.

“Se ve delicioso. Así que esto es sopa de pasta…. Ya veo…” Río aceptó el cuenco y miró cuidadosamente su contenido.

Dentro había un tipo de pasta que Amakawa Haruto estaba indudablemente familiarizado con los fideos italianos que se llamaban espaguetis. La sopa estaba clara, y muy probablemente condimentada con nada más que sal. Había tocino y verduras en la sopa, también, añadiendo una deliciosa fragancia al vapor que emanaba.

“Jeje, gracias. Oh, se supone que debes comer la comida ‘men’ con tenedor y cuchara.

¿Sabes cómo usarlos, muchacho?” Una buena parte de los plebeyos no tenían acceso a cubiertos como tenedores y cucharas, así que el dueño del puesto de pasta preguntó, por si acaso.

“Sí, lo sé.”

“Eso es genial. Debe haber sido bien criado, ¿eh? La mayoría de los aventureros los encuentran demasiado molestos y sólo sorben la comida agarrándola con las manos. Ellos se queman mucho.”

“Jaja, tendré que dejar de sorber así,” dijo Rio con una risa tensa mientras se agachaba en un asiento junto a la platea. Puso el cuenco sobre la mesa improvisada ante él y cogió el tenedor y la cuchara.

Mientras disfrutaba del olor de la sopa, movía el tenedor y la cuchara con manos practicadas y consideraba la textura primero. De la textura tierna y elástica, la pasta utilizada era probablemente fresca, no seca ni conservada. El sabor era simple y salado; también podía apreciar el sabor de las verduras y el tocino. Aun así, Rio hubiera preferido un sabor más picante con ajo, chiles y aceite de oliva. Pero esas cosas probablemente eran difíciles de ofrecer aquí, debido a sus costos.

Si hay fideos secos por ahí, podría llevarlos como comida en conserva en mi viaje, pensó Rio mientras el sabor nostálgico de la pasta relajaba su expresión. Si se preparaba pasta fresca, los fideos secos también deberían ser más que accesibles.

“Señor, ¿puede decirme dónde puedo comprar esta pasta?” Rio le preguntó apresuradamente al dueño sobre sus acciones.

“¿Oh? ¿También te has enamorado de la pasta, chico? Si se pasa a la tienda del Gremio Ricca dentro de las murallas de la ciudad, te venderán algo. Venden otros productos exclusivos del Gremio, así que vale la pena visitarlos. Es un poco caro, pero también venden ‘manju’ de carne en su tienda.”

“‘manju’ de carne, ¿dices?”

“Sí. Son redondos, y parecen pan, pero su textura es esponjosa y sorprendentemente suave. Y la mejor parte es que están rellenos de carne picada jugosa. Es caro, pero vale la pena intentarlo una vez.”

La explicación del dueño del puesto de pasta hizo que algo hiciera clic en la cabeza de Rio. La comida que acababa de describir sonaba muy similar a ‘nikumanju’, que eran bollos de carne que Amakawa Haruto había comido antes.

“Huh, eso suena bien. Lo probaré más tarde.” Rio le pegó una sonrisa en la cara mientras expresaba su interés, y luego reanudó su comida, en silencio, mientras procesaba sus pensamientos sobre esta misteriosa Liselotte.

Bollos de carne… bien.

Pasta, fideos y bollos de carne, todos estos alimentos existían en la Tierra, con los mismos nombres e ingredientes. ¿Cuáles eran las posibilidades de que este mundo y la Tierra tuvieran, casualmente, palabras que sonaran igual y tuvieran el mismo significado?

Él No podía ir tan lejos como para decir que era absolutamente imposible, pero…

Mientras que una palabra podría haber sido creíble, tener una segunda y tercera palabra en el mismo caso hizo que la posibilidad fuera mucho menor, especialmente porque todos eran alimentos inventados por una sola persona. Como resultado, las sospechas de Rio parecían cada vez más concluyentes.

Tal vez esta chica Liselotte estaba en la misma posición que él, sospechaba Rio. En otras
palabras… quizás alguien que vivía en la Tierra había muerto, sólo para renacer como Liselotte Cretia en este mundo. Esa persona era probablemente japonesa.

Por supuesto, también era posible que Liselotte fuera simplemente una fachada. Una tercera persona de origen japonés puede estar actuando como su cerebro, pero tampoco había pruebas de ello.

En cualquier caso, Liselotte definitivamente tenía acceso al conocimiento de la Tierra, conocimiento que probablemente estaba usando para revolucionar Amande, dedujo Rio. Pero eso fue todo lo que pensó antes de que se detuvieran. No tenía intención de perseguir agresivamente su curiosidad más allá de eso. Aunque Liselotte realmente estaba experimentando las mismas circunstancias que él, no tenía el menor deseo de conocerla y discutirlo.

Porque el humano llamado Amakawa Haruto había muerto lleno de remordimientos.

Conocerla no cambiaría nada, sólo le recordaría sus amargos recuerdos y sus apegos indeseados y persistentes, ese pensamiento por sí solo impedía a Rio actuar.

Amakawa Haruto estaba muerto.

Ahora mismo, Rio era Río, no Amakawa Haruto. Esa era la innegable verdad.

Claro, los recuerdos y la personalidad de Amakawa Haruto podrían haber residido en el cuerpo de Rio, pero estaban mezclados.

No.… ni siquiera estaba seguro de si eran reales o no.

Además, aunque volviera a la Tierra así, ya no podría vivir como Amakawa Haruto. Sería imposible, porque Amakawa Haruto tenía sus cargas, mientras que Rio tenía sus…

En cualquier caso, esta situación de Liselotte abrió la posibilidad de que otros fueran colocados en circunstancias similares a las suyas.

Rio se consideraba lo suficientemente afortunado como para aprender eso. Y aunque estaba posponiendo el asunto por ahora, si tenía suerte, puede que ni siquiera terminara siendo un problema.

En cualquier caso, no había forma de que dejaran que alguien de orígenes desconocidos conociera a una hija de la nobleza de clase alta de todas formas. Por ahora, bastaría con que pudiese relamerse ante el nostálgico sabor de esta cocina.

“Gracias. La sopa de pasta estaba deliciosa. Voy a ir a ver el Gremio Ricca ahora… Me abasteceré de pasta y probaré el manju de carne,” dijo Rio después de pulir la última cucharada de sopa de su tazón, y luego dejó los puestos atrás.

“Hasta luego, muchacho,” dijeron los dos dueños para despedirlo.

Rio se dirigió directamente a las puertas de la ciudad, donde entró en la propia ciudad y se dirigió hacia el Gremio Ricca para comprar pasta.