Assassins Pride (NL)

Volumen 2

Lección 03: El Final del Festival, o Quizás el Comienzo

Parte 2

–En primer lugar, resolvamos lo que seguramente ustedes desean preguntar más.

La directora Bramanger, dijo con un tono ligeramente duro.

El lugar era la parte más alta de la torre escolar. Después de que se bajaran las cortinas de la fiesta de fraternidad con las estudiantes de D’Autriche sin ningún otro incidente, Melida y Elise habían sido traídas aquí inmediatamente.

Dentro de la habitación, Kufa y Rosetti estaban parados detrás de cada una, además tambien estaban ahí las candidatas originales para la <Batalla de Selección de la Luna Lumiére>, Shenfa y la presidenta Christa.

Hacia las hermanas Angel quienes tenían una expresión tensa, la directora dirigió sus pequeños ojos.

–Señoritas Angel. Ustedes, ¿Cambiaron el vitral del salón?

–No.

–No.

Las voces de ambas se superpusieron y luego de mirarse entre sí, Melida como representante, respondió.

–Nosotras no lo hicimos.

–¡¡Mienten!!

Quien gritó con un evidente odio fue la presidenta Christa. Más allá de presentir que la directora preguntaría algo y además de que Melida y Elise responderían tal cosa, su atmósfera parecía como si hubiese visto el instante en el cual lo hicieron.

Ante las estudiantes de primer año cuyos hombros se estremecieron, la presidenta Christa rugió con locura.

–¿¡¡Quien más podría hacerlo excepto ustedes!!? ¡¡Me pregunto si están insatisfechas con esto!! ¡Dejen fuera a ellas que son de la Casa del Duque y elíjanme a mí!

–Christa, cálmate un poco.

Shenfa la interrumpió, pero su ímpetu de perro rabioso no se detuvo. Christa apunto su dedo índice hacia las hermanas de la casa del Duque que estaban a punto de llorar, como para apuñalarlas.

–Elise-san, durante la “Noche de Anillos”, solo tú viniste con un vestido diferente, ¿¡No es asi!? ¿¡Esta vez también querías el mismo trato especial!? ¿¡Pensaste que, si mostrabas tu propio nombre como una sorpresa, todos te alabarían!?

–Christa, ahora la directora está hablando.

–Además Melida-san, el torneo público del semestre pasado lo recuerdas bien, ¿¡Cierto!? No has olvidado las ovaciones de aquel momento, ¿¡Verdad!? ¿¡Creíste que, si realizabas una gran actuación en la batalla de selección, serias bañada por grandes aplausos nuevamente!? Es así, ¿¡Cierto!? Si hacías eso, ya nadie te volvería a llamar “chica sin talento”—

–¡¡Chris!! ¡¡Ya es suficiente!!

Shenfa gritó con fuerza y finalmente la presidenta Christa se calló.

La directora Bramanger miró a las cuatro estudiantes con una mirada de tristeza.

–Chanson-san, no, Christa-san. Quería escuchar una negativa directamente de la boca de ambas. Solo eso.

–…

La presidenta Christa guardó silencio mordiendo su labio. Claramente no estaba satisfecha, pero simplemente no interrumpiría. La directora miró a todos en la habitación y regresó a la historia.

–De cualquier manera, si no fue obra de ustedes dos, entonces la situación es alarmante. Es decir, alguien añadió a Melida-san y Elise-sana a la batalla de selección y cambió el vitral sin que nadie lo notara.

–Err…

Allí, Rosetti quien parecía incomoda levantó su mano.

–Ese culpable, es fácil encontrarlo, ¿No es así? Están las porteras del castillo de cristal después de todo, si les preguntan a ellas—ah, err, ¿No se puede?

La directora también pareciendo tener la misma opinión asintió varias veces.

–Si, nuestro escuadrón de profesoras también intentó preguntarle a las <Mascotas de Cristal> dentro del palacio, pero… aunque sea lamentable, no son seres vivos, no son más que muñecas a las que se les otorgó una función. Conectando los fragmentos de información que obtuvimos de ellas, al parecer en la noche de ayer de alguna manera, alguien se infiltró en el <Palacio Mundo de Cristal>.

–Estas dos, ¿No es asi?

La presidenta Christa murmuró con un tono espinoso y Shenfa le dirigió una mirada de protesta. Pensando que si seguían así no habría ningún progreso, Kufa le preguntó a la directora.

–¿No podríamos reelegir a las candidatas?

Por un instante, la presidenta Christa levantó su rostro, pero, la directora seguía con su mirada triste.

–… Eso es imposible. Incluso si no estaba planeado originalmente, al quitar esa cortina, declaramos hacia D’Autriche que las señoritas Angel serían las candidatas de Frideswide. En el caso de que cambiáramos de opinión después de eso, estaríamos diciendo que sacamos un nombre falso, engañamos a las estudiantes de D’Autriche y las tratamos como cretinas.

Además. La directora presionó sus cienes como si le doliera la cabeza.

–Pensándolo bien, si lo que estaba inscrito en el vitral falso fuese el nombre de cualquier otra estudiante, probablemente aun podríamos excusarnos de alguna manera. Pero, ustedes dos son <Angel>. Si cambiamos de opinión aquí, significaría que nosotros, usando el nombre de una Casa de Duques como escudo, insultamos a la academia para chicas Saint D’Autriche y menospreciamos la tradición de la <Batalla de Selección de la Luna Lumiére>, es decir estaríamos ante la peor situación en la que puedo pensar. Después de eso, ¿Pueden imaginarse lo que le pasaría a esta academia, nuestras profesoras y estudiantes?

Ya que no quiso imaginárselo, Kufa sacudió su cabeza con una expresión sombría.

En el momento en que la cortina fué quitada, incluyendo a Kufa y Melida, todas las estudiantes de Frideswide seguramente hubieran gritado “¡Ese vitral está mal!”. Antes que eso ocurriera, el juicio de la directora quien avanzó con la ceremonia rápidamente fué la mejor jugada posible, llegado a este punto podía decir eso.

En ese momento a su espalda, la puerta de la oficina de la directora fué golpeada.

Una voz que pedía permiso para entrar se escuchó y la directora dió su aprobación. Quienes abrieron la puerta y pasaron, eran tres estudiantes de D’Autriche. A la cabeza estaba la líder de la asamblea general Neige y entonces las chicas que participarían en la batalla de selección de este año, Salacha y Kira.

–Lo estamos controlando, pero la conmoción se está expandiendo entre las estudiantes. La líder Neige dijo eso primero y estrechó sus ojos pareciendo malhumorada.

–Directora, ¿Acaso esto es compasión hacia Saint D’Autriche?

–Bueno, ¿Qué quieres que diga, Tormenta-san?

–¿Consideración hacia Saint D’Autriche quien perdió el puesto de <Luna Lumiére> a pesar de que el año anterior era el lado organizador de la batalla de selección? ¿Pensó que nos redimiríamos si éramos elegidas en lugar de la Casa del Duque?

La líder Neige miró hacia abajo a Melida y Elise quienes eran de primer año. La directora se levantó de su silla.

–No, Neige-san. Frideswide está seriamente apuntando a la corona de <Luna Lumiére> por segundo año consecutivo. Las señoritas Angel ciertamente son de primer año, pero sin duda mostrarán una batalla que no será inferior a cualquier candidata a través de la historia.

–… Espero que sea así.

La líder Neige, después de regresarle una fría mirada, se dió la vuelta llevándose a sus dos candidatas.

Pensaron que se marcharía, pero primero se detuvo frente a Shenfa. Así, sin dirigirle la mirada, dijo con una voz sin sentimientos.

–… Habría sido divertido poder competir contra ti, pero es una lástima.

Sin esperar respuesta, nuevamente comenzó a moverse. Con sus pasos sonando fuertemente, esta vez salió de la habitación.

El silencio cayó, la directora Bramanger bajó sus caderas hacia la silla pareciendo un poco cansada.

–En conclusión—

La mirada de todos se reunió en el escritorio.

–Desde ahora, ya no podemos hacer cambios. Las candidatas de la Academia para chicas Saint Frideswide, para la

<Batalla de Selección de la Luna Lumiére>, serán Melida-san y Elise-san.

–¡¡No!!

La presidenta Christa gritó con una voz estridente revolviendo su hermoso cabello rubio platino. Shenfa, como si ya no pudiera seguir viéndola así, se acercó hacia ella.

–Hey, Chris, también regresemos a la habitación. Te prepararé un té caliente.

–¡¡Yo soy de tercer año!!

Sin escuchar su voz, la presidenta Christa gritó con enojo.

–¡El próximo año ya no estaré aquí! Esta batalla de selección, era la único con lo que podía compensar a esa persona… a pesar de que era mi última oportunidad… ¡Uu, uu…!

–Chris, hey, cálmate.

–¡Déjame, no me toques! ¡¡Tú más que nadie absolutamente no puedes entender mis sentimientos!!

Con su mano siendo alejada violentamente, Shenfa mostró una expresión herida. Solo eso hizo crujir aún más su corazón y desde los ojos de la Presidenta Christa, grandes lagrimas se desbordaron.

Dándole la espalda, comenzó a correr. De esa forma, sin ocultar sus sollozos, salió volando de la oficina de la directora.

Shenfa intentó perseguirla rápidamente, pero sus pies se detuvieron.

Tal vez porque pensó que una explicación era necesaria, se giró hacia Melida y Elise.

–No piensen mal. Esa chica, fué una participante de la anterior batalla de selección.

–¿Eh…?

–La representante de la vez anterior, fue la presidenta del consejo estudiantil de Frideswide de ese momento, Mirei Istonic-senpai, y ella fue su pareja, ¿Saben? En conclusión, como yo fuí elegida como <Luna Lumiére>, esa chica piensa que, “Por mi culpa Mirei Onee-sama no se convirtió en <Luna Lumiére>” y se culpa a si misma por ello.
Acercándose lentamente, ella siendo de tercer año, puso su mano en los hombros de Melida y Elise.

–Por eso, esa chica pensó que en esta batalla de selección ella misma se volvería <Luna Lumiére> e iría a ofrecerle una disculpa a Mirei Onee-sama. Por eso estaba desesperada. No es que realmente piense que ustedes son las culpables. ¿Podrían perdonarla?

–No, eso, nosotras…

Ante Melida y Elise quienes bajaron sus cabezas, Shenfa les dirigió una sonrisa madura.

Entonces, lentamente se dió la vuelta y persiguiendo a la presidenta Christa, salió de la oficina de la directora.