Date A Live (NL)

Volumen 15

Capítulo 6: La Batalla del Cosmos

Parte 1

 

 

Date A Live Volumen 15 Capítulo 6 Parte 1 Novela Ligera

 


 

El reino distante, envuelto dentro de la luz celestial de innumerables estrellas, amenazaba con sumergir cada punto de negligencia. El paisaje místico hacia que uno se pregunte si ya habían sido transportados dentro de sus propias fantasías irreales. Sumergiéndose dentro de la noche, era como si la tierra y el cielo estuvieran invertidas.

Aun así, esta descripción no era necesariamente falsa. Después de todo, Itsuka Shidou estaba en un cenit astronómico más alto que los cielos, un lugar donde se tenía al planeta tierra bajo la mirada del observador: el gran cosmos.

Todos sabían acerca del espacio. Todos estaban al tanto del vacío. Sin embargo, no muchos podían decir que habían traspasado al dominio de los dioses. Naturalmente, las diversas especies de la tierra no podrían sobrevivir en ese lugar.

No solo la ausencia del oxígeno que era esencial para que procesos biológicos ocurran, sino que los rayos cósmicos, los cuales normalmente eran bloqueados por la atmosfera, causaría efectos perjudiciales en cualquier organismo vivo. A diferencia de un paisaje fantástico, este era un mundo desolado y desprovisto de cualquier vida.

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A pesar de estas posibilidades adversas, Shidou, sin la necesidad de un traje espacial o algo para que preserve su vida, flotaba en el, siendo el centro de atención. Aunque podría ser así, era habitual. Shidou no entro al cosmos simplemente para visitarlo o vagar en él. Estaba ahí para liberar el corazón sellado de la chica solitaria que había caído en un sueño eterno en ese espacio vacío y desértico.

—…..Mukuro.

Shidou dijo con tranquilidad ese nombre.

Mukuro, Hoshimiya Mukuro. Suspiro el nombre de ese espíritu triste. Una joven chica, con un cabello dorado que flotaba y que era más largo que su cuerpo y un vestido con una temática de constelación que envolvía su estatura delgada, vagaba gentilmente en frente de Shidou. Ninguna emoción había dejado de existir en su rostro inocente. Sus increíbles ojos dorados aun veían al mundo sin una pizca de interés.

—Hmm

Mukuro ligeramente exhalo y hablo.

—Tu eres la pestilencia en su propia definición, y un pobre recuerdo para añadir.

—Sí, soy un tonto que no se da por vencido y acepta las intenciones de los demás.

Shidou levanto los bordes de su boca mientras decía eso, y Mukuro simplemente suspiro de nuevo. Sin embargo, no podía encontrar ningún sentimiento de disgusto hacia él.

Pero eso, no implicaba que lo opuesto era verdad. Para ser más exactos, Mukuro no expresaba ningún tipo de emoción contra Shidou, ya sea malicia o amabilidad. Este acto inexpresivo difería de su sentido innato de eliminar cualquier intruso en su territorio. Ese anormal estado de ánimo hacia que la palabra títere surja en la mente en Shidou.

—………..

Sin embargo, era entendible. Shidou miro al báculo en forma de llaves que sostenía en la palma de su mano. Era un ángel, el cual posee la habilidad de sellar las funciones de cualquier objeto que su punta presiona con un solo giro de su arco.

Según Mukuro, había utilizado ese poder sobre sí misma, sellando la ventana de su propio corazón. Exactamente que personalidad resulto de eso y como afecto la mente de Mukuro no estaba claro. Y a partir de ese resultado, ya sea alegría, enojo, o placer, Mukuro no poseía ninguno de esos sentimientos.

Y aun así ella, quien había perdido todo para vagar en ese lugar lejos de la superficie, no fue molestada ni observada por nadie, siguiendo solamente el propósito de un vagabundo.

Fue por esa razón que Shidou había llegado a una vez más a ese lugar después de ser rechazado anteriormente.

—Si es así, ¿Qué es lo que te pidió volver?, aunque el presente tú ya no duda.

Mukuro inclino su cabeza y preguntó eso. Probablemente se debía más a su expresión aburrida que su acto de inclinar su cabeza parecía más que una provocación burlona.

La palabra pestilencia en un sentido describía el deseo de Shidou; conquistar a los espíritus. Por supuesto, esa expresión puede sonar despreciativa para los otros espíritus; sin embargo, desde el punto de vista de Mukuro, ella no tenía ninguna intimidad con Shidou, por eso lo considera una peste.

—Eso es un hecho—vine a hablar contigo de nuevo Mukuro.

—Qué tontería. El pasado se repite; ser atraída a tu hipocresía debe confundir a Muku. Muku no ha buscado la salvación.

—Estas equivocada.

Shidou interrumpió las palabras de Mukuro con una voz seria. Miro fijamente a sus ojos y continuo.

—No vine a hablar con la tú de ahora. Vine a hablar con tu yo anterior, la verdadera Hoshimiya Mukuro cuyo corazón no fue sellado.

—¿…Huh?

Mukuro hizo un resoplido sin el más mínimo cambio de expresión.

—Al diablo con eso. ¿No crees en la identidad de Muku? Muku lo dice una y otra vez, pero tú no escuchas. ¿Con que posición, críticas a Muku?

—Es verdad, lo dijiste antes. Pero, ¿Por qué sellaste tu corazón? No he recibido una respuesta clara por parte tuya para esta pregunta.

Como si tuviera una intensa satisfacción. Shidou apretó fuertemente sus puños. Las palabras de Mukuro repentinamente aparecieron dentro de la cabeza de Shidou.

—El perjurio no cae sobre mí. ¿Preguntas el por qué? Una perdida prescindible, no, y aspectos de la desgracia que digo. Ya no sé lo que solía hacer.

En su conversación anterior, Mukuro había dicho que había sellado su corazón por su propia voluntad. Sin embargo, cuando le habían pedido la razón, dio una respuesta ambigua. Ya sea que había estado deliberadamente engañando a Shidou, o no podía recordar con mucha certeza. Sus verdaderas intenciones del por qué había tomado una decisión tan drástica no debían ser tan sencillas.

—… Ah, eso es correcto. ¿Por qué no lo noté antes?

Acompañado por un suspiro, Shidou verbalizó esa frase. No era para Mukuro, sino para sí mismo. Dirigió esa duda a su antiguo yo que había estado desconcertado cuando el rechazo de Mukuro golpeó su debilidad. Era ridículo, para él-Itsuka Shidou no ser capaz de percibir eso hasta el momento en que habló.

—Te lo preguntaré una vez más, Mukuro. ¿Por qué estás en un lugar como este, y por qué sellaste tu corazón? ¿Por qué dificultades atravesaste?

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—…………

Mukuro puso un rostro triste, con la boca cerrada. Al cabo de unos segundos, dejó escapar un suspiro.

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—Bien, de una vez por todas.

Poco después, como si sus oídos se ensordecieran ante la pregunta de Shidou, Mukuro giró a <Michael> en sus manos y señaló su punta hacia su dirección.

—Ya sea que prestes atención a mis reproches o los ignores es tu pasatiempo. Del mismo modo, sin embargo, Muku responderá a su discreción.

Mientras daba a conocer su declaración, las rocas flotantes y los escombros mecánicos que rodeaban a Mukuro bombardearon a Shidou en una explosión devastadora como si estuviera bajo su influencia visual.

—¡Ugh!

El súbito asalto obligó a Shidou a contener la respiración, aunque no era como si estuviera mentalmente desprevenido. En realidad, Mukuro también lo había atacado sin previo aviso durante su última conversación. Si Shidou no hubiera estado conversando con ella a través de una proyección tridimensional de sí mismo, indudablemente habría muerto varias veces.

Sin embargo, estar preparado no tenía nada que ver con ser capaz de reaccionar adecuadamente. El bombardeo que se aproximaba se parecía a una descarga de dardos a lo sumo. Aun así, cuando se fundía con el poder de un Espíritu, el ataque podría igualar la destrucción de una lluvia de meteoritos en miniatura. Los fragmentos de escombros cargados con una fuerza para romper huesos y desgarrar la carne mientras volaban hacia el determinado Shidou.

—Kuh…..

Shidou se defendió con ambas manos, asegurándose de proteger su cabeza al tirar su cuerpo hacia atrás. Puesto que poseía las llamas curativas de Kotori dentro de su cuerpo, a menos que lo mataran en un instante, había una oportunidad para que Shidou se recuperara por completo.

Sin embargo.

—¿¡Eh!?

Esperando ser despiadadamente cortado hasta morir, el Shidou protegido exclamó abruptamente en un ataque de incredulidad como si algo contrario a sus expectativas habría ocurrido.

Su reacción era comprensible. Después de todo, ni siquiera uno de los numerosos proyectiles que Mukuro había lanzado golpeó a Shidou. Cada uno de ellos había pasado por su lado.

Por supuesto, su suerte no se debió a que Mukuro desvió la trayectoria. Era como si el cuerpo de Shidou pudiera percibir la trayectoria de los proyectiles y simplemente evitarlos, algo similar a cómo los objetos flotando en un líquido se extienden con ondas onduladas en la superficie.

—Esto es…..

Una voz familiar resonó en el auricular de Shidou.

—No te dejaré que elimines a mi Onii-chan tan fácilmente.

Su identidad era obvia. Era la voz de la hermana de Shidou, un oficial al mando de Ratatoskr, Itsuka Kotori. Ella era la razón por la que Shidou era capaz de sobrevivir en el espacio exterior con sólo su ropa normal. Kotori y la gigantesca aeronave que ella comandaba <Fraxinus ER>, también estaban presentes allí. En cuanto al buque de guerra, actualmente estaba utilizando la cobertura de su territorio para proteger el cuerpo de Shidou, permitiendo que el sonido de su voz se propagara a través del vacío del espacio y llegara a los oídos de Mukuro.


—Sigue los mismos principios que la capacidad de evasión automatizada de Fraxinus. El territorio desplegado puede detectar cualquier entidad que se aproxima y evitar que entren en contacto con el cuerpo de Shidou.

—Ya veo…….Gracias por eso, Kotori.

Mientras Shidou mostraba su gratitud, una voz aparte de Kotori llegó a sus oídos.

—[Sólo a Kotori?]

—Jaja….A ti también, Maria.

—[Mientras seas consciente de eso. Sin embargo, por favor, abstente de confiar excesivamente en esta habilidad. En comparación con el Territorio que rodea la estructura de <Fraxinus>. Las balas impulsadas por el Espíritu o no, son simplemente proyectiles inferiores. El Territorio todavía aún puede encargarse de desechos voladores, pero no soportara el ataque de un ángel. Además-]

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Kotori abruptamente cortó la explicación de María.

—Un. Lo siento, pero no cuentes con nosotros para ayudarte en mantener tu voz activa por siempre. Tenemos a nuestro propio huésped por tratar aquí.

—… Está bien, lo entiendo.

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Huésped, la simple mención de esa misma palabra provocó un cambio total en el estado de ánimo de Shidou mientras miraba hacia atrás. La causa era relativamente simple. Un número de siluetas de buques de guerra se podían observar desde la tierra que venían en la búsqueda de <Fraxinus>. Sin duda, éstos eran las aeronaves pertenecientes a las Industrias DEM.

Mientras Shidou estaba a punto de hacer un movimiento, cuatro buques de guerra que habían atacado aparecieron en el espacio y ferozmente siguieron adelante sin ninguna señal de detenerse. Y colocado en el centro estaba la aeronave enemiga <Goetia>. Incluso para el renovado <Fraxinus>, cuidar de Shidou y tratar con los enemigos engendrados al mismo tiempo resultaría ser una tarea muy ardua. Shidou hizo más fuerte su determinación, asintió con la cabeza y volvió a mirar a Mukuro.

—El Territorio es más que suficiente.

—Deja que me encargue de esto.

Susurró silenciosamente una frase y extendió la mano derecha a paso lento. La otra parte era un Espíritu que tenía un tremendo poder, por no mencionar a alguien a quien las palabras de Shidou no han tenido ningún efecto debido a su corazón inquebrantable.

Sin embargo, Shidou no había viajado grandes distancias mientras que carecía completamente de una contramedida viable. De hecho, sólo conocía un método para romper la cerradura que ataba el alma de Mukuro.

—…………

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Shidou reguló su respiración, concentró su vigor, se preparó mentalmente, e hizo que su convicción rindiera frutos. Con la esperanza de rescatar a Mukuro como su guía, una figura gradualmente comenzó a formarse dentro de los borrosos rayos de luz.

Dijo el nombre de esa figura, el nombre del ángel que poseía una fuerza incomparable.

……El nombre que podría aplastar el estúpido statu quo, la única clave.


—<Haniel>

En un instante, después de una sensación de sangre hirviendo corriendo por su cuerpo, un resplandor ondulado cubrió la palma de la mano derecha de Shidou, donde una larga arma se manifestó. Sea como sea, su longitud difería de las de los rifles y espadas. Mirando su forma rígida y su extremo desafilado, en lugar de alguna arma o báculo, el objeto se parecía a una simple escoba.

—……¿Ho?”

Mukuro respondió al ángel <Haniel>, que de repente apareció de la nada.

—Un ángel, ¿eh? Tú no tienes apariencia de Espíritu.

Pero entrecerró sus ojos como si comprendiera inmediatamente el por qué.

—Me parece que cualquier cosa me tiene desconcertada. Ese es el poder de sellado de espíritus hecho por ti. Hm, a pesar del porque robabas el aliento en la oscuridad, debiste haber arrebatado a muchos ángeles de las manos de mis parientes, también cortejaste a Muku hace un momento.
—No me hagas sonar como un criminal, lo admito, no es mi propio poder. Pero la idea de capturar a un ángel ni siquiera ha cruzado por mi mente. Sólo quiero salvarte de estos poderes que nunca debieron haberte dado.

—¿No sabes del arrepentimiento? Es imposible, no existe un ángel capaz de superar a Muku.

—¿En serio? Bueno, entonces…

Shidou aflojó las comisuras de su boca y puso toda su energía en Haniel mientras gritaba.

—<Haniel>…..<Caleidoscopio>.

En una fracción de segundo, como si trabajara en melodía con su breve recitación, emitió un tenue resplandor pálido y produjo una apariencia exterior contemporánea. Después de que algunos segundos habían pasado, el resplandeciente <Haniel> se había transformado en algo completamente diferente a su forma anterior.

……..Se había transformado en un báculo en forma de llave. Se había transformado perfectamente en el mismo <Michael> que actualmente estaba en la mano de Mukuro.

El corazón de Mukuro había sido sellado por Mukuro en si a través de su poder. En otras palabras, para desbloquear su corazón, sólo ella misma podría hacerlo. Por lo tanto, la única entidad capaz de deshacer la situación actual utilizando esta regla absoluta era, sin duda….

—… ¿Qué te parece?

Sus expectativas fueron superadas. Mukuro dijo con asombro.

—Muy extraño, pensar que tienes el descaro de imitar a Michael.

—Después de todo, es así como están las cosas. Shidou señaló simultáneamente un extremo de Mukuro.

—Podré hablar con el verdadero tú de esta manera.

—Tonto insolente, concede permiso a Muku para ponerte en tu lugar. A qué punto esa fachada finge lealtad, ¿de hecho en verdad crees que eres libre en dominar a Michael con discreción y sentido común?

—Quién sabe, tendremos que intentarlo al menos un poco.

Shidou declaró tranquilamente recuperando la compostura perdida. Con su corazón latiendo de golpe, poco después estaba empuñando con ambas manos a Michael.

—Aquí voy, Mukuro. Definitivamente liberare tu corazón y te salvaré.

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