Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 7

Capítulo 5: La Subasta Oscura

Parte 1

>>Satou aquí. Una vez, cuando necesitaba ayuda con mi tarea, le pregunté a mi bisabuelo sobre su experiencia en la guerra, y él me contó muchas historias inventadas que hicieron cosquillas a mi imaginación, cosas acerca de ranas fritas y cangrejos hervidos. Disfruté mucho nuestra conversación, pero terminé teniendo que volver a hacer la tarea. <<

— ¿Un escolta para una subasta?

— Así es. Me dijeron que se llevará a cabo en el mercado negro cruzando el Puente Cruce de Dioses.

Al día siguiente de la partida de Hayato, la Princesa Menea me visitó otra vez.

La acompañaban Yui, Aoi, y su habitual caballero escolta.

El Puente Cruce de Dioses era un gran puente a través del gran río cerca de la ciudad. Únicamente era etiquetado como [Gran Puente] en mi pantalla AR, así que no sabía que tenía un apodo tan impresionante.

— Sir Caballero…

— ¿Qué ocurre, Mr. Sebaf?

El viejo mayordomo Sebaf se aproximó a mí con una expresión de preocupación.

Normalmente era muy educado, así que, si estaba dispuesto a entrometerse en una conversación con un invitado, debe ser algo importante.

— El distrito del mercado negro de Muraas, es un área muy peligrosa. La subasta que Su Alteza mencionó es conocida como una subasta oscura que comercia con bienes ilegales, no una subasta oficialmente aprobada.

La Princesa Menea puso una mano sobre su boca para cubrir su reacción sorprendida ante esa explicación.

— Con sus proezas, Sir Caballero, dudo que tenga algún problema con rufianes y demás. Sin embargo, Muraas es el hogar de muchos negocios de mala reputación, así que podría dar lugar a comentarios desfavorables si lo vieran ahí. Si tienen la intención de ir, les aconsejo que lleven una herramienta mágica inhibidora de reconocimiento.

— Gracias, Mr. Sebaf.

Después de transmitir la información necesaria, el mayordomo se inclinó humildemente y se retiró sin juicio.

No me sorprende que su familia haya servido a nobles de alto rango por generaciones.

— ¿Qué desea hacer, Su Alteza?

No sabía qué es lo que necesitaba de la subasta, pero me pregunto si era suficientemente importante como para arriesgarse a ir a un lugar peligroso para ella.

— ¿Por qué no solo le pide a Mr. Satou que encuentre a alguien que nos venda algunas?

— ¡Yui!

Primero, la Princesa Menea se enojó con Yui.

Sin embargo, debe haber decidido que no tenía muchas opciones, así que explicó por qué quería ir.

— No es que no tenga dinero en absoluto, pero si iré a estudiar en el extranjero, en una gran potencia como el Reino Shiga, me temo que estoy un poco corta…

Básicamente, necesitaba recaudar algo de dinero.

Lo que tenía la intención de vender era la hierba alma de la misión del dragón del otro día, así como algunas cosas que trajo de su ciudad natal, incluida un gran trozo de piedra oscura, madera aromática, juegos de té, arte, y dos blocs de notas.

— ¿Esto es japonés?

— Sí, me fue dado por la tercera persona que fue convocada.

No había duda. Era una coincidencia perfecta para las notas de alfarería que tenía.

— Mire esto, si gusta.

Saqué la nota de Almacenamiento a través de mi bolsillo y se la mostré al grupo.

— ¡Hey, es la misma!

— Sí, no soy un experto, pero luce como la misma escritura para mí. Yui y Aoi compararon las notas y asintieron en acuerdo.

— Sir Satou, ¿dónde adquirió esta nota?

— De un amigo rata gris. No me he encontrado con la persona quien la escribió, pero…

Mi voz se detuvo en ese momento.

La Princesa Menea comenzó a llorar mientras agarraba la nota.

— Gracias a Dios…

Aoi y Yui la consolaban desde ambos lados.

Al principio pensé que podría estar actuando, pero parecía que realmente estaba aliviada de que la tercera persona estuviera viva.

Mientras tanto, leí las notas que había traído. Una era Crianza de Mariscos y Cultivo de Perlas, mientras que la otra era Tabla de Aleaciones y Sus Proporciones de Mezcla.

Mi habilidad ‘Estimación’ las ponía en el rango de una moneda de oro cada una, pero supongo que deberían venderse por más al estadista correcto.

No me importaría comprarlas para mí, pero estaba interesado en ver esta “Subasta oscura”, así que accedí a acompañarla.

— Herramientas mágicas inhibidoras de reconocimiento varían en precio por grado. Tratamos con grados de uno hasta seis, y el nivel de inhibición incrementa con cada grado. Además, grados cuatro y superior solo pueden ser adquiridas por nobles de la vieja capital.

Tomé a la Princesa Menea y su caballero escolta a la tienda de herramientas mágicas en el distrito noble, para comprar herramientas mágicas inhibidoras de reconocimiento. Yui y Aoi estaban esperando en la mansión, donde Arisa y las otras les hacían compañía.

Como resultado, los niveles de grado indicaban qué nivel de la habilidad ‘Analizar Persona’ podía bloquear el artículo.

Por ejemplo, una herramienta grado 1 podía evitar que alguien con la habilidad ‘Analizar Persona’ a nivel uno pudiera analizar al portador.

Como aprendí mas tarde, el nivel de ‘Analizar’ de la Piedra Yamato original era equivalente a grado 10, mientras que las réplicas como las que se encuentran en las puertas de las ciudades estaban alrededor del grado 7.

Había unas cuantas guías para hacer inhibidores de reconocimiento en los libros de herramientas mágicas que leí en la biblioteca del Marqués Lloyd, pero sería un dolor el reunir todos los materiales. Además, quería saber que tan buenas eran las vendidas en las tiendas.

En realidad, tenía muchas herramientas mágicas inhibidoras de reconocimiento—las cuales habían pertenecido a los miembros de Alas de Libertad— de grados 4 a 9 entre los restos de la batalla con el señor demonio en Almacenamiento. Sin embargo, no iba a usarlos esta vez por esa misma razón.

— Incluso un grado tres también haría más difícil para alguien sin la habilidad ‘Analizar Persona’ descubrir quién eres, además…

Así que era un tipo de artículo diferente al Amuleto de Humanidad de Nana.

— …debería ser más que suficiente para un pequeño viaje al mercado negro.

— ¿Cómo lo sabe?

El tendero rió.

— Cada vez que hay un torneo en la ciudad, puedes estar seguro de que nobles visitantes de otros reinos y feudos van a querer visitar el mercado negro.

Así que por eso parecía tan bien abastecido.

El caballero escolta y yo, elegimos el tipo máscara para ocultar la mitad superior de nuestro rostro, mientras que la Princesa Menea eligió el tipo velo.

— Grado tres son tres monedas de oro cada una, así que aceptaré siete monedas de oro por tres de ellas.

— Eso es bastante accesible para herramientas mágicas.

— Bueno, grado tres y menores perderán su efectividad después de unos cuantos años, y requieren que el usuario actualice la fuente de poder mágico cada pocos minutos.

Saqué suficiente dinero para pagar por tres de ellas mientras hablaba con el tendero.

— Espere un momento, Sir Satou. Creo que mi guardia y yo compraremos herramientas de grado uno en su lugar, por favor. Las de grado uno, serían un poco más baratas, ¿correcto?

— Sí, sería una moneda de oro por cada una.

Evidentemente, eso todavía era demasiado caro para la Princesa Menea.

Para alguien criada en un palacio real, la princesa era muy frugal.

Al final, decidí comprar tres herramientas de grado tres y prestarles las extras.

Estaba seguro de que podría encontrar muchos usos para los inhibidores de reconocimiento extras.

Cuando regresamos a la mansión, el mayordomo había preparado un pequeño y sencillo carruaje jalado por caballos para llevarnos al mercado negro.

— Estamos más alto de lo que esperaba.

— Ciertamente. ¿Quizá la altura de un mástil?

Hasta cierto punto a través del largo, largo puente, la Princesa Menea se apartó de la ventana y se presionó contra mí, temblando un poco.

La brisa se sentía bien, pero supongo que podría haber sido difícil para cualquiera con un miedo a las alturas.

Ya que era una carretera de peaje, había un número relativamente bajo de transeúntes a pesar de la conveniente ubicación.

Justo cuando estaba empezando a aburrirme del escenario exterior, finalmente cruzamos el puente y entramos al distrito del mercado negro de Muraas, en la orilla opuesta de la vieja capital.

La mayoría de los habitantes eran personas bestia, y vi unas cuantas personas usando armas y armaduras hechas con partes de monstruos.

Esos individuos estaban aparentemente en el negocio que sonaba peligroso, de la “Cacería de monstruos.”

Buscando en mi mapa, descubrí que había varios de ellos distribuidos entre los bosques y montañas al este. Lo más probable, ellos eran cazadores quienes se especializaban en monstruos.

— Está bastante concurrido aquí.

— Su Alteza, por favor no muestre su rostro por la ventana.

El caballero escolta, sentado al lado del cochero, reprendió a la Princesa Menea.

Eventualmente, el carruaje se detuvo en una calle llena de almacenes. El que estaba delante de nosotros parecía ser el lugar de la subasta.

Un grupo de hombres humanos de mediana edad estaba en el interior.

¿Oh?…

Había algo extraño en ellos.

Sus apariencias eran transparentes, y debajo podía ver los rostros de personas tigre blanco.

De acuerdo con mi pantalla AR, estaban cubiertos con algún tipo de ilusión.

Las personas que revisaban en la puerta no dijeron nada, así que no los notaron o los estaba cubriendo una herramienta mágica inhibidora de reconocimiento.

Mientras seguía a los hombres con mi mirada, el personal se dio cuenta que nos aproximábamos.

— ¡Bueno! ¡Parece que tenemos un estimado invitado aquí!

Viendo mis ropas nobles, un hombre bajo y corpulento en un atuendo elegante se acercó a mí.

— ¿Le gustaría que preparemos asientos VIP para usted?

— Eso sería genial, gracias. Es mi primera vez aquí, así que apreciaría una vista general del proceso de subasta también.

— Por supuesto. Tú, guía a este caballero a los asientos de nobles, por favor. Asegúrate de darle una explicación minuciosa del proceso de subasta.

— Sí, señor.

Con la corta orden del hombre, una mujer ligera de ropa quien parecía una modelo promocional se acercó a nosotros para escoltarnos al sitio de subastas en el sótano.

El área circular, que recordaba al auditorio de una universidad, era más grande de lo que esperarías de un sótano. El alto escenario incluso parecía lo bastante grande para jugar basquetbol.

Fuimos colocados en un área un poco a la derecha del escenario principal, separados por una pantalla. Había una pequeña mesa y un sofá que parecía poder acomodar a cuatro personas.

La pantalla probablemente estaba colocada para que no pudiéramos ser vistos desde los otros asientos.

— Ahora permítame explicar. Cuando desee ofertar en una subasta, por favor, levante estas etiquetas para que el subastador en el escenario pueda verlos. Las etiquetas blancas denotan platas, y las etiquetas reflectantes de bronce denotan monedas de oro. Son usadas para indicar que tanto le gustaría ofrecer por encima del precio mas reciente indicado por el subastador.

Con esta explicación, me entregó cuatro etiquetas blancas y cinco etiquetas de cobre.

Cada una de las etiquetas fue marcada con el número tres. Ese era probablemente mi número de asiento.

Aprecié la explicación, pero no estaba seguro de por qué estaba tan cerca de mí. Y en un ángulo que parecía diseñado para mostrar su escote.

¿Quizá estaba buscando una propina?

Estaba considerando sacar un billete y deslizarlo entre sus pechos, pero no frente a la Princesa Menea.

— ¿Puedo preguntarle como presentar un artículo para vender?

Los ojos y voz de la Princesa Menea eran bastante fríos.

— Cualquiera puede presentar un artículo mediante el pago de la cuota de exhibición, la cual es una de plata. Una séptima parte de la oferta ganadora será cobrada por el manejo e impuestos al duque. Por cierto, si asciende a menos de una de plata, se considerará como una donación para los menos afortunados.

¿Catorce por ciento? Eso parecía bastante caro. Y fracciones redondeadas hacia abajo también.

— Artículos no identificados pueden ser vendidos, pero artículos evaluados suelen venderse a un precio mas alto. Si gustan, por dos platas, un evaluador profesional de grado cinco o superior está disponible para escribir una evaluación.

— Gracias, pero ya han sido evaluados en mi reino natal. ¿Puedo presentar esos artículos?

— Sí, por supuesto.

La mujer hizo sonar una campana localizada en el borde de los asientos VIP, y un miembro del personal en espera apareció y tomó los artículos para venta a cambio de recibos de depósito.