Kumo Desu Ga Nani Ka?

Volumen 3

S5: Escape

 

 

Katia se desmaya en mis brazos.

Sus heridas han sanado completamente, pero el HP y la energía emocional que perdió no volverán tan fácilmente.

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Hago uso de Apreciación en un momento y suspiro de alivio cuando veo que su vida no está en peligro por el momento.

Al mismo tiempo, confirmo que el lavado de cerebro de Hugo se ha deshecho.

Cuando empezó a desmayarse, vi magia salir volando de ella.

Presa del pánico, creo un muro de hielo, bloqueando el hechizo volador.

“¡Shun! ¡No pierdas la concentración!”

Las palabras de Hyrince me recuerdan que aún estamos rodeados.

Él está sosteniendo un gran escudo en su brazo izquierdo mientras carga con Anna en el derecho.

Normalmente, bloquearía los ataques con el escudo en una mano y derribaría a los enemigos con una espada en la otra, pero como está sosteniendo a la inconsciente Anna, está centrado únicamente en la defensa.

Aun así, ha estado haciendo un trabajo increíble usando el tamaño y el peso del enorme escudo para apartar y golpear al enemigo.

Al ver esto, los otros soldados están demasiado asustados para intentar atacar.

Para ser franco, ningún soldado ordinario puede detenernos.

Hay una gran diferencia entre nuestras estadísticas, y si realmente quisiéramos, podríamos derribar fácilmente a todas las personas que nos rodean.

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Pero prefiero evitar eso si es posible.

No importa lo fuertes que seamos—no, porque somos tan fuertes—si luchamos sin contenernos, gente morirá.

Podría intentar contenerme, pero llevo a Katia, y Hyrince está sosteniendo a Anna.

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Y hay bastantes soldados enemigos, no solo uno.

No estoy tan seguro como para pensar que puedo controlar mi fuerza apropiadamente en esta situación.

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Si bien Leston y Klevea son más fuertes que un soldado normal, no son tan fuertes como Hyrince y yo.

Solo la Srta. Oka puede dominar completamente a los soldados en esta batalla, pero parece tener problemas mayores en sus manos.

“Que sorpresa verte aquí.”

Sophia se interpone en el camino de la Srta. Oka, enfrentándose a ella.

“Negi…”

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“¿No te dije que no me llamaras por ese nombre?”

La Srta. Oka comienza a decir algo, pero Sophia la interrumpe.

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Aunque no estoy directamente involucrado en el enfrentamiento, siento una presión abrumadora que hace que un escalofrío recorra mi espalda.

¿Negi…?

¿De qué está hablando?

No, ahora no es el momento de preocuparse por eso.


“Oh, aquí. Presente para usted, Srta. Oka.”

Sophia arroja algo hacia ella.

Deja un rastro de líquido rojo en el suelo mientras rueda a los pies de la Srta. Oka.

Tan pronto como lo veo, mi garganta empieza a cerrarse.

“¡¿P…Potimas?!”

Potimas, el embajador de buena voluntad de los elfos, que estaba con la Srta. Oka la primera vez que nos la encontramos en este mundo.

“¡N-no puede ser!”

El objeto en el suelo es, sin lugar a dudas, su cabeza recién cortada.

Al ver a la Srta. Oka pasar a un estado de pánico, Sophia sonríe amablemente y se lame la sangre de sus manos.

“Qué asco. ¿Quizás su podrida personalidad hizo que su sangre supiera mal?”

“¿Tú le hiciste esto… a Potimas?”

“¿Qué otra explicación podría haber?”

Sophia muestra genuina curiosidad por el lamento de incredulidad de la Srta. Oka.

¡”Pero tú…!”

“No irás a decir que nunca podría matar a nadie, ¿verdad? Tú has matado mucho por tu cuenta, después de todo. Esto no es Japón. Las mismas reglas no se aplican aquí, y tú lo sabes.”

¿La Srta. Oka ha matado gente?

No. Conociéndola, si eso es cierto, es solo porque la situación no le dejaría ninguna otra opción.

En este momento, las otras líneas de Sophia son más importantes.

Sus palabras parecen implicar que ella misma es una reencarnación.

Si ese es el caso, eso explicaría por qué la Srta. Oka la conoce, y por qué podría estar trabajando con Hugo, otra reencarnación.

Y en ese caso, si todavía puede asesinar personas sin pensárselo dos veces, entonces no tengo más posibilidades de llegar a un acuerdo con ella que con Hugo.

La Srta. Oka debe sentirse igual. Aunque todavía está en estado de shock, está claramente preparada para luchar con Sophia.

“Srta. Oka, ¿quiere pelear conmigo? Oh, pare. El Maestro me dijo que no le pusiera una mano encima.”

¿Maestro?

¿Es está refiriendo a Hugo?

Peo entonces… algo parece estar mal en eso.

“Pero supongo que no me está dejando otra opción. No es mi culpa si tan solo es defensa propia, ¿cierto?”

Sophia da un paso adelante.

Mientras lo hace, la Srta. Oka lanza un hechizo de Magia de Viento hacia ella.

Pero si bien debería haber sido más que suficiente para hacer volar un cuerpo humano, pierde el poder tan pronto se acerca a Sophia. Para cuando llega a ella, apenas es los suficientemente fuerte como para despeinarle un poco el cabello.

Está ocurriendo otra vez.

Al igual que en el castillo, la magia no funciona en ella.

Se evapora como si ella la rompiera de alguna manera.

Ella debe tener alguna habilidad que nulifique la magia.

No sé lo que es eso, pero probablemente sea mejor asumir que la magia no puede tocarla.

Si es así, la Srta. Oka está en peligro.

Como la Srta. Oka es una elfa, la magia es probablemente la base de su técnica de lucha.

El crecimiento de los elfos e más lento que el de los humanos, por eso ellos tienden a tener estadísticas físicas bajas.

Parece mucho más joven que nosotros, a pesar de que seguramente nació alrededor de la misma época en la que llegamos a este mundo.

Ya sé que las apariencias no siempre reflejan con precisión las estadísticas, pero lo que puedo decir por lo que he visto hasta ahora, la Srta. Oka se especializa en magia más que en ataques físicos.

Es posible que pueda soportar el combate físico hasta cierto punto, pero ni siquiera tiene un arma.

Esta chica Sophia es demasiado aterradora como para desafiarle desarmada.

No veo cómo puede ganar.

“¡Srta. Oka!”

En el instante en el que me muevo para ayudar a mi profesora, me detiene una cuchilla que pasa zumbando junto a mis ojos.

Es un arma arrojadiza redonda que prácticamente roza mi nariz en su camino.

¿Un chakram?

Cambiando su trayectoria en el aire como si éste tuviera voluntad propia, el chakram gira y se dirige hacia mí.

Lo golpeo con la espada, buscando a su dueño.

Mi habilidad de Detección de Presencia me alerta sobre una figura parada en el techo.

Todo de negro, la figura se parece a un ninja.

“¡Ngh!”

Girándome para buscar el emisor de ese corto gruñido, veo a Hyrince siendo atacado por otro asaltante vestido de negro.

Los movimientos del ninja parecen estar a la par con los movimientos de Hyrince, pero dado a que Hyrince está cargando con la inconsciente Anna, es difícil para él mantener el ritmo.

“¡Ahh!”

Un grito de dolor desde mi otro lado atrae mi atención hacia la Srta. Oka, a quien Sophia está elevando en el aire por la garganta.

¡Mierda!

Hyrince apenas mantiene a raya al ninja, y Leston y Klevea están completamente ocupados con los otros soldados.

Cada vez que intento moverme, el chakram volador me interrumpe, por lo que ni siquiera puedo dar un paso hacia alguien.

Lo peor de todo, si ahora hago algún movimiento en falso, Sophia podría romperle el cuello a la Srta. Oka.

Mierda. Esto podría ser el fin.

“¡Lanzándose al rescate en momento de necesidad!”

Una oración extrañamente fuera de lugar resuena telepáticamente en mi mente.

Al mismo tiempo, un fuerte silbido corta el aire desde arriba.

Algo se lanza hacia nosotros desde el cielo, brillando como si reflejara la luz del sol.

Bombardea a los soldados y a los ninjas con bolas de luz, probablemente sea un ataque de Magia de Luz, luego ataca a Sophia.

Sophia esquiva, liberando a la Srta. Oka en el proceso.

La criatura voladora gira y aterriza directamente frente a mí: un hermoso y brillante wyrm blanco.

“¡Un verdadero héroe siempre llega tarde!”

“¿Fei?”

Su voz telepática y, sobre todo, su presencia familiar me hacen creer sin lugar a dudas que se trata de Fei en una forma recién evolucionada.

¿Pero cómo ha ocurrido esto?

Fei solía ser un wyrm negro y sin alas.

Pero ahora, la criatura que hay ante mí es un wyrm blanco con alas.

¿Tiene algo que ver con que ella se encerrara en aquel misterioso caparazón después de que me convirtiera en el héroe?

Bueno, supongo que eso no importa en este momento.

“Me acabo de despertar, así que no se realmente que está sucediendo, pero estás en problemas, ¿no?”

“Sí, llegas justo a tiempo.”

Aun así, la situación sigue siendo desalentadora.

Los soldados definitivamente sufrieron algunos daños por el ataque de Fei, pero Sophia, nuestro mayor problema, sigue intacta.

No solo eso, sino que los dos ninjas vestidos de negro parecen fuertes.

Puede que sean más de lo que Hyrince y yo podamos manejar mientras cargamos a Anna y Katia, respectivamente.

“¡Shun! ¡Monta a ese wyrm y sal de aquí!”

Grita mi hermano mayor Leston.

Pero si siguiera sus órdenes, lo estaría dejando atrás.

Fei se ha vuelto bastante grande ahora, por lo que debería ser capaz de llevar a varias personas, pero no creo que pudieran caber todos nuestros aliados.

“¡No os preocupéis por nosotros! ¡Shun y Hyrince también! ¡Tomad a la Srta. Oka y corred!”

Leston está tratando claramente de quedarse atrás para quedarse como nuestra retaguardia.

Pero, no puedo imaginar que él y sus soldados puedan con Sophia y los ninjas ellos solos.

Mientras dudo, Hyrince distrae a un asaltante vestido de negro lo suficiente como para agarrar a la inconsciente Srta. Oka y correr hacia mí.

“¡Shun! ¡Vámonos!”

Llevando a Anna en un brazo y a la Srta. Oka en el otro, Hyrince me apremia.

“¿Crees que te dejaremos escapar?”

“No, ¡pero lo haremos de todos modos!”

Sophia y los dos ninjas nos persiguen, así que Fei suelta un ataque de aliento hacia ellos.

Al mismo tiempo, nos agarra a Hyrince y a mí con sus garras, y se nos lleva a la fuerza.

“¡¿Fei?!”

“Lo siento, ¡pero no tenemos otra opción contra esa cosa! ¡Tenemos que escapar!”

En cuestión de momentos, ascendemos al cielo.

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Debajo de nosotros, puedo ver a Sophia, de pie e ilesa a pesar del ataque de aliento de Fei.

“No hay forma de que hubiéramos podido vencerla, incluso si nos hubiéramos quedado.”

Me gustaría replicar a las amargas palabras de Fei, pero no pudo negarlas.

Y así, nos escapamos.

Dejando a Klevea y a mi hermano Leston atrás.

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