Uchi no Musume no Tame naraba, Ore wa Moshikashitara Maou mo Taoseru kamo Shirenai

Volumen 5

Bonus 1: La Adorable Segunda Señor Demonio y la Oráculo Púrpura 1

Su cabello rubio dibujó un arco en el aire.

Ella detuvo su movimiento elegante y parecido a un baile en un instante, y un segundo después, un chorro de sangre brotó alrededor de las cuchillas que ella sostenía en ambas manos, y luego se acumuló en un círculo en el suelo circundante.

Ella rió, una risita encantadora que encajaba con su adorable apariencia.

“Qué patético. Se rompieron con demasiada facilidad”.

De pie ante el patético cordero que temblaba y era incapaz de hablar ante tanta crueldad, la niña rubia conocida como la Segundo Señor Demonio desplegó una sonrisa que se asemejaba a la de una bestia feroz.

***

“No es posible”, dijo claramente una bella mujer de cabello púrpura negándole a la chica, que era como el orgullo y la crueldad encarnados.

“¿Estás diciendo que no obedecerás mis órdenes, Mov?” preguntó la niña, con una pizca de ira en su voz. La rabia de este señor demoníaco conocido como una calamidad daba suficiente presión para poner de rodillas a todos los que la rodeaban, aterrandolos y asombrandolos.

Sin embargo, ese enojo simplemente no afectó a la mujer de cabello púrpura, que permanecía tan tranquila que casi parecía que ni siquiera lo había notado.

“Los mataste por deporte el otro día, ¿no es así, mi señor? La cena simplemente no puede ser preparada si no hay chefs.”

La niña rubia rápidamente evitó su mirada.

“Teníamos cocineros humanos confinados en la mansión porque dijiste que la cocina de los demonios no se ajustaba a tus gustos. Pero los mataste porque estaban planeando una fuga, ¿no?”

“Así es. No hubo forma de evitarlo. Ese es el desenlace natural que le espera a cualquiera que me desafíe y trate de huir, ¿no es así?”

“¿No consideraste el hecho de que como resultado, no nos quedaría nadie para preparar las comidas?” Preguntó Mov, sin vacilar incluso cuando se enfrentaba a un señor demonio. “Eso es algo que podría haberse previsto incluso sin mis poderes.”

La forma en que la señor demonio apartaba su mirada y permanecía en silencio cuando las cosas eran inconvenientes para ella era prueba de que aún tenía algo de infantilidad en ella, que era apropiado para su apariencia.

“Un señor demonio no puede morir de hambre”, dijo ella finalmente, expresando una conclusión que estaba un poco fuera de lugar y era difícil de considerar como algo más que un mero desafío. Un señor demonio no podría ser destruido sin la interferencia de su antítesis, un héroe, y debido a eso, como dioses de menor rango, no morirían de hambre.

“Entonces podemos permitir que las cosas continúen como hasta ahora.”

“¿Qué tal si capturamos a otro chef? No debería ser tan difícil atrapar a otro humano débil”.

Sin importar la conclusión que ofreciera la niña, Mov respondía con una voz clara y brillante.

“Sólo hemos podido preparar su té.”

“¿Eh?”

“Esos chefs también eran los que preparaban los pasteles que venían junto al té.”

La expresión en la cara de la Segunda Señor Demonio estaba lejos de lo que uno esperaría de un señor demonio, mucho menos de una conocida como una calamidad. En vez de eso, era más bien la de una chica joven. En pocas palabras, era la cara de una niña a la que le habían quitado sus golosinas.

“Aunque enviáramos a alguien al pueblo más cercano, tardaría por lo menos tres días”, continuó Mov, sin dar sermones ni amonestaciones; ella simplemente estaba exponiendo los hechos. “Además, es obvio que la actividad de un pueblo se detendrá y no se producirán más bienes si todos sus ciudadanos son aniquilados.”

Mov había presenciado torturas y violencia todos los días basadas en los caprichos del señor demonio frente a ella, pero dicho de otra manera, eso significaba que en momentos como éste, ella no sentía la necesidad de contenerse. Ella sería expuesta a tal locura incluso si no hiciese nada, así que no vio la necesidad de esforzarse por mantener a la señor demonio de buen humor. Y gracias a su contrato con la señor demonio -las reglas de su juego- no importaba lo que Mov dijera, la Segunda Señor Demonio nunca le quitaría la vida.

Como resultado, ella pudo ver esta rara visión: un señor demonio llorando, habiendo perdido la discusión.

“Mo…”

“No importa cuántas veces me lo ordenes, no puedo producir lo que no tenemos.”

Habiendo sido completamente silenciada, la señor demonio siguió bebiendo su té negro hasta que su estómago se llenó hasta reventar. Había cierta mezquindad en lo que hacía, lo que hacía difícil no llamarlo patético.

Era un hecho desconocido para todo el mundo que a partir de ese momento, aunque sólo fuera brevemente, la Segundo Señor Demonio empleó un poco más de discreción en sus matanzas.