Great Demon King

Libro 3: La Orden del Manto Oscuro

Capítulo 96: La Jerarquía del Manto Oscuro

 

 

Han Shuo siguió conversando con el menudo muchacho mientras caminaban entre los pasillos y salas de la lujosa mansión. Descubrió que se llamaba Chester y parecía tener algo de ladrón, algo de contrabandista y algo de estafador; todos los talentos necesarios para llevar a cabo varias tareas para el Manto Oscuro.

Hablando con Chester pudo conocer un poco más de su situación dentro de la hermandad. Los miembros estaban separados en tres grandes divisiones: Estrella Oscura, Luna Oscura y Sol Oscuro; el entrar a una de ellas dependía enteramente de sus capacidades y los logros que consiguiesen para el Manto Oscuro.

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Los nombres también hacían relación al papel que podían jugar los miembros durante sus misiones. Los agentes de la Estrella Oscura podían encontrarse en casi todas partes dentro de los límites del Imperio y también operaban en los países circundantes en mayor o menor medida. Los agentes de la Estrella Oscura servían como apoyos y podían realizar desde tareas rutinarias, como llevar paquetes o cartas, conseguir recursos logísticos (carruajes o caballos cuando eran necesarios, alojamientos, suministros, etc.); hasta trabajos más complejos, como servir de informantes, mantener vigilados a ciertas personas por orden de la hermandad, realizar contactos, obtener venenos y antídotos, etc.

Los agentes de la Luna Oscura ya eran personajes con habilidades especiales y podían emprender misiones peligrosas, como infiltrarse en lugares importantes dentro de países enemigos, realizar asesinatos, intervenir en conflictos civiles o ser enviados como espías para reportar las acciones de un ejército, eliminar espías enemigos o inclinar la balanza de una lucha política. Todos ellos eran en su mayoría personajes poderosos, pero todavía tenían que operar en el más absoluto de los secretos sin que nadie pudiera asociar sus actividades con el Manto Oscuro.

Los agentes del Sol Oscuro estaban en la cima de la Orden y podían permitirse ser personajes públicos con gran influencia dentro del Imperio. Por supuesto que sus misiones eran mucho más importantes, variadas y peligrosas; pero la recompensa también era mayor. Eran merecedores del Imperium militar, lo que les daba autoridad para comandar tropas a voluntad. También manejaban poder político, negociaban tratados, ordenaban ejecuciones y podían asignar misiones a otros miembros del Manto Oscuro y otorgarles rangos si les parecía apropiado, entre otras cosas.

Cada una de las tres divisiones estaba subdividida en cinco niveles u órdenes que dependían enteramente de sus contribuciones al Imperio. Conforme aumentaba el nivel, aumentaba también el número y tipos de misiones que podían recibir, así como las remuneraciones.

Han Shuo examinó su insignia y vio que en la parte posterior había una estrella de cinco puntas con una pequeña barra [I] en el centro que representaba al número uno. Eso significaba que actualmente era un agente del orden más bajo dentro la división de la Estrella Oscura.

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A medida que consiguiese hacer méritos para el imperio, sus superiores podían ascenderlo de nivel. Cuando eso ocurriera la pequeña barra dentro de la estrella podía ser modificada: Primer Orden [I], Segundo Orden [II], Tercer Orden [III], Cuarto Orden [IV] y Quinto Orden [V].

Sólo tras conseguir logros que superasen el quinto nivel podía ser ascendido a la división de la Luna Oscura donde aumentaba la dificultad, duración y variedad de las misiones asignadas.

Cada vez que ascendiera a un nivel más elevado su estipendio mensual aumentaría y también su autoridad dentro del Manto Oscuro. Si conseguía llegar a los Órdenes más altos dentro de la división del Sol Oscuro, como Cándido, llegaría un momento en que respondería únicamente al Emperador. Entonces sólo estaría por debajo de una persona en todo el imperio y tendría decenas de miles sometidos a su poder, junto con una inmensa riqueza y prosperidad asegurada.

– ¡Hemos llegado! – Después de un largo recorrido Chester finalmente se detuvo frente a una pequeña puerta cerca del centro de la mansión.

Durante todo el camino Han Shuo había tenido a sus Demonios Originales en alerta y confirmó que en toda la casa no había ninguna otra persona aparte de Chester. Tampoco encontró medidas defensivas, mágicas o físicas, en ninguna de las habitaciones y esto lo consternaba.

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Chester abrió la puerta y lo invitó a entrar. No era una habitación muy grande y tampoco parecía nada especial. Han Shuo miró a su alrededor con atención, pero no descubrió nada fuera de lo común. Finalmente se volvió hacia Chester y preguntó:

– ¿Hay algo especial aquí? –

-Je je. En efecto, hay algo muy interesante aquí. Quizá ya te diste cuenta, pero no tenemos ninguna barrera mágica, guardianes o defensores de algún tipo. Es igual en el resto de las habitaciones. La mansión entera es una tapadera, la verdadera sede del Manto Oscuro no se encuentra aquí ni en los alrededores. – Chester sonrió mientras explicaba y luego se arrodilló para tantear el suelo.

De pronto se escuchó un suave chirrido y una parte del suelo se abrió para revelar un oscuro pasadizo subterráneo iluminado con antorchas.

– Así que había un pasillo oculto. Y a juzgar por el sonido no se trata de algo mágico, sino que es enteramente mecánico. – Dijo Han Shuo impresionado y sonrió.

– ¡Exacto! Nueve de cada diez personas buscarían una puerta secreta accionada por magia, pero muy pocos imaginarían que usaríamos esto. Muchas veces los viejos trucos son los que mejor funcionan. – Dijo Chester sonriendo.

– Je je. Supongo que tienes razón. ¿Y qué hacen con la décima persona? –

– Digamos que hay muchas otras formas de tratar con ellos. –

– No tienes que convencerme. ¿Y a donde conduce este pasillo? –

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– ¡Vamos, ahora iremos a la verdadera sede! – Chester sonrió y saltó hacia el interior. Han Shuo lo siguió y sintió que el aterrizaje era extrañamente amortiguado, así que miró con atención los sólidos muros que lo rodeaban y descubrió había pulsos de magia intermitentes que viajaban a todo lo lago del pasillo.

Comenzaron a caminar a la luz de las antorchas y después de unos pocos minutos llegaron frente a una sólida puerta de madera tachonada con placas de hierro que se abrió por si sola cuando Chester murmuró unas palabras extrañas.

– La contraseña cambia cada cierto tiempo y si no aciertas a decirla bien a la primera… pasan cosas malas. – Explicó Chester.

“Puedo imaginármelo” Pensó Han Shuo, aunque permaneció en silencio.

Frente a ellos había una habitación completamente oscura, pero se iluminó de repente en cuanto atravesaron el umbral y entonces tuvo la misma sensación que experimentaba cuando usaba una matriz de trasporte, así que no le sorprendió demasiado cuando una estancia desconocida apareció frente a sus ojos.

Ahora estaban en un pasaje cerrado hecho con paredes de piedra pulida resplandeciente que brillaban mágicamente. Conforme avanzaban se veían accesos que conducían a otros pasajes intrincados, que le daban la sensación de estar dentro de un enorme laberinto con caminos entrecruzados. Lo más sorprendente era la gran cantidad de magia que circulaba por las paredes, llenando todo el lugar de una energía y poder que seguramente servían para mantener funcionando una compleja serie de defensas.

Han Shuo notó que había unas extrañas aberturas verticales bastante delgadas en las paredes y sus ojos altamente desarrollados consiguieron percibir el destello metálico de un virote. Rápidamente entendió que había varias estancias laterales por todo lo largo del pasillo, repletas de hombres armados con ballestas cargadas y preparadas para desatar una lluvia de proyectiles letales por esas aberturas a la menor señal de peligro.

– Es extraño. Todo está bastante iluminado, pero no dejo de sentir que estoy en el interior de una cueva. – Han Shuo dijo un comentario casual después de mirar a su alrededor por un rato.

Chester aceleró el paso, pero no dejó de responderle:

– Tienes buenos instintos. Este lugar era originalmente un sistema de cavernas subterráneas, aunque hace mucho las modificaron para convertirlas en cámaras bien acondicionadas, por eso hay algunos siguen llamándole cariñosamente “El Bastión Subterráneo de las Mil Cavernas en Ordas”. Por cierto, ahora mismo estamos en el interior del Monte Ordas, justo detrás del palacio del Emperador. La sede del Manto Oscuro se encuentra debajo del corazón de la montaña, en el sitio más seguro del Imperio, pues los territorios a su alrededor están estrictamente fuera de los límites para cualquier ciudadano. El Palacio Principal, el Cuartel General de las Legiones y la sede de la Guardia Imperial han sido construidos a su alrededor. ¿Te imaginas un lugar más seguro? ¡Ni siquiera el emperador está tan protegido! –

– ¡¿Ni siquiera el emperador?! –

– El Manto Oscuro no sólo sirve al emperador desde las sombras. También somos encargados de proteger muchos documentos e información secreta sobre el Imperio y las naciones vecinas que podrían determinar el futuro de las guerras, políticas de estado y el rumbo de nuestro pueblo. Así que todos están interesados en que este lugar sea el más seguro de nuestro territorio. Y de hecho no ha ocurrido ningún incidente notable durante años. –

“No tienes que convencerme de eso.” Pensó Han Shuo. “Puedo sentir que este lugar esta extremadamente bien protegido. Y esos pulsos de magia… en realidad es magia defensiva demasiado avanzada, tanto que no puedo comprenderla y por eso apenas la siento como un impulso de energía.”

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Cada centímetro del lugar parecía estar vigilado por poderosos encantamientos y también por entidades que no sólo se limitaban a los guardias humanos. En un sitio así no se atrevía a dejar salir a sus Demonios Originales, pues eran la case más débil entre los Generales Demoníacos y seguramente serían destruidos de inmediato. Por el momento tendría que conformarse con usar sus sentidos altamente desarrollados para detectar los peligros ocultos en su entorno.

Chester continuó liderando el camino por los corredores que los conducían a través de una serie de cámaras bastante espaciosas y amuebladas como áreas de trabajo donde en ocasiones se topaban con otros miembros del Manto Oscuro. Todos parecían muy ocupados y apenas les dedicaban un breve vistazo antes de seguir con sus asuntos. De vez en cuando veía alguna que otra puerta cerrada que quizá conducían a otras habitaciones o pasillos, donde Han Shuo percibía latidos, respiraciones y voces apagadas que delataban la presencia de muchas otras personas. La sede del Manto Oscuro era como una maquinaria muy eficiente que funcionaba de forma constante sin tener en cuenta la hora o el día.

– El Maestro Cándido es uno de los tres grandes Maestres de nuestra Orden así que no tengo la autoridad para comparecer ante él. Pero puedo informar a un adjunto de su sección que le dará parte de tu presencia, esperemos que no demore demasiado. –

La expresión de Chester revelaba un poco de envidia porque Han Shuo pudiese comparecer ante un superior de tan alto rango.

– Ya mencionaste varias veces a esos tres grandes Maestres. ¿Puedes decirme algo más sobre ellos? ¿Quiénes son los otros dos? –

– Son la Dama Cecilia y El Gran Señor Amyes. Se les llama Maestres porque poseen la mayor autoridad aquí. La Dama Cecilia se ocupa principalmente de todos los asuntos del Manto Oscuro fuera de las fronteras Imperiales, por lo que tiene autoridad para coordinar a todos nuestros agentes en el exterior y se encarga del espionaje en los países vecinos. También me han dicho que posee una belleza encantadora, aunque quizá nunca pueda confirmarlo. Je je es una lástima, un pequeño subordinado como yo jamás tendrá la oportunidad de comparecer ante ella. El Gran Señor Amyes y el Maestro Cándido se ocupan de todas nuestras operaciones dentro del Imperio, pero sus roles son muy diferentes. El Gran Señor Amyes también es conocido el “Censor del Emperador” porque se ocupa de investigar y vigilar a todos los funcionarios del gobierno junto con los aristócratas. También es la persona que nos representa ante la sociedad, como el rostro público de nuestra Orden. Y cuando digo que investiga, lo digo en serio. Tiene un talento extraordinario para descubrir las verdaderas intenciones de los nobles, incluso de los más hábiles entre ellos, y los tiene vigilados constantemente con una red de espías profesionales que solamente le responden a él. Si en algún momento logra descubrir que algún funcionario ha hecho algo en contra de los intereses del Imperio o que hay una conspiración contra la familia imperial… tiene la autoridad para arrestarlos directamente antes de informarle al emperador. Incluso puede ejecutar inmediatamente a cualquier aristócrata de mediano rango y en ciertos casos a la alta aristocracia sin pedir aprobación. ¡Casi todos los patricios lo consideran su peor pesadilla! En cambio, el Maestro Cándido se ocupa de descubrir, interceptar, vigilar y en muchos casos asesinar a todos los espías de otros países que se infiltran en nuestro Imperio. También recolecta información importante, aniquila amenazas u organizaciones ocultas, frustra los complots de nuestros enemigos y en ocasiones permite que sus espías escapen con información falsa, entre otras cosas. –

Chester continuó explicándole los detalles de los principales líderes del Manto Oscuro mientras caminaban, hasta que finalmente se detuvieron frente a una tercera puerta que era diferente porque estaba hecha con una única placa de hierro reforzado a excepción de una pequeña ranura que de momento estaba cerrada. Ahí le pidió a Han Shuo que esperase y tocó con sus nudillos siguiendo un patrón rítmico. La ranura se abrió de inmediato y entonces una voz fría, completamente desprovista de emociones, resonó del interior:

– ¿Quién vive? –

– Soy Chester. Traigo conmigo a un Estrella Oscura de Primer Orden que responde al nombre de Bryan y dice ser prosélito del Maestro Cándido. ¡Le responde directamente! –

– Espera un momento. Iré a confirmar su identidad. –

Pasaron dos minutos y la puerta se abrió de golpe, pero no había nadie al otro lado. Han Shuo se acercó y vio que se trataba de una pequeña habitación oscura, apenas más grande que un armario, desprovista de cualquier mueble u objeto alguno. Lo único que destacaba era una gran placa metálica redonda que había sido firmemente incrustada en el suelo y cuya superficie estaba prácticamente cubierta con complejas incrustaciones ligeramente resplandecientes. Era evidente que era algún objeto mágico, incluso si no sintiese las pulsaciones de poder que emitía.

La voz fría volvió a resonar, aunque no había nadie en la habitación:

– Bryan puede ingresar. Colóquese sobre el disco y no se mueva. Chester, usted debe esperar afuera hasta que él regrese, entonces lo guiará de vuelta hacia la salida principal de Ossen. –

– Entendido superior. – Chester respondió de inmediato y luego se volvió hacia Han Shuo para explicarle: – Cuando entramos por el pasillo hacia la primera habitación oscura, estábamos usando una matriz de trasporte mágico de corta distancia. Toda la fortaleza está llena de ellas y son controladas por una compleja Matriz Principal en el corazón de la montaña. Ahí hay expertos que abren los distintos caminos a quienes están autorizados y te llevaran a donde tienes que ir. –

Han Shuo asintió una vez y caminó directamente hacia el disco metálico sin mostrarse demasiado sorprendido. Una Matriz de Trasporte Mágico de Corta Distancia no era tan difícil de establecer y podía ser construida por cualquier Mago Espacial de rango Adepto con la suficiente habilidad si contaba con los materiales necesarios. Organizar todo un Sistema de Matrices de trasporte a Corta Distancia para que funcionasen en diversos sentidos y pudiesen bloquear el paso cuando fuese necesario… eso ya era algo más complejo, pero aún estaba dentro de lo que podía esperarse de una organización poderosa.

En cambio, una Matriz Mágica de Trasporte Portátil como la que había encontrado dentro del Cementerio de la Muerte y que podía funcionar en cualquier momento a miles de kilómetros de distancia y ensamblarse fácilmente de acuerdo a la necesidad del usuario… definitivamente no era algo que ningún mago ordinario pudiese crear, sin importar cuan hábil fuese. Para construir algo así se necesitaría por lo menos a un grupo de Archimagos, o magos de grado superior, trabajando con una enorme cantidad de materiales mágicos.

La Matriz de Trasporte Mágico Portátil era un logro de enormes proporciones, inconcebible sin el apoyo de una gran potencia. Han Shuo suspiró por un instante cuando pensó en las maravillas que había descubierto en el Cementerio de la Muerte y sintió un sincero aprecio por sus creadores. Entonces avanzó y se paró sobre el disco metálico hasta que sintió la familiar sensación de la trasportación mágica.

En menos de un segundo se encontró frente a una enorme cámara de piedra con un techo abovedado y revestida con diversos tipos de mármoles. Las paredes tenían columnas adosadas y algunos espacios estaban decorados con lujosos mosaicos que representaban distintos temas.

La habitación estaba amueblada y decorada con una exquisitez que eclipsaba por mucho al salón más lujoso del Gremio Mercante de Boozt: Tapices multicolores, esculturas de mármol y bronce, muebles de madera tallada con recubrimientos dorados, cojines de seda, alfombras de muchos colores, espejos con marcos de plata, varios relojes que mostraban distintas horas, lienzos con paisajes o escenas de batallas míticas.

Sobre el techo había un enorme candelabro plateado que iluminaba toda la habitación, pero graduaba la luz haciendo que fuese más intensa en ciertos lugares y más tenue en otras.

Cuando Han Shuo miró con atención se dio cuenta de que se encontraba en un despacho, porque abundaban las mesas, estanterías y escritorios, sobre los cuales había todo tipo de objetos: Instrumentos mágicos misteriosos cuya función no conocía, libros de gran calidad, rollos de pergamino ordenados de forma meticulosa, mapas de increíble calidad que casi parecían obras de arte y mostraban diversos territorios que no se limitaban al imperio, maquetas de ciudades o fortalezas, planos de distintos lugares, plumas estilizadas y distintos tipos de tinta, cristales mágicos, joyas misteriosas y otras cosas que no supo identificar.

Cándido estaba sentado frente a un enorme escritorio repleto de pergaminos y otros documentos meticulosamente organizados. En ese momento estaba escribiendo sobre un papel y de vez en cuando consultaba un libro que tenía a su costado. A veces se detenía para leer lo que acababa de escribir hasta que asentía suavemente con la cabeza, entonces recogía un poco de cal en polvo de un pequeño recipiente con la punta de los dedos, para luego esparcirla suavemente sobre la hoja y secar la tinta fresca. Repitió el proceso varias veces hasta que terminó de escribir, luego murmuró unas palabras y todas las letras desaparecieron mágicamente. Después enrolló el pergamino aparentemente en blanco con firmeza y encendió una vela de color rojo.

Esto le pareció extraño a Han Shuo, hasta que lo vio acercar la vela hacia el pergamino con cuidado para dejar caer unas cuantas gotas de cera derretida justo en el punto central del rollo. Cuando la cera enfrió un poco Cándido hizo un puño con la mano, donde llevaba puesto un anillo que en lugar de estar decorado con una piedra preciosa tenía un adorno de metal plano con un bello grabado estilizado.

Se trataba de un sello oficial, quizá dado por el emperador o tal vez era el blasón de su familia. En cualquier caso, servía para identificarlo. Cándido presionó el sello sobre la cera tibia y esta quedó marcada con el emblema, que luego resplandeció por un breve instante.

Si alguien que no fuese el destinatario abría ese rollo de pergamino, tendría que romper el sello de cera y revelar que un extraño lo había manipulado antes de llegar a su destino. La magia dentro del sello también borraría el contenido escrito en el interior para que nadie pudiese leerlo. Cuando entendió lo que estaba pasando, Han Shuo sonrió apreciando la meticulosidad del Manto Oscuro.

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Cándido siguió murmurando unas palabras sobre el pergamino para protegerlo con otros encantamientos. Entonces lo colocó a un costado y finalmente lo miro con su típica expresión sombría:

– ¿Y bien? ¿Qué ocurre? ¿Acaso has descubierto algo? –

Sonriendo por dentro, Han Shuo comenzó a darle un resumen de los eventos relevantes que presenció durante los últimos días, poniendo énfasis en la reunión secreta de Camilla, las conversaciones sobre el “Ojo de la Oscuridad” y el encuentro en las caballerizas con el Primogénito del Comandante de la Legión Grifón. No omitió casi nada aparte de sus métodos y algunas conclusiones propias.

Conforme avanzaba la exposición, la expresión de Cándido se fue volviendo más sombría y desagradable, pero no dijo nada ni hizo ademán de interrumpirlo hasta que terminó de hablar. Entonces se llevó una mano a la barbilla y frunció la expresión como si estuviese meditando algo durante un largo rato.

Cuando Han Shuo comenzaba sentirse impaciente, Cándido alzó la vista y sonrió:

– Francamente estoy impresionado y eso no ocurre fácilmente. Bryan, creo que usted ha nacido para este tipo de trabajo. Sé que eres fuerte, pero aún no eres un maestro, y sin embargo has logrado mantener vigilados a un poderoso Archimago de Viento, un Jinete de la Tierra, un Espadachín Veterano e incluso a Camilla, que es una Adepta en Magia Oscura. Obtuviste la información y no fuiste detectado en el proceso; esto trasciende por mucho el calificativo de “sobresaliente”, solo puedo describirlo usando la palabra… “único”. –

– Sólo cumplí con mi misión, mi señor Cándido. – Han Shuo dijo humildemente.

– No es necesario ser modesto. Has manejado este asunto perfectamente. Y aunque tengo mucha curiosidad por los medios que usaste para lograr esta hazaña, tú eres uno de mis agentes y no pienso intervenir o cuestionarte. Je je. Muy bien, haz cumplido tu parte y no es necesario que continúes la vigilancia, a partir de ahora me encargaré yo y en breve enviaré a alguien a ocuparse de manejar este asunto. – Cándido lo estaba felicitando sinceramente, pero su mirada parecía la de un monstruo por los terribles pensamientos que ocultaba.

Por suerte Han Shuo sintió que toda la maldad de Cándido estaba dirigida únicamente contra los enemigos del imperio y respiró aliviado. Lo que más le preocupaba era que no creyesen sus palabras, cosa que tendría sentido, dado que a muchos les parecería imposible que alguien pudiera espiar día y noche a tantos individuos poderosos, más aún cuando el mismo no era demasiado fuerte. Sería normal y hasta lógico que cuestionaran la información, pero Cándido no había dudado de él y ni siquiera exigió saber sobre los métodos había usado. Eso lo sorprendió gratamente.

– Pareces sorprendido, pero no debes estarlo. Para la Orden del Manto Oscuro sólo importa el resultado final de una misión. Mientras el proceso que emplees no afecte negativamente al imperio o perjudique otras misiones, no nos interesa saber los detalles. Nosotros asignamos los objetivos, pero cada miembro es libre de elegir sus propios métodos para lograrlos. Mientras hagas bien el trabajo y no te expongas innecesariamente ni a nosotros, puedes estar tranquilo. Tampoco vamos a interferir con tus asuntos personales cuando no haya misiones, así que por ahora puedes volver a tu rutina diaria y disfrutar tu vida en la Academia. –

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Cándido pareció notar sus preocupaciones y procedió a explicarle su situación para tranquilizarlo. Al oírlo, Han Shuo sonrió y en su interior estaba encantado con la forma de proceder del Manto Oscuro:

– Comprendo, mi señor. ¿Puedo asumir que no tiene otra misión para mí de momento? –

– Dame tu insignia. Ahora mismo voy a hacer un registro oficial de la información que nos trajiste para nuestros Archivos Generales, donde también haré mención de todas tus contribuciones. Pero puedo adelantarme y ascenderte de rango directamente para ahorrar tiempo. Normalmente los prosélitos necesitan completar más de diez misiones especiales antes de poder ascender un nivel, pero la información que has traído bien vale dos grados. Muchas felicidades. –

Cándido lo miró con una sonrisa irónica, entonces tomó la insignia y comenzó a murmurar unos complicados conjuros. Cuando se la devolvió había tres barras [III] en el centro de la estrella en lugar de una. Desde ese momento era un Estrella Oscura de Tercer Orden.

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Han Shuo se sentía eufórico, con una sola misión había alcanzado el mismo nivel que Chester y su futuro se veía prometedor. Entonces sonrió mientras decía:

– Gracias, mi señor Cándido. Con su permiso, me despido por ahora. –

– Muy bien, puedes retirarte. Pero recuerda que tienes que reportarte a la Orden cuando menos una vez al mes y si por casualidad descubres alguna otra información importante sobre algo que beneficie o perjudique al imperio, puedes venir y reportármelo directamente. Tus contribuciones serán registradas y valorizadas de acuerdo a la exactitud de lo que descubras, todo irá directamente a nuestros Archivos Generales. –

– ¿Es importante que les traiga información nueva cada mes? –

– Je je. No es obligatorio, pero los agentes del Rango Estrella Oscura son principalmente informantes y facilitadores, de modo que reportar tus descubrimientos es una buena forma de ascender. Pero incluso si no descubres nada, debes asegurarte de reportarte mensualmente para que el Manto Oscuro pueda conocer tu situación y asignarte alguna misión adecuada si tenemos alguna disponible. Por supuesto que a veces tendrás el derecho de seleccionar la misión que prefieras entre las que tengamos y rechazar alguna, si crees que supera tus habilidades. – añadió Cándido.

Han Shuo asintió e hizo una reverencia antes de retirarse sin decir nada más, pero justo cuando estaba a medio camino de la matriz de trasporte sitió que Cándido le hacía un gesto vacilante, como si quisiera decirle algo, pero no estuviese muy seguro de hacerlo. Así que redujo el ritmo de sus pasos hasta que finalmente escuchó:

– Espera un momento, Bryan. –

Han Shuo se detuvo y se volvió para mirar a Cándido con una expresión algo confundida:

– ¿Desea algo más, mi señor? –

– Tengo entendido que has estado tratando con el joven Lawrence últimamente. –

No era una pregunta y Han Shuo lo sabía. También entendía que era mejor asumir que Cándido vigilaría de cerca la mayoría de sus movimientos, así que no tenía sentido mentirle.

– Así es mi señor. –

– Debes ser muy cuidadoso cuando te relaciones con ese joven, porque las alianzas o altercados que formes con él podrían tener un serio impacto en tu futuro, para bien o para mal. Su identidad es mucho más compleja de lo que te puedas imaginar y sólo eso puedo decirte. Ten mucho cuidado y no actúes sin pensar. –

Era evidente que Cándido estaba en una posición incómoda, además era la primera vez que Han Shuo lo veía titubear y estaba intrigado por esto, pero el maestro permaneció en silencio.

– Me han dicho que Lawrence es hijo de uno de los ministros de finanzas más importantes del Imperio. ¿Es por eso que me está previniendo, maestro? – Preguntó al recordar algunas de las cosas que Lisa le había explicado anteriormente en un intento por descubrir algo más.

Cándido asintió primero, pero después negó con la cabeza y volvió a hablar: – Lawrence es el primogénito de un preeminente patricio que ejerce como Cuestor del erario público y organiza la recaudación de impuestos, eso es algo que sabe todo el mundo. Pero ese joven también posee otra identidad y esta tiene implicaciones demasiado grandes. Lamento decirlo, pero por ahora tu nivel en nuestra orden es demasiado bajo para que tengas derecho a saberlo y yo tampoco tengo la libertad para revelar esa información. Sólo puedo aconsejarte que seas muy cuidadoso cuando trates con él o podrías verte envuelto en una situación de la que, tal vez, no puedas salir fácilmente. –

Después de decir esto Cándido le hizo un gesto para que se retirara y Han Shuo renunció a insistir más en el asunto. Ya entendía cómo funcionaban las cosas en el Manto Oscuro, así que estaba seguro de que no le convenía tratar de averiguar más por el momento. Por eso asintió con la cabeza y se paró dentro de la Matriz llevándose nuevas inquietudes en su interior.

***

 

 

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– Bueno ¿te fue bien? – Le preguntó Chester algo emocionado mientras regresaban sobre sus pasos para volver a la ciudad de Ossen.

– Ya sabes que la voz cantante de nuestra orden es “no debo compartir esa información”. Pero puedo decirte que el Maestro Cándido estuvo bastante satisfecho e incluso me ascendió algunos niveles. Ahora soy un Tercer Orden dentro de la Estrella Oscura como tú. – Han Shuo le respondió con tranquilidad. Por algún motivo no le molestaba la presencia de Chester y sus reacciones le parecían divertidas. También se notaba que era inteligente y su conversación era interesante, por eso no veía problema en compartir algún que otro detalle.

Chester estaba asombrado y abrió los ojos por la sorpresa cuando escucho su respuesta. Después suspiró con anhelo mientras sacudía la cabeza:

– ¡Guau, el Maestro Cándido! Con él sí que puedes avanzar a una velocidad increíble. Te juro que desde que me uní al Manto Oscuro hace unos tres años habré tenido que conseguir al menos veinte piezas de información lo bastante valiosa para que me ascendieran al Tercer Orden. Tú llevas en la organización menos una semana y ya te han promovido. ¡Tienes que ser muy bueno o haberte topado con un premio gordo! Ahh… No es que me guste compararme o dar excusas, pero todo es realmente diferente cuando te protege alguien importante, no importa donde estés. –

Han Shuo se limitó a encogerse de hombros ante el comentario. Si bien había conseguido una información inestimable en virtud de su propia fuerza, no le convenía exponer demasiado sus poderes a los demás, así que prefirió no decir nada y dejar que Chester hiciese sus propias suposiciones al respecto.

– Mmm. Ahora que lo pienso, quizá en el futuro te asignen alguna misión que requiera la colaboración de dos personas. Cuando ocurra ¿podrías incluirme? Te sorprendería lo útil que puedo ser y lo consideraría un favor personal ¿Qué me dices? – Chester suspiró y luego se rascó la cabeza, mientras planteaba el tema con un poco de descaro humorístico.

“Es un poco pronto, pero… quizá me convenga empezar a forjar mi red de contactos. Chester me cae bien, es útil, inteligente y no tengo problemas para entender la forma en que piensa. Además, en caso de emergencia, puedo neutralizarlo en un enfrentamiento directo, aunque parece saber bien lo que le conviene, así que no creo que me traicione. No hace mal darle una oportunidad.” Pensó Han Shuo y respondió con una sonrisa:

– Muy bien, si ocurre te lo haré saber. –

– Gracias mi estimado. No me olvidaré de este favor y te prometo cumplir tus instrucciones al pie de la letra. – Chester parecía muy feliz y su actitud se llenó de entusiasmo. Siguió parloteando sobre sus habilidades y distintos detalles sobre el funcionamiento del Manto Oscuro hasta que finalmente llegaron al final del pasillo donde estaba la Matriz que los llevaría devuelta a la elegante mansión en la ciudad de Ossen.

 

 

 

Great Demon King Libro 3 Capítulo 96 Novela Web

Que tal amigos, soy Acabcor de Perú, donde hay nieves perpetuas y desiertos áridos.

Bueno señores, les diré que en este capítulo mi consigna fue hacer serio al Manto Oscuro. Debe ser como una sociedad secreta llena de misterios, amenazante y poderosa. Por eso cuando leí que en la traducción original decía “los niveles se registran mediante pequeñas estrellas” me dije: ¡Como puede ser más ñoño! ¿Estrellitas? ¡¿Acaso están en el jardín de infantes?! No, no, tengo que cambiar eso. (NOVA: Jajajaja ¡Ya ven! Por eso usamos su traducción xD)

Y elegí los números romanos (viva Roma por siempre), yo creo que quedaron mucho mejor. También agregué muchos detalles para darle profundidad a las diferentes subdivisiones y las funciones de los tres pesos pesados. Así les ponían en el original “Los tres pesos pesados del Manto Oscuro”.

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Yo les puse maestres, grandes maestres. Primero porque suena mejor y segundo porque es el nombre que reciben los líderes de una hermandad laica. Creo que me quedo mejor.

Mejorar los ambientes fue muy importante para mí, así que agregué detalles a muchas cosas en la sede del manto oscuro; tomando referencias de objetos que vi en la literatura fantástica e hice un referencia al Silmarilión de Tolkien, donde describe una maravillosa fortaleza subterránea de los elfos llamada “Menegroth” y la apoda “las mil cavernas”.

Yo quería que la sede del Manto Oscuro sonase un poco parecido, pero no demasiado. Espero haberlo hecho bien.

En cuanto al mecanismo que usa Chester para abrir el primer túnel, necesitaba una explicación que justificase el por qué los Demonios Originales (que pueden atravesar sólidos) no lo encontraron. Por eso hice que comentaran al respecto.

Bueno, les diría más cosas pero ahora mismo me duele la cabeza y ustedes ya me tuvieron mucha paciencia en mi comentario anterior.

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