Uchi no Musume no Tame naraba, Ore wa Moshikashitara Maou mo Taoseru kamo Shirenai

Volumen 4

Capítulo 2: La Doncella de Cabello Plateado y el Amor de su Pelirrojo Amigo de la Infancia

Parte 3

Muchos aventureros jóvenes vieron la ausencia de Dale como una oportunidad de acercarse a su diosa, Latina, así que eran claramente hostiles hacía Rudolph, quien era inusualmente amistoso con ella.

Incluso Latina noto la atmósfera tan rara y lo miro confundida.

「¿Te metiste en una pelea o algo así?」

「No」

「Hmm… Bueno, si algo pasa, avísame, ¿sí?」

Después de conversar con ella, Rudolph dio un sorbo a su sidra. En otras tiendas, el beber algo tan afeminado sería motivo de burla, pero en el Dancing Ocelot era la bebida más popular. La razón era demasiado simple: era parte del menú favorito de su mesera favorita. Dejando de lado el sabor, Latina no podía aguantar el alcohol, incluso un sorbo era demasiado para ella. Incluso bebiendo un sorbo pequeño del vaso más chico la ponía roja.

「Te llevas muy bien con el chico, ¿no crees, señorita?」 Dijo Sylvester al notar que Rudolph y Latina estaban hablando.

Al no darse cuenta de sus intenciones al preguntar eso, Latina ladeo la cabeza un poco mientras iba hacia su mesa, y luego respondió, 「Lo conoce, ¿no, señor Syl? Es Rudy, y solía venir mucho por aquí. Ahora es un guardia」

「Este… Señorita…」

「Ya no está entrenando, así que ya viene más seguido」 declaró Latina, y Sylvester le respondió con una sonrisa torpe.

Mientras veía a Latina regresar con Rudolph, Sylvester suspiro y dijo susurrando, 「no tienes derecho de hablar del chico, señorita…」 susurro para que nadie pudiera oírle. Ya fueran celos o ansías, los sentimientos de Rudolph eran demasiado obvios para todos, menos para Latina, obviamente. Había algunos que odiaban a Rudolph por ello, pero como Latina no tenía ni idea de nada, sus rivales no pudieron hacer nada más que sentir compasión.

Sin embargo, Rudolph no se rindió y continuó visitando el Ocelot a diario. Él sabía muy bien de lo torpe que era su amiga de la infancia y decidió atacar de frente. Solo eso no lo haría rendirse. Iría a ese lugar todos los días aun si sus sentimientos son ignorados. Ya estaba tan acostumbrado que no noto lo triste de la situación.

Y así, se dio cuenta que desde el “desastre del festival nocturno,” la relación entre Dale y Latina se volvió rara ya que Dale se fue por trabajo sin arreglar las cosas.

Rudolph sabía que Latina siempre miraba a alguien más. Aunque ella pareciera la menor de sus amigos por su estatura y su forma de hablar, sus amigos sabían que ella era mentalmente más madura. También sabían sobre sus sentimientos hacia su guardián – los cuales podían ser llamados “amor” incluso a su edad.

Latina nunca se refirió a Dale como su “padre”. Ella era astuta desde niña, así que entendió que él era su guardián y que era responsable de ver por ella. Además, ella siempre hablaba alegremente de Dale como alguien precioso para ella.

Todo este tiempo, ella quería estar con él.

Ella no podía reducir la diferencia de sus edades, pero como ella quería volverse una adulta y ser tratada como una tan pronto como pudiera, ella maduro trabajando. Ella estaba acostumbrada al trabajo duro, pero, ella se estaba esforzando para poder llegar a ser la mujer quien pudiera estar al lado de Dale.

Rudolph sabía todo esto, y como sabía que Latina amaba a Dale, el trataba de hacer hasta los imposible para alcanzarlo. No podría alcanzarlo fácilmente, no importando lo mucho que Rudolph se esforzara. Aun así, al no querer rendirse en esto, el desesperadamente trataba de crecer y volverse más fuerte, e incluso si la gente de su alrededor noto eso, no era suficiente, y se esforzó más allá de lo esperado.

Y así, Rudolph comprendió que Latina estaba mejor que nadie. Ellos podrían pasar mucho tiempo tratando de alcanzar a Dale, y mientras sus razones podían ser diferentes, sus sentimientos eran los mismos.

Después de pensar en todo eso, Rudolph suspiro de forma pesada.

No importa lo mucho que lo piense, esta puede ser mi única oportunidad…

El llegó a la misma conclusión después de pensarlo muchas veces, y se contuvo para no suspirar de nuevo.

Si espero a que se recupere de esto… Probablemente nunca podré decírselo…

Dale ya había estado fuera por varios días, y al verla, Latina parecía estarse comportando como siempre. Pero para Rudolph, parecía que ella se estaba esforzando de más. Él sentía celos de que ese tipo la pudiera cambiar así.

Rudolph miró hacía su vaso y se perdió en sus pensamientos. Incluso si se quedaba viendo a la nada, sus oídos pudieron captar la voz de Latina.

No debo preocuparme de pensar si estoy tomando ventaja de su debilidad…

Él no estaba en una posición en la que pudiera decir eso de forma genial. Sabía muy bien que su situación no era la más favorable como para decir eso. Sabía muy bien que en el campo de batalla se debe aprovechar cualquier oportunidad que se presente.

Si me rindiera tan fácil sin siquiera decirle nada, entonces… las cosas no se hubieran alargado tanto tiempo.

Al escuchar a Latina hablar tan desesperadamente en el festival, mientras sus orejas y cara su volvían rojas, lo hizo sentirse mareado. Tenía celos de que esa expresión y voz fueran dirigidas haca Dale, y también estaba desesperado de que sus propios sentimientos nunca fueran revelados.

Ahora que tenía otra oportunidad, no la iba a dejar ir tan fácil.

Cuando Dale lo miraba, tenía miedo, y no pensó que pudiera hacerlo. Incluso si había una minúscula oportunidad, era ahora, cuando Latina era vulnerable.

Mientras pensaba en algo tan patético, la determinación de Rudolph se mostró en su cara, solo para que Latina apareciera de la nada. Estaba tan sorprendido que casi tira su vaso, pero rápidamente lo puso sobre la mesa. Al ponerlo sonó tan fuerte que reflejaba el cómo estaba su corazón en ese momento.

「¿Qué pasa Rudy? Te ves muy serio, ¿te pasa algo?」

Su adorable expresión estaba nublada con preocupación, y sus grandes ojos verdes lo miraron sin duda. Ella no había cambiado nada desde que eran niños.

Obviamente a pesar de todos los sentimientos y afecto que apuntaban hacia ella, Latina se acercó a Rudolph tanto como cuando eran niños. Ella no tenía idea de lo mucho que lo presionaba al sentarse tan cerca de él mientras sonreía, estaba tan cerca que él podía tocarla si se movía un poco.

「¿Rudy?」

Mientras le hablaba, él regresó a la realidad. Se tragó sus nervios sin pensar.

Latina no se dio cuenta de nada y miro hacia el vaso que Rudy dejó en la mesa con fuerza. Se veía feliz al ver que el vaso estaba casi vació.

「Rudy, bebiste mucho. ¿Qué tal sabe? ¿Prefieres algo menos dulce?」 preguntó, presionándolo un poco; ella necesitaba opiniones sobre el menú que había armado.

「No, esto está bien」 respondió Rudolph mientras asentía.

Al oír esto, Latina sonrío aún más. En ese instante, Rudolph pensó desde lo más profundo de su corazón, Es muy bonita, y se olvidó de todas sus preocupaciones. Lo que quedo dentro de él fue la determinación suficiente para decirle las palabras que se negaba a guardarse.

「Latina」

「¿Sí?」

「Te amo」

「¿…Eh?」 Latina parpadeo un par de veces sin entender el significado de esas palabras que Rudy dijo de todo corazón.

「Solo vengo a esta tienda para verte」

「¿…Qué?」

「Siempre te he amado. Te lo quería decir por lo menos una vez…」

「¿Qué…?」

Al no ser capaz de ver a Latina a los ojos mientras respondía con esos extraños sonidos, Rudolph se levantó de su asiento. Y sin mirar atrás, se fue del lugar.

Mientras el frío de la noche enfriaba sus mejillas, la energía escapo del cuerpo de Rudolph. Ni siquiera pudo oír el estruendo que provenía de la tienda de la que acababa de salir, el sonido era como de una mesa siendo tirada, debido a los fuertes latidos de su propio corazón.

「¿Qué paso? ¡¿Qué paso?!」

Al escuchar tanto ruido, Kenneth salió corriendo de la cocina y encontró a Latina tirada en el suelo junto con unos platos y vasos.

「¡¿Qué te paso?!」 preguntó Kenneth ante la situación tan rara, tenía una expresión seria en su rostro.

「¡Wah!」 Latina, quien por alguna razón estaba abrazando su bandeja, grito de repente. Luego miro lo que había tirado, 「¡L-Lo tire…. L-Lo siento!…」

「No te lastimaste, ¿verdad?」 preguntó, bajando la voz y relajando su expresión cuando noto que no había pasado nada tan grave. Luego de un rato, Latina se dio cuenta de lo que había roto.

「¡Wah… lo siento, rompí los platos…! ¡Ow!」

Ella comenzó a recoger los trozos que había en el suelo solo para hacer su mano hacia atrás rápidamente. Aparentemente se cortó.

「¿Estas bien?」

「Solo es un rasguño… Tengo magia curativa, así que estaré bien…」

「Bueno, quédate quieta y espera. Voy por algo para limpiar esto」

「Wah… lo siento…」 dijo Latina con una voz patética mientras sus hombros caían. Dejándola atrás, Kenneth regreso a la cocina.

Aunque Latina había estado ayudando en el Ocelot desde pequeña, ella nunca había hecho algo así. Kenneth agarro un plumero mientras ladeaba la cabeza.

Los clientes que la vieron caerse así también estaban frustrados, pero era por una razón diferente a la de Kenneth. Después de todo, vieron a alguien confesarse a su diosa.

Tal vez no era cierto para todos, pero para la mayoría de los clientes, todas y cada una de las acciones de la mesera estrella de la tienda eran su “plato” favorito que acompañaban con sus bebidas, así que los clientes siempre la estaban viendo.

Y entonces, la “confesión” pasó. Dependiendo de cómo salieran las cosas, tal vez hubiera sido necesario castigar a Rudolph, pero antes de que pudieran planear algo, él se fue de la tienda. Y al ver la reacción de Latina, se preocuparon aún más.

No había oportunidad para molestarla para divertirse. Este es un incidente tan grande como cuando ella descubrió que tenía club de fans, así que nadie sabía qué hacer.

「¡Gwah!」

「¡¿Latina!?」 grito Kenneth al ver que Latina se tropezó con un saliente del suelo y cayó de frente.

Nadie la había visto comportarse así antes.

Después de que Rudy se fuera, Latina se había “ido” también, por eso cometía tantos fallos.

Por ejemplo: Olvido pedidos. Llevo el mismo plato a un cliente 2 veces. Olvidaba lo que estaba haciendo y se ponía a mirar a su alrededor. Y se cayó muchas, pero muchas veces.

「¡Waaaaaah…! ¡Perdón, perdón…!」

Y todas esas veces ella pedía perdón desesperadamente con la cara roja y con una voz patética.

Los clientes la perdonaban sin problemas, sintiendo que veían algo muy raro, fue un incidente peculiar.