Uchi no Musume no Tame naraba, Ore wa Moshikashitara Maou mo Taoseru kamo Shirenai

Volumen 3

Capítulo 3: La Jovencita y la Mujer que era su Enemigo Natural

Parte 1

Por un tiempo, Kenneth había sido el principal compañero de conversación de Latina. No era Dale a quien siempre decía que quería tanto, o Rita, quien era del mismo sexo que ella, era Kenneth.

Ella realmente no pensaba en Dale como alguien poco fiable. Ella era muy consciente de que él era su tutor y era responsable de sus actos.

Dale era alguien especial y muy valioso para Latina, y esa era precisamente la razón por la que tenía tanto miedo de no gustarle. Estaba preocupada de haberlo molestado causándole problemas. Como resultado, ella vio egoísta el contarle sus problemas y probablemente agobiarlo, algo que no quería hacer.

Últimamente, Dale le estaba prestando más atención y afecto de lo que era adecuado para alguien de su edad, por lo que no estaba tan entusiasmada por tratar con él como solía estarlo. Ya no se arreglaba tanto para asegurarse de que los demás no la vieran como a una niña. Como prueba de que había bajado la guardia cuando estaba rodeada de más gente, consideraba que cada error o pequeña travesura eran valiosos y los usaba para que los adultos de su alrededor sonrieran. Sin embargo, los viejos hábitos estaban muriendo.

Rita siempre estaba tratando con clientes y papeleo en el mostrador del Dancing Ocelot. Latina era una chica muy formal por naturaleza, por lo que pensó que no haría nada que molestara a Rita mientras estuviera trabajando.

Desde que Latina llegó por primera vez al Ocelot, pasó mucho tiempo en la cocina con Kenneth. Una gran razón para ello era que le interesaba cocinar y poder aprender mientras le ayudaba. Como Kenneth era un ‘maestro’ confiable, tolerante y cuidaba a otros por naturaleza, también era natural que Latina terminara dependiendo de él.

En ese momento, sin embargo, Kenneth estaba terriblemente desconcertado. Latina estaba frente a él, se le veía abatida y miraba al suelo.

Sabía que esta pequeña tenía una gran cantidad de secretos escondidos en lo más profundo de su corazón. Pero aun así, nunca habría imaginado que uno de esos secretos le haría sentirse tan incómodo.

Comenzó con ella hablando de su madre.

Mientras Kenneth escuchaba a Latina hablar sobre la mujer, a quien ella nunca había mencionado antes, dejó escapar un suspiro, jugando con la papa medio pelada en sus manos todo el tiempo.

Todo el problema había empezado con Helmine quedándose aquí, en el Dancing Ocelot.

Dale comunicó su regreso al duque Eldstedt poco después de regresar a Kreuz, y tal como Helmine había dicho, recibió la notificación de una próxima operación para someter demonios. La respuesta también señalaba que su visita a la capital para dar un informe oficial sobre su regreso podía esperar hasta que llegara el momento del trabajo.

El olor de un incendio venidero aparentemente flotaba por los pequeños países vecinos, por lo que, como primer ministro de Laband, el duque estaba terriblemente ocupado.

Tales asuntos quedaban fuera de la jurisdicción de alguien como Dale, quien estaba especializado en tratar con demonios y señores demoníacos.

Junto con la carta del duque, se incluía un mensaje privado de su amigo Gregor, explicaba que estaba ocupado en una misión custodiando a su padre y sus hermanos.

Aparentemente, era cierto que Helmine tenía negocios en Kreuz, estuvo toda su estancia yendo de un lado para otro de la ciudad reuniéndose con viejos amigos. Debido a que era una mujer llamativa, algo raro en el Ocelot, era un blanco obvio para los cotilleos.

Ella no tenía la intención de indagar en los movimientos de Helmine, pero Latina, naturalmente, terminó escuchando de todos modos. Y como siempre, le puso de mal humor.

Esta vez, todos eran bien conscientes de lo que estaba sucediendo, pero Latina no era nada buena en ocultar sus sentimientos. Ella siempre había sido amable con los demás hasta ahora y siempre les recibía con una sonrisa, por lo que ellos nunca se figuraron que actuaría de ese modo. Pero quizá estos cambios de humor tan frecuentes también eran una característica suya.

Latina usaba su sonrisa habitual, pero el gesto de desagrado escrito en su cara era, para decirlo simplemente, a causa de que no era buena lidiando con Helmine. Sus reacciones demasiado obvias hicieron de esto un hecho ampliamente conocido, no solo por la propia Helmine, sino por todos los clientes de la posada.

Si hacemos un inciso, el día en que regresaron Dale y Latina, la cantidad de clientes en el Dancing Ocelot era un poco baja, pero al día siguiente, la taberna estaba mucho más bulliciosa de lo normal. La noticia del regreso de la simpática y pequeña camarera de la taberna se extendió a partir de uno de los clientes habituales, un guarda de la puerta del distrito sur, al resto a través de algún tipo de red de información. Esos clientes regulares trazaron un plan. Decidieron dejar que la Princesita Hada Platino, el ídolo de todos, descansara el día que regresó de su viaje. Por esa razón, reprimieron su deseo de verla y se aguantaron de visitar la taberna ese día. Después de todo, si la responsable jovencita hubiera visto que el local estaba ocupado, comenzaría a ayudar sin preocuparse de cuidarse a sí misma. Y en ese caso, era mejor evitar tal situación para empezar.

Pero como resultado de esa acumulación, la tienda estaba completamente llena al día siguiente. Ni siquiera había suficientes asientos para los clientes, por lo que trajeron barriles de vino para que sirvieran como mesas temporales, alrededor de los cuales los clientes se paraban y bebían. Dale y Kenneth soltaron un suspiro al ver que las caras intimidantes de los hombres se volvían sonrisas mientras miraban con cariño a la jovencita corriendo alegremente por la tienda, dándose cuenta de que tal vez no era un mero rumor el que los clientes habituales del Dancin Ocelot habían empezado una organización sin ánimo de lucro entre los aventureros de Kreuz, un club de fans de Latina.

Helmine también estaba allí, y Latina parecía disgustada, pero la mujer simplemente lo encontraba divertido. Nadie más pudo interponerse entre ambas, y Dale, en particular, se quedó con dolor de tripa.

Ser tratada como una niña pequeña por Helmine molestaba mucho a Latina. Nunca había estado a gusto por su pequeña constitución, por lo que era especialmente sensible a las palabras como “pequeña”. Cuando Dale o Kenneth decían que era pequeña, no se sentía tan disgustada porque notaba el afecto en las palabras. Pero parecía que no todos tenían permiso para decir tales cosas.

Helmine era un mal oponente para ella.

Mientras observaba a Latina limpiar el mostrador, Helmine apoyó la barbilla en sus manos y, sonriéndole solo con la mirada, dijo: 「Realmente eres una pequeña y adorable damita」

「Latina está ocupada trabajando en este momento」 respondió con firmeza, consciente de cómo se veía y sintiendo que Helmine la estaba llamando “joven”.

Como Latina era bajita, necesitaba estirar los brazos y ponerse de puntillas para limpiar las esquinas del mostrador. Verla trabajar tan duro fue suficiente para que incluso una persona que no era una boba cariñosa como Dale, sonriera.

「Hay muchas cosas que sólo puedes hacer cuando eres niño, por lo que no necesitas tener tanta prisa para crecer」 respondió Helmine con calma, que ya era una adulta madura. Sabía que Latina la veía como enemiga, pero se limitó a reír como si fuera una niña.

Latina hinchó sus mejillas en respuesta a la risa de Helmine. Esa reacción en sí era infantil, pero, para empezar, no hacía esas cosas conscientemente.

Latina tenía un complejo de inferioridad por ser una niña. No pudo evitar encontrar las palabras de Helmine desagradables cuando la mujer se encontraba en la posición superior de ser una adulta.

「Latina crecerá pronto」 respondió Latina, luego se dio la vuelta y corrió a la cocina. Helmine era cliente, por lo que no podía seguir a la joven allí, haciéndola una zona segura.

Cuando Latina entró en la cocina, sus hombros se cuadraron y echaba humo, pero en el momento en que alcanzó su lugar habitual y se sentó, se desinfló como un globo.

Latina parecía estar dándole vueltas a algo mientras miraba hacia el suelo.

Kenneth dejó un cubo lleno de verduras con un ruido sordo y se sentó a su lado. Comenzó a trabajar silenciosamente, sin preguntarle nada; solo estaba esperando a su lado hasta que ella estuviera lista para hablar.

「Kenneth…」 susurró en voz baja después de un rato.

「¿Qué pasa?」 Respondió él, sin dejar de mover las manos. Kenneth había llegado a entenderla bastante bien en los últimos años, por lo que sabía que era más fácil para ella si actuaba con indiferencia.

「¿Se hará Latina más grande cuando sea una adulta…?」

「Puede que seas más pequeña que tus amigos, pero te has hecho más alta que cuando llegaste por primera vez, ¿verdad? Realmente estás creciendo」

「Cierto…」

Aun así, la expresión de Latina no se alegró. Se llevó las manos al pecho y dejó escapar un profundo suspiro.

「Latina puede que no crezca, incluso cuando sea una adulta… Rag dijo que Latina era muy parecida a Mov」

「¿Mov?」

「Sí… Mov era pequeña, por lo que Latina se puede quedar pequeña también…」

Sin haber escuchado las palabras de Latina antes, Kenneth repitió su pregunta, presuponiendo el significado.

「¿Quién es Mov, Latina?」

「El pariente hembra de Latina… su madre」

Tal y como había pensado, realmente era el nombre de una persona: el de su madre.

Kenneth se dio cuenta de lo extraño que era para Latina hablar de su madre. Pero a pesar del sorprendente y repentino tema, siguió manejando hábilmente su cuchillo, sin dejar mostrar lo conmovido que estaba.

「¿Qué tipo de persona era tu madre?」 preguntó Kenneth, aprovechando esta oportunidad.

「Mov era pequeña. El color del pelo y los cuernos de Latina provienen de Rag, pero su forma de los cuernos y la cara parecen ser similares a las de Mov」 respondió Latina, luego dejó escapar otro suspiro. 「Mov era adulta, pero ella era pequeña. Los clientes siempre dicen que cuanto más grandes mejor, también. ¿A Dale también le gustan las grandes…?」 murmuró ella.

「¿Hmmm…?」

Kenneth notó que algo estaba mal. Sintió una discrepancia entre lo que ella estaba diciendo y lo que él había estado pensando. Se detuvo a medias de pelar una papa y miró a Latina. Ella estaba mirando al suelo y parecía deprimida… y ambas manos estaban sobre su pecho.

「¿Latina…?」

「¿Qué?」

「¿Qué quisiste decir cuando dijiste que tu madre era pequeña…?」

「Su pecho…」

Lo primero que supo de la madre de Latina… fue que tenía los pechos pequeños.

Eso era demasiado ridículo, e incluso Kenneth no pudo evitar echarse atrás. ¿No podría ella al menos hablar con Rita cuando se trataba de cosas como esta?

「¿Y si hablas con Rita…?」

Kenneth lo dijo de manera reflexiva en el mismo segundo en que le vino a la mente, pero por alguna razón Latina se puso pálida.

「Rita no es grande」

Bueno, era cierto que su esposa era más una belleza esbelta. Pero no era como si no tuviera nada en absoluto. Ese ciertamente no era el caso.

「No puedes preguntarle a alguien que no es grande en eso. Latina le preguntó a Mov por qué era pequeña hace mucho tiempo, y casi le arranca las mejillas」

Al parecer, Latina le había preguntado a su madre directamente y la habían regañado duramente como resultado. Debió haber sido bastante aterrador, ya que ahora se sujetaba con ambas manos sus temblorosas mejillas.

「Ya veo…」

Ahora que lo mencionaba, Helmine tenía una figura bastante femenina en ese sentido. Sin embargo, esto era un asunto más allá de su ámbito de comprensión.

「¿Qué tal… si bebes un poco de leche?」

「¿Latina se hará más grande?」

「Bueno, eso es un mito…」 dijo en consolación.

Efectivamente, Kenneth no tenía un amplio conocimiento sobre pechos grandes. Él no podía ofrecer ninguna ayuda más allá de tales cuentos populares. ¿Y debería compartir esta información con Dale? ¿Qué tipo de cara pondría el otro hombre cuando Kenneth abordara el tema? ¿Y quién fue el idiota que enseñó a Latina que “cuanto más grande mejor”?

Mientras continuaba pelando papas, Kenneth buscó respuestas para preguntas sin respuesta.