Uchi no Musume no Tame naraba, Ore wa Moshikashitara Maou mo Taoseru kamo Shirenai

Volumen 3

Capítulo 1: La Jovencita Regresa a Kreuz

Parte 5

「Y así fue como ella terminó con un dispositivo mágico como lazo」

「Es un ítem estupendo」

Sería inútil para los aventureros que se ganan la vida exterminando bestias mágicas, pero habría muchísimos comerciantes y viajeros que querrían uno. No solo para cuando estuvieran de viaje; también les interesaría el hecho de tener menos riesgo de ser atacados mientras acampan. No sería una buena idea el poner mucha fe en ello. Pero el mundo estaba lleno de suficientes peligros como para no sorprenderse de que la gente se aferra a cualquier cosa que les haga sentir más seguros.

「La artesanía de mi ciudad natal es insuperable」

「No sé nada sobre accesorios, pero puedo decir que hay mucho esfuerzo y trabajo puesto en ello」

「Es un trabajo muy bonito, ¿verdad?」

A Dale le dejaron de salir las palabras por la repentina intrusión de la voz de ella. Se quedó helado, luego torpemente se dio la vuelta.

「¿H-Helmine…?」

「Ha pasado algún tiempo, Dale. Me di cuenta de que ocurriría esto cuando regresaras, así que vine a buscarte」

Había una belleza rubia de pie con una gran sonrisa en su rostro.

「¿Quién es?」

Al ver a esta mujer desconocida actuando de forma tan cercana a Dale, Latina inclinó la cabeza y miró a Helmine. Normalmente, Latina se presentaría inmediatamente tras conocer a alguien por primera vez. Era raro de ella actuar de modo tan poco educado.

Con la mirada de sospecha de Latina fijada en ella, Helmine no puedo evitar reírse.

「Así que esta es la ‘pequeña usuaria de magia’, ¿eh? Seguro que es una niña encantadora, como dijiste」

「Latina no es pequeña」 respondió Latina, hinchando sus mejillas con un poco de disgusto.

「¿P-por qué estás aquí…?」

「Como dije, vine a buscarte. He estado esperando aquí hasta que regresaras para poder entregarte el mensaje de que debes venir a la capital. Participaré contigo en tu siguiente trabajo」

Dale estaba demasiado conmocionado, por lo que no tuvo ni oportunidad de llamar la atención a Latina por haber sido grosera. Para ser honesto no se le daba muy bien tratar con esta bella mujer, y ahora, ante sus propios ojos, ella había lanzado un ataque sorpresa. Eso obviamente le dejó estupefacto.

「Eres tan malo tratando con Helmine como siempre」 intervino Kenneth, con un tono más de compasión que de sorpresa.

「¿Y-yo soy malo en eso…?」

「Oh, dios, qué horrible. ¿Eres malo tratando conmigo?」 Dijo Helmine, sin mostrar signos de estar realmente ofendida. 「Solías decir cosas tan adorables…」

「Como dije, él no puede tratar contigo. Realmente no has cambiado nada desde que yo estaba empezando」

「Siempre te portaste frío conmigo」

Kenneth la miró asombrado y ella respondió con una ligera inclinación de cabeza. Su cuello desnudo se mostraba muy seductor. Era una acción bien practicada basada en cómo otros hombres la miraban.

「Mi tipo son mujeres como mi esposa」

「Eres franco, ¿cierto?」 Helmine se rió, sin parecer de nuevo para nada ofendida.

Apartando un poco la mirada de la conversación, Rita miró a Latina, cuyas mejillas seguían hinchadas de disgusto.

「Ay dios…」

Helmine ciertamente no tuvo problema en ganarse la enemistad de sus compañeras. Siempre fue consciente de las miradas de los hombres sobre ella, y usó su atractivo femenino sin ataduras, por lo que otras mujeres la vieron por instinto como enemiga y la evitaron.

Rita siempre trató de mantenerse profesional, por lo que no mostró ninguna molestia en su expresión. Su esposo Kenneth declaró abiertamente que no tenía interés por Helmine, lo cual ayudó. No importa cómo se mirara, la joven pareja que dirigía el Ocelot tenía una feliz relación.

「Tú también eres una niña, ¿verdad, Latina?」

Al ver que Latina giraba en su mano un pequeño recuerdo que había comprado en la ciudad portuaria, Rita dejó salir una sonrisa ligeramente tensa. Incluso después de que Rita se diera cuenta de cómo se sentía, Latina siguió allí sentada en silencio haciendo pucheros, para acabar dándose cuenta de algo. Ella se bajó de la silla, caminó hacia Dale, y lo abrazó con fuerza.

「¿Latina…?」

「Dale, ¿tienes trabajo? ¿Volverás a tardar mucho?」 preguntó Latina, con la soledad y la tristeza reflejadas en su rostro. Su viaje, el cual había durado varios meses, había sido el período más largo en el que Latina había tenido a Dale para ella sola. Incluso si él salía durante el día, siempre pasaban las noches juntos. Comían juntos, hablaban juntos y, a veces, incluso dormían juntos, acurrucados. Debería haber sabido que era una situación especial, pero ahora que había terminado, era demasiado doloroso.

「Sí… lo siento. Tendrás que quedarte en el fuerte de nuevo」

「No, está bien. Latina puede con esto」

Latina inconscientemente apretó su carita más fuerte contra Dale. Y luego se quedó así, aparentemente incapaz de mirar hacia arriba.

La expresión de Dale se suavizó. Estaba en conflicto.

Rita y Kenneth susurraron algunos comentarios sobre la situación.

「Qué raro, verlo contenerse」

「Es porque Helmine está aquí」

「Latina… esperará a Dale. Pero Latina quiere que estén juntos un poquito más」

Las manos de Dale comenzaron a temblar y a moverse extrañamente. Había una expresión tensa en su rostro, y se quedó sin palabras.

「Ay, señor, seguro que la malcrías ¿no?」, preguntó Helmine, dando un golpe mental a Dale desde atrás.

「¡Es mi culpa por tener que dejarla siempre aquí! Pero… ¡Pero ella siempre se esfuerza!」 Al ver a Latina deprimida, Dale la levantó en sus brazos.

「Ya veo. Así que tú eres el que ha sido mimado」 Fue entonces cuando Helmine lanzó esas palabras, casi como una amenaza. Ella dejó escapar una risa aguda, lo encontraba realmente divertido. 「Bueno, no voy a decirte que tienes que volver de inmediato después de un viaje tan largo. Tengo algunos negocios que tratar en la ciudad, de todos modos」 dijo Helmine, luego se dio la vuelta con una sonrisa y un ligero movimiento de su mano.

「Nos vemos, Dale」. Helmine se dirigió al segundo piso del Ocelot, donde estaban las habitaciones de huéspedes. Al parecer, ella se iba a quedar allí.

「Dale, ¿esa era una de las personas con las que trabajas…?」 susurró Latina después de perder de vista a Helmine.

「Sí. A pesar de las apariencias, Helmine es una usuaria de la magia de primera categoría」 respondió Dale con un suspiro, después bajó a Latina al suelo.

「¿Sólo del trabajo?」

Cuando Latina volvió a preguntar, lo miró fijamente con sus grandes ojos, la mirada de Dale se desvió un poco. 「Ella solo es una conocida del trabajo」

No era una mentira. Pero por algún motivo, Dale sentía que estaba siendo interrogado.

Latina iba a decir algo, pero terminó mordiéndose la lengua. Su reacción fue diferente de lo habitual, en alguna manera, lo cual despistó a Dale.

「¿L-Latina…?」

「Cuando Latina se convierta en adulta, se hará más grande. Todavía es una niña, es por eso que es pequeñita」 Por sus mejillas hinchadas, era obvio que su orgullo había sido herido. Era un poco más pequeña que otros niños de su edad. No era a causa de su raza; simplemente, así es como ella era. Su estatura y su peso avanzaban constante y saludablemente. Su tamaño no era un tema tan importante como para considerarlo un problema real. Aun así, a Latina no le gustaba que las personas de su alrededor la llamaran ‘pequeña’.

Dale entendió cómo se sentía. No eran pocos los recuerdos amargos de haber sido ignorado y menospreciado a causa de su juventud en lugar de que las personas reconocieran sus habilidades. Él sentía esa misma sensación de rebeldía contra los prejuicios de los demás, que escapaban de su control.

Él entendió, pero…

「Estás bien quedándote pequeña, Latina… Eres linda, después de todo」 dijo sin pensar, a pesar de comprender lo que Latina estaba sintiendo. Eso no ayudaba, ya que incluso su pequeñez la hacía más adorable aún.

「Eso sería un problema para Latina. Ella quiere ser grande」

Mirando de reojo a Dale y a Latina, Rita cerró un ojo y le dijo a su marido: 「Latina es una niña, ¿verdad? Entonces ella debería tener una vaga sospecha」

「La intuición de una mujer es una cosa aterradora…」

Ambos conocían a Dale por más tiempo que Latina, por lo que sabían que la relación con Helmine estaba relacionada con el trabajo. Sin embargo, también sabían que había una conjetura allí.

Tras regresar a su habitación en el ático por primera vez en mucho tiempo, Dale sintió un sudor frío bajando por su espalda mientras observaba a Latina desempacar el equipaje y limpiarlo. Su estado de ánimo no parecía haber mejorado en absoluto. Por hoy, ella se sumergía completamente en esta clase de tareas, en lugar de ayudar a Kenneth. Se dedicó a hacerlo en silencio. Tan pronto como Dale había hablado, ella se fue a directamente a recoger un montón de equipaje nada insignificante. Pensó que ese silencio era un resultado de lo que había ocurrido.

「¿L-Latina…?」

「¿Qué?」

「¿P-Podrías animarte…?」

「Latina no está especialmente de mal humor」

La conversación se detuvo.

「Nunca antes había visto a Latina de tan mal humor…」 Dale murmuró para sí mismo, tan paralizado por la situación que ni siquiera podía limpiar el sudor que le goteaba. Él contuvo las lágrimas, pensando que sería más fácil si ella simplemente dijera que realmente estaba enfadada.

「Dale」

「¡¿Sí?!」 respondió, con la voz quebrada.

Latina miró directamente a Dale, quien no pudo ocultar lo desconcertado que estaba.

「B-Bien…」

「o tienes que preocuparte por esto」 dijo sin rodeos. Esta chica había tenido tendencia a ser terca desde el día en que se conocieron. Cuando ella estaba así, era poco probable que siguiera hablando.

「Estaré en el primer piso, así que…」

「Vale. Latina irá cuando haya terminado de limpiar」

Mientras saboreaba a fondo la alegría que obtuvo con esa breve respuesta, Dale decidió apresuradamente hacer una retirada táctica.

「Latina… ella quiere realmente convertirse adulta rápido…」 La parte que más le disgustaba de cuando murmuró esto era el hecho de que ella era una niña y también de que Dale le dijera que no se preocupara por ello.

En lugar de dirigirse a la tienda, Dale se sentó en la mesa de la cocina con la cabeza agachada por la vergüenza, abatido. Kenneth dejó una taza humeante frente a su ‘hermanito’. El té de color azul profundo se tambaleaba suavemente.

「Lo hice extra fuerte. Úsalo para prepararte para lo peor en lugar de beber」

「No lo arruinaré así… ya no soy como solía ser」 Él hinchó sus mejilla enfadado, pero por supuesto cuando alguien como él lo hacía no se aproximaba ni de lejos a lo lindo que lo hacía Latina.

Tras justo empezar un descanso de su trabajo, Kenneth se dejó caer justo en frente de Dale. 「¿Así que no tienes más remordimientos?」

「Me deshice de eso hace mucho tiempo. He aprendido la lección」

「¿Verdad? Por eso pensé que no sería ningún problema y dejé que Helmine se quedara aquí. Es mi posada después de todo」

「Eso es solo trabajo, así que no tienes por qué preocuparte por mí」, dijo Dale y luego tomó un sorbo de té, tras lo cual frunció el ceño.

「Oh, ya veo… Mirándote parece que el mal humor de Latina te afecta más que el de Helmine」

「Es cierto. ¿Por qué está Latina tan molesta…?」

「Eso…」 Kenneth comenzó a decir, pero se detuvo antes de continuar. Cuando un padre habla de volver a casarse. Su hija a menudo se pone celosa de la nueva mujer. No importaba cómo se mirara a Latina, ella sentía ese tipo de reparos y celos hacia esa mujer que había aparecido tan cerca de Dale, al que hasta ahora ella tenía para ella sola. Pero por alguna razón, Dale no se había dado cuenta de eso, y si Kenneth se lo señalaba, Dale probablemente gritaría: “¿Latina se… se preocupa tanto por mí…?!” Mientras reprime las lágrimas de la alegría. Entonces, sin ninguna duda, él levantaría a Latina y la abrazaría con fuerza. Y si terminara ahí, aún estaría bien, pero seguramente habría sido seguido por un montón de alardes y alabanzas. ¿Y quién tendría que aguantar eso? ¿Kenneth? Eso sería irritante. Un verdadero dolor. Y lo haría enfadar, de alguna manera.

Por esa razón, Kenneth abrió la tapa de la tetera y miró las hojas de té. Fue una acción sin sentido destinada a evitar el asunto.

「¿Qué pasa?」

Al bajar las escaleras, Latina inclinó su cabeza hacia los dos hombres. En sus manos sostenía los artículos de limpieza y lavandería. Al parecer, ella ya había terminado la limpieza.

「Latina es la verdadera adulta aquí…」 murmuró Kenneth.

Eso se debía a que la pequeña, que se había puesto al trabajo y puesto en orden sus sentimientos, una vez más mostraba su habitual expresión en el rostro.