Uchi no Musume no Tame naraba, Ore wa Moshikashitara Maou mo Taoseru kamo Shirenai

Volumen 3

Capítulo 1: La Jovencita Regresa a Kreuz

Parte 3

 

 

Los dos recorrieron el mismo camino cuando volvían de Tislow, por lo que terminaron alojándose en el pueblo de los hombres bestia una vez más. En su camino hacia allí, Latina estaba de muy buen humor.

「Latina se pregunta si Maya la ha olvidado. Esperemos que todo salga bien」, dijo Latina, deteniéndose de repente y mirando a Dale con expresión de preocupación.

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「Hmm…. Estoy seguro de que ella se acordará pronto. Ustedes dos se hicieron amigas muy rápido, después de todo」

「Eso es verdad」

Latina dio un alegre salto, haciendo que su cinta con un elaborado diseño floral se balanceara. Esa cinta, que ella había recibido de la Abuela Wen, era su favorita actualmente.

Había sido a principios de primavera durante su estancia en Tislow, y aunque ahora era principios de verano, no se sentía demasiado calor aquí en el exuberante follaje de la aldea de los hombres bestia. La pareja se abrió paso entre los árboles, ahora cubiertos de hojas de un verde oscuro. Al poco tiempo, la sencilla aldea se hizo visible y Latina gritó: 「¡Ahí está!」

「No corras」 dijo Dale, deteniendo con éxito a Latina justo cuando estaba a punto de iniciar una carrera a toda velocidad, y ambos entraron juntos a la aldea de los hombres bestia. Sin mostrar ningún indicio de estar perdida, Latina se dirigió directamente a la casa de los Bündte. Deteniéndose ante la puerta de la pequeña casa, Latina apretó el puño para llamar a la puerta y luego miró a Dale, aparentemente nerviosa. Ella debía estar preocupada, como dijo antes. Dale le dio una palmadita en la cabeza con una sonrisa incómoda y luego llamó a la puerta en su lugar.

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Un momento después, Joseph abrió la puerta. El signo de su felicidad -su amplio vientre- no había cambiado en absoluto desde la última vez, y se bamboleaba junto con él. No parecía sorprendido de ver a Dale y a Latina. Después de todo, le dijeron que probablemente volverían cuando se quedaron allí la última vez.

「Perdona que te moleste, pero ¿podrías dejar que nos quedemos otra vez, Jose–?!」

「¡Watia!」

La pregunta de Dale fue interrumpida a mitad de la frase. Junto con ese grito de éxtasis, una bala negra y esponjosa vino volando hacia ellos.

「¡Maya!」

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Como si se burlara de su padre, que apresuradamente sacó sus manos para agarrarla, ella apuntó hacia el punto ciego de su cuerpo regordete y se deslizó entre sus piernas. Ella reunió sus fuerzas por un instante, y entonces la bola de pelo negra saltó directamente hacia Latina.

Sin embargo…

「¡Eso es peligroso!」 Dale se las arregló para agarrarla justo a tiempo. Puede que ella todavía fuera una niña pequeña, pero si hubiera saltado sobre Latina con tanta fuerza, ambas habrían terminado en el suelo. Latina, con su cuerpo esbelto, no habría sido capaz de atrapar la bala viviente creada por el impulso y el peso completo de la pequeña niña. Aunque, afortunadamente, Maya no tenía la misma constitución que su padre.

「¡Watia, Watia!」 Maya estaba pataleando y retorciéndose en los brazos de Dale. Parece que no le gustaba estar allí. 「¡Nooo!」

「¡Gah!」

Usando un cabezazo, Maya le dio un golpe limpio a Dale en la mandíbula. Él era un profesional cuando se trataba de peleas y se había entrenado para lidiar con ellas, pero sin duda, un golpe violento en un lugar tan delicado realmente dolió. Era difícil imaginar que el ataque había venido de una niña pequeña. Dale quería asumir que fue un golpe de suerte; era demasiado aterrador imaginar a alguien tan joven apuntando precisamente a uno de los puntos débiles de una persona.

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「¡Watia!」

「¡Maya!」

Dale tembló de dolor pero logró no soltar a Maya, sino que se la entregó a Latina. Latina lo miró con preocupación, pero él simplemente le devolvió una sonrisa. Con eso, ella finalmente se calmó y abrazó a Maya, enterrando su cara en el pelaje esponjoso de la pequeña niña. Naturalmente, la sonrisa de Dale había sido forzada. Era un tipo de dolor atenuado y no el tipo de cosa sobre la cual usar magia curativa, pero aun así, cuando algo dolía, dolía.

「Watia…」 Maya también se aferró firmemente a Latina, luciendo feliz y completamente satisfecha. Sin embargo, pareciendo haberse dado cuenta repentinamente de algo, inclinó la cabeza. 「¿Watia?」

Su pequeña nariz comenzó a olfatear, tratando de captar el aroma de Latina. Mientras tanto, la mirada en su rostro se volvía cada vez más sombría.

「¿Maya?」

「¿Qué pasa?」

「¿Hmm?」

Además de Latina y Joseph, incluso Dale, que no podía leer las expresiones de los hombres bestia, podía darse cuenta de que algo estaba pasando. Joseph se inclinó un poco hacia adelante, y luego puso su mano sobre su barbilla.

「Dale, ¿se encontraron con algún animal grande o algo así?」 preguntó Joseph.

「¿Eh?」 Dale respondió.

En ese momento, habiendo llegado a una conclusión con respecto al olor de Latina, Maya gritó infelizmente 「¡Nooooo!」

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「¿Maya?」

Sin prestar atención a la sorpresa de Latina, Maya comenzó a frotar su cuerpo contra la chica, haciéndolo a toda velocidad.

Uchi no Musume no Tame Volumen 3 Capítulo 1 Parte 3 Novela Ligera


 

「¡¿Ehh?!」

Maya no mostraba el menor signo de parar de frotarse entusiastamente en Latina, a quien había derribado a causa de su entusiasmo y ahora estaba sentada sobre ella. Estaba usando todo su cuerpo, y era difícil pensar que estaba haciendo otra cosa que impregnar su aroma en la otra chica. Esto continuó, con Latina un poco indignada por haber sido empujada así. Parecía no saber cómo reaccionar ante tal situación. Ocasionalmente soltaba un extraño y patético gimoteo mientras Maya le daba vuelta.

「Hmm… ¿Qué está pasando aquí?」

「Como estaba diciendo, ¿has estado cerca de algún animal grande o algo? Nosotros los hombres bestia podemos sentir esa clase de cosas gracias a nuestro olfato. Aunque solo más o menos」

「Huh… Entonces, ¿por qué está ella haciendo eso?」

「¿Cómo podría explicarlo…? Es como… ya sabes, es como se pone una esposa cuando se da cuenta de que su marido le ha estado engañando…」

「¿Engañando?」

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「Era solo un ejemplo」

Dale resumió varias de las cosas que Latina hizo mientras estaban en Tislow, desde calmar a los perros a acariciar bestias míticas para que se hicieran dóciles. Tras escuchar todo esto, Joseph asintió, medio asombrado.

「Así que es eso」

「Ya veo」

Aparentemente, a Maya no le gustaba que el olor de otras criaturas se impregnara en Latina, y cuando descubrió que esos aromas no necesariamente pertenecían a seres más débiles que ella, su ánimo empeoró.

Latina se quedó sentada atónita mientras Maya la abrazaba fuerte y soltaba un bufido de aprobación con su logro. Pero tras eso no dejó ir a Latina.

「¡No!」 Dijo Maya claramente, agitando su cabeza de lado a lado.

「¡No digas eso! ¡Ven aquí, Maya!」

「¡No! ¡Maya quiere a Watia!」

「Maya…」

Joseph era incapaz de decir nada más, y sus orejas triangulares se agacharon patéticamente. Era difícil de decir cuántas veces habrían pasado por esta misma situación, pero su querida hija seguía rechazándolo. Esto estaba consumiendo su salud mental.

Maya, mientras tanto, estaba abrazando a Latina a la altura de las rodillas con una mirada ardiente; estaba lista para la batalla.

「¡Watia es de Maya!」

「Waaaaah…」

Habiendo sido capturada, Latina estaba en medio de todo este caos, atrapada entre padre e hija.

「Sí que eres popular, Latina…」

Dale estaba mirando todo esto a unos pocos pasos de distancia. Sorbió de manera brusca su té, mirando a lo lejos y tratando de rechazar la realidad de la situación. Él había aprendido muchas cosas mientras estuvo en Tislow, incluyendo que era esencial para las personas saber en qué momento debían darse por vencidas.

「Tan solo intenta no hacer nada muy cruel…」

Él estaba ensimismado en el intento de escapismo, por lo que el comentario que hizo no era realmente el más adecuado para ser dirigido a una niña, pero Dale no estaba para nada pensando detenidamente en qué debía decir en ese momento, y Latina tampoco consideró la indicación de una manera muy literal.

「Watia, Maya, ¡juttas!」

「Waah…」 Latina estaba agitada y solo podía pensar en volver a abrazar a Maya mientras la pequeña afirmaba en voz alta su propiedad.

Fue entonces cuando la puerta principal se abrió. Ute, la mujer de Joseph, se encontraba allí, con su familiar pelaje blanco y sus ojos verdes. Llevaba una cesta en una mano, llena hasta arriba de vegetales frescos. Aparentemente, la razón por la cual aún no la habían visto era porque ella había estado en el jardín.

「Oh, ¿así que ya habéis llegado?」 dijo Ute calmadamente, mirando a Dale y a Latina. Dale se puso de pie y la saludó.

「Sentimos el abusar de vuestra hospitalidad, Ute」

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「Te he echado de men—」

「Watia, ¡no!」

Latina intentó saludar a Ute también, sino fuera porque Maya frustró el intento. Tal y como se encontraba ahora mismo Maya, el hecho de que Latina prestara atención a cualquier otra persona era suficiente para que sintiera celos. Parecía que intentaba decir, 「¡No mires a nadie más que a mí!」

「¿Qué está pasando con Maya?」 Ute inclinó la cabeza ante el comportamiento de su hija, sin saber nada de lo que había pasado hasta ese momento. Tras una risa hueca, Dale le dio una breve respuesta.

「Sí… Parece que quiere monopolizar a Latina」

「Su padre es demasiado blando con ella, y ha acabado malcriada, ¿o no?」 Dijo Ute, totalmente estoica ante el alboroto de Maya. Para bien o para mal, era bastante más abierta de mente.

「Joseph…」 Dale llamó al hombre, que sentado en una esquina se le veía descorazonado y completamente agotado, su vitalidad parecía haberse esfumado. Ambas miradas cayeron sobre Latina, que acariciaba el suave y esponjoso pelaje de Maya.

「¿Ella se echó a llorar poco después de que nos fuéramos la última vez…?」

「No…」 Joseph desvió la mirada. 「Dio a luz a una leyenda」

「Siento oír eso…」

No se atrevió a preguntar de qué clase de leyenda se trataba. Los dos hombres se quedaron en silencio durante un tiempo.

「Esta vez…」

「¿Qué tal si salís de madrugada, antes de que Maya despierte?」


Es muy probable que él no quisiera echar a sus huéspedes de ese modo, pero la desesperación en la voz de Joseph cuando abordó el tema era palpable. Incluso Dale había sido abrumado por su poder. Considerando lo alto que fue, no era difícil imaginar que atrajera la atención de todos los vecinos.

「Si la llenamos de sus comidas favoritas, ¡a Maya le entrará mucho sueñito! ¡Esa será nuestra oportunidad para separarlas!」

Al escuchar a su pariente de mediana edad mezclar casualmente unas palabras tan infantiles, Dale se preguntó en el fondo de su mente cuándo tendría un hijo propio, sin darse cuenta de cómo aquellos a su alrededor tendían a verlo cuando hablaba de Latina.

Frente a esos dos cariñosos idiotas estaba Maya, acostada boca abajo y moviendo felizmente la cola mientras hacía de mascota. Después de recibir tanta atención de Latina, parecía haberse vuelto a calmar más o menos, y asentó su fortaleza sobre el regazo de Latina. Separarlas no parecía una opción. ¡Ella no sería capaz de soportarlo si miraba hacia otro lado, solo para que un perrito le robase todas las caricias! Ella amaba a su ‘hermana mayor’ por encima de todo, así que ella tenía que ser la favorita de Latina, también. El joven orgullo y la lógica de Maya la llevaron a esa conclusión.

Mientras que Latina podía haber estado un poco incómoda porque Maya la había monopolizado, no se la veía molesta por ello. Tener a la linda y pequeña Maya adorando a su ‘hermana mayor’ la halagaba y deleitaba. No fue capaz de ayudar a Ute, pero a cambio, pudo pasar mucho tiempo con Maya. Los hombres bestia no se bañaban tan frecuentemente como los humanos, por lo tanto ellos no tenían bañeras en sus casas, pero tenían una tinaja que podía llenarse de suficiente agua como para lavarse uno mismo. Aun así, Latina dejó escapar un gritito de felicidad, mientras lo llenaba con agua caliente y se hundía entre burbujas con Maya, que llegó al interior de la casa. Esto fácilmente trajo una calmada escena a la mente de Dale, y una expresión tierna cruzó su rostro.

Ute había preparado una sopa con verduras del verano y llena de carne en una cacerola. Fue servido junto con rebanadas de pan con queso untado por encima. El postre de hoy era un poco de fruta confitada. Justo como había predicho Joseph, tanto la sopa como el postre eran algunos de los platos favoritos de Maya. A pesar de aún ser una cría, pronto se había zampado casi tanto como Latina. Quizá tratando de competir, Latina había pedido inusualmente un segundo plato, por lo que aún quedaba mucho postre en su plato.

Como Joseph había dicho, Maya se estaba adormeciendo ahora que su barriga estaba llena. Ella siempre lo hacía todo intensamente, con todas sus fuerzas, pero ahora no tenía energía, como si alguien la hubiera desenchufado de repente. Joseph era su padre, después de todo, por lo que conocía perfectamente a su hija.

Al principio, Maya insistió en sentarse en el regazo de Latina, pero cuando la joven intentó levantarse para cenar sus piernas se habían dormido y no se podía mover; la conmoción por la sensación de entumecimiento debido al pobre flujo de sangre fue suficiente como para hacer que se colapsara. Nunca antes le había pasado a Latina en su vida cotidiana. Maya, por lo tanto, se conformó con sentarse al lado de ella en la mesa.

Tras confirmar que Maya había empezado a quedarse dormida, los dos hombres se guiñaron el ojo el uno al otro. Joseph se levantó con una rapidez que no encajaba con su físico. Tomó a Maya y empezó a mecerla con movimientos ya practicados.

「Umgh… un…」 Maya se removió un poco, pero finalmente encontró la posición más cómoda y se acomodó en los brazos de su padre. Antes de darse cuenta, ella comenzó a roncar felizmente. Al mismo tiempo, Dale rescató a Latina, envolviéndola con sus brazos desde atrás.

「Dale, es de mala educación empezar a jugar en mitad de la cena」

Su reprimenda fue sonora.

Ella se escurrió de su abrazo y se volvió a sentar en la silla al lado de la que hasta hace un momento estaba ocupando Maya. Toda la escena fue tan patética que era difícil no pensar que Latina era la adulta tratando con un niño.

「Latina, vamos a salir temprano mañana」

「¿De verdad?」

「Sí. Me preocupa el clima, así que quiero salir del bosque cuanto antes mejor」

No era una excusa totalmente aleatoria, Dale estaba realmente preocupado por el cielo nublado. Él tenía un plan para poder lidiar con la lluvia, por supuesto, y cuando se trataba de un viaje largo, obviamente no se podía parar la marcha solo porque el tiempo fuera malo. Pero aun así, él quería hacer lo posible para evitar que Latina tuviera que enfrentarse a algo demasiado duro. Era un sentimiento natural para un padre. Pero en los días de lluvia, ella podía saltar felizmente y salpicar en los charcos o mirar al cielo esperando a que llegaran las gotitas de lluvia, sin miedo a mojarse la cara. No parecía que esos días le impidieran actuar de una manera linda. Él podía quedarse mirándola por siempre, sin importar el tiempo que hiciera. De todos modos, este era un asunto completamente diferente.

Latina también se había fijado en el cielo nublado,  por lo que aceptó la explicación de Dale y le dijo un simple, 「bien」 y asintió con la cabeza.


Después de la cena, regresaron al rincón de antes y comenzaron a prepararse para ir a la cama. Después de taparse bien con sus mantas, Dale sostuvo a Latina en sus brazos, lo cual era algo natural para ambos. Ellos estaban en un bosque, así que las noches eran más frías que en la ciudad. Aprovechando ese hecho, Dale acercó su mejilla a Latina para sentir su calorcito. Latina usó el brazo de Dale como almohada y dirigió una sonrisa relajada hacia él. Tenían garantizado un sueño tranquilo y calmado.

No importa desde donde se mirara, las acciones de Dale nacían del resentimiento que le guardaba a Maya por la monopolización de Latina. No había mucha diferencia entre él y Joseph.

A la mañana siguiente los dos idiotas cariñosos agacharon la cabeza, se sentían exhaustos y derrotados.

Latina estaba profundamente dormida, pero por alguna razón había un bulto extraño bajo su manta. Sospechando, los dos hombres fueron desenrollando la manta hacia atrás solo para descubrir que Maya se había colado en algún momento de la noche y también estaba profundamente dormida, aferrándose con fuerza a la cintura de Latina. Ese fue el momento en que se dieron cuenta de que habían fracasado en la misión de burlar a la pequeñaja.

「Voy a hacer el desayuno, así que estad preparados para comer」 dijo Ute a las espaldas de los desmoralizados hombres.

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