Youkoso Jitsuryoku Shijou Shugi no Kyoushitsu e

Volumen 2

Epílogo: Solo una Solución

Parte 4

 

 

Sudou-kun y yo llegamos a la sala del consejo estudiantil 10 minutos antes de que comenzara la deliberación. Tachibana-san era la única persona que estaba allí. No vi señales de otros estudiantes, ni de mi hermano mayor.

—Oh Dios, estoy tan nervioso. ¿Qué hay de ti, Horikita? —preguntó Sudou.

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—Me siento igual que siempre.

Este caso se resolverá hoy. Sabía que no iba a ser fácil, especialmente para mí. Había declarado que Sudou era completamente inocente. Si mi estrategia fallaba, sería en vano. Pensé que había algo de valor en resistir, así que se me ocurrió este plan durante este período de prórroga.

Sin embargo, si esta estrategia fracasaba, se convertiría en una batalla verbal en la que nos lanzaríamos insultos. Al final, el resultado sería sin duda peor que el acuerdo que se había propuesto en la audiencia anterior. Entonces Sudou-kun me odiaría. Bueno, estaría ladrando al árbol equivocado. Aun así, tendría que reconocer sus quejas, porque la apelación al consejo fue mi responsabilidad.

Por otra parte, supuse que si el propio Sudou-kun lo deseaba, existía la posibilidad de  llegar a  un acuerdo. Probablemente ellos querrán  acortar su propia suspensión tanto como sea posible. Si hiciéramos de ello el punto central de nuestro debate, podríamos conseguir que la sentencia de Sudou-kun también se aligerara.

La reconciliación era otro nombre para la derrota. Sin embargo, si la persona en cuestión lo deseaba, no tendríamos otra opción.

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Poco tiempo después, se abrieron las puertas de la sala del consejo estudiantil. Mi corazón empezó a latir al doble de velocidad. Mi hermano mayor…. Mis palabras se quedaron en mi pecho y no salieron.

Aunque debí entenderlo, me sentí atacada. Estaba llena de varios síntomas como temblores, nerviosismo y mareos. Pero no podía repetir los errores de ayer.

Le di la espalda a mi hermano. Había otros oponentes a los que debía enfrentarme.

—Oh, Dios. Veo que el chico de ayer no está aquí.

Luego llegó el maestro de la clase C, Sakagami-sensei. Chabashira-sensei estaba con él.

—¿Qué le pasó a Ayanokouji, Horikita? —preguntó.

—No participará.

—¿No participará?

Chabashira-sensei se giró hacia el asiento vacante con una mirada de perplejidad. Parecía preocupada por su ausencia, como si el procedimiento no tuviera sentido sin él. No, no exactamente sin sentido, pero… Era vago, pero tenía la sensación de que lo que Chabashira-sensei estaba viendo era la evidencia de la implicación de Ayanokouji-kun.

—Bueno, aunque no esté aquí, los resultados serán los mismos  —No quería admitirlo, pero lo hice casi como para sacudir la sombra.

—Bueno, lo que sea. Depende de ustedes decidir.

Ambos profesores se sentaron. Comenzaríamos la deliberación tan pronto como llegaran los estudiantes de la clase C. Cuando llegara ese momento, ¿cómo iría la batalla? Bueno, eso era simple. Nos opondríamos a lo que la otra parte tenía que decir. Reiteramos que ellos estaban mintiendo, y luego atravesaríamos esas mentiras antes de afirmar que nosotros éramos los que decíamos la verdad. Eso era todo.

Sería lo mismo para ambas partes. A través de las mentiras, llegaríamos a la verdad. Esta era una batalla entre la verdad y la mentira. Podríamos hablar de ideas, pero sólo podía haber una solución.

Finalmente, llegaron los estudiantes de la clase C. Estaban todos sudando, como si se hubieran dado prisa.

—Llegan justo a tiempo —dijo Sakagami-sensei a sus alumnos con un leve suspiro de alivio.

—Pues bien, nos gustaría reanudar las deliberaciones sobre este caso, desde donde lo dejamos ayer. Por favor, siéntense.

Tachibana instó a los alumnos de la clase C a sentarse. Sin embargo, no se movieron. En vez de eso, permanecieron de pie frente a Sakagami-sensei.

—¿Pueden sentarte, por favor? —Tachibana-san repitió su petición, pero los tres permanecieron inmóviles.

—Umm… Sakagami-sensei.

—¿Qué pasa?

No era sólo yo. Todos los demás notaron que esta situación era extraña.

—¿Sería posible no celebrar este juicio?

—¿Qué estás…? ¿Qué quieres decir? —Sakagami-sensei se puso en pie en respuesta a esta inesperada petición.

—¿Querían llegar a un acuerdo? ¿O ya han hecho algo al respecto? —Mi hermano mayor miraba fijamente a los estudiantes de la clase C. Sin embargo, los tres muchachos agitaron la cabeza al unísono, señalando que no, que no querían llegar a un acuerdo.

—Nos dimos cuenta de que no estábamos diciendo nada que valiera la pena sobre cuál de los dos tenía la culpa. Nuestra queja fue un error. Por lo tanto, nos gustaría retirarla.

—¿Retirar su queja? —Chabashira-sensei se rió mientras hablaba. Llevaba una sonrisa ligera, como si encontrara algo divertido.

—¿Qué es tan gracioso, Chabashira-sensei? —A Sakagami-sensei no pareció gustarle su actitud, mirando a Chabashira-sensei con irritación.

—Oh, disculpa. Sólo me sorprendió porque no lo había previsto. Me imaginé que discutiríamos todo el día hasta que una de las partes se derrumbara, o hasta que pudiéramos proponer un acuerdo aceptable. Sin embargo, increíblemente, han dicho que quieren retirar la denuncia.

—Maestros, miembros de este consejo estudiantil, lamentamos haberles quitado su tiempo. Sin embargo, después de una cuidadosa consideración, esta es la conclusión a la que todos llegamos.

El ferviente alegato de los tres indicaba que su voluntad era fuerte. Parecía que Ayanokouji-kun e Ichinose-san habían manejado las cosas bastante bien. Traté de actuar tranquila y serena, sin dejar que se notara mi alivio.

—Seguramente no pueden aceptar esto. No hicieron nada malo. Sudou- kun causó todo esto a través de la intimidación y la violencia. ¿Piensan quedarse ahí sentados y aguantar esto?

Como si se diese cuenta de algo, Sakagami-sensei nos miró a Sudou-kun y a mí con los ojos llenos de ira.

—¿Qué hiciste?  ¿Amenazar a mis  estudiantes  con  violencia para que retiren su denuncia?

—¿Eh? No bromee. No hice nada —dijo Sudou.

—No hay forma de que mis estudiantes retiren su queja a menos que lo hayas hecho. Dinos la verdad. Si haces eso, entonces podemos hacer algo al respecto.

—Sakagami-sensei….vamos a retirar la queja sin importar lo que diga. Nuestra decisión no cambiará.

Sakagami-sensei, incapaz de comprender lo que decían sus alumnos, bajó la cabeza y se sentó.

—Si dices que quieren retirar su queja, lo aceptamos. Es raro cancelar las deliberaciones durante un caso, pero podemos hacerlo —Mi hermano mayor, el presidente del consejo estudiantil, trató de mantener la calma y la serenidad.

—Espera. No lo entiendo. ¿Por qué están retirando su queja de esa manera?

Agarré el brazo de Sudou-kun para evitar que pronunciara otra palabra.

—¿Horikita?

—Cállate.

No tuve tiempo de explicárselo, por desgracia, así que tiré fuertemente del brazo de Sudou-kun y lo senté.

—Si desean retirar su queja, no tenemos intención de oponernos. Aceptamos.

Aunque puedo entender la insatisfacción de Sudou-kun al ser llevado a juicio por una mentira, si se retirara la denuncia no habría ganadores ni perdedores. Esto era para lo que habíamos estado trabajando.

—Sin embargo, de acuerdo con la normativa, se exigirá un cierto pago de puntos para cubrir los gastos diversos en que se incurra en el curso de las deliberaciones. ¿Hay objeciones a esto?

Era la primera vez que oíamos algo así. Los estudiantes de la clase C parecían disgustados, pero llegaron a una conclusión de inmediato.

—Entendemos… Pagaremos.

—Muy bien, el procedimiento ha llegado a su fin. Ahora vamos a dar por cerrada esta discusión.

Mientras esperábamos a que cayeran las cortinas en este final bastante abrupto, me preguntaba quién podría haber predicho tal resultado. Mientras tanto, vi a Chabashira-sensei dirigirme una sonrisa bastante atrevida.

—Sudou-kun —dije—. Ya no serás suspendido. La escuela no te considerará un estudiante problemático. A partir de hoy podrás participar en las actividades de tu club. ¿Verdad?

Miré a Chabashira-sensei para confirmarlo.

—Por supuesto. Lo mismo ocurre con los estudiantes de la clase C, naturalmente. El entusiasmo juvenil es una buena cualidad. Sin embargo, la próxima vez que pienses en causar problemas, debes recordar este incidente como un ejemplo. No lo olvides. ¿De acuerdo?

Hizo hincapié en este punto con firmeza a ambas partes. Sudou-kun parecía bastante insatisfecho, pero asintió. Supuse que su alegría por poder jugar al baloncesto superaba su insatisfacción. Las acciones de Kushida-san y Hirata- kun también serían recompensadas.

Sakagami-sensei se fue lentamente con sus alumnos. En el momento en que la puerta se cerró, sonaba como si hubiera empezado a hostigar a sus alumnos en busca de respuestas. Pero eso no importaba. No tendríamos que lidiar con más reclamaciones estúpidas después de esto, lo más probable.

—Me alegro, Sudou —dijo Chabashira-sensei, sonando agradecida.

—He he. Bueno, ¡por supuesto!

—Personalmente, creo que deberías haber sido castigado —añadió, con bastante dureza. Sus palabras condenaron a Sudou-kun, quien aún estaba alegre por su victoria—. La razón por la que ocurrió este incidente es por tu comportamiento. Quién dijo la verdad y quién mintió es trivial. Es importante que no dejes que estas cosas vuelvan a pasar. Lo entiendes, ¿verdad?

—Sí…

—Sin embargo, admitir tus propias faltas no es “genial”. Así que aunque reconozcas que tu personalidad tiene parte de culpa, te haces el duro. Te vuelves más fuerte. Eso está muy bien. Sin embargo, si actúas así, no podrás hacer amigos de verdad. Eventualmente, Horikita te abandonará. Ella se irá.

—Eso es… —Yo no nos llamaría exactamente amigos.

—Hay fuerza en admitir tus errores, Sudou.

Chabashira-sensei intentó llegar a uno de sus alumnos por primera vez, como profesora. Creo que Sudou-kun entendió lo que estaba diciendo, aunque inconscientemente. Bajó la cabeza y se hundió en su silla.

—Entiendo…. Si no hubiera actuado de esa manera, entonces no habría golpeado a esos tipos. No habría sido para tanto. Lo sabía, en algún lugar.

Cuando esto surgió por primera vez, afirmó que la Clase C había mentido, y había seguido diciendo sólo eso.

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—Siempre luché todo lo que quise para mi propia satisfacción. Pero ya no es así…. Soy un estudiante de clase D, y mis acciones personales afectan a toda la clase. Ahora he experimentado eso de primera mano…

Sudou-kun podría estar lidiando con una gran cantidad de ansiedad y estrés en formas que yo no podía ver.

—No volveré a causar problemas, sensei. Horikita.

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Esas fueron las primeras palabras de arrepentimiento que escuché de la boca de Sudou-kun. Me preguntaba si Chabashira-sensei estaba sorprendida. Si es así, no debería estarlo. Sudou-kun podría haber entendido esto, pero seguía siendo Sudou-kun. Una persona no puede cambiar en un solo día.

—No deberías hacer promesas tan a la ligera. Volverás a causar problemas pronto.

—¡Tch!

Nuestra maestra, que es bastante perspicaz sobre las deficiencias de Sudou-kun, rechazó su promesa.

—¿Qué te parece, Horikita? ¿Crees que Sudou se convertirá en un estudiante modelo?

—No, no lo creo —Estuve de acuerdo con la maestra sin dudarlo. Sin embargo, eso no era todo lo que tenía que decir—. Sin embargo….Sudou- kun sin duda ha hecho algunos progresos hoy. Admitió que fue culpa suya. Así que estoy segura de que mañana crecerá más.

—Sí… —dijo.

—Me alegra oír eso, Sudou. Parece que Horikita no te ha abandonado todavía.

—No, ya lo he abandonado. Simplemente no permitiré que ande suelto nunca más.

—¡¿Qué significa eso?! —Sudou-kun se rascó la cabeza y sonrió, como si se hubiera sacudido algo pesado—. Bueno, me voy a ir. Tengo actividades en el club. Hasta luego, Horikita.

Con esas palabras, Sudou-kun salió apresuradamente de la habitación y se dirigió al pasillo. No tenía remordimientos. Definitivamente iba a volver a causarnos problemas pronto. Era una molestia.

—¿Puedo irme ahora, Chabashira-sensei?

—Espera un momento. Hay algo de lo que quiero hablarte, Horikita. Pero ustedes dos salgan primero.

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Chabashira-sensei instó a mi hermano mayor y a Tachibana-san a que se marcharan.

Una vez que se fueron, miró profundamente interesada, cruzando los brazos delante de ella sobre la mesa.

—¿Qué métodos usaste, Horikita?

—¿Qué quiere decir?

—No intentes esquivar la pregunta. No retirarían su queja sin una razón, ¿verdad?

—Dejaré eso a su imaginación.

Habíamos inventado una mentira porque estábamos acorralados.

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—Así que es un secreto, ¿eh? Bueno, déjame cambiar la pregunta. ¿A quién se le ocurrió la estrategia que derrotó a la clase C?

—¿Por qué le importa eso?

—Ayanokouji no está aquí, así que tengo un poco de curiosidad.

Chabashira-sensei había estado bastante preocupada por Ayanokouji-kun desde que empezamos la escuela. Ahora puedo entender un poco por qué.

—No quiero admitirlo, pero Ayanokouji-kun… podría tener algo excepcional en él.

Me sorprendí a mí misma al decir esto, lo que podría tomarse como una admisión de derrota. Sin embargo, nuestra victoria no habría sido tan decisiva sin él.

—Ya veo. Así que reconoces eso, ¿eh?

—¿Es sorprendente? Usted fue la primera persona que me puso en contacto con Ayanokouji-kun, Chabashira-sensei. Lo hizo porque no podía pasar por alto el potencial de Ayanokouji-kun, ¿verdad?


—Su potencial, ¿eh?

—Aunque por alguna misteriosa razón intenta ocultar su habilidad fingiendo ser un idiota.

Sí, él es verdaderamente incomprensible. No pude encontrarle sentido a ese comportamiento. Es probable que simplemente él sea un hombre absurdo.

—Hay varias cosas que considerar. Pero si quieres llegar a la clase A, te daré un consejo.

—¿Consejo?

—Todos los estudiantes de la clase D tienen algún tipo de defecto, más o menos. Para tomar prestada una expresión usada por otros en esta escuela, la Clase D es un conjunto de personas que podrían llamarse “productos defectuosos”. Pero ya lo entiendes bastante bien, ¿no?

—No pretendo admitir que tenga un defecto. Pero lo entiendo.

—Bueno, ¿cuál crees que es el defecto de Ayanokouji?

El defecto de Ayanokouji-kun… Una cosa vino inmediatamente a mi mente.

—Ya lo hemos establecido. Él ya sabe cuál es su propio defecto.

—¿Oh? ¿Y cuál es?

—No le gustan los problemas —respondí con confianza.

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Sin embargo, sentí una extraña sensación de incomodidad que no podía explicar.

—No le gustan los problemas, ¿eh? ¿Es eso lo que percibes cuando miras a Ayanokouji?

—No…. Es porque él mismo lo dijo.

Chabashira-sensei resopló y se rió. Volvió a hablar, su tono firme.

—Bueno, Horikita. Tratemos de aprender todo lo que podamos sobre el chico llamado Ayanokouji, de inmediato, ¿de acuerdo? De lo contrario, será demasiado tarde. Parece que ya has caído en la trampa de Ayanokouji”.


—¿Qué quiere decir? —¿Caer en su trampa? Eso fue una tontería.

—¿Por qué crees que Ayanokouji obtuvo a propósito 50 puntos en su examen de ingreso? ¿Por qué crees que Ayanokouji te está ayudando? ¿Por qué crees que Ayanokouji no se presenta como un estudiante superior, a pesar de tener una habilidad superior? ¿Es Ayanokouji Kiyotaka realmente alguien a quien ‘no le gustan los problemas’?

—Eso es….

Si realmente quería dar prioridad a la paz y la tranquilidad, entonces ¿por qué obtener 50 puntos en todos los temas y llamar tanto la atención? ¿También había metido la nariz en este incidente a propósito? Me preguntaba si debería haber sido monitoreado cuidadosamente, como muchos otros estudiantes. Como dijo Chabashira-sensei, su comportamiento no se ajustaba al patrón de alguien a quien “no le gustan los problemas”. Esa comprensión inconsciente debe ser la causa de mi malestar anterior.

—En mi opinión, Ayanokouji es el estudiante más defectuoso de la clase D.

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—¿Es el más defectuoso?

—Los productos que funcionan mejor son más difíciles de manejar. Si no entiendes cómo manejarlo, la clase podría ser completamente destruida en poco tiempo.

—Chabashira-sensei, ¿realmente comprende lo que hay en él que puede considerarse defectuoso?

—Conoce a la persona llamada Ayanokouji. ¿En qué está pensando? ¿En qué punto focal basa sus acciones? ¿Cuál es su defecto fatal? Definitivamente hay una respuesta ahí.

¿Por qué Chabashira-sensei me contaba esas cosas? Como nuestra profesora, por lo general parecía ajena y despreocupada con su clase. Pero, si alguien tan indiferente pensaba así, entonces… Chabashira-sensei no dijo nada más.

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