Youkoso Jitsuryoku Shijou Shugi no Kyoushitsu e

Volumen 2

Epílogo: Solo una Solución

Parte 2

Aunque no había explicado cada detalle, sentí que las cosas estarían bien en las capaces manos de Ichinose.

—¿Eh? ¿Retirar? No me hagas reír. ¿Qué, estabas medio dormida cuando se te ocurrió ese argumento? No puedes reclamar algo y hacerlo realidad. Sudou empezó la pelea. ¿Verdad?

Ishizaki miró a sus dos cómplices, que respondieron inmediatamente,

—¡Así es! ¡Así es!

—¿Sabías que esta escuela es una de las principales instituciones autorizadas por el gobierno en Japón?

—Por supuesto que sí. Por eso intentamos inscribirnos aquí.

—En ese caso, deberías intentar usar la cabeza un poco más. Tus objetivos eran obvios desde el principio, ¿no crees? —Ichinose sonrió y habló con mayor vitalidad, como si disfrutara de ello.

Caminó  lentamente  hacia  los  tres  mientras  hablaba,  cual  famosa  detective revelando al verdadero culpable en una investigación.

—¿No crees que la respuesta de la escuela a este incidente fue bastante extraña?

—¿Eh?

—Cuando plantearon el asunto a la escuela, ¿por qué no se castigó inmediatamente a Sudou? ¿Por qué dar la oportunidad de escapar concediendo un período de gracia de varios días? ¿Cuál crees que fue la razón?

—Porque le mintió a la escuela y pidió clemencia. Si no le hubieran dado el tiempo como formalidad, nosotros, las víctimas, habríamos ganado.

—¿Es realmente cierto? Me pregunto si tenías un objetivo diferente, un propósito diferente.

Las ventanas del pasillo estaban todas cerradas. El sol, todavía en lo alto del cielo, brillaba sobre nosotros, aumentando el calor y la humedad.

—No tengo ni idea de lo que estás hablando. Ah, maldita sea. ¡Hace muchísimo calor!

La capacidad de pensar, es decir, de concentrarse, disminuye a medida que aumenta el calor. Uno no puede exhibir suficiente pensamiento lógico y creativo fuera de un ambiente cómodo. Cuanto más contenido tengas en la cabeza, más se sobrecargará tu cerebro.

—Como sea, me voy de aquí. Si me quedo, voy a cocerme vivo.

—¿De verdad está bien? Si te vas de este lugar, podrías arrepentirte por el resto de tu vida.

—¿Qué quieres, Ichinose?

No entendían adónde quería llegar.

—¿No lo entiendes? La escuela sabe que mientes, la clase C. Lo saben desde el principio.

Esta afirmación los sorprendió. Ninguno de ellos se había imaginado tal resultado. Ishizaki y los demás se miraron durante unos segundos, y luego se rieron.

—No me hagas reír. ¿Mentimos? ¿Y la escuela lo sabe?

—Ja, ja, ja, ja, ja. Ustedes son tan graciosos —dijo Ichinose—. Estuvieron bailando en la palma de mi mano todo este tiempo.

—Buen intento, Ichinose. ¡Pero sabemos que es un farol!

—Tengo  pruebas  reales  —continuó  Ichinose,  sin  preocuparse  por  las amenazas de Ishizaki.

—¿Oh? Bueno, veámoslas. Muéstrame qué pruebas tienes…

Pensaron que no había forma de que tuviéramos pruebas.

Aunque Ichinose haya dicho eso, no temblaban. Sin embargo, cuando ella empezó a hablar, su derrota estaba decidida.

—¿Sabías que hay cámaras de seguridad instaladas en toda la escuela? Es una medida que han tomado para monitorear lo que hacemos todos los días.

—Sí. ¿Y qué?

Al parecer ya sabían lo de las cámaras de seguridad. Ishizaki y los demás parecían indiferentes.

—Bueno, entonces. ¿No viste eso?

Ichinose miró a un lugar cerca del techo un poco más abajo en el pasillo. Ishizaki y los demás siguieron su mirada.

—¿Eh?

Vacilaron completamente incrédulos. Había una cámara de seguridad que pendía en el  pasillo y ocasionalmente giraba  de izquierda a derecha, capturándolo todo.

—Es una lástima, ¿no? Si quieren tenderle una trampa a alguien, tendrán que hacerlo en un lugar sin cámaras.

—¡¿Qué cámara?! ¡Estás mintiendo! Pero, no había cámaras en los otros pasillos, ¿verdad? ¡Es raro que sólo haya una instalada aquí! ¡¿Cierto?!

Ishizaki miró a sus dos cómplices, buscando su opinión. Asintieron, confirmándolo, Ishizaki tenía razón. Se limpiaron el sudor de la cara mientras respondían.

—No puedes engañarnos así. ¡Ustedes mismos instalaron esa cámara!

—Tienes razón en que, en general, las cámaras no están instaladas en la mayoría de los pasillos de este edificio. Sin embargo, hay excepciones, y varios lugares en los que se han instalado cámaras de seguridad, como frente a la sala de profesores y al laboratorio de ciencias. Obviamente, hay muchos objetos de valor guardados en la sala de profesores, ¿sabes? Además, el laboratorio de ciencias tiene muchos productos químicos. Como el laboratorio de ciencias está en este nivel, es natural que se instale una cámara aquí.

Por primera vez, Ishizaki y los demás se quedaron sin palabras. Ichinose notó cómo se tambaleaban.

—¿Has mirado atrás, detrás de ti? Hay una allí también, ¿verdad?

Ishizaki y los demás miraron por el pasillo como se les había ordenado, y vieron una cámara. Por supuesto, esa cámara estaba monitoreando el extremo opuesto del pasillo.

—Así que si hubiéramos instalado una cámara, como dijiste, ¿hubiéramos preparado una en ese lado también? Además, ¿cómo exactamente habríamos preparado cámaras de vigilancia cuando ni siquiera podemos salir del campus?

Estábamos cortando sus rutas de escape una por una.

—Eso es imposible… Eso… Quiero decir, nosotros… lo comprobamos en aquel momento… Deberíamos habernos…

—Este es el tercer piso, pero ¿realmente lo comprobaste? ¿Quizás sólo miraste el segundo o el cuarto? ¿Quizás las cámaras estaban realmente colocadas aquí como una trampa?

Los tres estaban sosteniendo sus cabezas y sudando mucho más de lo normal.

—Además, se dan cuenta de que se acaban de destruir a sí mismos, ¿verdad? La gente normal no pensaría en comprobar si hay cámaras de seguridad, ¿no? Eso es básicamente admitir tu culpa —Ichinose dio el golpe final.

—Entonces, entonces… Esa vez… Imposible…

—Las cámaras de seguridad no pudieron grabar los sonidos de sus voces, pero definitivamente capturaron el momento decisivo en que lanzaron el primer golpe.

Los dobladillos de sus uniformes estaban completamente empapados de sudor. Ichinose me pasó la batuta a mí. Probablemente hubiera sido mejor que hablaran conmigo, ¿no?

—La escuela está esperando, ¿verdad? Adelante, dígannos la verdad. Después de darles un período de gracia, el propio presidente del consejo estudiantil les preguntó si habían mentido. Si se acuerdan, ¿no se dan cuenta de que el consejo estudiantil lo ha visto todo?

Los tres se devanaban los sesos para recordar lo que pasó en la reunión. Por supuesto, el consejo estudiantil no se había dado cuenta de sus mentiras. Sin embargo, el consejo estudiantil tenía sus dudas sobre quién estaba diciendo la verdad. Si los estudiantes de la clase C interpretaban que esa pregunta se centraba directamente en ellos, se prestaba una cierta credibilidad.

—¡Eso es…. no he escuchado nada de eso! ¡Se acabó todo!

Komiya se inclinó. Apoyado en la pared, se deslizó hasta las rodillas. Kondou tenía la cabeza entre las manos. Todos ellos parecían reconocer lo que estaba sucediendo. O eso pensaba, pero Ishizaki no se lo creyó.

—Espera un minuto. Todavía no estoy convencido. Bien, digamos que las cámaras de seguridad capturaron algunas imágenes. Debieron probar la inocencia de Sudou sin tener que hacer nada, ¿verdad? No hacía falta que nos llamaras para decirnos esto. Podrían haberla presentado en el juicio. Pero ustedes nos llamaron aquí, ¿verdad?

—¿Inocencia? Eso depende de lo que seas inocente. Sabemos que ambas partes sufrieron daños durante el incidente. No importa las circunstancias, Sudou los golpeó a los tres. Eso es innegable. Por supuesto, si las grabaciones de seguridad pueden probar que Sudou no fue el que los llamó a ustedes tres aquí, probablemente recibiría el castigo más leve posible. Sin embargo, su posición como titular seguiría amenazada. Puede que no se le permita participar en torneos.

Sudor caía por la frente de Ishizaki como una cascada. También teníamos calor, pero comparativamente estábamos mucho mejor que estos tres. Sus temperaturas seguían subiendo a medida que los acorralábamos.

—¿Qué demonios? Bueno, si es como ustedes dicen, las grabaciones de seguridad no deberían ser ningún problema, ¿verdad? Estaremos bien mientras podamos suspender a Sudou por un día.

—Si eso sucede, podrían ser expulsados. ¿Están de acuerdo con eso?

Claramente no habían pensado bien esa parte, y no se dieron cuenta del dilema al que se enfrentaban.

—Si alguien comprueba las imágenes de la cámara de seguridad, expondría sus mentiras. Si eso ocurriera, es muy probable que los expulsen. Cualquiera podría ver eso.

—¡¿Qué…?!

—Espera, ¿por qué expulsado? ¡No dijiste que mentimos! —Kondou intentaba salvarse, su voz débil y tensa.

—La escuela nos está poniendo a prueba. Están probando para ver si podemos resolver nuestros problemas, y qué tipo de conclusiones sacamos. ¿No crees que eso es consistente con todo lo demás en este caso?

—¿Por qué…? ¡Definitivamente no quiero que me expulsen!

—H-hey, Ishizaki. ¡No es demasiado tarde para decirles que mentimos! Si lo hacemos, la escuela podría perdonarnos!

—Maldita sea. Esto es ridículo. ¿Admitir que mentimos? Bueno, está bien. Mientras Sudou sea castigado, me prepararé para el peor castigo posible, ¡un sacrificio honorable! ¡Todo habrá terminado para Sudou!

En otras palabras, Ishizaki no se retiraría. En vez de eso, seguiría adelante.

—Es muy pronto para llegar a una conclusión. Te daremos una última oportunidad. Sólo hay una forma de salvar a la clase C y a la clase D.

—¡Ni de puta broma!

Si el incidente existiera, sería imposible salvar a todos. En ese caso, sería mejor que el incidente no existiera en absoluto.

—Sólo hay una manera de resolver este problema. Díganle a la escuela que desean retirar su queja. Si hacen eso, la escuela no presentará la grabación de la cámara de seguridad. Si no hay quejas, nadie puede ser castigado. Además, si las grabaciones de seguridad nunca se mencionan, la Clase D también se beneficia. Como ya sabemos, si las grabaciones de seguridad se presentan, Sudou seguiría enfrentándose a cierto grado de castigo. En otras palabras, las Clases C y D pueden llegar a un acuerdo. La escuela no puede investigar si no pueden ver el video y ver que mintieron, ¿verdad?

—Ahh, ahh…. Sólo… déjame llamar…

Un Ishizaki de aspecto destrozado sacó su teléfono. Sin embargo, Ichinose le dijo severamente que no. No le dio tiempo para pensar. Teníamos que terminar esto ahora.

—Bueno, no  estás  cooperando  mucho. Por lo  tanto, no  tenemos más remedio que prepararnos. Haremos que la escuela confirme el video de seguridad de inmediato, y serán expulsados —Asentí en señal de conformidad. Kondou y Komiya agarraron los brazos de Ishizaki.

—Vamos. ¡Aceptemos la idea de Ichinose, Ishizaki!

—E-espera. Si no lo compruebo con esa persona, será malo —murmuró.

—¡Ya hemos perdido! ¡No quiero que me expulsen! ¡Por favor, Ishizaki!

—¡Maldición! Bien…. Nos retiraremos. ¡Estará bien si nos retiramos!

Ishizaki cayó de rodillas.

—Bueno, vayamos a la sala del consejo estudiantil ahora mismo. Iremos juntos.

Fuimos a la sala del consejo estudiantil, con los tres estudiantes de C en medio. Si les quitamos los ojos de encima por un segundo, podrían ponerse en contacto con alguien para pedir consejo. Cuando finalmente llegamos a la sala del consejo estudiantil, empujamos a los tres hacia adentro. Horikita lo había montado todo muy bien.