Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Volumen 9

Capítulo Extra: Charla de Chicas, Edición Medianoche

Un dosel de estrellas brillaba en lo alto. El cielo nocturno estaba perfectamente despejado, sin nubes a la vista. Los únicos ruidos eran el zumbido de los insectos y el sonido del viento crujiendo a través de la hierba. En una noche tan perfecta, dos cadáveres yacían en el suelo.

“Shizushizu, ¿estás viva?”

“Estoy viva…”

Parecía que no eran cadáveres. Las dos figuras que se asemejaban a ranas aplastadas eran Shizuku y Suzu. Se dan la vuelta sobre sus espaldas y separan las piernas y los brazos. El aire fresco de la noche llenaba sus pulmones, calmando sus cuerpos entumecidos. Mirando el deslumbrante cielo estrellado, suspiran simultáneamente.

“Mañana es el día”.

“Lo es. Me alegro de que nos hayamos acostumbrado a ellos a tiempo”.

Shizuku y Suzu hablaban de los artefactos mejorados que Hajime les había hecho después de despejar el laberinto de Haltina. Se habían pasado el día familiarizándose con ellos. Mientras que sus nuevos artefactos tenían toneladas de nuevas habilidades y eran exponencialmente más poderosos que sus antiguas versiones, Shizuku y los demás necesitaban practicar con ellos para usarlos correctamente.

Hajime ya había traído al grupo a pocas horas de vuelo de los Campos de Nieve de Schnee. Mañana descenderían, y no habría descanso hasta que despejaran el laberinto final, las Cavernas de Escarcha.

Shizuku y Suzu habían conseguido acostumbrarse a sus artefactos justo a tiempo. Estaban completamente despojadas de maná y empapados de sudor, pero las dos estaban orgullosas de lo lejos que habían llegado.

Mientras disfrutaban de su éxito, escucharon pasos que se les acercaban.

“¡Shizuku-chan, Suzu-chan, bien hecho!”

Esa voz emocionada solo podía pertenecer a Kaori. Mirando hacia atrás, Shizuku vio que aunque Kaori había transferido su alma al cuerpo de Noint, seguía llevando la misma pijama blanca suelta. Detrás de ella estaban Yue, Shea y Tio. Ellas también estaban en pijama. Entre ellas, sólo Tio llevaba una yukata. A pesar de que los yukatas no debían mostrar mucha piel, de alguna manera los pechos y los muslos de Tio eran fácilmente visibles. ¿Por qué siempre se viste tan eróticamente? Suzu pensó ociosamente para sí misma.

“Aquí tienen, ustedes dos. Limpia ese sudor”.

“Gracias, Kaori.”

“Gracias, Kaorin.”

Shizuku y Suzu aceptaron agradecidos las toallas que Kaori les ofreció y se limpiaron. Tio las miró con preocupación y les dijo: “Ha pasado la medianoche. ¿Están seguras de que no están trabajando demasiado?”

“Sí, asegúrense de cuidarse, muchachas. De todos modos, ¿quieres un bocadillo de medianoche? Si no comes después de un entrenamiento, no te pondrás más fuerte”.

Shea ofreció una bandeja apilada con pan fresco y sopa caliente. Mientras Shizuku y Suzu inhalaban el aroma de la abundante sopa de verduras, gruñó uno de sus estómagos.

“Ahaha, suenas hambrienta, Suzu-san.”

Suzu miró con ira a Shea.

“¿Cómo es que asumiste que fue mi estómago el que gruñó, Sheashea? Porque no fui yo”.

Las miradas de todas se dirigieron a la única persona que pudo haber sido.”No me mires…” Dijo débilmente Shizuku. Parecía que ella era la hambrienta. Apresuradamente se envolvió la cola de caballo alrededor de su cara para ocultar su vergüenza.

Las otras le sonrieron.

“Oh sí, ¿dónde están Kouki-kun y Ryutarou-kun?”

Kaori cambió de tema para evitar que su mejor amiga se avergonzara más. Agradecida, Shizuku se deshizo de su guardia de cola de caballo.

“Ya se han ido a la cama. Como siempre, Ryutarou practicó tanto que se desmayó. Y la Espada Sagrada de Kouki era mucho más eficiente de lo que él pensaba, así que se quedó sin maná antes.”

“¿Van a estar bien?”

“Sí. Al final, también lograron dominar sus artefactos. Probablemente harán los ajustes finales mañana por la mañana antes de que aterricemos”.

“Oh, eso es bueno. Pero, ¿qué hacemos ahora? Hay suficiente comida para todos ustedes.”

Kaori esperaba que dos niños en crecimiento comieran mucho, por lo que había hecho unas siete porciones de comida.

“¿Por qué no comemos juntas entonces? Podemos tener una fiesta de aperitivos sólo para chicas a medianoche. Suena divertido, ¿verdad?”

Las orejas de conejo de Shea se agitaban de un lado a otro con emoción.

“Mmm…. Hajime se fue a dormir porque quiere descansar para mañana, así que por qué no”.

Yue asintió con la cabeza, y nadie más puso objeciones. Y así comenzó la fiesta de aperitivos de medianoche sólo para chicas. Shizuku y Suzu se relajaron en el momento en que tomaron la deliciosa sopa. Kaori sonrió, contenta de que estuviesen disfrutando de su comida.

“Pensé que fue Shea quien hizo esto, pero… esto sabe como la cocina de Kaori. Gracias, Kaori.”

“Ehehe, sabía que te darías cuenta, Shizuku-chan.”

Kaori se sonrojó un poco, y Shizuku contestó con una suave sonrisa, “Pero por supuesto.”

“Ustedes dos son muy unidas, Shizuku-san, Kaori-san.”

Kaori abrazó a Shizuku y dijo con orgullo: “¡Sí!”. Luego sonrió y le echó a Yue una mirada sugestiva.

“¿Por qué pareces tan feliz, Shirasucky Kaoridiot?”

“¿Qué clase de apodo es ese?”

Yue insistió. Enfadada por lo orgullosa que Kaori estaba mostrando a Shizuku, abrazó a Shea y dijo: “Pero Shizuku no tiene estas maravillosas orejas de conejo…” Yue sonrió como si dijese que su mejor amiga era mejor que la mejor amiga de Kaori.

“¡Sí, bueno, Shizuku-chan tiene una cola de caballo!”

“Hmph… Eso no puede superar la suavidad de estas orejas”.

“¿Ah, sí? ¡Bueno, las tetas de Shizuku-chan son súper suaves!”

“¿Qué estás diciendo, Kaoriiiiii!?” Gritó Shizuku.

Justo cuando estaba a punto de comenzar una guerra sobre quién era la mejor amiga, Suzu interrumpió: “Debe ser agradable tener una mejor amiga. Las mejores amigas son maravillosas. Yo también tenía una. Oh, vaya, supongo que nunca me consideró una amiga…. Hahahaha…”

Todas se giraron hacia Suzu. La persona que siempre estaba de buen humor miraba hacia abajo con los ojos como si fuera un pez muerto. Kaori se alejó de Shizuku mientras Yue liberaba a Shea.

“S-Suzu. ¿Cómo se sienten tus abanicos? ¿Son cómodos de usar?”

El masoquismo tan severo no era algo de lo que ni siquiera Tio estaba dispuesta a burlarse, así que en vez de eso, cambió el tema. Yue y los demás le enseñaron el pulgar hacia arriba.

“Oh, funcionan muy bien, Tio-san. Es la primera vez que uso un abanico plegable, así que se siente de clase alta”.

La oscura aura que rodeaba a Suzu retrocedió, y ella volvió a su ser normal. Con cuidado de no tocar ningún punto doloroso, Shizuku añadió: “Bueno, se supone que los abanicos son herramientas gráciles y elegantes. Cuando canalizas tu maná a través de ellos, parece que estás bailando, Suzu”.

“Sh-Shizushizu, me estás haciendo sonrojar. No hay forma de que me vea tan bien. Además, todo es gracias al asombroso artefacto de Nagumo-kun. Recuerda, dijo que añadió una opción para que mi maná fluya como rayos de luz”.

Como siempre, Hajime era un fanático de añadir toques estéticos sin sentido a las cosas que hacía. Shizuku sonrió burlonamente y dijo: “Fufu, lo siento. No podía decir eso delante de Kouki, así que se me escapó”.

Kaori ladeó la cabeza ante eso.

“¿Por qué no lo dijiste delante de Kouki-kun?”

Mierda. Shizuku puso una cara. No había querido decir eso cerca de Kaori. Shizuku intercambió miradas con Suzu, y luego intentó pensar en cómo suavizarlo. Sabía que Kaori no dejaría el asunto en paz hasta que obtuviese una respuesta.

“Bueno… ¿sabes que Kouki tiene un pequeño complejo con respecto a Nagumo-kun? Pero aún necesitamos sus artefactos para tener una oportunidad, así que…”

“Ahaha, así que si Shizushizu elogiaba el artefacto de Nagumo-kun delante de él, se enojaría, eso es todo.”

De hecho, ese fue el caso. Suzu y los demás se alegraron por las armas mejoradas que Hajime les había dado. Pero Kouki sintió que aceptar la caridad de Hajime socavaba su propia posición, ya que estaba intentando demostrar que su forma de pensar era más correcta que la de Hajime. Kaori sonrió incómoda, mientras Yue suspiraba, y Tio murmuró, “Qué niño tan desesperado es…”

Mientras tanto, Shea ladeó la cabeza y preguntó con curiosidad: “Shizuku-san, ¿lo amas?”

“¿Repite otra vez?”

Esa era la última pregunta que Shizuku había estado esperando.

“Quiero decir, me he estado preguntando durante un tiempo. Siempre estás cuidando a Kouki-san, Shizuku-san. Y siento que lo toleras más que al resto de nosotras.”

“Oh, ahora que lo pienso, eso también ha estado en mi mente. Cuando obtuviste la magia de la evolución, sólo fue Kouki quien pareció perturbado. Y entonces, empezaste a ser considerada con él, ¿no?”

“Mmm…. Eres demasiado considerada con alguien que ni siquiera puede alegrarse por sus amigos cuando logran algo. ¿Los perdedores como él son tu tipo?”

Shizuku negó firmemente la pregunta de Yue, pero luego se encogió de hombros y dijo con una sonrisa de preocupación: “Supongo que es porque es un familiar, así que no puedo abandonarlo”.

Todos excepto Kaori miraron a Shizuku con confusión. Sabían que Shizuku y Kouki eran amigos de la infancia, pero no creían que estuvieran relacionados.

“Shizuku-chan no quiere decir eso literalmente. Es porque Kouki-kun es un estudiante del estilo Yaegashi. Todos los discípulos del estilo Yaegashi son tratados como familia por el dojo”.

El Dojo Yaegashi había existido durante generaciones. También enseñaron técnicas de espada adecuadas, por lo que las empresas de seguridad y las organizaciones de policía a menudo reclutaron de las filas del dojo. El dojo también era famoso entre los círculos de artes marciales. Mientras que conseguir entrar en el Dojo de Yaegashi era difícil, aquellos que lograban convertirse en discípulos formales eran tratados de la misma manera que la familia.

“La familia nunca abandona a la familia. De hecho, la familia es sólo familia porque nunca se abandonan unos a otros”.

Ese era el precepto más importante del estilo Yaegashi, y el dicho favorito del abuelo de Shizuku, Shuuzou. En verdad, no importaba cuán lejos se habían desviado de la senda los discípulos pasados, o en qué problemas se habían metido, el Dojo Yaegashi nunca los había abandonado. Los lazos entre los compañeros practicantes del estilo Yaegashi eran profundos. Y como Shizuku había crecido viendo a su abuelo, padre y madre encarnar esos ideales, también los había interiorizado.

Por cierto, la razón por la que Kouki había terminado como discípulo en el Yaegashi Dojo fue porque su madre había sido ayudada por Shuuzou antes.

“Así que sí, es un tipo problemático, pero no puedo abandonarlo. ¿Cómo puedo decir que… Si tuviera que decirlo, es más como un hermano pequeño problemático que cualquier otra cosa”.

El hecho de que Shizuku viera a alguien de su edad como un “hermano pequeño” demostró las escasas posibilidades que Kouki tenía con ella. Yue y las demás sintieron un poco de lástima por él. Por supuesto, a menudo se decía que las personas criadas como hermanos rara vez desarrollaban sentimientos románticos el uno por el otro, pero estaba claro que no era el caso de Kouki al menos. Las orejas de conejo de Shea subieron y bajaron y sus ojos brillaron con curiosidad.

“¿Así que no lo ves como un novio potencial?”

Finalmente llegó la hora del evento principal de la noche. Shizuku se retorcía incómodamente, así que Suzu dejó de masticar las verduras de su sopa el tiempo suficiente para decir: “Solía haber muchos rumores. Shizushizu y Kaorin siempre estaban con Kouki-kun, y obviamente él las trataba mejor que los demás”.

“Eso es ciertamente cierto. Bueno, gracias a eso otros tipos dejaron de intentar confesarse, ya que todos pensaban que no tenían ninguna posibilidad contra Kouki. Supongo que los rumores fueron algo bueno al final.”

¡Así que al menos consideraste salir con él! Shea pensó para sí misma. Ahora Yue y Tio también parecían interesadas. Como Yue y las demás estaban enamoradas de Hajime, aunque quisieran hablar de amor, todos terminaron hablando de Hajime. Por eso es que escuchar acerca de la vida amorosa de otras personas fue un cambio refrescante. Pero Shizuku sonrió amargamente y agitó la cabeza.

“Para ser honesta, no le tengo mucho cariño a Kouki.”

“¿Qué?”

Suzu parecía tan sorprendido como Yue y las demás. No solo nunca habían visto a Shizuku hacer una expresión así, sino que tampoco esperaban que dijera que no le gustaba su amigo de la infancia. Hambrientas de detalles, se acercaron a Shizuku. Kaori fue la única que miró con preocupación a Shizuku.

“Kouki siempre ha sido popular entre las chicas”, dijo finalmente Shizuku. Pensó en aquellos días dolorosos en los que todas las demás niñas la habían excluido. Debido a su juventud, las otras niñas habían sido despiadadas en su intimidación.

“En ese entonces, no era muy femenina, así que cuando la gente me veía con Kouki, se ponían celosas.”

El tono y la expresión de Shizuku eran claros. Pero podía sentir esos oscuros recuerdos golpeando la jaula que había construido alrededor de su corazón, y tuvo que calmarse por un segundo antes de poder seguir adelante.

“Para empeorar las cosas, era muy torpe con la gente, así que no sabía qué hacer…”

“Entonces, ¿hubieras preferido cortar los lazos con Kouki, pero como él era de la familia, no pudiste abandonarlo?”

Tio cortó el meollo del asunto, lo que hizo que Shizuku se encogiera de hombros.

“¿Qué? ¿No debería Kouki-san haber hecho algo para ayudar? Ustedes eran amigos,
¿verdad?”

Por supuesto que Kouki había intentado ayudar. Les pidió a las chicas que estaban celosas de Shizuku que fueran sus amigas. Pero naturalmente, eso sólo había empeorado las cosas. Pero en vez de decírselo a la gente, Shizuku se giró hacia Kaori con una sonrisa y dijo, “Kaori fue quien me salvó”.

“Shizuku-chan…”

Shizuku aún recordaba esos momentos tan claros como el día. A menudo la habían puesto en la misma clase que a Kaori, así que ya sabía de ella antes de que hablaran por primera vez.

Al principio, Shizuku estaba celosa de Kaori. Ella había sido la clase de chica que Shizuku siempre quiso ser. Completamente diferente de la chica que todo el mundo siempre confundía con un chico.

Aunque apenas habían hablado, Shizuku nunca se atrevió a mirar directamente a Kaori. Ni Shizuku pudo abrirse a ella. Cada vez que Kaori estaba cerca, cada vez que alguien alababa a Kaori, Shizuku ardía de celos. Y se odiaba por eso, así que aunque siempre estaba en la misma clase que Kaori, Shizuku la evitaba. Pero a Kaori no le importaban las paredes que Shizuku levantaba a su alrededor. Después de todo, estaba en su naturaleza romperlas.

“Tan bonita…”

Esa fue la primera cosa que Kaori le dijo a Shizuku. Se había agachado junto al escritorio de Shizuku, puso sus dedos sobre él, y la miró.

Al principio, Shizuku había pensado que Kaori se estaba burlando de ella. Pensando que incluso esta princesa iba a intimidarla, Shizuku se había desesperado. Sin embargo, Shizuku pronto aprendió por las malas que Kaori era el tipo de chica que siempre quiso decir lo que decía, e hizo lo que quería decir.

“Ella vino a verme todos los días después de eso. Me había vuelto desconfiada de la gente para entonces, así que al principio ignoré obstinadamente a Kaori pero…. ella seguía viniendo día tras día tras día. Ella decía cosas como: “¡Hey, Shizuku-chan, mira esto! Oh, ¿está bien si te llamo Shizuku-chan? y mírame con esos grandes ojos de cachorro. Y finalmente, me di por vencida”.

“¡Pero realmente eras guapa, Shizuku-chan! Era la primera vez que veía a una chica tan linda”.

Ruborizada, Kaori se cubrió la cara y se retorció. Shizuku se rió suavemente, y luego golpeó suavemente la cabeza de Kaori.

“No te lo dije entonces, pero… Me alegró mucho que hablaras conmigo. Tan feliz que lloré cuando regresé a mi habitación. Sabes, cuando las otras chicas trataron de decirle a Kaori cómo debería actuar a mi alrededor, ella dijo: “¿Por qué? ¿Por qué debería hacer eso?””.

Kaori se había quedado al lado de Shizuku, ignorando todos los obstáculos que la gente le ponía. No importaba lo mucho que suplicaban las otras chicas, Kaori no había escuchado. Era posible que Kaori se hubiese dado cuenta instintivamente de que Shizuku estaba sufriendo, por lo que había trabajado tan duro para estar al lado de Shizuku. Ella quería curar a Shizuku.

“Esta chica tontamente sincera me dio fuerza. Y a partir de ahí, empecé a cambiar.”

Shizuku aprendió que lamentar su situación no resolvería nada. Quería convertirse en el tipo de persona que defendiera lo que creía, como Kaori. Y así, Shizuku empezó a entrenarse en serio. No quería devolver la malicia con malicia, pero tampoco tenía intención de tomar la malicia de otros. Se entrenó para aumentar su confianza en sí misma, para que pudiera mantener la cabeza en alto y hacer lo que quisiera sin que otros interfirieran.

“Oh sí, fue culpa de Kaori que me empezara a crecer el cabello.”

“¿Por qué haces que suene como algo malo?”

Shizuku reconfortó a Kaori, y luego se giró hacia Yue y las demás, que estaban esperando el resto de la historia.

“Kaori me dijo: ‘Shizuku-chan, te verías bien con el cabello largo”. Por supuesto, mi abuelo me había dicho que me mantuviera con el cabello corto desde que practicaba esgrima, así que le dije que no podía dejarlo crecer, pero…”

Como era de esperar, Kaori había irrumpido en el Dojo Yaegashi para darle al abuelo de Shizuku un poco de su mente. Shizuku había intentado desesperadamente detenerla, pero Kaori la había sacudido y le había dicho al abuelo de Shizuku, el mismo hombre al que la policía de todo el país respetaba, que estaba equivocado. Delante de todos sus alumnos, ella le había dicho lo linda que era Shizuku, y que se le debía permitir que se dejara crecer el cabello.

Al final, el abuelo de Shizuku, famoso por no sonreír nunca, se echó a reír y aceptó a Kaori como miembro honoraria del Dojo Yaegashi. Hasta el día de hoy, los discípulos del dojo hablaron de su legendaria entrada.

De regreso en el presente, sin embargo, Kaori se cubrió la cara de nuevo y dijo: “N-No saques eso a relucir. Yo era joven y tonta en ese entonces.”

“No te preocupes… No has cambiado nada desde entonces. Shirafucky Kaoridiot”.

Kaori contestó a la amable sonrisa de Yue con un golpe de fuerza. Sin embargo, Tio se interpuso en el camino para bloquearlo y empezó a quejarse de placer.

“De todos modos, gracias a Kaori, pude dar un paso atrás y evaluar a Kouki desde un punto de vista más objetivo.”

Incluso en ese momento, Kouki seguía obsesionado con la justicia. Vagaba por la ciudad, ayudando a cualquiera y a todos los que encontraba. Nunca dudó en lanzarse en medio de una pelea, y extrañamente, los problemas y la gente necesitada empezaron a venir a él.

Nunca dudó de que la gente fuera fundamentalmente buena, y el propio Kouki no tenía un solo hueso malvado en su cuerpo. Todo lo que hizo, lo hizo por el bien de los demás. Siempre estaba mirando hacia adelante, y siempre salvaba a la gente con estilo. Pero debido a lo brillante que era, nunca se dio cuenta de lo largas que eran las sombras que proyectaba.

Realmente era un tipo problemático. Que es por lo que –

“Nunca vi a Kouki como material para novio. Para bien o para mal, lo conozco demasiado bien. Por eso es básicamente familia para mí”.

Yue y las demás asintieron con la cabeza, con su curiosidad saciada. Sin embargo, esta fue una oportunidad única para hablar de amor. No querían que la conversación terminara ahí.

“Entonces, ¿estás enamorada de alguien, Shizuku-san?”

“Sh-Shea, ¿no crees que estás siendo demasiado atrevida…”

Desafortunadamente, las únicas personas alrededor de Shea eran otras entusiastas de Hajime y una pervertida. Y ahora que su amor había sido recompensado, Shea estaba interesada en escuchar las historias de amor de otras. Sus orejas de conejo rebotaban de un lado a otro, y sus ojos brillaban de emoción.

Shizuku no estaba segura de cómo responder, o de que quería responder en absoluto. Mientras dudaba, Kaori intervino y dijo: “Oh sí, Shizuku-chan. Durante la última entrevista que hiciste para la revista Kendo, ¿no dijiste que preferías a un tipo que protegiera…”

Shizuku puso sus manos sobre la boca de Kaori. A Kaori le encantaba tanto hablar de Shizuku que no tenía ningún escrúpulo en derramar todos los secretos de Shizuku. Desafortunadamente, Shizuku había reaccionado demasiado tarde, y ahora las otras chicas la miraban como buitres.

“Así es. Mi tipo es alguien como tú, Kaori. Gracias por protegerme siempre.”

“¿Hweh?” Kaori miró confundida a Shizuku, y Shizuku sonrió seductoramente, lo que la hizo empezar a sonrojarse de nuevo.

“U-Uh, ¿soy yo, o hay flores de lirio brotando alrededor de Kaori-san y Shizuku-san?”

Era una ilusión óptica, pero muy realista.

“Que encuentres la felicidad, Lesbi Kaoridiot.”

“¡Yueeeeeee, no es así! Además, ¿tienes que añadir Kaoridiot a cada apodo que se te ocurra?”

En un intento por ocultar su vergüenza, Kaori se abalanzó sobre Yue. Sin embargo, Suzu no tardó en estropear el ambiente.

“Todos en la escuela saben lo cerca que están Kaorin y Shizushizu. Ahora que lo pienso, cuando estábamos en un apuro en el Gran Laberinto de Orcus, corriste a cubrir a Shizushizu, ¿no es así, Kaorin? Te fuiste de mi lado para estar con Shizushizu…. Supongo que prefieres pasar tus últimos momentos con ella que conmigo. Haha…”

“¿¡Suzu-chan!?”

El aura oscura de Suzu regresó. El sueño que le habían mostrado en Haltina probablemente le había reabierto viejas heridas. En un intento de apaciguar a Suzu, Shea la convirtió en el centro del siguiente tema.

“¿Qué hay de ti, Suzu-san? ¿Qué clase de hombres son tu tipo?”

Kaori y Shizuku le enseñaron a Shea un pulgar hacia arriba.

“Hmm…. ¿Alguien que no sea un Lolicon? A diferencia de Kaorin y Shizushizu, no hay mucha gente interesada en una bajita como yo. ¡La única persona que se me confesó fue un viejo espeluznante que vivía en mi vecindario! Haha…”

“¡Suzu-san, lo siento! ¡No quería traer malos recuerdos! Alguien que sea buena en magia espiritual, ¡ayúdenme aquí!”

El aura de Suzu se había vuelto tan sombría que el único recurso de Shea era confiar en la magia antigua. Parecía que mientras Suzu estaba normalmente alegre, una vez que se deprimía no paraba.

Pero antes de que alguien pudiera hacer magia espiritual, Yue murmuró sombríamente: “¿Insinúas que soy bajita?”

Se acercó a Suzu, su expresión aterradora. En realidad, Suzu y Yue tenían la misma altura y complexión. Si Suzu decía que era bajita, era lo mismo que decir que Yue era bajita. La presión de la mirada de Yue hizo que Suzu saliera del modo de depresión por un segundo.

“¡N-No! ¡No eres nada bajita, Onee-sama!”

“¡Cálmate, Yue! ¡Eres tan aterradora que Suzu-chan ha dejado de sonar como ella misma!”

Yue, a regañadientes, retrocedió. Tanto en un intento de calmar a Suzu, como porque había tenido curiosidad al respecto durante un tiempo, Shizuku preguntó: “Por cierto, Suzu. ¿Por qué me llamas Yue onee-sama?”

Muchas otras chicas la llamaban Shizuku onee-sama, por lo que se preguntaba qué había llevado a Suzu a hacer lo mismo con Yue.

“¿Eh? Cuando nos salvó en el Gran Laberinto de Orcus, se veía tan bien que yo…”

Yue se rascó la nariz torpemente, sintiéndose avergonzada.

“Oh, entiendo perfectamente lo que quieres decir. Bueno, no sé Yue, pero Hajime-kun se veía muy bien cuando nos salvó”.

“Sí…”

Shizuku afirmó con la cabeza, recordando lo fiable que parecía Hajime cuando llegó. Incluso ahora, esos recuerdos estaban frescos en su mente. Shizuku recordó ese momento tan bien como lo hizo la primera vez que Kaori habló con ella.

Las chispas rojas que se extienden a lo largo del cuerpo de Hajime. Su sonrisa sin miedo. Su amplia y confiable espalda. Había sido completamente injusto. No la fuerza que había mostrado, sino el hecho de que se veía tan bien.

“¿Shizuku-chan?”

Cuando regresó a la realidad, Shizuku se dio cuenta de que todo el mundo la estaba mirando.

“¿Qu-qué? ¿Qué es esto?”

Esta vez Yue se acercó a Shizuku, con su mirada penetrando en ella.

“Dime…. ¿Qué piensas de Hajime, Shizuku?”

“¿Eh? ¿Nagumo-kun? ¿Por qué me lo preguntas a mí? Kaori puede decir mucho más de él que…”

“No puedo preguntarle a Kaori… Cada vez que le pregunto sobre las cosas que ella y Hajime hicieron juntos antes de venir aquí, ella sólo sonríe molesta”.

“Bueno, haces lo mismo cada vez que intento preguntar sobre lo que pasó en el abismo,
¡Yue!”

“Muy bien, muy bien, es suficiente para ustedes dos. Cálmate.”

Shea agarró a Kaori y a Yue por el cuello y los separó. Mientras tanto, Tio se giró hacia Shizuku y la presionó para que le respondiese.

“¿Y bien? ¿Qué piensas del Maestro?”

Yue y Kaori se giraron instantáneamente hacia Shizuku. Sorprendida por sus reacciones a la velocidad de la luz, Shizuku se puso una mano en la barbilla y pensó. Después de un rato, ella miró hacia arriba y dijo: “Bueno, mi primera impresión de él fue que era un bicho raro”.

“¡¿Un bicho raro?!”

Las otras chicas preguntaron en sincronía. Esa no era la respuesta que esperaban. Incluso Kaori parecía sorprendida.

“Sí, lo primero que se me pasó por la cabeza fue ‘Kaori, ¿estás seguro de que este es el tipo que quieres?'”

“¿¡Realmente pensaste eso, Shizuku-chan!?”

Shizuku sonrió con pesar y se encogió de hombros.

“¿Qué más se suponía que debía pensar? Durante la ceremonia de entrada, todas las niñas comenzaron a gritar lo suficientemente fuerte como para romper las ventanas cuando Kouki subió al podio para dar su discurso. Pero Nagumo-kun durmió como un tronco durante todo el proceso”.

“Ugh. P-Pero…”

Incluso ahora, Shizuku pensaba que era extraño cómo había podido dormir mientras todo eso pasaba. Habían pasado dos años desde que Kaori había visto por primera vez a Hajime, y en ese tiempo ella le había hablado a Shizuku de él. Por lo que era natural que la imagen de Shizuku de Hajime hubiese sido un poco exagerada.

Y sin embargo, la primera vez que lo conoció, él había estado durmiendo a través de gritos que le rompían la oreja. Aún más sorprendente, en el momento en que terminó la ceremonia de entrada, se había despertado como si lo hubiese sentido.

“Durante mucho tiempo después de eso, todavía me pregunté por qué Kaori lo había elegido a él, de entre todas las personas.”

Cada mañana, llegaba a clase justo antes de la campana, como un esclavo corporativo agotado. Y luego se quedaba dormido en clase. Para almorzar, tomaba un paquete de mermelada nutricional en diez segundos. Luego, en el momento en que terminaron las clases, se puso muy animado de nuevo, y regresó a casa de inmediato.

Había poseído la extraña habilidad de dormirse y despertarse casi instantáneamente, pero aparte de eso parecía ser un niño normal que se mantenía completamente aislado. Pero cuando Shizuku intentó hablar con él, se enteró de que era un tipo alegre y sorprendentemente bueno escuchando.

“Era un tipo extraño, pero no era como cualquier otro chico que había conocido.”

Kaori y Suzu asintieron comprensivamente. Todo lo que Shizuku había señalado era verdad.

“Lo entiendes, ¿verdad?” Dijo Shizuku con una sonrisa. Ella continuó: “Lo más extraño de él es que no le afectaban los encantos de Kaori”.

Desde la ceremonia de entrada, Kaori había sido objeto del afecto de todos los chicos. Pero a pesar de que ella se esforzó mucho para hablar con Hajime, él la miraba con preocupación y le respondía con el menor esfuerzo posible.

“Hubo momentos en los que pensé: ‘¡Bastardo! ¿Cómo puede no gustarte mi linda Kaori? Lo más extraño era que era lo suficientemente sensible como para darse cuenta cada vez que yo lo miraba así. Se asustaba y empezaba a mirar a su alrededor. Era muy divertido de ver.”

Shizuku sonrió maliciosamente mientras recordaba aquellos primeros días. Ni siquiera habían pasado dos años desde entonces, pero para Shizuku, se sentían como en un pasado lejano. Estaba claro por su tono que pensaba con cariño en esos recuerdos.

Shizuku les contó la primera vez que Kaori había invitado a Hajime a almorzar, y había empezado a sudar frío por la forma en que el resto de la clase le había mirado.

Sobre cómo se las arregló para obtener calificaciones promedio en todas las clases, para que sus maestros no pudieran disciplinarlo.

Alrededor de la única vez que Kaori había ido a la sección de adultos de la tienda de videojuegos para jugar al juego del que Hajime había hablado antes, y cómo se veía la cara de Hajime cuando ella se lo contó al día siguiente. Sobre cómo Kaori había mirado con ojo de águila, esperando la oportunidad de acercarse a Hajime y hablar con él, y cómo siempre se las había arreglado para huir de ella.

Sobre cómo había escuchado la charla de Kouki hasta el final, a pesar de que claramente no le importaba ni un poco.

Los recuerdos salieron a la superficie uno tras otro, entretejiéndose en un tapiz. Hablaba y hablaba, sin darse cuenta de la forma en que Kaori y las demás la miraban. Aún sonriendo, Shizuku entró en una parte mucho más oscura de su historia.

“Olvidé cuándo empezó exactamente, pero… La vida de Nagumo-kun comenzó a cambiar poco a poco. Bueno, supongo que era inevitable, ya que Kaori estaba enamorada de él. Los cuatro éramos como celebridades en la escuela. Y como terminamos pasando mucho tiempo con Nagumo-kun… había gente que se puso celoso de él”.

“Como fue conmigo…” Añadió Shizuku en voz baja. Habló de cómo la atmósfera alrededor de Hajime comenzó a enfriarse. Sobre cómo sus compañeros comenzaron a despreciarlo abiertamente. Y mientras hablaba, la expresión de Kaori se hizo oscura. Adivinando los pensamientos de Kaori, Shizuku agitó lentamente su cabeza.

“Sentí que tenía que hacer algo. Porque yo entendía mejor que nadie lo que era ser condenada a ese tipo de ostracismo. Pero incluso sabiendo por lo que estaba pasando, no pude detener a Kaori. Porque yo también entendí cómo se sentía Kaori.”

No importaba cuantos otros tipos se le confesaban, no importaba lo que Kouki hacía para intentar ganarse su favor, Kaori solo tenía ojos para Hajime. Después de dos años de obsesión por él, por fin había podido encontrarse con él de nuevo. Pero no importaba lo que hiciera, no era capaz de acercarse a él. Ya que Hajime había sido el primer amor de Kaori, no tenía experiencia alguna. Todo lo que podía hacer era intentar todo lo que estuviera en su mano para captar la atención de Hajime, para hacer que mirase hacia ella.

Estaba tan concentrada en el encantador Hajime que no se dio cuenta de lo que estaba pasando a su alrededor. Pero Shizuku no podía culpar a Kaori por eso. Al mismo tiempo, tampoco quería abandonar a Hajime. Desafortunadamente, todo lo que podía hacer era disculparse en silencio con Hajime cada vez que hablaban. Pero a pesar de toda la culpa que sentía Shizuku, Hajime no parecía tan preocupado.

“¡Nagumo-kun no parecía que le importara! Siempre decía: “Sí, es un verdadero problema…” con esa sonrisa tonta suya, pero no creía que fuera un problema. Porque si lo hubiera hecho, no habría bostezado mientras lo decía”.

Realmente había sido un tipo increíble. Fue entonces cuando Shizuku se dio cuenta de que era fuerte. A pesar de su aspecto, poseía una voluntad de hierro. Después de eso, su actitud hacia Hajime cambió. Ella ya no creía que fuera un bicho raro. Él era diferente a cualquier otro tipo que ella había conocido, pero ahora ella estaba interesada en aprender más sobre él.

“Al principio, lo estereotipé. Pensé que sólo era un monstruo insensible. Me imaginé que podría soportar todo el acoso porque fundamentalmente no le importaba la gente”.

En cierto modo, Shizuku no se había equivocado. Como regla general, Hajime no había tenido mucho interés en otras personas. Pero eso no fue porque fuera insensible o inhumano. Después de ver las interacciones de Kaori con él, Shizuku se aseguró de ello.

La razón por la que había estado tan despreocupado con otras personas era porque estaba tan absorto en sus propios intereses. Los había amado de todo corazón, y por eso había dedicado todo su tiempo a ellos. Gracias a eso, había podido aceptar la forma en que otros lo trataban. Mientras pudiera hacer las cosas que amaba, no le importaba nada más.

Decir que estaba decidido a aceptar cualquier castigo por perseguir sus hobbies era un poco exagerado, pero así le pareció a Shizuku. Porque no importaba lo que pasara, era capaz de decir: “Aún así, esto es lo que quiero hacer”. Era su fuerza la que le permitía dejar de lado cualquier dificultad con una sonrisa arrepentida y una expresión de preocupación.

“Es difícil de explicar, pero básicamente, fue cuando lo entendí. Era esa fuerza pura y simple que había cautivado a Kaori”.

Sonriendo de todo corazón, Shizuku recordó un pequeño recuerdo que tenía de Hajime. Esto era algo que ni Kaori, ni nadie más sabía. Había ocurrido un día después de la escuela.

Después de practicar kendo, Shizuku había regresado a la clase para recoger algo que había olvidado. Sorprendentemente, Hajime aún estaba allí. Se había quedado dormido en su escritorio. Parecía tan cansado que ni siquiera el final de la campana de la escuela lo había despertado.

Incapaz de ignorarlo, Shizuku había decidido despertarlo. Ella dijo su nombre y empezó a sacudirlo. Había hecho un sonido bastante extraño al recobrar el conocimiento, lo que había hecho que Shizuku estallase en risa.

“¿Mmm? ¿Yaegashi-san?”

“Sí, soy yo, Nagumo-kun. Estabas durmiendo profundamente. ¿Planeabas pasar la noche en la escuela?”

Aún a medias, Hajime había mirado a la ventana. Cuando veía lo oscuro que estaba, emitía otro ruido extraño. Naturalmente, Shizuku había vuelto a reírse a carcajadas.

“El profesor va a venir a cerrar pronto. Vamos, salgamos de aquí.”

“Oh, sí. Suena bien. Gracias por despertarme, Yaegashi-san.”

Como no había nadie más en la habitación, Hajime no había estado tan vigilado como siempre. Shizuku recordó que había encontrado su comportamiento más suave algo refrescante.

Ella se dirigió al pasillo con él, preguntándose cómo un niño tan gentil había llegado a poseer una voluntad tan fuerte. Habían caminado tranquilamente por el pasillo, los hermosos rayos del atardecer proyectando largas sombras detrás de ellos.

De repente, la garganta de Shizuku se había secado y no se le ocurría nada de lo que hablar. Había empezado a disparar a Hajime miradas encubiertas, pero él había estado bostezando cansado, como de costumbre. Aunque el título le había parecido vergonzoso, sabía que dentro de la escuela era considerada la segunda niña más linda después de Kaori. Tanto sus compañeros de clase baja como incluso algunos de sus compañeros de clase alta habían empezado a llamarla onee-sama.

Naturalmente, muchos chicos estaban enamorados de ella y cada vez que hablaba con cualquiera de ellos, empezaban a sonrojarse y se ponían nerviosos. Era obvio que pensaban que ella estaba fuera de su alcance. La propia Shizuku no había querido realmente toda esa atención. Pero por alguna razón, le había cabreado que Hajime no se pusiera nerviosa al hablar con ella.

“Por cierto, lamento lo que pasó hoy. sobre Kaori, bueno Kaori. Pero Kouki te dio ese largo sermón, ¿no? No tiene mala intención, pero…”

Incapaz de soportar el silencio, Shizuku había buscado algo de lo que hablar, pero lo único que había conseguido era la misma disculpa que le había dado a Hajime docenas de veces. Ella esperaba que le respondiera con el mismo “No te preocupes” o “Está bien” que siempre lo hacía, pero para su sorpresa, no lo hizo.

“Hmm…. Sí, definitivamente es raro”.

“¿Eh?” Preguntó Shizuku, confundida. Frotando el sueño de sus ojos, Hajime había seguido explicando lo que quería decir.

“Yaegashi-san, mucha gente te llama onee-sama, ¿verdad?”

“Sí, lo hacen. Pero no sé por qué”.

“Bueno, aparentemente hay una sociedad secreta llamada Hermanas del Alma que… En realidad, olvídate de eso por ahora. ¿Sabes que siempre te disculpas en nombre de tus amigos? ¿No crees que eso es lo que haría una hermana mayor?”

“Tú…. puedes tener razón.”

Shizuku se había sorprendido. No sabía si eso se aplicaba a todos los demás también, pero al menos eso era exactamente lo que sentía por Kouki.

Asintiendo con la cabeza, Hajime añadió: “Entonces, ¿es normal pasar todos los días inclinando la cabeza ante otras personas sólo porque tienes la personalidad de una hermana mayor responsable? Porque personalmente, creo que es raro. Como, ¿estás realmente bien con las cosas como están?”

“Bueno, realmente no he pensado en ello…”

Pero una vez que Shizuku pensó en ello, se dio cuenta de que definitivamente no era normal. Pero Kouki era como parte de su familia, y Kaori era su mejor amiga en todo el mundo. Por supuesto, por eso no le había parecido extraño estar siempre cuidando de ellos dos, pero después de que Hajime lo había señalado, se dio cuenta de lo extraño que era desde una perspectiva exterior.

“Oh, lo siento. No estaba tratando de insinuar que era malo o algo así. Es sólo que, uh,
¿cómo lo digo…”

Incapaz de poner en palabras lo que quería decir, Hajime había balbuceado durante unos minutos. No fue hasta que llegaron al zapatero que Hajime volvió a hablar.

“Oh, lo tengo. Lo que intento decir es que no tienes que ser considerado conmigo”.

“¿Eh?”

“Ya tienes bastante con cuidar a tus amigos, ¿verdad? Así que no tienes que hacer lo mismo por mí”.

Shizuku no sabía cómo responder a eso. Ella lo había mirado, con los zapatos todavía en sus manos, y él le había dado la misma sonrisa problemática de siempre.

“La razón por la que me sermonean tanto es porque ignoro lo que todos me dicen, así que, en parte, es culpa mía. Me sentiría culpable si te disculparas conmigo por eso, Yaegashi-san.”

“Pero eso no es…”

Esas palabras habían resonado en Shizuku de una forma que nada más lo había hecho. Pero mientras ella seguía procesando lo que él le había dicho, de repente gritó: “¡De todos modos, nos vemos mañana, Yaegashi-san!

Todo había ocurrido tan rápido que Shizuku no había sido capaz de decir ni una palabra. Estaba a punto de llamarlo, pero luego vio a Kouki esperando junto a la puerta de la escuela y se dio cuenta de que se había ido apresuradamente a propósito.

Ella no había sido capaz de averiguar si él estaba siendo considerado con ella, o si simplemente no había querido ser visto yéndose a casa con ella. De cualquier forma, su repentina partida había cabreado a Shizuku. Pero al mismo tiempo, sintió como si finalmente entendiese por qué Kaori se había enamorado tanto de él.

Esa había sido su primera vez en una conversación con Hajime. Había sido inolvidable, y algo que Shizuku sentía que tenía que mantener en secreto.

“¿Shizuku-chan?”

La voz de Kaori trajo a Shizuku de regreso al presente. Fue entonces cuando finalmente se dio cuenta de que todos la miraban raro. Parecía que se había perdido tanto en sus recuerdos que había dejado de hablar.

Sintiendo que había mostrado a todo el mundo un lado de ella que no debía, Shizuku intentó apresuradamente suavizar las cosas. Se aclaró la garganta, enderezó la espalda y encerró sus sentimientos una vez más. Para mantener las cosas como ella creía que debían ser.

“De todos modos, ahora mi impresión de Nagumo-kun es que es una persona increíblemente fuerte.”

Después de haber sido convocados, y resultó que tanto el trabajo de Hajime como sus estadísticas eran dolorosamente promedio, Hiyama y los demás habían empezado a intimidarle mucho peor que antes. Pero incluso entonces, no se había roto.

Shizuku lo sabía. A pesar de que la única habilidad de Hajime era la transmutación, había continuado puliendo sus habilidades, intentando encontrar una forma de convertir sus habilidades en un arma. No importaba cuánto lo habían ridiculizado, lo había aceptado todo con su habitual sonrisa de preocupación y seguía adelante.

Shizuku lo entendió. La razón por la que Hiyama y los demás habían intimidado a Hajime era porque ellos mismos sabían que no eran rivales para Hajime. A pesar de su debilidad, era fuerte. Y a pesar de toda su fuerza, Hiyama y los demás eran débiles. No podían aceptar eso. No podían aceptar que él era mejor que ellos.

Shizuku había entendido mejor que nadie lo fuerte que era Hajime. Porque ella misma había sido débil. Había estado aterrorizada de luchar en este extraño nuevo mundo, pero Hajime no se había sentido perturbado. Era esa fuerza suya la que había animado a Shizuku.

Sí, es muy fuerte. ¿Cómo pueden llamarlo débil e incompetente? Míralo, no está nada perturbado. A pesar de que estamos en un mundo diferente, a pesar de que tenemos que luchar hasta la muerte con monstruos y demonios, él está completamente tranquilo. ¿Cómo es posible que alguien como él sea débil? Él es fuerte. Más fuerte que nadie.

“De todos los que conozco, tiene el corazón más fuerte”, dijo Shizuku con decisión. Durante unos minutos, nadie dijo nada. Confundida por el silencio, Shizuku miró a todo el mundo.

Sólo dije que era fuerte, ¿por qué de repente todas se callaron?

Suspirando, Yue miró a Shizuku con la misma mirada de preocupación con la que Hajime la miraba y se acercó a ella. Miró a los ojos de Shizuku y le preguntó: “¿Lo suficientemente fuerte para proteger a los demás?”

Shizuku se quedó sin aliento en la garganta. Pero un segundo después se tranquilizó y dijo con una sonrisa: “Sí, estoy segura de que Nagumo-kun será capaz de proteger a Kaori”.

Ni una pizca de los sentimientos que Shizuku había escondido dentro de ella se filtró. Sonrió, dejando claro que lo que decía era en serio, y solamente lo que decía.

Yue y las demás se quedaron sin palabras momentáneamente. Finalmente, después de unos segundos de murmurar, Yue decidió aligerar el ambiente. Se giró hacia Kaori y dijo, “Qué pena…. No dejaré que ese futuro suceda, así que Kaori estará sola para siempre”.

“¡Yue!” Exclamó Kaori y se abalanzó sobre su rival.

La sonrisa de Shizuku se hizo más amplia y dijo: “¿Es realmente una pena? Personalmente, me alegro de que estés aquí, Yue.”

“Mmm…. ¿Por qué?”

Yue dejó de tirar de la mejilla de Kaori y ladeó la cabeza interrogativamente. Incluso ahora, la sonrisa de Shizuku era sincera.

“Porque, aunque eres su rival, estás tan apegado a Kaori. Muchas gracias por cuidar de mi mejor amiga, Yue. Siempre quise expresarte mi gratitud”.

“Mmm…. Mmmmmmmm…. Mmm…”

“¿¡Owwww!? ¡Oye, Yue, eso duele! ¡Para!”

Ruborizada, Yue intentó ocultar su vergüenza tirando con más fuerza de las mejillas de Kaori. Aunque había lágrimas de dolor en los ojos de Kaori, nadie la apartó de Yue. Estaban demasiado ocupados sonriendo a Yue. No todos los días la veían nerviosa.

Yue se puso aún más roja y expresó su vergüenza abofeteando a Kaori y gritando: “¡Mmmm, ya basta por esta noche! ¡Esta fiesta es un éxito!”

Y así, la fiesta de medianoche llegó a su fin. Aún roja, Yue huyó por el pasillo a su habitación.

Shea y Suzu se quedaron donde estaban, recordando la sonrojada cara de Yue, mientras que Tio seguía a Yue, sonriendo. Shizuku miró todo desde lejos, pero luego levantó la vista cuando sintió que un peso la presionaba contra su espalda.

“¿Kaori? ¿Qué pasa?”

Kaori la estaba abrazando por detrás.

“Shizuku-chan…”

“¿Qué?”

Kaori apoyó su mentón en el hombro de Shizuku y miró con cariño a los ojos de su mejor amiga. Shizuku parpadeó un par de veces, y Kaori cerró los ojos.

“Sabes, te quiero más cuando eres honesta contigo misma, Shizuku-chan.”

Pensando que Kaori se estaba refiriendo a lo que acababa de contarle a Yue, Shizuku se sonrojó y miró hacia otro lado.

“No me lo recuerdes. Sé que fue algo muy vergonzoso decir eso.”

“Eso no es lo que quiero decir.”

“¿Eh? ¿Entonces a qué te refieres?”

Confundida, Shizuku entrecerró los ojos ante Kaori. Aún sonriendo suavemente, Kaori abrazó a Shizuku. Parecía una madre consolando a su hijo.

“No te lo voy a decir. No tiene sentido a menos que te des cuenta. Pero no olvides lo que te dije. Cuando llegue el momento, asegúrate de recordar estas palabras”.

“No entiendo lo que quieres decir, pero… está bien.”

Satisfecha, Kaori se alejó de Shizuku. Por alguna razón, el corazón de Shizuku empezó a latir con fuerza. Sentía que algo peligroso se le acercaba. Algo que ella sabía que no podía mirar, pero que estaba esperando justo detrás de ella.

Shizuku agitó la cabeza como para quitarse de encima lo que sea que la perseguía.

“Regresemos a nuestra habitación,” dijo Kaori con una sonrisa, y Shizuku asintió en silencio.

En ese momento, Shizuku no lo sabía. Que su premonición resultaría ser correcta. O que las palabras de su amiga terminarían siendo su salvación.

La espadachina, que era la cuidadora de todos, aún no sabía que pronto se enfrentaría a sus verdaderos sentimientos.