Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Volumen 9

Bonus 1: Días Festivos De Pesadilla

“Ahora que lo pienso, la capital de Heiligh probablemente está celebrando un festival ahora mismo”, murmuró Shizuku en voz baja. Hajime y sus amigos estaban sentados en el comedor de Fernir y almorzando mientras se dirigían a toda velocidad hacia loscampos  de nieve de Schnee. Fernir estaba en modo de crucero en ese momento, así que Hajime no tenía que preocuparse de dirigir el barco.

“¿Celebrar qué? Oh, hoy es el día en que Ehit nació, ¿eh?”

“Sí. Lily me dijo que la capital aún lo celebraría antes de que nos fuéramos.”

Kaori miró confusamente a Shizuku y le preguntó: “¿Pero la iglesia no fue aniquilada?”

“Precisamente por eso quiere que se celebre el festival. Desde que Lily dijo que estaba sucediendo, definitivamente hará que suceda de una manera u otra. Asumiendo que la capital no sea invadida de nuevo, al menos”.

Mientras la capital se encontraba aún en plena reconstrucción, los ciudadanos probablemente no dudarían de que la familia real celebrara una sola fiesta durante el año. De hecho, probablemente acogerían con agrado una ruptura con los esfuerzos de reconstrucción.

Suzu sopló sobre su taza de leche caliente, su bebida favorita, y dijo con nostalgia: “¿Una celebración por el nacimiento de Ehit? Supongo que así es como celebramos la Navidad para celebrar el nacimiento de Jesús en la Tierra. No ha pasado ni un año desde que nos convocaron, pero ya empiezo a extrañar la Navidad”.

Kouki y los otros niños de la Tierra miraron por la ventana con miradas melancólicas, recordando las vacaciones que habían pasado en la tierra. Suzu, por otro lado, simplemente tomó un sorbo de su leche, creando un bigote blanco alrededor de sus labios, y agregó: “Ya sabes…. Nunca he estado en una cita de Navidad antes.”

“¿Suzu?” Shizuku se giró hacia Suzu, con la mirada cuestionandola. Pero Suzu estaba demasiado lejos en su recuerdo para escuchar a Shizuku.

“La única vez que hablé con los chicos fue cuando toda la clase se reunió. No tenía gente haciendo cola para que se ne confesaran como Shizushizu y Kaorin”.

“¿S-Suzu-chan?”

“Me puse tan celosa que una Navidad obligué a Kaorin a usar uno de esos trajes eróticos de Santa Claus y la hice intentar seducir a Nagumo-kun.”

“¿¡Suzu-chan!?” Kaori nunca se había imaginado que ese había sido el motivo de las acciones de Suzu. Sin embargo, Suzu seguía sin recordar y no se dio cuenta de lo traicionada que estaba Kaori. Al darse cuenta de que algo extraño estaba pasando con Suzu, incluso Hajime y los demás empezaron a mirarla con preocupación.

“La mayor parte del tiempo, sin embargo, pasaba las Navidades con Eri. Siempre nos quejábamos de cómo nos quedábamos atascadas la una con la otra para Navidad y nunca podíamos tener novios. Incluso horneamos nuestros propios pasteles de Navidad para comer. Oh, pero supongo que Eri hubiera preferido pasar la Navidad con Kouki-kun. Ella preferiría estar contigo que conmigo”, dijo Suzu antes de girarse hacia Kouki, quien se sacudió un poco y apartó la mirada, y dijo, “Viejo, ¿qué es lo que siquiera estoy diciendo? Ni siquiera éramos amigos de verdad y aquí estoy recordando como si fueran buenos recuerdos. Hahahaha.”

“¡S-Suzu-san! ¿Quieres más leche caliente con miel?” Shea interrumpió a Suzu con otra taza de leche, con la expresión rígida. Todos los demás le dieron el visto bueno. Desde que estaban atrapados en un mundo de ensueño idealizado en el laberinto de Haltina, Suzu había caído a menudo en estos ataques de autodesprecio. Suzu miró desalentada a su nueva taza y lentamente le dio unos sorbos. A pesar de que estaba claramente sintiéndose triste, al menos su espiral descendente había sido detenida.

Sintiendo la oportunidad de cambiar de tema, Kaori se giró hacia el equipo de Tortus y le preguntó: “Oh sí, Yue, ¿cómo celebran ustedes aquí? No he oído mucho sobre las vacaciones de Tortus, así que tenía curiosidad sobre lo que haces en ellas. ¿Y han cambiado desde hace siglos hasta ahora?”

Tio puso pensativamente una mano sobre su barbilla durante unos segundos, y luego dijo: “Nuestra aldea tuvo una especie de fiesta de la cosecha. Cuando todavía éramos una nación en vez de una raza en el exilio, también teníamos días festivos celebrando la fundación de nuestra nación y los cumpleaños de nuestros gobernantes”.

Todos, incluso Hajime, se giraron hacia Tio con renovado interés. Todos tenían curiosidad por saber cómo eran las vidas de los dragones solitarios. Tio miró a lo lejos y dijo con nostalgia: “En aquellos días, incluso el cumpleaños de Ehit era un gran acontecimiento. Todo el mundo, independientemente de su raza o país de afiliación o incluso de su estatus, era bienvenido a la capital. Fue un festival espectacular”.

Hajime y los demás imaginaban a Tio corriendo por las calles de su reino cuando era niña. Como una sola persona, todos sonrieron.

“Aunque el cumpleaños de Ehit era también el aniversario de la caída de mi país.”

De repente, los ojos de Tio se cubrieron de la misma manera que los de Suzu. Para empeorar las cosas, Yue también dijo rotundamente: “El cumpleaños de Ehit… fue el día… Fui traicionada… Me duele la cabeza…”

Sus ojos también estaban vidriosos.

“¿Y qué hay de ti, Shea? ¿Qué clase de días festivos tienen los hombres conejos?”

Kaori miró a Shea suplicándole. ¡Por favor, sálvanos, Shea! ¡Siempre eres el más alegre! Fue su culpa que el estado de ánimo se hubiera hecho más oscuro, por lo que estaba haciendo todo lo posible para que el tema volviera a ser claro.

“Ni idea. Los hombres conejos normales pueden tener unas cuantas vacaciones, pero… hasta que conocí a Hajime-san, me vi obligado a permanecer escondida dentro de mi pueblo, así que no sé qué tipo de celebraciones hay…”.

Como los otros, los ojos de Shea estaban vidriosos. Kaori abrazó fuertemente a Shea y gritó: “¡Lo siento mucho, maldita sea!”

Sintiendo que Kaori se estaba acercando al final de su vida, Shizuku se giró hacia Hajime con la esperanza de poder salvarles. Siempre se podía contar con él para salvarlos de cualquier crisis, así que Shizuku estaba segura de que también sería capaz de arreglar este oscuro estado de ánimo.

“N-Nagumo-kun, ¿qué hacías en vacaciones?”

“Las pasaba en casa o si Kaori me invitaba a salir, las pasaba huyendo de hordas de gente celosa…”

“¡Olvídalo, quédate quieto!”

Tú eres la que preguntó… Hajime pensó frunciendo el ceño.

“Ahora que hemos llegado a esto, tendré que preguntarle a Kaori… No, espera, no puedo. Pasó todas sus Navidades pidiéndole a Nagumo-kun que saliera sólo para que huyera de ella…”

“Shizuku-chan… no tenías que mencionar esa última parte.”

Ahora incluso los ojos de Kaori estaban vidriosos.

“Kouki… En realidad, olvídalo. Sus Navidades eran un infierno. Siempre que estábamos con él, las chicas de otras escuelas…”

“¿Shizuku? No estoy seguro de lo que estás hablando, ¿pero pasó algo cuando…?”

Sólo Kouki no era consciente de las penurias que la Navidad causaba a la gente que lo rodeaba cada año. Estaba a punto de preguntarle a Shizuku qué había pasado, pero cuando vio que sus ojos también estaban vidriosos, se detuvo. Pero a diferencia de los otros, Shizuku se recuperó bastante rápido. Atacó los oscuros recuerdos de haber sido perseguida por chicas que querían a Kouki, o a ella misma, y se giró hacia Ryutarou.

“¡Ryutarou! ¡Eres nuestra única esperanza! ¡Por favor, cuéntanos todo sobre tus maravillosas hazañas navideñas!”

“¡Me estás pidiendo demasiado!” Ryutarou se estremeció cuando todos se giraron hacia él, sus ojos aún se parecían a los de un pez muerto. Sin embargo, reunió su determinación, aclaró su garganta y dijo: “En realidad, hubo una vez que invité con éxito a una chica a salir para Navidad”.

Finalmente, la atmósfera de desánimo se despejó un poco. Su interés se despertó, preguntó Kaori, “¡Nunca lo supe! ¿¡Qué pasó después, Ryutarou-kun!?”

“En realidad estaba tratando de usarme para acercarse a Kouki-kun, así que cuando descubrió que seríamos sólo nosotros dos, me canceló.”

“¿Por qué elegiste una historia como esa?”

El estado de ánimo volvió a caer, y los ojos de Ryutarou brillaron cuando se unió al grupo de los rechazados de Navidad. Mientras tanto, Kouki miró al suelo, sin mirar a nadie a los ojos.

“Ya veo, así que eres el único que tiene buenos recuerdos de la Navidad, Amanogawa. Muere, sucio normista”.

Escuchando las palabras de Hajime, Kouki le miró fijamente y le dijo: “Eres la última persona que tiene derecho a decir eso, teniendo en cuenta el harén que tienes en marcha”.

Al final, el estado de ánimo oscuro continuó durante todo el tiempo del té de la tarde. Después, se prohibieron todas las menciones de días festivos entre los miembros del grupo.