Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Volumen 9

Capítulo 2: Susurros

Parte 6

 

 

“Ah, ahora lo entiendo. Es mi voz”.

Las palabras de Hajime hicieron que todos regresaran a la realidad, y dejaron de ahogarse en los susurros que los rodeaban.

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“¿Hajime?”

Yue miró interrogativamente a Hajime. Parecía completamente despreocupado por los susurros.

“Todos ustedes dijeron que reconocieron sus voces, ¿verdad? Yo también lo creía. Después de escucharla un rato me di cuenta de que es porque es mi voz. Cuando ayudaba a papá con sus proyectos de diseño de juegos, a menudo reproducía mi propia voz para probar los niveles de sonido y esas cosas. Tu voz suena muy diferente cuando no la escuchas dentro de tu cabeza, por eso me tomó tanto tiempo darme cuenta. Pero esta es definitivamente la misma voz que escuché en ese entonces”.

Ante las palabras de Hajime, todos los demás asintieron al darse cuenta. Debido a lo diferente que sonaba la voz cuando se escuchaba de una fuente externa, no se habían dado cuenta hasta ahora. Kaori frunció el ceño y murmuró con el ceño fruncido, “Pero entonces eso no significaría que las cosas que la voz está diciendo son…”

“¿No se han dado cuenta todos ustedes del contenido de los susurros? Esos son nuestros propios sentimientos. Ya sea que seamos conscientes de ello o no, todo esto es algo que hemos pensado o sentido en algún momento. Son los recuerdos y sentimientos que más hemos reprimido porque no queremos enfrentarnos a ellos”.

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“Sí. Por eso se siente tan asqueroso como si la voz pisoteara nuestros corazones.”

“Mmm…. Por eso odio los laberintos”.

La conjetura de Tio fue acertada. Nadie vio ninguna razón para refutarlo. Incluso si no estaban de acuerdo verbalmente como Shea y Yue, las expresiones amargas de todos dejaban claro que entendían muy bien.

“Lo que queda por ver es si estos son realmente nuestros pensamientos y sentimientos, o si el laberinto nos ha hipnotizado o lavado el cerebro para que creamos que lo son.”

Era posible que estos no fueran realmente los pensamientos del grupo, pero lo suficientemente cerca como para que pudieran meterse bajo la piel de todos y hacer que creyeran plausiblemente que lo eran. Con las palabras de Tio, Kouki y los demás temblaron, un caleidoscopio de emociones girando a través de ellos. Kouki se vio especialmente afectado.

Puso una mueca de dolor, como si se hubiera tragado un trozo de plomo, y luego su expresión se nubló al caer en el pensamiento. Miró hacia arriba, como si buscara un rayo de salvación desde arriba. Sorprendentemente, la siguiente persona en reaccionar fue Shizuku. Habló con Hajime con forzada alegría, como desesperada por no hablar de sus propios sentimientos.

“Pero no parece que los susurros los estén afectando en absoluto. ¿Estás haciendo algo para sofocarlos?”

Hajime, Yue, Shea, Tio, y Kaori intercambiaron miradas. ”

Shizuku-chan, esas voces también me están molestando.” “¿Eh?”

La respuesta de Kaori aturdió a Shizuku. Después de todo, su sonrisa no parecía preocupada en absoluto. Kaori añadió: “Todo este tiempo, me he sentido muy celosa. No diré quién, pero hay una vampiresa a la que me gustaría poder golpear ahora mismo. Pero no diré quién”.

“Bien, Kaori… Acércate. Te voy a dar una paliza.”

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Aunque sonreía, la postura demoníaca de Kaori posaba amenazantemente detrás de ella. Yue se giró hacia ella y adoptó una postura de karate.

“¿No crees que estás siendo demasiado directa, Kaori?”

Shizuku y las demás se sorprendieron de lo fácil que Kaori puso al desnudo sus oscuras emociones. Pero a pesar de que los celos eran una emoción negativa, Kaori misma no parecía ni un poco rencorosa ni sombría. La razón era simple.

“Si no me enfrento a ella de frente, ¿entonces qué sentido tiene?”

Espadas forjadas por el arrepentimiento y afiladas por los celos apuñalaban el corazón de Kaori. Había fallado en proteger a Hajime cuando juró que lo haría, y desde que se reunió con él se sentía constantemente inferior a Yue.

Pero, ¿y qué? Kaori había sido consciente de esos sentimientos mucho antes de que el laberinto empezase a susurrarlos al oído. La razón por la que estaba aquí ahora era porque ya había llegado a un acuerdo con ellos. Que le echaran en cara sus remordimientos y fracasos aún le dolía, por supuesto, pero no se rompería por algo como esto.

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Kouki y los demás se quedaron atónitos. Incluso la mandíbula de Shizuku estaba abierta. Ante ellos, Kaori parecía deslumbrantemente radiante y pura.

“Esos susurros también me hacen sentir asqueada. Pero ahora no es el momento de preocuparse por ellos”, dijo Shea con franqueza. Ella también tenía una razón muy simple para mantener la calma. Por mucho que se arrepintiera del pasado, no podía arreglarlo. No podía volver atrás y deshacer lo que había pasado. Así que en lugar de pensar en lo que no se podía cambiar, decidió concentrarse en el futuro, que sí podía hacerlo. Puede que haya perdido a muchas personas queridas para ella, pero aún le quedaban otras. Y no quería perder más. Este no era el momento de lamentar sus acciones pasadas.

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“No he vivido una vida tan segura como para que meros susurros me conmuevan el corazón.”

Tio se encogió de hombros despreocupadamente. En el ojo de su mente, vio las llamas que habían destruido su hogar. Pero no importa cuán vívidos sean los recuerdos, esas llamas no podrían quemarla. Después de todos estos siglos, finalmente encontró el milagro que estaba buscando.

Kouki y los demás no podían creer lo tranquilas que estaban las tres chicas. Pero Hajime sonrió suavemente. Estaba orgulloso de lo lejos que habían llegado todas ellas. Shizuku se giró hacia Hajime, una pregunta silenciosa en su mirada. A Hajime le pareció que necesitaba desesperadamente una respuesta para su propia tranquilidad.

“En cuanto a mí… Bueno, el susurro no me molesta mucho.”

“¿No lo hace? Pero… Nagumo-kun…”

Era obvio para Hajime lo que Shizuku intentaba decir. El grupo había estado compartiendo lo que habían estado escuchando, así que ella sabía lo que se le estaba susurrando al oído a Hajime.

“No hay lugar que acepte a un monstruo como tú.”

“¿Realmente crees que un asesino será capaz de vivir una vida normal de nuevo?”

Esas eran las cosas que estaba escuchando. Para Hajime, que deseaba regresar a casa más que nadie, esos temores subconscientes deberían haber sido paralizantes. La idea de que nunca podría regresar a su antigua vida debería haberlo dejado lleno de dudas. No hay forma de que no le moleste. Tiene que estar preocupado.

Sintiendo los pensamientos de Shizuku, Hajime sonrió con tristeza y dijo: “Quiero decir, sí, es doloroso oírlo. Ya no soy realmente humano. Y mi moral y esas cosas están muy alejadas del japonés medio. Así que, sí…. Tal vez en algún lugar en el fondo me preocupa no poder encajar más cuando regrese a Japón”.

El tono de Hajime era completamente casual. No había sentimentalismo en su voz, y claramente no buscaba simpatía. Simplemente analizó sus propios sentimientos de una manera completamente lógica. Realmente parecía como si no estuviera molesto en absoluto.

Escuchar lo fácilmente que Hajime, Kaori, y las otras chicas eran capaces de superar la oscuridad en sus corazones solo hizo que la oscuridad dentro de Kouki se hiciera más fuerte. Finalmente, incapaz de aguantarlo más, soltó: “Entonces, ¿cómo? ¿Cómo puedes estar tan tranquilo? ¡Tienes tantas ganas de irte a casa que estás dispuesto a abandonar a la gente de este mundo! ¿No debería aterrorizarte la posibilidad de que no seas bienvenido?”

El tono de Kouki era frenético. Claramente estaba luchando por controlarse. Sus ojos se oscurecieron, sus músculos se tensaron, sus hombros temblaron, y su aliento se quedó sin aliento. Los susurros que había estado oyendo se habían atenuado mucho con su fortaleza mental.

Hajime le tendió una mano para calmarlo y le contestó: “No es que esté tranquilo, es que sé que no tiene sentido preocuparse por ello. No sabré con seguridad qué pasará cuando regrese hasta que lo haga. Así que por ahora, no estoy pensando en ello.”

“Lo que estoy preguntando es cómo puedes dejar de lado esos pensamientos tan fácilmente. ¿No se supone que el laberinto susurra las cosas que más nos cuesta ignorar?”

¿Qué demonios le está comiendo tanto? Mientras gritaba, los ojos de Kouki parecieron oscurecerse cada vez más, el odio, o quizás la ira, hinchándose dentro de ellos. A pesar de la emoción que le atormentaba, Kouki estaba empezando a perderla. Shizuku, Ryutarou, Suzu y Kaori le dispararon miradas de preocupación. Lentamente pero con seguridad, su amigo de la infancia estaba empezando a quebrarse, y tenían miedo de que se fuera a quebrar. Hajime miró a Kaori y se sonrió irónicamente. Entonces su expresión se hizo seria y se giró hacia Kouki.

“Primero, decido qué es lo que quiero. Entonces, decido lo que tengo que hacer para que eso suceda”.

“¿Qué estás…?”

Confundido por el repentino cambio de tema, Kouki miró a Hajime en blanco. Pero la mirada de Hajime era tan firme como el hierro.


“Después de eso, todo lo que queda es hacerlo. No tiene sentido preocuparse por si puedo hacerlo o no. Si tengo tiempo para preocuparme, tengo tiempo para pensar cuál debería ser mi próximo movimiento. Lo he decidido. Voy a regresar a Japón con Yue y todo el mundo. Voy a mostrarles todas las cosas geniales que tiene la Tierra y se las voy a presentar a mis padres. Por eso estoy arriesgando mi vida. No tengo tiempo para preocuparme por los ‘y si…’ para los que ni siquiera mi propio subconsciente tiene las respuestas”.

“Eso es una locura. No puedes simplemente…”

“No te pido que estés de acuerdo conmigo. Sé mejor que nadie que estoy aplazando el problema en lugar de resolverlo, y que para empezar no es una línea de pensamiento muy humana”, se detuvo Hajime y añadió: “Pero esa no es razón para detenerse aquí”.


Si Hajime fuese el tipo de persona que dejaría que sus sentimientos le distrajeran, habría muerto hace mucho tiempo en el abismo. Sabía que separarse de sus emociones así no era normal. Pero sólo aprendiendo a hacer esto, Hajime pudo salir del infierno y encontrar cosas importantes para él de nuevo. Y ahora mismo, esas habilidades le estaban ayudando a seguir adelante sin dudarlo.

“……”

Incapaz de defenderse, Kouki apartó la mirada. No importa lo que le dijeran, no importa lo que le hicieran, Hajime no se dejaría influir. Kouki no soportaba ver su eterna determinación. Aunque Kouki sabía que nunca sería capaz de entenderlo, esa resolución era sin embargo increíblemente brillante. Shizuku, que originalmente había planteado la pregunta a Hajime, tampoco tenía nada más que decir. Como Kouki, encontró deslumbrante la resolución de Hajime, pero a diferencia de Kouki, mantuvo su mirada fija en él. Su habitual comportamiento tranquilo y sereno había desaparecido, y parecía casi perdida. Estaba tan absorbida por Hajime que ni siquiera se dio cuenta de que su mejor amiga estaba mirándolo suavemente desde un costado.

En medio de esa atmósfera incómoda, Shea repentinamente soltó: “¡Oh sí!” Ya sea que haya estado tratando de aligerar el ánimo a propósito, o que haya terminado haciéndolo naturalmente, la caprichosa conejita del grupo fácilmente despejó la niebla de los oscuros pensamientos que se habían asentado a su alrededor.

“Así que sabemos que la razón por la que Hajime-san no está afectado es porque es una máquina insensible, pero-”

“Lo siento, soy una máquina insensible.”

Hajime empezó a pellizcarle las mejillas a Shea, pero ella lo ignoró.

“Pero, ¿cómo es que tú también pareces estar bien, Yue-san? El laberinto te susurra sobre la gente que te traicionó y te atrapó bajo tierra durante 300 años, ¿no es así? ¿No te molesta eso?”

Hajime estaba bastante molesto por ser ignorado, pero en realidad no quería descarrilar esta conversación en particular. Pensó que se vengaría de Shea en la cama una vez que despejaran este laberinto. Yue no parecía especialmente preocupada por el hecho de que el tema había cambiado para ella y respondió con indiferencia: “Mmm… No estoy tan preocupada por el pasado como por ser traicionada de nuevo en el futuro. Por ti, o por Hajime.”

Hajime y Shea intercambiaron miradas. Si los susurros eran realmente manifestaciones de la psique interna del grupo, significaban que en algún lugar en el fondo, Yue tenía miedo de que la traicionaran. En el pasado, había sido traicionada por la familia y los amigos en los que más había confiado, y atrapada durante 300 años en la oscuridad. Un evento como ese fue lo suficientemente traumático como para que no hubiese sido sorprendente si Yue no hubiese podido confiar en la gente nunca más. Afortunadamente, su encuentro con Hajime le había enseñado a confiar de nuevo, pero esa confianza se dio muy escasamente.

En verdad, fuera de Hajime, Shea, y algunas otras personas como Kaori, Yue desconfiaba de todos por defecto. Le costó mucho abrirse a alguien. Sólo gente como Shea, que llevaba el corazón en la manga, Tio, que se metió en el corazón de la gente sin miedo al rechazo, o Kaori, que era directa e inquebrantable en sus sentimientos, podían esperar ganarse la confianza de Yue. Pero como Yue era tan desconfiada por naturaleza, tenía sentido que en el fondo temiese que incluso esa gente la traicionase algún día.

“Yo… pensé que dejaría atrás el pasado, pero supongo que no es tan fácil.”

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Considerando lo enorme que había sido su traición, era lógico que sus recuerdos de ella fuesen difíciles de superar. No era que dudase de Hajime y de los demás, sino que la traición se había grabado tan profundamente en su corazón que no podía escapar de esos pensamientos.

“Pero ahora que lo pienso, nunca lo superé.”

“¿Qué quieres decir?”

Shea inclinó sus orejas hacia un lado, y Yue confesó casualmente, su expresión perfectamente plana, “En realidad, cuando salí del abismo por primera vez, deseé que todos menos Hajime murieran”.

“¿Qué?”

La declaración de Yue fue tan chocante que por un momento Kouki y los demás se olvidaron de sus propios problemas. Mientras temblaban de miedo, Hajime dio el golpe final.

“Oh sí, yo me sentí de la misma manera. Mientras tuviera a Yue, no me importaba matar a los demás si eso significaba que podía irme a casa”.

“E-E-E-Espera un segundo, ¿significa que tú también pensabas esas cosas cuando me conociste?”

Hajime y Yue intercambiaron miradas.

“Eras tan molesta cuando te conocimos.”

“Mmm…. Me sorprende que no te hayamos matado”.

Ambos le dieron a Shea una apariencia de extrema compasión.

“Shea, tuviste suerte.”

“Sí, tuviste suerte.”

“¿Por qué están siempre en sincronía así?”

Las orejas de Shea se inclinaban hacia adelante y hacia atrás salvajemente. Sólo ahora se dio cuenta de que literalmente había arriesgado su vida para pedirle ayuda a Hajime. Sonriendo suavemente a los tres, Kaori intentó expresar los sentimientos de Yue.

“¿Así que lo que tratas de decir es que sabes a ciencia cierta que Shea y Hajime nunca te traicionarían, Yue?”

“Ciertamente no podía imaginar que el Maestro la traicionara. De hecho, sería más probable que te creyera si me dijeras que el mundo se acaba mañana que si dijeras que el Maestro traicionaría a Yue”.

Si observamos el coqueteo dulce y diabético del dúo, que induce a la sacarina, resultaba difícil imaginar que Hajime traicionara a Yue, sin importar las circunstancias.

“Mmm…. Exactamente. Pero incluso si me traicionara, eso estaría bien”.

Yue asintió a Kaori y a Tio. Luego se giró hacia Hajime con una sonrisa juguetona y añadió esa última hipótesis.

“¿Qué quieres decir?” Preguntó Hajime, ladeando la cabeza. Shea y los demás también parecían confundidos.

Yue contestó casualmente: “Porque sin importar cómo se sienta Hajime, no lo dejaré nunca fuera de mi alcance”.

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Los escalofríos corrían por la columna vertebral de todos. En el silencio que siguió, Yue se mojó seductoramente los labios carmesí, mirando directamente a Hajime. El gesto fue tan cautivador que todos no pudieron evitar mirarlo. Y todos, tanto niños como niñas, sintieron que algo carnal se agitaba dentro de ellos. Con un suspiro apasionado, Yue se rió y dijo: “Fufu, nunca podrás escapar de una vampiresa”.

Una declaración como esa era más que suficiente para volar el sentido común de Hajime. Dicho esto, todavía estaban en un laberinto.

“¡No en mi guardia!”

Usando sus reflejos sobrehumanos, Shea inmovilizó los brazos de Yue detrás de su espalda.

“¡Bien hecho, Shea!”

“¡Hajime-kun, regresa a tus sentidos! Si haces algo así en una casa de espejos… ¡todo el mundo lo verá todo!”

Tio y Kaori también saltaron para detener a Yue y Hajime.

“Ese no es el problema aquí, Kaori” murmuró Shizuku, saltando a regañadientes a la lucha. ¿No se dan cuenta de que estamos en medio de un laberinto?

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“Fufu…”

Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou Volumen 9 Capítulo 2 Parte 6

 

“¡Ah, cielos! ¡Yue-san, deja de provocar a Hajime-san!”

Los gritos de Shea resonaron a través del laberinto de espejos.

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