Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Volumen 9

Capítulo 2: Susurros

Parte 2

Cinco minutos después, Ryutarou estaba despierto y vestido. Kouki había donado generosamente parte de su ropa de repuesto a Ryutarou antes de que recobrara el conocimiento, así que al menos se había librado de la vergüenza de despertarse para descubrir que sus pelotas estaban expuestas. Se disculpó profusamente por su imprudencia, pero en lugar del sermón que había estado esperando, todo lo que obtuvo fueron miradas compasivas.

“Hey, Kouki. ¿Qué demonios pasó mientras estaba fuera?”

“¡Oh, nada! ¡Nada de lo que tengas que preocuparte, Ryutarou!”

Kouki estaba decidido a ahorrarle a su mejor amigo más dolor. En una hermosa muestra de amistad, le mintió a Ryutarou en la cara. Lamentablemente, sus esfuerzos fueron en vano. Hajime fue despiadado.

“Hasta hace un minuto estabas inconsciente en el suelo con las pelotas expuestas.”

“¿¡ !?”

“¿¡Nagumooooooooo!? ¿Por qué tuviste que ir a decírselo?” Kouki avanzó amenazadoramente hacia Hajime mientras Ryutarou absorbía esta bomba. Mirando a su alrededor, se dio cuenta de que todas las chicas estaban evitando su mirada. Al darse cuenta de que no era una broma, cayó a cuatro patas, derrotado. Nubes más oscuras que las que Yue llamó para llamar a su Trueno Dracónico se reunieron a su alrededor. Era la primera vez que el alegre Ryutarou estaba tan deprimido. Estaba totalmente aplastado, más aplastado que alguien aplastado por la magia de la gravedad. Hajime apartó a Kouki y le contestó: “Los idiotas como Sakagami aprenden de las lecciones si éstas van acompañadas de dolor”.

“¡Pero esto es demasiado! Al menos podrías castigarlo con más tacto la próxima vez,¿no?”.

No tuviste las agallas para decirle la verdad, así que lo hice. ¿Por qué tengo que endulzar la mierda por él?”

Mientras Hajime discutía con Kouki, Tio lanzó benevolentemente magia espiritual sobre Ryutarou. Una pálida luz descendió sobre él, calmando su alma e invitándola al paraíso. Hajime miró por el rabillo del ojo, luego se quitó de encima a Kouki y se giró hacia Yue.

“Yue, sólo en caso de que necesitemos usar el cielo, ¿crees que podrías contrarrestar esa teletransportación forzada?”

“Probablemente no… Se activa más rápido de lo que yo pueda lanzar. Además, no sé cuánto espacio cubre, o cuán rápido puede refundirse si se bloquea. Si tratara de contrarrestar la activación de la magia espacial a través de todo el laberinto, se necesitaría demasiado maná”.

“Sí, me lo imaginaba. En ese caso…”

Hajime sacó a Schlagen de su Tesoro escondido. Kouki y los demás miraron con la mirada perdida mientras empezaba a cargarlo. Chispas bajaron por su longitud mientras Hajime apuntaba a una de las paredes y disparaba. Desde arriba, había estimado que las paredes del laberinto tenían unos diez metros de altura y dos metros de espesor. Lo suficientemente delgada para que Schlagen u Orkan las atraviese. Como era de esperar, el rifle antimateria de Hajime fue capaz de atravesar la pared, y algunos otros detrás de ella también. Sin embargo, el laberinto nunca hizo las cosas fáciles. Menos de un segundo después del paso de la bala de Hajime, el hielo se reformó alrededor del agujero, reparando la pared. Se recuperó mucho más rápido que cualquiera de los monstruos de hielo con los que habían luchado.

“Bueno, imagino que prepararán contramedidas para estrategias obvias como volar todas las paredes.”

“Hajime-kun, no estoy seguro de que eso cuente como una estrategia obvia. Al menos en la Tierra, nadie intentaría vencer un laberinto así. Los arrestarían”.

Kaori había empezado recientemente a dejar atrás el sentido común que había aprendido en la Tierra, pero parecía que no había desaparecido por completo. De una forma u otra, aún colgaba de un hilo. En cierto modo, Hajime no era diferente de Ryutarou en el sentido de que había intentado invalidar el punto del laberinto. Kouki y los demás le miraron con ira. Desconfiado de un contraataque, Hajime ignoró los útiles consejos de Kaori y las miradas de Kouki y de los demás. Después de asegurarse de que no venía nadie, devolvió a Schlagen.

“Parece que sólo nos toca el castigo si intentamos atravesar el laberinto ilegalmente. Lo que significa que podemos explotar el área gris de las reglas”.

Tienes la brújula, ¿no podemos proceder normalmente? Pensó Kouki, su mirada cada vez más aguda. Ignorándole, Hajime paseó casualmente por el arco que marcaba el comienzo del laberinto. Kouki y los demás se pusieron nerviosos. Aunque sabían que probablemente estaba bien, lo que le había sucedido a Ryutarou los hizo desconfiar a todos. Se prepararon para que algo sucediera en el momento en que el laberinto fuera atravesado.

“¿Cómo está, Nagumo-kun? ¿Estamos a salvo?”

Hajime extendió una mano para silenciar a Shizuku y sacó la brújula. Había tres caminos que salían de la entrada. Uno a la derecha, otro a la izquierda, y otro que fue hacia adelante. Después de girar un poco, la brújula apuntó a la derecha.

“Hmm, parece que podemos proceder con seguridad. Me preocupaba que este laberinto estuviera equipado con magia que hacía que la brújula fuera ineficaz, pero parece que no”.

“Sí, yo también estaba preocupada por eso, pero… Bueno, esto se hace con magia conceptual que se supone que es más fuerte que la magia antigua. Incluso los Liberadores sólo podían crear tres tipos de magia conceptual, así que pensé que las posibilidades eran escasas”.

Tio respiró aliviada mientras se agachaba bajo el arco y descubrió que nada intentaba atacarla. Ella y Hajime asintieron el uno al otro. Si lo hubiéramos conseguido antes, no lo habríamos pasado tan mal con el desfiladero Reisen. Hajime pensó amargamente para sí mismo. Yue y Shea, que habían sufrido ese laberinto con él, parecían estar pensando lo mismo.

“Aww, si hubiéramos tenido esta trampa antes, las trampas de Miledi-san no habrían sido un gran problema.”

“Mmm…. Creo que se lo dio a Haltina a propósito. Te maldigo, Miledi.”

La hipótesis de Yue probablemente era correcta. Con la brújula, los laberintos dejaron de ser un reto. La parte del laberinto de ellos estaba completamente invalidada. Por eso Miledi y los demás lo habían escondido dentro del laberinto que requería que los aspirantes hubieran despejado al menos otros cuatro primero. Pero incluso si esa lógica tenía sentido, no hacía que Hajime, Yue o Shea se sintieran mejor por el sufrimiento que habían soportado en el laberinto de Miledi. Yue hinchó sus mejillas infelizmente mientras Shea hacía pucheros, sus labios fruncidos. Sólo los que habían experimentado ese laberinto…. No, la increíble molestia de Miledi podría entender este dolor.

“Ustedes siempre mencionan el desfiladero Reisen. ¿Qué pasó allí?”

“Es una pena que no podamos recordar junto con ellos… pero esos tres parecen totalmente derrotados cada vez que recuerdan ese juicio. Creo que sería mejor no sacar a relucir esos recuerdos”.

Kaori y Tio vieron como Hajime frotaba compasivamente las espaldas de Yue y Shea. ¿Qué tan horrible era Miledi, la Liberadora, que los tres le tenían tanto rencor?

Después de que Kouki y los otros también cruzaron bajo el arco, el grupo estaba finalmente listo para explorar este laberinto. Mientras que la brújula al menos les señalaba en la dirección correcta, todavía les tomaría unas horas recorrer cuatro kilómetros y cambiar de dirección mientras retroceden varias veces gracias a la disposición del laberinto. Y como el resto del laberinto, este laberinto también estaba congelado. Aunque ya no era tan frío como para que la magia de agua se congelara al entrar en contacto con el aire, seguía siendo bastante bajo cero. Si no fuera por las Airzones del grupo, el frío sería una gran amenaza.

“Se siente opresivo aquí.”

“Sí. Y estas paredes son extrañas. Aunque están completamente claras, no podemos ver lo que hay del otro lado”.

Mientras Shizuku examinaba la pared junto a ella, Suzu tembló y dio unos preocupados pasos para alejarse de ella. Estas paredes, como todas las demás paredes de hielo que el grupo había visto hasta ahora, no eran naturales. Eran completamente transparentes, sin burbujas de aire ni otras impurezas atrapadas en su interior. Y como todas las demás paredes, reflejaban las siluetas del grupo. Sin embargo, era imposible ver a través de ellas. Teniendo en cuenta que sólo tenían unos dos metros de grosor, eso no tenía sentido. Y Hajime dudaba que la única razón por la que eran así fuese para evitar trivializar la parte del laberinto. Tenía que haber algo más. Frunciendo el ceño, Kaori dijo: “No veremos más zombis como los que combatimos antes, ¿verdad?”

“Hmm, es posible que nos enfrentemos a algo similar. Los monstruos de este laberinto tienen la capacidad de enmascarar completamente su presencia. Deberíamos estar preparados para enfrentar un ataque sorpresa en cualquier momento”.

“¡No te preocupes, Kaori-san! ¡Mis orejas pueden atrapar cualquier cosa! No hay necesidad de tener miedo. ¡Sabré si algo viene mucho antes de que nos alcance! ¡Mis súper orejas de conejito las atraparán!”

“¡Sí! Gracias, Shea. Pero, ¿qué significan las súper orejas de conejito…”

Probablemente era un nombre tonto para una de las habilidades de percepción de Shea, pero Kaori no pudo evitar sentirse menos tranquila al escucharla decir eso. Shea ignoró la pregunta de Kaori y se hinchó el pecho con orgullo. Luego golpeó con su puño contra ella para mostrar lo sumamente segura que estaba. Naturalmente, eso hizo que sus dos melones se movieran un poco, recordando a todo el mundo lo apretadas que estaban. Aunque el objetivo de Shea era tranquilizar a Kaori, Suzu y Shizuku, parecían un poco preocupadas, lo único que consiguió fue hacer que todo el mundo pensara que debía encubrir más. Las miradas de Kouki y Ryutarou estaban pegadas a las tetas de Shea, y Hajime les envió un resplandor tan frío que hizo que la temperatura ambiente pareciera suave. Los dos tragaron y miraron apresuradamente hacia otro lado. En cierto modo, Shea había contribuido a poner a todos más nerviosos, no menos.

“Sheesh. Shea, realmente necesitas…”

A pesar de sus palabras, Hajime no pudo evitar mirar los pechos rebotantes de Shea
también. Era como si la magia de la gravedad forzara su mirada hacia ellos. Desde que Hajime aceptó a Shea como su amante, no pudo resistirse a sus gestos eróticos involuntarios.

“Hajime-kun, ¿dónde estás mirando exactamente? ¿Hmmm?”

“¡Ejem! Gira a la izquierda aquí”.

Hajime se giró para ver a Kaori mirándole fijamente. Su postura demoníaca estaba
golpeando su espada amenazadoramente detrás de ella. Hajime se giró apresuradamente hacia su brújula y fingió que la revisaba. Yue le sonrió calurosamente, Tio intentó presionar sus propias tetas contra él, y Shizuku le miró con reproche, pero Hajime les ignoró a todas y se adelantó. Al darse cuenta de lo que acababa de hacer, Shea se sonrojó. Luego se abrazó a sí misma y miró hacia abajo con timidez.

“O-Oh Hajime-san, pervertido. Realmente te gustan mis tetas, ¿eh? ¡Pero no podemos hacer eso aquí! Tenemos que concentrarnos en vencer este laberinto. Si empiezas a hacerme eso en las tetas, estaré muy cansada para hacer otra cosa. ¡Estamos en medio de territorio enemigo, sabes!”

“Shea, por favor, cállate.”

Los ojos de Kouki y los de los demás estaban vidriosos, mientras que Tio se aferraba a cada palabra con una mezcla de interés y celos. Por otro lado, la mirada de Kaori se hizo aún más aguda. Con los labios entrecortados, Hajime mantuvo su mirada apuntando firmemente hacia delante y no dijo nada más. Había decidido declararse culpable de lo ocurrido. Desafortunadamente, Yue no iba a dejar que se librara tan fácilmente.

“Hajime… ¿Le hiciste eso a Shea? Era su primera vez… ¡monstruo!”

“Traté de contenerme. Pero al final, terminé haciéndolo de la misma manera que lo hago contigo…”

¿A qué diablos se refiere eso? Kouki y los demás gritaron internamente. Era fácil de olvidar después de todas las experiencias fantásticas que habían tenido, pero los niños aquí estaban todos en medio de la pubertad. Especialmente los chicos. No podían evitar sentir curiosidad por el desconocido mundo del sexo. Doblemente porque estos eventos conciernen a personas que ellos conocían.

“¿Qué debemos hacer, Shizushizu? ¿Deberíamos preguntarle a Sheashea qué pasó, sólo para futuras referencias? ¿¡Qué te parece!?”

“¡Calma, Suzu! ¡Estás empezando a sonar como Kaori!”

“Kouki… Tú eres el héroe, ¿verdad? ¡Haz lo heroico y pregúntale a Nagumo! ¡Tengo que saber qué es eso!”

“¡Ni de coña puedo preguntar eso! ¿Y cómo es eso tan heroico?”

Mientras todos discutían si preguntar o no a Hajime y Shea a qué se refería, Hajime se detuvo repentinamente. Un segundo más tarde, hubo un boom de orejas abiertas. Un rayo de luz pasó por encima de la cabeza de Suzu, rozando algunos mechones de cabello mientras pasaba. Suzu miró y vio a Hajime señalándola con el dedo. Se había movido tan rápido que ni siquiera se había dado cuenta.

“Eeek…”

Temblando, con lágrimas en los ojos, Suzu se dio palmaditas en la cabeza. Gracias a su baja estatura, la bala sólo le había cortado unos pocos cabellos. A diferencia del tiempo con Yue, donde Hajime también había acabado por rascarse el cuero cabelludo. Por un momento, Kouki y los demás pensaron que Hajime había disparado a Suzu porque estaba enfadado con ellos. Pero entonces, “Graaaaah”.

“¿¡Ah!?”

Oyeron un leve gruñido detrás de ellos. Dándose la vuelta apresuradamente, vieron a un monstruo que salía a medias de la pared de hielo, con las garras a centímetros del cuello de Suzu. Había un agujero en su pecho, y mientras lo veían se desplomó por toda la pared y golpeó el suelo con un ruido sordo.

“Tenemos más viniendo de las paredes izquierda y derecha.”

El tono serio de Hajime hizo que todos los pensamientos innecesarios salieran de la cabeza de los demás y se prepararon para la batalla. La atmósfera de broma de antes había desaparecido. Un momento después, estatuas de hielo empezaron a atravesar las paredes. Tenían garras afiladas y un solo cuerno en la frente. Eso, combinado con su constitución muscular, los hizo parecerse a los ogros que aparecieron en el folklore japonés.

“¡Graaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!”

Había cinco de cada lado. Hajime decidió apodar a estas criaturas Ogros de Escarcha. Sin ninguna discusión, Hajime y los demás se giraron naturalmente a la izquierda, mientras que el grupo de Kouki giró a la derecha.

“Shizuku, ¡vamos a bombardearlos! ¡Corte Radiante!”

“¡Lo tengo! ¡Destello Fulminante!”

Ignorando los amenazantes rugidos de los ogros, Kouki y Shizuku usaron su Pasos Destello para lanzarse al ataque y desencadenar sus ataques más rápidos. Dos Ogros de Escarcha cayeron en un instante. Mientras los demás ogros se tambaleaban, Ryutarou corrió hacia delante y clavó su puño en el pecho de otro, pulverizándolo. Mientras tanto, Suzu utilizó sus barreras para atrapar a los dos finalistas. A diferencia de los monstruos con los que habían peleado antes, estos ogros no se regeneraban. Después de destruirlos, los cristales de maná rojo cayeron de sus cuerpos sin vida. Por si acaso, Kouki y los otros decidieron matar a sus objetivos.

“Kouki-kun, Ryutarou-kun! ¡Ahora es tu oportunidad!”

“¡Está bien!”

“¡Lo Tienes!”

Dándose la vuelta, Kouki y los demás vieron a Shea dando volte|retas en el aire, sus delgadas piernas apuntando hacia el techo. Mirando más arriba, vieron a los cinco Ogros de Escarcha alineados verticalmente sobre ella. No tenían idea de cómo terminaron las cosas así, pero era obvio que Shea acababa de patearlas en el aire. No al azar tampoco, sino de tal manera que todos se alinean. ¿Por qué está haciendo eso? Un momento después, la pregunta tácita de Kouki fue respondida.

“¿¡Graaaaaaaaaah!?”

La gravedad ejerció una vez más su control sobre los Ogros de Escarcha, y cayeron al
suelo. Shea se enderezó en el aire y preparó a Drucken. Sus gráciles movimientos eran cautivadores. Pero el aluvión de golpes que siguió fue demasiado despiadado para ser considerado gracioso.

“¡Uno!”

“¿¡Bwah!?”

“¡Dos!”

“¿¡Gah!?”

“¡Tres!”

“¿¡Blagh!?”

Cada uno de los gritos de Shea fue acompañado por el grito de un ogro moribundo. Con cada golpe, Shea hizo una sola rotación, girando como una bailarina. Eso causó que cada golpe sucesivo tuviera aún más poder, y Shea se aseguró de completar cada rotación justo cuando el siguiente ogro cayó al alcance de Drucken. El tercer Ogro de Escarcha fue golpeado tan fuerte que incluso su cristal de maná se rompió en mil pedazos cuando Drucken se estrelló contra él. Y Shea lo manejó todo sin usar ningún tipo de magia para fortalecer el cuerpo. Fragmentos de hielo salieron disparados como balas de cañón, soplando a través de la pared de hielo cercana. Incluso con su rápida regeneración, era posible ver a través de ella ahora.

“¡Cuatro!”

“¿¡Hrrrghhh!?”

Shea aún no había terminado. Aceleró su rotación, añadiendo aún más fuerza centrífuga a su martillo. Honestamente parecía más como si estuviera jugando con los Ogros de Escarcha que tomándoselos en serio como oponentes.

“Y finalmente, ¡cinco y cinco!”

Hubo un fuerte estruendo cuando el martillo de Shea chocó contra el último ogro. Después de cinco rotaciones, Drucken había roto la barrera del sonido. Una visible capa de aire cubría a Drucken, ya que se movía más rápido de lo que el aire circundante podía apartarse. El Ogro de Escarcha se rompió por la fuerza del impacto, y luego fue volado tan fuerte hacia atrás que sus pedazos atravesaron tres capas de paredes de hielo.

“¡Eres demasiado lento, demasiado frágil y demasiado débil! ¡Patético!”

Shea colgó a Drucken por encima de su hombro. La chica que había empezado como un conejito dulce del bosque se había convertido en una verdadera demonio. Kouki y los demás palidecieron mientras veían como se desarrollaba la masacre ante ellos. Cuando el último ogro fue asesinado, sus ojos se cubrieron de vidrios.

“Así es. demasiado lentos, demasiado fragiles y demasiado débiles… No deberíamos estar satisfechos con victorias fáciles como estas. Hahahaha…”

“Kouki… No tienes que menospreciarte así. Es mejor no pensar demasiado en lo que dice”.

“Me encantan las conejitas… pero no estoy seguro de querer tenerlas más después de que regresemos a la Tierra…”

“Está bien, Shizushizu. Esa cosa no es una conejita. Sólo parece una, pero definitivamente no lo es”.

No había necesidad de que Shizuku tuviera miedo de los inocentes conejos comunes y corrientes en la Tierra. Ignorando la galería de cacahuetes, Hajime se giró hacia Shea y le preguntó con una mueca: “Shea, ¿fueron tus súper orejas de conejo o lo que sea capaz de sentir que esos monstruos venían?”.

“Sabes, Hajime-san. Elegí ese nombre por capricho, así que lo preferiría si no lo usas. Es un poco embarazoso…”

Moviéndose un poco, Shea respondió a la pregunta de Hajime.

“Pude sentirlos, pero justo antes de que llegaran. He memorizado su sonido ahora, así que debería poder sentirlos antes la próxima vez”.

“Ya veo… Sólo pude sentirlos justo antes de que llegaran. Y sólo porque había un ligero flujo de maná que mi Ojo de Demonio captó. Tio tenía razón, estos tipos tienen alguna forma de borrar su presencia.”

“Eso parece. Dudo que esos sean los únicos monstruos que nos esperan. Sería prudente asumir que todos los enemigos de este laberinto sobresalen en las emboscadas”.

“Mmm…. Pero no son tan duros. Shea tenía razón, son débiles”.

“Tampoco se regeneran. Así que el único problema real es la longitud del camino…”

De hecho, los insultos anteriores de Shea a los Ogros de Escarcha estaban más o menos en la línea. Eran lentos, frágiles y demasiado débiles para ser amenazantes. Lo que significa que había una sola preocupación. Si el grupo sería capaz o no de mantener un estado de alerta alta durante toda su caminata en el laberinto.

Durante un momento, Kaori pareció pensativa, y luego se giró hacia todos. Ella les imploró que hablaran si se sentían un poco exhaustos, ya fuera física o mentalmente. No se parecía en nada al personaje cómico que se había asustado al ver zombis o que casi mata a Ryutarou por accidente mientras discutía con Yue. En cambio, su seria expresión se parecía a la de una
sanadora preocupada. Naturalmente, todos, incluido Yue, asintieron solemnemente en respuesta.