Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Volumen 9

Capítulo 2: Susurros

Parte 1

El siguiente segmento del laberinto era, tal vez convenientemente, un laberinto. El grupo miró hacia abajo, hacia los serpenteantes caminos que se extendían ante ellos. El corredor que se había abierto al derrotar a la Tortuga de Escarcha había llevado al grupo a una terraza que daba al magnífico laberinto que había debajo. Se detuvieron en su camino, su aliento quitado por la vista. Así de grande e imponente era el laberinto de abajo.

Por lo que podían ver, el laberinto tenía al menos un kilómetro de longitud. Más allá de eso, todo estaba cubierto de una niebla de nieve, así que no se sabía hasta dónde se extendía. Considerando que el laberinto tenía cuatro kilómetros de ancho, parecía una apuesta segura adivinar que también llegaba tan lejos en longitud. Esto era claramente la segunda parte de su juicio.

“Hmm. Parece inútil trazar este laberinto cuando no podemos ver lo que hay más allá de la nieve.”

“Además, tomaría una eternidad memorizar todos los caminos en un laberinto tan retorcido como éste.”

“Ciertamente. Además, parece una tontería confiar en la memoria cuando tenemos la brújula”.

La brújula de Hajime estaba derrotando el propósito de muchas de estas pruebas. Tio sonrió con tristeza, y Hajime le devolvió la sonrisa. “Pero aún así…” murmuró, “Ese tipo Freid se las arregló para despejar este laberinto incluso sin la brújula… Ni siquiera quiero pensar en cuánto tiempo pasó deambulando por ahí. Tengo que decir que ese tipo tiene agallas”.

Incluso Hajime quedó impresionado por la tenacidad del general demonio que había despejado este laberinto antes que ellos, Freid Bagwa. Yue se giró hacia él y le dijo: “Hajime… No lo elogies. Atraparás a su fealdad”.

“Tiene razón, Hajime-san. Apuesto a que hizo que su ejército lo buscara mientras se sentaba. ¡Ese bastardo me da asco!”

“¿Cuánto odian a ese tipo? Honestamente, me impresiona que se las haya arreglado para cabrearte tanto”.

La ira brilló en los ojos de Yue y Shea mientras pensaban en las muchas veces que Freid había conseguido escapar. De una forma u otra, siempre salía vivo. Su odio hacia él era casi palpable. No había mucha gente que pudiera provocar tanta ira en Yue o Shea. Kouki y los demás se alejaron de las dos chicas, aterrorizados, y Hajime las ahuyentó. Al final de la terraza había una escalera de caracol de hielo que llegaba hasta la entrada del laberinto. Otro arco adornaba la parte superior de la escalera. Cuando empezaron a descender, Ryutarou, que odiaba hacer las cosas por la vía indirecta, refunfuñó: “Aunque sepamos el camino correcto, ¿tenemos que pasar por este estúpido laberinto? Va a desviarnos un montón, ¿no podemos simplemente volar a través de la maldita cosa?”

“No podemos, Ryutarou. Esto es parte del juicio. Alégrate de que no nos perderemos al menos”.

“Sí, pero Kouki…”

“Fufu, siempre odiaste los rompecabezas y los laberintos, Ryutarou. Cada vez que probabas uno, te hartabas en unos minutos y lo tirabas”.

“Oh, me acuerdo de eso. Por eso dejé de hacer rompecabezas delante de ti. Ya que te enfadarías y romperías mis rompecabezas también.”

Ryutarou frunció el ceño, y tanto Shizuku como Kouki se rieron de él. La expresión de Ryutarou se tornó aún más agria cuando sus amigos de la infancia se burlaron de él. Viéndole enfurruñarse, incluso Kaori y Suzu empezaron a reírse. Cuando llegaron a la parte inferior de la escalera, Ryutarou miró fijamente a la entrada del laberinto como si fuera su enemigo mortal. Un segundo después, una bombilla se encendió en su cabeza.

“¡Acabo de pensar en algo! ¡Mira! ¡No hay nada que cubra la parte superior del laberinto!

Podemos volar sobre él, ¿no? Jeje, Nagumo, ¡parece que no necesitaremos tu brújula!”

Su plan era tan bueno como su ingenio.

“Sakagami, realmente no lo entiendes…”

Ryutarou ignoró el suspiro exasperado de Hajime y gritó: “¡Soy un genio!” Activó la aerodinámica de sus botas y se lanzó al aire. La frase “mira antes de saltar” era algo que habría hecho bien en estudiar. Desafortunadamente, las únicas frases que Ryutarou conocía eran “golpear mientras el hierro está caliente” y “no hay tiempo como el presente”.

“¿¡Ryutarou!?”

“¡I-Idiota! ¡Vuelve aquí!”

“¡R-Ryutarou-kun!”

Kouki, Shizuku y Suzu trataron de evitar que actuara de acuerdo con su plan apresurado. El último laberinto les había dejado claro que esos simples trucos nunca funcionarían. Kouki se acercó para agarrar el hombro de Ryutarou, pero desafortunadamente, el musculoso peleador fue demasiado rápido. La mano de Kouki sólo tomó el aire. Ryutarou se distrajo fácilmente con las trampas que colgaban delante de él, lo que probablemente contribuyó a su falta de reflexión. Su capacidad de ser optimista sobre cualquier cosa y todo era a la vez una fortaleza y una debilidad, pero debido a la frecuencia con la que se pasaba de la raya, había más contras que profesionales. Y en un laberinto, tanta prisa conducía a la muerte.

Ahora, veamos qué pasa…. Sakagami está dispuesto a hacer un ejemplo de sí mismo, así que sería un desperdicio no hacerlo”. “¿¡Nagumo!?”

Kouki miró con reproche a Hajime, quien se cruzó de brazos y miró con calma. Sin embargo, Hajime no había traído a Kouki y a los demás con él para que los cuidara. Eran amigos de la infancia de Kaori, así que no iba a abandonarlos. Pero no tenía la obligación de buscar a alguien demasiado estúpido para pensar en lo que estaba haciendo. Al darse cuenta de eso, Kouki se giró hacia Suzu y gritó: “¡Suzu, bloquéalo con una barrera!”. Suzu levantó apresuradamente a sus abanicos, pero ya era demasiado tarde.

“¡Ooooooi! ¿A qué están esperando? Date prisa y pasa…”

Ryutarou miró por encima de su hombro justo cuando cruzaba la frontera invisible del laberinto. Hubo un agudo ruido de agudeza, y el espacio sobre el laberinto se torció.

“¿¡Whoa!?”

Con un breve grito, Ryutarou desapareció.

“¿Ryutarou?”

“¡Oh, cielos! ¡Ese idiota!”

“¿Qué hacemos, Nagumo-kun? ¡Ryutarou-kun desapareció!”

Kouki, Shizuku y Suzu empezaron a entrar en pánico. Suzu se giró hacia Hajime llorando y le rogó que le ayudase. Pero estaba concentrado en analizar la información que su Ojo de Demonio le estaba dando, y no dio ninguna indicación de que la hubiera escuchado. Básicamente, la ignoró.

En el momento en que el espacio se había deformado alrededor de Ryutarou, Hajime había sentido el movimiento del maná. Un segundo después, sintió otro destello de maná en el rabillo del ojo y se giró hacia él. Allí vio un prisma hexagonal de hielo que sobresalía del techo. El mismo fenómeno de deformación espacial se repitió y de repente Ryutarou apareció dentro del prisma del hielo.

“Ahí, ¿eh?”

Kouki y los demás siguieron la mirada de Hajime, y luego exclamaron cuando vieron a Ryutarou congelado entre el hielo, sirviendo de ejemplo a otros que intentaban tal insensatez.

“Normalmente son las chicas lindas las que están atrapadas en el hielo, no los tipos fuertes. Nadie pidió esto.”

“¡Este no es el momento de hablar del trofeo de anime!”

Sí, supongo que no.

“¿¡Ah!?”

“¡Ah, Ryutarou-kun sigue consciente!”

No podía moverse, pero parecía que aún podía cambiar su expresión. Por lo que parece, intentaba desesperadamente decir algo a sus camaradas. Su boca se retorció de dolor, y parecía que estaba siendo ahogado. A este paso, moriría en otros dos minutos.

“¡Ryutarou, tus guanteletes! ¡Usa las ondas de choque de tus guantes!”

Kouki hizo un gesto salvaje, pero Ryutarou estaba demasiado lejos y entraba en pánico como para entender lo que Kouki intentaba decirle. Era comprensible. Antes de que se diera cuenta, su visión se había oscurecido y se había quedado atrapado en el hielo. Desafortunadamente, el pánico sólo hizo que se quedara sin aire más rápido. Entonces, como a todos los laberintos les encantaba el exceso, docenas de afilados pilares de hielo aparecieron desde el techo.

“O-Oh mierda…”

“Esto es definitivamente…”

“Awawawawah, ¡pondré una barrera!”

Naturalmente, todos los pilares estaban orientados hacia Ryutarou. Kouki, Shizuku y Suzu se pusieron pálidos. Suzu intentó apresuradamente levantar una barrera, pero el techo estaba a unos quinientos metros de altura. Incluso con todo su entrenamiento, le sería difícil ponerlo en el lugar correcto.

“Hmm, incluso si dejas a la víctima sola, se asfixiarán de todos modos… ¿por qué el laberinto va a hacer el esfuerzo extra de apuñalarla con lanzas?”

“Mmm…. ¿Para castigar a la gente que rompe las reglas? Ya sabes, para mostrar lo aterradora que es tu muerte o algo así”.

“¿Puedes dejar de analizar por un minuto y salvarlo?”

Al borde de las lágrimas, Shizuku rogó a Hajime y Yue que salvaran a Ryutarou. Incapaz de ver sufrir más a Shizuku, Kaori suavemente le dio una palmadita en el hombro y dijo: “Shizuku- chan. Esas lanzas de hielo son probablemente a prueba de fallos en caso de que quien sea que sea capturado se escape. Mientras Ryutarou-kun esté dentro, no lo atacarán”.

“Es sólo una suposición, no lo sabes por…”

“Además, todo estará bien, ¡Shizuku-chan!”

“¿¡Kaori?”

Kaori sonó sorprendentemente confiado. Sin embargo, Shizuku seguía preocupado de que Ryutarou estuviera a punto de convertirse en un alfiletero. Ella miró de él a Kaori, y luego de vuelta a él. Kaori llevó sus manos a su pecho y dijo muy bien: “Aunque muera, siempre y cuando lleguemos a él lo suficientemente rápido, podemos traerlo de vuelta, como hicimos conmigo”.

“¡Ese no es el problema aquí!”

La vieja Kaori habría hecho todo lo que estaba en su poder para salvar a Ryutarou. ¿El amor te ha cambiado tanto? ¿La vieja y amable Kaori que conocí se ha ido para siempre? Shizuku se lamentó a sí misma. Kaori tenía razón. Mientras uno pueda usar la magia espiritual y la magia de la restauración, pueden traer de vuelta a cualquiera que haya muerto en los últimos minutos. Sin embargo, hacerlo era un proceso largo y arduo. Cuando Kaori había muerto, les había llevado a Yue y a Tio cinco días enteros revivirla. Ahora que tenían alguna experiencia, probablemente podrían revivir a la gente más rápido, pero aún así se necesitaría una cantidad impía de maná. Pasar varios días y agotar una gran cantidad de maná almacenado en sus joyas sólo para revivir a Ryutarou sería una pérdida de tiempo y recursos. Y así, tras una breve mirada a Shizuku y a los demás, que parecían aturdidos por la declaración de Kaori, Hajime retiró a Kaori y se giró hacia Yue. Tanto Yue como Kaori entendieron lo que buscaba, y asintieron a la vez. Yue suspiró, se encogió de hombros, y luego extendió una mano hacia el hexágono que encerraba a Ryutarou.

“Grieta Cósmica”.

Yue abrió un portal frente a Kaori. Su correspondiente salida brillaba a pocos metros del hexágono.

“Realmente tenemos que hacer algo con este mal hábito de Ryutarou-kun.”

Frunciendo el ceño, Kaori agitó sus alas, enviando un aluvión de plumas de plata a través del portal. Salieron volando por el otro extremo y se pegaron a la capa exterior de hielo del hexágono. A partir de ahí, la desintegración de Kaori hizo su trabajo. En menos de un segundo, el hexágono se había derretido. Pero el laberinto no iba a dejar escapar a su presa tan fácilmente. Las innumerables lanzas de hielo se lanzaron hacia delante, con la intención de pinchar a Ryutarou.

“¡Oh, no, no lo harás!”

Kaori volteó la palma de su mano y cerró el puño como si estuviese agarrando los restos de la prisión hexagonal de Ryutarou. Un segundo después, las plumas restantes empezaron a girar alrededor, creando un capullo protector alrededor de Ryutarou. Todo lo que tocaba el capullo se desintegraba, lo que lo convertía en el escudo perfecto. En el pasado, Hajime había necesitado su búnker de pilas acelerado por railgun para romper esa barrera. Así que era lógico que una mísera serie de pilares de hielo no tuvieran ninguna oportunidad. Mientras Hajime miraba las lanzas de hielo dispararse hacia su propio olvido, se giró casualmente hacia Kaori y le sugirió: “Kaori. Mientras desintegras todos esos pilares, desintegra las bolas de ese imbécil mientras lo haces”.

Esta era una nueva forma de aplastar la pelota que solo Kaori podía hacer. Parecía que Hajime estaba bastante molesto porque Ryutarou les había hecho perder el tiempo.

“Nagumo, ¿cómo puedes decir eso?”

Kouki intervino antes de que Kaori pudiera responder. Se cubrió la entrepierna con protección y tembló de miedo. “¡Tú también eres un hombre, no te compadezcas!”, gritó. Incluso Shizuku y Suzu, que habían suspirado de alivio cuando Kaori había salvado a Ryutarou, hicieron una mueca de dolor. Todos esperaban con la respiración contenida para ver si hoy marcaría o no el nacimiento de un nuevo eunuco. Sonrojándose, contestó Kaori, “¿Sus bolas? ¡No puedo hacer eso! ¡Hajime-kun, pervertido!”

Por alguna razón, a Kaori no le aterrorizaba la posibilidad de aplastarle las pelotas a Ryutarou, sino que le daba vergüenza. Mientras ella dudaba por las razones equivocadas, Yue dijo fríamente: “¿Cómo podría pervertirle desintegrarle las pelotas? Kaori, intenta que todo sea más sexual de lo que es. Tú eres la verdadera pervertida”.

“N-No, no lo soy, ¡Yue! Si quisiera desintegrar sus bolas tendría que tocarlas con mis plumas, ¿no? ¡Eso es lo mismo que si yo las tocara indirectamente! ¡Eso es totalmente pervertido!”

“Di lo que quieras, pero eso no cambia el hecho de que eres demasiado excitable por un par de pelotas. Pervertida.”

“¡Sólo quieres inculparme como una pervertida, ¡Yue! ¡No tengo ningún interés en las pelotas!”

“¿Oh? ¿Ni siquiera en Hajime?”

“¿¡Ah!? Bueno, ¿cómo puedo decir esto? Uh, tal vez un poco…”

“Mmm…. Así que realmente eres una pervertida obsesionada con las pelotas. Gran Maestra de la demolición de bolas”.

“¡Eso es cruel! ¡Retira lo dicho! ¡Hajime-kun! ¡Juro que no soy una pervertida obsesionada con las pelotas! Por favor, ¡créeme!”

“Uh seguro. Te creo, así que, ¿podemos dejar esto? Me siento mal por haber sacado el tema ahora. Además, dejen de decir pelotas una y otra vez, las dos. Sólo mira, Kaori. Tus amigos se sienten incómodos por la extraña discusión entre tus amigas”.

Castigada, Kaori miró a Kouki y a los demás. Como había dicho Hajime, todos parecían
extremadamente incómodos.

“No puedo creer que la pura e inocente Kaori…” Murmuró Kouki, señalando que no se ajustaba a la mirada de Kaori.

Mientras tanto, Suzu se sonrojaba de rojo brillante. “Kaorin, no sabía que eras tan pervertida…” se susurró a sí misma. Por otro lado, la expresión de Shizuku era difícil de descifrar. Era una mezcla de tristeza y felicidad, el tipo de expresión gentil que tiene una madre cuando ve que su hija ha crecido.

Kaori tembló. ¡A este paso, incluso mis amigos pensarán que soy una pervertida obsesionada con las pelotas! En pánico, intentó limpiar su nombre.

” Escuchen, todos! Yo no–”

“Gyaaaaaaaaaaaaaaah!? Owwwwwwwwwwwwwwwwww!”

Desafortunadamente, fue interrumpida por un grito desde arriba. Más específicamente, el grito de Ryutarou. Mirando hacia arriba, el grupo vio que las lanzas de hielo habían sido destruidas, y solo quedaba el brillante capullo plateado de Kaori. Hajime y los demás se dieron cuenta al instante de por qué Ryutarou estaba gritando. Volviendo a sus cabales, Kaori levantó la vista y dijo: “¡Ah! R-Ryutarou-kun, lo siento mucho…”

Ella rápidamente dispersó su capullo. Como era de esperar, la ropa de Ryutarou había sido destrozada, y parecía medio muerto. Kaori había estado tan ocupada tratando de convencer a la gente de que no era una pervertida que se había olvidado de cancelar su habilidad después de que el hexágono se derritiera por completo, y unas pocas plumas perdidas le habían dado a Ryutarou. Al caer al suelo, Suzu gritó: “¡Wawawah, oh no! Malla Luminosa!” Una red de luz apareció debajo de Ryutarou para atraparlo. La red rápidamente lo llevó hacia los demás, pero cuando vieron cómo era, gritaron.

“N-Nooo, Ryutarou-kun, ¡pervertido!”

Suzu no tenía intención de decir eso, pero lo soltó cuando vio cómo era él. Estaba tan sorprendida que perdió la concentración para mantener su Malla Luminosa, y Ryutarou cayó sin piedad al suelo.

“Ryutarou… Pobre hombre.”

Las palabras “pobre hombre” no hacían justicia a la forma en que estaba Ryutarou. Su ropa estaba tan destrozada que estaba prácticamente desnudo. El área alrededor de su entrepierna era la que más había sufrido. Aunque sus bolas estaban afortunadamente intactas, la ropa que las cubría era todo menos eso. Su región inferior estaba a la vista de todos. Nadie quería ver a un musculoso desnudo, así que todos apartaron la mirada. De hecho, ellos evitaron más que eso y dieron la vuelta por completo. Lo último que querían era ver la polla de Ryutarou. O experimentarlo con cualquiera de sus otros sentidos, en realidad.

“Amanogawa, eres su amigo, ¿no?” Preguntó Hajime. La implicación no dicha fue, por supuesto, que Kouki debería ser el que hiciera algo al respecto. Sin embargo, ni siquiera Kouki quería formar parte de esto. Miró hacia el otro lado y respondió: “Estoy ocupado cuidando a Ryutarou, así que alguien más tendrá que ayudarlo”.

Kaori se mantuvo lo más alejada posible de Ryutarou mientras le lanzaba un hechizo de curación. Tenía los ojos cerrados y miraba en la dirección opuesta, como para demostrar lo poco que le interesaban las pelotas de Ryutarou.

“Kaori, eres horrible… Tú eres la que hizo esto”.

“¡Sólo me distraje porque me insultaste, Yue!”

“Mmm…. No me eches la culpa de esto. Ahora asume la responsabilidad de tu error, Kaori. ¡Enfrenta al paciente adecuadamente cuando lo estés curando!”

“¡N-No! ¡No quiero verlo! ¡No quiero ver a nadie más que a Hajime-kun!”

“Eres una vergüenza para las sanadoras de todas partes. Ahora, mira. ¡Mira a quién estás curando! ¡Imprime las bolas de un hombre que no sea Hajime en tu cerebro para siempre!”

“¡Nooooooooooo! ¡Detente! ¡Detente! ¡Te odio, Yue! ¡Deja de empujarme! ¿¡Aaah!? ¿Esa es magia gravitacional? ¡Alto! ¡No fuerces mis ojos a que se abran!”

Yue empujó a Kaori hacia Ryutarou mientras usaba magia de gravedad extremadamente precisa para forzar lentamente la apertura de los párpados de Kaori. El hecho de que fuese capaz de evitar dañar a Kaori mientras conseguía lo que quería en un área tan pequeña demostró lo genial que era Yue con la magia. Desafortunadamente, Yue tendía a usar sus habilidades para las cosas más estúpidas.

“Yue-san y Kaori-san realmente se llevan bien.”

“Me parece más bien como si Yue simplemente disfrutase burlándose unilateralmente de Kaori… pero debo admitir que hay algo de verdad en lo que dices.”

“Esa es su forma de mostrar afecto. Ya sabes lo que dicen, los buenos amigos se pelean todo el tiempo y todo eso”.

Tio, Shea, y Hajime comentaron sobre la naturaleza de la relación entre Yue y Kaori mientras observaban las dos discutir. La expresión de Hajime era sorprendentemente suave. Yue normalmente intentaba actuar con madurez, pero siempre que estaba cerca de Kaori, dejaba salir su lado infantil. Incluso ahora, había una sonrisa juguetona e inocente en los labios de Yue. En cierto modo, el vínculo de Yue con Kaori era incluso más profundo que con Shea, a quien consideraba su mejor amiga. Por supuesto, Hajime también amaba el lado maduro y cariñoso de Yue, pero este lado infantil de Yue tenía su propio encanto para él. Por supuesto, cuando se trataba de Yue, cualquier lado de ella era perfecto en lo que a Hajime se refería. Mientras tanto, Ryutarou seguía inconsciente en el suelo, con las partes privadas completamente descubiertas. Había sido completamente olvidado. No sólo había sido rechazado unilateralmente por su amigo de la infancia, sino que la chica de la que se había enamorado a primera vista también trataba su existencia como una especie de juego de castigo. Este fue sin duda el momento más triste de sus diecisiete años de vida.

“Supongo que esto es un castigo suficiente, ¿eh?”

“Qué horrible…”

“Ryutarou… Lo siento mucho. No pude salvarte.”

Shizuku, Suzu y Kouki le ofrecieron a Ryutarou palabras de condolencia. Pero aún así, se negaron a mirarlo a él también.