Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Volumen 9

Capítulo 1: El Laberinto Final

Parte 1

 

Un gran objeto flotaba en lo alto de las nubes. Era el único vehículo volador de Tortus, el dirigible Fernir. La luz del sol brillaba en su pulido casco mientras atravesaba el cielo. Las nubes se extendían por debajo en todas direcciones, formando un mar que se extendía hacia el horizonte. Carecían de la suave calidad blanca de la mayoría de las nubes y en su lugar parecían una lámina plana de bronce bruñido. Por eso, Fernir emitió la ilusión de que se deslizaba a través de un mar real como una manta raya masiva.

“Vaya. No puedo ver el suelo en absoluto. Es como si el bosque de Haltina estuviera en el cielo”.

Las orejas de conejo de Shea temblaban de emoción mientras miraba por la ventana redonda del puente. Las nubes que estaban transitando ciertamente se asemejaban a la niebla que cubría los bosques de Haltina. La vista le recordó a Shea su lugar favorito en el bosque, el árbol que sirvió como tumba de su madre Mona. Pensó en la noche que había pasado con Hajime allí, donde habían mirado la niebla iluminada por la luna y hablado de sus sentimientos. Después de muchas pruebas y dificultades, finalmente pudo entrar en el tipo de relación que quería tener con él. Shea se rió tímidamente y sus orejas y cola empezaron a moverse hacia adelante y hacia atrás.


“Mmm…. Siempre hay nubes en los campos de nieve de Schnee. Y siempre hay una ventisca en marcha. Es el lugar más frío del continente”, murmuró Yue, mientras se giraba de su propia ventana y le daba a Shea una leve sonrisa.

Los Campos de Nieve de Schnee eran una gran tundra que cubría el borde sudeste del continente. Limitaban al oeste con el Imperio Demoníaco de Garland, y al norte con los Bosques de Haltina. Supuestamente estaban cubiertos de nubes veinticuatro horas, y nunca vieron la luz del día. Peor aún, los campos de nieve estaban cubiertos por una ventisca perpetua. Todo estaba cubierto de capas de nieve y hielo, y la temperatura nunca subía por encima de unas pocas docenas de grados bajo cero. Su clima infernal era el más extremo de todo Tortus.

“No hay forma de que el clima sea natural.” Murmuró Hajime mientras se acostaba en un sofá. Su Ojo de Demonio brillaba de un blanco azulado a través de su parche. A pesar de que parecía relajado, de hecho estaba constantemente monitoreando las cámaras externas instaladas en varios lugares del Fernir a través de su ojo.

“Tanto la ventisca como las nubes conspiran para aislar los campos de nieve completamente del resto del mundo. Asumo que es obra del Libertador que construyó este laberinto”. Tio murmuró en admiración.

Como ella dijo, los Campos de Nieve de Schnee estaban completamente aislados del resto del mundo. Lo que era aún más impresionante era que la ventisca nunca pasó de sus límites al territorio demoníaco en el oeste o a los bosques de Haltina en el norte. Algunas barreras invisibles mantenían el clima confinado a un área determinada. Aunque Tortus podía ser un mundo de fantasía, Hajime dudaba mucho que el clima fuese un fenómeno natural. Kaori, que estaba rondando a Hajime, miró repentinamente por la ventana y dijo: “Umm… se supone que hay una enorme grieta en los campos de nieve, ¿verdad? ¿Y se supone que el laberinto final está en su parte inferior?”

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“Sí. El laberinto de la nieve y el hielo: Las Cavernas de Escarcha”.

“La razón por la que la mayoría de la gente piensa que hay un laberinto ahí abajo es porque el clima es claramente antinatural, y ni una sola persona ha regresado de allí con vida, ¿verdad?”

“Básicamente. Pero sabemos con seguridad que está ahí abajo, Kaori. Ya que Miledi nos lo dijo directamente. Obtuvimos nuestra información directamente de uno de los Liberadores, así que no hay duda de que es sólida”.

¡Oh, me olvidé de eso! Kaori asintió comprensivamente. Al mismo tiempo, sintió que estaban haciendo trampa al volar a través del duro entorno polar de los campos de nieve, que probablemente eran parte de la prueba del laberinto.

“¿Cómo le va, Maestro? ¿Funciona la brújula?”

Tio se inclinó para ver mejor la brújula en la mano de Hajime. Al hacerlo, sus voluptuosos pechos colgaban justo delante de la cara de Hajime. Hajime se inclinó un poco hacia atrás y asintió.


“Sí, estamos bien. Tengo que decir, sin embargo, que esta cosa es increíble. No sólo apunta a lo que estás buscando, sino que también te da una vaga impresión de lo lejos que está la cosa y de cómo es el lugar en el que se encuentra”.

Hajime levantó la brújula, que parecía un reloj de bolsillo anticuado. Lyutillis Haltina, la creadora del laberinto dentro de los bosques de Haltina, lo había concedido al grupo como recompensa por despejar el laberinto. Era un artefacto conocido como la Brújula de los Caminos Eternos. Y su habilidad era mostrarle al portador dónde yacía lo que deseaban.


Ni la magia normal ni la magia antigua era capaces de lograr tal hazaña. La brújula había sido creada usando magia conceptual, el pináculo de toda la magia de Tortus. Según el holograma que Lyutillis había grabado, sólo se podía utilizar combinando los siete tipos de magia antigua. Encima de eso, el portador de la magia conceptual necesitaba una voluntad inquebrantable, o sería incapaz de reescribir las leyes de la realidad con ella. Hace mucho tiempo, cuando Miledi y los otros Liberadores lo descubrieron por primera vez, sólo habían sido capaces de crear tres tipos de hechizos de magia conceptual, a pesar de sus mejores esfuerzos.

Kaori suspiró maravillada mientras miraba la brújula y dijo: “Incluso nos dijo dónde está la Tierra. Aunque es difícil describir cuán lejos está en realidad…”

Se necesitaba una tonelada de maná para encontrar dónde estaba también. Nunca pensé que un solo hechizo podría drenarme todo mi maná de esa manera. Diablos, casi me desmayo después de eso.”

A pesar de su amarga sonrisa, había un rayo de alegría en los ojos de Hajime. De regreso al abismo, cuando estaba al borde de la muerte, había un solo deseo que le daba la esperanza de seguir adelante. Regresando a casa. Había estado dispuesto a tirar todo lo demás por la borda por ese objetivo. Y ahora, ese objetivo estaba finalmente a la vista.

Todos recordaron vívidamente cómo Hajime había sonreído después de haber despejado el laberinto de Haltina y haber descubierto cómo regresar a casa. Esa sonrisa había sido una mezcla de calidez y fuerza, una sonrisa difícil de describir pero muy memorable. Uno que había brillado más que el sol.

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A pesar del infierno exterior, el puente de Fernir era cálido y seguro. Tras unos minutos de mirar fijamente las nubes, Yue regresó trotando a Hajime y se sentó a su lado. Ella le miró calurosamente, su expresión llena de amor. Shea siguió el ejemplo y saltó al sofá también. Pero en vez de sentarse al otro lado de Hajime, ella se detuvo frente a él. Moviéndose un poco, ella le miró con timidez e indecisión.

“Vamos, deja de preocuparte tanto por lo cerca que deberías estar o dónde deberías sentarte. Me estás avergonzando con sólo mirar”.

Hajime sonrió torpemente. Por alguna razón, sólo después de ser reconocida como la amante de Hajime, Shea comenzó a avergonzarse por ser excesivamente pegajosa. A pesar de que ella se le acercaba a él sin parar cuando rechazaba sus insinuaciones, ahora que él la había aceptado, ella estaba dudando.

“Mmm…. Eso es lindo, Shea”.

Yue le enseñó a Shea con los pulgares hacia arriba. Las orejas de conejo de Shea se movieron y dijo: “Por favor, no me tomes el cabello así. Ugh.”

Shea se sonrojó y escondió su cara con sus orejas. Tio puso una mano sobre su barbilla y murmuró pensativamente: “En verdad, tu belleza es destructiva, Shea. ¡Qué astuta! ¡Eres casi tan astuta como Kaori!” Su comentario hizo que Kaori levantase la vista, sorprendida. Hajime suspiró para sí mismo, pero luego sonrió suavemente. Con ternura le tendió una mano a Shea.

“Vamos, deja de quedarte ahí y siéntate.”

“De acuerdo”.

Ruborizada, Shea aceptó la mano de Hajime y se sentó a su lado. Tras un momento de vacilación, se reafirmó y se acercó lo más cerca posible de él.

Mrr…. Tengo que admitirlo, eso es lindo…” Kaori suspiró. Tio le mostró una sonrisa a Shea y le dijo: “¿Y qué? Creo que ya es hora de que nos des un informe, Shea. Me he callado hasta ahora por consideración, pero no puedo esperar más. ¡Dinos todos los detalles jugosos!”

“¿De qué diablos estás hablando? Además, Tio-san, tus respiraciones y tus ojos inyectados de sangre se expanden, me asustan”.

“No te hagas la tonta. ¡Te estoy preguntando cómo te fue en tu primera noche con el Maestro! ¡Seguramente algo pasó!”

“¿¡Huuuuuuuuh!? No puedo hablar de eso. ¡No hay manera! ¿Cómo pudiste preguntar algo así, dragona pervertida?”

“¡No malgastes tu aliento halagándome! No dejaré que cambies de tema. Si tienes la más mínima piedad por Kaori y por mí, que rara vez tenemos la oportunidad de dormir en la misma cama que el Maestro, entonces dejarás todo al desnudo ahora mismo”.

Shea se encogió hacia atrás mientras Tio la presionaba, respirando intensamente. Antes de que pudiera responder, Kaori dijo: “¿Oh? ¿Acabas de llamarme lamentable, Tío? ¿Soy yo o has estado hablando mal de mí últimamente? ¿He hecho algo para que te vuelvas loca?”

Kaori cogió la cinta de Tio y empezó a tirar.

“Cálmate, Kaori. No has hecho nada malo. Esta es simplemente mi forma de unirme a ti. Siento que como somos las únicas excluidas, deberíamos llevarnos bien”.

“¡Eso sólo me hace sentir peor!”

Tio ignoró las protestas de Kaori e ignoró el hecho de que su faja estaba a punto de desprenderse, y continuó presionando a Shea.

“Ahora ven, ¡cuéntamelo todo! ¡Necesito saber sobre los fetiches del Maestro, sus preferencias y sus deseos! ¡No escatimes detalles! ¡Tú, que me has superado en experiencias de vida, debes enseñarme lo que me falta!”

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“¡No te lo voy a decir!”

“Imposible… son los fetiches del Maestro tan extremos que te estremeces hasta…”

“¡No lo pongas junto a ti, Tio-san! ¡Hajime-san no es un pervertido! Es normal… pero también… increíble. No importa cuántas veces…”

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Las orejas de Shea ardían de rojo brillante. Era obvio por su expresión lo que estaba recordando. Al parecer, había tenido una noche de mucho calor en Verbergen. Por cierto, Tio, Kaori, y un montón de otras personas habían intentado espiar en la habitación de Hajime, pero Yue les había ahuyentado a todos con su Trueno Dracónico. Una cierta princesa elfa había sido más persistente que las otras, y por eso había sido recompensada con una paliza aún más severa que las otras. Actualmente se estaba recuperando en su casa, cuidando con éxtasis sus heridas.

Hajime golpeó la frente de Tío con sus dedos protésicos, haciendo que ella diera un volteretazo con gracia por el aire. El sonido de su choque contra la pared devolvió a Shea a sus sentidos. Al darse cuenta de lo que había dejado escapar accidentalmente, Shea se acurrucó avergonzada y una vez más se cubrió la cara con sus orejas.

“Mmm…. Le enseñé a Hajime todo lo que hay que saber. Es un verdadero loco en la cama”.

“Yue, ¿podrías dejar de hablar un segundo?”

Hajime acarició confortablemente la cabeza de Shea con una mano mientras le pellizcaba las mejillas a Yue con la otra. Kaori miraba con celos mientras Tio yacía en el suelo retorciéndose de placer.

“¡Finalmente llegamos al laberinto final! ¡Quiero apurarme y atravesarlo para que podamos ir a ver a Myu-chan otra vez!”

Shea cambió de tema apresuradamente en un intento de despejar la incómoda atmósfera.

Riéndose de su desesperación, Hajime respondió: “Sí. Espero que le esté yendo bien…”

Por algún extraño giro del destino, Hajime había acabado cuidando a una joven dagon durante un tiempo. Su existencia había sido una gran parte de por qué Hajime había empezado a cambiar. De hecho, le había prometido que la llevaría de regreso a la Tierra algún día. La misma promesa que le hizo a Yue al principio de su viaje. Hajime miró hacia el oeste, donde Myu esperaba a un continente de distancia. Shea sonrió y dijo: “Estoy segura de que sí. Además, se parece a ti, Hajime-san. Si no volvemos a verla, se irá de viaje para encontrarnos”.

No te equivocas en eso. Hajime se giró hacia Shea y asintió.

“Necesitaremos tiempo para ver a Cam y a los otros también.”

“Hajime-san… ¡Ehehe, gracias!”

En realidad, Hajime había preguntado a Cam y a los otros Haulia si querían ir a la Tierra con él antes de que dejara Verbergen. Pero su respuesta había sido un no definitivo. Pero Hajime esperaba esa respuesta desde el principio. Después de todo, habían decidido luchar contra el imperio. Habían decidido ganar su derecho a sobrevivir en este mundo con sus propias manos. Para luchar contra la sociedad que los oprimía. Para la renacida tribu Haulia, ganarse sus derechos era una cuestión de orgullo y su razón de ser.

Aunque él sabía todo eso, Hajime aún estaba un poco decepcionado de que Shea tuviera que dejar a su familia atrás. Sin embargo, Cam acababa de sonreírle a Hajime y le dijo: “Mientras hagas feliz a Shea, eso es suficiente para mí, jefe”. No había habido un ápice de arrepentimiento en esa sonrisa. En verdad, todo lo que le importaba era la felicidad de su hija.

Hajime, por supuesto, sabía que era posible para él viajar libremente entre Tortus y la Tierra mientras evitaba la interferencia de los dioses. Sin embargo, sería una hazaña difícil, especialmente cuando él sabía tan poco sobre la magia conceptual para empezar. Si bien tenía la intención de hacer posible el viaje entre mundos en algún momento, no tenía idea de cuánto tiempo podría llevar. Una vez que fueron a la Tierra, no podía decir con certeza cuánto tiempo pasaría antes de que Shea volviera a ver a su familia. Por eso quería darle a Shea por lo menos un día para que lo pasara con su familia antes de que hicieran el salto.

Shea, por supuesto, se dio cuenta de todo eso, y se despidió de Hajime antes de tomar su mano.

“Pero sabes, Hajime-san. Ya me he despedido de papá y de los demás. Me alegra que estés preocupado por mí, pero no tienes por qué estarlo. Estoy segura de que papá también querría eso”.

“¿Estás segura?”

“¡Sí! Fufu, me di cuenta de esto después de conocer a Myu-chan, pero eres muy amable con tu familia, Hajime-san.”

Shea le mostró a Hajime una sonrisa burlona y se rió. Yue también mostró a Hajime una juguetona sonrisa y se agarró a su brazo.

“Mmm…. Hajime realmente malcría a su familia. Tienes que tener cuidado, o te ahogarás en su bondad”.

“Ahaha. Tienes razón, si me permito aprovecharme demasiado de Hajime-kun, no podré hacer nada por mi cuenta”.

No puedo creer que hasta Kaori esté diciendo eso. Hajime pensó frunciendo el ceño. Realmente no quería que lo vieran como una especie de herramienta NEET. En ese momento, la puerta corrediza del puente se abrió y Kouki, Ryutarou, Suzu y Shizuku entraron en la habitación. Los cuatro estaban tan acostumbrados a ver a Hajime abrazándose con Yue y Shea que ni siquiera se molestaron en hacer comentarios. Sin embargo, uno de los tres aún levantó una ceja en desaprobación. Hajime lo ignoró y aprovechó la entrada del grupo para cambiar de tema.

“Ustedes estuvieron en ello durante mucho tiempo. ¿Cómo se encuentran? ¿Se ha acostumbrado a las nuevas habilidades de sus artefactos?”

Kouki y los demás habían estado en cubierta familiarizándose con los nuevos poderes con los que Hajime había encantado sus artefactos. Shizuku suspiró cansadamente y respondió: “Sí, Nagumo-kun. Gracias a Wait, ¿por qué está tumbada en el suelo y sonríe como una asquerosa?”.

Shizuku saltó hacia atrás cuando vio a Tio respirar pesadamente en el suelo. Considerando la apariencia actual de Tio. La sorpresa de Shizuku era comprensible. El tirón de Kaori había aflojado la banda de Tio, y su kimono estaba a punto de caerse. En una persona normal, ese nivel de desnudez se habría visto sexy, pero todo el mundo sabía lo pervertida que era Tio, que era la razón por la que Shizuku estaba tan asustada.

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“Puedes ignorar la basura tirada en el suelo. Toma asiento.”

Tio se retorcía de placer. Kouki y los demás la dejaron en un sitio amplio mientras caminaban hacia el sofá.

“De todos modos, ¿cómo estuvieron? ¿Encontraste algo malo con las actualizaciones?”

Hajime continuó su conversación como si nada hubiera pasado. He visto este mismo intercambio un montón de veces, pero nunca me acostumbro a él. Kouki pensó para sí mismo, perplejo. Disparó al dragón que yacía en el suelo con unas cuantas miradas encubiertas antes de responder.

“No, estaban bien. Honestamente, me sorprende. Ahora puedo canalizar la magia a través de mi espada de forma más fácil. Es más fuerte también, y todas las nuevas habilidades parecen útiles”.

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Kouki frunció el ceño mientras decía eso, descontento de haberse hecho más fuerte sin ningún esfuerzo, y que la fuente de su nueva fuerza era Hajime. Ryutarou no se dio cuenta o no se preocupó por la situación de su amigo y añadió alegremente: “¡Viejo, esto es increíble! Al principio me pareció raro pisar el aire, pero esto me va a resultar muy útil. Y mis guantes son el doble de fuertes que antes. ¡No puedo esperar a probarlos en una pelea de verdad!”

Además de mejorar sus artefactos, Hajime también había dado a Kouki y a los demás nuevos artefactos para aumentar sus habilidades. Entre esos artefactos había botas que habían sido encantadas con Aerodinámica para que se pararan en el aire. Ryutarou golpeó sus guanteletes con entusiasmo, como un niño ansioso por probar un nuevo juguete. Ondas de choque se extendieron desde el punto de impacto, un despliegue de una de las nuevas potencias que Hajime les había otorgado. Suzu, que estaba sentada a su lado, puso una mueca de dolor cuando las ondas de choque pasaron a través de ella y le erizaron las coletas gemelas. Una vez que las ondas de choque se calmaron, ella asintió y dijo: “A diferencia de todos los demás, mi artefacto es completamente nuevo, así que estaba preocupada de que no pudiera usarlo bien, pero era mucho más fácil de lo que pensaba”. Ahora…. Yo también podré luchar. No tendré que conformarme con proteger a todos. ¡Gracias, Nagumo-kun!”

Suzu mostró a Hajime una sonrisa despreocupada pero decidida. Fue su persistencia lo que convenció a Hajime para que dejase que Kouki y su grupo continuasen con su viaje.

Incluso si eso significaba decir adiós para siempre, Suzu quería reunirse una vez más con su mejor amiga, Nakamura Eri. Para hacer realidad ese sueño, necesitaba poder. Por eso le rogó a Hajime que le diera una oportunidad más y la dejara intentar otro laberinto con él. Su inquebrantable resolución podría haber sido lo que había convencido a Hajime para que le diera nuevas armas para que pudiese luchar. Como Maestra de Barreras, su trabajo le proporcionó unas habilidades defensivas sin igual, pero sus habilidades ofensivas básicas dejaron mucho que desear.

“Tampoco había nada malo con mi artefacto. De hecho, ha sido actualizado tanto que creo que podría tener demasiadas opciones en combate. Supongo que tendré que acumular más experiencia para saber qué usar y cuándo”.

Shizuku miró a su amada katana negra con una expresión ligeramente rígida. Casi tenía miedo de lo mucho que Hajime la había impulsado.

“Perfecto. La mayoría de las veces añadí esas actualizaciones como una forma de practicar la magia de la evolución, pero es bueno saber que a ustedes les gustan. Aunque todavía hay algunas cosas sobre la espada de Amanogawa con las que no estoy contento…”

“¿Eh? ¡Espera, Nagumo! ¿Estás diciendo que mi espada es defectuosa?”

¿Preguntó cómo eran las actualizaciones porque no estaba seguro de que todas funcionaran? Pensó Kouki, horrorizado. Hajime era como un ingeniero que, al encontrar un tornillo extra después de terminar un proyecto, se encogía de hombros y decía “Oh bien”. Hajime sonrió y agitó la cabeza.

“No te preocupes, eso no es lo que quise decir. Es sólo que tu espada sagrada es un poco especial. Los encantos de la espada son todos extremadamente precisos y perfectamente equilibrados”.

“¿Qué se supone que significa eso exactamente?”

“Significa que tu espada ya ha sido mejorada tanto como sea posible. Si hago demasiados ajustes al núcleo, podría terminar debilitándolo en lugar de hacerlo más fuerte. Es por eso que acabo de hacer un poco de mantenimiento general y he añadido algunas actualizaciones externas a la superficie. Para ser honesto, no se puede decir que lo que hice fue una verdadera remodelación”.

En esencia, lo que Hajime estaba diciendo era que la antigua espada se había oxidado un poco después de todos estos años, y todo lo que había hecho era pulir el óxido. Al escuchar que la espada estaba más allá de las habilidades de Hajime para mejorar, los ojos de todos se abrieron de par en par, sorprendidos. Kouki escudriñó su arma, preguntándose de que estaba hecha exactamente.

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“De todos modos, si ustedes pueden dominar esas armas, entonces deberían ser capaces de defenderse incluso en territorio demoníaco. Por supuesto que tienes que sobrevivir al laberinto primero… buena suerte con eso.”

Aunque las palabras de Hajime parecían frías, acababa de darle a Kouki y al resto un gran impulso de poder. Ya estaban en deuda con él, por lo que difícilmente podían pedir que los mimaran más.

Realmente parece que Nagumo-kun ha cambiado un poco.… Shizuku pensó para sí misma. Aunque el discurso y las acciones de Hajime no habían cambiado mucho desde que conquistó el laberinto de Haltina, Shizuku sentía que ahora había una bondad subyacente detrás de ellos. Suzu sentía lo mismo, y de hecho, estaba empezando a pensar que Hajime podría ser un tsundere. Sin embargo, ella sabía cómo reaccionaría si decía eso, así que mantuvo la boca cerrada.

De repente, Hajime miró hacia la brújula. Un segundo después, se giró hacia la ventana y entrecerró los ojos. Ya no estaba tumbado en el sofá, sino sentado con la espalda recta.

“Hemos llegado a la grieta. Es hora de descender”.

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