Dungeon Defense (NL)

Volumen 1

Capítulo 2: Un Demonio Pisa el Escenario

Parte 5

Riff Hoffman, Saqueador Cobarde, Aventurero.

Calendario Imperial: Año 1505, Mes 4, Día 4

Castillo del Lord Demonio Dantalian.

No quería una situación así.

De acuerdo a lo que el Lord Demonio había dicho, otro grupo de aventureros invasores estaba en la cueva. El número era, como mínimo, de treinta personas. No era una broma—— maldita sea.

Intencionalmente había tomado cobardes para venir hasta acá. Gente hábil demandaba más dinero. En el caso de mi grupo de aventureros, el tesoro en la bóveda iba a ser dividido justamente, pero la recompensa por el Lord Demonio Dantalian era solo para mí. Si quería establecer este tipo de acuerdos, solo podía reunir a estos aventureros mediocres.

Mierda. Debí haber gastado más dinero y contratar gente hábil. No, incluso si lo hiciera, 30 personas era demasiado. Ellos no serían capaces de encargarse de esa cantidad. Mis tripas estaban extrañamente amargas——

— ¡Podremos ganar si nos quedamos en esta habitación!

— ¡¿Estás loco?! Son treinta personas, ¡treinta! ¡Seremos abrumados!

— Si vas a luchar, entonces déjame ir. Nunca tuve el pasatiempo de suicidarme. ¡Saldré de este lugar por mi cuenta!

— ¡¿AH?! ¡Este asqueroso cobarde! ¡Finalmente muestras como eres en realidad!

Los hombres se dividieron en dos grupos y comenzaron a discutir. Gente que se quería ir y gente que quería quedarse y luchar. Estuvieron discutiendo por alrededor de 10 minutos, pero, sin embargo, se reunieron como lo hicieron antes.

Honestamente, yo no tenía una buena idea. Obviamente debíamos correr, pero no teníamos la certeza de que no nos encontráramos con otros aventureros en el camino. Ese era el problema. Mierda, ¿qué debo hacer para salir con vida…?

……un momento.

Pensándolo de otra forma. Si tuviésemos que enfrentarlos, entonces lo haríamos. Estaba bien siempre y cuando salga con vida. No es mi problema si los demás viven o mueren.

Saqué un mapa y lo analicé. Había tres rutas desde aquí hasta la entrada de la cueva. Me acerqué al Lord Demonio y le pregunté.

— Oiga, Su Señoría. ¿Cuántos caminos que lleven de aquí hasta la entrada del castillo existen?

— 3.

Como lo esperaba, el mapa era correcto. Incluso el Lord Demonio lo confirmaba.

— ¿Sabe por cual ruta vienen?

— Lo siento, pero eso no podría decirlo——

El Lord Demonio habló con una expresión lamentable.

— No, está bien. Agradezco mucho que nos haya dicho de los invasores.

Palmeé ligeramente el hombro del Lord Demonio. Al hacerlo, él bajó su cabeza educadamente.

Lo dije antes, este tipo realmente no tiene agallas. Aunque es un Lord Demonio, ha estado hablándole respetuosamente a un humano como yo. ¿Acaso no tiene orgullo? Para decirlo decentemente, él conoce su lugar. ¿Qué más podría obtener luego de ser golpeado si mostraba desobediencia? Jejeje.

En ese momento, el Lord Demonio me miró a los ojos. Parecía extrañamente serio, por lo que no pude evitar ponerme firme en respuesta.

— Sir Riff. Sin importar que, estoy destinado a ser capturado por los aventureros.

— ¿Hm? ¿Entonces?

— Por eso, al menos deseo elegir un camino seguro. Ustedes no me mataron al momento de verme. Solo eso me hace desear estar a su lado. Por favor, vivan, y tomen una decisión sabia.

Eh. Estaba rogándome que salvara su vida.

Comencé a familiarizarme con el pequeño ante mí. Cuando se trataba de sobrevivir, el orgullo no era necesario. Eso también lo pensé.

— Jeje. Seguramente usted conoce sus cosas, Su Señoría. Muy bien, no se preocupe. Si usted cree en mí, entonces definitivamente llegará a salvo a la ciudad.

— Gracias. Muchísimas gracias——

Era lindo porque parecía una mascota, bajando su cabeza una y otra vez.

Toqué la mejilla del Lord Demonio mientras sonreía. Era una señal de afecto. Está bien estar alegre.

— ¡Atención! –le grité a los hombres que aún seguían discutiendo.

Cerraron sus bocas y dirigieron su vista hacia mí con sus ojos inyectados de sangre. Supuse que comprendían que no tenía sentido estar peleándose entre sí.

— Nos retiramos.

— ¡Pero capitán!

— Escuchen, cretinos. ¿Acaso no son capaces de ver apropiadamente debido a las monedas en sus bolsillos? ¿Quién se creen que son? Apenas han enfrentado 2 miserables duendes mientras veníamos. ¿Cómo piensan enfrentarse a 30 hombres con semejante habilidad?

Los miré amenazadoramente.

Durante mi crecimiento se me decía que tenía una mirada vulgar. No había nadie que fuese tan valiente de enfrentarse a mí apropiadamente.

— Dejen de soñar. Morirán sin ser capaces de hacer nada.

—…pero capitán. No hay garantía de que las cosas salgan bien si escapamos.

La persona que habló fue una que estuvo en silencio y no se inmiscuyó en la discusión.

El hombre tuerto y calvo era un anciano razonablemente hábil.

— ¿Qué piensan hacer si desafortunadamente nos encontramos con el enemigo? Al menos podríamos esperar aquí y rechazarlos, pero no hay respuesta alguna si los encontramos allí afuera.

— Eso lo sé, bastardo. Por eso nos dividiremos y saldremos por los tres caminos distintos.

— ¿Tres caminos distintos?

— Hay tres rutas desde aquí hasta la entrada del castillo. Tomen un camino y corran.

Un momento de silencio reinó en el lugar. Luego los hombres enarcaron sus cejas.

—…capitán. Seguramente no quiere decir…

— Si. Sin importar qué, uno de los tres grupos se encontrará con el enemigo. Sin embargo, por el contrario, dos de los grupos vivirán.

— ¡Eso es solo un chivo expiatorio!

El hombre tuerto replicó audiblemente. Él debía estar realmente enojado, pues las venas en su cuello eran visibles. Tsk, es un buen chico, pero en los momentos en los que se pone serio lo hace agotador.

Los demás chicos también se quejaron, decían cosas como: ‘¡Eso no es justo!’ y ’¡Seria mejor morir todos juntos!’.

Todos eran una cuerda de tontos inigualables. Ni siquiera saben lo que la muerte significa. Por eso es que fácilmente dicen que están dispuestos a morir juntos.

……pero no hay beneficio por hablar sinceramente aquí. Hablemos mientras mezclamos unas mentiritas por aquí y por allá. ¿Qué? Solo estoy siendo honesto conmigo mismo. Nunca dije que sería honesto también con los demás, ¿o sí?

— ¡Cállense, idiotas! ¡Mi trabajo es enviar a casa tanta gente como pueda!

Ellos temblaron. ¿Lo habrías visto? Ellos se asustaron solo porque grité un poco. Había un límite de expectativas si ellos creían que podrían luchar contra una treintena de hombres con esa actitud que tenían.

— Todos tienen una familia, ¿no? ¿Orgullo de hombre? Esto está bien. ¿Compañerismo? Perfecto. Pero ¿qué razón hay en preocuparse de eso si al final terminan muertos, eh? ¿Quién se hará responsable de sus familias?

—………

— ¿Qué hay de sus hijos? ¿Qué me dicen de los aldeanos trabajando en los campos en lugar de nosotros? ¿Qué me dicen de sus esposas?

Un silencio complicado cayó sobre ellos.

Como esperaba, no había nada tan persuasivo como la familia. Aunque yo era analfabeto, al menos sabía cómo tratar con la gente.

— Los que vivan se encargaran de las familias de los que hayan caído.

Hice mis palabras un poco más suaves y concluí.

— No tenemos más rincones a los que llegar, idiotas. Piensen en las familias y la aldea. Todo lo demás es inútil. Olvídense de ello y solo piensen en los suyos…

Y así, ellos bajaron sus cabezas.

Claro. Si pensabas razonablemente, entonces mi sugerencia era la mejor. El simple hecho de que tenían que sacrificar la vida de alguien más ya era difícil de aceptar. Ellos tenían que arrancar esa parte de su mente.

Los aventureros se separaron en 3 unidades: 4, 3, 3. Así se dividieron.

— Movámonos –ordené seriamente.

¿Qué ruta nos llevaría con el enemigo? Eso era algo dejado a la suerte. Bueno, si preguntas si en realidad se basaba en la suerte, entonces eso no era cierto.

Coloqué al Lord Demonio en otro grupo. Lo hice a propósito. Si el enemigo tenía un dispositivo detector de energía mágica entonces reaccionaria al Lord Demonio. Él objetivo naturalmente seria él. Es decir, él actuaría como cebo.

Yo era bueno usando mi cabeza en este tipo de lugares.

Muy bien. Es tiempo de escapar genuinamente.

Muéranse, mis queridos camaradas. De esa forma, puedo vivir.