Dungeon Defense (NL)

Volumen 1

Capítulo 2: Un Demonio Pisa el Escenario

Parte 4

La habitación del Lord Demonio estaba hecha un completo desastre.

— ¿Realmente hay un tesoro aquí?

Este lugar probablemente ya ha sido robado muchas veces. Sea la cama o las sillas, los muebles de maderas estaban patas para arriba. Era difícil de creer que existiese una bóveda de tesoro en este desorden.

— Su Señoría, apresúrese y abra ese Mooirakkutoung o lo que sea –dijo el Capitán Riff. Yo asentí.

— Si. No se preocupe. Eso lo sé… ¡auch!

Caí mientras descendía de la espalda del novato. Me había torcido el tobillo a propósito. Y ante eso, los aventureros reaccionaron con pánico.

— Ouch, ¿se encuentra bien?

— ¡Oye! ¡Ayúdalo apropiadamente!

— E-estoy bien. Tranquilos.

Me levante, las piernas me temblaban. El punto clave de actuar era obtener simpatía. Si tomase prestado el hombro de ostra persona en este lugar, entonces existiría el peligro de que ellos me vieran como un herido molesto.

Me acerqué al muro mientras cojeaba.

— Oigan todos, es aquí.

— ¿Ah? Todo lo que veo es un muro.

— Hay un tallado por aquí que solo es visible para los Lores Demonio. Si colocas tu mano en dicho tallado y recitas un hechizo mágico, entonces la bóveda se abrirá –mentí si perder el ritmo.

Los aventureros tenían expresiones intrigantes en sus rostros.

— Ohh, magia, ¿eh?

Los aventureros novatos eran ignorantes en lo que a magia se refería. Como esos originalmente solían ser simple granjeros o leñadores, probablemente la mayoría de esa gente no había visto magia apropiada en toda su vida. Si les dijese que era magia, entonces simplemente asentirían y dirían: ‘Ya veo’.

Mientras mostraba una expresión de dolor, hice una solicitud.

— Chicos, lo siento, pero les pido que se alejen 10 pasos de mí.

— ¿Por qué?

— Solo un Lord Demonio puede liberar la magia de la bóveda. Nunca se desbloqueará si hay algún extraño cerca. Si sucede un error, un mecanismo de defensa podría ocurrir y ustedes saldrían heridos.

— Un mecanismo de defensa, ¿dice…?

— En el peor de los casos, el tesoro quedaría sellado por siempre.

El rostro de los aventureros se tornó grave.

Como si los hubiese amenazado con alejar el tesoro de esos avaros humanos, el efecto fue instantáneo. Siguiendo mis instrucciones, los diez hombres formaron una línea y retrocedieron.

Un paso. Y otro más.

Los aventureros hablaron luego de retroceder exactamente 10 pasos.

— ¿Qué tal? 10 pasos, tal como lo pidió.

—………

Esos aventureros eran sinceros en lugares inútiles.

Quedé sorprendido, pero mantuve una expresión sabia mientras sonreía con firmeza.

— Exactamente 10 pasos. Ni más ni menos. Es una buena oportunidad de que no salgan afectados por la magia a esa distancia. Muy bien hecho.

Los aventureros rieron ampliamente.

— Esto no es nada.

— Soy un poco perfeccionista.

Creo que ellos confiaban de todo corazón en eso.

Me asombró mucho el haberme conseguido con humanos tan confiados como estos tipos. Los humanos con ese tipo de cerebro eran capaces de ser separados del homo-sapiens sapiens.

¿Acaso esto no podría considerarse un tipo de milagro?

Volví mi espalda hacia ellos y miré el muro.

— Comenzaré a recitar el hechizo. ¡Les pido que se mantengan en silencio!

Obviamente no había tallado en la pared. El hecho de que la tesorería estaba allí era una vil mentira, tal como lo que había estado diciendo.

Pero había algo en lo que creía.

‘Tesoro del Castillo del Lord Demonio’.

Unas palabras blancas aparecieron en la pared lisa.

Tesoro del Castillo del Lord Demonio

Cantidad a Retirar: xxx Libras

Balance Total: 100 Libras

※ Advertencia: si retira mucha cantidad a la vez, puede quedar en bancarrota.

Esa era una de las funciones del juego que descubrí antes.

Gracias al derecho de Lord Demonio, podría transferir fondos donde fuese y cuando fuese que yo deseare. Todo habría acabado si hubiese sacado un montón de monedas aquí.

Sin embargo, seria problemático si simplemente entregaba el dinero.

Una pequeña presentación, y añadir algo de interés y papel de regalo.

Tomando un profundo respiro——, y manteniéndome tan serio como podía, grité:

— ¡MAHABANYABARAMILDASHIMGYEONG…! (NT: MAHAPRAJNAPARAMITA SUTRA (pronunciación coreana). Si realmente sienten curiosidad por saber lo que estaba recitando, déjenme decirles que se trata del famoso ‘Sutra del Corazón’ en Budismo Manayana.)

……para ser honestos, grité eso con mucha seriedad.

Fue igual al momento en el que escribí Minlakdong en el suelo. Las conversaciones ciertamente fueron traducidas, pero los aventureros no podrían pronunciar correctamente la palabra ‘Minlakdong’. Por eso, todas las conversaciones no fueron traducidas limpiamente.

— GWANJAJAEBOSAL HENGSHIMBANYABARAMILDASHI JOGYEONOHOENGAEGOENG DOILCHAEGOAEK, SARIJA, SAEKBEULIGOEN GOENGBEULISAEK SAEKJEUKSHIGEONG GEONGJEUKSHISAEK SOOSANGHAENGSHIK YEOKBOOYEOSHI…

Por ejemplo, las palabras que no podían ser traducidas en el lenguaje de este mundo: formulas químicas como H2O, o términos profesionales como ‘deformación’, no se podían traducir. Más que eso, las palabras que yo percibía como nombres propios tampoco eran traducidas. Esta era la razón por la cual los aventureros no tenían la menor idea de lo que significaba Minlakdong. Lo mismo iba para cosas como Mahabanyabaramildashimgyeon.

A pesar del hecho de que Minlak significaba ‘felicidad ciudadana’, no era convertida. Incluso ‘Banyabalamildashimgyeon’ podía ser interpretado, pero no por estos hombres.

La razón detrás de eso era porque no estaba diciendo estas palabras con el significado en mente. Por eso——

— ¿E-ese es el lenguaje demoníaco?

— No tengo idea de lo que dice pero suena amenazador.

— Siento como si algo hace temblar mi corazón…

Para los aventureros, eso realmente parecía como si yo estuviese gritando un encantamiento desconocido.

— BEOBGOENSANG BEULSAENBEULMYEOL BEULGEUGOOJEONG BOOJEUNBEULGAM SHIGO GEONGJEONGMOOSAEK…

Mientras usaba mi boca para seguir recitando, usé mis ojos para mirar fijamente la ventana. Tenía que reducir el tiempo cuando sacara el dinero.

Tesoro del Castillo del Lord Demonio

Cantidad a Retirar: 79 Libras

Balance Total: 21 Libras

※ Advertencia: si retira mucha cantidad a la vez, puede quedar en bancarrota.

Decidí sacar casi una octava parte de todo lo que tenía.

Probablemente sería sospechoso si retiraba una cantidad exacta de 80, por lo que elegí intencionalmente 79.

— AJAEAJAE BARAAJAE BARASEUNAJAE MOJI SABAHA –levanté mis brazos y aullé gloriosamente.

Mientras decía la última línea del encantamiento, pensé la palabra ‘retirar’ en mi mente.

Luego, monedas de plata se formaron en medio del aire, y cayeron.

— ¡P-plata! ¡Es p-plata!

— ¡¿Cuánto es eso?!

— ¡Realmente fue magia!

5 monedas de plata equivalían a 1 moneda de oro. En total, 395 monedas cayeron. Un granjero promedio en «Dungeon Attack» hacia alrededor de 15 monedas de plata al año.

Lo que significaba, que este era el premio gordo para los aventureros.

— ¡OH! ¡Ohhhhh…!

Monedas de plata se fueron apilando en el piso.

El 80% de toda mi fortuna fue arrebatada en un instante.

Sus cuerpos probablemente ardían de ver tanto dinero cayendo frente a ellos.

— Oigan. No han olvidado que hemos de dividirlo en cantidades iguales para todos, ¿no?

— Pues claro. ¡Quienquiera que trate de retractarse de eso, lo mato!

Los aventureros miraron la plata con ojos inyectados de sangre.

El olor de la codicia flotaba de sus bocas.

Tesoro del Castillo del Lord Demonio

Cantidad a Retirar: 79 Libras

Balance Total: 21 Libras

※ Advertencia: si retira mucha cantidad a la vez, puede quedar en bancarrota.

La última moneda cayó.

Al igual que una manada de lobos, los aventureros trataron de correr hacia adelante.

Que hombres tan impacientes.

Calculando para cuando dieran el primer paso—— levanté rápidamente mi mano.

— ¡No se acerquen aún! ¡Podrían quedar malditos!

— ¿M-malditos?

Al oír esa palabra perturbadora, ellos se detuvieron. Caí sobre mis rodillas, y como si estuviese bajo un intenso dolor, comencé a graznar.

— ¡Gaaahhhh…!

Distorsioné mi rostro tanto como pude.

De mi boca salía espuma.

Los aventureros estaban perplejos por la situación repentina.

— ¡¿Q-qué está pasando?! ¡¿Qué le sucede, Su Señoría?!

— ¡Es magia negra! ¡Ha quedado maldito por la magia negra! –los hombres temblaban de miedo.

Con el fin de hacer más creíble mi actuación, choqué contra mi tobillo ya roto en el piso. El dolor vibró a través de mí. Un grito agonizante brotó de mis pulmones.

— Ahh—— ¡AGHHHHHH!

Grité mientras me agarraba las cuencas de mis ojos. Al hacerlo, eché un vistazo entre mis dedos a los aventureros. Los pobres estaban pálidos. Incluso había algunos que trataban de salir corriendo. Mi gran actuación estaba funcionando.

— Oh, Dios. Eso es terrible…

— ¿Qué le está pasando? ¡¿Se encuentra bien?!

Uno de los aventureros más valientes trató de acercárseme, pero inmediatamente le prohibí hacerlo.

— ¡R-retrocede! Esta es la consecuencia de usar magia negra… si te acercas… aghhh, podrías verte afectado también… ¡ugh… ahhhh!

— ¡Ugh…!

El hombre se detuvo en seco.

Los aventureros habían visto como las monedas de plata aparecían en el aire. Para ellos, eso era magia. Ellos no podían hacer más que creer que cualquier cosa que yo les dijera que era magia era verdadero.

Los aventureros comenzaron a murmurar entre ellos.

— Por casualidad. ¿Él nos dijo que retrocediéramos 10 pasos… por nuestro bien?

— Esa hubiese sido su oportunidad de deshacerse de nosotros…

Si. Esa era la respuesta que quería.

Si mi plan iba a funcionar, tenía que incrementar su nivel de afecto hacia mí tan alto como fuese posible. ¿Y qué era lo que causaría una mayor impresión en alguien?

Cuando alguien se sacrifica por salvarlos. Tal como ahora.

— ¡Ugahhhhhh!

Me retorcí de dolor con más intensidad.

— E-espera. ¡A este paso, morirá! ¡¿Estás seguro que no debemos detenerlo?!

— Imbécil, ¿no lo escuchaste decir que eso era magia negra? ¡¿No has escuchado las historias de que la gente muere por alguna maldición extraña?!

— Dail tiene razón. Lo único que podemos hacer es… lamentablemente, esperar aquí con paciencia.

— Maldita sea.

Algunos de los aventureros maldijeron con ira.

En ese momento, ventanas de notificaciones emergieron continuamente.

[Tu actuación demoníaca ha cautivado a la gente.]

[El afecto del Aventurero Riff aumenta por 15.]

[El afecto del Aventurero Dail aumenta por 12.]

[El afecto del Aventurero Zed aumenta por 19.]

Perfecto.

Tal como lo planeé, un poderoso incremento de afecto.

Con mis uñas, rasgué la piel de mi cara. Sangre roja brotó. Era increíblemente doloroso, sin embargo, esto no era nada comparado al peso de mi vida. Mis gritos continuaron por un rato más.

Poco después, dejé escapar un suspiro mellado.

— Y-ya todo está bien ahora… pueden tomar las monedas… todo está bien.

— Hmm…

— E-ejem…

Sus actitudes habían cambiado completamente.

Los lobos que desesperadamente querían tragarse las monedas hace poco ya no podían verse. Los aventureros tenían miedo de que las monedas tuviesen alguna maldición.

— Ve tu primero y verifica.

— No señor. Ya conoces el dicho, ‘respeta a tus mayores’; los más viejos primero.

Los hombres entregaron la oportunidad de ir primero uno tras otro, pero nunca la aprovecharon.

Harto de eso, el líder del grupo avanzó.

— ¡Jódanse! ¡Parecen gallinas! ¡No sé porque tienen algo allí abajo! ¡Creo que sería mejor que se los cortara con mi hacha! ¡Tan machitos que se veían en conquistar el Castillo del Lord Demonio, pero mírense ahora!

Riff, el líder de este grupo, rugió.

— Y Dail, tú, tuerto. Has estado conmigo por dos años. ¡¿Qué estás haciendo ocultándote con esos novatos?!

— Bueno, esta es la primera vez que presencio magia negra.

— Oh, y dale con eso. ¡Mírate! ¡¿Qué está haciendo un tipo, un señor, agachándose como un novato?!

— Bueno, entonces anda tú primero.

— Si. El capitán deber ir al frente –dijeron los demás hombres, asintiendo.

Riff resopló.

— Lo iba a hacer sin que me lo dijeran, gallinas.

Riff caminó con orgullo hacia la montaña de plata.

Los aventureros susurraron entre sí mientras veían a su capitán marchar.

— Está siendo orgulloso de nuevo.

— Se dio en la madre muchas veces por actuar así.

— ¡¿Qué dijeron?!

Riff los miró. Su rostro de oso parecía el de un criminal al fruncir el ceño. Los hombres evitaron mirarlo y silbaron.

Riff se volvió hacia la montaña de plata.

— Jo… jo… ¡aquí voy!

Se acercó y tomó una moneda.

Era obvio, absolutamente nada sucedió. En primer lugar, no había magia negra.

Sin saber eso, Riff rió exageradamente burlándose de los demás.

— ¡Miren esto! ¡¿Acaso Su Señoría, el Lord Demonio, no había dicho ya que no había maldición?! ¡Imbéciles, debería cortarle los huevos ahora! ¡JAJAJAJA!

—………

Los aventureros se miraron entre sí con extrañeza.

Mirando la cadena de eventos desde la distancia, no pude evitar sonreír burlonamente.

Me preguntaba si era porque había adquirido suficiente atención, pero podía visualizar información más detallada en la ventana de estadísticas de Riff. Allí, pude ver su estado mental, ese que no estaba vociferando.

Nombre: Riff Hoffman

Raza: Humano
Trabajo: Leñador (B)   Aventurero (F)
Reputación: Polvo en la Galaxia

Liderazgo: F
Poder: E
Inteligencia: F
Políticas: F
Encanto: F
Técnica: E
Afecto: 21

Estado Mental Actual: ‘Ah, mierda. Creí que el hígado se me iba a caer. ¡Las piernas aún me tiemblan…!’

Decepcionante.

Bien hecho eso de regañar a tus subordinados cuando aún temblabas de miedo. Los demás aventureros, sin comprender eso, se acariciaron la parte posterior de sus cabezas.

— B-bueno, vayamos también.

— Hmm. El capitán nos lo probó.

— Personas inferiores como nosotros deberíamos seguir su liderazgo.

Los hombres se acercaron cuidadosamente a la pila.

— JA, dan pena, hombrecitos.

Riff estaba quejándose, pero no trató de detener a los demás aventureros que se acercaban.

Luego de eso, los demás aventureros comenzaron a sentir las monedas con codicia. En caso de que alguien tratase de tomar más monedas de las que debían, los demás se les quedaban viendo fijamente.

— Si consigo una sola moneda en tu bolsillo trasero, te golpearé personalmente.

— Divídelas en cantidades iguales. ¡No seas ladrón!

Pasó bastante tiempo antes de que finalmente contaran todas las monedas.

Riff resopló satisfecho:

— Huh, hay 386 monedas de plata en total.

Enarqué un poco mis cejas. Estoy seguro de haber sacado 395 monedas de plata. ¿Dónde estaban las 9 restantes?

—………

—………

Un par de hombres estaban moviéndose nerviosamente.

Así que ellos no pudieron contenerse y robaron algunas. A pesar del hecho de haberse amenazado entre sí, hubo algunos que fueron capaces de robar. Asombroso.

— Bien. Dividámoslo de forma justa en 38 piezas cada uno.

— Entonces sobrarán 6. ¿Qué hay del cambio?

— ¿Qué pasa? Yo, el capitán, lo tomaré –declaró Riff abiertamente.

Los demás aventureros abuchearon y resoplaron.

— ¡Capitán, en primer lugar, fue usted el que dijo que, sin importar qué, lo dividiéramos en partes iguales!

— ¡Eso es jugar sucio! ¡Sucio!

— ¡Cállense, cerdos! Si no fuese por mí, ustedes, cuerda de cobardes, no se habrían acercado al dinero.

— ¡Eso es eso, y esto es otra cosa!

— ¡¿Cómo que eso es eso y esto lo otro?! ¡Habla claro!

El grupo de aventureros novatos entró muy pronto en un conflicto interno.

Era como una discusión de mocosos.

Luego de un vívido debate, se decidió que Riff tomaría el resto.

— Tsk, tsk. Cuerda de insolentes mentes cerradas.

Riff gruñó. Parecía que se sentía ofendido de que los demás estuviesen en contra de que se le concediera, a él, como capitán, las seis piezas de plata restantes. No podía decir quién era la persona de mente cerrada.

En fin, ya se acercaba la hora.

— Oigan –abrí mi boca–. Lamento molestarlos cuando están ocupados, pero tengo algo que decirles.

— ¿Hm? ¿Oh, qué sucede?

Sus respuestas fueron sinceras. Los aventureros estaban ocupados guardando sus porciones de monedas en sus bolsas o zapatos. Algunos de ellos incluso soltaron sus cinturones para guardar la plata en su ropa interior. Era algo asqueroso.

— Discúlpenme, pero el evento que habíamos temido ha ocurrido. Justo ahora, otros grupos aventureros han invadido el castillo.

—………

Sus manos se helaron al instante.

— ¿Qué?

— Soy un Lord Demonio. Hay un sistema de magia establecido que me notifica cuando alguien invade mi castillo. Hace poco, escuché una campanilla en mi cabeza.

Los ojos de los demás aventureros se abrieron de par en par por el pánico.

— L-Lord Demonio, ¿eso es cierto?

— Si. Desafortunadamente, esa es la verdad.

— ¿No existe posibilidad de que haya escuchado mal?

—…por supuesto, existe una posibilidad. También espero que haya escuchado mal. Sin embargo, escuché la misma campanilla cuatro veces este mes. El que haya escuchado mal las cosas en este momento es algo improbable.

Confesé eso con una expresión triste.

Los hombres obviamente estaban temblando. Mientras actuaba, hubo veces en las que sentí que podía ver las emociones de otras personas en forma de una nubecita. Estaba tocando esa nube por aquí y por allá, y le daba forma a voluntad.

— C-cantidad. ¿Sabe cuántas personas hay?

— No sé exactamente. Puedo suponerlo al contar los sonidos…

Mordí mis labios, dando la sensación de que el número era difícil de revelar. Al ver esto, los aventureros se pusieron más nerviosos.

— ¡No me interesa si es un estimado! ¡Solo díganos cuantos hay!

—…la campanilla sonó tres veces seguidas.

— ¿Eso qué significa?

— Las campanas suenan una vez por cada 10 personas que invaden mi castillo. Es decir, como mínimo, debe haber 30 invasores.

Treinta personas. Una cantidad de gente muy elevada para que las personas frente a mí se encarguen.

Los aventureros palidecieron.