Dungeon ni Deai wo Motomeru no wa Machigatteiru Darou ka (NL)

Volumen 7

Capítulo 2: Corre, Cranel

Parte 6

Estaba cayendo. El frío aire nocturno en mi sudorosa piel.

Escuché el rugido de mis instintos y salté por esa ventana sin vacilar. Ahora estaba volando por el aire.

No había necesidad de mirar; sabía que las Amazonas me seguían. Podía sentir su presencia antes de escucharlas en el suelo debajo de mí.

Lo que era peor, la pared se rompió detrás de ellas. Los fragmentos de vidrio y rocas estaban lloviendo en la calle abajo. *¡Thud!* aterrice.

Salí corriendo.

–¡Espera!

Apenas tuve tiempo para respirar antes de que una seductora voz enojada cortara a través de la noche.

Dejando el <Belit Babili> en mi estela, me dirigí hacia el Distrito del Placer.

Y así fue como mi carrera de la muerte con más de veinte guerreras Amazonas comenzó oficialmente.

Las Lámparas de Piedra Mágica pasaban por mi línea de visión mientras me precipitaba por el callejón. Los hombres y mujeres se abrazaban a las paredes, con los ojos bien abiertos mientras nos veían venir. “¡EEEEKK!” Una mujer trabajadora salto fuera del camino en el último momento.

–¡Tras él!

–¡No dejen que se escape!

Podía escucharlas gritar, pero estaba demasiado asustado para echar un vistazo. ¡Todo lo que podía hacer era continuar bombeando mis brazos, empujando hacia delante, adelante, adelante!

¿¡Por qué me pasa esto a mí!?

¿Fue porque no escuché la petición de Lili y Welf de regresar a casa antes? ¿O tal vez era mi culpa porque me separé? Hermes-sama tampoco estaba libre de culpa.

Gire en una esquina, mi cabeza todavía trataba de encontrar una respuesta a una pregunta imposible. Otra esquina, otro giro. Zigzaguee a través de las calles estrechándose constantemente en un intento de perder a mis perseguidoras de una vez por todas.

Creo que mi patrón aleatorio estaba dando sus frutos. Ya no podía escuchar a las Amazonas.

— —¡¡GEGEGEGEGEGEH!!

Excepto por ella.

Era la única que mi Agilidad Lv. 3 no podía superar.

Su croar resonaba en las paredes. Una larga sombra cayó sobre mí.

Crecía más y más grande en la luz azul de la luna detrás de mí. ¿¡Viene de arriba!?

–¡U-UWWAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

Una roca de color oscuro golpeo la calle justo delante de mí, enviando escombros por todas partes.

Logrando matar su impulso de algún modo, la mujer absolutamente monstruosa—Friné—saco sus carnosos puños de la calle antes de girarse hacia mí.

–¡No escaparas, conejito!

Se precipito, el espacio entre nosotros desapareció en un instante. Una mano regordeta se dirigía directamente a mis ojos.

¡Esquívala!

Me grite a mí mismo y apenas conseguí esquivarla. Pude escuchar el viento desgarrándose cuando sus dedos ahora extendidos pasaron por mi oído. Mis pies tropezaron hacia atrás ante la súbita ráfaga de viento generada por ese ataque fallido.

Mis ojos se abrieron desmesuradamente en el instante en que vi que el implacable ataque de seguimiento de Friné se dirigía en mi dirección.

Apenas logre saltar hacia un lado mientras su puño volaba un trozo de la pared del burdel detrás de mí. Su otro brazo siguió cuando me las arregle para cubrirme detrás de un barril en la calle. Fuera de balance, su tercer puñetazo apenas rozo el costado del barril. Pero eso fue suficiente para hacerlo estallar en astillas. ¡Estaba desarmada, pero aún así tenía más que suficiente poder para arrancarme la cabeza! No había tiempo para recuperar el aliento.

¡E-Esta velocidad, este poder…!

Esto era exactamente como fue en aquellos días en la muralla de la ciudad, durante mi intenso entrenamiento con esa otra chica Amazona y la persona que admiro.

Tenía razón—¡Ella era una Aventurera de Primera Clase!

Trozos de madera y piedra volaban por todas partes. Sudor salía de mi cuerpo con cada giro y vuelta. Ella me acorralo más y más, hasta que finalmente consiguió sujetar mi cuello.

–¡AEEEEHH!

–¡¡Ya quédate quieeetoooo!!

Ella balanceo mi cuerpo dibujando un arco completo y azoto mi espalda contra el suelo.

Una explosión de dolor broto a través de todos los huesos de mi cuerpo. Ella perdió su agarre, enviándome rodando por el camino.

Me di la vuelta y levante la cabeza, sólo para ver a Friné inclinándose hacia mí.

Su sombra negra crecía a cada segundo, la pútrida sonrisa en sus largos labios era tan horrible que me olvide de respirar.

–¡Alto, sapo!

–¡Alto, sapo!

–¡Alto, sapo!

Las otras Amazonas llegaron. Las tres golpearon con sus pies a Friné mientras estaba en el aire. La masiva mujer de dos metros de repente desapareció de mi línea de visión.

*¡¡WHAM!!*

Friné golpeo la pared pero grito, “¡Fuera de mi caminooo!”

Golpeo a las tres Amazonas atacando a través de la calle con un solo movimiento de su brazo.

–¡GAAHHH!

Finalmente tome una respiración profunda, tosiendo en el proceso. Más y más Amazonas aparecían desde los tejados de los otros burdeles, saltando y luchando contra Friné, una tras otra.

–¡Mantengan ocupada a esa idiota!

Seguían lloviendo sobre ella. Una ráfaga de patadas y puñetazos evitaba que la mujer masiva recuperara su postura.

Sentía como si estuviera viendo a un equipo de Aventureros acorralando a un gran monstruo. Friné volvio a rugir mientras las Amazonas envolvían sus brazos alrededor de su cuello, hombros y piernas.

Estaban rompiendo alianzas familiares y raciales por su presa—yo.

–¡Hyeeee…!

Un lamentable sonido escapo de mi garganta.

–¡Eres mío!

–¡Dahh!

Todavía estaba sentado en la calle, tratando de recuperar el aliento, cuando otra Amazona cayó desde arriba.

Forcé a mi cuerpo a salir del suelo y me lance hacia adelante para escapar de su trampa.

–¡Ahhh, se escapó!

–No me importa si se escapa. ¡No permitas que Friné lo tenga!

Ahora varias de las Amazonas estaban persiguiéndome. Se habían separado, un grupo en Friné y el resto venía detrás de mí. Mis pulmones ardían, pero no había tiempo para respirar.

Varios clientes varones en la calle delante de mí se giraban a otra calle o se cubrían para evitar problemas mientras corría por el largo callejón.

— —No iras a ninguna parte.

–¿¡…!?

¿¡Aisha-san!?

¡Me había estado siguiendo en los tejados! Mientras saltaba de la nada, vi una de sus largas piernas extenderse por encima de su cabeza.

Era una emboscada perfecta. A pesar de que logre bloquear su patada con mi brazo derecho, era lo suficientemente poderosa como para hacerme perder el equilibrio.

¡Esto no es bueno!

Me grite a mí mismo mientras me forzaba a retroceder para ganar cierta distancia. Por desgracia, sus largas piernas no me dieron el tiempo.

Otra patada ya se dirigía hacia mí—se extendió como una larga guadaña y atrapo mi hombro.

Volando hacia adelante, vi su cuerpo fluir como agua mientras se preparaba para lanzar otro de sus ataques a distancia con piernas que podrían pasar como espadas. Estaba atrapado en medio de una danza mortal.

¿¡Artes marciales!?

Una pierna en el suelo. La otra estaba alto sobre mí, bajando con fuerza su talón primero. Rodé fuera del camino, pero ella ya estaba en el aire y girando.

¡Girando hacia abajo! Sus manos tocaron el suelo mientras ambas piernas azotaban a través del aire.

No podía predecir sus movimientos—¡No podía defenderme!

Las proezas de una guerrera Amazona, por no mencionar las agudas patadas de sus largas piernas, me habían inmovilizado.

En un momento, esas mortales extremidades estaban siendo empujadas hacia mi como espadas, al siguiente instante los azotaba como garrotes. No tenía suficientes brazos para bloquearlo todo—en el momento en que me incline para proteger mi cabeza y la parte superior de mi cuerpo, ella lo desplazo todo con un barrido bajo.

–¡UWAH!

Caí, golpeando mi espalda sobre el pavimento de piedra una vez más.

–Eres mío.

Dolor, mucho dolor. Las estrellas delante de mis ojos se desvanecieron a tiempo para ver a Aisha-san balancear una pierna sobre mi pecho y ponerse a horcajadas sobre mí.

Tenía que estar pálido como un fantasma ahora. Ella se inclinó hacia abajo, su largo cabello rozaba mi rostro. Estaba completamente atrapado.

Se mojó los labios, sonriendo como si disfrutara infligiendo dolor, y alcanzo el cuello de mi camisa.

–¡Aisha, ten cuidado!

Una advertencia desesperada y sin aliento resonó en la noche.

En ese mismo momento, una mujer Amazona voló a través del aire y golpeo a Aisha-san.

La saco de mi pecho. No podía creerle a mis ojos. Esa pobre mujer continúo dando vueltas por la calle. Ni siquiera sabía su nombre.

Aisha-san gemía a mi lado mientras intentaba recuperarse. Gire la cabeza para mirar en la dirección de donde vino la otra mujer.

–¡FUEEERAAA DE MI CAMINOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

Gran error. Esa era una imagen que me dará pesadillas.

Un grupo de Amazonas estaba alineado, haciendo una pared. Sin embargo, Friné se abrió paso atrapando a dos de las desafortunadas mujeres, una en cada mano. El momento que por casualidad vislumbré fue cuando se abrió paso, dos mujeres en sus manos y el resto en varias etapas siendo pisoteadas o lanzadas hacia las paredes.

Estaba lanzando a las mujeres como proyectiles…. Ahora incluso mis mejillas estaban temblando.

–¡Ese maldito sapo!

Aisha-san gruño desde lo más profundo de su alma, con los ojos clavados en la monstruosidad que se acercaba.

Eso quería decir que no me estaba mirando. Esta podía ser la única oportunidad que tendré. Forzando todos mis músculos a la acción de inmediato, rodé hacia adelante, y me levante de nuevo. Escuche un frustrado “¡Tch!” detrás de mí, pero ya estaba corriendo como loco. Los pasos de Aisha-san también resonaban detrás de mí, pero yo era más rápido.

Con la excepción de Friné, yo era más rápido que cualquiera de las Amazonas aquí en términos de velocidad pura. La brecha entre nosotros se estaba ampliando.

¡Piérdelas esta vez…!

Grite dentro de mi cabeza, pero—

–¡Liscia, Eliza! ¡Detengan al chico que acaba de entrar en la Tercera Calle!

Aisha-san, todavía persiguiéndome, grito en la noche.

Había superado a todas las otras Amazonas, ¿Así que con quién está hablando? De repente, dos mujeres trabajadoras—una Beastman y una humana—salieron de los edificios a ambos lados de mí.

–¡Yaaaaaa!

Incluso más mujeres de la noche aparecieron más lejos en la calle, las puertas se abrían a la izquierda y la derecha.

–¡Detente justo ahí!

Grito una de ellas mientras las demás blandían escobas y sartenes como armas. ¿¡Qué debo hacer!? ¡AHÍ! Me lance fuera del camino principal hacia un callejón separado, solo momentos antes toparme con una repentina multitud.

–¿¡P-Por qué!?

La voz de Aisha-san volvió a sonar en el momento en que pensé que había encontrado seguridad en una nueva ruta de escape. Exactamente la misma escena se desarrolló delante de mis ojos: mujeres escasamente vestidas inundaron el callejón trasero para cerrar mi camino. Grite por la desesperación.

Nuevas voces llovían desde arriba. Las ventanas de los burdeles se abrieron, con cabezas saliendo de cada una de ellas y gritando entre sí.

–¡Se fue por ahí!

–¡Por la quinta calle!

–¡Un Aventurero de cabeza blanca!

¡Nunca podré escapar si siguen gritando donde estoy!

¡Espera un segundo, he visto a esa Elfa con un vestido blanco antes! ¡También esa chica Beastman! ¡Ella era la que me sonrió antes! Cada una de las mujeres que había encontrado hasta ahora esta noche trataba de ayudar a las Amazonas o se ponían en mi camino.

¿¡Qué demonios está pasando!?

Grite dentro de mi cabeza, cambiando de dirección otra vez. Ahí fue cuando, incluso cuando estaba en pánico, vislumbre el mismo emblema que antes: un cuerpo femenino desnudo oculto por un velo.

Allí estaba en el lado del burdel, otro grabado en esa puerta, y también allá. Todos estos edificios tenían el emblema de la <Familia Ishtar> en alguna parte.

¡No me digas…!

Una nueva oleada de sudor corrió por la parte de atrás de mi cuello. Sabia porque.

Una red que era demasiado amplia. Los dedos de Ishtar-sama se extendían por todo el tercer distrito de Orario. Todas las mujeres que trabajaban aquí eran miembros de la <Familia Ishtar>, no combatientes y de otro tipo.

“Toda esta área es nuestra isla.” Aisha-san me lo dijo, pero estaba hablando en serio.

Era como si su sede fuera el castillo y todos los edificios que lo rodeaban eran un pueblo bajo su protección. Esto prácticamente era su patio trasero.

¡Estaba atrapado en un área completamente bajo el control de la <Familia Ishtar>—su territorio!

–¡E-Esto no puede estar sucediendo…!

La interferencia de las mujeres trabajadoras le gano el tiempo suficiente a las Amazonas para ponerse al día.

Lo que era peor, las persistentes guerreras ahora estaban equipadas con armas. Mi única razón para venir aquí era seguir Mikoto-san, así que por supuesto que no llevaba ninguna armadura. ¡Tenía la <Daga de Hestia>, pero no podía protegerme de un ejército!

El único Item que tenía conmigo era el afrodisíaco de Hermes-sama. ¡Absolutamente inútil!

–¡Tomen sus piernas!

–¡Preparen las redes y las cuerdas!

Flechas golpearon la calle a mis pies; boomerangs zumbaron por mi rostro. Acababa de salir del camino de la red antes de ser atrapado en una trampa en la calle.

Esto ya no era una carrera; era una batalla total. Las Amazonas seguían viniendo, y no sabía cuánto podría soportar.

–¡Samira, córtalo!

–¡Me debes una, Aisha!

Hambrientas leonas en cacería, lamiendo sus labios.