Dungeon ni Deai wo Motomeru no wa Machigatteiru Darou ka (NL)

Volumen 6

Capítulo 5: Nuestro Juego de Guerra

Parte 5

 

 

Bell pasó por el puente del cielo y entró en la torre principal siguiendo las instrucciones que Lili le había dado.

La torre que contenía el salón del trono era amplia. Alfombras antiguas cubrían el suelo de piedra y las paredes estaban decoradas con obras de arte cubiertas de polvo. Bell sintió que había entrado en una mansión que había sido abandonada por su dueño.

Publicidad M-AR-2

–¡SHAA!

–¡…!

Un Beastman saltó hacia él desde las sombras. Bell se movió con calma para luchar.

Esquivando fácilmente las dos oscilaciones de la espada blanca del atacante, Bell sacó la espada del camino en el tercer golpe y oscilo su pierna izquierda hacia fuera y hacia arriba. “¡Gah!” Su pie izquierdo se enterró en la mejilla del atacante, enviándolo a estrellarse contra el suelo. El cuerpo del Beastman rodó dos o tres veces antes de quedarse inmóvil.

—Cranel-san. Sólo te estoy prestando mi fuerza.

Publicidad G-M3



A medida que más enemigos aparecían desde las sombras, la mente de Bell volvió a la conversación que había tenido anoche.

Habían pasado la noche antes del <Juego de Guerra> en el bosque al oeste del antiguo castillo. La experta guerrera Elfa lo había jalado a un lado bajo la luz de la luna.

—Este conflicto debe ser resuelto por tu <Familia>—no, por tu mano.

Gracias a las <Espadas Mágicas> apresuradamente forjadas, Bell y los demás no tuvieron que preocuparse sobre asaltar directamente el castillo. Teniendo en cuenta la ventaja defensiva dada a un enemigo ya poderoso, un plan para realizar un ataque usando a <Tempestad> como punta de lanza también fue desechado.

Pero eso sólo era una premisa.

Sin duda, todos esperaban un momento decisivo.


Hestia, Lili, Welf, Mikoto, la audiencia, y lo más probable es que todos los Dioses—pero sobre todo, Bell mismo.

Publicidad M-M4

Todo el mundo quería ver al chico ponerle fin a este <Juego de Guerra>.

Publicidad M-M2

—Quiero vencerlo.

La determinación ardía dentro de él.

Quería rugir con el dolor de no ser lo suficientemente bueno, las lágrimas que había derramado.

El bar, en el centro de la ciudad, y hoy. Bell juró que superaría a ese hombre en su tercer encuentro.

Publicidad M-M1

Para recuperar su honor, para reclamar la victoria para su Diosa, y para llegar a la siguiente etapa.

Hoy, Bell lo arreglaría todo con sus propias manos.

–Creo que este es el último…

Dejando los cuerpos de sus atacantes en el suelo, Bell avanzó hacia un pasillo circular donde no podía sentir a nadie más.

El último de sus enemigos estaba en el salón del trono. El general, Jacinto, y sus guardias personales lo esperaban allí.

Devolviendo sus armas a sus vainas, Bell miró la palma de su mano derecha.

Apretando el puño, el chico miró hacia arriba—*Ping, ping, ping*. Un sonido de tintineo resonó a su alrededor.

***

 

 

–¡Estamos bajo ataque! ¡El <Pequeño Novato> está aquí!

El Elfo mensajero voló a través de las puertas principales e instantáneamente envió una ola de pánico a través del salón del trono.

El hecho de que Bell había penetrado tan lejos en las defensas internas del castillo dejó a todos ellos en estado de shock. El mensaje de se necesitaban refuerzos abajo hizo que todos desenvainaran sus armas y se precipitaron hacia la puerta. Es decir, todos menos uno.

–Denegado ¿¡Qué está pasando por sus cabezas!?

Publicidad G-M2



Jacinto estaba sentado en el trono al fondo de la habitación. Golpeo su puño contra el reposabrazos.

Con su capa agitándose detrás de él mientras se levantaba, y con las venas en su cabeza palpitando de ira, miró alrededor de la habitación. Todos los presentes retrocedieron con miedo.

–Mostrar esta cobardía es más que vergonzoso. ¿Cómo podremos enfrentar a Apolo-sama con tal deshonra…?

Su rostro normalmente encantador y hermoso se torció en una expresión horripilante.

Jacinto no podía ocultar su irritación por el hecho de que sus propias fuerzas habían permitido que el enemigo llegara hasta aquí, así como la ira que sentía hacia sí mismo.

–¡General! ¡General, señor! ¡Te lo ruego, por favor, deja este lugar de inmediato!

–¡Casandra, basta ya!

La chica que gritaba desde su trono había proporcionado a Jacinto una salida para su ira.

Publicidad M-M3

La chica, que llevaba un traje de batalla de estilo vestido con su largo cabello atado atrás, había estado rogándole a Jacinto que se fuera del salón del trono desde temprano en la mañana. Todo sobre la desesperación en su mensaje cobarde le ponía la piel de gallina.

–¡Por favor, por favor cree lo que te estoy diciendo…!

–¡Silencio! ¡Mantén tus tonterías para ti misma!

Jacinto la agitó con ira.

Apolo lo había nombrado general de sus fuerzas. Un líder nunca podría abandonar su puesto sin razón. La derrota todavía era impensable, incluso con las condiciones actuales.

–¿¡No puedes ver!? Estoy aquí junto con varios otros guerreros. ¡Qué Bell Cranel entre aquí solo significara su propia muerte!

El hombre hizo un gesto a los otros Aventureros en la habitación. Habían sido seleccionados personalmente por Jacinto por sus habilidades en la batalla. Diez en total, serían más que suficientes para manejar a un novato Lv. 2. La victoria estaba casi garantizada con su general Lv. 3 liderando el ataque.

Cada persona en la habitación miró a Casandra mientras sus ojos comenzaban a llorar. Ella miró a sus pies con terror.

Ella sostuvo su cuerpo tembloroso, su línea de visión saltaba de piedra en piedra en el piso del trono.

–Ah… ahhh.

La chica de cabello largo comenzó a gemir, su rostro perdía color cada segundo.

Las mejillas de Jacinto se crisparon por la molestia mientras se giraba hacia ella. Fue entonces cuando la chica levantó la vista y susurró:

–Un rayo…

***

 

 

*Ping, ping*

Bell siguió moviéndose, campanas resonaban a su alrededor hasta que encontró una escalera que conducía más arriba de la torre.

No había ni un alma en su camino. Sus ojos rojo rubí siguieron el camino de la escalera espiral antes de concentrarse en los puntos de luz que rodeaban su brazo derecho.

La gran campana no se había escuchado desde la batalla en el 18º Piso del Calabozo.

Debía haber algún tipo de gatillo porque Bell estaba seguro de que esta era exactamente la forma en que cargó su ataque antes. Recorriendo su memoria, tuvo la sensación de que la voz de un ser divino vino a él en ese momento.

Lo revivió, siempre y cuando la visión proporcionada lo llenara de un ardiente deseo—eso era todo lo que Bell podía recordar. Algo había venido de repente a él durante esa batalla. Al mismo tiempo, Bell se dio cuenta de que el poder que ejerció aquel día no era algo que pudiera invocar cada vez.

Pero no lo necesitaba ahora mismo.

–… ¡…!

El disparador del <Argonaut>, era una visión clara de un héroe. Esta vez, vio al guerrero Argis.

El Héroe aparentemente inmortal había luchado hasta su último aliento, asesinando monstruo tras monstruo para recuperar una fortaleza que había sido invadida por una horda. Sus acciones valientes eran legendarias.

Todos los nervios en el cuerpo de Bell cobraron vida mientras visualizaba al Héroe atacando el castillo por su cuenta. La luz comenzó a parpadear en la palma de su mano derecha.

***

 

 

–Un rayo—¿En serio?

Jacinto exhaló lentamente por su nariz, su voz estaba mezclada con sarcasmo mientras le respondía a Casandra. El hombre miró fuera de cada una de las ventanas que rodeaban el salón del trono. Aun de espaldas, miró a la chica por el rabillo de su ojo.

–El cielo es azul claro, con nubes blancas aquí y allá. ¡Y me estás diciendo que caerá un rayo!

Sin ningún indicio de tormenta en el horizonte, Jacinto se rió de la posibilidad.

Sin embargo…

–No caerá…


La refutación de Casandra apenas salió de sus labios.

Sujetando su pálido rostro entre sus manos, Casandra hizo contacto visual con el hombre y susurró:

–El rayo… se elevará.

De nuevo, su mirada cayó al suelo de piedra.

–¿Qué?

***

 

 

La base de la escalera directamente debajo del salón del trono.

La enorme espiral se extendía a su izquierda y derecha. Bell estaba directamente en el medio, mirando hacia arriba como un arquero mirando un objetivo.

Los pasos de un Aventurero tratando de descender resonaron por el ancho tubo y llegaron hasta sus oídos.

Bell extendió su mano hacia el cielo como si estuviera tratando de agarrar el sol.

Publicidad M-AB

—Un minuto.

Una carga de sesenta segundos. Una pulsante luz blanca se había reunido a su alrededor.

A continuación, una voz.

–Firebolt.

Un infierno blanco de electricidad estalló.

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

7 Comentarios
Mas Votados
Mas Recientes Mas Antiguos
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios