Dungeon ni Deai wo Motomeru no wa Machigatteiru Darou ka (NL)

Volumen 5

Historia Corta (SS) 2: Secuela de un Cierto Bar

Había pasado una noche desde que Ryuu regresó del 18° Piso. Después de rescatar a Bell y los demás, había regresado a la <Señora de la Abundancia>.

–Tienes mala suerte por tener que trabajar tan pronto después de regresar.

–No es así, Runoa. Este es mi trabajo real, no puedo ser negligente al respecto.

–Realmente eres seria… por cierto, mamá Mia estaba de mal humor después de que te fuiste, así que probablemente deberías mantenerte lejos de ella por un tiempo.

Temprano esa mañana, mientras Ryuu estaba preparando el bar mientras hablaba con Runoa y Anya, supo que tenía que disculparse con Mia. Sabía que les había causado problemas a Runoa y a las demás.

Inmediatamente después de su regreso, Ryuu le informó a Seal que Bell y los demás habían regresado. Sintió que pudo pagar un poco su deuda de gratitud y fue recompensada por su trabajo al ver a Seal llorar lágrimas de alegría.

–Entonces, ¿Las cosas progresaron entre tú y el chico?

Con un misterioso efecto, una sonriente Chloe apareció de repente.

–¿Progresar?

–No te hagas la inocente, no te hagas la inocente. Con la situación como es, incluso una persona seria como tú cometería un error al ver al chico debilitado y sentir que necesitas hacer algo. Resucitación boca a boca… ¿O quizás calentarlo con tu cuerpo?

La chica Catman comenzó a golpear hábilmente la cintura de Ryuu con su cola. Chloe, con una sonrisa vulgar similar a la de los Dioses, continuó.

–¿Te vio desnuda?

— —¿¡Como lo supiste!?

Ryuu se giró con gran fuerza, con sus mejillas rojas de vergüenza.

Al ver esto, Runoa, Anya y Chloe se quedaron sin habla con la boca entreabierta.

–U-Uh… ¿Realmente acerté?

Cuando Chloe inclinó su cabeza y forzó una risa, Ryuu se dio cuenta de que había cavado su propia tumba.

Poco después, Runoa y los demás gritaron cuando vieron algo.

–Eh… ¿Entonces Bell-san vio a Ryuu desnuda?

Seal, con una sonrisa en su rostro, había salido de la cocina con el almuerzo habitual de Bell.

Mientras Ryuu estaba congelada por la presión de su sonrisa, una compañera de trabajo llego a informarles de la llegada de Bell.

–Ya voy. Bell-san, hay algo sobre lo que quiero hablar contigo.

–¡Detente, Seal! ¡No te precipites!

Ryuu la persiguió frenéticamente, tratando de explicar la situación.

Desafortunadamente, llego demasiado tarde ya que el grito del chico se escuchó en el aire.

– FIN DEL VOLUMEN 5 –