Re:Zero Ex (NL)

Volumen 2: La Canción de Amor del Demonio de la Espada

Capítulo 6: Sexta Estrofa

Parte 6

 

 

Los objetos que sacó de su bolsa eran bolas de acero lo suficientemente pequeñas como para rodar en la palma de la mano. Hechas de metal sólido, eran más pesadas de lo que parecían. Si uno la dejara caer sin cuidado sobre un pie, rompería fácilmente un dedo del pie o dos. Y por supuesto, con toda su fuerza, golpearía casi tan fuerte como un golpe de espada.

—Gah… Haah…





Dos de las bolas de metal de Roswaal se enterraron en el cuerpo de Sphinx, una en la parte inferior del abdomen y otra justo en la espalda. Sphinx gimió ante su poder, e incapaz de mantener su altitud, chocó con la pared. La bruja continuó deslizándose hasta llegar al suelo, donde fue golpeada por otra bola de metal. Los huesos se rompieron, y la sangre fluyó.

— ¿Has terminaaado de tratar de volar? —Preguntó Roswaal a la acorralada Sphinx, rodando la siguiente esfera de acero en su mano.

Sphinx había abandonado el gran salón y había volado desesperadamente a través del castillo en un intento de escapar. Pero sin sus brazos, no podía usar su magia, y la sangre que goteaba dejaba un rastro fácil de seguir. No tenía esperanzas. Roswaal la había atacado tranquilamente con las bolas de metal desde lejos, atormentándola con ellas.

— ¿Son estas… bolas de acero… tu plan para derrotarme…?

—Sooon muy interesantes, ¿no? Empezaron como un subproducto de lo que yo había preparado para matarte. Desafortunadamente, mis escuálidos brazos no son suficientes para matarte por ellos mismos. Dicho esto, ya no me quedan más rondas. Creo que es hora de que terminemos con esto.

Publicidad M-M1

Mientras se acercaba a la bruja que rodaba por el suelo, Roswaal soltó la siguiente bola, destrozando sus huesos. Roswaal miró hacia abajo a la gimiente Sphinx y cerró el puño para preparar el final de la vida de la bruja.

Pero entonces Sphinx habló.

—Tú eres peor… que Valga… eso parece… Esto requiere cuidado…

— ¿Oh? ¿Me estás dando una advertencia? Qué divertido. ¿Y de qué debo tener cuidado?

—Que no… te tiren de la alfombra —, contestó Sphinx sin emoción. Luego apoyó su cabeza en la pared. Su pelo rosa, ahora empapado en sangre, rozó la piedra. Mientras Roswaal miraba a la bruja con perplejidad, un silencioso sonido llegó hasta ella. (NT: “Que no te tiren de la alfombra” se refiere a retirar o rescindir repentina o inesperadamente el apoyo, ayuda o asistencia de alguien.)

Entonces el dispositivo escondido en el pasillo se activó, y Sphinx tragada rápidamente por el suelo giratorio.

—…

Incluso cuando la chica desapareció, Roswaal se dio cuenta de que éste tenía que ser uno de los muchos pasadizos ocultos del castillo, los mismos que permitieron la entrada de los demi-humanos en primer lugar.

—Pero no te dará mucho tiempo —, dijo Roswaal.

Roswaal escudriñó cuidadosamente el lugar donde Sphinx había desaparecido y rápidamente descubrió cómo activar el dispositivo. Lo hizo y se metió dentro del túnel secreto.

Cayó de pie y se esforzó por ver en la oscuridad que la rodeaba. Un leve sonido de agua sugería que este túnel era el hogar de uno de los arroyos subterráneos que corrían por debajo del castillo. La única luz provenía de los minerales que brillaban suavemente en las paredes. El camino no ofrecía una base firme, pero Roswaal se puso en marcha siguiendo el olor de la sangre.

Podía olerlo; estaba cerca. Pero en medio del camino, el olor se convirtió en algo desagradable, y el cambio infundió ansiedad en Roswaal. Comenzó a moverse más rápido y se encontró en lo profundo del túnel.

— ¿Quién está ahí? ¿Es usted, Lady Mathers?

La voz ronca del hombre detuvo a Roswaal. Alguien emergió de la oscuridad, alguien que ella pensó que había dejado atrás en la puerta del castillo: Lyp Bariel.

Publicidad G-M2



—Eso pensé —, dijo él—. Viniste aquí para perseguir a ese demi-humano también, ¿verdad?

Publicidad G-M3



—Así que supongo que nos encontramos en la misma tarea —, dijo Roswaal.

Asegurado de la identidad de Roswaal, el caballero devolvió su daga a su vaina. Ella no reconoció el arma. Lo más probable es que fuera una mitia, un objeto mágico capaz de un poder tremendo. Roswaal no hizo mención de esto y miró más allá de Lyp.

—Sphinx, la fuerza principal detrás de los demi-humanos, huyó por este camino. ¿La has visto?

—La bruja, ¿no? Bueno, puedes relajarte —, dijo Lyp—. Acabé con ella.

Roswaal se quedó sin aliento al oír esto. Cuando Lyp vio su reacción, una cruel sonrisa se extendió sobre su ya malvado rostro.

—Ayudé a neutralizar a los demi-humanos que entraron al castillo. Algunos de ellos huyeron. Los seguí hasta aquí. Nunca imaginé que hubiera un lugar así debajo del castillo, pero a pesar de todo, me encontré con la bruja sin brazos no hace mucho. No hice ninguna pregunta. Sólo la quemé hasta la muerte.

— ¿La quemaste…? ¿Dónde está el cuerpo?

—Se convirtió en cenizas. No me preguntes cómo, pero esto quedó en las cenizas.

Lyp buscó en su bolsa y sacó un collar. No era nada más que un cordón toscamente tejido con un anillo en él, sólo algo para colgarlo del cuello, pero para Roswaal, eso tenía una profunda importancia.

— ¿Quizás sería tan amaaable de dejarme quedarme con eso?

— ¿Qué?

—Puede tener un valor mágico. Me gustaría mucho investigarlo.

Lyp se quedó callado. Pero poco después, se lo lanzó con un resoplido.

—Tómalo, no me importa. Pero cuando repartan los honores, espero que testifiques que yo, Lyp Bariel, detuve el vuelo de la bruja Sphinx a la orilla del agua, y que fui yo quien le puso fin.

—…Sí, por supuesto. Estoy en deuda con usted, Lord Lyp —. Roswaal no dio más respuesta mientras estaba de pie con el collar, con el anillo firmemente sujeto en su mano. Mientras eso fuera de ella, ya no tenía nada que hacer aquí. Le sorprendió que alguien más hubiera matado a Sphinx, pero si la bruja estaba muerta, entonces no era un problema para ella. Todo iba según lo planeado.

Acariciando el anillo con ternura, Roswaal J. Mathers murmuró:

—Maestra, he terminado de limpiar. Lo que viene después es para el futuro.

Era imposible ver claramente su rostro en la oscuridad, pero Roswaal sonreía con la expresión más serena.

Lyp Bariel resopló mientras veía cómo Roswaal se hacía más pequeña en la distancia.

— ¿Qué tiene en mente? —, se murmuró a sí mismo—. Esa mujer me da escalofríos.

Ahora que tenía el anillo, Roswaal aparentemente tenía la intención de salir del subterráneo lo más rápido posible. Esta acción suya era lo suficientemente conveniente para él, pero eso no tenía sentido. Era como si el anillo fuera lo único que ella realmente había querido desde el inicio.

—Bueno, ¿a quién le importa? Lo que una mujer zorra como ella desea, no tiene nada que ver conmigo.

Lo que le importaba a Lyp era lo que sea que hiciera avanzar sus propias ambiciones y nada más. Desde la derrota en Aihiya Swamp, se había encontrado con un viento en contra. Una vez comandante de decenas de tropas, fue degradado a la policía. Incluso estaban considerando quitarle su rango de noble.

Era inconcebible. ¿Cómo podían florecer los débiles y los incompetentes mientras hombres capaces como él languidecían en los rangos inferiores?

—Pero lo recuperaré todo. No, yo recuperaré más de lo que perdí.

Haría cualquier cosa para lograr esa meta. Incluso abandonar su lealtad hacia el reino. Lyp era su propio reino. Él era su propio mundo.

Publicidad G-M2



Sin decir nada más, Lyp se dio la vuelta. Tumbada en el suelo, en el túnel detrás de él había una pequeña forma envuelta en harapos. Él la recogió. Sin brazos, el cuerpo era bastante ligero. La había escondido en estos envoltorios, y ahora tuvo cuidado de tomar un camino diferente al de Roswaal para salir del subsuelo.

Esta traición fue el primer acto de la larga vida de ambición de Lyp Bariel. (NT: Lyp Bariel (Leip Barielle) se casará con Priscilla Barielle, una candidata real.)

***

 

 

El ataque al castillo de Lugunica había sido perpetrado por unos pocos demi- humanos de élite. Aunque la destrucción del castillo se evitó por poco, había sufrido graves daños y, además, se descubrieron los túneles que permitieron el acceso de los demi-humanos. Llevaría mucho tiempo lidiar con todo esto.

Sólo tenía sentido confiar gran parte de la limpieza al Escuadrón Zergev que, una vez más, se había distinguido en la batalla. Sin embargo, Wilhelm le impuso muchas de sus tareas a Grimm y huyó del castillo.

—Como si tuviera tiempo para estar con ellos.

Despojándose de las vendas y con un aspecto totalmente desgastado por el combate, Wilhelm se dirigió a la ahora tranquila ciudad castillo. Con la muerte de Valga y de los otros líderes principales, las rebeliones en todo el reino se habían calmado y la paz había vuelto a la capital. Esto evocó un sentimiento inusualmente fuerte en Wilhelm, y sólo había un lugar al que quería ir.

Publicidad M-M3

Ni siquiera él entendía del todo el por qué estaba empujando su exhausto cuerpo sólo para poder ir allí. Después de todo, sólo había pasado un día desde su terrible experiencia. La capital podría haber sido menos violenta, pero muchas tiendas habían decidido no hacer negocios ese día por consideración a la destrucción del castillo real, y las calles seguían en gran parte desiertas.

Una persona cuerda probablemente se hubiera quedado adentro, temerosa de verse envuelta en cualquier problema. Eso significaba que hoy, al menos, todas las personas encerradas en sus casas estaban demostrando que estaban en sus cabales. Salir a dar un pequeño paseo en un día como éste, como si todo fuera normal…

—Parece que estoy loco.

Wilhelm se apresuró a atravesar el distrito pobre, tan rápido que casi parecía que se había olvidado de sus heridas, y llegó a la plaza. Pudo detectar un leve olor a flores en la brisa que soplaba por la plaza, notificándole la presencia del campo.

Y allí, en medio de la plaza, yacía la chica pelirroja.

Ella estaba de espaldas. Al verla, Wilhelm se detuvo de repente. El confuso mar de emociones que se arremolinaba en su corazón era a la vez bueno y malo. La confianza de que ella estaría allí se superpuso con el asombro ante ese mismo hecho. Todo se convirtió en una opresión en su pecho.

Al mismo tiempo, sintió una especie de disgusto melancólico al pensar en su intercambio habitual.

Ella estaba a salvo. Eso es lo que él había venido a averiguar. Wilhelm estaba considerando si debía girar sobre sus talones e irse así nada más, cuando Theresia se dio cuenta de que él estaba allí. Ella se dio la vuelta. Sus ojos azules se abrieron un poco por sorpresa, y luego se entrecerraron. Finalmente, sus labios formaron el medio círculo de una sonrisa.

—Wilhelm.

Ella dijo su nombre con tanta familiaridad y afecto. Envió un sentimiento que atravesó el corazón de Wilhelm haciéndole saber que todo estaba bien con el mundo. Él olvidó por completo cualquier idea de dar la vuelta y volver a casa.

Su pulso se aceleró con alegría al encontrar a Theresia, y el calor y el alivio se extendieron por todo su pecho.

Publicidad M-M5

—…Ah.

Tan pronto como Wilhelm se dio cuenta de lo que estaba sintiendo realmente, su corazón tembló sin previo aviso. Fue un momento de repentina y totalmente inesperada conciencia de sí mismo. Wilhelm comprendió que la sonrisa de Theresia le daba una sensación de bienestar. Tuvo una sensación de logro al haber protegido su sonrisa, su persona, su tiempo juntos.

Gracias a Theresia, que estaba allí de espaldas a las flores, sintió algo que le hizo pensar que podría haber una alegría mayor que derribar a un oponente con su espada y demostrar su propia superioridad en el manejo de la de la misma.

En el instante en que se dio cuenta de esto, fue acompañado por un torrente de emoción, un torrente que Wilhelm pensó que había dejado atrás hace mucho tiempo. Atrapado en esa fuerza, Wilhelm se puso las manos en su cara.

—…

El interior de sus párpados se calentó, y su nariz picaba. De repente sintió que su garganta se secaba, y su cabeza se sentía pesada, como si su sangre estuviera siendo bombeada demasiada rápido. Inmediatamente, su alma se sacudió; pensó que podría caer de rodillas.

Una luz que Wilhelm casi había olvidado llenó su mente.

No, no lo había olvidado. Siempre había estado en su corazón, nunca se desvaneció. Nunca había olvidado su belleza. Lo que había olvidado era lo que solía atraerlo a esa luz.

Publicidad M-M4

Recordó el primer día que había tomado una espada, apuntándola al cielo. Si tuviera la luz, si eso fuera real y pudiera serlo, con ese poder, él podría protegerlo todo. Eso era lo que él había creído. Ese día, un joven impotente había cogido una hoja por primera vez. Ese día, había deseado algo.

—Wilhelm…

Mientras Wilhelm estaba parado con las manos en su cara, consumido por la emoción, la voz de Theresia lo alcanzó. ¿Cuán absurdo se debe haber visto frente a la chica? Ella no podía posiblemente entender lo que estaba pasando. Ella simplemente estaba teniendo un día normal cuando, de repente, el chico que veía de vez en cuando estaba temblando de emoción ante ella.

Él estaba avergonzado, algo que no había sucedido en mucho tiempo. Estaba tan avergonzado que le hizo temblar. Quería huir inmediatamente. No quería que nadie viera su vergüenza, en especial Theresia. Esto era lo peor que podía imaginar.

Y, sin embargo, sus pies no se movieron. Su corazón no lo dejaba, casi como si esto fuera lo que su alma deseaba.

—…

Publicidad G-M2



El tiempo pasó mientras ambos permanecían de pie en silencio. Entonces, de repente, Wilhelm sintió una sensación de cosquilleo de dedos suaves en el dorso de sus manos. Era Theresia, que extendió sus manos, y gentilmente tocó las manos que Wilhelm había colocado sobre su rostro.

Wilhelm dejó de respirar al calor de los delgados dedos de Theresia. Nunca se había dado cuenta de que el cuerpo de otra persona podía ser tan caliente. El calor de sus dedos hizo que Wilhelm se sintiera como un pedazo de acero en una fragua. Y como el metal caliente se forma en el fuego, el calor de Theresia lo golpeó y comenzó a transformarlo.

Sólo ahora se dio cuenta de que había estado expuesto a ese calor cada vez que venía aquí. Cada vez que la veía, hablaba con ella, y se iba sin prometerle que volvería. Todo ese tiempo, la espada llamada Wilhelm estaba siendo forjada.

No. De hecho, no era sólo ella. Era todo y todos los que formaban parte de su vida diaria desde que había sobrevivido.

Theresia, Grimm, Bordeaux, Roswaal, Carol, Pivot y todo el Escuadrón Zergev. Valga, Libre, Sphinx, y todos los enemigos que había matado. Todos los que habían cruzado camino con Wilhelm, la espada había dejado su marca.

Ahora, por fin, se dio cuenta.

Mientras estaba allí de pie en silencio, viendo cómo había sido moldeado, se le hizo una pregunta a Wilhelm:

— ¿Te gustan las flores?

Sin duda esa pregunta, la misma de siempre, había estado buscando algún cambio en él. Y Wilhelm vio por fin que él de hecho había sido transformando.

—…Yo no… las odio.

Ahora no tenía ninguna dificultad ni ansiedad al pronunciar esas palabras. Cuando viera flores en el campo de batalla, caminando junto a ellas en su vida diaria, o las viera en el campo junto a la plaza, seguramente sentiría algo diferente de lo que sentía antes.

Las preguntas de Theresia continuaron.

— ¿Por qué empuñas tu espada?

Esta era la pregunta que había molestado a Wilhelm durante tanto tiempo. Pero ahora, por fin, se acordó. Pudo recordar lo que sentía cuando cogió la espada por primera vez.

—Porque era… la única forma que tenía de proteger a las personas.

Una espada era poder. El más bello, finamente afilado, y más puro poder. Un poder que hay que respetar. Pero cómo se usaba, qué fines se le daba, todo eso era controlado por la persona que la manejaba. Wilhelm había olvidado lo más básico. Pero ahora, lo recordó. Recordó el inicio, cómo se había sentido cuando él amaba la espada.

—…

Wilhelm se quitó las manos de su rostro y tomó la mano extendida de Theresia. A ella se le escapó un pequeño “Oh”, pero no retrocedió. El gesto era demasiado unilateral como para llamarlo tomarse de la mano, pero cada uno podía sentir claramente la calidez del otro.

—…

Ninguno de los dos dijo nada y sólo se miraron. En parte no sabían qué decir, y en parte no había necesidad de decir nada. Como cuando dos espadachines se enfrentan en combate, las palabras eran un vehículo demasiado crudo para lo que estaba pasando entre ellos.

—…

Theresia simplemente le sonrió gentilmente a Wilhelm. Era la suave expresión que siempre llevaba cuando miraba sus flores, ahora dirigidas a él.

Wilhelm sintió saltar a su corazón, el ritmo lo dominaba. No podía poner el sentimiento en palabras. Quería compartirlo con la chica ante él… pero se contuvo.

Sin embargo, una pequeña señal de la avalancha de emociones se dio a conocer.

Ese día, por primera vez, Wilhelm le dio a Theresia una sonrisa completamente sincera.

Re Zero Ex Volumen 2 Capítulo 6 Parte 6 Novela Ligera

 

***

 

 


Los levantamientos que habían sacudido toda Lugunica se calmaron tan repentinamente como habían comenzado. La razón de su fin fueron las muertes de los tres principales líderes de los demi-humanos: su guerrero más fuerte, Libre Fermi; su estratega, Valga Cromwell; y la bruja, Sphinx. Los tres habían sido asesinados en batalla por los humanos. La resistencia había fracasado.

Con la pérdida del soporte principal de la Alianza Demi-humana, se creía en gran parte que la guerra civil en sí misma pronto daría señales de finalizar. Sin embargo, contrariamente a lo que se esperaba, la resistencia demi-humana en todo el territorio se volvió cada vez más enfebrecida. Era, como había dicho Valga en sus últimos momentos, el infierno de su odio, que no era tan fácilmente de extinguir.

Y así los humanos comenzaron a entender. Que, a pesar de la pérdida de sus líderes, era natural que la Alianza Demi-humana siguiera luchando. Por terrible que los humanos creyeran que conocían el odio incontrolado de los demi- humanos, nunca habían enfrentado verdaderamente la ira de sus enemigos.

Este fue el comienzo de la última etapa de la Guerra Demi-humana, el conflicto civil que estremeció el reino.

También fue la historia del encuentro y la separación del Demonio de la Espada y de la Santa de la Espada.

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

1 Comentario
Mas Votados
Mas Recientes Mas Antiguos
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios