Re:Zero Ex (NL)

Volumen 2: La Canción de Amor del Demonio de la Espada

Capítulo 6: Sexta Estrofa

Parte 1

 

 

Un levantamiento masivo de demi-humanos a lo largo de todo el reino envolvió a la nación en el fuego de la guerra.

El ejército real, aún tambaleante por sus pérdidas anteriores, fue puesto a la defensiva por el levantamiento armado de demi-humanos y la masa de guerreros no-muertos que los acompañaban. A medida que se inundaban de informes de bajas, el cuartel general del ejército se vio sumido en el caos, y la defensa de cada región quedó en manos de los responsables de ese territorio.

Publicidad M-AR-1

—De todos modos, eso es lo que he estado escuchando, pero no he recibido ningún detalle —, dijo Bordeaux tranquilamente—. Si nos hubieran posicionado en algún lugar, al menos podríamos haber ayudado a prevenir algunas bajas.

El Escuadrón Zergev, completamente equipado, estaba reunido en un puesto de guardia. Los miembros presentes eran los recién llegados, los que habían ayudado a llenar el escuadrón después de que su antiguo grupo había sido tan cruelmente reducido. Con la reorganización en curso, los documentos oficiales de reasignación aún no se habían publicado, pero todas las personas con las que Bordeaux había hablado con antelación habían llegado. Entre ellos, por supuesto, estaban Grimm, ahora fuera del hospital, y Wilhelm.

— ¡Grimm! —, dijo Bordeaux—. ¡Podrías haber perdido la voz, pero espero que aún puedas pelear como solías hacerlo! Esta es tu oportunidad de mostrarnos lo que tienes.

Grimm no pudo decir nada a este intento de motivación moral, pero golpeó su escudo en respuesta. Bordeaux asintió al despliegue de su espíritu, y luego observó hacia el exterior del puesto de guardia. —Espero que pronto nos envíen al campo de batalla más cercano. Francamente, me gustaría salir ahora mismo, pero vale la pena recordar que cuanto más grandes, más lentos son.

Mientras Bordeaux aconsejaba tener paciencia, Wilhelm se preparaba silenciosamente para la batalla. Se enfrentaría a la lucha que se avecinaba con el espíritu abrumador del Demonio de la Espada. En el campo, en medio de una lucha entre la vida y la muerte, debía olvidar la confusión que sentía acerca de los campos de flores. Donde las chispas de la vida volaban en rocíos de sangre, su espíritu podía entregarse enteramente a la espada, y no necesitaba sentirse perdido.

Publicidad G-M2



—Sin embargo, un levantamiento armado —, dijo Bordeaux desapasionadamente, aún mirando por la ventana—. Ese es un movimiento audaz. Valga Cromwell lo ideó, estoy seguro, pero tengo que admirar cómo fue capaz de involucrar a todos los demi-humanos en eso.

Bordeaux pasó una mano por su corto pelo y frunció el ceño.

Publicidad G-M3



—Pero desafortunadamente para él, la capital estaba demasiado vigilante como para que su plan funcionara aquí. El resto del país puede estar ardiendo, pero Valga no consiguió la pieza más importante. Supongo que eso es todo lo que puedes esperar de un puñado de salvajes estúpidos.

Sus palabras reflejaban más que un poco de su animadversión personal, pero Wilhelm estaba de acuerdo en gran medida con él. Se habían producido rebeliones por toda la nación, y sólo la capital permanecía intacta.

Wilhelm había pasado varios años en la capital, aunque no lo hubiese querido especialmente, y no quería que la ciudad se convirtiera en un campo de batalla, ni deseaba todas las bajas que se producirían. Esto incluía a Theresia y su campo de flores.

—Espera —. Lo dicho por Bordeaux le pareció extraño a Wilhelm. Algo andaba mal. Y una palabra que el hombretón había usado lo vinculó.

— ¿Ardiendo…?

Publicidad G-M3



Wilhelm había escuchado algo muy similar recientemente. Se rompió la cabeza, intentando recordar cuándo había sido, y luego se puso inmediatamente en pie.

Pronto lenguas de fuego inundarán toda la nación… Incluso la capital no escapará de la destrucción.

Las palabras pertenecieron a uno de los vándalos demi-humanos que había aprehendido, y, aunque podrían ser descartadas como bravuconerías, también describían el plan de Valga Cromwell.

La capital era un lugar volátil. Wilhelm lo supo en su tiempo en la policía local. ¿Ignoraría Valga a sus potenciales aliados aquí y dejaría a la ciudad fuera de sus planes?

Eso no es posible. Él no olvidaría esta ciudad.

Lo que significa que los levantamientos fueron…

— ¡Bordeaux! ¡Todos estos levantamientos son sólo una distracción! ¡El verdadero objetivo es la capital, el castillo real!

— ¡¿Qué?!

Después de que la intuición de Wilhelm le condujo a la respuesta, corrió hacia Bordeaux, cuya voz se desgarró. Una mirada sombría se cruzó con el escarpado rostro de su comandante.

Esto lo enfureció, pero él estaba seguro. Sabía que el enemigo buscaría el punto más vital de las fuerzas reales.

— ¡Recuerda Castour y Aihiya! ¡Las batallas donde las fuerzas reales sufrieron las peores pérdidas! ¡En ambas ocasiones, fuimos por el cebo obvio y caímos en las trampas de Valga Cromwell!

— ¿Y eso te hace pensar que estos levantamientos son un señuelo, mientras que el verdadero objetivo es el corazón del reino?

— ¡Sí! ¡Ya lo sabes, Bordeaux! Enviamos soldados desde la capital para sofocar las rebeliones, y luego ellos concentrarán sus fuerzas en la capital indefensa. ¡Van a conquistar el reino!

Dependiendo de cómo iban las cosas, la elección que hiciera ahora el escuadrón podría determinar el futuro del Reino Dragonfriend de Lugunica. No tenían pruebas seguras, pero Wilhelm confiaba en sus instintos. Si no hubiera confiado en esos mismos instintos en el campo de batalla, nunca habría sobrevivido para ver este día.

—Hmm —. Bordeaux se cruzó de brazos y adoptó una postura de profunda contemplación. Wilhelm sólo podía rechinar los dientes.

Lo mismo había pasado antes. En la batalla de Castour Field, cuando se encontraron con los primeros círculos mágicos y trataron de decidir qué hacer con ellos, Wilhelm había instado al capitán a seguir adelante, diciendo que era la única forma de sobrevivir. Pero su opinión había sido rechazada, y él y Grimm habían acabado siendo los únicos miembros con vida de su unidad.

Lo mismo estaba sucediendo ahora. Si Bordeaux no lo escuchaba, Wilhelm tendría que ir solo.

Alguien le dio una palmadita en el hombro al cada vez más agitado Wilhelm. Se dio la vuelta para ver a Grimm asintiendo y levantando su mano hacia Bordeaux.

El comandante se dio cuenta del gesto. Miró a Wilhelm y a Grimm. Luego asintió profundamente, y una amplia sonrisa, la primera que habían visto en mucho tiempo, apareció en su rostro.

—Bueno, ¿qué les parece esto? ¡Dejar que el Escuadrón Zergev proteja la capital podría convertirse en la jugada más inteligente del cuartel general! ¡Ahora las cosas se están poniendo interesantes!

Bordeaux golpeó el astil de su alabarda contra el suelo. El ruido metálico resonó por todo el puesto de guardia, y todos los miembros del Escuadrón Zergev respondieron con una sola voz.

— ¡Sííííííííí!

En un instante, todos estaban ansiosos por batallar, y lo demostraron con un poderoso grito que hizo temblar la habitación. El ruido rodeó a Wilhelm, pero no le afectó. Bordeaux, descansando su alabarda sobre el hombro, sonrió al espadachín.

— ¿Qué pasa, Capitán Asesino? No pareces tú mismo.

—No tenemos pruebas. ¿Vas a confiar en mí?

—La decisión final es mía, y no voy a dejar que nadie me detenga. Además… mis instintos concuerdan con los tuyos. Destruyamos este plan demi-humano, llámalo un regalo de despedida para Pivot y los demás.

Bordeaux le dio a Wilhelm un empujón en el pecho; Wilhelm tropezó hacia atrás hasta que Grimm lo atrapó. El silencioso portador del escudo le sonrió de una manera que parecía preguntarle, “¿Qué te parece?”. Wilhelm le hizo señas para que se aleje.

Publicidad M-M3

— ¡Muy bien, aquí vamos! ¡El Escuadrón Zergev es la espada del reino! ¡Por eso es nuestro deber traer justicia a cualquier bárbaro que se oponga a la bandera de nuestra nación! ¿Alguien está en desacuerdo? ¿Alguien se opone?

— ¡No! ¡Nadie! ¿Cómo podríamos?

Bordeaux dio un grito, levantando su hacha de guerra, y los soldados gritaron tras él. Su líder los escuchó con satisfacción, y luego se volvió nuevamente hacia Wilhelm.

— ¡Wilhelm! ¡Wilhelm Trias, el Demonio de la Espada! ¿El enemigo está tras…?

— ¿Donde más? —Wilhelm respondió—. ¡El castillo, el castillo real de Lugunica!

Bordeaux apuntó con su hacha al lejano castillo. Luego aspiró una bocanada de aire y aulló como un animal.

— ¡El enemigo se está aproximando al castillo! Escuadrón Zergev, ¡muévanse!

***

 

 

Cuando el Escuadrón Zergev se acercó al castillo listo para la batalla, los defensores del mismo se prepararon para morir. Estaban seguros de que la masa de soldados de aspecto asesino que se aproximaba, era un contingente enemigo empeñado en su destrucción.

— ¿Qué? ¡¿Qué es esto?! ¿Es así como se comportan los defensores del reino? —, gritó un caballero a los temblorosos hombres. El caballero de aspecto cruel miró fijamente al escuadrón, y luego dio un despreciativo chasquido con su lengua.

—Vaya, pero si es ese idiota descarriado… ¡Detente donde estás, Bordeaux Zergev!

— ¿Es ese Lord Lyp Bariel? —Bordeaux le respondió, mirando fijamente al hombre en medio de los soldados defensores. Era el vizconde, el mismo caballero con el que se habían encontrado en Aihiya Swamp.

El Escuadrón Zergev se detuvo, y Lyp se puso de pie frente a Bordeaux.

— ¿No sabes que estamos en guerra, Bordeaux? ¡¿Qué crees que estás haciendo?! El reino está en crisis, ¿y tú haces bromas? ¡Esto es prácticamente una rebelión!

—Me disculpo por alarmarlos a todos. Pero no estamos aquí en una visita amistosa. El tiempo es esencial, el destino del reino pende de un hilo.

—Oh, es así, ¿no?

Lyp frunció el ceño ante la declaración de Bordeaux. Entonces, alguien dio un paso al frente de entre la multitud que estaba lista para la batalla, y colocándose junto a Bordeaux. Fue Wilhelm. Lyp miró al joven que irradiaba el aura de un espadachín, claramente disgustado.

—Tú otra vez, Demonio de la Espada.

—Llámame como quieras. No tengo tiempo para discutir contigo. El enemigo está apuntando a este castillo.

— ¿Quieres decir que los levantamientos armados son una distracción? ¿Tienes alguna prueba?

Lyp era muy inteligente. Por el brusco comentario de Wilhelm, él había adivinado lo que los demi-humanos realmente estaban tramando. Pero la única manera en que ellos podían responder a su petición de certeza era sacudiendo la cabeza.

—Así que sobre la base de una conjetura bien fundamentada, ¿desciendes sobre el castillo como una avalancha? —, dijo Lyp—. Le pido que se retire, Escuadrón Zergev. En este momento, la defensa de este castillo es mi responsabilidad.

—Valga, Libre y Sphinx —, dijo Wilhelm—. ¿Te refieres a tomarlos a todos tú sólo? Debes tener mucha confianza.

— ¿Otra vez? ¡Cuántas veces debo decirte que no contestes a tus superiores!

Con un agudo tsk, Lyp arremetió a Wilhelm con su guantelete de metal. Pero el golpe que había logrado aterrizado en Aihiya Swamp, no pudo hacerlo esta vez debido a que Wilhelm simplemente giró su cabeza, evitándolo con facilidad.

— ¿Quién te dio permiso de esquivarme?

—En Aihiya, eras mi oficial al mando, pero ya no lo eres. No tienes ninguna excusa para golpearme ni para detenernos. Si te interpones en nuestro camino, te pasaremos por encima.

Wilhelm sacudió la empuñadura de su espada con fuerza. Los otros guardias del castillo se acobardaron ante su espíritu, que les golpeó casi como una fuerza física. Incluso Lyp pareció algo asustado por una vez. La situación parecía a punto de estallar en cualquier momento.

—Bieeen, entonces —, dijo una nueva voz—. ¿Qué tal una orden mía? Estoy por encima de cualquiera de ustedes. Ordeno oficialmente al Escuadrón Zergev que se una a la defensa del castillo.

La voz de una mujer vino de la dirección del castillo. Una mirada colectiva se volvió para ver a dos figuras acercándose: Roswaal, vestida con su traje militar, y su asistente Carol.

— ¡Roswaal J. Mathers…! —, jadeó Lyp.

—Así que por un lado tenemos a la especialista anti-magia de la guerra, esa soy yo, y por otro, a un guardián de la puerta auto-indulgente, ese eres tú. ¿Comparaaamos nuestras posiciones para ver quién de nosotros está más arriba en tu preciosa cadena de mando?

Lyp rechinó los dientes con enojo, pero Roswaal sólo se encogió de hombros. Lo que ella decía era completamente cierto, y la realidad era tan despiadada como una serpiente. Por mucho que lo odiara, Lyp sólo podía cerrar la boca.

—Ohhh, no seas así. No todo está perdido. Estar aquí hoy puede darte la oportunidad de traer honor y gloria a tu nombre. Considera todas las posibilidades —. Sus palabras no fueron de mucho consuelo, pero efectivamente sacaron a Lyp de la ecuación.

Entonces Roswaal vio a Wilhelm. Entonces se cepilló el pelo detrás de los hombros, sonriendo con dulzura.

—Suuupe que estarías aquí. Fue la elección correcta enfocarme en todos ustedes, bueno, en ti específicamente, en Castour.

—Todavía no entiendo una palabra de lo que dices —, dijo Wilhelm—. Pero podemos entrar en el castillo, ¿verdad?

—Podrías por lo meeenos aprender a hablarle a una mujer. Pero por supuesto que pueden entrar.

Wilhelm le dijo, tan francamente como siempre, que no le interesaban las charlas largas. Luego se volvió hacia Bordeaux. El hombre conocido como el Perro Loco asintió profundamente.

Publicidad M-M5

— ¡Muuuy bien, entonces! ¡El Escuadrón Zergev entrará en el castillo ahora! ¡Asegúrense de reforzar todos los puntos cruciales del edificio! Nos dividiremos en diez grupos, tal como lo planeamos —. Golpeó el suelo con el astil de su hacha de guerra, y el Escuadrón Zergev se separó en diez grupos. Ellos pronto asumirían los papeles que se les habían asignado y se dedicarían a la defensa completa del castillo.

—Lord Lyp —, dijo Bordeaux—, quédate aquí. El Escuadrón Zergev patrullará el interior. Asegúrate de no dejar que ningún demi-humano atraviese la puerta.

Publicidad M-M1

— ¡…! ¡Conozco mi trabajo! No dejaríamos pasar ni una mosca por aquí. ¡Ahora piérdete, mestizo!

El vizconde no era un perdedor muy cortés. Sin embargo, Wilhelm y los demás entraron en el castillo. Roswaal vino trotando detrás de ellos con obvio interés.

—La unidad se divide en grupos —, dijo ella—. ¿Puedo asumiiir que actuarás por tu cuenta de todos modos?

—Tienes a Grimm para que te cuide —, dijo Wilhelm—. Sólo serías un problema de todas formas.


Wilhelm evitó mirar hacia atrás, un acto de bondad de su parte hacia el Grimm sin palabras, quien caminaba junto a Carol. Aparentemente, ellos eran capaces de tener una conversación cuando sólo uno podía hablar. Wilhelm se burló un poco de eso.

Mientras los miembros del Escuadrón Zergev caminaban por el castillo, encontraron los pasillos silenciosos y las habitaciones abandonadas.

—Parece que te faltan soldados —, murmuró Wilhelm. Era la primera vez que estaba en el castillo real de Lugunica desde que fue invitado a la reunión por el cuartel general. Ese día, el castillo se había llenado de más gente de la necesaria, pero ahora estaba prácticamente vacío.

—Después de las pérdidas en Aihiya, el personal al mando ha sido enviado a líneas de batalla por todo el país —, dijo Roswaal—. Y Su Majestad personalmente ordenó que las tropas fueran enviadas a donde el impacto de las rebeliones fuera mayor.

—Pero eso es…

—Una orden real nooo es algo que puedas ignorar. Ni siquiiiera si se sabe que eso busca el enemigo.

La familia real de Lugunica era un grupo simpático, pero eran una figura decorativa inadecuada para el gobierno nacional. Esto se rumoreaba ampliamente, y parecía que había alguna base para ello.

— ¿Así que no hay nadie protegiendo el castillo?

—Un contingente mínimo de la guardia real y unidades de defensa como la de Lord Lyp. Eso es todo, supongo. Admiro la negatiiiva de Su Majestad de dar prioridad a su propia seguridad, pero es sólo un pequeño problema cuando él ocupa el edificio más importante de la nación. Tal vez sea hora de empezar a rezarle al Dragón por la paz del reino.

—Admiraría tu patriotismo si no terminaras diciendo que necesitamos pedir ayuda. Pero… espera.

La intuición de Wilhelm lo estaba fastidiando de nuevo. Si los demi-humanos estaban tras el castillo, entonces su objetivo final sería el corazón del reino: el propio rey. Y después de causar los levantamientos, tenían una forma segura de capturar a su objetivo. Había un lugar al que el rey del Reino Dragonfriend de Lugunica estaba determinado a ir cuando su país estaba en una situación desesperada.

Era casi como si Valga Cromwell lo estuviera invitando.

Bordeaux se dirigía hacia arriba.

— ¡Wilhelm! ¡Voy a proteger a Su Majestad! El salón del trono…

Wilhelm lo interrumpió con su propio punto de vista de las cosas.

— ¡Bordeaux! ¡Voy a la capilla! ¡¿Objeciones?!

Bordeaux parecía sorprendido por la forma en que todo sobre Wilhelm sugería que iba a seguir sus propios instintos, pero luego sonrió.


— ¡Nada en absoluto! ¡Pase lo que pase, no olvides el significado del Escuadrón Zergev!

—Sabes que eso me importa un bledo.

—Entonces deberíamos pedírselo a Grimm. ¡Grimm! ¡No pierdas de vista a Wilhelm!

El vigoroso golpeteo de un escudo vino en respuesta, haciendo que Wilhelm frunciera el ceño. Bordeaux levantó su hacha de guerra, les deseó suerte y se fue corriendo.

— ¿Qué vas a hacer? —, preguntó Wilhelm a Roswaal, quien aparentemente tenía la intención de seguirlo hasta la capilla en el sótano del castillo—. De todos modos, ¿por qué estás con nosotros?

Roswaal dio un guiño.

—Tengo mi propio objetivo. Queee aparezca aquí es una graaan apuesta, pero creo que confiaré en el juicio del hombre por la que estoy loca.

Grimm y Carol intercambiaron miradas asombradas por las burlonas palabras de Roswaal. Pero Wilhelm, el hombre en cuestión, sólo dio un chasquido exasperado y se alejó de la mujer.


—No me vengas lloriqueando si te matan —, dijo Wilhelm—. No soy lo suficientemente amable como para mirar detrás de mí mientras trato de luchar.

—…Sin embargo, creo que has cambiado. No habrías dicho eso aaantes.

— ¿Yo? ¿Cambiado? Incluso si he…

Aunque así fuera, sólo había sido para avanzar por el camino de convertirse en una espada insensible. Esa era, o eso creía él, la respuesta que había encontrado en su espada.

Wilhelm rechinó los dientes y alejó la imagen de Theresia que flotaba en su mente. Si ella no se hubiera mantenido preguntándole, él habría dejado de creer en eso hace mucho tiempo. Corrió hacia delante, como para escapar del hecho.

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

0 Comentarios
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios