Tate no Yuusha no Nariagari (NL)

Volumen 13

Capítulo 8: Honor en Batalla

 

 

Atla exhaló con fuerza y el sonido de su respiración resonó a través del salón. El aire a su alrededor voló con fuerza, como si una onda de choque hubiera estallado desde su cuerpo. Los oponentes—Jaralis y el minotauro—deben haber sentido el increíble poder acumulándose dentro de Atla, ya que ambos tragaron saliva inconscientemente.

“¡Hmph! ¡Nosotros somos guerreros de sangre pura! ¡Un par de hakuko mestizos nunca podrían derrotarnos! ¡Hagámoslo!” rugió Jaralis.


Él sacó un par manoplas de su bolsillo trasero, se las puso, y corrió hacia Atla y Fohl. El minotauro mantuvo su posición en la retaguardia, esperando por una abertura.

“¡Atla!” gritó Fohl.

Él saltó hacia el frente para proteger a Atla, pero el objetivo de Jaralis parecía haber sido Fohl desde el comienzo. El minotauro saltó sobre ambos y balanceó su enorme hacha con fuerza hacia Atla. ¡Él se veía como un peso pesado, pero era sorpresivamente rápido! Él había arremetido hacia Atla a una velocidad increíble, dado su cuerpo enorme. La vista de él volando por el aire mientras balanceaba su hacha era, en una palabra, asombrosa.

“¡Demasiado lento!” se burló Atla.

Ella esquivó el hacha por el ancho de un pelo mientras venía volando hacia ella y luego usó la fuerza de su impacto para impulsarse hacia lo alto del aire.

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“Pensar que serías capaz de esquivar eso… parece que después de todo puede que tenga un poco de diversión,” dijo el minotauro.

Él debe haber sido uno de esos sujetos cerebro de músculo belicosos, ya que sonrió de la emoción cuando vio la forma en la que Atla se movía.

“¡Te la dejaré a ti! ¡Este mestizo hakuko bueno para nada es mío!” rugió Jaralis.

Vaya, él llamó a Fohl “bueno para nada”. Eso no era gracioso, considerando el hecho de que prácticamente era verdad.

“¡Di lo que quieras! ¡No estoy planeando dejar que me derrotes! ¡Después de todo, tengo que proteger a Atla!” gritó Fohl.

Él corrió hacia Jaralis para atacar, pero Jaralis solo sonrió.

“¡Ja! ¿Realmente crees que yo perdería con alguien con una arremetida como esa?” se burló Jaralis.

Jaralis se movió tan rápido que sus imágenes residuales parecían persistir detrás de él. En un instante, él enterró un puño en lo profundo del estómago de Fohl.

“¡Eso fue demasiado fácil! ¡Tú defensa es patética, hakuko mestizo!” rugió él.

Sin siquiera darle un instante para respirar, Jaralis liberó una ráfaga de ataques sobre Fohl.

“¿¡Este miserable don nadie se supone que es uno de los soldados del Héroe del Escudo!? ¡No me hagan reír!” se burló él.

Él pateo a Fohl, liberó un gancho poderoso, y luego continuó con un golpe directo. Luego de eso… ¿¡él lanzó un hechizo!?

“¡Incremento de Aceleración Zweite!”

Jaralis apareció detrás de Fohl casi de forma instantánea, como si se hubiera teletransportado. Él luego juntó sus manos y aplastó el suelo con ellas. Hubo un estruendo fuerte mientras un temblor se producía, sacudiendo la tierra debajo.

Ser capaz de liberar tal ráfaga de ataques en solo momentos… Había escuchado que Siltvelt era un país combativo. No era difícil de creer luego de ver tal destreza en combate. Me preguntaba si Fohl estaría bien.

“Hmph. ¿Ya estás acabado? ¡Qué aburrido!” gruñó Jaralis.

“¡Raahhhhh!” rugió el minotauro.

Miré hacia Atla justo a tiempo para dar un vistazo al instante en que el minotauro golpeó con su hacha hacia ella. Él debe haber usado la versión de hacha del Hadouken o algo así, ya que un pilar detrás de Atla se partió en dos.

“¡Jaralis, es mejor que no trates de interferir!” gritó el minotauro burlonamente mientras sonreía.

“Me temo que esta vez no puedo dejar que tengas toda la diversión. Este duelo es sagrado. Esa mestiza hakuko me humilló, y por eso haré que lo pague,” respondió Jaralis.

“¿En serio? No me importa tener que luchar sola contra ustedes dos, pero es un poco temprano para que asuman que han derrotado a Onii-sama,” dijo Atla.

Ella esquivó el balanceo del minotauro e intentó cerrar la brecha entre ellos en un movimiento fluido, pero su guardia era cerrada. Él desvió su ataque con su hacha y luego la usó para repelerla, lanzándola hacia el aire.

“Ya he luchado con personas como tú. Sé que recibir cualquiera de tus ataques de frente tendría graves consecuencias. Puedo ver por qué el Héroe del Escudo te escogió,” dijo el minotauro.

“¿Oh? ¿Entonces también debería desviar ese comentario? Cielos, nunca esperé que esto fuera tan difícil,” dijo Atla provocativamente.

“Jaralis, pareces estar convencido de que has ganado. Es mejor que mantengas la vista en tu propio oponente,” dijo el minotauro.

“¡Hmph! Ustedes los del tipo guerrero son demasiado serios. ¡Mira! Mi victoria ya está—”

Jaralis había agarrado a Fohl por la pierna y lo levantó en el aire como si estuviera a punto de darle el golpe final. Pero Fohl apartó la mano de Jaralis de una patada con su otro pie, aterrizó con sus manos, y se apartó de Jaralis en un solo movimiento fluido.

“Eres rápido, pero golpeas como una chica. De hecho, te haces ver rápido, pero realmente no lo eres tanto,” lo provocó Jaralis.

Fohl se sacudió el polvo, encaró a Jaralis, y se preparó para luchar nuevamente.

“¿¡Qué acabas de decir!?” gritó él.

“¿Oh? Onii-sama, parece que después de todo eres bastante resistente,” dijo Atla.

“Esto no es nada comparado con mi entrenamiento en la aldea. Espero que no vayas a decirme que esos ataques eran lo mejor que tienes,” provocó Fohl a Jaralis.

Jaralis resopló y su aura se hizo incluso más amenazante que antes. Supongo que eso significaba que él se había estado conteniendo. Después de todo, sus ataques habían sido lo suficientemente lentos como para que yo fuera capaz de seguirlos con facilidad. Raphtalia o Filo no habrían tenido problemas esquivando y contraatacando.

Ahora que Fohl lo mencionaba, recuerdo que él no solo había estado entrenando diariamente, sino que también tenía que luchar contra Atla cada noche. “Resistente” después de todo puede haber sido una descripción apropiada. Quizás él había recibido los ataques a propósito para tener una idea de la fuerza de su oponente.

“¿Por qué lucharía en serio contra un hakuko mestizo? No me insulten,” respondió Jaralis.

“¡Nada es más insultante que no tomar en serio a un oponente!” gritó Fohl furiosamente.

Sus ojos estaban encendidos.

“¿Alguna vez has estado en un verdadero campo de batalla? No es un lugar para que los aristócratas jueguen a ser duros,” se burló Fohl.

Jaralis dejó salir un rugido de furia.

“¡Mocoso bocón! ¡Lamentarás eso!” estalló él.

Los dos continuaron discutiendo, pero yo regresé mi atención hacia Atla y el minotauro. Este duelo se suponía que fuera una batalla por equipos, pero simplemente había terminado en dos batallas de uno a uno. No es como si me importara de qué forma fuera.

“¡Aquí voy! ¡Aiya!” gritó Atla.

¡El minotauro rugió un grito de batalla y balanceó su hacha hacia abajo con toda su fuerza! Pero el camino del hacha misteriosamente cambió hacia un lado, y la hoja solo cayó junto a Atla.

“Hmph…”

“Yo no sería golpeada por un ataque como ese ni en un millón de años. ¡Si todo lo que tienes es tu fuerza sobrehumana, entonces desviar es pan comido!” se mofó Atla.

“¡Esto se está poniendo interesante! ¿¡Entonces qué tal esto!?” gritó el minotauro.

Él agarró su hacha con ambas manos y la sostuvo directamente en frente de sí mismo. Luego tomó una postura amplia y cerró sus ojos. ¿Ah? ¿Qué estaba haciendo? El hacha comenzó a brillar tenuemente.

“No subestimes la fuerza pura. Tus pequeños trucos no funcionarán si la fuerza es tan grande como para que no pueda ser desviada,” dijo él.

“Impresionante. Atacar lo es todo para ti. Admiro eso. En ese caso, no me contendré. ¡Desviaré todo lo que puedas enviar hacia mí!” respondió Atla.

“¡Es mejor que no creas que lo único que tengo es fuerza!”

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El minotauro dejó salir otro grito de batalla largo y ensordecedor. Patrones extraños de pronto aparecieron en la superficie de su cuerpo y sus músculos comenzaron a crecer. ¿Pero ese grito de batalla realmente era necesario? Duró tanto que me distraje por un segundo.

“E-eso es…” murmuró Raphtalia.

Ella estaba sin palabras.

“¿Pasó algo?” pregunté.

“No es igual que la técnica Activación Muso, pero es similar a una versión menor del Haikuikku de Filo. Él está incrementando sus estadísticas al hacer circular poder mágico a través de su cuerpo,” explicó ella.

Hmph, supongo que él realmente era un guerrero legendario.

“¿Oh? Eso es interesante. Déjame intentarlo también,” dijo Atla.

Y así como así, algo parecido al poder mágico comenzó a acumularse alrededor de Atla. Podía sentirlo gracias a mi entrenamiento con la Forma del Rasgo de Dragón.

“Justo como sospeché, tú debes ser una prodigio. ¡Aquí voy!” gritó el minotauro.

Atla exhaló profundamente y el sonido de su respiración llenó el salón. ¡El minotauro era rápido! Ver un cuerpo de ese tamaño moverse tan rápido me recordaba a Filo luchando en su forma de Reina Filorial.

“Vaaaya, ambos son taaan rápidos,” dijo Filo.

Ella era capaz de seguir sus movimientos con sus ojos. Supongo que eso no era de sorprender, considerando que ella también se podía mover así.

“¡Veamos cómo lidias con esto! ¡Toro Aplastante!”

El minotauro plantó su pie con firmeza y balanceó su hacha verticalmente hacia Atla.

“En efecto, sería mi fin si ese ataque conectara. Pero no voy a solo quedarme aquí de pie,” respondió Atla.

Ella saltó hacia el lado con un paso ligero y anticipó el camino del hacha, dándole una patada rápida a la hoja desde el costado mientras bajaba con fuerza. En un movimiento fluido, ella continuó con golpes usando su codo, su talón, y su puño antes de dar un golpe final con forma de estocada. Hubo un sonido de estallido fuerte, y algo como poder mágico explotó desde el hacha y se dispersó.

“¡Hmph! ¡Pensar que tal evasión sería posible!” se burló el minotauro.

“Saqué el poder mágico que concentraste en la hoja y lo usé para contrarrestar el poder de tu balanceo. Es una técnica que uso frecuentemente para desviar los ataques de mi rival,” respondió Atla.

El minotauro dio un gruñido ligeramente irritado.

“Hacer tal muestra imprudente de fuerza vital solo está pidiendo ser repelida. Necesitas ya sea esperar hasta el momento antes de impactar para canalizar la fuerza vital o solo hacerla tan concentrada que sea indetectable. De otra forma nunca asestarás el ataque,” continuó ella.

Miré hacia Raphtalia sin decir nada.

“Ella tiene razón. Eso es lo mínimo que tienes que hacer para atravesar la defensa de Atla,” dijo ella.

En otras palabras, Atla no tenía problemas en frustrar la movida definitiva del minotauro, gracias a haber practicado con Raphtalia. Supongo que eso significaba que su práctica era al menos tan intensa como lo era esta batalla.

Hmm, de seguro era poco conveniente no ser capaz de ver la fuerza vital. Yo quería aprender cómo de una vez, pero simplemente no podía hacerme el tiempo. Por otro lado, tenía la sensación de que últimamente estaba comenzado a verla.

“¡Ya veo! ¡Hablas de algo así!” gritó el minotauro con emoción.

Justo como Atla sugirió, él agitó su hacha y el poder estalló de la hoja en el último segundo, justo antes del impacto.

“¡Necesitas práctica! ¡Ahora es mi turno!” dijo ella.

Habiéndose agachado para esquivar el ataque del minotauro, Atla dio un golpe rápido hacia su estómago, su brazo, y finalmente a su espalda luego de pasar bajo su brazo y dar vuelta a su alrededor. Inmediatamente después, se escuchó un sonido fuerte de rompimiento.

“Urg… ¡gah! Un buen ataque para un cuerpo pequeño y débil…”

El minotauro se tragó la sangre que había llenado su boca y mostró una sonrisa combativa hacia Atla.

“¿Oh? Parece que eres mucho más resistente de lo que esperaba,” dijo ella.

“Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que luché con alguien que despertó mi sangre de esta forma. Esto está comenzando a ponerse divertido. La gracia natural de tus movimientos es inusual para un hakuko. ¡Quiero más! ¡No dejes que la diversión termine aún!” exclamó el minotauro.

El oponente de Atla de seguro parecía estar disfrutando su lucha.

“¡No tengo el tiempo para desperdiciarlo luchando todo el día contigo, pero admitiré que estoy disfrutando esto!” dijo ella.

“¡Entonces hagámoslo!” gritó él antes de liberar otro grito de batalla.

No sé si el minotauro usó magia o qué, pero sus cuernos de pronto se hicieron más grandes y afilados. Él se inclinó hacia el frente como si estuviera a punto de arremeter y apuntó sus cuernos hacia Atla.

“Oh vaya, en efecto, ese parece ser un ataque feroz. Supongo que vas a arremeter hacia el frente y luego usarás ese impulso para atacar con tu hacha—una transferencia de energía cinética,” dijo ella.

“Bien leído, chica ciega. Puedo decir con confianza que tú eres una de las luchadoras más formidables que conozco, incluso dentro de Siltvelt,” respondió el minotauro.

“¡Me halagas! Supongo que debería apresurarme y hacer algo acerca de esa fuerza sobrehumana que tienes,” dijo ella.

Ella se paró de puntillas como una bailarina y estiró su mano hacia el minotauro. Atla de seguro era mucho más vistosa que Fohl cuando se trataba de luchar.

Miré hacia Fohl. Él estaba intercambiando golpes con Jaralis. Bueno, no. De hecho, Fohl era el que estaba dando todos los golpes. Era un claro contraste al enfoque defensivo de Atla. Con eso dicho, Jaralis estaba esquivando todos sus puñetazos con un movimiento de pies muy elaborado. Para colmo, Jaralis debe haber sido más inclinado tácticamente que Fohl, ya que él también estaba usando herramientas a su favor.

“¡Toma esto!” gritó Jaralis.

“¿¡Eso de nuevo!?” se quejó Fohl.

Jaralis lanzó una bomba de humo hacia el suelo y el humo se esparció alrededor de Fohl. Yo realmente deseaba que dejara de hacer eso, ya que hacía difícil ver la batalla. Fohl parecía entender el peligro potencial de tal cosa, ya que salió del humo inmediatamente. Pero justo mientras lo hacía, Jaralis lanzó algo hacia él que se veían como clavos de metal. ¿Se suponía que él era alguna clase de ninja asesino? Había un montón de armas similares esparcidas por el área.

“¡Peleas sucio! ¡Pensé que supuestamente esta era una lucha a mano limpia!” gritó Fohl.

“¿Sucio? ¡Yo prefiero decir que peleo con inteligencia!” respondió Jaralis.

Él sacó una espada larga que estaba cubierta de decoraciones y la balanceó hacia Fohl. Debe haber estado escondida bajo su manto todo este tiempo.

“Nunca dije nada acerca de a mano limpia. Pase lo que pase, la victoria le pertenece al último hombre en pie,” dijo él.

Supongo que realmente no habíamos fijado ninguna regla con respecto a los detalles. Y el oponente de Atla estaba usando un hacha también. No había una regla contra las armas. Sin embargo, aun así no me gustaba cómo él había comenzado desarmado para más tarde comenzar a usar armas ocultas repentinamente. ¿Él realmente creía que podía escabullirse si yo lo objetaba?

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“¿¡Qué pasó con toda esa confianza!?” dijo Jaralis provocativamente luego de cortar el brazo de Fohl con la espada que había estado ocultando.

“¡Ugh!” gruñó Fohl.

Luego de ser atacado, él miró hacia la herida en su brazo y entonces puso una mano sobre su frente como si se estuviera mareando.

“¿Qué tan deshonesto puedes ser?” murmuró él.

“¿No estabas escuchando? ¡Ganar es todo lo que importa!” rugió Jaralis.

“Idiota. No tienes ni idea de lo que es el honor en batalla. ¡Tú nunca conocerás la fuerza verdadera!” gritó Fohl.

Por un momento pareció que él iba a desmayarse, pero rápidamente recuperó la compostura y miró hacia Jaralis, de pie firme como si nada hubiera pasado.

“¿Qué?” murmuró Jaralis.

“¡No sé qué veneno usaste, pero será necesario más que eso para derrotarme!” exclamó Fohl.

¡Oh! Él ahora sonaba como un verdadero tipo rudo. Por curiosidad, le di un vistazo a las estadísticas de Fohl. Debería haber sido capaz de saber si él había ingerido algún veneno, pero nada se veía fuera de lo ordinario. Supongo que eso significaba que ya lo había anulado.

“Justo como esperaba de un hakuko,” susurró el viejo genmu.

Gracias a Atla, Fohl se estaba haciendo más fuerte con cada día que pasaba. Practicar con ella supuestamente me ayudaría a despertar alguna clase de poder latente, pero casi parecía que él me había vencido en ello.

“¡Hmph! ¡De seguro hablas mucho para alguien que apenas puede permanecer de pie!” rugió Jaralis.

“¡Ya he tenido suficiente de tus ataques sucios!” gritó Fohl.

Él bloqueó la espada de Jaralis y la partió en dos antes de golpearlo en la cara.

“¡Gah!”

Sangré brotó de la nariz de Jaralis. Él agarró su cara y se quejó del dolor.

“Ugh… Cómo te atreves… ¡Cómo te atreves a dejar una cicatriz en mi rostro! ¡No eres más que un hakuko mestizo y patético!” rugió Jaralis.

Este tipo me recordaba a alguien—su forma de hablar arrogante. ¿Quién era? Sabía que se trataba de alguien con quien no había interactuado mucho. Simplemente recordaba que él tenía un sentido del orgullo desmesurado y lograba presentarse a sí mismo como alguien educado mientras todavía era insolente. Si prestabas atención cuidadosamente, quedaba claro que él era un megalómano egoísta.

¡Y entonces lo recordé! Jaralis daba la misma vibra que Armadura, uno de los antiguos compañeros de grupo de Itsuki. Estaba feliz de recordarlo, ya que me habría molestado por siempre.

“Umm, ¿Naofumi-sama? ¿En qué está pensando? Es algo que no tiene nada que ver con el duelo, ¿no es así?” preguntó Raphtalia.

“¿Ah? No, en realidad no,” respondí.

Me sacudí su pregunta, satisfecho de mi revelación. Tenía mucho sentido. Jaralis era un megalómano que estaba tratando de sacar ventaja de un héroe. Igual que Armadura. ¡Y era malditamente arrogante!

“¡Mestizo! ¡Mestizo!” ¡Eres tan molesto! ¿¡Entonces tus tácticas sucias supuestamente son nobles!?” gritó Fohl.

“¡Ugh! ¡Nunca paras! ¡La forma en la que me insultas constantemente me recuerda a tu padre!” respondió Jaralis.

“Me estaba preguntando cuándo mencionarías a mi padre. Me dijiste que preguntara con mis puños, pero tus puños no me dicen nada de él. Simplemente estaba pensando lo decepcionante que era,” dijo Fohl.

“¡Bah! ¡Ese hombre fue desheredado por sus padres y dejó su propio país, y aun así parecía conocerlos a todos! ¡Solo pensar en él me hace enojar!” rugió Jaralis.

¿Él estaba celoso? Había algo sospechoso aquí.

“Sí, temprano esta mañana hablé con un hakuko que conocía a mi padre, y él me dijo que tú luchaste en la misma guerra en la que mi padre murió,” dijo Fohl.

Me volví hacia el hakuko que estaba de pie detrás del viejo genmu.

“¿Cuál es la historia detrás de eso?” pregunté.

El viejo genmu respondió, “El padre de ese chico hakuko muy probablemente era el hijo de Tyron, un hombre que una vez gobernó Siltvelt con su carisma extraordinario. El hijo de Tyron fue un hombre valiente, pero le desagradaba la guerra y su relación con Tyron se vio afectada por eso.”

Ya había supuesto todo eso. En lo que yo estaba interesado era en lo que venía después. Creí recordar algo acerca de él comprometiéndose con la hija menor de Basura.

“Un día, el hijo de Tyron estaba en Melromarc tratando de completar un tratado de paz. No supe esto hasta después, pero alguien en Melromarc le tendió una trampa. Ellos asesinaron a los miembros de la facción pacifista con los que él se iba a reunir y luego inculparon al hijo de Tyron,” continuó él.

“¿Oh?”

“Luego de eso, el hijo de Tyron desapareció. Eso fue hasta que el país en donde se estaba escondiendo se involucró en una guerra. Cuando su verdadera identidad fue descubierta, él fue forzado a ir a la guerra como un soldado por uno de los aliados. Ahí muy probablemente fue cuando llegó a conocer a Jaralis,” explicó el genmu.

Hmm… Habiendo visto cómo luchaba ese león bastardo, podía imaginar qué había salido mal cuando los dos se conocieron. El padre de Fohl era un hombre valiente. A Jaralis le gustaba luchar sucio y probablemente amaba hacer ataques sorpresa.

“¡Vamos, escúpelo! ¡Háblame de los momentos finales de mi padre!” demandó Fohl.


“¡Hmph!¡Por supuesto, él arremetió directo hacia el enemigo como un idiota y murió en batalla! ¡El idiota fue sobrepasado por mucho y ni siquiera pudo derrotar a un solo enemigo!” se burló Jaralis.

“¡Mentiras! ¡No hay forma de que mi padre fuera así de débil! ¡Él era un hombre amable, pero se plantaba valientemente cuando se trataba de una batalla!” exclamó Fohl.

Me preguntaba qué clase de padre realmente había sido.

“Él disfrutaba leer libros cuando era niño. Sus talentos naturales sobrepasaban incluso a los de Tyron, pero él hizo todo lo que pudo para evitar luchar. Aun así, él no era menos impresionante que su padre cuando decidía luchar,” dijo el viejo genmu.

“¿Así que él era más como un Tipo Amable?” pregunté.

El viejo genmu asintió. Realmente no había esperado que Tipo Amable fuera traducido. Como sea, eso tenía sentido. Así que él estaba dispuesto a luchar cuando era necesario, pero de otra forma tendía a ser afable. Lo estaba imaginando completamente como un personaje de un anime, un manga, o algún juego. Ese tipo era demasiado cliché.

“¿Amable como es el Maestro cuando está acariciando a Raph-chan?” preguntó Filo.

“Podrías estar cerca. Naofumi-sama no tiene piedad con sus enemigos, pero considerando la forma en la que cuida de todos, ellos sí parecen muy similares,” dijo Raphtalia.

“¡Se equivocan!” grité.

Yo era un tirano. Yo no era un Tipo Amable. ¡Y para ser honesto, antes de venir a este mundo yo solo era un otaku frívolo! ¿¡Qué estaban pensando!?

Continuamos hablando y Fohl dio otro golpe hacia Jaralis. Determinado a no perder, Jaralis sacó una lanza plegable de su espalda e intentó contraatacar con ella mientras esquivaba el puñetazo feroz de Fohl. La punta de la lanza de pronto se desprendió y salió disparada directo hacia la cara de Fohl. Pero Fohl debió haber anticipado el ataque, ya que inclinó su cabeza hacia el costado y la esquivó.

“¡Ja! ¿Realmente creíste que un ataque como ese funcionaría? ¡Los mercenarios en Zeltoble son mucho más sucios que eso!” exclamó él.

Bueno, sí, después de todo, Zeltoble básicamente era un montón enorme de cobardes.

“¿Dices que fueron compañeros de armas? ¡Sacrilegio! ¡Cualquiera sea la verdad, no confío ni en una palabra que salga de tu boca!” continuó Fohl.

“¿¡Qué!? ¿¡Te atreves a tratar de deshonrarme!? ¿¡Un mestizo patético como tú!? ¡Has ido demasiado lejos!” rugió Jaralis.

“No puede ser…” murmuró Werner.

Él debe haber sabido algo que yo no, ya que se veía horrorizado. Pero eso no me importaba por el momento. El rugido del león llenó el salón. Pensaba que el león supuestamente era el rey de la sabana. ¿Realmente eran criaturas tan cobardes? Bueno, supongo que este era otro mundo. Y este bastardo solo era un teriántropo. Él probablemente creía que nada estaba fuera del límite en tanto ganara.

Por el contrario, esta batalla estaba haciendo que Fohl se viera mejor. Él había estado al borde de ser declarado el más débil de todos nosotros.

“¡Deja de jugar! ¡Ayúdame a acabar con este bastardo de una vez!” le gritó Jaralis al minotauro.

Él le ordenó al minotauro que le ayudara a derrotar a Fohl, pero el minotauro estaba completamente absorto en su batalla con Atla y no estaba escuchando.

“Nunca he visto a nadie esquivar de esa forma. Tratar de golpearte es como batear una pluma danzando en el viento—¡tan difícil!” dijo el minotauro.


Cada vez que el minotauro atacaba, Atla desviaría el ataque con sus manos desnudas y luego comenzaría a moverse. Él estaba admirando la forma en la que ella lograba desviar cada uno de ellos, sin importar cuán hábilmente había sido ejecutado el ataque. Había esperado que él fuera sobrepasado por la ira y comenzara a atacar alocadamente, pero parecía ser más del tipo “guerrero intelectual”. Él permaneció en calma y centrado durante la batalla. Estaba claro que él era un luchador formidable.

“¿¡Entonces qué hay de esto!?” gritó él.

Con un sonido metálico fuerte, su hacha se dividió justo en la mitad, transformándose en dos hachas de batalla de una mano. Él balanceó las hachas hacia Atla desde ambos costados en un intento de aplastarla como un sándwich para que así ella no pudiera desviar el ataque.

“Eso puede ser desviado de esta forma,” respondió Atla.

Mientras las hachas caían hacia ella desde ambos costados, ella puso una mano sobre cada una y luego saltó hacia el aire con tanta gracia como si estuviera danzando. Con un grito determinado, el minotauro alteró la trayectoria de las hachas en un intento de aplastarla desde arriba y desde abajo. Pero Atla puso cuidadosamente su mano sobre la hoja del hacha de arriba y se jaló a sí misma encima de ella en un movimiento rápido y fluido.

“¡No escaparás!” rugió el minotauro.

“En efecto. Porque ahora te tengo justo donde quiero,” respondió ella.

“¿¡Qué!?” exclamó él.

“Finalmente dejaste una abertura. Ahora bien, me pregunto cuánta resistencia te queda luego de todo eso. En cuanto a mí, solo he estado saltando por los alrededores y desviando tus ataques,” dijo Atla.

Atla aterrizó en el suelo y cerró la brecha con el minotauro en un instante antes de liberar una ráfaga de golpes hacia su pecho.

“¡Ugh! ¡Gah! ¡Argh! ¡No he terminado contigo!” rugió el minotauro.

A pesar de estar siendo forzado a inclinarse hacia atrás y caer hacia el suelo, él se recuperó y regresó a una posición erguida, pero sus hachas se deslizaron de sus manos y cayeron al suelo.

“No serás capaz de usar tu fuerza por un tiempo. La sellé con esos golpes,” dijo Atla.

“¡Aun así no voy a dejarte ganar!” gritó él.

El mismo poder mágico que él había canalizado en su hacha cuando la blandió antes de pronto comenzó a estallar desde cada centímetro de su cuerpo.

“Como un guerrero legendario, nunca te das por vencido,” dijo Atla.

“Tu noble sentido de la compostura me recuerda el espíritu de ese hombre. ¡Ja! ¡Me agrada!” exclamó el minotauro.

Los dos estaban realmente sumergidos en el duelo. Mientras tanto, Jaralis todavía estaba gritándole al minotauro para que concentrara sus ataques en Fohl.

“¡Ugh! ¿¡Por qué estoy rodeado de bárbaros!? ¿¡No entiendes el concepto de estrategia en una batalla!?” gruñó Jaralis.

“¿Estrategia? ¡Ja! No me hagas reír,” dije con una risita.


Jaralis miró hacia mí.

“Eso no es estrategia. Eso eres tú pidiendo ayuda porque estás a punto de perder. La forma en la que estás luchando es demasiado descuidada como para ser llamada estrategia,” continué.

Incluso si el minotauro hubiera estado escuchando, ¿qué estaba planeando hacer Jaralis acerca de Atla? No es como si ella solo fuera a quedarse ahí de pie tranquilamente y mirando a los dos derrotar a Fohl. Bueno, supongo que era posible en el caso de Atla. Pero, de cualquier forma, indudablemente habría habido consecuencias.

“Usas un montón de armas ocultas y ataques sorpresa, y luego vas a pedirle ayuda a tu amigo cuando estás a punto de perder. También puedo imaginarte culpándolo por todo cuando pierdas el duelo. Lo siento, pero no voy a dejarte hacer eso. Usaré mi autoridad como el Héroe del Escudo para asegurarme de que él sea protegido,” dije.

“Ugh…”

¡Oh! ¡Genial! Me gustaba la forma en la que me miraba. Él actuaba como si la pertenencia fuera muy importante, pero solo era un bastardo codicioso. Hablando honestamente, odiaba a los de su tipo. Es por eso que hacerlo enojar se sentía tan bien. Los comerciantes de esclavos también eran escoria, pero este tipo era un tipo diferente de escoria. Podía notar que él en lo profundo me despreciaba. De hecho, él hacía que los comerciantes de esclavos parecieran buenos sujetos, ya que no podías saber lo que realmente estaban pensando.

“Tu nombre era Jaralis, ¿cierto? Tiene sentido que tú tomes toda la responsabilidad, ¿no crees? No hay ni una maldita forma de que vaya a permitirte salir libre de culpa,” dije.

“Umm, Naofumi-sama, ¿por qué se ve como si estuviera disfrutando mucho esto?” preguntó Raphtalia.

“¿Ah? Porque él probablemente es quien está detrás de todo esto. Si las cosas salen bien, planeo usar cualquier medio necesario para hacerlo confesar, ya sea tortura, drogas, o lo que sea,” respondí.

“No puedo creer que acabas de admitir abiertamente algo tan extremo. Incluso yo no estaba esperando eso,” dijo Sadina.

“¿Hm?” preguntó Filo.

“Oye, Filo, si este tipo dice alguna mentira más, siéntete libre de sacarle la verdad,” le dije.

“¡Bieeeen, lo haré!” respondió ella.

“Estoy muy seguro de que puedo fabricar un suero de la verdad con mi escudo. Nunca antes tuve una razón para hacerlo hasta ahora. Quizás fabricaré uno absurdamente poderoso y lo probaré en él,” dije.

Después de todo, nosotros casi habíamos sido envenenados. De seguro estaría bien usar un suero de la verdad en el sospechoso principal.

“O quizás deberíamos ver si puedes beber más que yo. Te daré algo de ventaja. Quiero decir, estaremos compitiendo usando frutas de rucolu, así que probablemente no será de ayuda,” continué.

Todos los líderes de Siltvelt se quedaron sin aliento y cubrieron sus bocas con sus manos. La idea de comer una fruta de rucolu parecía bizarra para ellos.

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“¡Oh vaya! ¡Yo también quiero competir!” exclamó Sadina.

“Ah sí, antes me estabas contando todo acerca de la fruta de rucolu, ¿no fue así?” respondí.

Ella había mencionado que la fruta a veces era usada para asesinar personas. Podía inducir una grave intoxicación alcohólica.

“Eso suena bien, ¿cierto? Tendrás el privilegio de beber junto a un héroe. Incluso si te emborrachas y terminas muerto, morirás feliz, ¿cierto?” continué.

Todo lo que él decía era mentira. Él solo era un pedazo de escoria aprovechándose del país. Nada malo podría salir de deshacerse de él.

“Sin embargo, no puedes pensar seriamente que te voy a dejar salir libre de culpa luego de que pierdas. No subestimes a los héroes,” dije.

“¡Deja de decir tonterías, extraterrestre!” rugió Jaralis.

Sus ojos estaban ardiendo de ira. Supongo que él finalmente iba a mostrar sus verdaderas intenciones. Apenas había tenido que presionarlo—hacerlo caer había sido pan comido. Pero en serio, simplemente me había cansado de escuchar sus excusas.

“Fohl, apresúrate y acábalo. Atla está disfrutando demasiado su pelea. Ella simplemente va a seguir con eso por siempre si no la detienes,” dije.

“¡No tienes que decírmelo! ¡Ya me cansé de jugar!” gritó Fohl.

Fohl se agachó, estiró sus manos, y juntó sus palmas. ¿Qué era eso? Se veía como una pose que un personaje de un juego de peleas haría antes de usar un ataque definitivo realmente impresionante. O quizás un ataque definitivo que le pertenecía a Súper Vegeta… Cualquiera de esos habría estado bien, en cuanto su cabello no se volviera puntiagudo y rubio. Eso habría sido inaceptable. (NT: Aquí en inglés dice “Or maybe a special move that belonged to some Super Vegeta . . . ble Man.”, terminando la frase al agregar una parte para decir “verdurero” o algo así. Quizás fue para evitar todo lo referente a los derechos de autor, pero como en esta traducción eso no tiene sentido, solo lo dejé como Vegeta)

“Técnica de Puño del Hengen Muso…” dijo Fohl tranquilamente.

Podía notar que se estaba concentrando mucho. Vi algo aparecer entre sus manos antes de que él las apretara con fuerza para formar unos puños. ¿Eso significaba que nada iba a salir disparado de ellas?

“Naofumi-sama, ¿por qué está mirando a Fohl con una mirada de decepción en su rostro?” preguntó Raphtalia.

“Es solo que esperaba que él disparara algo de sus manos luego de hacer una pose como esa. Quiero decir, incluso Melty pone sus manos en frente de ella cuando dispara magia y esas cosas, ¿cierto?” respondí.

“Creo que entiendo lo que trata de decir, pero tengo la sensación de que usted está imaginando algo completamente diferente de lo que imaginaríamos nosotros,” dijo ella.

Eso no era cierto. Yo solo quería ver alguna clase de movida súper secreta, eso es todo.

“¡Puño del Asesino de Tigres!” gritó Fohl.

Él corrió hacia Jaralis y golpeó con su puño directamente a través de la lanza en las manos de Jaralis y hacia su estómago. No había esperado que él conectara un golpe limpio así de fácil.

“¡Gaaaahhhhh!”

El puñetazo poderoso de Fohl mandó a volar por el aire a Jaralis y hacia la pared, la cual se agrietó cuando su cuerpo se estrelló en ella. Él había volado justo entre Atla y el minotauro mientras ellos se estaban analizando el uno al otro, y ambos volvieron su atención hacia él por la sorpresa.

“¡Hmph! ¡Eso fue demasiado fácil!” declaró Fohl.

Él se cruzó de brazos con confianza. No sabía si Jaralis solo había sido débil o si Fohl de hecho era fuerte.

“Oh vaya, eso fue impresionante,” dijo Sadina.

“Eso creo,” respondí.

“¡Atla! ¡Voy a ayudarte!” gritó Fohl.

“Eso no será necesario. Soy yo quien debe luchar esta batalla,” respondió ella.

“Hmph… ¡No me importa! ¡Vengan!” exclamó el minotauro.

“¡Atla!” lloriqueó Fohl.

“¡Onii-sama, estás en mi camino!” gritó ella.

Atla le dio un golpe rápido a Fohl en el pecho cuando la ignoró y trató de interferir de todas formas. Él se agarró el pecho y cayó de rodillas.

“Ugh…”

“Supongo que eso significa que Atla es la más fuerte,” dije.

Que Fohl pareciera fuerte debe haber sido una ilusión. ¡Pero en serio, Atla! ¿Qué pasó con mostrarle a los ciudadanos de Siltvelt su orgullo y dignidad como una sirviente del Héroe del Escudo?

“¡Muy bien, aquí voy! ¡Esto termina aquí!” rugió el minotauro.

“¡Que así sea!” respondió Atla.

El minotauro fusionó las dos hachas de batalla en una sola hacha y la sostuvo detrás suyo como si fuera a arrastrarla junto al suelo.

“¿Eso de nuevo? Las técnicas son mucho menos impresionantes una vez que ya han sido usadas,” dijo ella.

“Esta es una diferente. Lo verás cuando te golpee,” respondió él.

“Lamento decepcionarte, pero también voy a ver a través de esta.”

“¡Ja! ¡Esto fue divertido, heredera de Tyron!”

“N-no me digas… ¡Héroe del Escudo, aquí estamos en peligro!” me advirtió Werner.

“Estamos bien. ¿Quién crees que soy?” respondí.

Yo era el Héroe del Escudo. Mi valía como un héroe sería cuestionable si no pudiera soportar un ataque o dos. Y si hubiera un enemigo capaz de ejecutar un ataque que yo no pudiera soportar, probablemente sería conveniente para todos si yo me quedara y me asegurara de que el enemigo cayera conmigo.

“Me encargaré de cualquier bala perdida que venga en nuestra dirección. Eso hará las cosas simples si eso es todo lo que se necesita para probar que yo soy el Héroe del Escudo,” continué.

El minotauro siguió arremetiendo hacia el frente, y el suelo debajo de sus pies se agrietó y sucumbió con cada paso. Atla corrió directo hacia él.

El minotauro dejó salir un grito de batalla ensordecedor y una masa de poder mágico girando se derramó de su boca y tomó la forma de un toro. Era una escena increíble. Incluso si fuera yo tratando de bloquear ese ataque de frente, el impacto probablemente nos habría enviado a mí y a mi escudo a volar. No es que planeara alguna vez ser lo suficientemente descuidado como para tener que tomar un ataque de frente.

“¡Estampida del Toro de Hierro!”

El minotauro levantó su hacha hacia lo alto del aire y luego la lanzó hacia Atla. El hacha tomó la forma de un toro y salió volando hacia ella.

“Oh vaya, ese en efecto es un ataque potente y temible. Una técnica tan arcana ciertamente es merecedora de elogios,” dijo Atla.

Y aun así ella se veía completamente relajada. El ataque arremetió directo hacia ella en la forma de un toro furioso. Atla saltó directo hacia el toro y golpeó con su dedo justo entre sus ojos. Con otro grito de batalla ensordecedor, el minotauro arremetió luego, como si se fusionara con el toro furioso hecho de poder mágico. Atla exhaló poderosamente y un silbido sonoro reverberó a través del salón.

“¡Haaa!” gritó ella.

Ella cambió de usar un solo dedo a su mano completa, y luego a ambas manos para detener en su lugar al toro furioso. Tenía la sensación de que podía ver algo como energía vital concentrada emanando de sus manos.

“Yo también me tomaré la libertad de atacar. Esta es mi imitación de la técnica del Hengen Muso Punto de Concentración—no, ¡eso la convierte en Esfera de Concentración!” exclamó ella.

Atla sostuvo al toro furioso en su lugar con una mano y comenzó a formar una pequeña esfera de luz en su otra mano. Creció por varios segundos antes de insertarla dentro del cuerpo del toro en el punto entre sus ojos. El minotauro comenzó a aullar, pero entonces se detuvo de pronto.

“¿¡Urgah!?”

A pesar del hecho de que nosotros estábamos viendo desde una distancia relativamente lejana, podíamos ver la pequeña esfera de luz avanzar a través del cuerpo del toro furioso hacia el corazón, donde luego explotó.

El poder mágico que había tomado la forma de un toro furioso se rompió y se disipó, revelando una vez más al minotauro. Él estaba ahí de pie inmóvil con el dedo de Atla descansando en el punto entre sus ojos.

“Magnífico. Tu suavidad, más que tu dureza, te diferencia de Tyron. Pero eres una clara reencarnación de su espíritu,” dijo el minotauro.

“Viniendo de ti, no podría haber un elogio mejor. Acepto tus palabras con gratitud,” respondió Atla.

“Desearía poder decir que estaré esperando encontrarte en el campo de… batalla… algún… día.”

En el momento en que terminó su oración, el minotauro colapsó en el suelo con un sonido fuerte. Atla no parecía haber recibido mucho daño. Eso no hacía parecer muy fuerte al minotauro, pero quizás yo estaba equivocado.

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“Oye, Sadina. ¿Qué tan fuerte era ese tipo con el que Atla acaba de luchar?” pregunté.

“Hmm… Lo suficientemente fuerte como para no estar segura de que yo pudiera haberlo derrotado sin usar tus incrementos de estadísticas de héroe,” respondió ella.

Usarse a sí misma como referencia no hacía las cosas más claras. Supongo que era mi culpa por preguntarle. Sin embargo, ponerlo de esa forma debe haber significado que él era bastante poderoso.

“Él no solo tenía poder, sino que también velocidad. Su estilo de batalla era creativo y arriesgado. Y cada uno de esos aspectos eran del más fino calibre. Puedo decir confiadamente que él era un guerrero único,” dijo Atla orgullosamente.

Miré hacia Werner y el genmu y ellos asintieron de acuerdo.

“Él era considerado uno de los más poderosos guerreros en Siltvelt, solo por debajo del Héroe de la Garra. Hablando prácticamente, eso pone a cualquiera que pudiera derrotarlo dentro de los mejores guerreros de élite,” dijo Werner.

“Mestiza o no, el espíritu de esa chica hakuko no podría ser más puro. No hay una mejor personificación de un guerrero de Siltvelt que ella. Eso es un hecho,” agregó el genmu orgullosamente.

“Odio admitirlo, pero tienes razón. Ella es digna de ser considerada una hakuko y una miembro de una de las cuatros razas de élite de Siltvelt. Aunque como una sirvienta, todavía tengo dudas acera de su fuerza, entre otras cosas,” dijo Werner.

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“¿Una hakuko? Eso es irrelevante. Yo solo hice mi deber como una sirvienta de Naofumi- sama. Ya sea que yo tenga o no sangre humana corriendo por mis venas no tiene importancia,” respondió Atla.

“¿Oh? Bueno, eso también está bien. Podemos decidir quién estará en la cima de las cuatro razas de élite de Siltvelt en una fecha posterior. Lo importante ahora es prometer nuestra lealtad al Héroe del Escudo. Nada más,” dijo Werner.

Yo simplemente no podía entender la forma en la que ellos hacían las cosas en este país. Pero, sin embargo, esto significaba que nosotros finalmente seríamos capaces de conseguir ese barco hacia Q´ten Lo y—

“Todavía no… Todavía no estoy… acabado… Todavía no he perdido…”

Golpeado y ensangrentado, Jaralis murmuró desafiantemente mientras se esforzaba para ponerse de pie.

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