Youkoso Jitsuryoku Shijou Shugi no Kyoushitsu e

Volumen 2

Capítulo 3: El Testigo Inesperado

Parte 6

La entrada principal de la escuela estaba repleta de estudiantes que iban camino a casa para pasar el resto del día.

Estaba un poco preocupado por cómo podría encontrarme con Ichinose, pero mis preocupaciones se resolvieron inmediatamente. Ella consiguió destacarse, incluso entre tantos estudiantes.

Aunque su linda apariencia pudo haber sido parte de la razón, también se sentía como si ella tuviera una presencia que controlaba el área.

Honestamente, no sabía cómo describirlo. Sólo podía describirlo vagamente como un sentimiento gentil, pero poderoso. Algo que se vio amplificado por la atención que recibió de los estudiantes de primer año que la rodeaban.

Era similar a la atención que recibió Kushida, si no más. Ella era popular con todos, siendo constantemente llamada por los otros estudiantes uno tras otro. Como resultado, perdí unos 5 minutos tratando de encontrar el momento adecuado para llamarla.

“¡Ah! ¡Ayanokouji-kun, por aquí!”

Ichinose finalmente me notó y me llamó.

Fingí que acababa de llegar al levantar la mano y me reuní con ella.

“Entonces, ¿qué debo hacer ahora?”

“Tengo la intención de terminar esto lo antes posible, así que sígueme.”

Me puse los zapatos y seguí a Ichinose al otro lado de la escuela.

Finalmente llegamos detrás del gimnasio. Parecía un lugar ideal para hacer una confesión.

“Bueno…”

Después de tomar un momento para prepararse, Ichinose se giró para mirarme. No puede ser…. Ichinose, ¿¡se me va a confesar!?

“Confiesa…”

No, algo como eso.

“C… Creo que alguien se me va a confesar aquí.”

“…¿Huh?”

Entonces Ichinose me mostró una carta.  Era una dulce carta de amor sellada con un lindo adhesivo con forma de corazón. Aunque sería descortés que yo mirara dentro, tomé la carta cuando me lo pidieron. No parecía que la carta hubiera sido escrita por un chico. En cambio, la escritura interior era bonita y limpia, igual que la apariencia del sobre.

Entonces noté lo que me había dado curiosidad desde que llegué a esta escuela.

La información del encuentro escrita en la carta era para el viernes a las cuatro de la tarde, detrás del gimnasio. Faltaban unos diez minutos.

“¿No sería mejor si yo no estuviera aquí?”

“Yo… yo no sé mucho sobre el amor. No sé cómo responder sin herir sus sentimientos, y tampoco sé si podré mantener una amistad con ellos después de esto. Así que quiero que me ayudes”.

“No creo que yo sea el tipo al que deberías preguntar, ya que yo tampoco tengo experiencia con las confesiones. Estoy seguro de que hay muchas otras personas en las que puedes confiar en la clase B.”

“La persona que se me va a confesar… está en la clase B.”

Ya veo, así que así son las cosas. Pude entender un poco por qué pidió mi compañía.

“Me gustaría que esto se mantuviera en secreto tanto como fuera posible. De lo contrario, las cosas se volverían más bien incómodas en el futuro. Si eres tú, Ayanokouji-kun, creo que es poco probable que vayas por ahí propagando rumores”.

“Pero Ichinose, ¿no estás acostumbrada a las confesiones?”

“¡¿Eh?! No, en absoluto. Por supuesto que no. Nunca se me habían confesado antes.”

Si ella no me hubiera llamado para ayudarla, nunca lo habría creído.

“Así que, de verdad, no entiendo por qué está pasando esto.”

Sólo podía pensar que era de esperarse, ya que Ichinose es linda después de todo. Además, considerando la forma en que ha interactuado con los demás desde esta mañana, su personalidad también parece ser bastante buena.

“Por eso… ¿puedes fingir que eres mi novio?”

¡¿Whoa, esto se está convirtiendo en una situación cliché?!

“Investigué un poco y descubrí que, si la persona a la que se le confiesa ya está en una relación, le hará menos daño a la otra persona…”

“Entiendo que quieras evitar herir los sentimientos de la otra persona, pero sólo los herirás más si se dan cuenta de que mentiste al respecto, ¿sabes?”

“Podría decir que rompimos, o que me dejaste más adelante.”

No creo que ése sea el problema aquí….

“Honestamente, creo que sería mucho mejor reunirse y hablar con él uno a uno.”

“Pero– ¡Ah!”

Ichinose notó algo y torpemente levantó la mano.

Parece que el confesor llegó antes de lo esperado. ¿Qué clase de apariencia glamorosa tiene?

Cuando miré su rostro, la imagen de un muchacho andrógino estaba ante mí. Incluso se puso una falda muy bonita.

No, ella era definitivamente una chica sin importar cómo la mirara.

Tenía algunas dudas después de ver la letra de la carta, pero realmente era una chica después de todo.

A diferencia de una confesión común, parecía que esta confesión se podría un poco mejor. Por otra parte, eso podría ser sólo porque yo soy un hombre.

“Um, Ichinose-san… ¿quién es esa persona?”

La chica que había venido a confesarse parecía desconfiar de mi presencia.

“Él es Ayanokouji-kun de la clase D. Lo siento Chihiro-chan, por traer a alguien que no conoces.”

“¿Es posible que sea el novio de Ichinose-san?”

“Ah, uh…”

Ichinose intentó hablar, pero se detuvo. Probablemente tenía la intención de decir “así es”, pero las palabras se le atascaron en la garganta debido a la culpa que sentía por mentir.

“¿Por qué está Ayanokouji-kun aquí?”

Confundida por la inesperada situación, las lágrimas comenzaron a formarse en los ojos de Chihiro.

‘¿Es su novio? ¿Por qué estaría él aquí si no lo fuera?’; estos eran probablemente los pensamientos que pasaban por su cabeza ya que ella parecía incapaz de entender la situación.

Notando sus lágrimas, Ichinose rápidamente comenzó a entrar en pánico, sin saber qué hacer.

Esperaba que ella fuera una persona bastante confiable, pero parece que tiene algunas debilidades inesperadas.

“Um, ¿podrías irte a otro sitio, por favor? Hay algo importante de lo que me gustaría hablar con Ichinose-san.”

“E-Espera un minuto, Chihiro-san. Eso es, uh- Para ser honesta, Ayanokouji-kun es…”

Parecía que Ichinose tenía la intención de rechazarla primero.

Probablemente pensó que las cosas se le habrían hecho más difíciles si Chihiro confesaba sus sentimientos.

“…¿Qué pasa?”

“¿Ayanokouji-kun? Él es, ya sabes, mi…”

No había casi nada que pudiera hacer en esta situación. Si lo hubiera, tendría que ser esto….

“Sólo soy un amigo”.

La interrumpí antes de que Ichinose pudiera decir la palabra.

“Ichinose, puede que no sea convincente para mí decir esto ya que nunca se me han confesado, pero creo que traerme aquí fue un error.”

Hablé honestamente por su bien.

“Confesarte a alguien no es algo tan fácil. Todos los días, te la pasas preocupándote sin parar, simulando la situación una y otra vez en tu cabeza. Aun así, no puedes confesarte. Incluso cuando reúnes el valor para hacerlo, las palabras se te atascan en la garganta y no pueden salir. Creo que así es como funciona. ¿No crees que estos sentimientos desesperados merecen una respuesta adecuada? Si das una respuesta vaga en una situación como ésta, ambas se arrepentirán después”.

“Ugh…”

Es probable que Ichinose nunca se haya enamorado seriamente de alguien antes.

Por lo tanto, no sabía qué hacer o si estaba cometiendo un error.

Tratar de evitar que alguien se sienta herido es un esfuerzo infructuoso.

Cuando se rechaza una confesión, es inevitable herir los sentimientos de la otra persona.

Si reúnes tu sabiduría y encuentras una excusa decente, es cierto que puedes suavizarlo un poco.

Una excusa como: ‘Quiero concentrarme en mis estudios ahora mismo’, ‘Hay alguien más que me gusta’ o, como ocurrió aquí, ‘Ya estoy saliendo con otra persona’. No importa cuál sea la excusa que le des, la otra persona va a salir lastimada.

Sin mencionar que, si esa excusa se basa en una mentira, la otra persona sólo se sentirá más herida si alguna vez descubre la verdad. Salí del lugar sin esperar la respuesta de Ichinose. En lugar de volver al dormitorio, me detuve y esperé a lo largo del sendero arbolado.

Me apoyé en el pasamanos y suspiré mientras miraba hacia las hojas verdes.

Después de unos 5 minutos, una chica pasó corriendo por detrás del gimnasio.

Había débiles rastros de lágrimas en sus ojos.

A pesar de eso, seguí matando el tiempo sin moverme del lugar.

Alrededor de la hora en que el sol comenzó a ponerse, Ichinose regresó cansada desde atrás del gimnasio.

“Ah…”

Al verme, ella inclinó la cabeza torpemente. Sin embargo, volvió a mirar hacia arriba inmediatamente.

“Estaba equivocada. Intentaba evitar hacerle daño. Ni siquiera pensé en responder adecuadamente a sus sentimientos, y en cambio traté desesperadamente de huir de ellos. Ese fue mi error.”

Ichinose murmuró, “El amor seguro que es difícil…” mientras se sentaba en el pasamanos junto a mí.

“Pregunté si las cosas podrían seguir como siempre, pero me pregunto si eso es posible.”

“Eso depende de ustedes dos.”

“Sí…” Se calló.

“Gracias por lo de hoy. Venir conmigo por una solicitud tan extraña”.

“Está bien. Hay días como éste de vez en cuando”.

“Nuestras posiciones se han invertido, ¿eh? Acudí a ti porque quería echarte una mano, pero terminé recurriendo a ti”.

“Siento haber hablado como un sabelotodo allá atrás.”

Ichinose me miró y parpadeó un par de veces como si hubiera dicho algo peculiar.

“No hay necesidad de que te disculpes. Ninguna en absoluto.”

Extendió sus manos hacia el cielo y luego saltó al suelo.

“Esta vez, es mi turno de ayudarte. Trataré de hacer todo lo que pueda”.

Me pregunto qué piensa hacer el Ichinose Honami de la Clase B para enfrentar esta difícil situación.

Estaba deseando verlo.