Youkoso Jitsuryoku Shijou Shugi no Kyoushitsu e

Volumen 2

Capítulo 3: El Testigo Inesperado

Parte 3

— Hace calor.

Esta escuela no cambia los uniformes con el cambio de las estaciones, por lo que tenemos que usar saco durante todo el año. La razón es simple; cada edificio está equipado con sistemas de aire acondicionado. El único inconveniente es que hace calor cada vez que vamos y venimos de la escuela.

Era el recorrido de la mañana. Mi espalda comenzó a sudar en los pocos minutos que tardé en llegar de los dormitorios a la escuela.

Después terminar el recorrido a la escuela, me refugié en el fresco edificio.

Debe ser un infierno para los estudiantes que tienen entrenamiento matutino. En el aula, los chicos y chicas con práctica matutina estaban alrededor del aire acondicionado. Parecían polillas se apiñaban alrededor de una fuente de luz. ¿Es una mala analogía?

— Ayanokouji-kun, buenos días.

Hirata me llamó. Como siempre, tenía una cara refrescante. También pude distinguir un leve olor a flores. Si fuera una chica, probablemente le suplicaría: “¡Por favor, abrázame!”

— Ayer, escuché de Kushida-san que Sakura-san es la testigo.

Hirata miró el asiento de Sakura, que todavía estaba vacío.

— ¿Vas a hablar con ella?

— ¿Yo? No… solo voy a saludarla. He querido hablar con ella porque siempre está sola en clase, pero no puedo ser agresivo y tomar la iniciativa, especialmente siendo un chico. Además, si le pidiera a Karuizawa-san que hable con ella, también sería problemático.

Es difícil imaginar una conversación entre la súper asertiva Karuizawa y Sakura.

— Por el momento, creo que debemos esperar a Kushida-san.

— Eso es genial y todo, pero ¿por qué me estás hablando? Hablar con Ike o Yamauchi probablemente sea mejor.

No hay razón para decirme, ya que no soy realmente parte del “equipo”.

— No hay razón en particular, pero… si tuviera que decir una razón, es porque estás relacionado con Horikita-san. Ella no habla con nadie más que tú, así que pensé que debería decírtelo.

— Ya veo.

¿Es ese el único aspecto en el que soy mejor que los otros dos? Mientras Hirata asentía, tenía una linda sonrisa en su rostro.

Si fuera una chica, mis puntos kyun-kyun habrían llegado a cien y mi corazón latería rápido.

— Cierto. Deberíamos salir alguna vez. ¿Estarás libre pronto?

Hey, hey, ¿ya no estás satisfecho con las chicas e intentas hacer que mi corazón palpite ahora?

Sería un grave error si aceptara su invitación sin ninguna consideración.

— Bueno, debería estar bien.

Ah, dije exactamente lo contrario de lo que mi mente me dijo que contestara. Maldita sea esta boca defectuosa.

Definitivamente no estaba esperando que Hirata me invitara o algo así.

Cierto, cierto. Este es el problema con los japoneses. Como no podemos decir “no”, no podemos rechazar una invitación directamente.

— Lo siento, ¿no quieres pasar el rato?

Hirata sintió mi inquietud.

— Está bien, está bien. Definitivamente pasaré el rato contigo.

Respondí, sonando un poco desagradable.

Traté de actuar con orgullo, pero realmente quería ir, así que me di por vencido al final.

— ¿Pero estás bien si mi novia viene también?

— ¿Huh? Oh, ¿Karuizawa-san? Si, está bien.

Mi respuesta llegó sorprendentemente rápido. Bueno, hay varios tipos de parejas.

Como todavía se llaman por sus apellidos, creo que aún no son tan cercanos.

A regañadientes, me separé de Hirata, esperé a que comenzara la clase mientras sostenía mi teléfono en la mano.

Entonces noté que Sakura estaba en su asiento.

Ella estaba sentada, esperando que el tiempo pasara sin hacer nada.

Me pregunto qué clase de estudiante es Sakura.

En los tres meses que he estado en esta escuela, no he oído nada sobre ella aparte de su apellido.

Probablemente no sea solo yo, sino también toda la clase.

Hirata y Kushida son activos y francos. Horikita no siente el dolor de la soledad.

Entonces, ¿qué hay de Sakura? ¿Le gusta estar sola como Horikita? ¿O está sufriendo porque no sabe cómo hablar con la gente como yo? Esa es la pregunta que Kushida responderá pronto.

***

Después de terminar la clase, Kushida se levantó de su asiento y se acercó a Sakura, que se estaba preparando para volver a casa. Kushida parecía extrañamente nerviosa.

Ike, Yamauchi y Sudou lo notaron y miraron a Kushida.

— Sakura-san

— … ¿Q-Qué…?

La chica de las gafas y la espalda encorvada alzó la vista con indiferencia.

Parecía que no esperaba que alguien la llamara, ya que estaba algo asustada.

— ¿Tienes tiempo, Sakura-san? Quiero preguntarte algo sobre el caso de Sudou-kun…

— L-Lo siento, y… tengo planes, así que…

Ella desvió la mirada; era obvio que se sentía incómoda. Hablar con otras personas no parece ser su punto fuerte. O más bien, sentía que no le gustaba hablar con otras personas.

— ¿Puedes hacer algo de tiempo? Realmente quiero hablar porque esto es importante. Durante el incidente de Sudou-kun, ¿por casualidad estabas cerca?

— Yo-yo no sé. Ya le dije esto a Horikita-san, no sé nada…

Sus palabras eran frágiles, pero ella lo negó con fuerza.

Kushida, también observando lo reacia que era, probablemente no quería presionar demasiado.

Aunque parecía confundida al principio, inmediatamente volvió a sonreír.

Pero incluso entonces, ella no estaba dispuesta a retirarse tan fácilmente.

Después de todo, esta persona afectará en gran medida el caso de Sudou.

— ¿Está… bien si me voy ahora?

Pero algo se siente extraño. Ella no solo es mala hablando con la gente, sino que parecía estar tratando de ocultar algo. Eso es obvio por la forma en que está actuando.

Estaba ocultando su mano fuerte y no estaba haciendo contacto visual con Kushida. Incluso si puede sentirse incómoda al mirarla a los ojos, Sakura se rehúsa a mirar la cara de Kushida.

Si fuera Ike o yo hablando con ella en lugar de Kushida, tendría más sentido. Después de todo, Kushida pudo hacer que intercambiara direcciones de contacto. Interactuar con Kushida es una experiencia completamente diferente. No creo que Horikita estuviera equivocada al sentir que algo estaba mal. Yo también me siento de la misma manera.

— ¿No puedes darme unos minutos?

— ¿P-Por qué? No sé nada…

Si Kushida falla aquí, su conversación equivaldría a nada.

Esta incómoda conversación, llamaba más la atención a medida que se prolongaba.

Pero esta situación parece un completo error de cálculo por parte de Kushida. Ya que eran conocidas que habían intercambiado direcciones de contacto, esperaba que esta conversación fuera mucho más fluida.

Si no esperaba ser rechazada, entonces esta situación tendría sentido.

Mi vecina miró la situación atentamente, luego me miró con una expresión ligeramente petulante.

Parecía que ella estaba diciendo: “Sé que tus poderes de percepción son excepcionales”.

— Soy mala para hablar con la gente… lo siento.

Estaba hablando con voz tensa, tratando de mantener a Kushida lejos de ella.

Cuando hablábamos de Sakura antes, Kushida dijo que era una chica normal, a pesar de ser tímida.

Mirando su comportamiento actual, ella claramente no es normal. Kushida probablemente pensó lo mismo, porque parecía completamente confundida. A pesar de que es buena para que la gente se abra, no podía hacerlo esta vez.

Horikita, también observando la situación, llegó a una conclusión.

— Qué mal. Parece que no puede persuadirla.

Era como decía Horikita. Si Kushida no podía hacerlo, no creo que nadie en la clase pueda iniciar y mantener una conversación con Sakura.

Kushida es buena para crear una atmósfera donde las personas que no son sociables puedan interactuar fácilmente.

Sin embargo, todos tienen un “espacio personal”.

El antropólogo e investigador cultural Edward Hall categorizó esta idea de “espacio personal” en cuatro partes. Una de esas partes es la idea de una “zona íntima”. La “fase próxima” se trata de estrechar la distancia: si un extraño intenta ingresar a esta área, será rechazado con firmeza. Sin embargo, si se tratara de un ser querido o de un amigo cercano, la persona no se sentirá incómoda. Si un conocido entraba en la “fase próxima” de Kushida, a ella normalmente no le importaría. Es decir, ella no usa esta idea de “espacio personal”.

Sin embargo, Sakura evidentemente la rechazó.

No… más bien, parecía que estaba huyendo.

La primera vez, dijo que “tenía planes”, pero no lo dijo la segunda vez. Si realmente tuviera un lugar adonde ir, lo habría dicho de nuevo.

Sakura se levantó y se alejó unos pasos de Kushida.

— Adiós.

Al ver que no podía terminar la conversación, Sakura decidió huir.

Ella agarró la cámara digital que estaba en su escritorio y se alejó.

Sin embargo, chocó con Hondou, que no estaba prestando atención a sus alrededores mientras le enviaba un mensaje de texto a su amigo con su teléfono.

— ¡Ah!

La cámara digital cayó y se estrelló contra el suelo. Todavía enfocado en su teléfono, Hondou lo agitó, diciendo:

— Lo siento, lo siento— y salió del salón de clases.

Sakura levantó su cámara aterrada.

— No. No enciende…

Sakura puso su mano sobre su boca en estado de shock. Parece que la cámara se rompió por el impacto. Siguió presionando el botón de encendido y trató de sacar las baterías y volver a colocarlas, pero no se encendió.

— L-Lo siento. Estaba siendo demasiado insistente…

— No… estaba siendo descuidada, así que es mi culpa… adiós.

Incapaz de detener a la desanimada Sakura, Kushida parecía frustrada y no podía hacer nada más que verla alejarse.

— ¿Por qué una chica lúgubre como ella es la testigo? Que mala suerte. Ella ni siquiera quiere ayudar.

Sudou se apoyó en la silla y cruzó las piernas mientras dejaba escapar un suspiro de resignación.

— Estoy segura de que hay una razón. Además, Sakura-san no dijo que ella fuera la testigo.

— Lo sé. Si fuera a decir algo, lo habría dicho. Es porque es una adulta que se contiene.

— Sudou-kun, en realidad es mejor que ella sea la testigo.

— ¿Que se supone que significa eso?

— Ella no va a dar testimonio como tu testigo. Este caso será como si fuera tu culpa. Como resultado, la clase D no podrá escapar completamente de las consecuencias, pero podemos pensar que es una suerte. En un incidente como este, es poco probable que puedan penalizarnos con 100 o 200 puntos. Tenemos suerte ya que solo podemos perder 87. Además, como dijiste que eres inocente, la escuela no puede ignorarlo y expulsarte. Sin embargo, nos afectará más que a la clase C.

Horikita implacablemente dijo todo lo que quería decir de inmediato.

— No bromees. Soy inocente, inocente. La pelea fue en legítima defensa.

— La defensa propia no es tan útil como crees.

Oops, accidentalmente hablé en voz alta.

— Oye, Ayanokouji-kun.

Cuando volteé, actuando al margen, el rostro de Kushida estaba muy cerca. Incluso cuando la miro tan de cerca, ella es linda. En lugar de sentirme incómodo por la invasión de mi espacio personal, quería que se acercara aún más.

— Eres aliado de Sudou-kun, ¿verdad?

— Bueno… sí, pero ¿por qué vuelves a preguntar?

— Parece un poco dudoso en este momento, ya que la disposición de todos a ayudar a Sudou-kun está disminuyendo.

Miré alrededor del salón de clases.

— Eso parece. Probablemente piensen que lo que hagamos será inútil.

Si el testigo clave Sakura lo niega, no habrá ningún progreso.

— Parece que no surgirá una solución perfecta. Vamos a rendirnos, Sudou.

Ike murmuró sin motivación.

— ¿Qué pasa con ustedes? ¿No dijiste que me ayudarías?

— Eso… hum

Buscando la aprobación, apeló a los demás compañeros de clase.

— Incluso tus amigos no quieren ayudarte. Eso es muy malo.

Los otros compañeros de clase no dijeron nada para negar lo que Ike y Horikita estaban diciendo.

— ¿Por qué nadie está de mi lado? Hombre, todos ustedes son bastardos inútiles.

— Qué interesante, Sudou-kun. ¿Has notado que todos te están atacando?

— ¿Qué estás tratando de decir?

La clase se pone tensa a menudo, pero hoy es aún peor.

Como Sudou estaba hablando con Horikita, parecía que estaba haciendo todo lo posible para contenerse.

Sin embargo, la cuchilla vino de una dirección inesperada.

— ¿No crees que es mejor para nosotros que te expulsen? Tu existencia no es hermosa. Por el contrario, es bastante fea, Pelirrojo-kun.

El que habló estaba arreglando su cabello con el espejo de mano que llevaba todos los días.

Era el chico que llamaba particularmente la atención, Koenji Rousuke.

— ¿Qué dijiste? Intenta decir eso de nuevo.

— Es inútil seguir diciéndolo. No tiene sentido. Ya sé que eres tonto, no importa si lo digo una vez más o no, ¿verdad?

Koenji ni siquiera miraba a Sudou y respondió como si estuviera actuando en una obra.

El escritorio voló por el aire y se estrelló contra el piso. Los estudiantes aún se sentían esperanzados, pero toda el aula se congeló. Sudou se puso de pie y se acercó a Koenji en silencio.

— Suficiente, detente ahí. Cálmense, ustedes dos.

El único chico que se movió en esta difícil situación fue Hirata. Mi corazón latía con fuerza.

— Sudou-kun. Eres parte del problema, pero Koenji-kun, también estás equivocado.

— Fufu. No creo haber estado errado desde que nací. Estás equivocado.

— Hah, eso está bien. Será mejor que te arrodillas ahora o te daré una paliza y te romperé la cara.

— Para.

Hirata intentó contener a Sudou agarrándolo del brazo, pero no mostraba señales de detenerse.

Parece que su intención es descargar toda su frustración golpeando a Koenji.

— Por favor, para ya. No quiero ver a mis amigos pelear entre ellos…Es como dice Kushida-san. No sé sobre Koenji-kun, pero soy tu aliado, Sudou-kun.

Eres demasiado bueno, Hirata. Creo que deberías cambiar tu nombre a “Héroe”.

— Terminaré esto aquí. Sudou-kun, deberías actuar más como un adulto. Si hicieras otro gran alboroto aquí, la impresión de la escuela sobre ti solo empeoraría. ¿Cierto?

— Tch.

Sudou miró a Koenji y salió de la habitación. Después de que la puerta se cerró de golpe, una voz fuerte sonó desde el pasillo.

— Koenji-kun. No voy a obligarte a ayudar, pero estabas equivocado al culparlo.

— Lo siento, pero nunca he estado equivocado en mi vida. Oh, mira la hora, es hora de mi cita. Por favor, discúlpame.

Mientras observaba su extraña interacción, me di cuenta de que no había unión en la clase.

— Ya veo, Sudou-kun no es maduro.

— ¿No podrías haber sido más amigable, Horikita-san?

— No tendré piedad por nadie que no escuche. Ha hecho un gran daño y no tiene una sola ventaja.

No es como si tuvieras piedad con las personas que sí escuchan.

— ¿Sí?

— Uu…

Mientras me encogía como si un cuchillo afilado (mirada) me hubiera apuñalado, refuté un poco.

— Hay un dicho que dice que “los grandes talentos maduran tarde”. Creo que Sudou tiene la posibilidad de convertirse en un futuro jugador de la NBA. Podría tener la oportunidad de hacer una gran contribución a la sociedad. El poder de la juventud es infinito.

Usé un eslogan que parecía sacado directamente de un comercial.

— No estoy diciendo que no se volverá bueno en 10 años, pero necesito la fuerza para llegar a la clase A en este momento. Si él no tiene talento ahora, no me sirve.

— Sí, eso es verdad…

Horikita tenía una opinión coherente, pero el resto de los compañeros de clase vacilaban.

La situación no se ve muy bien.

— Te llevas bien con Sudou, ¿verdad? Parece que ustedes comen juntos a menudo.

— No creo que nuestra relación sea mala. Pero se siente como una carga. Él es la persona que más se salta las clases y pelea. Tengo que trazar la línea allí.

Ya veo. Parece que Ike tiene sus propias opiniones.

— Haré todo lo posible para persuadir a Sakura-san. Después de eso, las cosas seguramente mejorarán.

— Hmm, eso me pregunto. Bajo estas circunstancias, no creo que el testimonio de Sakura-san tenga un gran efecto. Además, creo que la escuela sospechará de que el testigo apareció repentinamente en la clase D.

— Sospechará… ¿quieres decir que la escuela pensará que es un testigo falso?

— Naturalmente. Probablemente considerarán el testimonio junto con las circunstancias. No se convertirá en una prueba absoluta.

— Eso… ¿qué tipo de evidencia sería incuestionable?

— Si crees en los milagros, la mejor evidencia sería un testigo en el que la escuela confíe, de una clase o grado diferente que haya observado la situación desde el principio. Sin embargo, definitivamente no hay alguien así.

Horikita dijo con confianza. Yo también pensaba lo mismo.

— Entonces… no importa cuánto intentemos demostrar que Sudou-kun es inocente.

— Sin embargo, si la pelea hubiera sido en un aula, las cosas serían diferentes.

— ¿Qué quieres decir?

— Bueno, esas cámaras graban el aula, ¿no? Entonces, si algo sucediera, esas grabaciones servirían como evidencia y aplastaría las mentiras de esos estudiantes de la clase C de un solo golpe.

Señalé las dos cámaras en las esquinas del salón de clases.

Las cámaras eran pequeñas y se mezclaban con las paredes, pero era evidente que estaban allí.

— La escuela usa esas cámaras para comprobar si estamos hablando o durmiendo durante la clase. O de lo contrario no podrían hacer esas evaluaciones mensuales.

— ¿De verdad? ¡Nunca lo supe!

Ike miró las cámaras en estado de shock.

— Apenas me enteré de esto… que había cámaras en el salón.

— Es difícil de detectar. Tampoco me di cuenta hasta que comenzaron a hablar sobre los puntos.

— Bueno, a la gente común realmente no le importa dónde se encuentran las cámaras. Probablemente no saben dónde están las cámaras en una tienda de conveniencia, incluso si siempre la visitan.

Si alguien lo supiera, sería alguien demasiado paranoico o que fuera culpable de algo. O podrían haberlas visto y notado accidentalmente.

Bien, ¿debo ir a casa ya que ya no tenemos que buscar un testigo?

Kushida y los demás podrían hablar sobre buscar otro testigo. Será una molestia involucrarse en eso.

— Ayanokouji-kun, ¿quieres que vayamos a casa juntos?

— …

Al escuchar la invitación de Horikita, pensativamente puse mi mano sobre su frente. Su frente se sentía fresca, pero su piel era cálida y suave.

— No estoy resfriada, ¿sabes? Solo quería preguntarte algo.

— Oh. Bueno, supongo que está bien.

Era extraño que Horikita me invitara. Me pregunto si lloverá mañana.

— Como pensé, ¿ustedes dos no se han vuelto cercanos? Ayer, parecía que ibas a matarme cuando solo toqué tu hombro.

Ike parecía un poco insatisfecho mientras miraba mi mano en su frente.

La expresión facial de Horikita no cambió particularmente.

— ¿Puedes quitarla? Tu mano.

— Oh, lo siento, lo siento.

Me sentí aliviado de que Horikita no contraatacara, y retiré mi mano. No me di cuenta en absoluto.

Los dos salimos al pasillo. Creo que sé la esencia general, pero me pregunto de qué quiere hablar.

— Cierto. Quiero ir a un sitio antes de regresar; ¿está bien?

— Bueno, siempre y cuando no tome demasiado tiempo.

— Sí, tomará unos diez minutos.