Seishun Buta Yarou Series

Volumen 2: Un Adolescente Bribón No Sueña con una Diablilla Kouhai

Capítulo 5: La Diablilla de Laplace

Parte 2

Las débiles esperanzas de Sakuta se desvanecieron y por cuarta vez el 18 de Julio amaneció nuevamente.

Así que no había otra manera más que lidiar con el Demonio de Laplace para salir de esta situación.

Tomó el mismo tren a la misma hora como siempre y fue al mismo tren que Yuuma, una vez más.

“Hola”.

“Hey”, Sakuta le contestó a Yuuma sin rodeos mientras que este último sonreía.

Yuuma no parecía preocuparse por eso y agarro la correa al lado de Sakuta.

Sakuta abrió la boca y comenzó a hablar mientras miraban las calles vacías.

“Dime, Kunimi”.

“¿Hmm?”.

“Tienes novia, ¿verdad?”.

“Por suerte, si”.

“¿Qué harías si otra chica tuviera sentimientos por ti?”.

La expresión de Yuuma se volvió ligeramente cautelosa mientras hacia una pausa.

“¿Qué harías si llegaras a saber de sus sentimientos?”.

“¿Sobre quién estás hablando?”. Preguntó Yuuma, tratando de descubrir las intenciones de Sakuta.

“Hablo hipotéticamente”.

“Hipotético, eh…”.

No se había dicho nada en concreto, pero solo por su conversación hasta este punto y la seriedad de Yuuma, Sakuta se dio cuenta de algo. Yuuma sabía de los sentimientos de Rio.

Pero debido a eso, escuchó la pregunta de Sakuta sin tratar de escaparse de ella.

“¿Ella sabe… que me he dado cuenta?”.

“Aun no”.

Ambos evitaron decir nombres.

“Todavía no, eh…”. Dijo Yuuma con una sonrisa dolorosa.

“Honestamente preferiría no hablar de los sentimientos que ella está escondiendo”.

Yuuma se quedó sin dar ningún nombre y miro hacia el mar, entrecerrando sus ojos por el resplandor.

“También se sentiría como si yo fuera consciente, algo así como ‘¿quién me creo que soy?’”. Yuuma continuó, eligiendo cuidadosamente sus palabras.

“Pero no creo que dejarlo así sea una buena idea, ¿cuál sería la respuesta correcta?”.

“Eso es lo pregunté”.

Llegaron a Shichirigahama aun sin una respuesta.

Toda la escuela se reunió en el gimnasio para la ceremonia de clausura, para Sakuta era la cuarta vez que escuchaba el discurso del director, por tanto no escuchó ni una palabra y solo pensó en otras cosas.

En Tomoe para ser exactos.

La miró entre los de primer año en el gimnasio. Ella pareció notar su mirada y le apartó la vista. Parecía un poco sorprendida cuando sus miradas se encontraron, pero una sonrisa apareció en su rostro.

Todo comenzó a tener sentido en el momento en que Sakuta vio su sonrisa

“Si, ella está… mintiendo”.

Eso era exactamente lo que estaba pasando.

Después de la escuela, se encontraron en la estación Shichirigahama y tomaron el Enoden durante tres paradas mientras hablaban sobre sus resultados.

Salieron a la empedrada Calle Subana y luego cruzaron la ruta 134 usando el subterráneo y luego continuaron de frente.

“¿Senpai? La playa esta por el otro lado.” Dijo Tomoe, señalando a la izquierda a las cabañas alineadas en la playa de Higashihama. A propósito, la playa Nishihama estaba a la derecha.

“Esta es la cuarta vez”.

“Estás aburrido de la playa”.

“Me alegra que puedas leer bien el ambiente,” dijo Sakuta mientras cruzaban el puente hacia Enoshima.

“¿Vamos a Enoshima?” preguntó Tomoe mientras caminaba detrás de él y Sakuta la miraba de reojo.

“Bueno, no tuvimos la oportunidad en nuestra primera cita”.

“Ah, es cierto”.

En aquel entonces, habían visto a una de las compañeras de Tomoe en problemas cuando cruzaban el puente… ella, Yoneyama Nana, había perdido la correa que había comprado con su amiga.

“La isla, el cielo, el mar”.

En su camino, no podían ver otra cosa que no fuera Enoshima, el cielo azul y el mar que se extendía.

Tomoe estiro sus brazos como si quisiera atrapar el cielo.

Los milanos negros se movían a través del cielo, a menudo robando comida a las personas que visitaban la playa.

Una vez que cruzaron el puente de 400 metros, fueron recibidos por tiendas de recuerdos para turistas y puestos locales que vendían mariscos. El mar estaba en una buena temporada de pesca en este momento.

Pasaron a través de un torii y el camino cambió en una pendiente que era lo contrario a leve. La misma se estrechó y la nostalgia, la atmosfera tradicional incrementaba aún más. A ambos lados de la ruta estaban tiendas que vendían la famosa morralla y coloridos monederos y carteras que llamaban la atención.

Pasaron una pareja de estudiantes universitarios, compartiendo una enorme galleta de arroz con calamar.

Desde un lado, Sakuta sintió que Tomoe quería comida.

“Si compras comida callejera mientras caminamos, vas a engordar”, Dijo Sakuta mientras le entregaba el dinero a la mujer que estaba detrás del mostrador.

“Estaré a dieta a partir mañana”.

“¿Hmm?”.

Se contuvo de hacer comentarios y tomó la galleta de arroz una vez que había sido cocinada frente a ellos.

“Es enorme”, dijo Tomoe.

Era más grande que las caras de Tomoe y Sakuta.

La partió a la mitad, continuaron el camino hacia el santuario más cercano mientras comían.

Un conjunto de escaleras llegó a su vista con un torii rojo en medio del camino. En la parte superior estaba el Santuario Enoshima, formado por tres santuarios más pequeños.

Terminaron la galleta frente al torii antes de continuar un paso a la vez.

Subieron en silencio y finalmente llegaron a la cima y al primer santuario, Hetsumiya, mientras estaban completamente sin aliento.

“Mis piernas están muertas,” se quejó Tomoe.

“Se supone que eres de primer año”.

“¿Qué pasa con esa lógica?”.

“Eres joven”.

Después de un rato, recobraron el aliento y visitaron el santuario como se debía.

“Koga, tienen ema de amor” Sakuta señaló el Musubi-no-ki con muchas de las placas votivas adheridas a él. (Nova: Ema de amor, también llamados Haikus de amor hablan de las cosas cotidianas, de la naturaleza del día a día, del amor y otras aventuras)

“Vamos a escribir uno”.

“¿Eh? ¿Vamos a mentirle a los dioses?” preguntó Tomoe.

Ignorándola, Sakuta compró un ema a la doncella del santuario.

“S-Senpai”.

Tal vez pensando que la reacción de Tomoe fue por vergüenza, la mujer le entregó el ema con una sonrisa.

Sakuta tomo prestado un bolígrafo y lo usó para escribir su nombre completo ‘Azusagawa Sakuta’ en el símbolo en forma de corazón.

“Toma”. dijo Sakuta.

“Nos van a aniquilar”. Respondió ella.

“Cuando decidiste mentirles a todos, tenías que haber tenido la determinación de caer al infierno, ¿verdad?”.

“No me importa…. Pero no quiero arrastrarte conmigo”.

Tomoe reflexionó sobre el ema, tenía escrito para qué tipo de persona era el ema y justo en la parte superior estaba escrito “alguien con un amor no correspondido”.

Un silencioso soplido salió de la boca de Tomoe.

Tomoe escribió ‘Koga Tomoe’ junto a ‘Azusagawa Sakuta’ con letra de carta, con una expresión de preocupación en su rostro. Luego Sakuta tomó el ema de las manos de Tomoe y lo ató al árbol.

“¡Senpai! ¡Definitivamente nos van a aniquilar si ponemos mentiras junto a todos los demás deseos reales! ¡Me lo llevaré a casa!”.

Tomeo extendió sus brazos y silenciosa y frenéticamente, trató de detenerlo, tratando de asegurarse que la doncella del santuario no escuchara la palabra ‘mentira’.

“Soy el único mintiendo, así que está bien”.

“¿Eh?”.

La fuerza dejó los brazos de Tomoe y Sakuta aprovechó esa oportunidad para hacer un nudo fuerte en el árbol que no sería fácil quitarlo.

Una vez más subieron las escaleras en silencio como si de un entrenamiento se tratara, llegando a los impresionantes pilares rojos de Nakatsumiya. Caminando más lejos llegaron a un mirador el cual podían ver desde lejos. Lo pasaron y se dirigieron al santuario más lejano, Okutsumiya.

El camino era estrecho, con viejas losas que le daban cierta sensación. Después de caminar un poco más, había escaleras para subir y bajar, con tiendas de recuerdos y cafés, y varios lugares de comida que llenaban el lugar.

El escenario era como algo que se habría mostrado en las películas antiguas para demostrar la calidez de las personas, había un ambiente agradable creado por personas que vivían cerca y que se reunían con conocidos y amigos. A veces un gato se cruzaba en su camino y cada vez que Tomoe intentaba acariciarlo este escapaba.

“Senpai, acerca de lo de antes…”

“¿Hmm?”

“Cuando estábamos en el árbol…”

Sakuta no respondió.

“No, no es nada”

Él sabía lo que ella estaba intentando preguntar. Frente al árbol, Sakuta había dicho:

‘Soy el único mintiendo, así que está bien’

Podía sentir a Tomoe a su lado queriendo saber a lo que se refería en aquel entonces. Pero antes de que ella volviera a abrir su boca llegaron a Okutsumiya.

Visitaron el santuario en silencio. El rostro de Tomoe, mientras juntaba sus manos, estaba muy serio. ¿Qué estará deseando? Se preguntó.

El camino se estrechó aún más a medida que avanzaban, las angostas escaleras descendían hacia el oeste de Enoshima….Chigogafuchi.

Era una franja de roca de quince metros de ancho. El agua que corría sobre la superficie había removido las rocas de la superficie, alisándola. La roca en sí se había elevado en el Gran Terremoto de Kanto en 1932 y ahora tenía este aspecto.

Aquella vista desde la piedra era agradable, y tal como estaba el clima, el Monte Fuji era claramente visible.

La brisa marina envolvía sus cuerpos. Otras parejas se habían detenido en aquella extraña protuberancia natural.

“Hinako-chan dijo que las puestas de sol lucen hermosas desde aquí” murmuro Tomoe para sí misma con ambas manos sobre la barandilla.

Ella probablemente ya se había dado cuenta.

Se dio cuenta del porqué Sakuta la había traído a este lugar…

Se dio cuenta del significado detrás de las palabras de antes…

Se había dado cuenta y estaba fingiendo no haberlo hecho.

“Vámonos” sugirió Sakuta.

“Sí”

Mientras hablaban, sus diálogos se hacían más cortos.

Al regresar, anduvieron en silencio por el camino que habían tomado.

Sakuta y Tomoe apenas hablaban. Bajaron lentamente las escaleras que habían sido tan difíciles de subir, pasando por debajo del primer torii.

Llamadas de vendedores los siguieron cuando dejaron a Enoshima atrás.

Las playas se extendían hacia la izquierda y hacia la derecha desde ambos lados del puente Benten mientras lo cruzaban. El regresar significaba que lo que una vez se encontraba en la izquierda estaba ahora en la derecha. Nishihama estaba a la izquierda, y Higashihama estaba a la derecha. El sol subía por el cielo del sur, mostrando la actividad en las playas. Probablemente había grupos que se habían dirigido directamente a la playa desde la escuela. Al principio Sakuta y Tomoe también tenían la intención de hacerlo.

“Oye, Senpai, ¿deberíamos ir allí ahora?”, Preguntó Tomoe, mirando a la playa. “Después de todo estoy usando mi traje de baño debajo de esto”.

Su voz era alegre, ella era la misma de siempre.

Sakuta tomó su decisión en ese punto, deteniéndose en el puente. Le tomó un momento a Tomoe notarlo, así que se giró para mirarlo desde unos tres metros más adelante. Los dos se habían detenido justo en medio del puente, con el mar a ambos lados.

“¿Senpai?”.

“Koga, acabemos con esta mentira”.

“¿Eh? Ah, cierto, terminaría hoy“.

“No me refiero a eso”.

“¿…Senpai? Te ves un poco aterrador”. Tomoe lo miró confundida.

Aun así, Sakuta mantuvo su áspera expresión.

“¿Qué? ¿Qué pasó?”. Preguntó ella.

“¿Pensaste que no lo notaría?”.

“¿Notar qué?”.

“Incluso si era una mentira, salí contigo por unas tres semanas”.

Koga guardó silencio.

“Lo dijiste antes, yo podía leer la atmósfera, pero simplemente no lo hice”.

“Senpai, estás actuando extraño”.

La cara de Tomoe estaba desconcertada, pero Sakuta aún continuaba.

“Si no lo dices, yo lo haré”.

Koga se quedó en silencio de nuevo.

“¿De acuerdo?” Tomoe no apartó la vista de Sakuta durante todo el tiempo que estuvo hablando, pero ella se desplomó ligeramente mientras Sakuta continuaba, “No importa cuántas veces vuelvas a tirar los dados, no cambiarás los sentimientos de las personas”.

Hizo una pausa para permitir que Tomoe respondiera, pero ella no lo hizo.

“Las mentiras no se convertirán en verdad, y la verdad no se convertirá en mentiras”.

En respuesta a esas palabras, Tomoe agarró con fuerza el dobladillo de su uniforme, como si estuviera tratando de resistirse a algo…

“… ¿Incluso después de cien veces?”

La voz suprimida de Tomoe fue arrastrada por la brisa del mar mientras su cabeza permanecía gacha.

“No”.

“¿…Incluso aunque sean mil?”. Su voz tembló.

“Ni así”.

“¿Diez mil veces?”

“No cambiará incluso después de cien millones de veces. Yo amo a Mai-san”.

Una vez más Tomoe quedó en silencio.

“Incluso si te mantienes repitiendo las mismas cosas, tus sentimientos tampoco cambiarán”.

Un pesado silencio cayó sobre ellos, mientras grandes gotas de lluvia repentinamente comenzaron a caer del cielo.

El cielo sobre ellos era azul, era una ducha de sol.

“Eres un mentiroso… senpai…” la débil voz de Tomoe se mezcló con la lluvia, “… los sentimientos sí cambian”

La lluvia era tan fuerte que hacía doler la piel a medida que caía.

“Se acumulan solo por la repetición… se han acumulado…”

La voz de Tomoe se volvió ronca cuando admitió su mentira. Tomoe sabía que el día se había repetido y además, había fingido que esta era la primera vez. Jugaba en el mar cada vez que como si no hubiera notado la segunda o tercera vez, actuando.

Todo ello era para esconder sus sentimientos.

“Decidí que lo olvidaría… pero no pude. Pensé que lo lograría esta vez, pero… ¡no pude, aunque decidí despedirme de estos sentimientos!”

Una sensación temblorosa apuñaló el pecho de Sakuta. Los sentimientos aplastantes de Tomoe finalmente se mostraron ligeramente en su cara. Fue una reacción inmensamente humana, no algo que un demonio tendría.

“Hoy tendría una última cita divertida contigo… y tenía que terminar nuestra falsa relación con una sonrisa. Luego, cuando en el próximo periodo las cosas fueran bien con Sakurajima-senpai, quería molestarte diciéndote ‘bien por ti’.”

“Koga…”

“Y luego sería tu amiga, una amiga con la que podrías hablar de cualquier cosa. Y tú serías mi amigo mayor que me mimaría un poco. Tú también habrías sido feliz… ¡y podríamos haber recordado lo divertido que fue todo esto, y seríamos buenos amigos para siempre!” Tomoe levantó la cara y trató de sonreír, pero fracasó. “Eso es lo que iba a hacer…” Su dolor se mostró en su voz, apretando tanto que hacía doler su pecho.

“Eso era todo lo que quería…” continuó, “No quería nada especial. No iba a ser egoísta. No iba a causar ningún problema a nadie, ¿sabes? Pero… ¿¡pero por qué no vendrá el mañana!?”

Sakuta no tenía una respuesta para ella.

“Decidí dejar estos sentimientos, entonces ¿¡por qué cada día que me despierto siempre son más fuertes!?”. Eso era obvio, esconder las emociones profundamente en tu pecho no las haría desaparecer, jamás lo haría, esos sentimientos vivían dentro. Intentar desesperadamente negar tus sentimientos solo haría que se vuelvan más y más fuertes… “Esto es horrible…”

Las emociones de las personas no eran programas de computadora, no podías simplemente apagarlos. Un número de teléfono o un ID guardado solo se eliminaría, pero las emociones no. Las personas estaban atadas por cosas diferentes, y estas tres semanas se habían despedido de Sakuta y Tomoe.

“Decidí no sentirme más así… ¡Eso fue lo que decidí!”

“No necesitas hacer eso”.

“¡Claro que sí!” Tomoe veía toda su forma de vivir la vida, y eso la estaba lastimando, “Pero te gusta Sakurajima-senpai. ¡Soy una molestia! ¡Los amigos no se sienten así, no necesitan esto!”

Eso era lo que Sakuta le había pedido a Tomoe.

“Una vez que hayamos terminado con esta mentira, sé mi amiga”.

Tomoe había decidido soportar sus propios sentimientos para conceder esa petición. Ella tuvo que soportarlos, para no volverse una carga para Sakuta. Por eso se había rendido sin decir nada, había tratado de aplastar sus sentimientos, actuar como si no existieran desde el principio para ser amiga de Sakuta.

Su amiga más joven que era un poco descarada.

Pero dividir sus sentimientos y seguir adelante con lo que ella decidió era potencialmente imposible. Sus sentimientos eran tan fuertes que no podía controlarlos, sentimientos que ella misma realmente no entendía.

Esta podría ser la primera vez que Tomoe se había enfrentado a estos sentimientos.

Su relación había comenzado con una mentira.

Y sin embargo, antes de que se diera cuenta, sus sentimientos habían llegado a convertirse en verdaderos, en algo real.

Aun así, llegó el día de su separación debido a la mentira… y los verdaderos sentimientos de Tomoe fueron las únicas cosas que quedaron, se mantuvieron firmes dentro de su corazón y no encontraron una solución. Las emociones que ella quería expresar estaban contenidas en la oscuridad de su interior.

Aunque, el sentido de los valores de Tomoe no lo permitiría. Expresarlas molestaría a alguien, molestaría a Sakuta. Por lo tanto, solo podía seguir intentando matar sus sentimientos para ser la ‘Koga Tomoe’ que Sakuta quería, acumulando más y más resistencia.

Fue doloroso, solitario, y no le dio a dónde ir y así una vez más despertó al demonio dormido.

Esa era la verdadera identidad del demonio, el sentido de sí misma que Tomoe encerró dentro de ella. Sus verdaderos sentimientos se negaron a permitir que el verano llegara. Incluso si era una mentira, Sakuta había sido su novio… así que no quería que llegara el mañana.

Aun así, Tomoe se quedó en silencio y trató de olvidar a Sakuta, para hacer como si esto nunca hubiera pasado, por eso ella mintió.

“Koga”.

Tomoe dejó escapar un gemido cuando él la llamó.  Incluso si esto le dolía, había algo que ella tenía que decir.

“¿Cuándo te dije que serías una molestia?”

“Eres horrible, Senpai…”

“¿Hasta ahora te das cuenta?”

“No me gustas, ¡te odio! ¡Eres horrible! Fuiste demasiado amable conmigo…”

“Está bien. Así que no necesitas intentar perdonar mis sentimientos.”

“Yo tampoco me gusto, me odio… ¡esta no soy yo!”

“No, esa eres tú, eres tú también”.

“¡No! ¡Esta no soy yo! ¡Quiero que lleguen las vacaciones de verano! ¡Quiero que seamos amigos y divertirme contigo ya! ¡Eso es todo lo que quiero!”

Incluso ahora, Tomoe no derramó ni una sola lágrima, parecía saber que si ella comenzaba, ese sería el final de todo, mientras miraba a Sakuta con los ojos llorosos.

“Deja de mentirte a ti misma.”

Tomoe no dio respuesta.

“Eres una chica de secundaria que lucha por la justicia, ¿verdad?”

“Eso no es justo… no puedes decirlo así…”

“No hay nada que no puedas hacer”

“Eso no es justo, no lo es, Senpai…”

“No necesitas soportarlo más”

“¡Idiota, Senpai! ¡Idiota! ¡Te odio, te odio! Pero…” La voz de Tomoe estaba teñida de lágrimas, “pero… me gustas…” Las lágrimas brotaron más en sus ojos.

“Me gustas, Senpai…” Ella respiró profundamente por la nariz, sollozando, “¡Te amoooooooo!”

Los sentimientos que Tomoe había mantenido dentro de ella durante tanto tiempo surgieron, golpeando a Sakuta, eran puros y sin restricciones.

“Koga”, él habló en voz baja, haciendo todo lo que pudo para ser amable… Ella contuvo sus lágrimas por un momento, pero las palabras de Sakuta no la dejaron continuar. “Bien hecho.”

El rostro de Tomoe estaba desaliñado cuando dejó escapar el inicio de un llanto, sus lágrimas brillaban en sus mejillas.

“Luchaste muy duro”.

“Uuu… Uwaaaahhhhh …”

Ella sollozó fuertemente, incapaz de hablar, llorando mientras sus lágrimas caían junto a la lluvia sobre sus pies, goteo, goteo, goteo, goteo …

 El cielo azul los miraba, alto, distante y claro hasta donde los ojos podían ver. La lluvia había cesado.