Tate no Yuusha no Nariagari (NL)

Volumen 10

Capítulo 10: Zeltoble

 

 

Nuestro viaje transcurrió sin problemas, y llegamos a la ciudad capital de Zeltoble.

“Es un lugar muy animado.”

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Nos abrimos paso a través de las calles bulliciosas de la ciudad. Incluso la ciudad del castillo de Melromarc no era así de animada. Una vez que llegamos, regresé y por supuesto, traje conmigo a Raphtalia y Rishia. Había mucho de lo que tener cuidado, y quería ser capaz de luchar si fuera necesario. Realmente no sentía mucho como que hubiéramos viajado a un lugar lejano, ya que estábamos regresando a la aldea por la noche.

En cuanto a Zeltoble, ¿cómo debería describirlo? El país estaba repleto de edificios con forma de coliseos que realmente destacaban.

“Como sea, ¿qué clase de país es Zeltoble? Realmente no sé nada de él.”

“Bueno, ¡entonces permítame explicarlo! ¡Sí señor!”

El comerciante de esclavos comenzó su explicación, lleno de emoción.

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“Zeltoble es conocido como un país de comerciantes y mercenarios. Justo como suena, el país se basa en el mercantilismo y el negocio de los mercenarios.”

“Si, tuve esa impresión.”

“Asumo que sabe lo que son los mercenarios. Ellos son personas que ganan dinero al luchar. El país también tiene lazos fuertes con el gremio que administra todo el negocio de los aventureros. Como un centro comercial, se encarga completamente de todo desde distribuir armas y armaduras hasta suministrar medicinas y otros consumibles que el gremio necesita. Aquí el dinero cambia de manos en una escala que es impensable en otros países.”

Mirando hacia afuera desde el carro mientras recorríamos las calles no era difícil de creer. La ciudad del castillo de Melromarc también estaba llena de vida, pero este lugar se sentía como un bufé. El escenario urbano parecía continuar y continuar, alternándose entre distritos de negocios bulliciosos y suburbios.

“Por cierto, el país no tiene rey. Es administrado por un consejo conformado por los comerciantes más influyentes.”

“¿Oh?”

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¿Entonces el país era más como una república? Tenía sentido para un país que se proclamaba a sí mismo como un país de mercenarios. Tal vez era una sociedad basada en el mérito.

“El país también tiene un lado oscuro profundo, como demuestra el dicho, “la guerra es luchada en la sombra de Zeltoble”. Héroe del Escudo, sea cuidadoso.”

“Lo seré.”

“Mi familia es de Zeltoble. El país ha tratado bien nuestros bolsillos.”

“Pensé que ese podría ser el caso.”

Eso me recordaba, tuve una pesadilla la noche anterior. Una gran multitud de personas desagradables que se parecían al comerciante de esclavos aparecieron de la nada y comenzaron a venderme esclavos y monstruos.

“Zeltoble es famoso por los eventos del coliseo que son celebrados por todo el país.”

“¿Coliseo?”

Él estaba hablando de las peleas de arena, ¿no? Probablemente estaban enfrentando mercenarios entre ellos mismos y apostando sobre quién ganaría.

“Es una de las mayores atracciones de Zeltoble. Héroe del Escudo, estoy seguro de que asistir a uno de estos eventos hará que su viaje valga la pena.”

“Lo pensaré. ¿Entonces hacia dónde debemos ir ahora?”

“Tenemos que salir de la calle principal. Gire en el callejón trasero de ahí. Eso debería bastar.”

“Entiendo. Filo.”

Dirigí a Filo hacia el callejón trasero al cual había apuntado el comerciante de esclavos. En cuanto entramos al callejón, una cuerda voló hacia Filo de la nada.

“Je je je… Ese monstruo que tienes ahí de seguro es inusual, ¿no?”

Un grupo de sujetos salvajes nos bloquearon el paso. ¿Acaso estos idiotas no sabían quién era Filo? Como sea, me recordaban a otro grupo de idiotas que conocía.

“¡Hiya!”

“¡¡¡Arghhhh!!!”

Filo pateó al idiota que había tratado de capturarla imprudentemente con un lazo y lo mandó a volar hasta el espacio.

“¿¡Ah!? ¿¡Qué es esta cosa!? ¡Deja de luchar! ¡Ugh!”

“¡Este monstruo es uno salvaje! ¡Apresúrense y amarren su cue—arghhh!”

Ah, Filo había mordido la cabeza de uno de los idiotas. Él se retorció por unos momentos antes de perder el conocimiento. Supongo que se había desmayado.

“¡M…monstruo!”

“¡Que alguien me salve!”

Filo escupió al sujeto inconsciente y arrancó la cuerda de su cuello.

“Los prefiero un poco más salados. ¡Él no sabía muy saludable!”

“…”

Me asustaba la idea de que Filo pudiera convertirse en un monstruo come-hombres. Tenía el presentimiento de que estaba creciendo para ser un caso perdido.

“Filo, las personas no son comida.”

“¿Ah?”

Después de todo, ella solo era una Filorial. Tal vez era un desarrollo intelectual retrasado. Qué molestia. Considerando para qué la necesitaba, menos inteligencia sería mejor.

“Filo. La cosa acerca de las personas es que… son los niños los que tienen mejor sabor. Ellos son tiernos y sabrosos.”

Tate no Yuusha no Nariagari Volumen 10 Capítulo 10 Novela Ligera

 

“¡Rafu!¡Rafu rafu!”

“¡Naofumi-sama, no le diga eso! ¡Y Raph-chan, no lo alientes!”

Recuerdo que había un monstruo de un juego o un libro que decía algo así, así que intenté repetírselo a Filo, pero ella sacudió su cabeza con asco.

“¡Nooo!”

“Ves, esa clase de cosa funciona mejor en Filo.”

“Oh, por amor de dios. No puedo notar si ella de verdad lo entiende o no.”

“Mira, Filo. No pongas personas en tu boca a menos que estés tratando de asustarlas. Es por tu propio bien.”

“¡Sip! ¡Solo lo hice porque pensé que eso los haría huir!”

¿Oh? Así que ella en realidad entendía lo que era la intimidación y fue por eso que lo hizo. Supongo que después de todo ella estaba aprendiendo. No podía dejar que fuera muy lista, pero entender eso debería estar bien.

“¿Qué fue eso acerca de estar salado?”

“El sabor que dejó en mi boca.”

Solo podía rezar para que no adquiriera un gusto por los humanos debido a eso.

Detuvimos el carro en frente de la tienda de un pariente del comerciante de esclavos, luego nos bajamos y seguimos al comerciante de esclavos por el callejón. Cuando salimos por el otro lado, pude ver un coliseo enorme. Era un edificio de piedra que se asemejaba a un estadio techado, y un hombre musculoso vigilaba la entrada. Debe haber sido un lugar muy popular, ya que había muchas personas esperando para entrar.

***

 

 

“Por aquí.”

El comerciante de esclavos continuó hacia la puerta de atrás y asintió hacia el guardia de pie en la entrada, quien luego dio un paso al costado y nos permitió pasar.

“Este lugar es un coliseo en la superficie, pero bajo tierra es un mercado negro donde se comercia con esclavos. Sí señor.”

“¿Oh?”

“Por supuesto, lo mismo es verdad para la gran mayoría de coliseos en este país. Los bienes ofrecidos varían con cada gremio. Sí señor.”

“¿Qué hay de los tuyos?”

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“No hay necesidad de decir que comerciamos principalmente con esclavos. Aun así, no tenemos un control exclusivo del mercado.”

Luego de continuar por algunos momentos, llegamos a una escalera que daba hacia el subterráneo. Luego de que avanzamos algunos pasos, pude oír ovaciones viniendo desde abajo. El negocio debe ir muy bien.

“El negocio parece ir bien en el lado del coliseo. ¿Qué clase de competencias se desarrollan ahí?”

“En su mayoría luchas, pero algunas veces hay otros eventos, tales como competencias de comida. Sí señor.”

“Me gustaría que Filo participara en una de esas.”

No me importaría ver hasta dónde podía llegar ese agujero sin fondo.

“¿Ah? ¿Voy a entrar?”

“Es una posibilidad.”

Podríamos reducir nuestros gastos en comida e incluso hacer algo de dinero extra. Por otro lado, estaba seguro de que perder tendría grandes riesgos.

“Estoy seguro de que eso resultaría muy interesante. Sí señor.”

El comerciante de esclavos le hizo alguna clase de señal extraña al hombre musculoso. Él sabía que yo solo estaba siguiendo la conversación que él comenzó, ¿cierto?

“¿Y bien? ¿Cuánto falta?”

“Casi llegamos.”

Unos momentos después de que respondiera, llegamos al fondo de las escaleras. Podía ver innumerables jaulas al final de un corredor alineadas en las paredes de piedra. Aquí había más jaulas que en la tienda del comerciante de esclavos, y estaban llenas de esclavos sin importar sus razas—humanos, semi-humanos, y otros. Podía ver una habitación pequeña más allá del área de la prisión. Dentro, otro comerciante de esclavos estaba esperando de pie.

“¡Ohhh! Pero si no es—”

“¡Ohhh! ¡Mi querido tío!”

No podía creer lo que estaban viendo mis ojos cuando vi al hombre que estaba abrazando el comerciante de esclavos, evidentemente feliz de verlo. El comerciante de esclavos era un hombre excesivamente obeso y extraño que usaba un frac y un monóculo, y este otro comerciante tenía una figura idéntica. Incluso su cara era casi igual. La única diferencia entre ellos era el diseño de sus monóculos y fracs.

“Naofumi-sama, creo que hay algo malo con mi vista.”

“Qué coincidencia. Con la mía también.”

“Fuehhh…”

Él había dicho que era un negocio de familia, pero esos dos eran prácticamente clones. Mierda. Mi pesadilla se había vuelto realidad. Había visto algo similar en un anime acerca de una familia de chicas que manejaban unos hospitales, pero esto… No serías capaz de diferenciarlos si estuvieran usando el mismo traje.

“Héroe del Escudo, este es el hombre que lo invitó aquí. Sí señor.”

“Bueno, bueno, pero si es el Héroe del Escudo. Es un placer conocerlo. Esa mirada en sus ojos es culpable de robar mi corazón. Sí señor.”

“¡Ya deténganse!”

Esto era malo. Se me estaba poniendo la piel de gallina. Quería huir inmediatamente. Aunque la idea de tener que venir todo este camino para nada me enojaba, así que resistí mis ganas de darme la vuelta e irme.

“¡Esa sí es una voz para un tratante de esclavos! ¡Qué emocionante! ¿Puedo sugerirle que tome la mano de mi hija en matrimonio?”

Imaginé a una versión femenina del comerciante de esclavos.

“Oh dios, por favor no.”

“¡Disculpen! ¿¡Trajeron a Naofumi-sama hasta aquí solo para hacer tales comentarios ridículos!?”

Una Raphtalia furiosa puso su mano en la empuñadura de su katana. Estábamos buscando a sus amigos y compañeros aldeanos, así que no podías culparla de haberse enojado. ¡Raphtalia, hazlo! Yo los confundiré.

“¡Ja ja ja! ¡Fue solo una broma!”

“Tío, eres malvado.”

“¡Ja ja ja! ¡No tan malvado como tú!”


Los dos se estaban riendo juntos. Me sentí enfermo…

“¡Vuelvan al tema principal!”

“¿Ya quiere hablar de negocios? Esperaba desarrollar un poco más de camaradería con el Héroe del Escudo. Sí señor.”

“Tío, eso dependerá de cómo te comportes. Sí señor.”

¡Sí señor! ¡Sí señor! ¡Sí señor! ¿Terminaría alguna vez? En serio ya había tenido suficiente. ¿Ya podía irme? No entendía para nada al comerciante de esclavos. No tenía idea de por qué, pero él siempre asentía sin importar lo que yo dijera. Me hacía pensar que tenía una agenda oculta, así que siempre estaba en guardia.

“Je je je… Temo que su aura siniestra pueda hechizarme. Sí señor.”

“¿Qué? ¿Acaso soy alguna clase de mal encarnado?”

“Oh, no. Simplemente me estoy refiriendo a su habilidad para usar esclavos. Es algo que podemos sentir.”

“El Héroe del Escudo hace que sus esclavos se retuerzan la cantidad justa y tiene un carisma que los haría saltar felizmente hacia las fauces de la muerte por su bien.”

“¡Nii-chan! ¡Tengo hambre!”

“¡Maestrooo! ¡Tengo hambreeee!”

“¡Héroe del Escudo! ¡Tengo hambre!”

¿Por qué escuchaba sus ruegos por comida reproduciéndose en el fondo de mi mente? ¿Eso era carisma? No podía dejar que me afectara…

“Comerciante de esclavos, ya fue suficiente de eso. Háblame acerca de esos esclavos que quiero.”

“Entendido. Sí señor. Tío, ¿cuál es el estado de esos esclavos por los que te pregunté? Sí señor.”

El comerciante de esclavos le preguntó al otro comerciante de esclavos. El otro comerciante de esclavos… bien, ¡esto se está volviendo ridículo! El comerciante de esclavos de Zeltoble se secó el sudor de su frente.

“Acerca de eso… La situación se ha vuelto un poco complicada. Sí señor.”

“¿Eso qué significa?”

“Luego de recibir el pedido por esclavos desde Melromarc, hice un intento de búsqueda, pero están buscando específicamente esclavos de la aldea de Lurolona en el territorio Seaetto, ¿cierto?”

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“Así es.”

El territorio que me habían otorgado le pertenecía originalmente a Eclair, y… Esperen, ¿la aldea de Raphtalia se llamaba Lurolona? No sabía eso.

“¿Eso es un problema?”

“Mucho. Sí señor.”

“¿P…Por qué?”

El color dejó la cara de Raphtalia mientras preguntaba. Tenía un muy mal presentimiento acerca de esto. O más bien, tenía el presentimiento de que algo que había pasado iba a causarnos muchos problemas.

“La cosa es… los esclavos de la aldea de Lurolona del territorio Seaetto de Melromarc actualmente están siendo vendidos por sumas exorbitantes dentro de Zeltoble.”

“¿Por qué?”

¿Por qué demonios los precios de los esclavos que quería comprar se habían disparado? Si esto era gracias a algún sinsentido como el destino, entonces quería encontrar a quien haya empujado ese destino hacia mí y golpearlo hasta su muerte.

Pero no, algo tan ambiguo como el destino no tenía lugar dentro de los negocios. Ciertamente tenía que haber una razón para el alza de los precios. ¿Era porque los esclavos habían sido víctimas de las olas? No, no podía ser eso. Si ese era el caso, entonces los precios habrían aumentado hace mucho tiempo.

“¿Cuándo comenzó este aumento de precios?”

“Creo que hace cerca de un mes atrás. Ahí fue cuando comencé a escuchar que mencionaban a Lurolona y al territorio en varios lugares. Sí señor.”

Hace un mes… Para ese entonces todavía estábamos en el mundo de Kizuna. Tomando en cuenta la diferencia de tiempo que había entre ambos mundos, eso sería justo cuando la Tortuga Espíritu fue derrotada.

“¿Así que es nuestra culpa?”

La Tortuga Espíritu había destruido muchos países, y el comandante a cargo del ejército de coalición que derrotó a la Tortuga Espíritu fui yo, el Héroe del Escudo. El esclavo estrella del Héroe del Escudo, Raphtalia, era de Lurolona. Era natural que el héroe que había desaparecido hacia otro mundo en persecución de un villano, y que ese esclavo del héroe llamarían la atención. Ya que Raphtalia personalmente no era tan conocida como yo, la atención terminó en su aldea y en el hecho de que ella era una semi-humana. Este era el resultado. Podría estar pensando demasiado las cosas, pero tenía sentido.

“¡Como era de esperarse del Héroe del Escudo! Sí señor.”

“¡Mierda! ¿Tenía razón?”

“Solo podemos especular, pero creo que la probabilidad es bastante alta.”

Maldición. Pensar que nuestras hazañas heroicas nos habían perjudicado…

“Si recuerdo correctamente, todo comenzó cuando un cierto comerciante ofreció una gran recompensa por la entrega de los esclavos. Luego de eso, los rumores acerca del Héroe del Escudo y de su esclava de Lurolona se comenzaron a esparcir gradualmente. No mucho tiempo después, cualquier esclavo semi-humano perteneciente a Lurolona—a pesar de no ser capaces de saber si era verdadero o no—comenzó a venderse a precios altos. Sí señor.”

Así que los precios estaban subiendo ahora, aunque fuera difícil saber si los esclavos siendo vendidos eran o no de la aldea de Raphtalia. Ya había visto esto antes. No estaba limitado a esclavos. Esto era a lo que se referían como una burbuja en términos del mercado de precios. Nunca sabías cuándo iba a romperse.

Era más fácil pensarlo en términos del yen japonés. Cada cierto tiempo, el precio del yen comenzaría a subir por algunas razones misteriosas, así que todos comenzarían a comprar yenes. Como resultado, el valor del yen se incrementaría aún más. Por supuesto, todavía habría personas vendiendo yenes, pero la mayoría de las personas estaría comprando, y por lo tanto el precio continuaría subiendo. Justo ahora, los esclavos de la aldea de Raphtalia, Lurolona, eran esos yenes.

“Aun así, los esclavos semi-humanos están donde quiera que ven. No importa lo popular que sea el bien justo ahora, simplemente habría demasiados falsos como para que esto continuara, ¿cierto?”

“En efecto. Es por eso que se ha vuelto un requisito que los esclavos hablen no solo el lenguaje oficial de Melromarc, sino que también el dialecto único del territorio Seaetto. Sí señor.”

De seguro eso era algo que podía ser enseñado. Por otro lado, el lenguaje con el que crecías tendía a ser arraigado más profundamente de lo que la mayoría de las personas pensaba. Una vez tuve un amigo que siempre hablaba con un cierto dialecto regional, incluso aunque había aprendido a hablar el japonés tradicional. Sería evidente para cualquiera que supiera la diferencia.

Eso probablemente también tenía algo que ver con el incremento de los precios. Ya que solo eran esclavos de Lurolona en el territorio Seaetto de Melromarc, eran de alguna forma productos de edición limitada.

“No puedo creerlo…”

Raphtalia comenzó a marearse. Ella retrocedió algunos pasos y yo me estiré para mantenerla en su lugar.

“¿Y bien? ¿El dinero que preparé es suficiente para comprarlos?”

“Para ser honesto, eso es improbable. Sí señor.”

“Dentro de poco los esclavos deberían estar apareciendo en las subastas subterráneas. Sí señor. Creo que sería mejor que el Héroe del Escudo vaya y observe la situación por sí mismo. Sí señor.”

No podía imaginarme una situación tan mala que incluso los comerciantes de esclavos no podían permitirse comprar los esclavos. Este lugar de seguro se veía que estaba siendo dirigido por personas adineradas.

“Fuehhh…”

Incluso el lloriqueo de Rishia sonaba frustrado.

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“Bueno, entonces vayamos a echar un vistazo.”

“Por aquí. Sí señor.”

Nos pusimos nuestros mantos y seguimos a los comerciantes de esclavos hacia la noche de Zeltoble. Atravesamos los callejones traseros, pasando por una variedad de tiendas antes de llegar a una taberna. El comerciante de esclavos se acercó al mostrador y habló con el hombre detrás.

“Pediremos una botella de Buenas noches Binario.”

El encargado de la taberna arrugó sus cejas y mandó una mirada firme hacia nosotros.

“¿Quiere mezclar algo con eso?”

“Un Ganador con Mucho Dinero. Sí señor.”

El encargado de la taberna dio un paso al costado para que pudiéramos unirnos a él detrás del mostrador y luego nos indicó que lo siguiéramos. Nos llevó hacia una puerta en la parte de atrás, continuamos a través de la puerta y hacia abajo por unas escaleras que daban al sótano. ¿Qué clase de contraseña fue esa? No mucho después, terminamos en un gran salón y se nos mostraron nuestros asientos en la que parecía ser una sección especial.

“Este es el escenario de esta noche. Sí señor.”

“Ah… ya veo.”

¿Así que esta era la arena subterránea donde exhibían peleas ilegales? Lucía más como un lugar donde verías una ópera. O tal vez era más probable un concierto de una idol japonesa.

“Primero, el Héroe del Escudo debería familiarizarse con las señales de mano usadas para hacer una puja durante la subasta.”

Ugh, qué molestia. El comerciante de esclavos comenzó a darme una lección acerca de las señales de mano usadas para indicar las diferentes sumas de dinero. Él comenzó con las señas dadas hacia el subastador para incrementar la puja actual por una pieza de cobre, de plata, u oro, y luego continuó con las señas para incrementar la puja por dos, cinco, e incluso diez veces. La subasta comenzó antes de que pudiera terminar de aprenderlas todas.

Las razas de los esclavos que aparecieron en el escenario variaban desde humanos, semi- humanos, y teriántropos. Los esclavos estaban divididos en un rango de categorías—niños, adultos, los ancianos, hombres, mujeres, etc.—e incluso detalles insignificantes, como el linaje, parecía ser tratado como parte del paquete del producto. Además de eso, una introducción detallada incluía cosas como el lugar de nacimiento, nivel y aptitud para la magia.

“Nuestro siguiente esclavo aquí ha ganado siete de diez peleas en el coliseo.”

Un esclavo muy bien constituido estaba de pie bajo las luces.

“¿Un participante del coliseo? ¿Es un mercenario?”

Ese no era un registro de luchas muy impresionante. Tal vez solo un poco por sobre el promedio.

“Sí señor. Él contrajo una gran cantidad en deudas y está participando en el coliseo como esclavo para pagar esa deuda.”

“Ah…”

Miré hacia Raphtalia. Ella parecía estar mirando hacia los esclavos que estaban sobre el escenario.

“¡A continuación la joya de la subasta de esta noche! ¡Una esclava semi-humana de la aldea de Lurolona!”

Las luces de pronto se movieron hacia el siguiente esclavo. ¿Esa era la joya? La esclava se veía como una niña semi-humana y parecía estar temblando ligeramente.

“No.”

Raphtalia sacudió su cabeza.

“Esa niña no estaba en mi aldea. Una de las niñas se veía similar, pero no es ella.”

“Así que es falsa…”

De todas formas, nadie podía notar la diferencia. Los esclavos de Lurolona eran el producto estrella, así que simplemente los podías disfrazar así. Si lograbas ganar una buena suma por ellos, ese sería el fin, incluso si al final descubrían el engaño.

“¡Comenzaremos las pujas con 20 piezas de oro!”

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¿¡Veinte piezas de oro!? ¿¡Tan alto!?

“¡Veinticinco de oro!”

“¡Treinta de oro!”

El precio continuó aumentando. Sabía que los precios estaban altos, ¡pero vamos! ¿¡Y por una falsa!? Incluso si encontrábamos uno real, no había forma de que pudiera comprarlo.

“Fuehhh…”

“¿Naofumi…sama? Creo que su cara probablemente está incluso más pálida que la mía.”

“Uhhh… si…”

Se puso peor. La esclava falsa siendo vendida actualmente estaba considerablemente desnutrida. Podíamos esperar hasta que la tendencia regresara a su curso y los precios hubieran bajado, pero si todos estaban en esta clase de condición entonces los esclavos reales de Lurolona podrían estar muertos para ese entonces.

Pero esperen, esta esclava pudo haber recibido un cuidado especial gracias a su precio alto, pero aun así lucía frágil. No era impensable que uno de los reales fuera tratado descuidadamente y terminara muerto. Sin mencionar que, era altamente probable que hubieran sido abusados, considerando las condiciones por las que habían pasado Raphtalia, Kiel, y los otros esclavos.

Honestamente, la situación se veía muy mal. Probablemente necesitábamos recuperar a los esclavos tan pronto como sea posible. Pero maldición… resolver este problema con el dinero que teníamos no era realista, y la reina de Melromarc había dejado en claro que por el momento el apoyo monetario no sería posible. Con los esfuerzos de reconstrucción luego de un daño tan extenso, los fondos simplemente escaseaban.

“Incluso si podemos diferenciar los reales de los falsos… esto…”

La idea de rendirme pasó por mi mente, pero tanto Raphtalia como Raph-chan me estaban mirando de forma expectante. No podía decirle que no a esos ojos.

“Necesitamos idear una forma de hacer dinero rápido y comprar a los esclavos lo más pronto posible.”

¿Deberíamos comprarlos uno a la vez con el dinero de las ventas ambulantes? No, eso tomaría demasiado tiempo. Además, la cantidad de dinero que necesitábamos estaba en un nivel completamente diferente. También necesitaríamos estar aquí en las subastas subterráneas cada noche para buscar a los esclavos reales, e incluso si íbamos por la ruta de negociar con los comerciantes para comprarlos, como mínimo necesitaríamos preparar suficiente dinero para igualar el precio de compra.

¿Tal vez podría tomar ventaja de mi posición como el Héroe del Escudo? No, eso no funcionaría. Los precios ya estaban por las nubes. Si se esparcían las noticias de que alguien famoso quería los esclavos, los precios se incrementarían aún más. ¿Tal vez deberíamos irrumpir en las casas de los comerciantes que los compraron y confiscarlos? Eso tampoco funcionaría. La maldición de esclavo podría estar configurada para matarlos, así que eso era demasiado peligroso. ¿Qué tal romper la burbuja al esparcir rumores desagradables acerca de los esclavos de Lurolona? Eso tomaría demasiado incluso si funcionaba.

Podría ir llorando a pedir ayuda al país semi-humano de Siltvelt, o tal vez Shieldfreeden, y hacer que compraran los esclavos para mí. Aunque ese sería el último recurso. Quería evitarlo si era posible. Ellos podrían terminar reteniendo a los esclavos semi-humanos como rehenes para forzarme a ir a Siltvelt. Estaba en medio de las preparaciones para la próxima ola. El riesgo de ser atrapado en alguna clase de alboroto dentro de Siltvelt era demasiado alto. Aún peor, también podríamos quedar atrapados en alguna clase de gran conspiración que afecte a Raphtalia y a los demás.

Necesitaba conseguir una cantidad ridícula de dinero, y necesitaba hacerlo rápido. De seguro debía haber una forma. Estábamos en Zeltoble—el país de mercenarios y comerciantes… y subastas subterráneas. Ahora que lo pienso, el comerciante de esclavos hace solo un segundo había estado murmurando algo acerca de hacer dinero.


“Oye, comerciante de esclavos.”

“¿Qué sucede? Sí señor.”

“¿Cuánto dinero puedes conseguir luchando en el coliseo?”

En este momento podríamos estar debilitados temporalmente, pero todavía éramos mucho más fuertes que un aventurero normal, un caballero, o un guerrero. Podría ocultar mi identidad como héroe y participar en una lucha de coliseo que permitiera las apuestas. Entonces, si apostaba en mí mismo… Esto no era una carrera de caballos, pero sería como apostar en un caballo con las probabilidades de 100 a 1 y ganar.

“El rango de ganancias va desde insignificante hasta extravagante. Sí señor.”

“Estoy interesado en lo extravagante. Si ocultamos nuestras identidades verdaderas y luchamos en un coliseo que permita las apuestas… Digamos que logramos ganar en el más peligroso. ¿Podríamos ganar suficiente dinero como para comprar los esclavos a estos precios inflados?”

“Espere un momento. Sí señor.”

El comerciante de esclavos comenzó a susurrar con su tío. Unos momentos después…

“No es imposible. Con eso dicho, no puedo garantizar que salgan con vida. Probablemente será demasiado peligroso.”

“Hmph… No estoy preocupado por eso.”

Quiero decir, vamos. Si estábamos hablando acerca de un riesgo de muerte, eso era algo que habíamos enfrentado muchas veces, y todavía estábamos aquí. Había luchado contra las olas, contra una conspiración, y contra la religión. Había luchado contra la Tortuga Espíritu, e incluso había luchado en otro mundo. Había estado al borde de la muerte una y otra vez, y eso no iba a terminar en un futuro cercano. Si ese era el único problema, entonces enfrentaría de nuevo ese riesgo luchando en el coliseo por el bien de la aldea de Raphtalia.

“…”

Raphtalia miró hacia mí con una mezcla de expectación y aprehensión en su rostro. Raph- chan estaba haciendo lo mismo. Rishia estaba en pánico por saber cuál sería mi decisión, y Filo tenía su cabeza inclinada hacia el costado como si no tuviera idea de lo que estaba pasando.


“Raphtalia, no te preocupes. No importa lo que se necesite, traeré de vuelta a tus amigos.”

“Naofumi-sama…”

La expresión de Raphtalia cambió a una de alivio luego de escuchar mis palabras. Sabía que esta clase de comportamiento realmente no iba con mi imagen, pero tenía muchas razones para hacer esto por Raphtalia.

“Con eso dicho, los precios de los esclavos se han disparado, y no tenemos suficiente dinero para comprarlos justo ahora. No puedo decir que me gusta la idea de hacer esto, pero tendremos que comprar a los amigos de Raphtalia con dinero ganado al luchar en el coliseo. Lamento que tenga que ser dinero sucio, pero es la única manera.”

Raphtalia asintió decididamente. Y así fue decidido—usaríamos las conexiones del comerciante de esclavos para aceptar el reto y luchar en el coliseo despiadado.

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