Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Volumen 8

Capítulo 3: Aférrate A La Esperanza

Parte 1

Hajime sintió algo frío y duro clavándose en su espalda. La desagradable sensación sacudió la nebulosa conciencia de Hajime.

“…Dónde…”

Hajime agitó la cabeza, se puso en pie, y examinó lo que le rodeaba. La habitación en la que estaba era muy oscura, pero como tenía la habilidad de Visión Nocturna, eso no era un impedimento para él. Una rápida mirada le dijo que estaba dentro del tronco de un árbol, pero uno que era el doble del que había entrado después de la batalla contra Treant. Había otra diferencia significativa entre este tronco y el otro. Este tronco no estaba vacío. Se habían colocado objetos rectangulares a intervalos regulares a lo largo de la circunferencia del tronco. Cada uno era lo suficientemente grande como para caber una persona dentro de él.

Son como ataúdes. Por lo que parece, Hajime se había despertado de uno de los mencionados ataúdes. Aparte de eso, la habitación estaba vacía. Tampoco parecía haber ninguna salida. Hajime examinó los ataúdes a ambos lados de él, y luego corrió hacia el de la derecha.

“Esto…. parece ámbar.”

Yaciendo dentro del ataúd estaba Yue. No Yue en su estado de duende transfigurado, sino la vieja Yue original. Estaba suspendida en una especie de semisólido amarillo-marrón. Como había dicho Hajime, la extraña sustancia se parecía al tipo de ámbar en el que la gente a menudo encontraba fósiles preservados. Al principio, a Hajime le preocupaba que estuviese muerta, pero luego su [Sentir Presencia] había captado el latido del corazón de Yue. Además, este Yue no parecía ser falsa. Esta era sin duda la verdadera Yue.

Había un total de nueve ataúdes de ámbar en el tronco del árbol. Hajime revisó cada uno de ellos por separado, y como esperaba, encontró el resto de su grupo dentro de ellos.

Supongo que nos teletransportaron directamente a ellos después de la pelea con los Treant. Hajime pensó en la ilusión en la que había estado atrapado hasta ahora. Ese sueño había sido como una trampa para moscas de Venus. Si se hubiera dejado llevar demasiado adentro, nunca habría escapado. Lo más probable es que todos los demás estuvieran viendo visiones similares. Si lograban escapar de ese mundo de dulces ilusiones, probablemente se liberarían del ámbar como él lo había hecho. Como mínimo, esa fue la conclusión a la que llegó Hajime después de examinar los ataúdes.

“Bueno, al menos Yue y Tio han vuelto a sus cuerpos originales. Todo lo que queda es ver si pueden volver por su cuenta o no.… aunque supongo que no hay necesidad de preocuparse por eso”.

Por lo que Hajime podía ver, todos habían vuelto a sus formas originales en el momento en que el grupo había despejado el suelo que el Treant estaba vigilando. Hajime se sentó en el borde del ataúd de Yue y se acercó a ella. Naturalmente, el ámbar le impedía tocarla, pero aún así acariciaba el área sobre su cara.

“Date prisa y vuelve a mí, Yue. Hace siglos que no oigo tu verdadera voz…”

Hajime jugó con la idea de aplastar el ámbar, pero incluso si eso liberaba a Yue de su ilusión, probablemente les haría fracasar en el juicio y por lo tanto no conseguirían despejar el laberinto.

“…Pero sabes, Yue se veía muy bien con el uniforme de la escuela. Shea también… Me sorprende que soñara que podía mantener la compostura con esas dos alrededor. Debería pedirles que se los pongan cuando volvamos a Japón”.

En ese momento, el ámbar de Yue empezó a brillar. Hajime le quitó la mano de encima y puso algo de distancia entre él y el ataúd. En poco tiempo la luz se desvaneció y el ámbar comenzó a derretirse. El ámbar licuado desapareció en los lados del ataúd como si fuera absorbido por ellos. En menos de cinco minutos, todo había desaparecido.

Después de confirmar que Yue aún respiraba, la última de las preocupaciones de Hajime desapareció y la levantó suavemente. No quería dejarla tirada en el frío. Y lo más importante, sólo quería una excusa para abrazarla. Mientras le quitaba el pelo de la cara, los ojos de Yue parpadeaban lentamente.

” Bienvenida, Yue. ¿Cómo te sientes?”

“Mmm…. ¿Hajime?”

“Sí, soy yo.”

Yue aún parecía un poco aturdida, pero su mirada no se apartó de Hajime. Incluso después de estar completamente alerta, continuó observándolo cuidadosamente.

“¿Eres el verdadero Hajime?”

“Probablemente puedo adivinar por qué me preguntas eso, pero… es mejor que lo decidas por ti misma. ¿Me parezco al verdadero Hajime o a uno falso?”

Por su reacción, Hajime no dudaba que una versión falsa de él había aparecido en la ilusión de Yue. Le hizo feliz saber que era parte del mundo ideal de Yue.

“Para que lo sepas, estoy seguro de que la Yue que tengo en mis brazos es la verdadera Yue.”

Yue parpadeó confundida unas cuantas veces, y luego sonrió débilmente al darse cuenta de lo que Hajime estaba intentando decir. Al igual que Hajime, estaba feliz de saber que había sido parte de su mundo ideal. Su expresión se suavizó y ella cuestionó su resolución.

“¿Cómo puedes estar seguro?” Yue ya sabía la respuesta, pero ella preguntó de todos modos. Era importante que lo oyera de la boca de Hajime.

Hajime también lo entendió, por lo que se encogió de hombros y contestó.

“Porque no siento nada malo en ti. Algo en lo más profundo de mi alma me dice que la Yue que tengo delante es la que es especial para mí”.

“Fufu… Yo siento lo mismo por ti, Hajime. Puedo decir que eres el verdadero. Lo siento, hice una pregunta tan inútil”.

“Está bien, acabas de despertar después de todo.”

Hajime se encogió de hombros, y Yue puso sus brazos alrededor de su cuello. La abrazó en la espalda y la apretó fuerte. ¡Tose!

“¿Cómo era la yo en tu ilusión?”

“Te ves muy bien con mi uniforme escolar.”

Esa no había sido la respuesta que esperaba Yue, pero ella se rió a pesar de todo. Era gracioso lo fácil que era leer la mente de Hajime.

“Mmm…. Lo usaré por ti alguna vez, entonces.”

“Lo estaré esperando. ¿Qué hay de ti, cómo fue tu ilusión?”

¡Tose! ¡Tose!

Yue enterró su cara en el cuello de Hajime y la besó una y otra vez.

“…te veías genial sentado en el trono con túnicas reales.”

“Lo siento, estaría dispuesto a usar una túnica real para ti, pero no creo que me siente nunca en un trono. En realidad, ¿por qué diablos estaba yo en un trono?”

“Porque yo era la reina. Y ya teníamos 11 hijos”.

“¿¡Qué clase de fantasía era esa!? ¿Y por qué demonios nuestra familia es tan grande? ¿Planeas hacer un equipo de fútbol sólo con nuestros hijos?” Hajime estaba tan sorprendido que sacó a Yue de él y la miró fijamente.

Yue se mojó los labios seductoramente en lugar de responder. El corazón de Hajime dio un vuelco y su férrea confianza en su habilidad para mantener la calma, sin importar la situación, se tambaleó un poco.

“Fufu, estoy ansiosa de que llegue…”

“…Hah, supongo que no soy rival para ti, después de todo, Yue.”

¡Tose! ¡Tose! ¡Tose!

Hajime levantó las manos al perder, y Yue sonrió alegremente en respuesta. Esta es la Yue que recuerdo. Hajime envolvió sus brazos detrás de Yue y la abrazó con fuerza. Yue anhelaba lo mismo que él, así que ella obedientemente cerró los ojos y levantó la barbilla. Hajime estaba cautivado por sus suaves y sonrosadas mejillas, sus labios hechizados, y la pequeña lengua que ocasionalmente salía entre ellos.

Los dos se apoyaron el uno en el otro, sus labios cada vez más cerca. Sin embargo, justo antes de que se tocaran, los dos fueron interrumpidos.

¡Ack! ¡Tose! ¡Tose! ¡Hic! Ack! ¡Tose!

“¿Eh?”

“¿Hm?”

Pensaron que se habían estado imaginando la tos que habían estado escuchando, pero no lo parecían. Incapaces de seguir ignorándolo, los dos intercambiaron miradas y, tras una breve pausa, se giraron hacia la fuente del sonido. De pie allí no había nada más y nada menos que Shea.

“Mira, lo sé, lo sé, no me quieres cerca de todos modos. Aunque he luchado tanto para poder volver a la realidad… a esto es a lo que he vuelto. Ugh…. Incluso intenté recordaros que estaba aquí tosiendo…. Pero tú…. me ignoraste… La realidad es demasiado cruel”.

Sus orejas de conejo estaban caídas y lloraba incontrolablemente. Hajime no pudo evitar compadecerla un poco. Parecía que Shea se había despertado poco después de Yue, pero como los dos habían tenido ojos sólo el uno para el otro, por lo que no se habían dado cuenta de ella. En verdad, fue una lástima.

Shea se tambaleó hacia un rincón de la habitación, se sentó de rodillas y se enfurruñó. Sin embargo, Hajime no echó de menos las sugestivas miradas que ella le lanzaba de vez en cuando.

Cualquiera que fuera el caso, había sido cruel de su parte ignorar a Shea justo después de haber completado su prueba y hecho añicos su ilusión. Y así, Hajime y Yue se sonrieron irónicamente el uno al otro y fueron a consolar a Shea. Después de unos minutos de acariciar sus orejas, su pequeña cola meneaba de emoción. Mientras Hajime acariciaba su suave piel, gritó palabras de consuelo.

“Sí, Shea sin orejas de conejo no es buena. Shea es sólo Shea porque las tiene. De hecho, sin ellos, ella no sería Shea. Las orejas son la verdadera esencia de Shea”.

“No tengo ni idea de lo que tratas de decir, pero soy algo más que mis orejas de conejo. Aunque hoy estás más obsesionado de lo normal, Hajime-san. ¿Sucedió algo dentro de tu ilusión?”

“Sí, soñé que no tenías orejas de conejo. Sólo eras un aburrida Shea.”

“Mmm… ¿eso aún cuenta como Shea?”

“Disculpa, Yue-san. Aunque admito que mis orejas son mi marca registrada, sigo siendo yo sin ellas”.

Un escalofrío bajó por la columna vertebral de Shea. No les importan más mis orejas que yo, ¿verdad? Hajime le preguntó entonces qué tipo de ilusión le habían mostrado, y Shea le explicó que había estado viviendo en un mundo en el que toda su familia, incluso los que el imperio había matado, estaban vivos y bien. Incluso su amiga Mona, que había muerto cuando ella era joven, había estado allí. Además, Hajime y Yue también habían estado con ella. Había pasado sus días viviendo felizmente en el mar de los árboles con todos.

Por cierto, la ilusión de Yue había sido que ella no había sido traicionada y su nación seguía en pie. Además, Shea, Kaori y Tio eran sus amigas, mientras que Hajime era su marido, y como ella había mencionado antes, tenían 11 hijos.

“En cuanto a mí, nunca había sido llamado a este mundo y estaba viviendo mi vida en paz con Yue y Shea en Japón. Supongo que el laberinto quería mostrarme un mundo en el que no tuviera que sufrir por el laberinto de Orcus, pero que aún así tuviera toda la felicidad que había encontrado en el camino”.

“Ya veo… Eso definitivamente suena como un mundo ideal”.

“… ¿Cómo rompiste tu ilusión, Shea?”

Shea sonrió a esa pregunta y respondió.

“Bueno, no podía negar quién soy, no es que quisiera, así que le dije a Haltina: ‘¿Cómo te atreves a usar a mi familia para manipularme, monstruo embustero?’ y empecé a destrozarlo todo.”

“Ya veo…” Yue asintió, comprendiendo. Hajime también sonrió y asintió. En su ilusión, Shea probablemente había sido la misma chica débil que había sido antes de conocer a Hajime y Yue. Eso era probablemente lo que no había sido capaz de aceptar.

“Desde que los conocí antes de que el imperio nos encontrara en mi ilusión, todos empezamos a vivir juntos sin tener que pelear con nadie. Así que pasé todo mi tiempo siendo protegida por ustedes dos. Pero creo que en el fondo sabía que no podía quedarme con ustedes si era tan débil. Quiero decir, estuvo bien que Hajime-san dijera que me protegería, y me alegré cuando Yue dijo que ella se encargaría de todo…. Me sentí muy bien dejándome mimar. Pero cuanto más tiempo pasaba así, más me sentía mal… y antes de darme cuenta, había decidido luchar por mí mismo. Junto con todos ustedes.”

“Así que así es como regresaste…”

“¡Así es! Quiero seguir luchando con ustedes dos, Hajime-san, Yue-san. Incluso si eso significa que tengo que pasar por cosas aún más dolorosas en el futuro”.

Se ha vuelto mucho más dura ahora…. Hajime pensó para sí mismo.

Cuando se conocieron por primera vez, ella había sido una conejita inútil, pero ahora había cambiado completamente. Y el ímpetu para su cambio había sido su deseo de estar junto a Hajime y Yue. Eso, y su amor por Hajime específicamente. Aunque Hajime no sentía lo mismo por Shea que por Yue, no podía negar que sentía algo por ella. Puso sus brazos alrededor de la cabeza de Shea y la abrazó de cerca. Yue, que ya había adivinado los sentimientos de Hajime, sonrió amablemente.

“U-Umm, ¿Hajime-san?”

“¿Por qué te pones tan nervioso…? Bienvenida de nuevo, Shea. Lo hiciste bien”.

“Ah…. ¡Gracias!” Shea sonrió. Aunque Hajime no lo había dicho, claramente había estado insinuando que ella pertenecía a ellos. Su sonrisa era tan pura y llena de felicidad que Hajime no pudo evitar quedar encantado con ella.

El trío se acurrucó en un abrazo grupal y continuó hablando de sus respectivas ilusiones. Después de unos minutos, otro de los ataúdes de ámbar comenzó a brillar. Otro de sus compañeros se había liberado de la prisión de la tentación y había vuelto a la realidad.

“Estoy bastante seguro de que ese ataúd tenía…” Yue aumentó la intensidad de su luz mágica, iluminando la figura que se liberaba de su jaula ámbar. Y después de unos segundos más…

“¡Patético! ¡El Maestro nunca me castigaría de una manera tan tibia! Si quieres imitarlo, debes hacerlo mejor que eso”.

“…..”

Naturalmente, la persona que sacudía el puño en el aire no era otra que Tio. Ese arrebato había sido suficiente para que Hajime y los demás tuviesen una idea decente de la ilusión que Tio había estado viendo, y todos la miraron con frialdad. La mirada de Hajime, en particular, era más fría que la tundra siberiana. Ni siquiera quiero imaginar qué tipo de cosas estaba haciendo en su sueño.

Al darse cuenta de que estaba siendo observada, Tio tembló de emoción. Se dio la vuelta, su expresión de éxtasis. Cuando se dio cuenta de a quién miraba, su sonrisa se hizo más amplia. Se miró a los ojos con Hajime y corrió hacia él como un cachorro corriendo hacia su dueño.

“Mastroooooo, ¡he vuelto! ¡Alabado sea el Señor!” Intentó derribar a Hajime de la misma forma que lo había hecho cuando era una duende. Naturalmente, Hajime respondió con una bala de goma de Donner.

“¿¡Awah!?” Hubo un fuerte estallido, y Tio se giró hacia atrás por el aire. Aterrizó de cabeza en el suelo y gimió en éxtasis. La siguiente acción de Hajime fue pisarla. Era la única forma de evitar que se retorciera de una manera tan espeluznante.

“Maldita dragona pervertida. ¿Qué demonios me hiciste hacer con tu ilusión?”

“¡Nhaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah esto es lo que anhelaba! ¡Oh, que me disparen y me pisen en el momento en que vuelvo a la realidad! ¡Que me miren como si no fuera más que basura! ¡Una falsificación nunca podría darme un placer tan exquisito! ¡Este es el Maestro que conozco y amo!”

“Muere, maldita pervertida”.

“¡Abababaaba!”

Incapaz de escuchar otra palabra, Hajime sacudió a Tio con un sorprendentemente poderoso [Campo de Electrico]. Arqueó la espalda, tuvo espasmos durante unos segundos, y luego cayó al suelo. El humo blanco se elevó de su cuerpo inerte. Su expresión era tan repugnante que no podía ser descrita sin necesidad de ser censurada. Dicho esto, parecía muy feliz. Por supuesto, su felicidad solo hizo que Hajime se enfadase más.

“Ahaha… Supongo que ni siquiera el creador de un laberinto podía entender los fetiches de Tio-san. Haltina intentó crear el mundo ideal para una pervertida, pero al final, Tio-san escapó porque no era lo suficientemente bueno”.

“Haltina, tienes mi respeto.” Yue se puso en pie y saludó. Hajime podría haber jurado que vio una visión de Haltina saludando con lágrimas en los ojos.

“Es una verdadera bendición poder disfrutar de las recompensas del Maestro. El verdadero Maestro es verdaderamente inigualable.” Tio se recuperó del ataque de Hajime y no se veía peor por el desgaste. Enfadado, Hajime apuntó con Donner para meterle otra bala, pero luego se detuvo.

“…..” Entrecerró los ojos y escudriñó la expresión de Tio.

“¿Hmm? ¿Cuál es el problema, Maestro? ¿Finalmente te has enamorado de mi belleza? Nufufufu.”

Tio le mostró una atractiva sonrisa, y Hajime respiró un prolongado suspiro. Se acercó y le dio una palmadita a Tio en la cabeza. Ella lo miró con la mirada perdida mientras él lo hacía, así que dijo lo que pensaba.

“Si quieres que me enamore de ti, no te obligues a sonreír. Incluso tu habitual expresión pervertida es mejor que eso. De todos modos… bienvenida, Tio.”

Los ojos de Tio se abrieron de par en par, y ella parpadeó unas cuantas veces antes de cubrirse los ojos y sonrojarse de vergüenza.

“Mmm, gracias, Maestro”, murmuró ella. Fue entonces cuando Yue y Shea notaron lo que Hajime ya había confundido. De todos los que están aquí, Tio era el que más tiempo había vivido. Como una de las casi extintas tribus de dragones, ella había visto los mayores horrores y experimentado el mayor sufrimiento. Sin duda, ella tenía más remordimientos que los demás. Considerando todo lo que había perdido, la ilusión que el laberinto le había mostrado debía ser mucho más maravillosa que cualquier cosa que hubiese podido mostrarle a Hajime o a los demás. Habría sido un verdadero tesoro escondido, lleno de toda la gente y las cosas que había perdido a lo largo de los siglos.

Esa era probablemente la razón por la que le había llevado más tiempo despertarse que a los demás. Sin embargo, había tratado de actuar con normalidad en un intento de encubrir los sentimientos que había embotellado en su interior. Fue sólo gracias a la aguda percepción de Hajime que había notado que algo estaba mal.

“Bienvenida, Tio-san.”

“Mmm…. Me alegro de que hayas vuelto, Tio.”

“Shea, Yue… Gracias.” Hajime y los demás sonrieron ante la tímida respuesta de Tio, lo que hizo que se sonrojase aún más.

Poco después, otro de los ataúdes de ámbar comenzó a brillar. Parecía que la siguiente persona que escaparía del mundo de las ilusiones sería Kaori. Hajime y los demás corrieron hacia allí mientras ella respiraba con dificultad y abría los ojos. Cuando vio a sus amigas de pie a su alrededor, respiró aliviada. Sin embargo, cuando sus ojos se encontraron con los de Hajime, se sonrojó de rojo brillante y retrocedió hasta la pared. Esta era la primera vez que se alejaba de Hajime, y él estaba algo confundido. Se giró hacia Yue y a las demás, esperando que tuviesen una explicación. Preocupada por lo que pudieran decir, Kaori intentó apresuradamente explicar su extraño comportamiento.

“¡Ah, u-um, no es lo que piensas, Hajime-kun! Yo sólo…. De todos modos, ¡no es nada en realidad! ¡No estoy tratando de evitarte ni nada!”

“No me importa… Algo debe haber pasado en tu ilusión para hacerte actuar así, ¿verdad? ¿Qué diablos viste ahí dentro?”

“¿Eh? Um, yo…” El rubor de Kaori se extendió por toda su cara, y se calló. Con un gemido confuso, se agachó en el suelo y se acunó con la cabeza. No se atrevía a mirar a Hajime.

Las otras chicas eran más o menos capaces de adivinar qué tipo de ilusión Kaori se había basado en su reacción. Tio sonrió y dijo “Oho…” mientras Shea se sonrojaba y murmuraba “Tan audaz, Kaori-san…” mientras miraba hacia otro lado. Yue, por otro lado, no se anduvo con rodeos.

“Kaori, pervertida.” Miró fríamente a Kaori, quien tembló y rápidamente intentó negarlo.

“¡No lo soy! ¡No me acuses así!”

“Entonces, ¿en qué clase de sueño estabas?”

“Bueno… Sólo estaba viviendo una vida cotidiana ordinaria.”

“Ya veo… Una vida cotidiana ordinaria en la que sedujiste a Hajime todas las noches”.

“¡No lo hice! ¡Podría haberle presionado al principio, pero después de eso, fue Hajime-kun quien… Ah!”

“Eres demasiado peligrosa para seguir permitiéndote estar cerca de Hajime.”

“¡Eso no es verdad! Hajime-kun, no la escuches, ¿de acuerdo? Nunca te haría algo así”.

“Sí, sí, lo sé, no te preocupes.”

“Ugh…”

Parecía que Kaori había hecho bastantes cosas malas con la Hajime en su ilusión. Aparentemente, Kaori se había apartado de Hajime y escapado justo antes de que llegasen hasta el final, pero aun así parecía lamentar un poco esa elección. Todo el tiempo que estuvo explicando su sueño, miró encubiertamente a Hajime para juzgar su reacción. Eso solo hizo que Yue quisiera burlarse más de ella, y susurró algo al oído de Kaori que hizo que volviese a cubrirse la cara de vergüenza. Yue era como un gato, jugando con su comida antes de entrar a matar. Y Kaori era la pobre rata atrapada en sus garras.

“De todos modos, parece que todos hemos logrado escapar a salvo.”

“Sí. ¿Qué vamos a hacer con el héroe y sus amigos?” Preguntó Shea mientras miraba los ataúdes de ámbar que quedaban.

“Déjame pensar… En el peor de los casos, siempre podemos sacarlos, pero por ahora, esperemos y veamos si pueden salir con sus propias fuerzas. Si no pueden, entonces no tiene sentido traerlos aquí en primer lugar”.

“¿Cuánto tiempo debemos esperar?”

“¿Cuánto tiempo me lleva comer y descansar? Podría haber salido de la ilusión de la manera normal, pero me enojé un poco y usé todo mi maná para aplastarlo por la fuerza, así que necesito descansar un poco de todos modos”.

“¿Por qué siempre haces cosas así?” Dijo Shea suspirando.

Hajime nunca pensó que vería el día en que Shea de entre toda la gente le daría un sermón.

“Sé que lo es, fue una tontería. He estado dejando que este laberinto me irrite con demasiada facilidad”.

“Sí. Pero bueno, ya veo por qué te enfadas, ya que sigue usando a Yue-san como cebo…”

“Esa no es una buena excusa. Si sigo dejando que esto me afecte, se convertirá en una debilidad que puede ser explotada. Va a ser difícil, pero voy a tratar de aprender a mantener la calma aquí”.

La resolución de Hajime era verdaderamente admirable, y Shea le miraba con admiración. Luego, tras echar un rápido vistazo a Yue, que seguía intimidando a Kaori mientras Tio miraba, se inclinó hacia Hajime y susurró algo.

“Umm, Hajime-san?”

“¿Sí?”

“Si hubiera acabado como Yue-san… ¿te habrías enfadado tú también por mí?”

Luego miró hacia otro lado, con vergüenza, aunque sus orejas seguían apuntando en la dirección de Hajime. Aunque no se enfadase tanto por el hecho de que ella fingiese ser usada para manipularle como lo haría él si fuese Yue, ella seguía queriendo creer que al menos le molestaría. Hajime pensó en dar una respuesta sin compromiso, pero después de ver el tenue rayo de esperanza en los ojos de Shea, se rascó la mejilla torpemente y decidió hablar con honestidad esta vez.

“La razón por la que quebranté esa ilusión de mierda no fue sólo por Yue. Tú también estabas en mi sueño. Y bueno… No quería nada de Shea excepto la que estaba sentada frente a mí”.

“Ah… Ehehe, ya veo.” Shea sonrió, y su cola y orejas empezaron a moverse de un lado a otro. La reacción fue tan linda que Hajime, reflexivamente, empezó a acariciarla de nuevo.

Después, Kaori vino llorando a Hajime cuando ya no pudo soportar el acoso de Yue, ella se desenredó de él para consolarla. Mientras tanto, Yue se hinchaba el pecho con orgullo y Tio… Bueno, la reacción de Tio no fue importante. En cualquier caso, los cinco continuaron jugando mientras comían, y antes de que se dieran cuenta habían pasado tres horas. Sin embargo, ninguno de los miembros del grupo del héroe se había despertado.

“Supongo que ya es hora…”

“Mmm…. Sí.”

“Supongo que eso es todo. No es como si pudiéramos seguir esperando para siempre”.

Hajime miró los ataúdes, considerando la mejor forma de sacar por la fuerza a Kouki y a los demás de ellos. Yue y Shea parecían estar de acuerdo en que no tenía sentido esperar más. Sin embargo, Kaori no lo hizo.

“Podemos… ¿Podemos esperar un poco más? Estoy segura de que Shizuku-chan no dejará que algo como esto la golpee…”

Kaori entendió mejor lo desesperadamente que Shizuku y los demás querían despejar este laberinto y obtener su propia magia antigua. Después de todo, tener uno solo les ayudaría enormemente a reunir a los demás. Además, Kaori quería personalmente que Shizuku y los demás se fortalecieran porque creía que le ayudarían a encontrar el camino de vuelta a casa.

Por su parte, Hajime quería que ellos también se fortaleciesen, preparándose para las batallas que vendrían, así que se encogió de hombros y aceptó la petición de Kaori. Kaori sonrió e intentó abrazarle, solo para ser bloqueado por Yue. Mientras las dos se peleaban entre sí, uno de los ataúdes empezó a brillar.

“Ese es… ¡Shizuku-chan!”

“Pensé que Yaegashi sería la más rápida.”

“De hecho, Shizuku tiene una buena cabeza sobre sus hombros. No me sorprende que ella descubriera la ilusión primero.”

Kaori olvidó su anterior pelea y corrió hacia el ataúd de Shizuku. Shizuku gimió y abrió los ojos, y Kaori la ayudó a sentarse.

“Este lugar es… ¿Kaori?”

“Soy yo, Shizuku-chan. Bienvenida de nuevo.”

“Así que regresé a la realidad. Phew…. Eso fue agotador…”

Shizuku suspiró y agitó la cabeza. Luego sonrió a Kaori y murmuró: “Gracias”. Viendo que se había despertado, Hajime y las demás también se acercaron.

“Te tomaste tu tiempo. Aun así, me alegro de que hayas venido”.

“¿Eh? Oh, N-Nagumo-kun… Sí. Fue duro, pero me las arreglé de alguna manera”. Por alguna razón, Shizuku empezó a tartamudear cuando habló con Hajime.

Yue y las demás la miraron sospechosamente, ya que la reacción era definitivamente extraña. Shizuku tosió un par de veces para ocultar su extraño comportamiento y examinó lo que la rodeaba. Sin embargo, no podía ocultar el rubor tenue que había aparecido en sus mejillas.

“…Entonces, ¿Kouki y los otros siguen dentro?”

“Sí. Salimos hace unas horas, pero eres la única que ha escapado desde entonces, Shizuku- chan.”

“Ya veo. Ciertamente fue un juicio agotador. Siento haberles hecho esperar tanto”.

“No te preocupes, Shizuku-san. En todo caso, deberías estar contenta de haber sobrevivido. Además, si no te importa, hay algo que quiero preguntarte…”

“Gracias, Shea. Y siéntete libre.”

Shizuku sintió un poco de temor por el tono de Shea, pero hizo todo lo que pudo para mantener la calma. Sin embargo, la que terminó preguntando no fue Shea, sino Yue.

“……”

“¿Qué es esto?”

“…….”

“No sabré lo que quieres si me miras así, Yue.”

Yue estaba de pie junto a Shizuku y la miraba fijamente. No se movió ni parpadeó ni mostró ningún tipo de expresión. Se quedó ahí parada y me miró fijamente. Había algo intimidante en el hecho de ser mirado en silencio a quemarropa de esa manera. A pesar de la belleza de Yue, Shizuku no pudo evitar sentirse un poco aterrorizada.

Shizuku intentó evitar la mirada de Yue, pero se cansó de que la viera o no. Finalmente, Yue hizo la pregunta en la mente de todos.

“Shizuku… ¿qué clase de sueño viste?”

“¿Eh? Era totalmente normal. Estaba viviendo mi vida diaria como una chica normal”.

“¿Normal? ¿Quién más estaba en él?”

“Todos. Todos los que conozco de todos modos.”

“Ya veo…”

Shizuku se encontró con la mirada de Yue mientras decía eso. Su voz no vaciló ni tembló. Sin embargo, su vaga respuesta dejó claro que no quería entrar en detalles sobre el contenido de su sueño. Yue y los demás lo entendieron, así que decidieron no presionarla más por ahora. Shizuku respiró aliviada al darse cuenta de que Yue estaba retrocediendo.

El grupo llevó a Shizuku al centro de la sala, donde habían preparado un poco de té. Cansada como estaba, Shizuku estaba agradecida por el descanso. Mientras se sentaba, se murmuró a sí misma.

“No puedo creer que fuera una princesa. Y de todo el pueblo, el príncipe tenía que ser…”

Pocas personas la oyeron refunfuñar en voz baja.

Unas horas más tarde, Shizuku se había recuperado completamente. Ninguno de los miembros que quedaban de su grupo había escapado de sus ataúdes, así que Hajime decidió que era hora de sacarlos por la fuerza. No podían permitirse el lujo de retrasar más su progreso. Tanto Hajime como Yue podrían haber aplastado fácilmente el ámbar, pero decidieron dejarlo en manos de la persona más adecuada para ello.

“Muy bien Kaori, contamos contigo. Sólo asegúrate de no desintegrar accidentalmente sus cuerpos también”.

“No te preocupes, no me pasará nada. Si no estoy en medio de una pelea, puedo controlar el poder perfectamente”.

Kaori puso sus manos sobre el ámbar y empezó a verter su maná en él. Su maná plateado brillaba como la luz de la luna dentro del oscuro tronco del árbol.

“[Desintegrar]”.

Kaori no tenía necesidad de decir nada para lanzar su hechizo, pero lo hizo de todos modos para ayudarla a concentrarse. El ámbar no se derritió como lo había hecho para los demás, sino que se marchitó y se dispersó al descomponerse en partículas demasiado pequeñas para ser vistas. Sólo tomó unos minutos desintegrar el ámbar que rodea a Kouki, Ryutarou y Suzu. Preocupada de que el método poco ortodoxo de liberarlos pudiera haber afectado a sus cuerpos de alguna manera, Kaori les hizo un diagnóstico, pero parecía que estaban en perfecto estado de salud.

“… ¿Huh? ¿Kaori? ¿Shizuku? ¿Dónde estoy? Pensé que ustedes dos estaban…”

“¿Eh? ¿Dónde es esto? Pensé que yo era…”

“¿Eh? No, Eri, no.…”

Al poco tiempo, los tres despertaron de sus respectivos sueños. Como no se habían dado cuenta de que estaban en medio de una ilusión, estaban confundidos por el repentino cambio de escenario.

La mano de Suzu estaba extendida hacia el techo, y era obvio por sus palabras a lo que intentaba agarrarse. Debe haber estado soñando con Eri. Teniendo en cuenta lo mucho que la traición de Eri había perjudicado a Suzu, no era de extrañar que no hubiera sido capaz de liberarse de su sueño.

Shizuku y Kaori miraron a Suzu con expresiones de dolor en sus caras. Suzu siempre fue la que actuó más alegre de todos, pero esa traición había dejado profundas cicatrices en su corazón. Cicatrices que aún no se habían curado por completo.

“¿Están bien los tres?”

“Suzu-chan…”

Finalmente, los tres comenzaron a darse cuenta de que lo que habían estado viendo hasta ahora era una ilusión. Cada uno de ellos tuvo una reacción diferente a ese conocimiento. Ryutarou parecía un poco deprimido, pero luego se rascó la cabeza torpemente y habló con nostalgia.

“Bueno, supongo que así son las cosas.”

Kouki, por otro lado, miró oscuramente al suelo y convirtió sus temblorosas manos en puños. Suzu trató de jugar con una sonrisa, pero todo el mundo podía ver que su sonrisa era hueca. Incapaces de soportarlo más, Kaori y Shizuku abrazaron con fuerza a Suzu.

Sin embargo, parecía que el laberinto no les iba a dar tiempo a aceptar sus sentimientos. Otro círculo mágico comenzó a brillar bajo sus pies. Apareció una vez que todos los miembros se liberaron de sus ataúdes de ámbar, los aspirantes fueron enviados a la siguiente etapa.

“Amanogawa, Taniguchi. No hay tiempo para reflexionar sobre tus visiones. Si no se calman, las cosas que desean quedarán para siempre fuera de su alcance”.

“Ah…. No necesitas decírmelo dos veces.”

¡Sí, tienes razón!”

Hubo un destello cegador, y Hajime y los demás fueron teletransportados de nuevo.