Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Volumen 8

Capítulo 2: El Laberinto De Haltina

Parte 2

Después de otras dos horas de caminata, todo el bosque se tiñó de rojo. El aire temblaba, la tierra temblaba, y grandes chorros de fuego infernal comenzaron a consumir el bosque. Los terremotos se sucedieron uno tras otro, y realmente parecía el fin del mundo.

Los gritos que Hajime y los otros oyeron a lo lejos eran probablemente los de los otros monstruos de este bosque ardiendo hasta morir. Sus gritos eran una mezcla de miedo y pánico. Y al mismo tiempo

“¡Tomen eso, bastardos! ¡Arde con todo el maldito bosque!”

El dueño de la cruda voz que resonaba era naturalmente nada menos que Hajime.

Sí, porque él fue el que bombardeó el bosque. Disparó sin piedad cohetes desde los Orkans que tenía en ambas manos. Algo claramente lo había irritado.

“U-Umm, Hajime-san, ¿no crees que es suficiente?”

“Sí, Hajime-kun. Estoy seguro de que todos los monstruos ya están muertos…”

Shea y Kaori trataron tímidamente de detenerlo mientras lo veían disparar cientos de misiles y usar sus Cross Bits para desatar un camión cargado de bombas de racimo en el suelo. Hajime se giró hacia ellas.

“¿Hm?”

“Oh, no es nada.”

“Sentimos haberte molestado.”

En el momento en que vieron sus ojos inyectados de sangre, las dos retrocedieron apresuradamente.

“Aww…. Estoy asustada. Shizushizu, detenlo”.

“Estás pidiendo demasiado, Suzu. No quiero morir todavía. Además, no lo culpo por estar enojado…”

Suzu se escondió detrás de Shizuku, con lágrimas en los ojos. En respuesta, Shizuku suspiró y le dio palmaditas en la cabeza a Suzu para calmarla. Miró por encima de su hombro y vio que Kouki seguía en cuclillas en el suelo y cubriendo sus ojos con sus manos.

“¡Mis ojos! ¡Maldito seas, Nagumo! ¿¡Para qué demonios fue eso!?”

Su apariencia actual se asemeja a la de cierto coronel que pierde la vista cerca del final de cierta serie. Por cierto, el que le había pinchado en los ojos era Hajime.

En cuanto a por qué Hajime casi había dejado ciego a Kouki y había empezado a quemar el bosque en un frenesí enloquecido, la respuesta tenía que ver con los monstruos parecidos a los monos con los que se había encontrado unos minutos antes. Habían sido armados con cuchillos y palos de piedra, y habían usado su destreza superior para saltar entre los árboles y correr en círculos alrededor de Kouki, Suzu y Shizuku. Como las abejas, no habían sido rival para Hajime y los demás, y fácilmente habían eliminado a cualquier monstruo lo suficientemente tonto como para atacarles.

Los monos que quedaban se habían asustado por eso y habían cambiado de táctica. Desafortunadamente, esa cruda inteligencia de ellos se convirtió en su perdición. En un intento de burlar al trío de Hajime, tomaron una decisión muy imprudente. Su magia única era la misma que la de los bichos de moho que Hajime había matado antes, la imitación. Y poseían los mismos recuerdos de Hajime y sus camaradas que los slimes. Con sus conocimientos limitados, habían decidido transformarse en la persona que creían que más desconcertaría la mente de Hajime…. Yue.

Uno de ellos se había transformado en un Yue despeinada y golpeado, y los otros monstruos monos la habían hecho arrastrar hacia afuera para que Hajime la viera. Al igual que con los slimes, la apariencia de la falsa Yue parecía la verdadera. Pero, por supuesto, Hajime aún era capaz de darse cuenta con sólo una mirada de que la Yue que habían sacado no era la verdadera Yue.

Dicho esto, las cosas que le habían hecho a una falsa Yue no eran algo que Hajime estuviese dispuesto a perdonar. Ni un poco. Primero, había usado [Paso Supersónico] para correr hacia Kouki y cegarlo. Ya que la falsa Yue se parecía a la verdadera, no había querido que ningún otro hombre la viera con esa ropa tan desgastada y reveladora.

En ese momento, Hajime ya estaba a punto de estallar, pero los monos no se habían detenido allí. En vez de eso, se mofaron y empezaron a golpear a la falsa Yue con sus palos. Fue entonces cuando miró a Hajime y le rogó: “Sálvame, Hajime…” Todos los presentes escucharon el sonido de su razón desmoronándose cuando se pronunciaron esas palabras.

Lo que siguió fue la carnicería que todos estaban presenciando ahora. Una devastación tan profunda que parecía el fin del mundo. Todo lo que había a 500 metros delante de Hajime había sido quemado hasta quedar reducido a monos muertos y quemados en el suelo. La conflagración fue tan grande que los otros monstruos que vivían en el bosque también quedaron atrapados en ella.

A pesar de haberla perdido por completo, Hajime se aseguró de que la verdadera Yue o Tio o Ryutarou no estuviese en el radio de sus bombas. Mantuvo a su lado una serie de Ornises en forma de cuervo para observar el área circundante. Sin embargo, la combinación de estar envuelto en fuego infernal y rodeado de cuervos le hizo parecer un verdadero señor de los demonios.

Las lágrimas seguían cayendo sobre los ojos del héroe, así que las únicas personas disponibles para detenerlo eran dos de los vasallos jurados del señor de los demonios, Shea y Kaori.

“¡No se rindan, ustedes dos! ¡Son las únicas que pueden detener a Nagumo-kun ahora!”

“Pero Shizuku-san…”

“Sh-Shizuku-chan… no es tan fácil…”

“¡No me vengas con tus lloriqueos! ¡Escuchen! ¡Si tiran la toalla aquí, todo el bosque se quemará hasta los cimientos! ¡Vamos, levanta la barbilla! ¡Pueden hacerlo, chicas! Recuerda, no hay nada más fuerte que una doncella enamorada”. Shizuku intentó animar a las dos chicas. En realidad, ella no quería detener a Hajime, así que estaba intentando que lo hicieran ella misma.

Viendo lo desesperado que parecía Shizuku, Kaori y Shea intercambiaron miradas. Asintieron decididamente entre si y saltaron sobre Hajime en el momento en que le vieron recargando sus Orkans. Agarraron uno de sus brazos y apelaron a su sensibilidad.

“¡Hajime-san, esto es suficiente! ¡No más!”

“Shea-san tiene razón, Hajime-kun! ¡Tienes que calmarte!”

Hajime se giró hacia ellas, frunciendo el ceño disgustado. Su expresión se parecía a la de un miembro yakuza descontento. Aun así, ellos habían estado viajando con Hajime durante mucho tiempo. Continuaron persuadiéndole suavemente para que detuviera su ataque, y finalmente, empezó a calmarse.

“De acuerdo, ya lo entiendo. Me detendré.”

Hajime se encogió de hombros y pidió que le devolviesen sus cross Bits. Los puso, junto con sus Ornises y Orkans, de nuevo en su Tesoro. Shea, Kaori, y Shizuku suspiraron aliviadas.

“Siento haberme alterado tanto”.

“Está bien, yo también me enfadé bastante para poder entenderlo.”

“Sí, esos monos son los peores. Pero supongo que debería haberlo esperado de un laberinto”. Hajime se sonrió amargamente mientras las dos chicas agitaban la cabeza. A los dos tampoco les había afectado la falsa Yue.

Los tres charlaron casualmente durante un rato más, el bosque quemado aun ardiendo en el fondo. Shizuku se acercó con cautela al grupo y dijo,

“Nagumo-kun, si finalmente te has calmado, ¿podrías por favor curar los ojos de Kouki?”

“Oh sí, casi lo olvido.” Hajime se giró hacia Kouki, que aún estaba llorando. El héroe más grande de Tortus parecía bastante lastimoso ahora mismo. Hajime señaló a Kaori, quien asintió y echó magia sanadora sobre Kouki.

“Reconozco este sentimiento. ¿Estoy siendo sanado? Ah, puedo ver la luz de nuevo…”

La expresión de Kouki se relajó mientras estaba envuelto en luz. Desde que estaba de rodillas y mirando al cielo, parecía casi un sacerdote al que se le había concedido una revelación divina.

Una vez que recuperó la vista por completo, miró fijamente a la fuente de su dolor. Su expresión furiosa arruinó su aspecto natural.

“Nagumo, ¿qué tienes que decir en tu defensa?” Kouki hizo todo lo que pudo para mantener su voz uniforme, pero su cuerpo seguía temblando de rabia. Estuvo así de cerca de quebrarse a sí mismo.

“La falsificación de Yue apareció, apenas vestida. No tuve más remedio que matar a todos los demás tipos presentes. Pero como no quería matarte, Amanogawa, me detuve a cegarte. Ahí está tu explicación”.

“¡Explicación mi culo!”

La “explicación” de Hajime no hizo nada para sofocar la ira de Kouki. Y así, Kouki lanzó su espada por el aire y le gritó.

“Mira, Amanogawa. Admitiré que probablemente debería haberme contenido más, pero no había forma de que pudiera dejar que otro hombre viera a mi novia de esa manera. Tienes que admitir que cegarte era la única opción.”

“¡Deja de intentar que suene como si eso fuera sentido común! ¡Pensé que me habías aplastado los ojos por un segundo! Además, todos sabíamos que era falsa. Una cosa es que fuera la persona real, pero no puedo creer que lo hicieras por una falsificación”.

“Idiota. Tu vista no vale nada comparado con salvar a una Yue falsa de la deshonra…. Es como comparar un guijarro y un diamante”.

“¡Mi vista vale más que un guijarro!” Kouki se lanzó sobre Hajime, pero Shizuku le agarró y le retuvo.

“De todos modos, debería ser más fácil registrar el lugar ahora que no está cubierto de árboles.”

Hajime ignoró a Kouki y se puso en camino una vez más. Su actitud indiferente irritó a Kouki hasta el infinito, pero Shizuku y Suzu lograron calmarle. Tanto Kouki como Hajime a menudo tenían que ser refrenados por las chicas que los rodeaban. Pero no era algo que Hajime estuviera especialmente contento de tener en común con Kouki.

“¿Hm?” Antes de llegar muy lejos, Hajime sintió que algo venía directo hacia ellos. Sea lo que sea, estaba solo y no corría más rápido que un trote. Y a juzgar por el maná que sentía Hajime, tampoco era muy fuerte.

Desconcertado, se giró hacia el bosque. Shea también lo había sentido, y sus orejas de conejo se inclinaron en dirección a los árboles. Kouki y los demás podían ver que algo se estaba acercando a las reacciones de Hajime y Shea, y rápidamente se prepararon.

“¿Qué pasa esta vez?” Murmuró Kouki. Con un leve crujido de hojas, un goblin salió trotando de entre los árboles. Tenía una piel de color verde oscuro, una cara torcida y fea y un cuerpo pequeño, parecido al de un niño. Además, sólo llevaba trapos sucios. Al ver a Hajime y a los demás, el goblin dejó salir un sorprendido “¡Gyaah!” Luego, se detuvo y miró a Hajime. Por el aspecto natural de su cara, parecía que era notorio. O al menos, Kouki parecía creerlo.

“¡No te lo permitiré!” Kouki aún no había sido capaz de contribuir mucho a sus luchas, y ese conocimiento le hacía impaciente. Su deseo de ser incluso un poco útil lo impulsó a actuar sin tener en cuenta la situación. Corrió hacia el goblin su espada en alto. Pero a pesar de la amenaza a su vida, el goblin permaneció inmóvil. De hecho, no parecía ni sacudido ni agresivo. Simplemente estaba allí, mirando a Hajime.

Kouki notó su extraño comportamiento, pero no tenía intención de mostrar piedad a un monstruo laberíntico. Sin querer bajar la guardia ni siquiera un segundo, blandió su espada con todas sus fuerzas. Segundos antes de que su brillante espada cortara al goblin en dos.

“¿Qué demonios estás haciendo, imbécil?”

“¿¡Huh- Bwah!?”

Hajime saltó hacia delante y apartó a Kouki con una patada rodante. Kouki gritó y salió volando con tanta fuerza que fue como si un camión de basura lo hubiera atropellado. Se estrelló contra varios arbustos y desapareció de la vista.

Primero un pinchazo en los ojos, ahora esto. Shizuku y Suzu estaban comprensiblemente sorprendidas. Acorralaron a Hajime y lo regañaron.

“Oye, Nagumo-kun, ¿qué crees que estás haciendo? ¡Esto es completamente innecesario! ¡Kouki estaba matando a un monstruo esta vez!”

“¡Sí! ¿¡Está Kouki-kun bien!? Parece que lo enviaste volando muy lejos”.

Incluso Shea y Kaori parecían confundidas por qué Hajime había hecho eso esta vez. Sin embargo, Hajime ignoró a Shizuku y a los demás y centró toda su atención en el goblin. Las niñas, que se habían olvidado totalmente del goblin en la conmoción, desenvainaron sus armas y también lo miraron con desprecio.

En ese momento, Kouki regresó corriendo al claro en el que estaban. Por lo que parece, estaba ileso. Aunque la patada de Hajime había parecido llamativa, se había asegurado de contenerse. Pero eso no cambió el hecho de que Hajime había atacado a su propio aliado por segunda vez. Y honestamente, Kouki parecía dispuesto a destripar a Hajime.

“Nagumo, ¿qué demonios estás haciendo? Esto no es como la última vez, así que mejor que tengas una buena explicación para meterte en mi camino. ¿O te has vuelto loco y estás protegiendo a los monstruos…?”

“Eso no es un monstruo.”

Kouki estaba tan sorprendido que dejó de hablar, y volvió a mirar sospechosamente al goblin. Esa fue toda la explicación que dio Hajime mientras se arrodillaba ante la pequeña criatura.

Kouki y los demás abrieron bien los ojos, sorprendidos. Shea era el único que había adivinado lo que estaba pasando por la mente de Hajime. “No puede ser…” murmuró.

Hajime miró al goblin a los ojos, y sonrió alegremente, eligiendo hablarle en un tono demasiado amable….

“Eres tú, ¿verdad, Yue?”

“¡Gyaaah!”

“¿Qué?”

La increíble declaración de Hajime dejó a Kouki y a los demás estupefactos. Sin embargo, Hajime cogió la mano del goblin sin dudarlo y murmuró algo. “Lo sabía, eres tú…”

“Lo sabía… Eres tú…”

El goblin sonrió y contestó en un tono agudo.

“¡Gyaaah!”

“Umm, Hajime-san. ¿Estás seguro de que es Yue-san? Todo lo que veo es un monstruo…”

“Sí, a mí también me parece un monstruo. ¿Es realmente Yue?”

Shea y Kaori miraron dubitativamente al goblin.

“Gogya… Gugooo…. Gyaaah!” El goblin lloró, claramente intentando transmitir algo. Sus hombros se inclinaron al darse cuenta de que sólo podía hacer ruidos incomprensibles con su boca.

Sin embargo, Hajime entendió a Yue en un nivel tan profundo que incluso sus gruñidos de goblin tenían sentido para él.

“¿Hm? Así que, básicamente, justo después de que te teletransportaron, ¿ya te veías así?”.

“¡Gyaaah! Gugooo.”

“Así que tu cuerpo físico se transformó en otra cosa…”

“Gugyaaah… Gyaaah…. Gug.”

“Ya veo… Así que también perdiste todo tu equipo”.

“Gug… Gogooo.”

“¿Y cuando escuchaste la explosión pensaste que podría ser yo? Bueno, no te equivocaste, pero…”

“Gyuuuu… Gogooo.”

“¿No puedes usar nada de tu magia? Bueno, por lo que puedo decir, al menos no se transformará más”.

“Gigigigagi”.

“Estará bien. Esto es probablemente parte del juicio también. Si lo hicieran imposible de despejar desde el principio, no sería un juicio, ¿verdad?”

“¿Gyuuuu?”

“Sí, nos faltan Tio y Sakagami también. Probablemente se han transformado como tú. En qué, no sé… pero no te preocupes, Yue. Siempre se nos ocurre algo al final”.

“¡Gyaaah!”

Aunque parecía increíble, Hajime estaba conversando con fluidez con el goblin Yue. “…..” Kouki y los demás miraron en silencio. Y finalmente, aún sonriendo, Hajime se dio la vuelta y les habló.

“Ahí lo tienen, chicos. También Kaori, ¿podrías intentar usar magia de restauración con ella?”

“Espera, espera, espera, espera, ¿qué?”

“Hay algo raro aquí, Nagumo-kun. Esto no tiene sentido”.

“Espera un segundo, Nagumo-kun. ¡Ni siquiera puedo seguir lo que está pasando aquí!”

Kouki, Shizuku y Suzu interrumpieron al mismo tiempo. Hajime les miró desconcertado como si no pudiese entender de qué había que sorprenderse. Por otro lado, Shea murmuró “Sí, sí, debería haber adivinado que esto es lo que pasaría”, con una sonrisa resignada en su rostro. Kaori, mientras tanto, susurró “Esto es demasiado raro…” con una mirada distante.

“¿No crees que es raro? ¿Raro de verdad? ¿Cómo puedes entenderla tan fácilmente?”

“¿De qué estás hablando…? Habla con normalidad”.

“¡Todo lo que oigo es Gyaaah y Gogooo! ¿¡Eso cuenta como un idioma!? ¿Cómo diablos entiendes lo que está diciendo? Nagumo-kun, ¿también mejoró tu comprensión del lenguaje o algo así?”

Shizuku y Suzu continuaron presionando a Hajime. El ser capaz de entender al goblin era tan incomprensible para ellas que se estaban sobrecargando mentalmente. Hajime se rascó la mejilla torpemente, incapaz de darles realmente una explicación.

“¿Supongo que estoy sintiendo lo que ella dice, o algo así? Como si pudiera decir lo que dice por la mirada en sus ojos.”

“Bueno, ustedes dos siempre se pierden en los ojos del otro. Tal vez pasaste tanto tiempo haciéndolo que ahora puedes hablar a través del contacto visual. Pero ya sabes, eso sigue siendo raro”.

“¿No es bastante normal ser capaz de hacer eso con la gente que amas?”

“No, no lo es, Hajime-kun. Puede que pienses que sí, pero te aseguro que no es así…. ¿Qué voy a hacer? Convertirme en alguien especial para Hajime-kun se vuelve cada vez más difícil…” La voz de Kaori se hizo inusualmente amarga. Nunca pudo verse a sí misma alcanzando el nivel de Yue. El camino a seguir comenzaba a ser incierto.

Ahora que entendía la situación, la ira de Kouki se desvaneció.

“Espera, Nagumo. ¿Cómo pudiste decir que era ella? El hecho de que me detuvieras significa que lo sabías desde el principio, ¿verdad?”

“Vamos, ¿no debería ser obvio?”

Al mismo tiempo, todos suspiraron cansados. En este punto, no era tan difícil de adivinar. Entonces Hajime se giró hacia el goblin Yue y siguió adelante.

“Nunca confundiría a Yue sólo porque su apariencia cambió un poco. Eso es todo lo que diré al respecto”.

“Ya veo…” llegó la respuesta monótona.

“¡Gyaaah!”

Los otros ya estaban cansados de esta conversación. Esta fue probablemente la única vez que Kouki y Shea estuvieron sincronizados. También es el único momento en que alguien vería una sonrisa de goblin como esa.

“De todos modos, Kaori. Intenta usar magia de restauración con ella”.

“Ah, umm, vale… Aquí voy, Yue. Tetragrammaton!”

Una luz blanca llovió sobre Yue. Como la magia de la restauración era magia antigua, teóricamente no había nada que no pudiera ser restaurado por su poder.

“¿Gyaaah?”

“¿Eh? ¿Cómo es que no funciona? ¡Déjame intentarlo de nuevo… Tetragrammaton!”

Pero Yue seguía siendo un goblin. El hechizo de Kaori se había desvanecido correctamente; la luz que rodeaba a Yue y la constante caída en el maná de Kaori era prueba suficiente de ello. Pero Yue permaneció sin cambios.

“Por qué no….” Murmuró Kaori, estupefacto

“Gugyaaaa…” Los hombros de Yue se cayeron.

Shea y los demás la miraron con preocupación. Hajime se cruzó de brazos y se golpeó pensativamente la frente. Tenía que haber una explicación lógica para lo que estaba pasando. Yue tiró de la manga de Hajime y le miró con expresión de preocupación. Como seguía siendo un goblin, parecía más bien que estaba deslumbrante. Al ver eso, Hajime salió de su meditación y le sonrió tranquilizadoramente.

“Todo saldrá bien, Yue. Como dije antes, esto probablemente no es una trampa, y como esto es un juicio, no querrían eliminarnos desde el principio. Tiene que haber alguna forma de que vuelvas a la normalidad”. La voz de Hajime estaba tan llena de confianza que Yue y los demás sonrieron.

“Mi suposición es que la magia de la restauración no funcionó porque lo que te convirtió en un goblin es otra forma de magia antigua. Ese círculo mágico probablemente tenía algo especial incorporado”.

Como necesitábamos magia de restauración para entrar aquí, el diseñador de laberintos obviamente tuvo en cuenta que podríamos usarla. Así que no habrían hecho un juicio que pudiera ser fácilmente vencido con ella. Hajime explicó su razonamiento a todos, que asintieron de acuerdo.

“En otras palabras, si seguimos adelante, encontraremos la manera de traerlos de vuelta eventualmente.”

“Gugyaaaa…”

“Exactamente, no hay nada de qué preocuparse. Sí, casi lo olvido. Intenta usar esto, Yue.”

“¿Gigi?”

Hajime le entregó un pendiente con joyas. Ser transformada en goblin le había robado la habilidad de usar magia, pero parecía que aún podía manipular bien su maná. Lo que significa que podría usar artefactos. Yue vertió maná en el pendiente que le había dado, que era una piedra de telepatía, y finalmente expresó sus pensamientos.

“¿Hajime? ¿Puedes oírme, Hajime?” Su voz parecía provenir de todas partes y de ninguna parte al mismo tiempo, como la de Tio cuando estaba en forma de dragón. No habían estado separados desde hacía mucho tiempo, pero aun así parecía que hacía siglos que Hajime no escuchaba la voz de Yue, así que el sonido hizo que su expresión se suavizase, y él sonrió. Kouki y los demás aún sospechaban un poco, pero ahora que estaban escuchando la voz de Yue, no tenían más remedio que admitir que el goblin que tenían ante ellos era realmente Yue.

“Alto y claro, Yue. Es una mierda que te hayas transformado… pero me alegro de que estés a salvo.”

“Mmm…. Sabía que te darías cuenta”.

“Por supuesto. ¿Cuánto tiempo crees que he pasado mirándote?”

“Mmm…. Pero sigo siendo feliz. Te amo, Hajime.”

La sonrisa de Hajime se hizo más amplia. Había estado tenso desde que se enteró de la desaparición de Yue, pero ahora finalmente se relajó.

Un humano y un goblin se miraban a los ojos con más pasión que cualquier otra pareja de humanos y goblins. Parecía que incluso cuando Yue era un goblin, Hajime estaba más que dispuesto a coquetear con ella.

Mientras tanto, el resto de los ojos del grupo estaban nublados. Finalmente, Kaori se impacientó y tosió en voz alta para llamar la atención de Hajime.

“¡Ejem! ¿Podemos irnos ya? Además, Yue, me alegro de que estés a salvo.”

“Mmm…. Siento que Hajime me quiera más que a ti, incluso cuando me veo así, Kaori”.

“¿¡Estás tratando de pelear!? ¡Porque suena como si lo fuera!”

No importaba cómo era, Yue seguía siendo Yue. Si su voz no hubiera sido suficiente para convencer a Kaori, esa abrasiva personalidad suya definitivamente lo era.

“¡Te prometo que te devolveré a la normalidad, Yue-san! ¡No importa lo que pase! Así que hasta entonces, ¡déjame todo a mí!”

“Mmm…. Gracias, Shea. No puedo pelear ahora mismo, así que contaré contigo”.

Los rasgos de goblin de Yue se retorcieron en una sonrisa. Debería haber parecido grotesco, pero saber que Yue estaba dentro lo hacía parecer encantador.

Kouki se acercó y habló en tono de disculpa.

“Yue-san, siento haberte atacado. No sabía que eras tú… y casi te mato”.

“Mmm…. Está bien. Está bien. Además, creí que no me harías daño”.

“Espera, ¿eso significa…?”

“Porque sabía que Hajime te detendría.”

“Ya veo…” Las esperanzas de Kouki se vieron defraudadas instantáneamente. Soltó una risa hueca y se alejó a trompicones. Shizuku le miró exasperado, preguntándose porque había pensado por un segundo que Yue podría haber estado con él.

“Ahora sólo tenemos que encontrar a Tio y Sakagami… Si ellos están en el mismo estado que Yue, entonces quizás deberíamos darnos prisa”.

Si ellos también se hubieran convertido en monstruos, era dudoso que otros monstruos los atacaran. Sin embargo, seguían impotentes en medio de un laberinto, lo cual nunca era bueno.

Con las palabras de Hajime, los demás se fortalecieron una vez más. Dejaron atrás la parte quemada del bosque y reanudaron la búsqueda.