Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Volumen 8

Capítulo 1: El Héroe Regresa

Parte 4

Esa noche, la celebración de Verbergen se había alargado, y los sonidos de los residentes de la fiesta todavía se podían escuchar a pesar de la hora tardía. Mientras tanto, Hajime, Yue, Kaori y Tio se relajaban en la habitación que les habían dado.

Eran sólo ellos cuatro, ya que su animada compañera conejita no estaba por ninguna parte.

“Shea llega tarde.”

“Mmm…. Dijo que iba a visitar a su familia, pero…”

“¿Los Haulia están celebrando su propia victoria?”

“Hrm. Bueno, estoy seguro de que no hay necesidad de preocuparse por Shea. Incluso si algo sucediera, sin duda lo volaría con su monstruosa fuerza”.

Hajime y los demás asintieron con la cabeza. Ninguno de ellos parecía demasiado preocupado para empezar. Hajime estaba durmiendo en el regazo de Yue, y ya estaba prácticamente dormido. De hecho, ya habría estado en el país de los sueños, pero por alguna razón algo le seguía molestando. Ni siquiera la almohada de regazo de Yue pudo calmarlo.

Sintiendo sus vagos sentimientos de malestar, Yue sonrió y suavemente pasó sus dedos por su pelo. Kaori y Tio le dispararon a su mirada celosa, pero antes de que pudieran decir algo, alguien abrió la ventana de Hajime desde fuera.

“Mis disculpas por molestar tan tarde, jefe.”

“¿Qué pasa, Cam?”

Cam saltó casualmente la ventana de Hajime, que estaba a unos diez metros del suelo.
Luego se arrodilló y continuó.

“Jefe, sé que necesita descansar, ¿pero estaría dispuesto a acompañarme un rato?”

“¿A estas horas de la noche?”

“Sí. Por favor.”

Hajime escudriñó a Cam. Era raro que el hombre conejo fuera tan brusco, o tan insistente. Sin embargo, sabía que no era una emergencia, ya que Cam no parecía ni un poco nervioso.

“¿Te encontraste con algún tipo de problema? ¿Quieres nuestra ayuda también?”

“No, eso no es exactamente así.”

Cam sonrió crípticamente a Kaori. Dándose cuenta de lo que esto debe ser, Yue asintió hacia ella misma y se giró hacia Kaori y Tio.

“Kaori, Tio. ¿Quieres darle a Hajime una almohada de regazo?”

Su pregunta les tomó por sorpresa. ¿Por qué preguntas esto ahora? Dicho esto, sólo podía haber una respuesta.

“¿En serio? ¿Nos dejarás intentarlo también?”

“¿Hrm? Por supuesto que lo deseo.”

Viendo sus esperanzadoras respuestas, Yue sonrió y habló en tono burlón.

“Sólo quería saber.”

“……” “……”

Las venas abultadas en las frentes de Kaori y Tio. El ver a Yue riéndose de ellas les irritó hasta el cansancio. Entonces, como para dar el golpe final, Yue abrazó la cabeza de Hajime en una lujosa muestra de afecto.

“¿Intentas pelear, Yue?”

“Fufufu, me considero una persona tolerante, pero hasta yo tengo mis límites.”

“¿Quieres pelear?”

Los dos estallaron ante la provocación de Yue, y pronto continuaron la lucha que habían empezado esa tarde. Por cierto, la batalla de esa tarde había terminado con la victoria de Yue y Shea.

“Si puedes atraparme, te dejaré sentarte al lado de Hajime por un día.”

“¿En serio?”

“¿Lo dices en serio?”

Yue no quería destrozar Verbergen con una pelea sin cuartel, así que propuso un juego de etiquetas en su lugar. Uno con una recompensa muy tentadora para el vencedor. Kaori y Tio sintieron que la adrenalina comenzaba a bombear en su sistema.

Después de asegurarse de que estaban absortos en el desafío, ella transfirió la cabeza de Hajime a la almohada y lo acarició por última vez. Luego saltó con gracia hacia la ventana e hizo una pirueta mientras aterrizaba. Hajime aún estaba confundido por este repentino desarrollo, pero se dio cuenta de lo que estaba pasando cuando Yue le hizo un guiño subrepticio a Cam. Aunque Hajime no sabía qué hacer con su “consideración”, Cam la apreciaba claramente. Inclinó la cabeza en agradecimiento.

“Mmm…. Que empiece el juego”. Con eso, salió disparada por la ventana y desapareció en el cielo estrellado de la noche.

“¡Ngh, recuerda mis palabras, esta vez te atraparé!”

“¡Fufu, este es un desafío que no tengo intención de perder!”

Dos enérgicos gritos llenaron la habitación mientras Kaori invocaba sus brillantes alas plateadas y a Tio le brotaban alas de dragón de su espalda. Los dos saltaron tras Yue, pero al mismo tiempo retrocedieron. Kaori parecía un poco renuente, mientras que Tio guiñaba el ojo a Hajime. Entonces, los dos se metieron en el caso.

“A todo el mundo le gusta Shea, ¿eh?”

“Como su padre, estoy orgulloso de que sea tan querida.”

Hajime y Cam se sonrieron el uno al otro. Entonces Hajime siguió a Cam fuera de Verbergen y se adentró en el mar de árboles…. hacia el antiguo pueblo de los Haulia.

Una solitaria niña miró fijamente a un gran y nudoso árbol. Sus raíces eran tan gruesas que salían del suelo. No se movió ni habló; sólo miró en silencio al árbol. Su habitual comportamiento alegre no se veía en ninguna parte.

De costado, su rostro tenía una belleza mística, y el efecto se acentuaba por su pelo azul pálido que ondeaba con la brisa. Cualquiera que la viera en ese momento estaría indudablemente enamorado.

Esa chica, Shea, sintió que alguien se acercaba, pero no se dio la vuelta. El recién llegado parecía renuente a romper el silencio, y se acercó a ella lo más silenciosamente posible.

“Hajime-san.”

“Yo.”

Shea llamó despreocupadamente a Hajime, así que obviamente lo estaba esperando. Siguió caminando hasta que estuvo hombro con hombro con ella. Y por unos minutos, los dos miraron al árbol en un silencio agradable. Finalmente, Shea abrió la boca.

“¿Papá te trajo aquí?”

“Sí. Pero ya se fue”.

“Fufufu, es más perceptivo de lo que parece.”

Como uno podría haber adivinado, el asunto de Cam con Hajime había sido llevarlo a Shea. Solo, si es posible. Yue lo había adivinado, por eso había desafiado a Kaori y a Tio a ese concurso. Era la mejor manera de sacar a todos del camino.

Por supuesto, Kaori y Tio lo habían descubierto justo antes de que se fueran. Sin embargo, habían estado dispuestas a permitir que Shea pasara algún tiempo a solas con Hajime.

“¿Es aquí donde está enterrada tu madre?”

“Sí. Bajo las raíces de este árbol.”

Era costumbre en Verbergen enterrar a los muertos bajo las raíces de los árboles. Supuestamente de esa manera podrían volver a ser uno con la naturaleza. Habiendo cumplido su propósito en la vida, los hombres bestias regresaban al bosque en la muerte, para que pudieran crear una nueva vida y asegurar la prosperidad continua del bosque. Todos los hombres bestias respetaban el círculo de la vida y la muerte. El árbol frente a Shea tenía una pequeña lápida que marcaba el lugar donde fue enterrada.

“Quería ser una heroína.”

“¿Hm?” Hajime ladeó la cabeza interrogativamente.

Sin embargo, Shea mantuvo su mirada en el árbol y continuó.

“Quería poder proteger a mi familia. Estaba cansada de correr y esconderme todo el tiempo. Si me convertía en una heroína, podía contraatacar cada vez que alguien intentaba quitarme a la gente especial para mí. Podría proteger a todos”.

“……”

“Eso fue algo que mamá me dijo cuando era joven. No importa lo que le haya pasado, siempre tuvo la misma pasión”.

A pesar de haber sido miembro de la raza más débil y enferma, la mamá de Shea, Mona Haulia, había poseído una voluntad inquebrantable. Por eso Shea la había respetado tanto.

“Eso explica cómo terminaste de la forma en que lo hiciste.”

“¡Hehehe!” Rebosante de alegría, Shea finalmente se giró para mirar a Hajime, quien estaba mirando respetuosamente la lápida.

Mona había deseado que su hija creciera fuerte. Y ella tenía, tanto en cuerpo como en mente. Shea no sólo había heredado un cuerpo poderoso, también había heredado el espíritu inquebrantable de su madre. Incluso Hajime tuvo que admitir que su determinación era increíble.

Shea sonrió tímidamente y se sonrojó. Luego, se giró hacia el enorme árbol y habló.

“Mamá, tenías razón. El mundo es un lugar duro, pero a veces puede ser muy agradable para ti. Finalmente encontré a la persona que dijiste que encontraría. Te lo presentaré. Su nombre es Hajime Nagumo…. y lo quiero mucho.”

Mona le había dicho una vez a Shea que definitivamente había gente en el mundo que podía entenderla. Y que cuando conociera a uno de ellos, cambiaría su vida. Aunque Mona no podía ver el futuro, su predicción había sido cien por cien exacta.

Supongo que aún no tengo nada en contra tuya, mamá. Me pregunto si alguna vez llegaré a ser tan increíble como tú. Definitivamente se necesitaría mucho esfuerzo para llegar allí. Sin embargo, había al menos una cosa que ya había logrado.

“Oh sí, mamá. Yo, papá y todos los demás Haulia nos convertimos en héroes”. Shea se preguntaba qué tipo de reacción tendría su mamá si todavía hubiera estado viva. ¿Les habría sonreído con orgullo o les habría regañado por ser tan imprudentes?

Cerró los ojos y se perdió pensando en su madre.

Tras unos segundos, Hajime habló.

“Estoy agradecido.”

“¿Eh? ¿Hajime-san?” Shea abrió los ojos y se giró hacia Hajime. Todavía estaba mirando el árbol, y Shea se dio cuenta de que estaba hablando con su madre, no con ella.

“Cuando Yue y yo salimos del abismo, estábamos listos para enfrentarnos al mundo sólo con nosotros dos. Incluso si eso significaba que estaríamos solos para siempre, seguíamos decididos a superar todo lo que el destino nos arrojara…. Pero si hubiéramos seguido así, la vida probablemente no sería tan divertida como ahora. La que dio color a nuestro aburrido viaje, a nuestros corazones vacíos y a nuestro aburrido estilo de vida fue, sin duda, tu hija”.

“Hajime-san…”

Shea se atragantó. Sin embargo, Hajime simplemente sonrió suavemente y siguió adelante.

“Gracias por traer a Shea a este mundo.”

Shea miró al cielo. Era la única manera de evitar que las lágrimas de sus ojos se derramaran.

Los dos estaban allí parados en silencio, mirando hacia el gran árbol. Incluso la desconcertante niebla que normalmente confunde a los intrusos parecía envolverse suavemente a su alrededor.

Después de unos minutos, Shea finalmente respondió.

“Umm, ¿Hajime-san?”

“¿Mmm?”

“Gracias. No sé qué más decir, pero… en realidad, muchas gracias”.

Había tantas cosas por las que ella tenía que agradecerle. Por salvar a su familia, por llevarla a su viaje, por luchar contra todo un país por ella. Por confiar su espalda a ella, y llevarla a la más peligrosa de las pruebas. Por confiar tanto en ella. Y finalmente, por pasar tiempo con ella frente a la tumba de su madre.

Avergonzado por la sincera gratitud de Shea, Hajime apartó la mirada. Era inusual que algo llegara a él.

“Sí, más vale que estés agradecida. Aún cuento contigo para que me ayudes con el resto de los laberintos”.

“Fufu. ¿No puedes decir “de nada” como una persona normal?” Shea se rió. Sin embargo, su expresión se puso seria y planteó una pregunta.

“¿Qué se necesita para recompensarte, Hajime-san?”

“Ya me lo has agradecido, ¿verdad?”

“Pero esas eran sólo palabras. Quiero hacer algo significativo para ti. ¿Qué puedo hacer para hacerte feliz? Si es para ti, haré lo que sea. Lo digo en serio…”

Sus orejas de conejo se movieron de un lado a otro mientras se acercaba a Hajime. Su mirada ardiente y apasionada dejó claro lo que esperaba hacer. Hajime no era tan denso como para no darse cuenta, pero su única respuesta fue sonreír débilmente y responder tímidamente.

“Sigue sonriendo como siempre, cabeza hueca. Es gracias a ti que siempre nos divertimos tanto”.

“Cielos, ¿por qué tuviste que agregar esa parte de cabeza hueca? Además, ¿no me abrazaste y dijiste que te preocupabas por mí delante del emperador? Aquí es donde se supone que tienes que saltar sobre mí y decir: “Muy bien, puedes darme las gracias con tu cuerpo, Guhehehe”. ¿No puedes leer el estado de ánimo ni siquiera un poco?”

“Creo que necesitamos hablar sobre cuál es exactamente tu imagen mental de mí.”

“Un serio y débil debilucho”.

“¿No podemos simplemente dejarlo en serio?” Shea hinchó sus mejillas hasta convertirlas en una mueca. Luego colgó la cabeza, y sus orejas de conejo se inclinaron sobre su cara.

“Bromeando aparte, realmente quiero agradecerte. Me has ayudado mucho, pero no he hecho nada por ti. Tanto tú como Yue-san seguís diciendo que está bien mientras siga sonriendo, pero lo hago de forma natural porque estar con ustedes me hace feliz. Eso no te lo agradece en absoluto”.

“Ya lo he dicho antes, ya has hecho más que suficiente.”

“Mrrr, eso no es suficiente. Quiero hacer algo tangible para los dos. Pero por mucho que lo piense, no se me ocurre nada. Y como dijiste que no querías mi cuerpo… aunque dijiste que te preocupabas por mí…”

“Vamos, deja de enfurruñarte por eso ya…” Hajime se rascó la mejilla torpemente. Comprendió los sentimientos de Shea, pero realmente sintió que ella ya había hecho más que suficiente por él. Se había quedado obstinadamente con ellos dos, incluso cuando el viaje se hizo tan duro que se vio reducida a lágrimas. Y fue gracias a que Hajime y Yue no habían estado solos. En todo caso, él era el que le debía. Aun así, sabía que decirle eso no la haría cambiar de opinión.

“Esto sería mucho más fácil si te enamoraras de mí, Hajime-san. Te serviría todas las noches…. Haaah, oh bien. Supongo que tendré que trabajar aún más duro para pagarte durante nuestro viaje”.

“Sí, supongo”.

Shea se encogió de hombros, y Hajime sonrió torpemente. Levantó la vista de nuevo hacia el cielo y vio un destello a través de la niebla.

Por pura coincidencia, la niebla se había hecho más fina en el área sobre ellos, y la luz de la luna reflejada en las gotas de agua en el aire se había hecho visible.

“Hajime-san, Hajime-san. ¿Puedes venir conmigo un segundo?”

“¿Hm? Seguro.”

Las orejas se agitaban salvajemente y Shea comenzó a saltar hacia el árbol grande. Hajime la siguió con lentitud, usando los huecos y las ramas del árbol como mano y pie de apoyo.

Siguieron adelante hasta que rompieron el follaje en la copa del árbol. Normalmente la copa de un árbol sólo tenía ramas delgadas, pero aquí algunas de ellas se habían enredado para crear una cavidad lo suficientemente resistente como para que la gente pudiera sentarse.

“La razón por la que enterramos a mamá aquí fue porque este era su lugar favorito”.

“Ya veo, así que esto era como su base secreta.”

Los dos se abrieron camino hasta el sofá natural y se sentaron uno al lado del otro.

“Mira allí arriba, Hajime-san. ¡Puedes verlo muy bien esta noche!”

“¿Hm? Whoa…. Esto es…. increíble.”

La niebla sobre ellos se había disipado considerablemente. Podían ver el mar de nubes que yacía más allá de la niebla. La niebla era densa alrededor de donde Hajime y Shea estaban sentados, pero se adelgazó bruscamente por encima de eso. Lo poco que quedaba reflejaba la luz de la luna desde todos los ángulos, haciendo que pareciera como si el velo de la niebla estuviera brillando. Parecía que alguien había tirado un millón de joyas en un mar blanco puro.

“Apenas se puede ver tan bien. Pero esta vista solía ser la favorita de mamá. Tenemos suerte de que la niebla fuera escasa hoy”.

“No me vengas con esas tonterías”. Hajime estaba seguro de ello. En algún lugar del cielo, la mamá de Shea había hecho este milagro por ella. Fue su recompensa a su hija por aguantar tanto tiempo. Hajime se lo explicó a Shea, y sus orejas de conejo se agitaban de un lado a otro en una mezcla de vergüenza y alegría.

Durante mucho tiempo, se quedaron sentados y miraron fijamente a la neblina brillante. De repente, Hajime se giró hacia Shea. Su pelo brillaba tanto como el cielo. Las hebras de color azul pálido ondeaban con el viento y captaban perfectamente la luz de la luna. Mientras miraba su perfil, Hajime pensó ociosamente en cuando había abrazado a Shea y Yue delante de Gahard antes. En realidad, lo había hecho casi inconscientemente. Pero antes de que se diera cuenta, ambas estaban en sus brazos.

Todavía podía decir con absoluta confianza que Yue era el único en el que pensaba que era “especial”. Pero la razón por la que también abrazó a Shea fue porque Hajime cortó su propio hilo de pensamiento y se sonrió a sí mismo. Finalmente se dio cuenta de lo egoísta que estaba siendo.

Aunque se decía a sí mismo que nadie podía ser tan importante para él como Yue, seguía queriendo a Shea para él solo. No tenía idea de cuándo había ocurrido, pero ahora sabía que le importaba mucho más Shea de lo que pensaba. Lo suficiente como para abrazarla inconscientemente junto a Yue.

Aunque nadie le importaría más que Yue, ya no podía negar lo que sentía por Shea. Y ahora que lo había admitido, no podía fingir que no tenía esos sentimientos. En cuyo caso, ¿no debería al menos tratarla como ella quería? Después de todo, había trabajado tan duro para seguir con ellos, incluso cuando apenas tenía fuerzas.

“U-Umm, ¿Hajime-san? ¿Pasa algo malo? Me has estado mirando tanto tiempo que se está volviendo un poco embarazoso…”

Cuando Hajime recobró la cordura, se dio cuenta de que Shea se estaba sonrojando y moviendo torpemente. Sus orejas de conejo también estaban caídas, aunque ocasionalmente se levantaban en dirección a Hajime cada pocos segundos.

Hajime sonrió y extendió su mano. Se acercó a las orejas de Shea y las palmeó suavemente.

“¿Hajime-san?”

“Hey, Shea. ¿Puedes hacer algo por mí?”

“¿Me estás…. pidiendo un favor? ¡Por supuesto! ¡Haré lo que sea!”

Sorprendida, Shea todavía saltó ansiosamente a la oportunidad de pagarle a Hajime.

“Uh, no es nada tan grande. Sólo quiero recostarme un poco. ¿Está bien si duermo en tu regazo?”

“Ni siquiera tienes que preguntar. Toma, puedes usarla cuando quieras”.

“Gracias.”

Shea pareció un poco decepcionada por un segundo, pero luego sonrió y se dio palmaditas en el muslo, invitando a Hajime a recostarse. Hajime volvió a sonreír y apoyó su cabeza en las piernas de ella.

Como Shea estaba en minifalda, como de costumbre, su cabeza tocaba sus muslos desnudos. Su calidez y suavidad envolvían la parte posterior de su cabeza. Un dulce aroma, similar al que Yue tenía, apareció en sus fosas nasales.

“Fufu, sé que Yue-san hace esto todo el tiempo, pero me siento mal por Kaori-san y Tio- san.”

“Es sólo una almohada de regazo, no tienes que sentirte culpable por ello ni nada.”

“Cielos, no puedes decir esas cosas. Esas dos están trabajando muy duro para que te enamores de ellas, Hajime-san. Una almohada de regazo, o incluso pasar tiempo a solas así es muy importante para ellas. En serio, ¿por qué no te rindes y te enamoras de ellas ya?”

“Supongo que no puedo convencer a ninguna de ustedes para que se rindan”.

“No.…”

“Me imagino.”

Shea cepilló suavemente el cabello de Hajime. Él cerró los ojos y disfrutó de la sensación de los dedos de ella en su cuero cabelludo. Al mismo tiempo, pasó sus dedos por el pelo de Shea, como para devolver el favor.

La luna brillaba en lo alto. A pesar de su actitud alegre y afortunada, la misteriosa luz de la luna le convenía extrañamente bien. Cuanto más fuerte era su luz, más brillante era su cabello y sonreía. Cualquiera que la viera ahora se habría enamorado a primera vista. Los dos se acurrucaron más cerca, envueltos en una corona de niebla iluminada por la suave luz de la luna.

Si alguien los hubiera visto, probablemente habrían agarrado su corazón y se hubieran vuelto HNNNNNNNNGH. Así de guapos se veían. De hecho, ahora mismo estaban rodeados por una atmósfera similar a la que Hajime y Yue habían creado cuando estaban juntos.

Lamentablemente, Shea misma no se dio cuenta de que finalmente había logrado lo que siempre había visto celosamente antes. Después de todo, ella seguía siendo un conejo inútil al final. Sin importar si se daba cuenta o no, la atmósfera estaba ahí. Los dos se sentaron así hasta que la espesa niebla regresó y borró el cielo de estrellas artificiales.