Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 6

Capítulo 6: Cocinar y Bailar

Parte 3

Era el sexto día después de la fiesta nocturna, nuestra décima mañana en la vieja capital.

Tenía un poco de tiempo libre antes de salir, así que decidí ver a mis niñas entrenar por un rato.

“¿Maestrooo?”

“¡Maestro! ¡Nano desu! ¡Venga a ver que tan duro hemos estado practicando, nano desu!”

Una vez que estaba preparado para mi salida, me dirigí al patio y fui rápidamente saludado por Tama y Pochi.

“Tama, Pochi, no deben tocar las ropas del maestro con las manos sucias.”

“Maestro, me gustaría que elogiara los resultados de mi entrenamiento, yo suplico.”

Liza y Nana estaban ahí también. Como de costumbre, Nana no podía ocultar sus verdaderos motivos.

Todas ellas habían trabajado tan duro, sin embargo. Así que no tenía problemas en darles generosos elogios.

“¡Wow, el joven maestro está aquí! ¿Por qué no pelean dos a dos y le muestran los frutos de su entrenamiento?”

Mr. Kajiro, el samurái del Imperio Saga quien estaba entrenando al equipo de vanguardia, dio la señal para que la batalla simulada comenzara.

“¡Recuerden, Ayaume las emboscará si dejan su guardia baja! ¡Cuídense!”

Miss Ayaume, la mujer samurái, estaba escondida detrás de un arbusto cercano con un arco corto en la mano. En vez de puntas de flechas, los extremos de las flechas estaban envueltos en tela para prevenir cualquier herida.

Este entrenamiento debe ser para prepararlas en caso de ataques de bandidos.

Me paré junto a Mr. Kajiro y observé el desarrollo de la batalla. Ellas ciertamente parecían tener menos aperturas que antes. Pochi, en particular, quien estaba normalmente enfocada únicamente en atacar, estaba poniendo mucha mas atención a su alrededor.

Cada vez que una de ellas bajaba la guardia por un momento, Ayaume les disparaba una flecha o un ataque sorpresa desde un árbol con una ramita.

Mr. Kajiro explicó que ellas tenían que hacer un entrenamiento extra por cada vez que cayeran victimas de uno de esos ataques sorpresa.

Liza y Tama terminaron ganando el combate de entrenamiento, pero Nana y Pochi igualmente se desempeñaron muy bien.

Mientras las felicitaba por cada área de mejora, el mayordomo nos llamó desde el interior de la mansión.

Era hora de irse.

Miss Karina y yo, viajábamos en un carruaje detrás del perteneciente al jubilado Conde Worgoch y su esposa.

Nuestro destino era el área de aterrizaje de la aeronave.

Una gran cantidad de nobles de la vieja capital ya se encontraban reunidos cuando llegamos.

“Es bastante pequeña para una aeronave, ¿no?”

“Es verdad. Pero es probable que sea mas ágil y su armadura está hecha de aleación de Mithril.”

Miss Karina y yo observamos como la aeronave aterrizó en el suelo. La pantalla AR la etiquetaba como [Aeronave Privada de Alta Velocidad del Rey].

“¿Está Su Majestad a bordo?”

“Si, eso creo.”

Mientras asentía a la aparentemente ansiosa Miss Karina, me remití a la información en mi mapa.

Estábamos aquí con otros nobles para saludar al rey que llegó en su aeronave privada. No era necesariamente obligatorio, pero quería ver como era el monarca, razón por la que vine.

Representantes del templo habían venido también, pero no vi a Sara o a la jefa sacerdotisa del Templo Tenion.

No había sido capaz de ver a Sara desde el incidente del comedor comunitario, pero por lo que escuché en unas cuantas fiestas de té, ella estaba con un perfil bajo en el santuario para evitar el cortejo del príncipe.

Con todos estos nobles y funcionarios reunidos en un solo lugar, sería un blanco probable para un ataque terrorista. Sin embargo, la mayoría de los miembros restantes de Alas de Libertad en la vieja capitán habían sido cazados; no quedaban suficientes para intentar algo.

La noticia que había estado en el banquete era que el rey estaba aquí para asistir a la boda de Tisrado, el nieto del  duque y eventual sucesor, y la nieta del Marqués Eluette, cuyo territorio estaba en el borde oeste del reino.

De mi impresión de la futura esposa en la cena del Marqués Lloyd, ella era una bella y etérea chica.

La boda era en cinco días, y ya había sido invitado para cocinar.

“¿Ese es Su Majestad el rey?”

Levantando mi cabeza, vi a un hombre con cabello gris plateado descendiendo de la rampa de la aeronave. Curiosamente, solo su barba era de un blanco puro.

La pantalla AR apareció junto a él, así que leí el texto ahí. Tenía cincuenta y cinco años, mas joven de lo que pensaba.

El siguiente trozo de información me sorprendió: este no era el verdadero rey sino un cuerpo doble.

El ministro detrás de él parece ser el real, sin embargo.

Los nobles alrededor de nosotros se arrodillaron con reverencia, y yo seguí su ejemplo.

Permanecimos de rodillas cuando el duque heredero se aproximó a darle unas cuantas palabras de bienvenida, y luego hasta que el rey estuvo fuera de vista.

Los líderes de las familias nobles más poderosas y otras personas influyentes se dirigieron al castillo del duque, pero ese era el final para el resto de nosotros, así que regresamos a la mansión.

“Satou.”

Mia, quien había estado leyendo un libro de hechizos con Arisa en el salón, trotó hacia mi y se aferró a mi cintura. En su mano había un mensaje dirigido a mí.

“Pergaminos.”

“Gracias, Mia.”

La tarjeta era un aviso del taller de pergaminos de que una parte de mi pedido había sido completado.

“Prr, prr.” Mia estaba imitando el ronroneo de un gato mientras se colgaba de mí. Suavemente la separé.

“Mrrr.”

Acariciando su cabeza para aliviar su mal humor, anuncié mi último encargo.

“Iré a la casa del Vizconde Siemmen un momento.”

“Kaaay.”

Arisa estaba demasiado concentrada en memorizar hechizos de Magia Espacial como para dar una larga respuesta.

“Vuelve pronto.”

“Por supuesto.”

Mia llegó al vestíbulo de la entrada para despedirme, y la acaricié otra vez.

“Solo recogeré los pergaminos y saludaré a Tolma, así que no será mucho. Luego todos cenaremos juntos, ¿ok?”

“Mm.”

Por un momento, me sentí como un padre con una hija pequeña. Luego me dirigí a la cercana casa del Vizconde Siemmen.

Mr. Djang, el gerente de taller, me presentó los pergaminos que había priorizado más: Aturdimiento Remoto, Tirador, Standard Out y Vista Grafica.

“¡Mr. Djang, Mr. Djang! ¡¿Está Mr. Caballero todavía aquí?!”

“¡Silencio, Natalina!”

Natalina se apresuró, agitando dos pergaminos más.

“¡Oh, perfecto! ¡Ta-da— Permanecí despierta toda la noche terminando Fuegos Artificiales e Ilusión Fuegos Artificiales!”

Las ojeras bajo sus ojos sugerían que se había estado sobre esforzando mientras empujaba los pergaminos hacia mí.

“Muchas gracias, Miss Natalina.”

“¡Hee-hee, no hay problema!… Entonces, hey, estaba pensando, quizá podría vendernos esos hechizos…”

Natalina hizo una muestra de inquietud y guiñó tímidamente.

“Detente, Natalina. No tienes los activos para eso.”

“¡Eres taaan cruel, Mr. Djang!”

Djang sacudió la cabeza y se giró hacia mí con una seria expresión.

“Le estaríamos pagando esta suma por los hechizos Fuegos Artificiales e Ilusión Fuegos Artificiales.”

Viendo el contrato que me entregó, levanté las cejas cuando vi la suma al fondo.

“… ¿Ha habido algún error con la cantidad de ceros?”

Cien monedas de oro parecía demasiado por solo dos hechizos. Además, vender el canto completo para el hechizo con explicaciones y los derechos para revenderlo no significaba que ya no pudiera usar el hechizo o que no podía venderlo en otro lugar. No era un trato exclusivo.

“¿Ves? ¡Te lo dije, Mr. Djang! ¡Esta magia vale más que eso! ¡Es magia menor— cualquiera puede usarla ¿Sabes?! E incluso desde un pergamino, aun hace hermosos fuegos artificiales… ¡Si pudiéramos terminarlo a tiempo para la boda de Lord Tisrado, nuestras ordenes se irían hasta el techo! ¡Tendríamos nuestra inversión de vuelta en un año a lo mucho!”

Natalina parecía haberse enamorado de mis hechizos de Fuegos Artificiales.

Aun así, la boda era en solo cinco días. Dudo que puedan producirlo en masa antes de eso.

…¿Espera, qué?

¿Pensaron que me refería a que cien monedas no eran suficientes y que quería otro cero?

“Buen punto. Cien monedas de oro normalmente serían suficientes para comprar un nuevo hechizo, pero estos seguramente serán populares con los nobles. Hablemos con Lord Hosarris y veamos si podemos elevar nuestra oferta a quinientas.”

“¡Hurra!”

¿Estaban planeando comprarlos por cien monedas de oro cada uno? Honestamente, hubiera vendido ambos por diez monedas…

Ninguno tomó más de un día para crearlo, así que conseguir quinientas monedas de oro por hechizo se sentiría injusto.

“Espera un momento, por favor. Si realmente valoras tanto mis humildes hechizos, estaré feliz de venderlos a su precio original.”

“¿Oooh, de verdad? ¡Yay! ¡En ese caso, tenemos que empezar a producirlos en masa de inmediato! Mr. Djang, ¿podemos detener la producción de otros productos por ahora, cierto?”

“Si, está bien… Excepto por la orden de Sir Caballero, por supuesto.”

“¡Bueno, duh! ¡Pero todo lo demás se prepara para fuegos artificiales!”

Con eso, Natalina salió corriendo de la habitación a toda velocidad. Luego reapareció momentos después.

“¡Gracias, Sir Caballero!”

Después de una rápida reverencia, ella se alejó otra vez.

Esa es mucha energía.

“Lo lamento. Ella puede ser una verdadera molestia.”

Mr. Djang y yo resolvimos la diferencia entre la venta de los nuevos hechizos y el precio de mi orden, y él me dio un paquete de pergaminos.

Me hace parecer como un bandido, si me preguntas.

Una vez que mis asuntos en la finca Siemmen habían terminado, me dirigí a la cercana casa de Tolma.

La criada me llevó a un mirador donde, sorprendentemente, la familia de Tolma estaba disfrutando de un té con Miss Ringrande.

“Perdóneme por molestar, Lord Tolma.”

“Hey, Sir Satou. Entra. No te importa, ¿Cierto, Rin?”

“Por supuesto.”

Tenía la intención de simplemente agradecerle a Tolma por la información que me dio e irme, pero hubiera sido grosero rechazar su invitación, así que entré y tomé el asiento vacío junto a Ringrande.

“¿Cómo va tu vida social?”

“Muy bien, gracias al conocimiento que tuviste la amabilidad de compartir conmigo.”

“Me alegro de oírlo. Así que, también tienes algunas propuestas de matrimonio, ¿Cierto? ¿Tomarás a algunas de ellas?”

Sabía que la poligamia era común entre los nobles en este reino, pero no podía acostumbrarme a la idea de tener múltiples esposas.

“No, siento que todavía soy muy joven para el matrimonio.”

Si me estableciera, no sería libre de viajar por el mundo.

En algunas de las fiestas de té, conocí jóvenes mujeres con el mismo nivel de belleza que Sara o Miss Karina, pero con Lulú y compañía alrededor todo el tiempo, estaba confiado en que no me enamoraría tan fácilmente.

“¿Estás seguro? Debes ser popular con las damas, ¿Cierto? Si al menos te casas con tu novia Karina, te volverías un virrey de la Baronía Muno, y entonces tendrías tantos ingresos y poder como un noble mayor. Entonces podrías hacer de Sara tu segunda esposa y probablemente encontrar dos o tres más. ¡Si tomas algunas concubinas también, tendrás diez mujeres fácilmente!”

¿Así que estás hablando literalmente de un harem? ¿En serio, que tipo de reino es este?

La esposa de Tolma, Miss Hayuna, se veía tan horrorizada como yo, pero la reacción de un individuo en particular fue especialmente intensa.

“¡Satou! ¿Así que estás detrás de Sara entonces? ¿Y que es eso de una segunda esposa? ¡¿Ella  ni siquiera sería tu primera?!”

Miss Ringrande se levantó furiosamente y me agarró del cuello, el amor por su hermana ardiendo en sus ojos.

“Por favor, calma. Lord Tolma está dejando volar su imaginación. Tal como dije en el templo, Sara es una querida amiga y nada más. Además, Karina y yo no estamos siquiera en una relación, mucho menos comprometidos.”

Puse ambas manos delante de mí.

“… ¿Lo juras?”

“Si, por mi honor como caballero hereditario.”

Las sospechas de Miss Ringrande no disminuyeron, pero ella al menos me soltó.

Por favor dejen de creer todo lo que escuchan sobre mí, gente.

“Lo lamento. Algo me molestó antes, así que todavía estoy un poco nerviosa.”

Miss Ringrande apretó los puños, tratando de controlar su ira.

Ella debe haber recordado ese ‘algo’ y se volvió a enojar.

Sintiendo la tensión en el aire, la bebé Mayuna comenzó a llorar.

“¡Oh no, lo lamento! Ya está, ya está…”

Los gritos de la bebé suavizaron la ira de Ringrande inmediatamente.

“Tío Tolma ¿podemos usar tu jardín por un momento? Ven conmigo, Satou.”

Con eso, Miss Ringrande desenvainó su espada enérgicamente e insistió en entrenar conmigo por casi una hora.

“Ustedes dos deben estar sedientos ¿Cierto? ¿Por qué no dejan el entrenamiento por ahora y vienen por algo de vino?”

Tolma ya tenía el vino en la mano cuando nos invitó a entrar.

Miss Hayuna había regresado a la casa para acostar a Mayuna. La única persona restante en el mirador era una criada.

“… ¿Puedes creerlo? ¿Se supone que tire la pelea frente a toda la ciudad? ¡Y ante ese horrible Príncipe Sharorik, no menos!”

Borracha por el vino, Miss Ringrande se inclinó hacia mí mientras se quejaba acerca de lo que la había molestado anteriormente.

Ciertamente se sentía bien en mi brazo, pero sumado a su rostro enrojecido y el olor del perfume mezclado con el sudor, estaba amenazando con marearme.

“¿Por qué debo tener una batalla simulada con el príncipe solo porque Su Majestad estará presente?”

Ah, y aquí viene la ronda número tres.

“Y la espada de Su Alteza es la Espada Sagrada Claíomh Solais. Se supone que es el símbolo de la victoria, la personificación del Reino Shiga, ¿Sabes? Así que yo no…”—Ella se detuvo.

Como resultado, la tercera vez fue la última. Ella cayó dormida.

Saqué la copa de vidrio de la mano de Miss Ringrande y silenciosamente la puse sobre la mesa.

Dejé que se apoyara sobre mi hombro mientras ella dormía,  Tolma y yo conversamos un rato y profundizamos nuestra amistad con sus suaves ronquidos de fondo.