Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Volumen 7

Capítulo 2: El Rugido De La Revolución

Parte 2

“¿Sabes algo de lo que te pregunté? Estoy dispuesto a pagar por la información, por supuesto.”

“No te preocupes por el pago. Bajar esa botella fue un pago suficiente para mí. ¿Será que los hombres bestia a los que te refieres son hombres conejo?”

“…Parece que sabes algo después de todo. Dime los detalles.”

Parecía que venir aquí había sido la elección correcta. Según el camarero, hace unos días hubo una gran cacería para capturar esclavos fugitivos. Durante esa cacería, un grupo de locos hombres conejo habían golpeado a un escuadrón de soldados imperiales y luego trataron de escapar. Desafortunadamente, solo había habido unas pocas docenas de ellos, y unos pocos cientos de soldados imperiales. Eventualmente habían sido rodeados y abrumados por la fuerza de los números. Todos ellos habían sido capturados y enviados al castillo.

Su alboroto se había convertido en la comidilla de la ciudad, por lo que Hajime podía haber preguntado básicamente a cualquiera en la ciudad y obtener la misma información.

“El castillo, ¿eh…?” Hajime se giró hacia Shea. Como era de esperar, su expresión era oscura. Sabía lo que el destino esperaba a los que fueran sorprendidos entrando en la capital. Cam y los otros no tenían un futuro brillante por delante.

El hecho de que hubieran sido capturados vivos significaba que aún había esperanza.

Los hombres conejo no eran tan populares como los esclavos sexuales por razones obvias, aunque había algunos nobles cuyos intereses estaban en esa dirección. Sin embargo, casi no había demanda de hombres mayores como Cam, que ya tenían más de cuarenta años. Sin embargo, estos hombres conejo en particular habían atacado el imperio. Shea esperaba que fueran ejecutados en el acto una vez capturados. Ese habría sido el castigo normal.

Si el imperio no lo hubiera hecho, fue porque vieron algún valor en tomar a Cam y a los otros con vida. Lo que significaba que las posibilidades eran que aún estaban vivos. Hajime apretó la mano de Shea bajo el mostrador en un intento de tranquilizarla. Yue, también, agarró su otra mano y apretó suavemente. Animado por su apoyo, Shea se giró hacia ellos y asintió resueltamente.

El camarero se giró hacia Shea y la examinó con gran interés. No había muchos hombres conejo de pelo azul como ella. Podía más o menos adivinar su relación con los hombres conejo que el imperio había capturado antes. Hajime sabía que el camarero se había dado cuenta, pero no paró sus preguntas.

“Camarero. ¿Qué puede decirme del castillo imperial? Te pagaré lo que quieras”.

“Ese no es el tipo de cosas de las que deberías estar bromeando, chico… Aunque supongo que no estás bromeando…”

Hajime sonrió al camarero, pero esta vez la sonrisa no llegó a sus ojos. Ya se había divertido antes, ahora era el momento de ponerse serio. El camarero vaciló, sudor frío cayendo por su frente. Sentía como si estuviera siendo mirado por un depredador hambriento.

Si no tuviera cuidado con su respuesta, sería tildado de traidor al imperio. El gremio de aventureros podría haber sido una organización independiente que no estaba en deuda con ninguna nación, así que técnicamente el camarero no podía traicionar al imperio. Pero el imperio era su hogar y, lo que es más importante, si el emperador se enteraba de esto, no lo dejarían ir a la ligera.

Era una regla implícita entre los aventureros hacer la vista gorda ante cualquier cosa potencialmente desagradable que uno de ellos estuviera planeando. Pero esto aún no era información de la que el camarero quería deshacerse.

Dicho esto, por la presión que este joven estaba emitiendo, se dio cuenta de que negarse a responder no terminaría bien para él. Así que, como compromiso, en lugar de explicar las cosas por sí mismo, decidió a regañadientes vender a Nedil, contarle a Hajime sobre alguien que podía ayudarle.

“Busquen a un hombre de la cuarta patrulla llamado Nedil. Solía ser un guardia de prisión en el palacio.”

“Nedil… Está bien, iré a buscarlo. Gracias, fuiste de gran ayuda”.

Hajime sabía que el camarero tendría reservas a la hora de responder, y era muy posible que no supiera nada. Así que se alegró de que el camarero le hubiera señalado a alguien que lo hizo.

El camarero respiró aliviado mientras Hajime salía del edificio bajo la atenta mirada de todos los aventureros de la habitación. Mientras caminaban por la calle principal, Shea se giró hacia Hajime y le preguntó: “Umm, Hajime-san. ¿Preguntaste por el castillo porque…”

“Sí. Estoy planeando averiguar dónde está la prisión, y entrar a hurtadillas esta noche. Yue y yo nos encargaremos de recopilar la información, así que el resto de ustedes busquen un lugar para comer o algo. Volveremos en unas horas.”

Shea y los demás lo miraron confundidos.

“¿Hm? ¿Por qué sólo ustedes dos? ¿No deberíamos ir todos juntos? ¡Espera! ¡No me digas que planeas escabullirte con Yue-san para poder hacer cosas malas como siempre haces!”

“¿¡Qué!? ¿Es por eso, Hajime-kun!? ¡No, no lo permitiré! ¿Cómo puedes pensar en algo así cuando la familia de Shea está en problemas?”

“Es simplemente injusto que sólo Yue pueda participar. Maestro, permítame que me una también.”

“¡Y una mierda que es por eso! Y deja de gritar ese tipo de cosas en medio de la calle. ¿¡Todos me toman por una especie de perro calenturiento reprimido o algo así!?” Contestó Hajime ardientemente. La escena se hizo aún más engañosa cuando Tio acarició su trasero y se retorció sugestivamente. En ese momento, alguien le tiró de la manga. Hajime se giró para ver a Yue ruborizarse y mirarle.

“¿Vamos a hacerlo afuera?”

“No, no lo estamos.”

“¿Entonces estamos encontrando un lugar dentro para hacerlo?”

“No, no lo vamos a hacer, así que deja el tema ya.”

“Hmph, bien. Entonces tendré que prepararme para una redada nocturna”.

“Por redada nocturna, te refieres a nuestro plan para infiltrarnos en el castillo, ¿verdad? ¿Verdad?”

Las bromas de Yue siempre fueron así. Al menos, Hajime esperaba que esto fuese una broma. Seguramente Yue lamiéndose los labios seductoramente y mirando a Hajime como si fuese un pedazo de carne de primera, formaban parte del acto.

Shizuku y los demás, que no estaban acostumbrados a estos intercambios, miraron sorprendidos.

“Sh-Shizushizu, ¿qué hago? ¡Acabo de oír una locura! ¡Ni siquiera puedo procesarlo!”

“Sospeché que así era su relación… Pero pensar que Kaori aún no lo ha hecho. ¿Cómo debo manejar esto? ¿Debería animarla como su mejor amiga, o decirle que es demasiado joven para este tipo de cosas? No estoy segura… ¡Esto está más allá de mis habilidades!”

A pesar de su actitud pervertida, Suzu era sorprendentemente pura. Se sonrojó de rojo brillante y se escondió tras Shizuku. Mientras tanto, Shizuku misma estaba preocupada por Kaori como una madre preocupada por su hija. Por parte de los chicos, Ryutarou estaba mirando a Hajime mientras lo maldijo en voz baja. Kouki se había llevado una sorpresa tan grande que estaba mirando sin vida a lo lejos. Finalmente, los indescriptibles ciudadanos A, B, C, etc. hasta la Z se quedaron enraizados en el suelo, cautivados por la seductora sonrisa de Yue.

¿Qué clase de locos fetiches tiene?, Hajime intentó resolver el malentendido con la mayor calma posible.

“Chicos, ya basta. Me llevo a Yue porque si este Nedil no quiere hablar, vamos a necesitar algo de’persuasión’ para convencerlo de que lo haga. Y ella es la mejor en eso. Además, puede usar magia de restauración”.

“Yo también puedo usar la magia de la restauración, así que…”

Hajime la interrumpió agitando la cabeza. Si Nedil fuera parte del ejército, no habría forma de que estuviera dispuesto a hablar. Así que tendrían que torturarlo para sacarle las respuestas.

Puede que Kaori fuese lo suficientemente hábil con la magia de la restauración, pero era totalmente inadecuada para la tortura. Shizuku también se dio cuenta de eso, e intentó tranquilizar a su mejor amiga.

“Kaori, déjale esto a Yue.”

“Shizuku-chan…”

Kaori también había más o menos descubierto lo que Hajime tenía en mente. Y normalmente, ella se habría defendido. Estaba cansada de dejar que Yue llevase la carga de hacer todo el trabajo sucio. Después de todo, la aptitud de Kaori para la magia de la restauración era incluso superior a la de Yue. No era tanto que quería insistir en ir con Hajime a todas partes, que simplemente no quería que Yue tuviera que cargar con todo.

Pero ahora mismo, la familia de Shea estaba en peligro, y cada segundo contaba. No tenían tiempo que perder mientras Kaori argumentaba su punto de vista. Por lo que Kaori miró a Yue disculpándose y obedientemente retrocedió. Yue se encogió de hombros, indicando que no había nada de lo que preocuparse.

Una vez que todo estaba decidido, Yue y Hajime se fueron entre la multitud. Antes de que desaparecieran de la vista, Shea los llamó.

“¡Hajime-san, Yue-san! Umm…” Ella vaciló, incapaz de encontrar las palabras correctas que decir. Hajime la sonrió suavemente. Sabía que le había dicho que no se retuviera a su alrededor, pero eso no cambiaba el hecho de que ella los había envuelto en este lío justo antes de que se dirigieran a otro laberinto.

Al final, no supo cómo expresar lo que intentaba decir, y le devolvió la sonrisa a Hajime.

“Trata de mantenerlo en tus pantalones, ¿de acuerdo?”

“¡Arruinaste el momento, conejo inútil!”

Hajime le gritó y sacó a Yue que le estaba dando el visto bueno a Shea con él. Al poco tiempo, desapareció entre la multitud.

Unas horas más tarde, Hajime y los demás se sentaron alrededor de una mesa en un restaurante de algún rincón de la ciudad. El ambiente alrededor de la mesa era frío, y la fuente de la discordia era, por supuesto, Hajime. Desde que Hajime y Yue habían vuelto de su reunión de inteligencia, las chicas le habían mirado fríamente. Si las miradas pudieran matar, las miradas de Shea y Kaori habrían acabado con la vida de Hajime mil veces. De hecho, incluso él estaba un poco asustado de ellos ahora mismo. Especialmente desde que pudo ver al demonio formarse detrás de Kaori.

“Parece que ustedes dos se divirtieron mucho.”

“¿Soy yo, o tu piel es brillante ahora, Yue? Me pregunto por qué será. Oye, ¿te importaría decirme cómo lo conseguiste así? ¿Y bien?” Sus voces monótonas eran tan aterradoras que todos los invitados cercanos se habían ido. Ryutarou y Kouki también habían intentado escapar, pero Suzu les había atrapado con una barrera. Ambos estaban ahora sentados mansamente en sus sillas mientras observaban el desarrollo de los acontecimientos.

Tio acababa de suspirar cansada cuando los había visto a los dos, pero sorprendentemente incluso Shizuku miraba con odio a Hajime. Podía entender por qué Ryutarou y Kouki habían querido huir. Cuando regresaron de su excursión, la piel de Yue se había visto más brillante que antes, mientras que Hajime parecía bastante demacrado.

En otras palabras, era obvio que lo habían hecho mientras estaban recolectando información.

“No me malinterpretes. La razón por la que Yue se ve así es porque bebió mi sangre”.

“¿Qué?”

Viendo que todos parecían ser un malentendido, Hajime suspiró y empezó a explicarlo. Shea y Kaori miraron a Hajime con expresión de asombro. No se lo esperaban.

“No pensarías que me iría de juerga ahora más que nunca, ¿verdad? No soy un perro en celo, sabes. ¿Realmente piensan tan poco de mí?”

“Ahahahahaha, por supuesto que no. Ya lo sabíamos. ¿Verdad, Kaori-san?”

“¡Sí! Por supuesto que sí, Shea. La magia de la restauración ocupa mucho maná, así que por supuesto sabía que algo así podría pasar”.

Incapaces de soportar la mirada enfadada de Hajime, los dos apartaron la mirada e intentaron hacerse las inocentes. Satisfecho, Hajime se giró hacia Shizuku y Suzu. Se sonrojaron furiosamente y se dieron la vuelta. Parece que ellas también se habían equivocado.

“Haaah… Bueno, lo que sea. Tengo la información que estaba buscando. Vamos a infiltrarnos en la cámara de la prisión esta noche. Aparentemente están bajo vigilancia, pero eso no debería ser un problema para nosotros. Las únicas personas que entraremos al castillo seremos yo, Yue y Shea. Lo mejor será tener sólo personas que puedan ocultar su presencia o usar magia de teletransporte en caso de que algo salga mal. Kaori, quiero que tú y los otros esperen fuera de la capital con Par y los otros. Una vez que saquemos al grupo de Cam, los teletransportaremos directamente a ti”.

“No es un mal plan, pero… ¿Estás seguro de que tu información es correcta? ¿Y si ese tal Nedil te estaba mintiendo?”

Shizuku expresó una preocupación bastante razonable. Sin embargo, Hajime agitó la cabeza.

“No es posible. Le aplastamos las bolas frente a sus ojos, las restauramos antes de que perdiera el conocimiento, y luego lo volvimos a hacer una y otra vez hasta que finalmente habló. Ningún hombre podría soportar ese tipo de tortura. Hasta yo me sentí mal por él cuando terminamos. El pobre tipo era un desastre”.

Si te sentías mal por ello, ¿por qué lo hiciste? Kouki y los demás pensaron. Lo habrían dicho en voz alta, pero por la expresión de luto de Hajime sabían que todo lo que dijesen sería ignorado. Así que en vez de eso suspiraron. Mentalmente, Shizuku se acarició la espalda por no dejar ir a Kaori esta vez.

Lo que realmente asustó a Kouki y a Ryutarou fue como Yue no parecía preocuparse en absoluto de destruir las pelotas de un hombre una y otra vez. Parecía que los rumores que habían oído en la capital, de que ella era la legendaria “Trituradora de Bolas”, eran ciertos después de todo. Juraron en sus corazones que nunca la traicionarían. Al mismo tiempo, cubrieron encubiertamente sus regiones más bajas.

“Hey Nagumo… Sé que es un poco tarde para preguntar esto ahora, pero si el emperador tiene cautiva a la familia de Shea-san, ¿no podemos pedirle que los deje ir? Lily debería estar en el castillo ahora mismo, y técnicamente soy un héroe, así que… Estoy seguro de que podríamos persuadirlos si lo hablamos…” Era algo más que “un poco tarde”. Pero tenía razón. Ni siquiera el emperador podía rechazar de plano una petición del héroe, especialmente si Liliana le daba su apoyo a su causa. Hajime podía mostrar su abrumadora fuerza para forzar al emperador a negociar también.

Sin embargo, había un defecto.

“¿Y cómo planeas recompensarlo por dejarlos ir?”

“¿Qué?”

“Los hombres de Cam no sólo se infiltraron en la ciudad, sino que mataron a los soldados del imperio. Y el hecho de que hombres conejo como ellos pudieran luchar en igualdad de condiciones con el imperio es una anomalía. Tampoco podemos fingir que actuamos bajo las órdenes de Dios. La princesa ya le habría dicho al emperador la verdad sobre eso. ¿Realmente crees que los liberará gratis sólo porque se lo pedimos?” (Nota. Ponte verga morro)

“Bueno…”

“Es obvio que pedirá algo a cambio. Mucho más de lo que queremos pagar también. El imperio tiene que cuidar las apariencias si libera a Cam. No hay forma de que lo dejen salir de aquí sin que su dinero valga la pena. Además, podría hacer más difícil para la princesa negociar la ayuda. ¿Seguro que quieres entrar y preguntar?”

Kouki se quedó en silencio. Hajime tenía razón. Naturalmente, a Hajime no le importaba cómo afectaría las negociaciones de Liliana, y honestamente, si el emperador le hubiera pedido reparaciones, lo dejaría comerse una cara llena de misiles. La única razón por la que había optado por sacar a Cam y a los demás de la cárcel en lugar de intentar negociar era porque hacer las cosas de esta manera era menos molesto. Después de todo, si era probable que se convirtiera en una pelea de todos modos, más vale que sea con armas de fuego.

“Dejando el dinero a un lado por ahora, tienes razón en que causarle problemas a Lily… no sería bueno. Pero, aun así…”

Kouki sintió que como era parte de este grupo por ahora, tenía que contribuir de alguna manera. Después del incidente con el chico esclavo, había estado deseando probar que también podía ser útil. Sintiendo que Kouki estaba a punto de tener otra idea problemática, Hajime se giró hacia Shizuku. Ella se fijó en su mirada y agitó la cabeza. Parecía demasiado tarde para que ella detuviera su alboroto.

Preocupado de que Kouki pudiera hacer algo colosalmente estúpido para “ayudar” a Hajime durante su infiltración, rápidamente ideó una forma de redirigir las energías de Kouki.

“Hey, Amanogawa. Hay algo en lo que necesito que me ayudes…”

“¿¡Qué!? ¿Acabas de decir que necesitas ayuda? De ninguna manera…”

Escuchar la palabra “ayuda” salir de la boca de Hajime había dejado boquiabierto a Kouki. Ryutarou y Suzu también se quedaron atónitos. No podrían estar más sorprendidos si vieran un OVNI en medio de la ciudad. Así de raro era para ellos pedir que Hajime les pidiese ayuda.

Hajime había esperado esa reacción, por lo que, aunque le irritaba un poco, era capaz de mantener sus emociones alejadas de su cara.

“Sabes qué, pensándolo bien, olvídalo. No debería pedirte que aceptes un trabajo tan peligroso. Olvida que pregunté”.

“¡Espera! ¡Por favor! ¡Al menos dime qué es!”

Kouki cayó en la trampa de Hajime. “Bueno, el castillo está supuestamente bajo una vigilancia extremadamente fuerte. Eso va a hacer difícil entrar a hurtadillas. Para aumentar nuestras posibilidades de éxito, vamos a necesitar una distracción. Algo como ese truco que hiciste antes cuando trataste de salvar a ese chico esclavo. Necesitamos a alguien que empiece una conmoción para alejar a los guardias. Pero ahora que lo pienso, es demasiado peligroso. No te preocupes por eso.”

Por supuesto, Hajime y los demás no tendrían problemas para entrar a hurtadillas sin importar lo apretado que estuviera el turno. Una distracción ciertamente podría ayudar, pero de ninguna manera era necesaria. Esta era solo la excusa más creíble que se le ocurrió a Hajime para hacer sentir a Kouki que estaba ayudando. Si Kouki iba a hacer un alboroto de cualquier forma, a Hajime le gustaría al menos controlar la forma en que lo hacía. Lo que sea necesario para que no siguiera a Hajime.

“Haz una conmoción… salvando a esos niños… Suena bien. ¡Lo haré, Nagumo! ¡Déjame manejar la distracción!”

“De acuerdo, si estás seguro. Gracias hombre… Supongo que realmente eres un héroe”.

Shizuku, aguda como siempre, vio todo el acto. No sabía si estaba enojada porque había engañado a su amigo de la infancia, o porque efectivamente la había ofrecido como voluntaria para esta inútil diversión. Hajime fingió no darse cuenta y abrió su [Tesoro oculto].

“Muy bien, si estás dispuesto a cooperar, déjame darte algunas cosas que te ayudarán. Un regalo para el héroe amante de la justicia y su equipo”.

Hajime sacó algunos trozos de mineral y los transmutó en cuatro máscaras. Cubren completamente la cara y se presentaron en diferentes colores. Rojo, azul, amarillo y rosa. Como las máscaras de cierto grupo de rangers. Hajime se había asegurado de mantener las máscaras transpirables, y los agujeros de los ojos lo suficientemente grandes como para no obstruir la visión del que las llevaba. Una transmutación tan detallada no era algo que cualquier sinergista pudiera hacer. Era una muestra de habilidad bastante inútil, pero a Hajime le gustaba ser meticuloso en todo lo que hacía.

“Nagumo… ¿Qué es esto?”

“¿No puedes decirlo con sólo mirarlos? Máscaras.”

“… ¿Por qué las hiciste?”

“¿Te das cuenta de que sería un problema si el héroe hiciera un alboroto en la capital imperial sin una buena razón, verdad? Necesitamos ocultar su identidad. Para eso son las máscaras. Sabes, los héroes siempre usan máscaras para ocultar sus caras. De hecho, un héroe es su máscara. Incluso los hice de diferentes colores para que pudieran distinguirse”.

“Uhh, entiendo que estés entusiasmado con esto, pero… bueno, supongo que tienes razón en que necesitamos mantener nuestras identidades en secreto. Sería malo si le causáramos problemas a Lily… pero ya sabes…”

Kouki miró a Hajime, el señor de los sentais, con expresión de enojo. (Nota: Sentais, nombre de los Power Ranges, solo que en japo)

“No te preocupes, gran héroe, te pones rojo, el color del líder.”

“¿Te estás burlando de mí?”

“Sakagami, te pones azul. El calmado y tranquilo Ranger Azul. Debatí sobre darte negro, pero creo que el azul encaja mejor después de todo. Deberías alegrarte de que haya pensado tanto en esto”.

“¿Está bien? Realmente no lo entiendo, pero supongo que lo aceptaré”.

“Genial. Ahora Taniguchi, vas a ser…”

“R-Rosa, ¿verdad? Es un poco embarazoso, pero…”

“Amarillo. La más olvidable. Además, la que se excita demasiado fácilmente. Diría que te queda perfecto”.

“… ¿Me odias o algo así, Nagumo-kun?”

“Y finalmente… para Yaegashi tenemos…”

“Quieto ahí, Nagumo-kun. El único color que queda es… No hablas en serio, ¿verdad?”

“Por supuesto que sí. Yaegashi, te pones rosa. Este es el color que más te conviene”.

“¡Me niego! Además, ¿no hay muchas otras formas de ocultar nuestra identidad que no requieran el uso de máscaras? ¿No podemos ponernos un poco de tela en la boca o algo así? Estás jugando con nosotros, ¿verdad, Nagumo-kun?”

Hajime agitó la cabeza con fingida indignación. Las cejas de Shizuku temblaron de ira. No le gustaba que la trataran como a una niña rebelde.

“Escúchame. Esta es la mejor manera de ocultar completamente su identidad al 100%! No sólo tienen cierres metálicos que nunca se desharán a menos que se los quiten ustedes mismos, sino que incluso absorben los daños por impacto. Además, son más ligeros que el aire e impermeables a cualquier tipo de ataque”.

“No puedo creer que hayas logrado hacer algo tan impresionante en un instante… ¿Por qué tienes que poner tus locas habilidades en práctica de la manera más extraña?”

“Yaegashi, todo el mundo sabe que las bellezas distantes y tranquilas como tú tienen una debilidad secreta por las cosas lindas. Es prácticamente necesario. O bueno, más bien como Kaori me dijo. Pero el punto es que te gustan las cosas lindas. Por eso decidí que te pusieras rosa. Sé agradecida.”

“¿Qué pasa con esa actitud arrogante… Además, no es que me guste tanto lo lindo… ¡De todos modos, Kaori! ¿¡Qué le dijiste!?”

“Hehehe, todas las cosas que encuentro lindas de ti, Shizuku-chan. Como cuando tu habitación está llena de animales de peluche…”

¿Cómo pudo mi mejor amiga traicionarme así? Quiero decir, supongo que nunca le dije que no le dijera a la gente ni nada, pero ¿por qué tuvo que contarle a Nagumo-kun de todas las personas? Shizuku miró con ira a Kaori, que se sonrojaba tímidamente. Desafortunadamente, el héroe favorito de todos decidió que ahora era el mejor momento para agregar combustible al fuego.

“Ahora que lo pienso, siempre te han gustado los animales. Como conejos, y gatos… Cosas pequeñas y bonitas en su mayoría.”

“¿¡!?”

“Oh sí, ¿no era el papel tapiz de tu teléfono un lindo conejito también, Shizushizu?”

“¿¡!?”

“Y cada vez que vamos a la sala de juegos siempre vas directo a los juegos de cazadores de ovnis. Te has vuelto muy buena con ellos también.”

“¿¡!?”

“Ahora lo entiendo. Por eso es por lo que siempre estás mirando a hurtadillas mis orejas de conejo, Shizuku-san.”

“¡N-No!”

“Adelante, Yaegashi. Tómalo. Rosa… te encarna.” Hajime levantó la máscara rosa mientras daba a Shizuku una mirada cálida y suave. Por alguna razón, todos la miraban así también. Como si estuvieran mirando con orgullo la graduación de su hija. La atmósfera hacía casi imposible rechazar la máscara.

“Qué diablos pasa con ustedes… ¿Permítanme decir esto ahora, realmente no me gusta mucho el rosa? Sólo lo tomo porque no tengo elección, no es como si en realidad lo quisiera. Además, a todo el mundo le gustan los animales pequeños, ¿vale? No soy sólo yo, así que no hay ningún significado especial detrás de que me gusten también…. Hey, dejen de mirarme así, chicos!”

Orejas rojo brillante, Shizuku aceptó la máscara a regañadientes. Al ver lo mucho que Shizuku intentaba ocultar su vergüenza, Shea se acercó a ella y le susurró: “No me importa que me toques los oídos, si quieres”.

Una amplia sonrisa dividió la cara de Shizuku, y se olvidó de lo mortificada que estaba.

En verdad, la razón por la que Hajime había empujado tan fuerte las máscaras era porque quería venganza. Esperaba que, enviando a un grupo de niños enmascarados de colores a alborotar la capital, crearían una leyenda que fuera aún más cruda que los apodos que los Haulia habían intentado darle a Hajime.

Todavía no había olvidado cómo se reían de él en ese entonces.

Desafortunadamente, incluso si esto funcionaba, no era como si alguien asociara a Shizuku y a los otros apodos directamente con ellos. Pero por ahora, esto era lo mejor que podía hacer. Yue podía ver que la verdadera razón de Hajime por las máscaras era porque quería vengarse un poco, y ella le miró exasperada.